Cuanto Sasuke llego a su casa debían de ser casi las once de la noche y para gusto suyo Sakura aún no llegaba del trabajo.
Dejo sus cosas en su despacho y con calma se dirigió a la cocina para poder comer algo, ese día había sido de lo más pesado, lo único que le había hecho feliz era que se había podido dar una escapada con su rubio, pero eso cambio cuando noto su semblante triste.
No era ningún idiota, podía notar a la perfección los cambios del Uzumaki y sabía lo que pensaba, estaba triste, triste de toda esa situación de tener que esconderse.
Hace un mes que empezaron con el mismo tipo de discusiones y notaba que aquello se volvía cada vez más difícil, ambos estaban sufriendo con todo lo que sucedía.
Lo mejor sería terminar con su relación, que el rubio dejase de estar en la empresa y que él intentase de nuevo rehacer su matrimonio, pero no, simplemente no podía, era un maldito egoísta que quería tener al blondo solo para él, la sola idea de imaginarse al oji azul en los brazos de alguien más le hacía hervir la sangre de coraje.
Pero no era su decisión y con cada día que pasaba aumentaba su temor de que él rubio lo dejase, es decir ¿por qué no hacerlo? No solo por estar casado, sino porque todavía no terminaba de explicarse como alguien tan alegre, simpático, hiperactivo chico como el rubio terminase fijándose en alguien como él que es tan frio, serio, antipático.
Terminando de cenar, se dirigió a su cuarto en el camino encontró un portarretrato con una foto de él a lado de Sakura, una que había sido tomada recién habían contraído matrimonio, la tomo con cuidado y la miro fijamente, en la foto se encontraban ellos dos juntos con un bello jardín de fondo, Sakura tenía una gran sonrisa mientras hacia un gesto de amor y paz con las manos, él en cambio estaba serio como siempre, sin inmutarse, cuando los demás los veían no notaban nada raro porque conocían al azabache y pensaba que solo tenía problemas para demostrar sus sentimientos.
La verdad era que desde ese momento no amaba a la pelirrosa, pero fue muy estúpido para conformarse con el cariño que le tenía y por eso termino proponiéndole matrimonio, de haber sabido que algún día encontraría a alguien tan maravilloso que realmente lo hacía feliz hubiera esperado con calma a Naruto.
Sin embargo las cosas ya estaban hechas y no había solución, había días que tenía ganas de mandar todo a la mierda y cumplir su sueño de recorrer el mundo, claro con la compañía de su rubio. Por lo menos hasta que llegase el momento de que Naruto tomase el mando de las empresas correspondientes a la familia Namikaze-Uzumaki como le correspondía por ser el único hijo, eso no le importaba, con que pudiera estar a su lado sería feliz.
Pero el verdadero problema estaba en la cuestión legal, y todo por un acto apresurado, irracional y lleno de ira de parte de su padre, del que Sasuke no se enteró completamente hasta tres años atrás cuando se planteó el divorciarse de Sakura.
Años atrás poco antes de su boda su hermano Itachi había tenido una discusión con su padre, ante el enojo, Fugaku Uchiha cambio su testamento dejando como único heredero a Sasuke. Fugaku estaba consciente de lo mucho que Sasuke adoraba a su hermano mayor y sabiendo que apenas tuviese la oportunidad le daría a Itachi la mitad que le correspondía, decidió dejar estipulado que Sasuke no podría ceder, vender ni nada por el estilo con lo que le dejasen mientras estuviese casado con Sakura y aun así si decidiese divorciarse tendría que ser ella la que lo pidiera, de lo contrario se quedaría con todo lo perteneciente a la familia Uchiha.
Fugaku conocía a la chica, desde un inicio aprobó que saliese con su hijo porque sabía que era una buena persona, además estaba cociente de lo mucho que amaba a su hijo, incluso llego a creer que Sasuke la amaba con la misma intensidad, por lo nunca imagino que fuese a llegar un momento en que la pareja decidiese separarse.
Pero desgraciadamente el hombre se equivocó respecto a ellos dos, desgraciadamente cuando se dio cuenta de su error al dejar fuera a su hijo mayor y atando de esa forma al menor fue demasiado tarde, porque antes de poder cambiar su testamento quitando todas esas estúpidas clausulas, él, junto con su esposa Mikoto murieron en un accidente automovilístico.
Cuando estaba por acostarse escucho la puerta abrirse y supo que Sakura había llegado
- hola Sasuke-kun
- hm - ni siquiera hizo el intento de disimular su falta de entusiasmo y la chica lo único que hizo fue bajar la mirada
- co...como te fue
- bien, supongo - sabía que no debía tratarla así, la chica no se lo merecía, ya que ni siquiera estaba enterada de las clausulas legales porque Fugaku dejo estrictamente prohibido que se le informase, pero ya había llegado al punto en que se le hacía imposible fingir.
- me alegra, a mi...
- Sakura, estoy cansado - le dijo mientras se acomodaba en la cama dándole la espalda a la chica
- ah cla...claro entiendo descansa – con eso la habitación quedo sumergida en el silencio mientras la chica entonces comenzó a prepararse para dormir mientras hacia un gran esfuerzo por no derramar ninguna lágrima.
Naruto se hallaba en una cafetería, frente a él se encontraba una chica de cabello y ojos de color rojo y con unas gafas, su nombre es Karin quien es una prima del rubio.
Lo que había pasado es que ese día al despertar el rubio no pudo evitar cuestionarse si lo que iba a hacer era lo correcto, y necesitando el consejo de alguien decidió llamar a su prima quien era la única persona que conocía de su relación con el Uchiha menor.
- así que tomaste esa decisión
- si
- ya veo, estas consiente de lo que implica ¿verdad?
- por supuesto que lo sé, tu que dices ¿es la decisión correcta?
- ¿la decisión correcta? – Repitió la pregunta para ella misma y se quedó en silencio pensando en una respuesta para el oji-azul – la verdad no sé, solo sé que el amor es ciego y por culpa de este podemos hacer cualquier cosa, si crees que es lo que debes de hacer, entonces hazlo
- entonces… ¿Cuento con tu apoyo?
- sabes que sí, solo espero que no terminen más lastimados
- ¿aun te gusta cierto? – pregunto el rubio sabiendo que su prima en el pasado había convivido con Sasuke e igualmente había caído en los encantos del moreno
- ¿Sasuke? ¿Cómo no hacerlo? digo, el condenado esta como quiere – comento para luego reírse de la cara que había puesto el rubio, lo conocía y sabía que siempre reaccionaba de esa manera cuando alguien hablaba así del oji-negro – pero ya no es como antes, tal vez no lo he visto en un largo tiempo –comento con una sonrisa triste – pero para mí él sigue siendo alguien importante y ahora lo único que quiero es que él sea feliz, y sé que solo a tu lado es realmente feliz, pero si crees que esto es lo mejor, no soy nadie para interponerme
- gracias, no sabes cómo me hace sentir mejor que me digas eso
- ¡oh por favor! Ahora te me pondrás sentimental – comento para salir de ese ambiente que se había formado, demasiado dulce para su gusto
- ¡oye! ¡No molestes!
- vale, vale, pero dime, ¿Cuándo lo harás?
- pensaba hacerlo esta semana
- antes de su aniversario – la última palabra lo digo haciendo unas comillas con los dedos
- sí, de hecho ese será el último día como… - ni siquiera podía decirlo, antes no le importaba, pero cada vez se le hacía más difícil utilizar ese termino
- como su amante, tienes que decir las cosas como son
- lo se
- oye... - iba a animar al rubio cuando recibió un mensaje - ¡rayos!
- ¿qué pasa?
- es del hospital, hay una emergencia y me necesitan
- ve, no te preocupes por mi
- gracias - dejo dinero en la mesa para pagar su café, se puso de pie y le dio un beso en la mejilla al rubio - cuídate.
Naruto se quedó solo en la cafetería, era domingo así que no tenía la necesidad de ir a la empresa, generalmente asistía solo para ver a su teme, pero en ese momento necesitaba estar apartado. Le envió un mensaje a Itachi para que no lo esperaran, pago su café y salió del establecimiento, necesitaba hacer un par de cosas.
Estarían por dar las 10 de la noche, pero a ella no le importaba, no tenía prisa en llegar a su casa, total no es como si su marido la estuviera esperando.
Agarro su trago y se lo hecho de jalón para luego pedir otro, suspiro, estaba tan metida en sus pensamientos en busca de una respuesta para arreglar su matrimonio, que no se dio cuenta cuando alguien se sentó a su lado en la barra.
- ¿qué hace tan bella dama sola? - Sakura estaba dispuesta a mandar al carajo a quien le dijo eso, pero esa idea se esfumo al ver ante ella a un apuesto pelinegro de ojos negros y piel pálida
- yo...yo... - no pudo evitar ponerse nerviosa porque ese hombre se parecía ligeramente a su marido - quería estar sola
- déjame adivinar ¿mal de amores?
- no es algo que te incumba
- ¿porque no?
- ¿tal vez porque no nos conocemos? – contesto con ironía
- eso es fácil de resolver - se aclaró la garganta - Sai Shimura, es un placer - le tendió la mano a la chica, lo dudo un momento pero finalmente terminó por aceptar
- Sakura Haruno
- ¿y me dirás que te tiene así? - la chica solo bajo el rostro sin emitir ninguna palabra - acaso vamos a jugar a las adivinanzas
- bien, tu ganas te contaré, estoy pasando por una mala etapa en mi relación
- así que atine, dime ¿qué ha hecho tu novio? ¿Te ha engañado?
- no es mi novio, es mi esposo y Sasuke-kun jamás haría algo así
- jaja linda, eso es lo que todas dicen
- es la verdad
- si claro, a ver dime cuanto fue la última vez que tuvieron acción
- ¡maldito pervertido! ¡Yo no tengo porque decirte eso! - grito mientras todo su rostro se tornaba rojo de la vergüenza
- ¿hace mucho verdad? - hizo caso omiso a la reacción de la pelirrosa
- si - suspiro resignada
- ¿cuanto?
- hace usnbs- contesto de manera inentendible
- ¿que?
- dije que desde hace casi un año - comento en voz baja, pero fue lo suficientemente fuerte para que Sai la escuchara
- JAJAJA
- ¡urusai! ¡Quién te crees para burlarte!
- jaja lo siento es que ja ¿todavía crees que tu esposo no te engaña? O eres muy idiota o muy inocente
- ¡cállate! ¡Él que tú seas un idiota que no es capaz de ser fiel no significa que todos los hombres sean así! - contesto decidida tratando de contenerse y no golpearlo, lo último que necesitaba era ser el centro de atención
- eso es cierto, pero en este caso no se puede ser más obvio
- tks no sé porque sigo perdiendo el tiempo con alguien tan molesto e insignificante como tú - se puso de pie dispuesta a irse
- porque no dejas de fingir que no ves la realidad y te separas de una buena vez - ante esto Sakura se detuvo dándole la espalda, apretaba con fuerza su mandíbula y sus puños y hacia un enorme esfuerzo para no llorar, sabía que su matrimonio iba mal, que ya no se asemejaban en nada a cómo eran antes y cada vez que Sasuke la ignoraba le dolía, sin embargo ella tenía esperanzas de poder salir adelante, que su amor fuese suficiente como pare resolver cualquier problema
- ¡¿tú qué sabes?! ¡Tú no sabes nada! No tienes ni la más mínima idea de cómo es mi relación
- sé que no eres feliz, lo puedo ver en tus ojos
Sakura no soporto más y salió dejando solo al ojinegro, se subió a su auto e inmediatamente golpeo con fuerza el volante mientras sus lágrimas escapaban, se encontraba triste, furiosa, indignada tenía toda una gama de emociones, ese tipo ni siquiera la conocía y ya tenía la desfachatez de criticarla y a su relación. Lo que más le molestaba es que ese tipo tuviese la razón en decir que no era feliz pero de eso a separarse de Sasuke? No, jamás lo haría estaba segura que el moreno era su príncipe y ella era su princesa, solo debía esforzarse más.
Una vez que logro calmarse lo suficiente encendió el auto y se dirigió hacia su casa, necesitaba descansar con urgencia.
Era jueves por la tarde, esa semana las cosas en el hospital habían estado tranquilas por lo que Sakura había podido salir temprano todos esos días. Siempre después de salir se dirigía al mismo bar, por suerte no se había encontrado con el tipo insoportable del domingo porque estaba segura que si lo volvía a ver le daría la paliza de su vida.
Pero ese día decidió mejor no ir, decidió que era lo mejor al darse cuenta que era muy mala para la bebida, no llegaba a consumir mucho antes de perder la noción de las cosas, para cuando despertaba estaba en su auto y eran altas horas de la madrugada. Por suerte al parecer lo único que hacía era quedarse dormida ahí, pero decidió que era mejor buscar otra forma de desahogarse, no fuese a ser que en una de esas cometiese alguna imprudencia como conducir en ese estado y causase algún accidente.
Era su día libre por lo que decidió salir a caminar para distraerse. No tenía ningún rumbo fijo, solo había dejado que sus pasos la guiasen, cuando se dio cuanta había llegado a una zona de la ciudad donde había varias sex-shop. Entonces una idea cruzo por su mente y aun con toda la pena del mundo entro decidida a que esa noche le daría una sorpresa a su esposo.
Sasuke se encontraba caminando por uno de los pasillos de la empresa cuando al pasar por la sala de fotocopiado distinguió una melena rubia bastante familiar. Con cuidado de no hacer ruido entro a la oficina y cerró la puerta poniendo el seguro, se acercó sigilosamente hasta quedar atrás del ojiceleste.
- bu
- aahh!
- uhm dobe
- ¡¡teme!! ¡¿Qué te pasa?! ¡¿Porque tienes que darme estos sustos?!
- has estado evitándome - ignoro los gritos de su acompañante y decidió sacar aquello que lo ha tenido con duda los últimos días - ¿puedo saber por qué?
- yo...yo no...bueno...lo que pasa es que... - el rubio solo estaba balbuceando, no se sentía listo para hablar con el moreno - lo siento - agacho la mirada al no saber que decir
- usuratonkashi - el pelinegro noto la tristeza en su amante, así que con una delicadeza pocas veces en el acaricio una de las mejillas del blondo - ¿está todo bien?
- si es que...
- shhh - coloco un dedo sobre los labios del menor - tranquilo no es necesario que me digas ahorita
- gracias
- sabes que puedes confiar en mi ¿verdad?
- lo se
- ven aquí - sin darle oportunidad de quejarse lo atrapó en un abrazo, cuando lo vio su intención era la de reclamarle, pero solo basto con ver esos hermosos ojos azules para que el coraje se le pasase. Después de estar así por un rato decidió romper con el contacto - dejare que continúes con lo que hacías- se dio la vuelta para salir
- ¡teme espera! - lo tomo del brazo para que no siguiese y lo volteo para capturar sus labios
- Naruto...
- cállate y bésame - retomaron el beso que a cada segundo se hacía más apasionado, sus lenguas estaban en una lucha que ninguno pensaba perder hasta que la falta de aire los obligo a separarse
- Naruto... - quiso hablar mientras seguían a poca distancia del otro viéndose a los ojos
- mañana... Mañana ¿podemos vernos?
- claro... podemos ir a algún lado si quieres - pero el rubio negó con la cabeza
- ¿puedo ir a tu casa? - eso sorprendió al moreno porque sabía que el Uzumaki odiaba ir al lugar donde convivía con Sakura
- sabes que es arriesgado
- por favor - ¿cómo negarle algo? Aun le sorprendía toda la influencia que tenía el rubio sobre él
- de acuerdo
- gracias - le dio un beso en la mejilla y se separó, tomo sus cosas y salió dejando solo al moreno.
Sasuke se quedó viendo por donde había salido su rubio con una cara que mostraba tristeza. Se llevó una mano a la altura del corazón y apretó su camisa al sentir un dolor, lo intuía, podía intuir que aquello a lo que tanto temía se cumpliría: Naruto lo dejaría.