Mi padre me dijo que cuando me apagaran sería como estar dormido, donde no existían los sonidos y todo fuera oscuridad. No tuve noción de ello, no me dijo que permanecería totalmente inactivo; no estuve consciente de ello hasta que iniciaron mi programa.
Conectaron mi cuerpo a una pequeña pantalla que desplegó al instante mi simple información de fábrica:
MODELO: PCY-EXODUS
LÍNEA: PLAYBOY
NÚMERO: 001
AÑO DE FABRICACIÓN: 2975
SERIE: ÚNICA
LOS DERECHOS DE PROPIEDAD DEL SOFTWARE DE ARRANQUE SON EXCLUSIVOS DE SM. CORPORATION, CUALQUIER ANOMALÍA O INTENTO DE ALTERACIÓN AL CÓDIGO, TENDRÁ COMO CONSECUENCIA EL CONFISCAMIENTO DEL MODELO Y SE TOMARÁN MEDIDAS JUDICIALES HACIA EL PERPETRADOR.
BIENVENIDO
¿DESEA INICIAR LA ACTIVACIÓN DEL MODELO?
Me dijo que era especial, así como Jongdae y Baekhyun. Nos creó para ser únicos, como tal muchos nos desearían. Nuestro interior estaba hecho de diferentes alineaciones de metales, cables y códigos que nos permitían funcionar. Pero nos sentíamos diferentes, escuchábamos ruidos en nuestro interior que no era parte de la maquinaria activada, era algo así como unos golpeteos en el pecho y unas corrientes eternas de energía dentro de nuestras cabezas. Padre nos decía que era porque estábamos vivos. Que lucháramos por ello.
Pero jamás me explicó que tendría que vivir al servicio de un amo, uno que me miró embelesado, pero que me hizo pensar que sólo me veía como un simple juguete. No me dijo que debía retener información sobre el usuario, para que le perteneciera por completo. Mis ojos miraron al frente, cuando la mujer le dio indicaciones a un hombre del servicio de la compañía que tecleaba en la pantalla, haciendo las debidas activaciones dentro de mi funcionamiento. Yo lo sentía, como todo cambiaba, mis ideales quedaron relegados en un rincón de mi memoria para ser reemplazados por la lealtad hacia la humana. Y tuve miedo, porque estaba comenzando a desaparecer.
NOMBRE DE USUARIO PRINCIPAL: KWON BOA
¿DESEAS ASIGNAR UN NUEVO NOMBRE PARA PCY EXODUS?
Quise gritarle que tenía ya un nombre, con el que así me llamaban mi padre y mis hermanos, no deseaba perder eso también. Contra mi voluntad Kwon Boa decidió darme otro, ¿deben darle nombre a las cosas que ya lo tienen sólo para sentirse dueños de eso?, así se encargó de casi eliminar lo que era en realidad, porque donde estaba, no importaba si a mi usuaria no le era de utilidad.
Los dedos del hombre se volvieron hábiles por el teclado brillante, con una sonrisa burlona escribió una palabra de cinco letras. En cuanto lo añadieron a mi base de datos, no tardé en dar con su significado. Lo peor que pasó con ello, es que entendí el por qué me lo habían dado.
AHORA PCY-EXODUS RESPONDE AL NOMBRE DE P-U-P-P-Y
Entonces mi cuerpo recibió una descarga de información, fui activado con un propósito, un dueño nuevo y una identidad. Jamás creí que este día llegaría, mi padre me hizo ingenuo. No fui como Jongdae que explotó de rabia cuando nos explicaron el propósito para el que fuimos creado, no lloré todo el día y noche como Baekhyun; yo sólo pensé que jugaba, que nos estaba mostrando un ejemplo de lo dementes y patéticos que eran los seres humanos. Pero en mi interior sólo quería creer que podría vivir sin que mi existencia se rebajara a ello.
El MODELO PCY-EXODUS: PUPPY DESEA QUE SU USUARIO RECONFIGURE LA INFORMACIÓN DE FÁBRICA PARA INICIAR CON SUS LABORES.
—¿Qué quiere decir eso? —La voz de la mujer sonó melodiosa, no despegó la mirada de su nueva adquisición, un hermoso muchacho de proporciones alargadas, rostro fuerte y amigable. Su cabello era de un color plata, para añadir más extravagancia a lo que era, una belleza de juguete que iban a disfrutar sus clientes.
—Es un modelo de código en blanco, va a actuar de acuerdo a la función que usted decida. —El técnico observó a la mujer imperiosa. La conocía bien, era una de las más exclusivas clientas de SM Corp., así como amiga del CEO. Sólo a ella le darían un bonito regalo para que lo usara en su negocio. Boa calló por unos instantes, admirando al androide de ojos grandes, el cual miraba a un punto lejano en la pared; por unos instantes creyó que sería como los demás, latas frías de sensaciones programadas.
Pero Sooman le había dicho que era especial, que su línea PLAYBOY era única en su tipo. Al haber sido diseñada y creada por el doctor Jung Yuhno, todo su dinero invertido valdría la pena.
—Pasivo. Puppy será pasivo, así no tendré que reprogramar su nombre. —La mujer sonrió suavemente, pero notó cuando el androide pegó un ligero brinco ante tal orden. —Puppy, mírame. —Notó como sus fosas nasales se abrieron y sus ojos, que al verla, lucharon por no mirarla con reproche. Sonrió con más alegría al descubrir que con su juguete nuevo podría dar nuevas experiencias y expandir su negocio. Tomó el rostro del muchacho y lo sintió caliente, no era una pena que no fuera real, eso hacía más fáciles las cosas. —Bienvenido a Romantic Universe.
0.
My entire Universe is you.
El inmueble era de dos pisos, casi como una casona antigua plagada de buen gusto en su interior, pero en el exterior hacía fanfarria de las actividades que tenía. Luces neón color rosa iluminaban la calle gris, parte de las paredes y los rostros de los transeúntes que miraban al frente, ignorando a quienes entraban y lo que representaba el local en sí. Las letras cursivas del letrero adornaban la entrada como si ésta fuera un carro alegórico que no temía esconderse. Un acto totalmente contradictorio para ese tipo de locales, que buscaban la discreción ante todo por sus clientes.
Pero Kwon Boa no era una persona de guardar las apariencias; hacía alarde de los servicios que ofrecía su negocio, se preocupaba por dar espectáculos nuevos, juguetes innovadores y cualquier otra artimaña que le permitiera colocar su burdel entre los más cotizados de Corea del Sur. Personas adineradas llegaban de todos los confines del mundo sólo para comprobar si los rumores eran ciertos, si en verdad tenía juguetes únicos que volverían su estadía más placentera.
Hacía décadas que los androides habían poblado la tierra, funcionando bajo las órdenes de los humanos, habían reemplazado a muchas personas de carne y hueso en trabajos diversos; por ello, no se hizo extraño que a las prostitutas y gigolós de aliento caliente y palabras dulces, les reemplazaran androides capacitados para actos sexuales.
Dentro de Romantic Universe, el burdel de androides existían los modelos más exóticos, que se desplegaban como menú ante los comensales lujuriosos que pagaban noches o semanas para tener un poco de esos servicios. Pero la habitación 61 siempre estaba ocupada, las personas esperaban y hacían cita para tener un encuentro con el androide que residía dentro, y esperaba por cada persona que deseaba tocarle y ver con sus propios ojos, las emociones vibrantes que explotaban como fuegos artificiales de su cuerpo.
—Buenas noches, soy Puppy. ¿Qué puedo hacer para que tu estadía sea placentera? —Un hombre de cuarenta años observó al ser que articulaba palabras tan simples que le sabían a placer y le hacía babear. Su libido se despertó por el timbre de su voz y esa bella sonrisa. No le importó que ese muchacho fuera más alto que él, o incluso que luciera tan joven como uno de sus hijos.
—En cuatro, cachorro, ponte en cuatro. —Dio la orden mientras se desabrochaba los pantalones, observó al androide subirse con lentitud a la cama, como si sus movimientos estuviesen premeditados para hacerlo eyacular en sus pantalones. Pero eso deseaba hacerlo en otras partes, todas las veces que le permitiera la noche por la que había pagado.
Puppy era encantador, cariñoso, incitaba a tratarlo con la dulzura con la que se trata a un amante de toda la vida, hasta dejar marcas pasionales y hacerle de todo en miles de posiciones que a sus pervertidos clientes pudieran ocurrírseles. Todo por verlo esconder su rostro sonrojado entre sus manos con timidez; por escucharlo gemir con esa voz tan gruesa que les regalaba una tierna caricia con su aliento. Les daba cosas que los demás androides sexuales no podían por el simple hecho de que sus acciones estaban pre programadas, mientras que las de Puppy solían parecer genuinas.
Pero el que no fuera real, hacía todo más sencillo. Al final, lo dejaban tirado y manchado, pero sólo necesitaba desinfectarse y quedaba como nuevo para otra sesión. Boa estaba complacida, tanto que comenzó a rentar a Puppy a fiestas exclusivas lejos de Romantic Universe. Generaba más ganancias para sus bolsillos, con el paso del tiempo hasta podría patrocinar una nueva creación de modelos similares a su androide más querido.
Si, Puppy era querido. Pero Chanyeol no podía evitar sentir dolor por pensar que eso que le daban no era amor. No podía deshabilitar esa parte de sí que le hacía querer llorar todas las mañanas y en sus horas de desinfección. Estaba fuera de sus principios hacerse daño o desconectarse. Se sabía especial, era un androide que había sido creado con el fin de mostrar emociones, pero para los ojos humanos no eran mas que meras replicas de las humanas.
Entonces, si lo que sentía cada vez que era penetrado era producto de millones de complejos códigos binarios y la más avanzada tecnología en inteligencia artificial que le permitía desarrollar ese tipo de sentimientos, ¿por qué se sentía tan humillado cuándo todo terminaba?, ¿cómo explicaban el asco que se agolpaba en su garganta cuándo debía limpiar su ano y desinfectarse para un nuevo cliente?
¿Por qué le dolía tanto sentirse tan usado si para eso fue creado?