"El Virus de la Inmunidad"
One Shot.
Realmente nunca entendí, ni eh llegado a entender, como es que una persona puede llegar a cambiar tan solo por haberse enamorado, y no solo un cambio para bien sino también para mal, dependiendo de lo que haya pasado con su enamoramiento.
Se puede decir que adquirí un "virus de la inmunidad" a cerca de ese tema, "amor", no digo que en el transcurso del tiempo no me enamoré ni tuve parejas, pero si tenia a alguien o no era algo que no tenia mucha importancia para mi, pues sabia que en algún lugar del mundo, aquella persona, aun que nunca supe su respuesta o reacción hacia mi declaración, me recordaría para siempre, al igual que yo a ella; soy un chico muy raro así que no pretendo que alguien entienda de lo que estoy hablando; el simple hecho de extrañar y ser extrañado tiene mucho significado y valor para mi y mas si la persona es el primer amor de tu vida.
Años atrás, para mi todas esas cosas del "amor" eran demasiado extrañas y confusas aun a mi edad, pues era el único chico gay de mi escuela, aun que nadie lo sabia a excepción de mis amigas, por lo tanto rompía el record mas grande de mi preparatoria al permanecer sin tan solo una "novia" siendo un chico que parecía niño.
Había veces que me sentía excluido de algunos temas de conversación entre mis amigas, ya que comenzaban a hablar de sus parejas, los problemas y sus caramelosidades; yo al no entender nada de lo que me intentaban platicar solo podía quedarme callado y escuchar o de plano ignorarlas. Otras veces llegué a deprimirme un poco al ver que realmente los chicos eran inmunes a mi y mi apariencia, no era que pensara que solo por mi extrerior iban a volverse gays y enamorarse de mi, sin embargo, tenia la esperanza, un poquito de esperanza de que a alguno le llegara a gustar, pero con el paso del tiempo esto se fue alejando, olvidando y dejando de tener importancia, todo había sido gracias a una persona, pero solo mucho tiempo después me pude dar cuenta que fue gracias a ella que pude salir de ese problema sin sentido y llegar a ser inmune a el.
Todo empezó en mi segundo semestre de preparatoria, después de haber cumplido 16.
Mi rutina diaria en ese tiempo consistía en ir a la escuela, poner atención a las clases y tratar de relacionarme lo menos posible con las personas que estaban en el mismo salón. Solía aburrirme rápidamente pues no hablaba con casi nadie a excepción de mis dos amigas, Risa y Argelia, pero realmente no era muy apegado a ellas, así que cuando empezaba a aburrirme me la pasaba jugando los videojuegos del celular, por lo cual los maestros siempre me regañaban y decían que por que no mejor platicaba con alguien del salón, que dejara el celular en paz por un rato. Llegándose la hora del recreo mis amigas iban a la cafetería a comprar mientras que yo tenia que esperar hasta que mis padres me trajeran el almuerzo, lo cual ocasionaba que casi nunca comiéramos en el mismo tiempo y lugar, casi siempre terminaba comiendo solo en el salón a 10 minutos de que se acabara el receso. Al principio, el que sucediera esto me entristecía un poco, pero después pude ver lo atractivo de la situación; Óscar, el que estaba por ser el novio de Risa, la mas pequeña de mis amigas, siempre comía dentro del salón junto con su mejor amigo, Cisco, al cual en el semestre anterior nunca lo había visto, pero desde que me di cuenta que también comía dentro del salón comencé a interesarme en el, claro que lo hacia sin que nadie se diera cuenta y sin ilusionarme pues sabía como terminarían las cosas si llegaba a abrir mi boca.
A la hora de la salida, una vez que Risa acepto ser la novia de Óscar, los cuatro nos íbamos juntos por el camino a casa, solo Argelia tenia que quedarse ya que su mamá era secretaria en la escuela, el caminar junto con ellos fue algo lo cual llegue a adorar ya que Cisco siempre caminaba por delante de mi, aprovechando yo eso para poder observarlo mas tiempo; su modo de caminar, el vaiven de sus caderas, su nuca, su cabello. Pero los días de gloria se terminaron cuando Jay empezó a irse con nosotros a la salida, tenía que ser muy cuidadoso de no ser tan obvio al mirar a Cisco, pues si Jay me descubría le diría todo ya que era también su amigo junto con Óscar y entonces, como paso en secundaria, tendría que cambiarme de escuela. El modo sigiloso se activó en mi, para no ser descubierto deje de mirar a Cisco tan seguidamente y opté por llevar audífonos cuando fuera la hora de salida; esto último no se para que pero supongo que así evitaba de que alguien me hablara, en específico, Jay.
Ese tipo me daba miedo, parecía loco, fumaba y se drogaba, siempre actuando violento, solo algunas veces se presentaba a clases y cuando lo hacia no ponía atención y entonces lo sacaban del salón.
Una vez me encontraba en medio de una clase, ya había terminado el trabajo que había puesto el profesor y no tenia ganas de jugar en el celular, así que recoste mi cabeza de lado en mi escritorio, de tal modo que podía ver lo que pasaba a la izquierda de donde me encontraba, en esa dirección habían unas grandes ventanas por donde se podía ver el cielo en su inmensidad. Mientras estaba en esa posición veía el cielo o miraba a un punto fijo pero sin observar lo que había ahí verdaderamente, dejando mi mente en blanco para ello; no me di cuenta de que exactamente había fijado mi punto en el lugar donde se sentaban Jay, Óscar y Cisco, simplemente estaba viendo sin poner atención, pero de pronto me di cuenta de que alguien había conectado su mirada con mi vista en blanco, era Jay, cuando me percaté de esto inmediatamente volteé mi cabeza hacia el lado derecho, pero ya era demasiado tarde, no se que cara haya tenido o por cuanto tiempo estuve mirando, pero creo que Jay pensó que me le quede mirando exactamente a el; después de ese incidente mis tranquilos minutos de receso observando como comía Cisco se fueron a la trompa.
Jay siempre llegaba cuando estaba a mitad de mi almuerzo, tomaba una silla y se sentaba a un lado de mi, mirándome fijamente, no se en realidad que veía pero se tardaba bastante tiempo haciéndolo, yo trataba de ignorarlo mirando hacia otro punto del salón que no fuera su cara, pero entonces la vergüenza y el pánico entraban en mi, mis ojos comenzaban a arder y querer llorar, creo que hasta mi cara se ponía roja como un jitomate y entonces el decía "Haha que haces?", yo tomaba todo el valor que me quedaba e intentando no llorar volteaba hacia el y mostraba mi cuchara llena de comida, después seguía comiendo tratando de aparentar que estaba perfectamente y que su presencia no me afectaba en absoluto, mientras que el se quedaba viendo un poco mas y al poco tiempo se levantaba para después salir del salón; cuando esto pasaba yo respiraba aliviado y tallaba mis ojos llorosos para después terminar de comer. Realmente me ponía así de mal con cada chico que llegaba a hablarme, no es por que me gustaran o algo parecido, sino que había pasado tanto tiempo en modo ermitaño que ahora me era muy difícil cruzar palabra con ellos, lo cual me hacia sentir un poco tonto y molesto.
Los siguientes días fueron iguales, solo con la diferencia de que ahora no se sentaba a un lado mío sino enfrente de mi! Había veces que era tanta la vergüenza que su mirada me hacia sentir, que quería que se abriera una grieta en la tierra, me tragara y me escupiera en algún lugar lejos de el; pero no, tenía que soportar hasta que se le antojara irse de ahí, realmente no entendía por que me molestaba de esa manera.
El empezó a juntarse más con Risa y Argelia, por lo tanto tenía que soportar su presencia a donde quiera que íbamos. Pronto también empezó a avergonzarme con su mirada aun en clases, yo lentamente me escondía detrás de Argelia y lo acusaba con ella diciendo que el me daba miedo, ella le decía que me dejara en paz pero en tono de juego, no realmente enojada; el con su mirada trataba de pasar la barrera que imponía Argelia y llegar hasta mi y preguntaba "Pero por que te doy miedo?", yo solo podía responder que no lo sabía pero me causaba mucho miedo, después de todo yo era mas pequeño que el, tanto que parecía un niño de secundaria; después de eso me dejaba en paz, pero se seguía repitiendo en los días siguientes.
Poco a poco me fui acostumbrando a su presencia y sus pesadas miradas, hasta que llegué a comportarme normalmente como con Risa y Argelia, podía sostenerle la mirada y hasta bromear con el, la incomodidad prácticamente había desaparecido y sin darme cuenta se había convertido en uno de los pocos integrantes de mi circulo social.
El primer año terminó dando paso al 3er semestre y con el a una nueva amiga, Ania, que por cierto resultó ser amiga de Jay. Todos mis demás compañeros se encontraban en el mismo salón, ninguno había desertado, excepto Jay, sus constantes faltas y materias reprobadas le impidieron pasar al siguiente nivel.
Sería muy cruel de mi parte decir que no lo extrañé en todo ese tiempo que no lo vi, pues me había acostumbrado tanto a sus bromas, sus abrazos por la espalda o sus ataques de cosquillas, que no podía simplemente no extrañarlo, el se había convertido en el suplente de mi mejor amigo de secundaria, es más, aún mejor que éste.
Cuando me di cuenta habíamos comenzado a hablar por mensajes, éramos amigos pero ninguno de los dos habíamos intercambiado números, no se de donde consiguió mi teléfono, pero el fue el primero en hablar, como siempre. Hablábamos de cualquier tema, películas, caricaturas, que hacíamos y que no, si teníamos problemas, hasta nos dábamos consejos; pero después de un largo tiempo el fue introduciendo un nuevo tema a la conversación, comenzando con un simple "y ya tienes novia?", al principio el tema me incomodo ya que no me gustan de ese modo las mujeres, pero después lo utilizaba para bromear con el respondiendo "y tu ya tienes novio?", lo cual era divertidísimo para mi pues yo sabia que, a diferencia de mi, el no era gay y Jay lo afirmaba otra vez en su respuesta; luego empezó a querer saber mas preguntando "quién te gusta?", y fue ahí cuando tuve que decirle a cerca de mi orientación sexual; pensé que se molestaría y me dejaría de hablar, pero no, dijo que me entendía y que eso no seria ningún impedimento para nuestra amistad; cuando leí eso casi lloro, era el primer hombre al que se lo decía y no le molestó en absoluto; en ese tiempo había conocido a un chico llamado Dennis, solo lo miraba de lejos, no le hablaba y asistía a una escuela diferente a la mía, pero aun así era el único que se podría decir que me "gustaba", así que se lo dije a Jay pero antes lo hice prometer que no lo diría a nadie, ni tan siquiera a Risa y Argelia, y si lo llegaba a decir a alguien nuestra amistad acabaría, por que siempre me acabo enterando de todo y ese tema no iba a ser la excepción; el lo prometió y dijo que tenia que decirme algo pero que no me enojara, "yo quería salir contigo, pero Argelia me dijo que tu no ibas a querer, no me importa que los dos seamos hombres", al leer esto no lo podía creer, el siempre bromeaba conmigo diciendo que le gustaba y que me amaba, yo le seguía la corriente por que sabia que no era real y lo utilizaba para "molestarme", pues antes no sabía que era gay, así que solo pude responder que dejara de jugar con eso, pero el solo respondió diciendo que era la verdad. No respondí por unos 20 minutos, no podía procesar todo eso de un jalón, "te enojáste verdad?" preguntó Jay, yo respondí que no, pero que lo sentía mucho, pues yo le había contado quien me gustaba siendo que el tenia ese tipo de sentimientos hacia mi, el solo respondió "está bien, ya me lo esperaba, por eso fue que no te lo dije antes", me sentía raro al estar leyendo todo eso pues no podía entender como es que a el le gustaba si no era gay, el mismo lo había dicho; en esa conversación quedamos que seriamos amigos no importando lo que había sucedido.
Siguieron nuestras conversaciones, pero ya no podían ser normales como antes, pues el siempre sacaba el mismo tema que hacia la incomodidad entre nosotros, "por que no me das una oportunidad?" escribió, yo le respondí que se calmara y pensara bien las cosas que a lo mejor solo estaba confundido sobre su orientación, muchos heterosexuales llegan a pasar por lo mismo pero vuelven a ser normales después de tomar una terapia con un psicólogo, esto solo hizo que se enojara y volviera a decir cuanto me amaba y estaba dispuesto a cambiar por mi, pero no le creí, simplemente no podía creerle, mi naturaleza me indicaba que no debía confiar en los demás y menos tratándose en un tema relacionado con el amor de un heterosexual, se lo dije abiertamente que no podía creer lo que me decía, el respondió diciendo que le pusiera una prueba para que el me hiciera entender que lo que sentía por mi era real; en esa conversación todo terminó mal, tanto que paso mas de 2 meses y no volvimos a comunicarnos.
Un día apareció un mensaje suyo pidiendo una explicación del por qué había cambiado tanto y es que cometí el error de decirle que hubo un tiempo en que el llamó mi atención, cuando el empezó a mirarme mientras comía, quería entender por que lo hacia así que lo observaba durante mucho tiempo sin que el se diera cuenta y lo analizaba para poder entender el por que, pero sin que yo me diera cuenta me empezó a gustar, luego supe que había conseguido una novia y decidí borrar la opción de ser algo mas que un amigo con el.
No pude dar una mejor excusa mas que decir "Las personas no cambian, los tiempos son los que cambian y tu nunca ibas a cambiar. Ahora ya no puedo verte como algo mas que un amigo. Te daré tiempo para que te recuperes y nuestra relación vuelva a ser como antes pero también entenderé si ya no me quieres hablar mas. Además muchos problemas están apareciendo en mi vida los cuales no se como manejar y realmente tener una relación amorosa no ayudaría mucho a aclarar mi mente ni mi estado de ánimo", Jay solo respondió que estaba bien, pero que me pedía un último favor, que no me olvidara de el, yo le dije que no lo haría y era la verdad, pues el había sido el primer hombre en declararme abiertamente sus sentimientos hacia mi, aun que no de frente pero lo había hecho; después de esa conversación volvió a pasar mucho tiempo sin que nos habláramos, pero ahora habíamos quedado en paz los dos, no había resentimientos, o eso creí.
Una vez más, tiempo después un mensaje suyo apareció en mi teléfono, me contaba que había encontrado a una chica que realmente le gustaba un montón y lo mas importante, que los sentimientos eran mutuos, pero que de un día a otro ella ya no quiso saber mas de él; cuando lo leí supe que siempre había estado en lo correcto, que el nunca dejó de ser heterosexual y solo había estado confundido, pero eso ya no importaba ahora, éramos amigos así que tenia que brindarle palabras de apoyo, le di unos cuantos consejos y dije que la forzara a que le dijera la verdad, después de eso no contestó hasta 2 semanas después. La verdad sobre la chica, según su mensaje, era que solo estaba interesada en un tipo de relación y no era amorosa sino sexual, aparte de eso no le importaba otra cosa, realmente me indigno el saber que existieran personas así y se lo dije a Jay, ese tipo de personas no valían la pena, "si yo hubiera sido como antes era por mi estaría bien, pero cambie desde que me enamore de ti, y esto duele y mucho" respondió, no sabía que pensar, nunca había oído de que alguien cambiara realmente solo por haberse enamorado, se lo dije, "pues ya ves, yo si cambié, no todas las personas son iguales" respondió, yo solo pude desearle que se recuperara de su mal estado, pero el, resentido, me respondió que seria muy difícil el hacerlo pues aún no se recuperaba de mi y ahora esto, " se que lo lograras pues estoy seguro de que el Dios en el que crees te ayudará a hacerlo, yo tengo fe en ti" le respondí, el me dio las gracias y dijo que eso le había levantado el ánimo, poniendo como final un "te quiero mucho", yo le dije que también lo queria mucho, que si no lo hiciera no tendría fe en el de que pronto estaría mejor, por ultimo el escribió "gracias, en realidad nunca te voy a poder olvidar ni a ti ni a este amor por ti, pues fuiste el primer hombre que ame y amaré en mi vida, ya que como puedes ver no soy gay, o eso creo, así que no habrá mas hombres involucrados de esa manera en mi vida, tu eres la excepción", escribí "yo tampoco te olvidaré, fuiste mi primera declaración y también mi primer amor correspondido, te amo" y mandé el mensaje, realmente siempre lo quise, aun cuando no acepte sus sentimientos, me estaba muriendo por ser algo mas que amigos, pero no podía arruinar su futuro y confundirlo mas de lo que estaba en ese tiempo, así que lo rechace, por eso le dije todas esas palabras horribles, pero fue por su bien, yo se que encontrará a una buena chica y será muy feliz con ella, podrá tener una familia, lo que yo nunca hubiera podido darle. Iba caminando a un lado de la carretera cuando envié el menaje, de pronto, no se como, el celular resbaló de mis manos y fue a parar en medio de la carretera, pasaban muchos autos a gran velocidad así que no pude hacer nada, mas que ver con ojos llorosos como mi celular era destruido por las llantas de un tráiler que, justo en ese momento, paso por ahí destruyéndolo por completo.