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Confesiones por CHANSOONOTAS

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Notas del fanfic:

Ninguno de los personajes me pertenece, salvo la historia y los sucesos acontecidos.

Notas del capitulo:

Dedicado a Cuy, quien tuvo que soportarme desde que le hablé de este evento. 

Kyungsoo no es más que una persona normal y corriente, tan simple como todos los demás.

No tiene cualidades sobresalientes, ni es el cerebrito de la clase, ni la persona con peores calificaciones. Tampoco es el típico chico malo o el que es tímido con cualquiera que se acercase.

Es tan sencillo como cualquier cosa, como cualquier persona en la vida real.

No tiene grandes metas, ni sueños extravagantes.

Se conforma con lo que tiene a la mano, con lo que sus padres le dan y si le interesa algo, lo obtiene. Es obstinado y bastante astuto, se puede decir. Más allá de ello, aspira a terminar la escuela media y hacer una carrera en la universidad. Aún no sabe a qué se quiere dedicar, pero para él realmente no es importante escoger una en sí.

Tiene cualidades y virtudes, como todos. Puntos malos y buenos.

A veces más malos que buenos, pero está seguro que tiene muchas cosas que le ayudan y otras tantas que le estorban, pero que ha tardado en desechar, o que por simple pereza, no ha terminado por exterminar, así que tiene que cargar con ellas.
Frecuentemente se le ve solo, no porque quiera ser la víctima de habladurías, o porque es poco social. Tiene amigos—o al menos así etiqueta a aquellos chicos con los que tiene tiempo frecuentando—. Es bastante amable y abierto hacia las personas que quieran acercarse, y no porque tiene un rostro serio quiere decir que esté de mal humor todo el día.

La gente le conoce, y sabe bien quién es y cómo se comporta. La mayoría de las veces le terminan por confesar que se han llevado una reacción equivocada de su parte y él sólo sonríe escasamente, porque en realidad no le importa si la gente habla mal o bien de él. No le da la suficiente importancia si alguien le tiene bronca por algún comentario sincero de su parte o si incluso le cae bien a la mayoría de ellos. Simplemente hace sus cosas y se marcha de ahí, sin relacionarse de más.

Kyungsoo es sincero, amigable, bastante parlanchín y a veces risueño.

Cuesta ver esa faceta de él, pero la gente termina acostumbrándose a lo que él muestra y a veces era una dicha verlo de esa manera, fuera de su seca y seria faceta.

La mayoría del tiempo es bastante sincero, porque no ve la necesidad de mentir o decir las cosas a medias, tapadas con cosas que no son reales o que la mitad de ellas lo eran. Algunos apreciaban “el detalle”, otros tantos no, pero a Kyungsoo no le importa en lo mínimo.

Gracias a su lengua larga y su poco interés, fue capaz de contestar lo que una chica le preguntó a mitad de pasillo, cuando iba a su siguiente clase.

—Kyungsoo-sshi, ¿tú estás enamorado de alguien?

Así de directa y simple había sido la pregunta.

Muchas de las personas que estaban alrededor le escucharon y voltearon a ver la reacción de Do Kyungsoo, porque estaban seguros que esta vez podrían ver otra faceta en él y sería de nuevo el chisme de la escuela —que ya de sobra sabía el mismo chico—.

La cuestión en sí no le causó molestia, ni impresión alguna.

Kyungsoo siendo tan sincero como siempre, contestó.

—Claro, me gusta alguien.

Las chicas se miraron entre sí, los demás empezaron a cuchichear y el propio Kyungsoo estaba tan tranquilo, tan él.

—¿Y podríamos saber quién es? —volvió a preguntar la misma chica que le interceptó.

Muchas de las jovencitas estaban realmente atentas a su respuesta. Porque aunque no lo admitieran abiertamente, Kyungsoo no estaba de mal ver, era inteligente en cierto punto; tenía buen carácter, un humor propio y era fácil de tratar. No se creía el último refresco del desierto, ni mucho menos se hacía la víctima. Tenía carácter y estilo, algo que aunque él no quisiera, comenzó por llamar la atención en las chicas.

Los hombres eran caso aparte, realmente no les interesaba al chisme en el pasillo principal, pero no estaba de más saber esa información, por si en un futuro pudiera ser beneficiosa en contra del chico.

Kyungsoo un poco harto de toda la atención recibida y con ganas de largarse de ahí, abrió su boca y dejó escapar la respuesta. ¡Total, no iba a lastimar a nadie! Nadie iba a morir por su respuesta y estaba seguro que dejaría anonadados a más de uno.

—Chanyeol, Park Chanyeol.

Y así como dejó salir su respuesta, se dio la media vuelta y se marchó de ahí, dejando a medio mundo anonadado por su contestación.


Las clases pasan tan normales y aburridas como siempre. Kyungsoo toma nota de lo más importante y lo demás lo desecha. Ayuda a sus compañeros, por si alguien no entendió y sigue su vida normal, como todos los días.

Hay gente que habla de él, que le mira a la distancia y que después se voltean cuando él hace contacto. No le molesta que hablen de él, ni que cuchicheen cosas de su vida, en cierto punto admite que le gusta que la gente lo haga, porque puede decir que podrá desmentirlo y la gente se sorprenderá más.

Está seguro que el chisme sigue siendo el mismo que en la mañana, cuando fue interceptado por una chica—que fue una antigua compañera de salón—. Está seguro que aún siguen preguntándose como él puede estar enamorado de alguien (por fu forma de ser y lo poco interesado que estaba de otras personas), específicamente de quien y que además es alguien de su mismo sexo. Porque, seamos sinceros, Kyungsoo seguía viendo a toda esa gente como seres cerrados a nuevas ideas, a personas que todavía seguían encerrados en las mismas costumbres y que no aceptaban ver que podía haber enamoramientos entre personas del mismo sexo; no sin asombrarse o asquearse en el proceso.

Kyungsoo no estaba ni siquiera un poco sorprendido cuando lo supo. Fue tan simple aceptarlo y vivir con el sentimiento. Le hacía estragos y a veces le jugaba mal, pero había sabido lidiar con él y ahí estaba, escondido en un rincón de su cuerpo, a la espera de salir o en el proceso de ser eliminado.

Su enamoramiento no era un obstáculo para salir adelante. De hecho era una cosa tan simple como respirar y él no hacía dramas por algo tan normal. Vale, él sabe que el amor a veces es doloroso y un poco traicionero, pero él lo había sabido usar a su favor. No entendía el hecho de ser dramáticos o bastante locos con respecto a ello, no le gustaba como mucha gente se comportaba y por ello decidía mantenerse al margen por dos simples cosas.

La primera, porque ni el mismo Chanyeol sabía lo que sentía por él.

En segunda, porque no estaba interesado en decírselo. 

Se le había escapado decirlo de manera tan normal, como alguien que dice que el clima es bueno, o que está lloviendo—siendo tan evidente—. Simplemente no había medido sus palabras, aunque analizándolas más a fondo, no había dicho nada malo y no se arrepentía.

Porque arrepentirse era de cobardes y era lo que menos era él.

Así que aceptó que había dicho su enamoramiento “secreto” a los cuatro vientos, sin miramientos de que el mismo chico en sí pudiera estar escuchando.

Pero volviendo al punto anterior, no le interesaba si había sido algo malo y mucho menos iba a arrepentirse de sus palabras.

Y miró al pizarrón, donde el maestro seguía explicando su clase, decidido a seguir su vida como siempre.


—Creí haber escuchado que te gusto.

Kyungsoo voltea sin miramientos y en completa calma. 

Detrás de él está Chanyeol, Park Chanyeol; el presidente del colegio estudiantil.

El que es su enamoramiento no tan secreto.

Y en una escena típica de novela o drama, el corazón le hubiera latido como loco, las mejillas se le hubieran iluminado con un rojo chillón, los ojos se hubieran escondido debajo de su flequillo y se hubiera convertido en un manejo de nervios; al ver que el chico que le gusta le habla directamente y este está diciendo lo que dijo por la mañana.

Pero como esta historia es muy realista y Kyungsoo sabe quién es y que siente, simplemente se encoge de hombros y deja salir un “Sí” bastante claro y conciso. El corazón no le late como loco, de hecho está muy calmado para este tipo de situaciones. Mira a Chanyeol como si estuviera viendo a sus amigos, las manos no le tiemblan y tampoco las mejillas se le sonrojan.

Y su reacción hace que la sonrisa que Chanyeol poseía se caiga por completo.

El chico en sí está muy confundido, porque lo que menos esperaba era ver a Kyungsoo siendo tan normal y tan él, y menos cuando le estaba confesando esas palabras.

Esperaba verlo nervioso por primera vez. Sorprendido aunque sea, pero el que salió sorprendido fue él.

—Sí, me gustas, ¿qué con eso?

Kyungsoo estaba esperando una respuesta, porque francamente el silencio y la cara de asombro en Chanyeol le estaban aburriendo.

Ni siquiera sabía cómo es que se había enamorado de él, porque siendo franco, no tenían nada en común. Eran tan polos opuestos, que posiblemente ese sea el único motivo del porqué se siente atraído hacia él.

Y mientras espera que Chanyeol salga de su asombro, empieza a recordar como conoció a este y como es que esa clase de sentimientos, brotaron en alguien como él.

Porque por muy realista que sea esta historia, también tiene un poco de cliché.


Conocer a Chanyeol no fue muy difícil, la ciudad donde vivían era demasiado pequeña, así que con regularidad podían verse aunque no fueran amigos y se encontraban por mera coincidencia por el reducido espacio. Compartió algunos años de su vida a su lado, desde que estaba en preescolar, después se perdieron por cambio de salones en primaria y volvieron a coincidir cuando tuvieron doce años. Chanyeol fue el primero que se acercó cuando hicieron una actividad de conocerse mejor, tratando de adivinar quién era la persona que cumplía años en el papelito que la maestra les había dado. El más alto le sonrió como siempre y le preguntó si es que esta era su fecha de nacimiento y su nombre correcto. Y así fue, en cambio Kyungsoo también tenía en sus manos la tarjeta que le correspondía a Chanyeol. Ambos chicos simplemente bromearon acerca del destino y se fueron a sentar a sus respectivos asientos cuando la actividad terminó.

Siguieron viéndose los días siguientes, cuando descubrieron queKyungsoo era bueno en lo que hacía y que aunque no fuera el inteligente de la clase; sabía manejarse bien. Chanyeol pronto se convirtió en un compañero regular. Solían asistir a la cafetería juntos, aunque cada quien comía en mesas distintas o fuera de la habitación, con sus respetivos grupos o en soledad; como a Kyungsoo le gustaba. 

En días les tocaba hacer actividades en parejas, así que se juntaban en sus casas o solían juntar las bancas dentro del salón.

Nada distinto había pasado los siguientes meses que se convirtieron en años. Chanyeol se acostumbró al carácter y personalidad que Kyungsoo manejaba, no le veía raro o le criticaba la manera de ser, llegó a comprender que cada uno tenía sus propios gustos y manías. Kyungsoo supo lidiar con la personalidad extrovertida de Chanyeol y como parecía una burbuja llena de felicidad, fue difícil al principio, pero todo se volvió rutinario según se conocían y tenían que coincidir en tareas, actividades y demás.

Nunca fueron amigos cercanos, eran meros compañeros que se hablaban y que convivían libremente. Se conocían poco, pero siempre se habían tenido la suficiente confianza para decirse todo a la cara y saber solucionar los problemas que alguna vez llegasen a tener.

Cuando los tres años de escuela terminaron no hubo llantos innecesarios o despedidas tristes. Chanyeol seguiría estudiando en la misma ciudad, al igual que Kyungsoo; aunque probablemente no estarían juntos en el mismo salón. Y eso pasó cuando llegaron por sus resultados, estarían compartiendo escuela, más no aula; aunque a ninguno pareció molestarle eso.

A veces se veían, se saludaban y hablaban de sus vidas; de lo que se perdieron en vacaciones o llegaban a planear una salida que nunca llegaba a concretarse por cosas que salían de último momento.

Kyungsoo nunca supo el por qué sentía otro tipo de cariño hacia Chanyeol si es que el alto jamás lo trató de una manera especial, jamás le dio indicios de querer algo más que una simple amistad, ni tampoco se mostró que fuera un chico que bateara para el otro lado; como él se descubrió a temprana edad. Chanyeol ni siquiera era cariñoso y por el carácter que él cargaba, jamás había dejado que el alto le pusiera una mano encima, por mucho que fuera una broma. Entonces seguía sin saber cómo es que esos sentimientos se plantaron dentro de su corazón y fueron echando raíces según el tiempo fue pasando y fue viendo la evolución del chico.

Supuso que para todo había una etapa y por mucho que alguien como él quisiera negarse, el amor le había llegado, por mucho que dijera que él no estaba ni preparado, ni listo para el amor; este llegó un día y no tocó a su puerta, simplemente supo cómo llegar a su corazón y quedarse ahí, a la espera de que hiciera algo al respecto. Supo que en algún momento todo se salió de control y los sentimientos empezaron a florecer al ver la evolución de Chanyeol, y como en el verano (antes de entrar a preparatoria), el chico volvió tan cambiado que no lo reconoció.

Pudo haber sido la pubertad, el estirón que no dio cuando tenían trece años y la adolescencia estaba apenas haciendo mella en ellos. Kyungsoo también regresó, pero él no creció tanto como Chanyeol (que parecía que podía estirar la mano y tocar las nubes). Él se quedó con la misma altura, pero la voz le cambió; se le hizo un poco más gruesa. El cabello se lo arregló por exigencias de su madre, y compró ropa nueva y que iba más de acuerdo a su edad. Para Chanyeol también había sido una sorpresa verlo así de cambiado, recordando como su imagen inocente cambió tanto con dos meses de vacaciones. Kyungsoo quiso darle la razón, pero su corazón fue más el que se agitó cuando Chanyeol le estrechó entre brazos y le dijo en tono de broma y con lágrimas fingidas que lo había extrañado tanto.

Kyungsoo escapó de la cárcel humana que era Chanyeol y un tanto abochornado (una faceta nueva en él y que descubrió el alto) se marchó, alegando que apenas eran los primeros días y tenía que ponerse al corriente. Chanyeol le dio la razón, porque estaba vez iba postularse como el presidente estudiantil (un sueño que había fracasado anteriormente), pero que ahora estaba dispuesto a obtener. Y el bajito le deseó suerte y se marchó antes de que sus sentimientos le traicionaran vilmente.

A partir de ese momento se separaron más de lo que ya eran. No volvieron a toparse en lo que quedó de ese año y el que le siguió. Chanyeol estaba muy ocupado con su puesto de presidente estudiantil (que ganó por su carisma y buenas propuestas) y Kyungsoo porque prefería huir de la vida social que le rodeaba.

Kyungsoo tuvo que lidiar con lo que sentía y que le era desconocido. A veces se podía quedar horas pensando en lo que le gustaba de Chanyeol, pero nada exacto le llegaba a la cabeza. Solo meditaba en ello y se quedaba mirando al horizonte sin nada en la cabeza. 

Su rutina no se vio afectada por ello, tuvo que aprender a esconderlo y ver que hacía con el sentimiento. Esperaba que se fuera una vez que todo terminara y ahora sí perdiera el escaso contacto con Chanyeol. Aunque tampoco le afectaba que estuviera ahí, a veces le molestaba (cuando veía al presidente de lejos), pero los restantes días estaba muy normal, por lo que a veces no recordaba que estaba ahí, floreciendo poco a poco sin que él se diera cuenta.

Así que conocerse no fue la gran cosa, tampoco se hicieron los mejores amigos. Enamorarse de Chanyeol tampoco fue la gran cosa, no hubo fuegos artificiales cuando lo conoció, ni mucho menos un espectáculo de ridiculez cuando se dio cuenta de lo que sentía por el alto. Solo había estado dudoso y extraño con lo que sentía, pero supo tomarlo por los cuernos. No hubo excentricidades, ni dolores de un amor no correspondido; todo fue en parte muy real y tal vez un poco cliché.

—Nunca lo dijiste —escucha Kyungsoo, cuando vuelve al presente y Chanyeol sigue sorprendido por la confesión directa del bajito.

—No es como si fuera por ahí divulgando mi privacidad, ni mucho menos mis amoríos —responde Kyungsoo, mosqueado al saber que todavía sigue con el mismo tema.

—Debiste decirlo, tal vez yo…

—No te estoy pidiendo que me aceptes o que hagas algo respecto con mis sentimientos, Chanyeol. Si supiste lo que sentía por ti fue por los chismes de la mañana, y no porque sientas algo similar. Ahórrate lo que tengas que decir, no me interesa que vengas aquí tratando de darme algo que yo nunca pedí.

Y con esas palabras abandona el lugar donde está sentado.

El camión hace un rato que pasó y se había quedado como tonto viendo como se iba sin él. Estaba esperando un poco más para que llegara el siguiente, pero con la sorpresiva llegada de Chanyeol, prefirió que era mejor irse caminando y reflexionar sobre su enorme bocota.

Porque por mucho que no se arrepintiera de sus actos, de no ser un cobarde y de ser una persona que le pone frente a sus problemas; lo que menos quería es que Chanyeol se diera cuenta de lo que sentía por él. No se sentía a gusto sabiendo que el chico sabía que sentía cosas “no amistosas” por él y que probablemente nunca las dejaría de sentir (a menos que se enamorara de alguien años después y luego se toparan nuevamente). Tampoco quería que el alto lo supiera porque no quería nada que viniera de él, ni mucho menos algún tipo de compasión por lo que sentía. Creía que por la forma de ser de Chanyeol, este siempre estaba dando algo a cambio para que la persona no se sintiera mal y Kyungsoo no quería ser de esas personas que reciben migajas a cambio de la pieza de pan completa.

Y ese era su mayor problema, que él quería a Chanyeol para sí mismo, no quería compartirlo con nadie. Pero no sabía que el alto sintiera algo por él, más que una simple amistad que se formó con los años y los momentos que compartieron. No sabía si al chico le desagradaban las personas como él o si a partir de mañana le haría la vida imposible dentro de la escuela. Y es que por mucho que actuó normal hasta hace unos minutos, esa sonrisa que le había enseñado Chanyeol demostraba superioridad y nada de buenas intensiones. 

Y por mucho que dijo que había sabido manejar el amor, este ya estaba comenzando a hacerle malos estragos. Estaba poniéndose paranoico con algo que tal vez no tenía intensión detrás, y se estaba formando ideas que no eran y que su cerebro no quería borrar.

—¿Sabías que irte y dejar a las personas con la palabra en la boca se te está haciendo costumbre? —con sorpresa se detiene a medio camino, observando como Chanyeol está delante de él, con los brazos cruzados a la altura del pecho; mirándolo de una forma que no sabe describir, pero su seño fruncido no le gusta nada—Que sepas que es un gesto muy maleducado de tu parte.

—Bueno, no es como si tú tuvieras algo decente que decir.

—Esa no es excusa para dejarme botado en la parada del camión e irte, Kyungsoo.

—Antes lo hacía, ¿qué lo hace diferente esta vez? —cuestiona un poco molesto y con los labios apretados, no quiere ser grosero con Chanyeol (porque el chico no se ha portado mal con él), pero ya está sintiendo como los sentimientos que tiene escondidos empiezan a escapar y sabe que pronto cometerá alguna estupidez (que no tiene planeada).

—Que estábamos hablando de algo importante y decidiste marcharte sin que pudiera decir algo al respecto.

Kyungsoo ve como la imagen dura de Chanyeol decae y a su paso deja un suspiro lleno de cansancio. Tal vez tenga un poco la culpa de lo mal que el chico la está pasando con su actitud. Pero él también tiene sus propios problemas ahora mismo y el hecho de que Chanyeol esté enfrente, haciéndole cara (lo que nunca hacía) ya era mucho para sus emociones que comenzaban a desbordarse por haberlas escondido por mucho tiempo.

—No tienes que decir nada, no es necesario —y antes de que Chanyeol pueda decir antes, prefiere huir nuevamente, porque aunque no lo parezca, luce como si se retirara del lugar por incomodidad (pero más bien es que tiene miedo y todo salta en señales de alerta y “peligro”).

—¿No te has puesto a pensar en que tal vez yo también piense igual que tú?

Aquella pregunta deja en leve shock a Kyungsoo, que solo recuerda cómo es que Chanyeol le ha susurrado aquello al oído (cuando ha tratado de huir del lugar).

Chanyeol no es tan torpe y despistado como la mayoría piensa que es. De hecho se sorprenderían con lo hábil que es en su momento. Siempre estuvo al tanto de la existencia de Kyungsoo y no había sido una mera casualidad cuando él tenía el papelito con el nombre y la fecha de cumpleaños de Kyungsoo, anteriormente le había mentido a una chica que había preguntado si él era esa persona y con una sonrisa hábil le aceptó el papelito que después fue a parar a las manos del verdadero dueño. No había sido difícil saber su nombre y otro que otro dato del chico—después de todo— la ciudad donde vivían era demasiado pequeña.

Así que le agradó la idea de que el más chico estuviera con él en el mismo salón, así iban a compartir un montón de tiempo juntos. Admite que se sorprendió al principio, cuando vio la verdadera faceta de Kyungsoo y como siempre era tan reservado y se alejaba de las personas, pensó que tenían problema con hacer amistades; pero la verdad es que el chico así era por naturaleza. De igual forma se quedaba embobado cuando el chico sonreía de momento, o cuando solía bromear y mostrarse cálido; dejando esa mascara de indiferencia y frialdad a un lado. Había estado ahí cada vez que Kyungsoo mostraba una nueva faceta y quedaba fascinado con ello.

Todo hasta el punto en que terminó los tres años de escuela y tendrían que separarse. A Chanyeol se le hizo un poco triste no estar en vacaciones para mirarse con Kyungsoo, pero sabría que podría darle una sorpresa cuando llegase al nuevo ciclo escolar. Y así fue. Durante dos meses estuvo descubriendo aquello que empezó a sentir desde que se sintió interesado en Kyungsoo cuando apenas y eran un par de niños. Pronto descubrió que estaba enamorado del niño, aunque no sabía si era verdadero amor, algo pasajero o solo era mera atracción que le duraría hasta que se separaran. Aún así intentó que lo que estuviera sintiendo se viera reflejado en su regreso. Por ello no dudó en cortarse el cabello con un nuevo corte a la moda, usar ropa que su madre compró para él y empezar a ir al gimnasio, para comenzar a hacer musculo donde antes había solo piel flácida.

Dos meses había sido poco tiempo para un mejor resultado, pero había pequeñas cosas que habían cambiado en ese tiempo. De un momento a otro vio como su altura aumentó un montón y como la voz le cambiaba drásticamente. No estaba preparado para esos cambios sin previo aviso, en un momento llego a asustarse con lo nuevo que había en él y que no sabría como Kyungsoo lo tomaría.

Cuando las vacaciones terminaron y fue tiempo de volver, Chanyeol volvió a sorprenderse, porque no había sido el único que cambió con los días. Su platónico también lucía un corte diferente, voz más madura y ropas nuevas. Había algunas que cambiaron en su rostro y que dejaron un poco de lado ese lado inocente que lo caracterizaba; pero que ahora le hacía sentir nuevas cosas y nuevos sentimientos.

Chanyeol tuvo que admitir que estaba enamorado de Kyungsoo más de lo que una vez hubiese pensado. Por ello no vio otra técnica para escapar que presentarse como candidato a presidente estudiantil. Nadie quería cargar con el puesto y no fue su carisma ni sus propuestas las que hicieron que se quedara con el lugar; fue el mismo director que no tenía a nadie más, que se lo entregó en bandeja de plata. Chanyeol pensaba que de esa manea, con muchas ocupaciones sobre él podría dejar de pensar en Kyungsoo y la manera en que comenzaba a atraerlo cada vez más.

Resultó bien al principio, porque tenías más ocupaciones a las que hacerles caso y así su cabeza nunca pensaba en Kyungsoo. Pero aunque siempre trataba de huir de sus problemas, estos siempre regresaban a él. Lejanamente se topaba con Kyungsoo —aunque solo fueran escasos segundos— y esos escasos segundos hacían gran mella en sus sentimientos. Estos se desarrollaban cada vez más rápido y más ansiosos porque fueran expulsados.

Pero se negaba a hacer algo al respecto.

Kyungsoo no se veía como la persona a la que le atraía alguien en particular, por lo general siempre estaba solo, alejado de las personas. No se le veía con ninguna intensión de conseguir pareja o de que le gustase alguien, o que en el peor de los casos, le gustasen los chicos (así como a Chanyeol le pasaba). Así que el alto prefería ahorrarse un desplante de Kyungsoo y prefirió que la especie de amistad que tenían siguiera intacta.

Cuando escuchó el rumor esa mañana no supo cómo reaccionar. Había escuchado por medio de unas chicas que Do Kyungsoo (el chico reservado y de rostro serio—como todos los conocían—) había dicho que estaba enamorado de él. Y la situación fue la misma por lo que quedó de horario escolar. No había podido concentrarse en nada y hubo veces en que los profesores y alumnos mismos tuvieron que llamarle la atención para que volviera al presente. Y es que no podía creerlo. Kyungsoo estaba enamorado de él y Chanyeol no sabía cómo tomar esa confesión. Muchas cosas pasaron por su cabeza, todas apuntaban a que tal vez el chico se vio acorralado y para salir de la situación había dicho su nombre; sin pensar en las consecuencias de sus actos y que el chisme podría llegar a sus oídos. Otra apuntó a que tal vez solo estaba bromeando, y que su nombre fue el primero que salió como respuesta (por la amistad que tenían en común). La que menos pensó es que realmente estuviera ocurriendo como en toda historia cliché, y su amor platónico estuviera aceptando sus sentimientos por él (aunque Kyungsoo no supiera de ellos). Y es que era mucha casualidad que ambos sintieran algo el uno por el otro (eso en la vida real no pasaba muy seguido). Por eso Chanyeol no se hizo ilusiones de más y trató de tomarlo todo como una especie de broma, porque de esa manera no saldría lastimado al momento en que Kyungsoo le dijera que en efecto, todo se trataba de una estúpida broma.

Su plan no resultó ser lo que planeó en su momento. Planteó aparecerse frente a él y con una especie de pregunta en broma, le haría sentir un poco de vergüenza con su ella. Total que una pregunta en broma y una sonrisa boba a nadie le hacían daño.

Chanyeol resultó el doble de sorprendido cuando Kyungsoo no negó lo que él le había preguntado. Lucía tranquilo respecto a la situación, lo que a Chanyeol le hacía constatar que su respuesta de la mañana era verdadera y la sonrisa que portaba; se cayó de la tercera sorpresa.

No podía ser posible que Kyungsoo —el Kyungsoo que él conocía— estuviera enamorado de él. Que estuviera sintiendo lo mismo que él sentía. Simplemente algo en su cabeza no caía en cuenta y no sabía de qué manera creer lo que recién sabía. Se quedó sin que decir y solo miro anonadado a Kyungsoo.

Saliendo de su estupor, preguntó algo realmente torpe. Hizo ver como si Kyungsoo tuviera la obligación de hacerle saber de su enamoramiento, como si él hubiese hecho lo mismo en el pasado, cuando jamás demostró algún tipo de interés amoroso por el bajito. Y siguió con lo mismo, echando en cara a Kyungsoo el por qué de sus palabras y Kyungsoo en cierta parte tenía razón en no ir por ahí diciendo que gustaba de él, porque al igual que lo que pensaba; estaba seguro que Kyungsoo sentía pánico de que pudiera rechazarlo u odiarlo en su momento. Aún así había sido doloroso saber que el bajito no consideraba un poco importante lo que él estaba preguntando. Ni siquiera estaba tratando de hacer una broma (había sido su intensión principal, pero después se fue borrando al saber la verdad). Chanyeol en realidad iba muy en serio con sus sentimientos hacia Kyungsoo y que el chico dijera que no quería algo que jamás pidió; fue algo que le hizo sentir molesto.

Sus sentimientos se siguieron viendo ofendidos cuando Kyungsoo lo dejó a mitad de palabra y se marchó de la estación de autobuses. Él a cambio fue más ingenioso y tomó el camino más corto para llegar antes que Kyungsoo. Se divirtió un poco al ver los ojos del chico agrandarse un poco más cuando lo tenía a unos centímetros de distancia.

Aunque estuviera mosqueado por la actitud de Kyungsoo, lo entendía. Porque él había estado huyendo de lo que sentía por el chico, se había respaldado bajo responsabilidades que no le gustaban y que le hacían sentir a gusto mientras no se cruzase con el causante de sus males. Había estado haciendo lo mismo que Kyungsoo y ahora estaba dispuesto a terminar con todo ello.

Se querían y no sabía cómo es que habían surgido los sentimientos que tenían el uno por el otro; pero Chanyeol ya estaba cansándose de soportar esto, de esconderlo al igual que Kyungsoo. Y si no era el bajito quien iba a dar el siguiente paso, entonces lo haría él.

—¿No te has puesto a pensar en que tal vez yo también piense igual que tú?

Acorralándolo contra su cuerpo en su intento de huida, Chanyeol susurró aquella pregunta al oído de Kyungsoo y no pudo hacer nada al respecto cuando su propio cerebro habló por él y pegó sus labios a los del bajito.

—¿Qué estás haciendo?

Chanyeol abrió los ojos sorprendido. Tenía a Kyungsoo entre sus brazos y el chiquillo lo miraba con el seño fruncido y con los brazos cruzados. No sabía que había pasado y como su idea de besar a Kyungsoo había fracasado.

El bajito le miró primero asombrado, cuando aquella pregunta le llegó de manera imprevista, pero después quiso reír cuando Chanyeol cerró los ojos y abultó los labios en un pico; a la espera de que él lo besara. Fue gracioso ver al alto hacer eso, porque toda la atmosfera que había creado se había ido por la borda al hacer ese movimiento.

Y no, no fue como en las historias de la televisión.

Chanyeol no sacó su lado duro e hizo que Kyungsoo fuera su novio. De hecho fue el más bajito quien le dio un golpe en el hombro, para que olvidara su tonta broma. Y con lloriqueos de dolor (por parte de Chanyeol) se lo llevó hasta la siguiente parada de autobús.

No hubo beso, ni confesiones vergonzosas. Tampoco quedaron en nada que implicaran que fueran pareja. Aunque ahora no huirían cuando se encontraran en el pasillo o se miraran a lo lejos, tampoco esconderían lo que sentían o negarían los hechos.

Solo serían ellos dos, Kyungsoo y Chanyeol, que sentían cosas el uno por el otro; pero que todavía eran bastante torpes como para confesarse de manera abierta.

Tal vez se darían una oportunidad más adelante, cuando Kyungsoo no fuera abordado a mitad del pasillo de la escuela y Chanyeol no hubiese escuchado el rumor por parte de un grupo de chiquillas chismosas.

Lo único bueno del día fue que Kyungsoo despidió a Chanyeol con un beso en la mejilla y un golpe en el hombro (que lo dejó lloriqueando nuevamente), marchándose sin dar explicación de nada.

Bueno, las malas costumbres no se quitaban nunca.


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