Excuses
- No creo que esto tenga arreglo
En apenas un susurro, sus palabras lograron quedar suspendida en el aire junto a las partículas de polvo que se atrevían a pasear por los halos de luz que se colaban entre la persiana a medio subir, provocando que el mayor dejara el lápiz detenido antes de volver a rozar suavemente la superficie de la hoja que había sido en algún momento blanca, ahora salpicada por palabras sueltas que poco a poco iban acomodándose hasta formar versos que, como torpes principiantes, aspiraban a convertirse en una canción.
Aun cuando el silencio les solía hacer compañía durante las horas donde se encerraban en los estudios, exceptuando aquellos efímeros instantes en los que entre murmullos iban repasando cada una de las líneas sin una melodía fija, en seis palabras logró volver el ambiente pesado. Una corriente fría parecía haberse colado por debajo de la puerta de vidrio esmerilado manteniendo su cuerpo completamente estático con un temor irracional a que al moverse siquiera un milímetro, tan solo si dejase que su respiración se volviera más rápida de lo normal, pudiera quebrantarse en miles de pedazos.
Sabía, sin ningún tipo de explicación, que sus palabras no se referían a lo que estaban haciendo. No hablaba del tiempo perdido intentando terminar una nueva canción que quizás nunca sería aprobada, o al menos no antes de corregirla una vez más por órdenes del CEO, y vete a saber si aun con ello no terminase en el sótano de la de la YG junto a tantas más desafortunadas composiciones que probablemente nunca podrían ver la luz. Tampoco se refería al móvil que, entre sus largos dedos, se esmeraba en hacer girar sobre la superficie de madera como si se tratase de un trompo. Esa era la respuesta a algo más, una respuesta que no deseaba escuchar a una pregunta jamás formulada.
Fue girando levemente el rostro hasta poder verlo de reojo, analizando cada detalle de su expresión dándose cuenta que permanecía inmutable al igual que su voz. No había sentimiento alguno en ella. No se podía apreciar la tristeza o nostalgia, tampoco rastros de ira o, al menos, un poco de diversión, parte de ese humor extraño de bromas pesadas que parecía poseer el, ahora, rubio, solo se podía leer el cansancio en sus ojos ocultos levemente por su cabello revuelto.
Frunció los labios titubeando un momento mientras iba procesando en su mente con algo de dificultad sus amargas palabras, buscando un indicio que le dijera que realmente no había sucedido y que era otra mala jugada de su imaginación.
<<No creo que esto tenga solución>>
No, no había dicho eso exactamente… <<Arreglo>> definitivamente esa era la palabra que había utilizado el menor.
Chasqueó la lengua dejando el lápiz en la mesa con un ruido seco antes de cruzar una pierna sobre la otra acomodándose en el sillón aprovechando de darle un descanso a su espalda curvada reconociendo, a su vez, un dolor familiar en el cuello y un peso inexistente en los hombros. Aunque sabía que solía incomodarles a las personas cuando lo hacía, fijó su mirada en los pozos oscuros de su única compañía aun cuando éste se negaba a darle la cara, intrigantemente interesado en cada veta de la madera de la que estaba hecha la pequeña mesa de centro donde trabajaban.
- ¿Crees que deberíamos cambiar la letra de la canción? ¿O te refieres a la melodía?- consultó en un suspiro, optando por hacerse el desentendido demarcando en su voz ronca, sin darse cuenta, un deje de disgusto. Alzó levemente las cejas hacia él, en espera de alguna respuesta viendo si con eso lograba llamar su atención.
- ¿La canción?- le vio fruncir el ceño parando en seco el móvil dejando que el torturante ruido que producían sus giros se desvanecieran antes de al fin decidirse a mirarlo dejando que notase la frialdad de sus ojos- Estás de broma ¿verdad?
- ¿No hablabas de eso, dongsaeng? Pensé que te referías a la última parte del verso. Realmente no sé cómo podría seguir el rap desde ahí, creo que sin desearlo realmente, al dejarlo así, obligadamente tendría que venir la parte lírica… o quizás si hiciéramos un puente… creo que no, de igual manera deberíamos seguir con el coro ahí o algo… quizás una mezcla- continuó hablando disimulando una mueca antes de volver a tomar el cuaderno entre sus manos para apoyarlo en uno de sus muslos volviendo a escribir ideas sueltas a un lado de lo que era la canción.
- Usted sabe perfectamente que no hablaba de eso- le escuchó soltar pausado, como si fuese regodeándose de cada palabra dicha en extremo formal mientras cruzaba los brazos sobre su pecho.
<<No tiene arreglo>>
Después de tantos intentos, él quería cerrar bajo llave la puerta para darle final a todo. Las promesas parecían empezar a hacer eco entre las paredes mezclándose hasta hacerse indescifrables, olvidadas una vez más, pero si era sincero, Seungri nunca había prometido nada. A veces era más fácil aferrarse a las ilusiones, a lo que uno desea escuchar y no a la realidad.
Su corazón comenzó a latir rápidamente haciendo que una mezcla confusa de diversión y hastío le fuera invadiendo poco a poco mientras seguía garabateando sobre la hoja, ignorándolo por completo, en espera de un nuevo ataque, intentando que su sonrisa no siguiera ensanchándose, sintiéndose miserable por solo poder intentar molestarlo y no poder decir lo que realmente pensaba.
Si algo sabía luego de los casi diez años que llevaban como compañeros, era la poca paciencia que poseía el menor y por la expresión en su rostro notaba que había logrado llegar sin ninguna palabra cerca de sus límites. No quería admitirlo fácilmente, pero aquella simple frase del rubio había logrado que su mundo se remeciera. Odiaba que se pusiera de ese modo, incluso si era su culpa y, al menos esta vez, así parecía ser. ¿No se habían arreglado recientemente? Ya no valía la pena pensarlo cuando una mirada gélida iba recorriéndole por completo contando en silencio cada una de las grietas de lo que se había convertido un iceberg. ¿Cuándo fue que perdieron eso ojos la calidez que tanto le gustaba? Ese calor que buscaba tras largas horas de trabajo. No era repentino, eso lo tenía claro porque siempre había un largo camino de tropiezos que lograban desgastar las relaciones, pero ¿eso era todo? ¿Debían terminar así como así? ¿En qué estaba tan inmerso que no había notado alguna pista de que todo estaba apagándose para poder hacer algo?
Le pareció escuchar un bufido de su parte sacándolo de sus pensamientos mientras le veía impulsarse levemente para ponerse de pie dirigiéndose con paso firme hacia la puerta escuchando algunas maldiciones entre dientes en uno de los tantos idiomas que había aprendido
- Seungri- musitó dejando todo de lado consiguiendo que los pasos del rubio se detuvieran antes de salir. Pensó en recordarle, como buen mayor, que aún no habían terminado su trabajo y que el CEO lo iba a reprender más tarde si se enterase de su irresponsabilidad o también podría aprovechar y detenerlo allí mismo para arreglarlo todo, al menos intentarlo, o seguir comportándose como un idiota e ignorar que tenían problemas. Estaba a un par de pasos, era cosa de abrir la boca pero ninguna palabra lograba salir de sus boca dejándolo de pie mientras el menor de daba la cara a la puerta.
- No voy a volver a discutir esto, debemos ponerle fin ahora
- ¡Seung Hyun!- en el instante que su nombre escapó de sus labios se arrepintió. Una sensación extraña al pronunciar el que era su propio nombre se mezcló con el dolor que sabía le producía al panda cuando le llamaban por su nombre real.
- Admítelo. Últimamente no hay siquiera sexo, solo estamos peleando, cualquier tontería termina en discusión. Nuestros planes no coinciden, nuestras salidas nos separan. No necesitamos más escusas. Terminemos esto mientras estamos a tiempo- enumeró el menor mientras se daba la vuelta enfrentándolo con una sonrisa arrogante.
- No veo porque deberíamos terminar, Ri-ah. No es así, podemos coincidir nuestras agendas cuantas veces queramos- ese no era Seungri, no podía ser Seungri porque ¿cómo no se iba a dar cuenta de cuando ese chico animado del que tanto envidiaba su fortaleza había sido reemplazado por aquel tan desprovisto de emociones?
- Vamos hyung, ambos sabíamos que nuestra relación tenía fecha de vencimiento- una risa corta escapó de sus labios mientras pasaba el peso de un pie a otro sin dejar de mirarle- lo sabíamos de un principio, pensé que había quedado claro
- Pensé que en este tiempo habías cambiado de opinión
- Pero TOP, ¿me dirás que solo te acostabas conmigo? Más bien, ¿pensabas que yo solo me acostaba contigo? Yo sí lo hice y varias veces “hoy no puedo hyung, estoy cansado. Hoy JiYong nos hizo ensayar demasiado” – agudizó la voz sin poder evitar una risa fría relajando un poco el cuello- soy bueno mintiendo y tengo muchas coartadas siempre que salgo
- No puedo creerlo ¿va en serio?- soltó indignado apretando los puños- hijo de…- intentó calmarse sintiendo como la sangre se iba a sus manos poco a poco mientras su enojo iba aumentando- Seungri-ah, no soy idiota. Lo tengo más que claro
- Te lo dije no me haré dependiente de ti. Me cansé de tus celos y las llamadas cuando estás bebido. Ya no es divertido, además sin sexo también me pongo de mal humor y eso trae problemas a la banda. Terminemos como personas maduras para que mañana podamos vernos sin resentimientos
- No estas jugando- fue lo único que logró articular el mayor retrocediendo lentamente sin poder terminar de creer lo que estaba sucediendo
- Eres bueno en la cama, pero los celos es de la parte sentimental y se suponía que no iba a pasar. Es culpa de ambos, supongo- los hombros del menor se encogieron desinteresados marcando aun más amplio la sonrisa mirándose las uñas- de todos modos insisto en estamos a tiempo de terminar
Comenzó a negar lentamente lanzando una risa seca mientras su mirada vagaba por el piso sin querer posarse en el Seung menor ¿Qué había pasado? Todo era tan… irreal. Subió las manos a su rostro frotándolo con fuerzas comenzando a caminar de un lado a otro. Se sentía mareado sin saber si colocarse a reír o enojarse mientras el rubio se limitaba a observarle sin mayor expresión
- ¿Por qué ahora?- increpó sin medir el tono de su voz, perdiendo totalmente la compostura- ¡¿Por qué demonios esperaste tanto!?
- Quizás me gusta alguien, o puede ser que solo me aburrí… la verdad no lo sé muy bien. Pero no quiero buscar escusas para terminar esto. Solo se acabó y ya. Creo que necesitas un momento para procesarlo. Iré a hacer un poco de ejercicio con Daesung, seguramente sigue en el gimnasio. Vendré a ayudarte con la letra más tarde, Seung. Hasta entonces- avisó con una leve reverencia cerrando la puerta tras él
Los ojos le ardían pero ninguna lágrima se atrevía a caer. Esto tenía que ser una pesadilla. Una maldita pesadilla.
「
Cumplí con mi parte CEO, rompí con Seunghyun
Estoy seguro de que usted cumplirá con su palabra
」
- Lo siento… hyung…
z94;