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Just Dreaming por Diego Cavalore

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Notas del fanfic:

Y asi comienza la historia.

Una ciudad pequeña, un solitario y joven hombre en problemas y un pequeño que crece dia a día.

Espero lo disfruten.

Por favor dejenme un review con su opinión :)

Notas del capitulo:

primer capitulo de just dreaming. espero les agrade y les de curiosidad un poco la historia. por favor dejenme un review.

Caminando por las antiguas calles de esta pequeña ciudad, caminando mis miedos, caminando mis sueños, con unos cuantos centavos en el bolsillo y una opresión en el pecho que he estado cargando durante ya un largo tiempo, las mejillas calientes, los ojos comienzan a arder, era todo mucho más sencillo cuando estaba con nosotros, se ha ido y con su partida se ha ido también la mitad de mi mundo, mi alma comenzó a marchitarse desde el instante en que comprendí que se marcharía, intento ser fuerte, rendirme no es una opción pues no solo penas me dejo con su marcha, me dejo un motivo, me dejo una esperanza, me dejo un secreto, uno que he de guardar hasta el día de mi muerte, uno que de saberse me pondría en peligro de muerte.

Paso por fuera de las tiendas de la calle principal, veo los escaparates sin mirar en realidad, no vale la pena echar un ojo a los objetos pues se perfectamente que lo que busco no lo encontraré tras un cristal, me busco a mí mismo y a la solución del problema que insisto cada mañana que no es real... pero lo es.

Estoy en el centro de la ciudad en un atardecer nublado, el viento frio se infiltra en mi suéter ya roto en los lugares que antes había remendado y aunque hoy ha sido un día bueno las ganancias no son suficientes para cubrir las cuentas más básicas. Hoy no habrá cena para mí... y tampoco desayuno, pero pensarlo no me causa pesar pues hoy conseguí algunas cosas que serán de utilidad para Noah, mi hijo, el motivo y la esperanza que antes he mencionado.

Empieza a oscurecer y el sol con su caída me indica que es hora de regresar a casa, mi pequeño debe de estar terminando su tarea y si no apuro el paso empezará a preocuparse.

Me obligo a despertar de mi ensimismamiento y levanto la vista para ubicarme, estoy ahora en avenida principal y la avenida del comercio muy cerca del mercado de los pescadores… demasiado lejos de casa ¡Idiota! Me digo a mi mismo, ¡he perdido el sentido del espacio y tiempo! Corro a toda velocidad, noto que a unas cuadras pasa el bus que se dirige a la catedral antigua podría tomarlo pero ahora no es prudente gastar dinero en transporte, sigo corriendo, sujeto fuertemente la mochila, no porto en ella nada que se pueda envidiar pero el día de hoy su contenido significa todo para mí.

En otra situación me hubiera detenido a contemplar los últimos rayos de sol ocultarse para abrirle paso a la luna pero ahora el contexto era totalmente diferente, necesitaba llegar a casa rápido y después de lo que pareció una eternidad corriendo el ardor que sentía en los pulmones me obligo a detenerme. Hiperventilaba, exhausto apoye mis manos sobre las rodillas y después de recuperar un poco el aliento levante la mirada para encontrarme alguna que otra estrella que se asomaba entre las nubes ¡MIERDA! Noah debía estar asustado, a lo lejos vi la cúpula de la antigua catedral ya faltaba menos para llegar a casa, tal vez solo diez cuadras más… cuesta arriba claro. Cerré un segundo fuertemente los ojos y me obligue a seguir corriendo. Como alma que lleva el diablo cruce la barbería de Bruno, la dulcería “confeti” dos cuadras después y la antigua catedral al final, ya solo faltaban unos minutos más de camino para llegar con mi hijo.

Cuando por fin llegue a casa estaba hecho un lastre, no permitiría que Noah me viera así, espere en el portal de la casa un instante esforzándome por regular mi respiración, me acomode el cabello y limpie el sudor de mi frente con la manga de mi suéter.

Entré, todo estaba muy tranquilo, las luces apagadas, solo se escuchaba el leve susurro de un hombre hablando del clima que haría el siguiente día, “como si no fuera obvio que lloverá en la noche y que mañana estará nublado con probabilidad de lluvia, estamos a pleno otoño” pensé para mí mismo mientras buscaba a Noah.

Lo encontré acostado en el sillón pequeño, tapado hasta el cuello con viejo cobertor y su vista fija en la oscuridad de la noche que se apreciaba tras la ventana, pretendía estar escuchando el reportaje del clima, pero a mí no me puede engañar se perfectamente que estaba rogando al cielo que yo llegara pronto,  así lo hiso el día que ella se fue y al siguiente y al siguiente.

-Hola hijo-. Le dije con suavidad para no asustarlo.

-Hola papá.- Me contestó mostrándose tranquilo. -¿Qué tal tu día?-.

-Excelente campeón-. Le conteste regalándole una amplia sonrisa y removiéndole el pelo. -Acércate mira lo que te traje para cenar, abrí la mochila y le enseñé una pieza de pan dulce y un plátano. –acompáñame te calentaré una tasa de leche para que acompañes tu cena.-

Se levantó del sillón como un rayo y corrió a darme un abraso. -¡Gracias papi!-.

-No tienes nada que agradecer, pollito, es lo menos que puedo hacer por ti-. Puse a calentar un poco de leche que saqué del pequeño refrigerador y regresé con Noah.

-¿Anoche dijiste que tu cuaderno de cálculo estaba por terminarse no es cierto?- le pregunté al pequeño.

-Si papá, hoy me lo terminé haciendo la tarea…- dijo titubeando un poco al final, bajó la mirada. -… Pero no te preocupes papá, puedo tomar algunas hojas de otro cuaderno y pegarlas al de cálculo para seguir haciendo los deberes-. Me miro a los ojos para tranquilizarme, conocía mi secreto por que no era solo mío si no nuestro, también sabía que un cuaderno sería un lujo en nuestra situación y quería poner de su parte, en ocasiones pensaba que mi pequeño se estaba convirtiendo en un hombre demasiado antes de lo debido.

Pero él tenía necesidades y para satisfacerlas estaba yo. –bueno eso no será necesario, hoy terminando de hacer las ventas del día me pasé por la mercería de Anita y encontré los cuadernos a mitad de precio (mentí) así que te compré uno.- tomé el cuaderno de la mochila y se lo enseñé. -como veras es delgado, solo tiene 50 hojas, pero seguro será suficiente para tu materia por un tiempecito.-

Al ver la pequeña libreta se le iluminaron los ojos y la sonrisa más grande de la semana se asomó en su rostro, tomó la baratija en sus manos como si de un tesoro se tratara y me dio las gracias una y otra vez durante un buen rato.

-hey, llévatelo con calma colega que aún hay más regalos el día de hoy- le dije entre risas.

-¿Aún hay más?- preguntó emocionado.

-Bueno, ese fue el regalo grande, solo hay una cosa más ¿okey?-

-okey.-

- esta mañana revise en tu mochila y vi que ya no tienes lápiz así que te compre también uno-. Le entregué el lápiz nuevo en la mano. –Guárdalos en tu mochila Noah. Voy a traerte la leche, siéntate a cenar-.

Cuando Noah comenzó a cenar se percató de que yo no lo hacía y pregunto el porqué, mentí de nuevo diciéndole que me comí la cena en el bus de camino a casa, no dijo nada pero al final  insistió en que estaba lleno y dejo una pequeña parte del pan y otra del plátano y me pidió que la comiera por él.

Mientras cenaba le enseñe los demás objetos que había comprado, una barra de jabón, un paquete de pasta y una cajita de puré de tomate para la comida, una manzana grande para que la desayunara en la escuela y un encendedor nuevo para la estufa, el reía con cada objeto que sacaba de la mochila y con cada una de sus sonrisas alumbraba un poco más la oscura neblina que cargaba en el alma.

Después de la cena lo arropé en su camita y a los pocos minutos de que le cantara quedo plácidamente dormido.

Me dirigí a la cocina y tome dos vasos grandes de agua y de ahí comí la cena que Noah me dejó, finalmente con algo en el estómago empecé a relajarme abrí la alacena y busqué los frasquitos que todas las noches visitaba cada uno rotulado con su nombre… Luz, Agua, Gas, Colegiatura, Emergencias, Ropa para Noah y comencé a colocar las monedas que me había ganado en el día en cada uno de los frasquitos, me asegure de dejar algunas fuera de los frascos para ganarme la vida al día siguiente y hecho esto me acosté a dormir en el sillón más grande pidiendo a la vida que me ayudara a ofrecerle una mejor vida a mi hijo.

Creo que quede dormido al instante y en mi sueño un hombre alto y fuerte de melena oscura y ojos claros me abrasaba tiernamente susurrándome que todo estaría bien.

Notas finales:

gracias por leerlo, espero sus reviews, animan mucho a seguir escribiendo. 


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