Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Stay With Me. ||One Shot.|| por Cheetos20

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Perdónen por esto, anteriormente me había equivocado con él cápitulo, me había faltado una parte del capitulo;;.

Sin mas que decir, ¡A leer!

Hace ya un año que no veo a mi esposo, ¿Qué tan mala fue mi broma? No se lo decía en serio… Aunque tal vez si fui algo egoísta, amo a los niños pero ese día no pude evitar responder que no deseaba niños que gritaran y lloraran cada dos segundos, que no estaba listo para pañales sucios, solo era una tonta broma, lo juro.

— Si él supiera cuanto lo extraño ahora… –Tomé entre mis manos la taza con café y lo dirigí hacia mis labios en forma de corazón para darle un sorbo a aquella bebida. Necesitaba comenzar el día y mi café nunca faltaba en las mañanas, aunque debo confesarles que extraño mucho ver a mi esposo cruzar por aquella puerta de la habitación con una sonrisa tan angelical, los cabellos alborotados y una bandeja donde me traía siempre el café con un trozo de pastel. Él era tan atento conmigo, siempre me llevaba toda su atención y él la mía, recuerdo que sus sonrisas eran las mejores, siempre hacía que me volviera a enamorar, realmente no sé cómo lo hacía.

Mi esposo y yo nos casamos hace tres años, aunque supongo que éste año por su desaparición no cuenta ¿Verdad?, Rayos! ¿Dónde estás, querido Uppie?

Mis ánimos se vinieron tan abajo que apenas pude continuar el café, me sentía triste, decaído, como si mi alma se fuera de mi cuerpo poco a poco. Con JongUp lo tenía todo, él era mi todo y la verdad aún estoy muy sorprendido que se fuera sin avisar, sin siquiera decirme adiós… Aunque no lo hubiera soportado, tampoco es como si le hubiera dejado ir tan fácil. “Ah, JongUp, te necesito aquí conmigo”, dije y suspiré para luego levantarme de la cama e ir a darme un buen baño caliente, pues solo tenía una hora antes de ir a trabajar.

En mi trabajo somos mi padre y yo, él es el jefe de una empresa y yo tan solo le ayudo con algunos negocios pero, soy un desastre manejando el dinero, lo bueno es que él me da tiempo para dedicarme a la música, sí, soy fanático de los instrumentos y desde chico he aprendido a tocar la gran mayoría, eso me hace recordar que a JongUp le conquisté por eso, a él le gusta las personas que aprecian la música y tocan instrumentos con cierta pasión, yo le enseñé a tocar el violín pero como él comenzó a tomar clases, se hizo más profesional que yo haha. A veces tocábamos juntos, era como una costumbre que teníamos hasta que comenzamos a salir de viaje, aún tengo el álbum de fotos de esos maravillosos recuerdos a su lado.

 — Oh dios… Llego tarde. –Me dije antes de salir corriendo de la casa con un traje negro y corbata roja con franjas moradas, tuve que tomar el primer taxi que vi y dar la dirección de la empresa de mi padre rápidamente, por suerte llegué justo a tiempo, él se veía algo molesto pero se le pasó a las horas después. Hasta las 4 pm todo marchó bien, luego de esa hora me fui a la universidad de la cuadra y media de mi trabajo para las clases de música, nuevamente me deprimí al no ver a mi esposo entre tantas personas, ya que él iba conmigo también solo que en otras clases, a veces coincidíamos.

Mis amigos no dejaban de preguntarme si estaba bien, si necesitaba algo y yo solo les ignoraba diciendo que no necesitaba nada, que si podían traerme a mi esposo se los agradecería mucho pero ni ellos sabían dónde aquel muchacho pelo castaño y piel morena había parado, ni siquiera los amigos de éste, los cuales se veían también muy preocupados.

Aun no me encaja muchas cosas ¿Por qué se habrá ido? Intenté sacar alguna información de sus amigos pero éstos no sabían nada de nada aunque.. Zelo, ese pequeño gigante que se hacía llamar el mejor amigo de JongUp ocultaba algo, yo lo sé, lo veía en su mirada por lo que esa tarde no dejé de seguirle, éste se encontró con una amiga y se pusieron a conversar de mi esposo, no pude evitar levantar la oreja para escuchar cada cosa que decían.

— ¿Sabes algo de JongUppie? –Preguntó la chica dulcemente pero a la vez preocupada al ver a Zelo quien traía unos cuadernos en manos, realmente esperaba sacar alguna información luego de tanto tiempo, es mi esposo y tengo derecho de saber al menos si se encuentra bien ¿No?.

— Bueno, no lo he visto desde hace unos cuatro o cinco meses, lo último que supe es que faltaba poco para que su niña naciera, el imbécil de su ex esposo le dijo que no quería niños, que no estaba dispuesto a cuidar uno y eso a JongUp le afectó demasiado, no quería estar al lado de un hombre que no iba amar y a cuidar a su propia hija…

Con tan solo escuchar la última palabra me cayó la ficha pero bien dada en la cabeza, ahora entiendo todo, ahora entiendo por qué a veces se quedaba por ratos en el baño, el por qué me despertaba por algún postre u otro, yo creyendo que era algo normal, que mi amado esposo solo se le dio de andar como nena pero no… todo tiene sentido ahora, él estaba esperando una niña mía y yo, yo lo arruiné.

 Mis lágrimas pronto se hicieron presente y antes de que ellos se dieran cuenta de mi ausencia, salí corriendo como si se tratara de una película, corrí tan rápido como pude y me dirigí hacia el parque más cercano, era tarde ya, faltaba muy poco para el anochecer pero lo único que quería en esos momentos era golpearme la cabeza contra la pared una y mil veces o desaparecer del planeta si eso era posible. ¿Cómo pude decirle unas cosas tan horribles cuando él estaba esperando una niña? Eso debió doler y más viniendo de mis propios labios, joder! Que alguien me dé una buena paliza que me la merezco.

Minutos más tarde no pude hacer más que regresar a mi casa e intentar buscar alguna forma para encontrar a mi esposo de inmediato, aunque de seguro debe estar solo con nuestra hija, sé lo babo que es, sé lo capaz de llegar a lastimarse por mi culpa, realmente me odio, soy una basura pero aun así haría lo que fuera por mi amado Uppie y mi hija, solo espero no se encuentre bajo un puente pidiendo limosna, eso sí que no me lo perdono.

Eran las 2 am y mi cabeza explotaba, caí dormido en el sofá, al otro día mi cuerpo dolía mucho, apenas podía mover un musculo pero debía ir a trabajar, luego fui a mis clases y por último me recorrí hospital por hospital para ver si averiguaba donde había tenido el parto mi esposo, pues suponía que ya había tenido a nuestra niña así que no paré hasta recorrer el último hospital de Seúl pero, ninguno me decía nada, si no tenía la fecha del parto ellos no podrían asegurarse bien de que si mi esposo estuvo allí.

Los días pasaban y todo se volvía más difícil para mí, de recorrerme todo Seúl apenas dormía y por lo mismo apenas podía mantenerme de pie en el trabajo, mi padre cada vez se veía más molesto conmigo pero cuando le conté todo lo sucedido, me dejó tomarme unas pequeñas vacaciones para que me despejara un poco, me veía muy arruinado, un descanso tal vez era lo mejor pero no me iba a rendir del todo, yo a mi esposo y a mi hija los iba a encontrar como sea.

Mis vacaciones fueron obviamente estar echado en mi habitación, encerrado día y noche, mi vida se basaba en dormir, comer y llorar todas las noches, no podía evitarlo, todo empeoraba a mí alrededor, necesitaba encontrar a mi esposo JongUp y decirle cuanto lo lamento…

Luego de dos meses y medio pude salir al mundo real, apreciar la belleza de mi ciudad, tomé mi trabajo de nuevo al igual que mis clases de música, mi esposo seguía rondando en mi cabeza pero ahora estaba más tranquilo, tal vez aquellas noches de lágrimas logró tranquilizarme un poco o más bien, desahogarme.

Algo me decía que hoy iba a ser un buen día, comencé con mi delicioso café de todas las mañana y me fui a trabajar como solía hacerlo antes, mis clases fueron de lo mejor, pude transmitir paz a través de unas hermosas melodías y cuando llegué a mi casa, una carta en la entrada de ésta captó toda mi atención. Traía mi nombre completo escrito, así que la tomé de inmediato y me adentré en mi casa para luego sentarme en el sofá y leerla, pues la intriga me mató al instante, quería saber de qué se trataba.

* Querido Kim Him Chan: Estos últimos días estuve pensado que tal vez sea lo mejor dejarte a cargo a ti algo que yo no podré cuidar, al menos sé que tú le darás en adopción para que una buena familia la cuide… Yo no tengo dinero, no puedo comprarle leche, no puedo comprarle pañales ni mucho menos ropa para que no se enferme, ella apenas tiene seis meses, se llama Sarang Kim, por favor, has que tenga una familia que la merezca, ella es dulce y hermosa como tú, pues claro, salió a su padre, aunque también tiene esa ternura y sonrisa que enamora, eso ya salió a mi haha…. En fin, cuando estés leyendo esto lo más probable te preguntes de qué demonios estoy hablando ¿No? Primero que nada y antes que tires la carta, soy JongUp, estaba embarazado de ti pero sé que tú no estabas listo para cuidar de nosotros por lo que me fui sin decir nada, tenía miedo de lo que dijeras si te decía que estaba esperando una niña, tenía miedo de que me gritaras y me echaras de casa por lo que preferí hacerlo por mi cuenta, sí, tal vez diga que soy un idiota pero no importa ya. Por último, será mejor que corras a abrir la puerta que tu hija está esperando a que le des un lugarcito al menos por ahora… Yo, no te preocupes por mí, seguiré desaparecido para no molestarte más. Te amo Him Chan pero nuestra relación debía terminar así, fueron los mejores años a tu lado, de eso no cabe duda pero, es mejor olvidar todo y hacer como si nunca nos hubiéramos conocido…

Adiós. *

Al terminar de leer la carta de inmediato corrí a abrir la puerta, sí, allí estaba mi pequeña en una canasta, se veía tan dulce e inocente, hermosa a primera vista, mis piernas temblaron demasiado que caí de rodillas en frente de ella mientras comenzaba a llorar, no podía creerlo, tenía a mi pequeña en brazos pero ¿Dónde estaba mi esposo? ¿Realmente no iba a aparecer? ¿Realmente se iba a ir de nuevo sin siquiera saber cómo me he sentido desde su desaparición? Tenía a mi niña pero me faltaba a él en esos momentos por lo que comencé a gritar como loco.

— ¡¡JONGUP!! ¡¡JONGUPPIE!!! ¡¡JOOONG!!! ¡¡POR FAVOR NO TE VAYAS!!! ¡¡JONGUP POR FAVOR!!

Mis gritos llamaban la atención de las personas que pasaban por la calle pero él no aparecía y mi rostro casi que se arrugaba de tanto que lloraba, aun así tenía el mayor cuidado con mi pequeña, ésta que había comenzado a llorar también, más estuve así un par de minutos hasta que una sombra de alguien que se había parado en frente mío, hizo que elevara mi mirada.

Era él.

— Jo-jong…

Él no dijo nada, solo me veía llorar, su rostro se veía serio, frío y con algunas cicatrices, el cabello lo tenía negro oscuro y su ropa se veía rasgada y muy vieja.

— Jong, yo, yo… Mis llantos eran más intensos que no me dejaban hablar, quería disculparme pero cada vez que intentaba decir algo, me atragantaba con mi propia saliva, hice uno, dos, tres y hasta el cuarto intento, luego respiré hondo e intenté calmarme, él seguía observando sin decir ni una palabra.

— Lo siento, en verdad lo siento, no sabes cuánto lo siento, soy un idiota, solo fue una broma, realmente no quería sonar serio, lo juro, solo fue una broma…

Dije y volví a respirar hondo mientras sostenía a mi hermosa niña, ésta seguía llorando pero más calmada.

— Soy un completo idiota, deberías odiarme, de seguro lo haces pero realmente lo siento, no quise que esto terminara así, una familia es lo que más deseo ahora y sólo contigo, yo… te amo, Moon JongUp, mi lindo Uppie, eres el único en mi vida, desde que te fuiste no he podido olvidarte, cada noche lloraba por el que volvieras, incluso hasta hace poco te busqué hasta bajo las rocas pero al parecer estabas bien escondido… JongUp, lo siento, lo siento, lo siento, lo siento.

 — Ya…

Aquello fue lo único que dijo antes de que se agachara y me tomara del hombro, pude notar sus ojos tristes y una sonrisa boba, aunque no se veía del todo sincera.

— No quiero que sufras, no quiero poner en adopción a nuestra hija, quiero arreglar mi error y cuidar de ambos, quiero comprarle leche, pañales y ropa a Sarang, que por cierto, es un hermoso nombre Uppie, es hermosa, es preciosa como tú, no como la basura que tiene de padre.

— HimChan… Será difícil perdonarte pero reconozco que también tuve algo de culpa el que termináramos así. –Dijo ese hermoso hombre quien era el único dueño de mi corazón.

— No te vayas de mi lado por favor, no podría vivir sin ti, no podría cuidar bien a nuestra hija si no te tengo a mi lado, contigo me sentiré realmente completo, Jong… Quiero darte la familia que realmente mereces, quiero hacerte feliz, que olvides todo lo malo que te hice pasar y que bonitos momentos cure esas heridas que le hice a ese corazoncito tuyo. Amor, sólo te pido una oportunidad.

Había dejado de llorar pero mi vista era demasiado nublosa, apenas podía verle y saber que él había vuelto a sonreír, aunque ésta vez no pude diferenciar si estaba fingiendo o en verdad estaba sonriendo con sinceridad.

— No puedo mentir y decir que aún no te amo, no puedo mentir y decir que no he sufrido por no tenerte a mi lado, por el que no estuvieras cuando nació nuestra hija… realmente te necesitaba, HimChan pero, no sé si estoy listo para comenzar de nuevo.

Esas últimas palabras fueron como un puñal al pecho, las ganas de llorar habían vuelto pero, bajé la mirada para que él no me viera hacerlo porque aquellas saladas lágrimas habían vuelto a salir y así deslizarse por mis mejillas como si disfrutaran hacerlo.

— No llores, HimChan, no me gusta verte llorar, anda, sonríe porque sí te doy una oportunidad, tal vez no esté listo pero quiero intentarlo, por Sarang… y por nosotros, porque aun te amo y sé que tú igual, al menos me lo has demostrado ahora, cariño.

Oh por dios, no podía creer lo que había escuchado, él, él aceptó darme una oportunidad, no podía sentirme más feliz de un segundo a otro, de nuevo le miré y sonreí como nunca antes le había sonreído en la vida, le agradecí una cien veces por la oportunidad y me le acerque hasta que nuestras frentes se juntaran.

— Te amo JongUp, seremos felices, lo prometo.

— También te amo HimChan, y no lo prometas, vamos a cumplirlo.

Y desde ese día todo volvió a ser como antes poco a poco, nuestra felicidad se volvía más mayor, los momentos eran más únicos y especiales, las sonrisas no se borraban, se notaba que nuestro amor volvía ser mutuo, puro y fuerte, ahora nada podía arruinar lo nuestro, más con los años se agrandó la familia y tuvimos a unos hermosos mellizos, Sarang nos ayudaba con ellos también, éramos la pareja perfecta, la que todos envidiaban.

Notas finales:

Ahora si u u. Espero que ahora hallan entendido este One Shot xD. 

BAAAI.~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).