Jugando con el hilo de su playera esperaba a su Dongsaeng que hablaba con el mánager, desde que descubrio su secreto mejor guardado había decidido divertirse con él, obviamente, sin dar detalles del porque lo hacia.
Una sonrisa surcaba por su rostro las ganas de reír eran más fuertes cada vez que veía a KangIn a la cara, tomando airé se tranquilizo, se acerco a él.
-¿Y que tal todo fortachon? - sonrió como sólo él podía hacerlo, mostrando su hoyuelo, al mismo tiempo que posaba su mano en el hombro del menor.
-Amm... Bien- KangIn soltó el aire retenido, le sonrió a su Hyung y salió del lugar, dejándolo votado. Incredulidad marcada en su rostro.
¿Qué rayos paso allá dentro?
Apreto sus puños, y fue detrás de su menor.
-Jung Soo, me alegro de verte. Apoya a Young Woon mucho por favor- su mánager aparecio a su lado asustandolo, asintió no muy convencido. No sabía de que hablaba su Hyung pero tendría que averiguarlo, le sonrió y fue directo a la van que ya los esperaban.
-Conejito, a tu lugar- hablo al ver que su lugar, al lado de KangIn, estaba invadido por él. Sungmin hizo cara de perro azotado pero Leeteuk la ignoro, derrotado el conejo volvió a su lugar, donde un no muy agradable Kyuhyun lo recibió.
Ya tendría tiempo de hablar con el Maknae, comprendía que estuviese molesto e incluso herido pero no tenía que desquitarse con las demás personas. Recordó el suceso de la mañana el inocente pecesito fue a despertarlo para después salir con ganas de llorar, mordiendo su labio inferior que temblaba por ello, y un muy enojado Eunhyuk por lo sucedido.
-Hubieras dejado el lugar a Sungmin... no creo que este muy cómodo allá atrás- KangIn llamo su atención, Leeteuk fruncio el ceño levemente pero se relajo no podía hechar a perder todo.
-Sungmin tiene que aprender a enfrentar sus problemas- hablo lo delicadamente posible, más no se esperaba el grito detrás de ellos.
-¡Joder ya basta!- Kyuhyun exclamo furioso.
-¡El que tiene que calmarse eres tú! Maldita sea- Sungmin gruño pero se podía notar el dolor en sus palabras.
-Se callan los dos, no puedo creerlo... Kyuhyun ya hemos hablado- KangIn le advirtió a su menor, Leeteuk se sorprendió ¿KangIn había hablado con Kyuhyun? En ese momento se sintió el peor líder de todos.
-En cuanto a ti Sungmin, no puedes pasearte por ahí como si no hubiera pasado nada- siguió hablando dejando callados a todos e incluso al mánager que trataba de hablar en ese momento.
Definitivamente Leeteuk cada día se sorprendia de cuando maduro podía ser KangIn cuando se lo proponía.
Al llegar al departamento todo estaba demasiado callado, ninguno emitía sonido alguno. Con una mirada a cada uno de los miembros Leeteuk les dio a entender que se marcharan a sus cuartos, no sin antes detener a el menor de todos y al Hyung rosado.
KangIn fue directo a la cocina, donde tomo un vaso de agua como si no hubiera probado líquido varias horas antes, suspiro y paso sus manos por su cabello en clara muestra de cansancio y estrés, miró la hora en el reloj de pared. Las 21:30 y eso que apenas empezaba la noche, no creía que fuera a soportar la discusión que se estaba prolongando gracias a él.