“¿A quién amas?”
Parte 15
_ ¿Lo dices de verdad?-pregunto deteniendo los pasos Min Soo.
_ Es decir, he besado antes, como dije, tenía una novia, pero además de a ella… no he besado a nadie más, por lo que tú eres el primer hombre, la primera persona que deseaba besar y lo hice-explico.
_ En resumen soy la segunda persona a quien besas ¿cierto?-pregunto asegurándose.
_ Si, así es… ¿te decepciona?-pregunto con inseguridad y miedo de que el adorable pastelero dijera que sí.
_ Para nada… me sorprende, pero de buena manera-Min Soo le sonrió y levanto una mano acariciando la mejilla de Jung Min y con su pulgar acaricio el labio interior.
_ Muchas cosas te sorprenden de mi-susurro Jung Min mirando la mano de Min Soo y luego buscando sus ojos, descubriendo que el pastelero le miraba los labios que acariciaba definiéndolos.
_ Es verdad ¿sabes? De seria haberte conocido hace varios años, si una persona como tú fuera mi primer amor, mi primer beso, mi primera vez, mi primer corazón roto… entonces yo tendría mejores recuerdos de mis relaciones-confeso subiendo su mirada para observar a los ojos Jung Min.
_ Las cosas suceden en su momento por una razón-murmuro algo nervioso Jung Min al ver el rostro del pastelero acerrase mas, sus labios cosquillaron queriéndolo sentir de nuevo en otro lento beso, pero su nerviosismo, ante la idea de hacer algo incorrecto, lo invadió.
Sabía que Min Soo había tenido muchas relaciones y él era prácticamente inexperto hasta a la hora de dar un beso, aunque lo quería y había dado el primer paso hacia el primer beso que se dieron, ahora los nervios eran más notables.
_ Cuando se trata de ti, no puedo tener mucha paciencia-declaró el pastelero antes de cerrar sus ojos y juntar sus labios con los gruesos de Jung Min.
Tomo entre sus labios el inferior de Jung Min y lo succiono levemente antes de moverlos y probar el superior siendo acompañado a cada movimiento por los de Jung Min en aprobación, el beso uro varios segundos, manteniéndose lento, dulce y cálido. La mano de Min Soo aún estaba en la mejilla de Jung Min y su pulgar acariciaba la suave pile de la morena mejilla. Las manos dudosas e inquietas de Jung Min se aferraron a la cintura del pastelero en un gentil ajuste.
Un gemido salió de los labios de Jung Min cuando el pastelero se alejó lentamente separándose. Abrió sus ojos para encontrarse con la alegre sonrisa y unos ojos tras las gafas que lo observaban brillando.
_ ¿Es como lo imaginaste?-susurro Min Soo.
_ ¿Qué cosa?
_ Tu primeros besos con un hombre ¿es como lo imaginaste?
Jung Min lo pensó un momento viendo el sonríete y emocionado rostro esperando con ilusión su respuesta. Ciertamente habían sido como lo imagino, lentos, dulces, con la ternura y la sensación de sentir la textura sin prisa, los movimientos compasados y una calidez que lo lleno… pero, siendo sincero, no era Min Soo la persona con quien había imaginado tenerlos. Aun así Min Soo le había dado los primeros besos de todas sus románticas fantasías y solo preguntaba si eran así, no con quien.
_ Si, fueron como los imagine-confeso.
_ ¿Crees que entonces hice un buen recuerdo para ti?
_ Claro que sí, cuando recuerde mis primeros besos sonreiré… gracias Min Soo, no creo que nadie mas podría haber sido tan dulce y tierno.
_ Para la próxima me asegurare de tomar un café muy amargo.
_ ¿Por qué café amargo?
_ Así cuando te beso lo disfrutas más al no sentirlo tan dulce.
_ Pero a mí me gusto así de dulce… ya que así dulce eres tú.
Las majillas del pastelero se tiñeron de un rosa que se le hizo aún más adorable a Jung Min, libero al pastelero de sus manos y la caminata siguió unos minutos más con una tranquila charla y algunas risas.
_Se está haciendo muy tarde y tú debes dormir temprano o mañana tendrás sueño-comento Jung Min al ver su reloj.
_ Tienes razón, sin embargo, me gustaría tener más tiempo para estar contigo.
_ Mañana pasare por la pastelería, no estoy muy seguro en que momento, pero pasare-prometió.
_ ¿Si me llamas?
_ Pero… no tengo tu numero… cosa que es un tanto extraña.
_ Creo que es en lo último que pensamos-ambos rieron la vez que sacaban sus celulares e intercambiaban números.
_ Comencemos a caminar hacia tu casa o se te hará más tarde-comento Jung Min.
_ ¿Hacia mi casa?
_ Si, te acompañare.
_ Oh, no, no es necesario Jung Min, ya es tarde y tú también debes regresar a descansar.
_ Pero yo estoy más acostumbrado a no dormir.
_ Todos necesitamos dormir y nada me sucederá, mi casa está cerca-le aseguro Min Soo, Jung Min lo pensó un momento y luego sonrió.
_ Entonces ¿ese sería el momento en que nos despedimos?-pregunto con una sonrisa más grande, el pastelero asintió-y como es de noche entonces el beso debería ser uno de “buenas noches” por lo que será más largo ¿cierto?-el pastelero rio y asintió al comprender.
Dando ambos un paso más cerca del otro, acercaron sus rostros, pero pronto Jung Min se alejó sorprendiendo a Min Soo.
_ ¿Qué sucede?-pregunto nervioso el pastelero.
Jung Min lo sorprendido cuando con delicadeza y una sonrisa le retiro las gafas y lo miro a los ojos.
_ Son hermosos-le confeso-quería verlos sin nada en medio antes de besarnos-se explicó.
Sintiéndose alivio, sonrojado, alagado y feliz, todo al mismo tiempo, erro sus ojos y mato al distancia entre sus labios en otro beso, igual de lento, dulce y tierno que los anteriores.
Jung Min le correspondió de inmediato sintiendo una extraña sensación de ansiedad en su estómago, como un agradable cosquilleo que lo hacía temblar, sonrió en medio del beso a creer saber lo que es y sentir feliz por ello.
Una de sus manos sostenía las gafas del pastelero, pero la otra libre la uso para acariciar con delicadeza los suaves y largos cabellos de Min Soo a la vez que gemía en tan dulce beso.
Por el lado de Min Soo las cosas eran muchas veces más intensas que para Jung Min, su cuerpo por dentro parecía temblar, el cosquilleo era más notable ya que sentía como si cientos de mariposas estuvieran revoloteando dentro de su estómago y muchas se desviaban por otros lados de su cuerpo haciéndolo sentir débil pero sin una pisca de miedo por ello.
Su corazón era lo que más debería asombrarle, pero no lo hacía ya que lo comprendía, comprendía la felicidad por la que este latía tan desenfrenadamente. Era la primera vez en su vida que tenía tantos dulces besos seguidos si intenciones de nada más que eso, un beso, besos tan inocentes y puro que mostraban cuan sincero le era Jung Min a cada palabra, a cada acción. Jung Min era el primer hombre en su vida que lo trataba con tanta ternura, el primero que era tan puro, el primero que lo hacía sentir tantas emociones al creer que buscaba algo más que solo noches apasionadas.
La mano de Jung Min acariciando sus cabellos lo hacía sentir protegido y mimado, por más rara que sea la sensación, así era.
Cuando el beso acabo y sus ojos se encontraron, una sonrisa se formó detrás de los labios de ambos, con delicadeza Jung Min le coloco las gafas a Min Soo y le dio un leve apretón en la sonrojada mejilla.
_ Buenas noches lindo pastelero-le susurro.
_ Buenas noches Jung Min-lo saludo Min Soo antes de que ambos tomaran un camino diferente con lentos pasos mirando hacia atrás en algunas ocasiones hasta que el otro fue perdido de vista.
Continuara…