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Dark Wings. por Miiichu

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Notas del capitulo:

Con esto concluyo mi "especial" de Halloween, espero que les agrade y tengan un buen rato de lectura, como siempre pude que hayan algunos errores y me disculpo por eso, sin retrasarlos mas.

 

A leer *-* 

Paris, Francia 1789 - siglo XVIII

 

Lo que Jinki más odiaba; aparte de sus alas sucias, eran sus paseos interminables entre el cielo y el infierno. Y es que trabajar para ambos bandos no era nada agradable. Menos cuando debes tener cuidado de todo y de todos, dándote cuenta así; que no ser un humano realmente apesta la mayoría de las veces. Hace siglos que servía como un ángel de la muerte, tenía el aspecto de un ángel celestial pero sus alas eran grises, sus vestimentas eran negras haciendo resaltar su piel nívea de un blanco inmaculado y a fines de cuentas era un ser hermoso.

Pero luego de tantos años recorriendo el infierno y el cielo, luego de haber visto la gloria y el horror con sus propios ojos. Prefería quedarse vagando en la tierra, en donde los humanos seguían vidas monótonas y aquello era muy entretenido de ver. Pero en la tierra también había seres de luz y de oscuridad. Es en la tierra donde conoce al mal reencarnado en un sanguinario vampiro. Y luego de esconderse para observarlo cazar a sus víctimas, sonríe cuando nota que el vampiro reconoce su presencia y esta lo hace explotar de curiosidad porque jamás ha sentido aquel aroma y Jinki no planea presentarse.

 

-¿Que eres?- pregunta en voz alta luego de dejar caer el cuerpo del cual se alimentaba hace segundos, la criatura que emana ese olor no es humana, pero tampoco es un ser de oscuridad como los que él conoce- eres silencioso.

 

-Claro que lo soy – Jinki susurra  sabiendo que el vampiro puede escucharlo, pero aun así no puede ubicar su posición, Jinki se esconde detrás de un pilar de aquel antiguo castillo en el que se encuentran y empieza un juego con aquel depredador  –si no quiero que me veas, jamás serás capaz de encontrarme.

 

-No tientes a tu suerte, puedo sorprenderte –pasa su lengua por sus afilados colmillos aun saboreando la sangre que acaba de beber y sus hormonas muertas se revolotean ante la anticipación que siente por conocer a quien habla entre las sombras – ¿Puedo saber siquiera qué eres?

 

-Algo que jamás has visto y tampoco veras- se mueve rápido hasta otro pilar sintiendo la respiración y enojo que el vampiro expele como si fuera un perro apunto de aparearse –debes hacer algo interesante para que yo quiera mostrarte mi rostro, aun no haces nada fuera de lo común, así que tal vez logres verme en un siglo… quizá.

 

-Tengo tu olor impregnado en mi nariz, la próxima vez que nos crucemos voy a despedazar ese cuello tuyo y voy a reírme mientras lo hago –amenaza, pero Jinki solo suelta una carcajada.

 

-En verdad eres muy estúpido –continua paseándose mientras el eco de su carcajada resuena entre las paredes de aquel abandonado castillo –creo que es más probable que tú mueras en mis manos que yo en las tuyas, pero si te gusta creer en cuentos de hadas… puedes esperar otro siglo para ver qué pasa en nuestro enfrentamiento.

 

-Voy a cazarte y serás el primero de tu especie que conozca de mí y mi nombre, voy a disfrutar quitándote la vida –el olor de aquel ser es exquisito, lo atrae y en cierta manera lo excita, su voz es hipnótica y siente que cada vez está más cerca- ¿te comió la lengua los ratones?

 

-… - El vampiro solo siento un par de manos en su cuello, alguien lo estaba tomando desde atrás y no lo deja girarse, luego siente un aliento frio en su oído- ¿Sabes lo fácil que sería arrancarte la cabeza?- su voz es más seductora desde cerca- voy a dejarte ir porque me parece que serás muy entretenido en el futuro. Pero antes debo aclarar dos cosas: La primera es que conozco perfectamente tu nombre y tu reputación, Kim Jonghyun- y el vampiro se siente arder al escuchar su nombre en los labios ajenos y el contacto que mantiene el ser desconocido en su cuello – y segundo: Jamás vuelvas amenazarme o enserio voy asesinarte.

 

Lo último que siente Jonghyun son los dientes de aquel ser en el espacio que va desde su cuello a su hombro, el contacto quema y luego empieza a doler casi tanto como el veneno vampiro convirtiéndolo hace muchos años, dolor, eso no lo había experimentado en años, pero hoy tiene un gusto agridulce que lo hace obsesionarse.  Jinki por su parte limpia con su lengua la gota de sangre que logro sacarle al vampiro, no todos los días puedes decir que has mordido a un vampiro dejándolo petrificado, le encanta como puede paralizar a un ser sobrenatural tan espeluznante para otros pero tan débil entre sus manos, se siente poderoso y siente que quiere seguir jugando con el vampiro por mucho tiempo más.

Desaparece dejando la marca de sus dientes en la piel de Jonghyun, es una marca de recordatorio que solo hace que el vampiro se pregunte quién demonios puede hacer algo como eso, para cuando deja de sentir el agarre en su cuello ya no pude sentir el olor del tipo con el cual hablaba, ha perdido el contacto y no sabe cuándo volverá a sentirlo.

 

 

Ámsterdam, Alemania 1889 – Siglo XIX

 

 

   Jonghyun ha pasado los últimos cien años realizando grandes matanzas a esclavos para llamar la atención de este ente sobrenatural que conoció tanto tiempo atrás. Aquella cicatriz que dejo en su cuello sigue presente, siendo un recordatorio constante de que fue débil, de que su grandeza como vampiro no significaba nada para otros seres sobrenaturales.

Durante los últimos cien años convivio con muchos otros vampiros, hombres lobo, demonios y todo aquello que se oculta en las sombras para aterrar a los niños y a muchos adultos también. Pero jamás algo parecido a lo que se encontró hace un siglo atrás, ese olor tan peculiar, esa voz que lo hace sentir hormigueos en el cuerpo cada que la recuerda ¿Cómo es que unos cuantos minutos bastaron para obsesionarlo de tal manera?

Imaginó como seria alimentarse de aquel tipo, lo deliciosa que sería su sangre, lo erótico que sería morderlo si es que le era posible y ya deseaba que volviera aparecer, solo que a veces hay que tener cuidado con lo que se desea. 

 

-Veo que te gustan los lugares recónditos para cazar –era él, no fue necesario que terminara de hablar para reconocerlo pues como le había dicho hace tanto tiempo su olor lo tenía impregnado en su nariz y sentidos –¿Los matas en el puente para arrojarlos al agua luego?

 

-Es entretenido ver como salen a flote luego de que consumo toda su sangre, he visto también como la policía los encuentra y corren despavoridos porque saben que estoy cerca - una sonrisa macabra se instala en el rostro de Jinki, sabe que el vampiro es un ser maldito y que todo lo que hace es con el fin de entretención pero aun así le simpatiza- si has vuelto un siglo después… ¿Quiere decir que hoy si te presentaras, o me dirás lo que eres?

 

-Me gusta el misterio –un mohín cuelga de los labios del ángel de la muerte y el deseo de marcar el cuerpo de aquel vampiro de distintas maneras se vuelve una sana entretención a su gusto- y también me gusta jugar… - hace una pausa mientras observa como Jonghyun busca el lugar de donde proviene su voz, solo que no se le ha ocurrido mirar al tejado -¿Quieres jugar conmigo, Jjong?

 

-Si salgo beneficiado… - su respuesta era sí, pero no quería sonar tan desesperado, ansioso o deseoso – tal vez me interese tu oferta.

 

Jinki da un salto desde el tejado y es lo suficientemente rápido para instalarse en la espalda de Jonghyun y dejarlo petrificado nuevamente; acorralándolo contra los ladrillos que componen el puente sobre el que están parados. Pasea su lengua por la cicatriz que dejaron sus dientes observándola disolverse como si jamás hubiera existido. Jonghyun se siente como un muñeco de trapo, completamente manejable, a punto de ser un títere de alguien que no conoce y que se esconde en la oscuridad, pero a la vez se le hace tan familiar, como si aquel toque que tiene sobre el fuera algo cotidiano y siente que no puede negarse a nada de lo que se le pida esta noche.

 

-Vas a decir que si –las manos del ser desconocido se aprietan en su cintura con tal firmeza que el vampiro piensa que podría quebrarse, pero la verdad es que él desea ser roto por quien calienta su cuerpo en este momento –si eres obediente, voy a decirte lo que soy.

 

-Seré como un cachorrito- propone y sonríe porque sabe que le es tentador al hombre que habla en su oído –tan obediente como lo es un humano poseído por las locas ideas de amor.

 

-No vaya a ser… que el que termine con locas ideas de amor, seas tú –susurra tan cerca y de manera tan sexual que ha logrado excitar cada célula en Jonghyun- recuerda que un vampiro si puede tener un amor eterno, ya que son inmortales, un hombre tan cruel como tú ¿Podría soportar una eternidad enamorado de otro ser que no muere?

 

-Cada órgano en mi cuerpo lleva muerto, décadas, siglos, nada lograra que mi corazón vuelva a latir –respondió muy seguro, sin saber las muchas armas que Jinki podía tener contra él, empezando por el hecho de tenerlo más que obsesionado sin haberlo visto ni una sola vez- ¿crees ser tan místico como para convertirte en el centro de toda mi inmortalidad?

 

-Soy lo único entretenido y emocionante que te pasara en toda tu inmortalidad –aseguro, tornándose muy narcisista hasta para su propio gusto –y puede que tu corazón no vuelva a latir nunca más, pero la mente es poderosa, Jonghyun… sentirás que morirás sin mí, porque… simplemente voy a volverte loco.

 

-No vayas a ofenderte, pero yo soy un puto vampiro que puede matarte cuando se me dé la gana, sacar hasta la última gota de sangre en tu sistema  y destrozarte de mil maneras- su actitud era bastante bipolar pues hace segundos estaba ofreciendo ser el cachorro de Jinki, si lo complacía de la manera que fuera, pero escuchar que alguien más podría volverlo loco de cierto modo le aterro.

 

Finalmente se volteo para encarar al ente que se está autoproclamando la razón por la cual dependería su inmortalidad y sin exageraciones, se tentó a ponerse de rodillas porque aquello era lo más hermoso que alguna vez en toda la eternidad pudo ver. Mirarlo era quedar sin respiración, con la sangre en pausa de su recorrido habitual por sus venas, su cuerpo temblando por aquella mirada, esos ojos tan pequeños pero igual de peculiares que su portador; cada uno de un color: Uno gris y el otro Lila, sus labios pedían a gritos ser mordidos y “Oh por dios” él era totalmente experto en eso. Su cuello en donde destacada una hermosa manzana de Adam, lo estaba hipnotizando y simplemente era lo más hermoso que había visto.

 

-¿Decías? –Sus labios moviéndose lo hacían desear tener una espectacular mamada de ese ente sin raza conocida –Jonghyun, te estoy hablando.

 

-Vamos a otro lado.

 

Fue su respuesta nublada por los deseos que le provocaba el chico con ojos extraños, se sentía agitado, febril y con ganas de ser tomado de la manera que fuera. No había esperado cien años para perder el tiempo conversando, mucho menos ahora que había visto el rostro de la perfección y se sentía como un adolecente otra vez, uno que está a punto de ser sorprendido en acciones pecaminosas, lo que le hacía desear aún más a este hombre de piel perfecta que le producía calor por todo su cuerpo.

Llegaron así a una casona abandona en medio del bosque, fachada mohosa, vidrios rotos y cortinas echas girones. Jinki sonreía porque sabía que aquel vampiro estaba en sus manos, todo lo que hizo los últimos años para llamar su atención era como leer el libro más entretenido de alguna biblioteca legendaria, sus esfuerzos por llamar al ser que nunca tuvo mayor presentación pero que ocupo su mente en cada minutos que paso.

Una cama desecha de sábanas blancas los esperaba en medio del polvo y la tierra de aquel lugar. Jonghyun podía sentirlo, la anticipación antes del sexo, el olor que emanaba el cuerpo contrario cuando empezaba a sudar por el deseo, perderse en la tentación de morder la blanca piel del chico sin nombre y borrar aquella estúpida sonrisa para remplazar el gesto en placer y gemidos.

 

-¿Puedo saber el nombre del chico al que me voy a follar?- seduce repartiendo besos en el mentón de Jinki, ronroneando con su voz el goce que siente de posar sus labios en su tibia piel- ¿Ahora eres mudo?

 

-Sigues siendo estúpido – agarro en sus manos el cabello de Jonghyun jalándolo con fuerza hacia atrás, observando sus blancos colmillos afilados y la rabia en sus ojos de iris rojos brillantes como un rubí pero con ira por la agresividad de Jinki en aquel acto –tu no vas a meterme nada, te dije que te volverás loco por mí y me encargare que esta noche no la olvides- paseo su lengua por los colmillos del vampiro para luego adentrarse a su paladar y comenzar a devorarse mutuamente en un beso que evidenciaba deseo, lujuria y sed de cualquier tipo por el otro –vas abrir las piernas para mí.

 

-No soy una maldita concubina, no soy una ramera, a mi vas a respetarme como el puto vampiro sanguinario que soy –agarro fuerte el cuello de Jinki, apretando con fuerzas mientras el chico sonreía por los esfuerzos de Jonghyun a negarse que deseaba con todo su cuerpo gemir hasta quedarse sin voz – pero… al diablo.

 

Rasga las ropas de Jinki dejando solo utilizable sus pantalones y su chaqueta, su camisa ha quedado en el suelo peor que las cortinas de la casona. Jonghyun también se desnuda disfrutando de los extraños ojos del chico pálido en su cuerpo, maneja su miembro entre sus manos mientras Jinki se sienta cómodamente en la cama a disfrutar el show del vampiro, pero eso no basta… cuando escuchar gemir a Jonghyun por la sobre estimulación en su pene, lo imita dejando boquiabierto al chico de colmillos con su grandeza.

 

-Eres enorme… -se saborea los labios antes de arrodillarse –si no le dices a nadie lo que pasara aquí esta noche, puedo seguir alabándote.

 

-No quiero que me alabes, tu solo vas a encargarte de demostrarme si te gusta lo que te hare, solo hay una condición… - Jonghyun escucha atento- no quiero tus dientes encajándose en mí, no quiero que me muerdas.

-No lo hare, pero tan solo… ¿Podrías apurarte? –colocó sus manos en el miembro del chico desconocido, dándole todo el placer y experiencia que él había adquirido con los años en el sexo, Jinki lo disfrutaba y ¿Cómo no hacerlo? –Te deseo –escucho el susurro del vampiro –si quieres volverme loco ya estamos empezando muy bien.

 

Jinki lo tomo de las muñecas acomodándolo encima de su cuerpo, tomando después su propio pene paseándolo desde la entrada de Jonghyun hasta el comienzo de su escroto sintiéndolo gemir como una virgen ansiosa, introduciéndose de manera dolorosa en el mientras la boca de Jonghyun en forma de “o” le indicaba que iba por el camino correcto, luego sus uñas marcando su espalda y pasando a llevar algo delicado en el haciéndolo gruñir y asustar al vampiro encima de él.

 

-Cuidado – advirtió molesto mientras Jonghyun continúo explorando la espalda de quien lo empalaba con la yema de sus dedos, encontrando unas irregularidades en las paletas de la espalda del chico ojos extraños –no lo toques –continuo advirtiendo, pero Jonghyun sentía que cada vez que Jinki se molestaba lo penetraba más fuerte y le encantaba el placer que eso le provocaba, seguía tocando su espalda – ¡QUE PARES! –le grito tirándolo contra el colchón y enganchando las piernas del vampiro en sus caderas, para luego liberar dos enormes alas grises, dejándolo en shock, maravillado y algo aterrado.

 

-Hermoso… - comento no pudiendo despejar la vista de aquel ser maravilloso, acaso… ¿Estaba entregando su cuerpo a un ángel? Eso no era importante en este momento, porque lo sentía cada vez más profundo en su cuerpo y cada vez más rápido, duro, caliente y simplemente le encantaba- por el mismísimo cielo que no conozco… te puedo jurar que eres hermoso.

 

Aquello pareció contentar a Jinki ya que cada vez iba más rápido, entre los salvajes gemidos y palabras sucias de Jonghyun, mientras azotaba sus testículos contra su trasero y lo masturbaba sin compasión mientras el cuerpo del vampiro temblaba de placer y se cubría en un sudor perlado, pidiendo que aquello jamás terminara. Pero todo lo bueno debía acabar en algún momento y fue así como Jinki saco su pene del trasero del más pequeño y se corrió sobre el miembro sobre estimulado de Jonghyun mezclando sus sémenes al correrse en conjunto.

 

-Yo puedo jurarte que eres exquisito, eres indicado, Jonghyun –toco los gruesos labios del vampiro pinchando su dedo con uno de los colmillos sobresaliente y chupando su propia sangre mientras los ojos rojos de quien estaba pegado al colchón lo observaban casi babeante- creo que te has ganado el saber algo de mí.

 

-No voy a conformarme con un poco de información, lo quiero saber todo –presiono a Jinki –no vas a moverte de aquí hasta que me digas lo que eres, tu nombre y luego de que me lo cuentes volveremos hacerlo, porque… solo porque quiero- Jinki era como probar droga por primera vez, como sentir placer luego de setecientos largos años de abstinencia, como haber bebido sangre de su primer cuello.

 

-Soy Lee Jinki- se presentó – ángel de la muerte, y con más de cinco mil años de vida, tan antiguo como las mismísimas civilizaciones antes de cristo, he vivido en todas esas épocas y he trasladado almas por demasiados siglos y milenios –sus alas revolotearon sintiendo el viento que se coló por una de las ventanas rotas – tan longevo que mi única entretención es ver mortales con vidas cotidianas e historias asombrosas que contar. He visto horrores que no le destinaria ni a mi peor enemigo, he presenciado la gracia de los seres divinos en acto presente, he visto milagros y gente siendo arrastrada al infierno por promesas que jamás cumplieron, pero nada de eso llamo tanto mi atención como cierto vampiro sanguinario completamente cruel.

 

-Cuéntame en qué consiste ser un ángel de la muerte ¿Para quién trabajas? ¿En dónde estaban tus alas cuando te sacaste la ropa? ¿Cómo… como funcionas exactamente? –Jinki se sintió como un objeto cuando el vampiro pregunto aquello- quiero entender por qué… porque un ser como tú- seguía admirando sus alas instalando un sonrojo en las mejillas del mayor –escogería follar con un vampiro, con un ser tan malvado como yo.

 

-Ya te lo dije, haz llamado mi atención –la verdad es que en todos los años que Jinki llevaba de vida, nunca había visto tales ojos, contando una historia tan triste, con un alma tan lastimada. Sabía que Jonghyun era despiadado, sanguinario y cruel con sus víctimas y también se dio el tiempo de  observar el vacío en su mirar cuando admiraba los cuerpos sin vida entre sus manos, el cómo lloro a escondidas sintiéndose solo, abandonado y sin un lugar en el mundo. Jinki era un ángel con una mitad oscura, de milenios de antigüedad y estaba totalmente enamorado de un vampiro “adolecente”  carente de muchos sentimientos y sentido común, era como un cascaron que él deseaba llenar, pero no dejaría su frialdad hasta no ver que ese ser tan cruel y malo; estuviera completamente loco por el – dijiste que querías saber sobre mis alas, bien – tomo un respiro para explicarle, mientras recordaba el cómo cada vez se tornaban más oscuras –cuando fui creado mis alas eran blancas, luego se me dio la misión de trasladar las almas que moría, ya fuera al cielo o al infierno.

 

-¿Quién te creo?- interrumpió el menor sintiendo arrepentido de inmediato por la mirada asesina de Jinki- lo… siento.

 

-Por el rey del cielo y el rey del infierno – manera decorativa para llamar a Dios y Satanás – ambos necesitaban a un tonto útil que hiciera el tedioso trabajo de dejar almas en las puertas de sus respectivos reinos.  Y como te explicaba anteriormente, mis alas solían ser blancas, pero con cada alma condenada al infierno sin tener un gran pecado provoca que se vayan oscureciendo, me he vuelto cruel últimamente, estoy vacío, estoy volviéndome en un ser de oscuridad vagando en la tierra- Jonghyun se tomó la libertad de acariciar con sus dedos la línea de espalda desnuda que quedaba entre sus dos alas.

 

-Son hermosas para mí, tus alas cuentan historias, si era el tipo del trabajo sucio es obvio que aquello dejara marcas permanentes, para la mayoría nuestra alma es la que se oscurece, en cambio tu… lidias con la evidencia cada vez que las dejas libres- ahora acariciaba las mismísimas alas –pero aun no me dices por que no podía verlas.

 

-Puedo hacer que se vuelvan invisibles para los otros, entonces solo sentirías la base de ellas, pero me coloque nervioso de tu toque constante en ellas y bueno- las agito – las deje libres, eres el primero que las ve en una situación así.

 

-¿Jamás te habías sentido tan excitado con alguien?- ronroneo en su oído, abrazando desde la espalda hasta juntar sus manos en el estómago del mayor, con sus alas extendidas de por medio- por mi parte jamás sentí tanto placer, jamás he deseado morder tanto a alguien como deseo morderte a ti –resbalo sus colmillos por el cuello de Jinki sin llegar a morderlo, para luego pasar su lengua como si quisiera absorber el perfume natural del ángel- luego de esto… ¿Que pasara?

 

-Probablemente cuando las deidades del reino del cielo y del infierno se enteren de que su ángel soldado estuvo teniendo relaciones sexuales con un ex humano, van a castigarme- Jonghyun aflojo su agarre en el cuerpo del mayor – ¿Asustado? No te preocupes, a ti no te pasara nada.

 

-No es eso –trato de explicarse en medio de un sentimiento extraño, más bien dicho un presentimiento – pero ahora que te he conocido, imaginar lo que podría pasarte me remuerde la conciencia, mal que mal… estarías siendo castigo por acostarte conmigo.

 

-Es bueno saber que aun tienes una conciencia que puede sufrir por este tipo de cosas, no eres lo único malo o pecaminoso que hice durante todos mis años de vida- se encogió de hombros para luego soltar completamente el agarre de Jonghyun y ponerse de pie –mis pecados están marcados a fuego en mi piel, mi alma podría ser de color alquitrán y aun así lo único que me preocupa es que esta noche no termine aun.

 

-¿Podrías dejar de existir una vez que te marches de aquí?- Jinki asintió haciendo que el vampiro se sorprendiendo colocándose de pie frente a el –eso no puede suceder… no llego el hombre perfecto a esta deprimente vida mía para dejar de existir luego de darme la mejor noche de mi inmortalidad- se empino sobre los dedos de sus pies, tomando el rostro del ángel y besándolo con desesperación, pensando en que el cualquier momento podría desaparecer y dejaría un agujero en su pecho –hagámoslo de nuevo, quiero ser tuyo hasta desaparecer, hasta que el sol salga y deba esconderme.

 

-¿Te gustaría ver el amanecer de vez en cuando?- pregunto mientras juntaba su piel desnuda con la de Jonghyun en un tierno abrazo, mientras Jonghyun asentía – ¿Te gustaría ver el atardecer tomando la mano de alguien? –ese era uno de los más grandes anhelos del más bajo, hace tantos años que renuncio al sol que poder siquiera verlo se le hacía una hermoso utopía –creo que si dejare de existir… podría cometer mi último pecado.

 

-No estás seguro de si serás castigado por lo que acabamos de hacer- Jinki sonrió –no te rías, idiota – le regaño tratando de que el ángel tomara aquella conversación enserio – ¿Y aun así piensas cometer un pecado que sí podría confirmar tu aniquilación? ¿Qué tienes en la cabeza?

 

-¿En estos momentos? –Jonghyun asintió – un vampiro realmente exquisito que me está tentando mucho, pero que habla demasiado- comenzó a mover su mano en la hombría del más bajo – ¿no dijiste que querías hacerlo de nuevo?

 

-Si… eso quiero –se entregó por segunda vez a la sensación de sentir el pene de Jinki dentro de él, llenándolo de sensaciones únicas y recuerdos que serían imborrables, sabiendo que solo aquello conseguiría del ángel, recuerdos,  ya que cada vez se hundían más en el pecado- ya casi…- avisó mientras montaba de manera irrefrenable el sexo de Jinki, corriéndose por segunda vez sobre el estómago ajeno.

 

-Falta poco para el amanecer –susurro en el oído de Jonghyun aun teniendo su pene dentro, corriéndose de a poco mientras sentía escurrir el semen del vampiro por su estómago- Jonghyun…- el menor lo miro sonrojado por su trasero extendido y la mirada de lujuria que el mayor le dedicaba –muerde aquí- levanto su muñeca – no vayas a succionar, solo muerde.

 

-No voy a poder resistirme –gimió aquello – llevo años imaginando como seria beber de tu sangre, enterrar mis colmillos en tu hermoso cuello, no me pidas eso.

 

-Hazlo en honor a la primera y última vez que estaremos juntos – entonces Jonghyun lo mordió retirando su boca antes de que la sangre comenzara  a salir que fue de inmediato –lame… -pidió y para Jonghyun aquello era tan erótico que comenzó a moverse nuevamente auto penetrándose desenfrenado mientras daba lamidas a la herida que hizo en la muñeca del mayor- buen chico.

 

-¿Qué hiciste? ¿Qué me hiciste? – se sentía algo mareado y extasiado hasta decir basta, el placer de arremolinaba en su vientre nuevamente y era estar en un estado de nirvana.

 

-Acabo de crear al vampiro más peligroso del mundo – y esto era claramente un “jodete” para quienes podrían castigarlo por entregar su cuerpo a un ex mortal- un vampiro pertenece a la oscuridad, ósea, eres parte del reinado del infierno, pero yo acabo de darte de mi sangre… soy un ángel después de todo, un ser de luz –Jonghyun comprendió – eres la mezcla de oscuridad y luz en el interior, un vampiro que podrá ver la luz del sol aunque no por mucho tiempo, solo digamos que ahora ya no puede matarte- sabía que aquello era un ticket directo a que sus alas fueran arrancadas y su gracia divina despojada – ahora debo irme, seguramente mis jefes van a querer verme.

 

-No te vayas –pidió –si quieren que tengas un castigo por todo esto, que vengan a buscarte –declaró no dejando moverse a Jinki de su lugar en la cama – Jinki… -el nombre del ángel en sus labios se sentía agradable, casi necesario –si pudieras quedarte ¿Cómo serían las cosas? ¿Te has llevado almas de personas asesinadas por mí?

 

No eran necesarias respuestas, Jonghyun sabía que no eran ilusiones suyas cuando durante los últimos cien años sentía una mirada sobre él, Jinki siempre lo observo a la distancia, reprimiéndose y esperando pacientemente a que se cumpliera la cantidad de años que el mismo había estipulado cuando se conocieron sin conocerse realmente. El mayor probablemente llevaba siglos viéndolo ser un hijo de perra cruel y lascivo, llevándose las pobres almas de personas que saciaban su hambre, tuvo tiempo de conocer cada uno de sus detalles pero siempre en las sombras y ahora que él había descubierto a este Ángel le quedaban un par de horas a su lado.

 

-No vale la pena que responda esas cosas, Jonghyun, sería solo dejarte con respuestas que no quieres escuchar y dudas que marcaran toda tu inmortalidad- comenzó a vestirse bajo la mirada llena de preocupación del vampiro –no quiero decirte adiós, las despedidas son tristes y nosotros no somos más que amantes de una noche.

 

-Amantes que se esperaron durante cien años, un amante que observaste todo este tiempo en silencio pero tu deseo llego a tanto que te hiciste notar ante mí, si somos esa clase de amante… nos necesitamos más que dos novios enamorados, dijiste que yo era indicado, dijiste que querías volverme loco por ti y realmente estoy enloqueciendo con la idea de que te vayas- Jinki tomo su barbilla y lo beso dejándolo sin aliento- no lo hagas… - cerro sus ojos con fuerza- esto es un adiós y yo no quiero que te vayas.

 

-Si eres el indicado, pero he escogido mi destino… ¿no puedes ver de una manera estúpidamente romántica que haya decidido pasar el tiempo que me queda a tu lado? Hasta para mí eso es algo realmente amoroso – sonrió haciendo desaparecer sus ojos de extraño color entre sus mejillas formando dos hermosas medias lunas en su cara- no trates de encontrar la manera de salvarme, yo estoy jodido y ahora tu eres el vampiro más temible pudiendo atacar al amanecer, donde las calles están desoladas y nadie puede escuchar gritar a tus víctimas, te estoy regalando un don para que siempre me recuerdes – volvió a dejar un beso en sus labios acercándose a la puerta para marcharse- quería que te volvieras loco por mí, porque yo perdí mi cabeza cuando te conocí.

 

Jinki era de una crueldad angelical, maldito sin serlo realmente, porque con tan pocas palabras había dejado un vacío en el pecho de Jonghyun que no llenaría con nada, se había marchado a un destino desconocido y el menor no sabía si algún día volvería a verlo, no sabía si alguna vez podría llegar a decirle que ya estaba loco de amor por él y que viajaría al mismo infierno o cielo para reclamarlo como suyo, su ángel personal.

 

 

Seúl, Corea – 1989 Siglo XX

 

Cien años… cien años de tortura y soledad, cien años en donde había llenado el vacío y la incertidumbre de lo que había pasado con Jinki, de la única manera que conocía… siendo un vampiro sanguinario, sumando tantas víctimas como le fuera posible para ver si así llamaba la atención del ángel de la muerte si es que este todavía vivía.

Desgarro con sus afilados colmillos a mujeres, hombres, adolecentes, otros vampiros, uno que otro hombre lobo, pero nada parecía funcionar, nadie hacia volver a Jinki y ya estaba perdiendo esperanzas. Tampoco tenía algún enemigo que quisiera arrebatarle la vida, pues todos le temían luego de saber que era un vampiro diurno.

Con el pasar de los años vio al mundo evolucionar pero su corazón y pensamientos eran tan arcaicos de muchas maneras, odiaba la televisión, odiaba las luces artificiales que iluminaban las ciudades; la noche parecía brillar más que el día y el seguía solo y sin rumbo, nuevamente vacío,  más abandonado que nunca.

Se había instalado en Seúl hace unos cuarenta años, la nostalgia del lugar que lo vio crecer mientras fue humano lo llamo y ciertamente todo allí le hacía recordar a Jinki y no era como si tuviera muchas cosas para recordarle; pero le gustaba pensar en su rostro y sus alas cada vez que paseaba por las calles de noche por aquellos barrios con casas antiguas. Raramente la antigüedad lo hacía recordar al ángel.

Fue entonces que un chico lo suficientemente ebrio venia caminando por aquella solitaria calle, desconcentrando al vampiro de sus pensamientos sobre Jinki,  generando una anticipación por conseguir algo de sangre, está muriendo de hambre porque con tantos recuerdos en su mente habían noches que no quería salir del pequeño nido que hizo en una casa abandonada y cada vez estaba más delgado, abandonado por el mismo e incluso rechazando muchas veces sus propios hábitos y costumbres como un ser oscuro y peligroso.

 

-Hora de cenar –pensó, para luego concentrarse en como sonaba la sangre del chico que venía hacia él, sangre tibia y en un envase nada desagradable.

 

El chico ebrio se quejó por el fuerte agarre en sus brazos, gritando luego por los colmillos de Jonghyun en su cuello, mordiendo con rabia pues su sangre no sabía tan bien como esperaba… ¿La verdad? Ningún tipo de sangre le sabia lo suficientemente bien luego de lamer la de Jinki. Aquello fue lo más increíble que pudo probar y solo fueron unas gotas, pero no era solo su sangre, fue la situación, fue entregarse por primera vez a alguien y quedarse con nada luego de esa noche.

 

-Sigues siendo tan malditamente destructivo… -escucho un resoplido algo abrumado luego de aquellas palabras de voz conocida –el pobre chico está a punto de quedarse sin una gota de sangre en el cuerpo, haz sido un mal niño, Jonghyun.

 

Y nada importo, ni siquiera el sonar seco del chico/alimento cayendo al suelo cuando Jonghyun corrió hacia el final de la calle, no era necesario que el ángel hablara fuerte pues sus oídos lo escucharían donde fuera. Era Jinki… estaba vivo y él no se pondría una máscara con aires de “no me importa” porque sabía perfectamente que estuvo cien años sufriendo con un corazón roto.

Limpio los restos de sangre en su boca con el dorso de su mano para luego abalanzarse sobre Jinki cruzando sus piernas en la cintura del ángel, besándolo con hambre, pasión y algunas lágrimas mojando sus labios. Un beso que decía cuanto lo había extrañado, cuan preocupado estuvo, con sabor a sangre lo cual paso a segundo plano. Jinki supo en aquel momento que Jonghyun estaba más que loco por él.

 

-¿Me extrañaste?- susurro sobre sus labios, alborotando cada hormona disecada del menor, viendo los ojos llorosos de Jonghyun – ¿Porque lloras?

 

-Porque estas vivo – se engancho del cuello del mayor apoyando su cabeza en el hombro del ángel, era un verdadero koala – tú… estas aquí.

 

-¿Y eso te pone triste?- se separó un poco del vampiro – ¿preferirías que no hubiera vuelto?- Jonghyun negó con frenesí, para luego besar sus labios con varios besos cortos que fue repartiendo por toda la cara del mayor –son lágrimas de alegra, comprendo – le sonrió para luego mirar fijamente sus ojos –hoy tus ojos brillan, no están apagados como cuando te bese diciendo adiós.

 

-Es porque estoy feliz de verte, de tenerte así… pedí tanto por este momento, por volver a verte- seguía enganchado a Jinki y parecía no querer soltarse nunca más – pero… ¿Qué paso? Dijiste que si te ibas probablemente no regresarías.

 

-Y lo hicieron- confirmo volviéndose serio y sombrío –pero este no es lugar para conversar –lo guio hasta la torre de Seúl, subiéndose a unos carritos colgantes que los llevarían a ver la ciudad desde las alturas. Jonghyun lo mira expectante, deseando que el mayor comience con la historia de lo que los tuvo alejados nuevamente cien años – cuando me marche de la casona en donde estábamos – comenzó a contar con un aire de resignación, pues sabía que Jonghyun no lo dejaría tranquilo hasta decirle todo- estaba en un campo abierto, estaba amaneciendo y primeramente fui llamado al cielo, el rey de este dijo estar muy decepcionado de mí por darte de mi sangre y hacerte un mestizo de oscuridad y luz, luego de carbonizar mis alas y  dejarme verlas caer completamente negras al piso, me desterró  -había horror en la mirada del menor – luego fui hasta el infierno y como supondrás… Satanás no me trato mucho mejor, solo estaba conforme con el hecho de que me hubiera relacionado con un ser de oscuridad, pero condeno mi alma a no descansar en paz el día que muriera  –para Jonghyun aquello sonaba cada vez peor- pero luego de casi ochentaicinco años de destierro y condena… ambas deidades se dieron cuenta que no hay nadie como yo, nadie puede hacer ese trabajo tal cual yo lo hacía, todo el mundo tiene miedo de morir en sus misiones, yo solo tenía miedo de no volver a verte.

 

-¿Entonces…? –Jonghyun quería creer en la fantasía que creo en su mente, pero nada era seguro, no hasta que Jinki lo dijera – ¿Cómo es que estas aquí?

 

-Volvieron a convertirme en su ángel de la muerte, decidieron borrar todos mis pecados si yo prometía mantenerte bajo control, digamos… que solo debes mantenerte haciendo lo que haces –sonrió – morder, jamás usar tu sangre mestiza en nadie más y no desafiar ni al rey del cielo, ni el del infierno. Solo así mi castigo el olvidado.

 

-Solo estar conmigo… - dijo el vampiro sonriendo – tu trasladando almas al cielo o el infierno y yo alimentándome solo cuando sea necesario, como solía hacerlo cuando recién me convertí en vampiro – aquello significaba estar juntos por fin, significaba no perder a Jinki nunca más- quiero ser un mejor ser de oscuridad, Jinki, no por ellos… sino que por nosotros- en algunas horas amanecería y todo se parecía a aquella noche en que Jonghyun fue de Jinki –obedezcamos y estemos juntos.

 

-¿Ahora si quieres ser inmortal por mí?- Jonghyun  lo beso confirmando aquello – ¿Ser mío?- el menor se montó sobre él, meneándose lento y tortuoso –llevas muchos años necesitado ¿No?- para cuando tomo verdadera conciencia, Jonghyun ya lo estaba masturbando y bajando sus pantalones – realmente estas ansioso- se carcajeo.

 

-Risas, no –lo regaño corrigiéndolo –gemidos, corazón… quiero tus gemidos –el proceso previo fue rápido, pero cien años de espera lo justificaban. El menor lo necesitaba dentro, necesitaba placer previo para tomar valor y decir algo importante una vez que hicieran el amor –sigues siendo igual de grande, Jinki- gimió alto dejando ver sus colmillos afilados y acariciando la espalda de Jinki para luego quitarle le camiseta, quería sentir la base de sus alas nuevamente en las yemas de sus dedos- ¿Puedo verlas? –lo miro como si fuera un niño esperando un dulce , cuando en realidad quería ver a Jinki en todo su esplendor.

 

-Quiero que cierres los ojos antes –lo hizo de inmediato, entonces las liberó y como acto reflejo el vampiro abrió sus ojos. Los primeros rayos de sol chocaron con las ahora blancas alas de Jinki y se sintió con tal gozo, estaba enamorado del ser más bello que pisaba el mundo y estaban haciendo el amor en un andarivel sobre la ciudad que les dio la vida- hoy… - comenzó Jinki entre jadeos –hoy catorce de diciembre… es mi cumpleaños.

 

-Perfecto –recibió un beso, seguido de una cabalgada de Jonghyun sobre el – feliz cumpleaños, amor… -Jinki se sintió sorprendido de aquello –eres perfecto, lo más hermoso que jamás vi y estoy demasiado enamorado de ti.

 

Se entregaron al otro hasta que decidieron que era tiempo de marcharse a algún otro lugar. Jinki volvía a ser un ángel de la muerte después de haber sufrido un castigo y se decidiera que no podía ser reemplazable, ahora tenía  un vampiro enamorado como novio y amante, a su cuidado y vigilancia, parecía que los últimos trecientos años no hubieran existido y se conocieron por primera vez.

Para Jonghyun era encontrar sentido a su inmortalidad y desear seguir vivo por muchos siglos más, llegar a ser tan longevo como lo era Jinki, con la diferencia que ahora no lo dejaría partir por ningún motivo, encontrarían más aventuras en el camino, pero… este día era solo el comienzo.  

 

Seúl, Corea – 2008, Siglo XXI

 

Diecinueve años habían pasado desde que Jonghyun y Jinki jamás se volvieron a separar, decidieron quedarse en su país natal con algunos viajes relámpagos a distintas partes del mundo. Era como vivir de vacaciones con el mejor amante del mundo que beneficiosamente también amaban, no importaba que tan viejos podría decir su fecha de nacimiento que eran, se sentían como niños.

Pero un buen día Jonghyun le propuso una nueva aventura a su novio, algo que podría cambiar sus vidas y tal vez las haría disfrutar de algo totalmente nuevo.

Flashback.

Tokio, Japón- 2005.

 

-¿Cantantes?- pregunto el ángel inseguro de aquella loco idea del menor, tal vez tanto viaje le tenía el cerebro medio revuelto y estaba delirando – ¿Es enserio? –la mandíbula apretada de Jonghyun le confirmaba que si- ¿Porque?

 

-Es interesante, apasionante, un desafío y … nos relacionaríamos con mucha gente, además la música se ha hecho tan fundamental para tantas cosas y estoy aburrido de no hacer nada y tú también lo estás – tenía razón, después de todo la vida no solo era viajar, tener sexo y beber sangre… podría sonar espectacular para cualquiera, pero para ellos ya era muy aburrido- intentémoslo- hizo un mohín para luego besarlo – fingir que no nos conocemos se me hace tentador… peligroso si nos llegan a descubrir.

 

-Siempre tan ocurren y caliente –comento Jinki, cediendo sin decirlo –bueno… no tenemos nada que perder y puede ser entretenido.

 

End Flashback.

 

Estaban a solo horas de hacer su debut en un grupo idol, nadie más que ellos conocía el secreto de sus orígenes y que realmente no eran humanos. Sus compañeros de grupo eran chicos talentosos  y adorables a sus ojos de muchas maneras, Jinki pensó que las ideas de Jonghyun podría resultar mejor de como las planteaba y estaba a punto de comprobarlo, se sentía nervioso por primera vez, ser un Líder en un grupo de adolescentes teniendo milenios de antigüedad con tu novio fingiendo que llevan escasos años de conocerse… sonaba muy bien para él.

 

-Nos ira bien, amor – susurro Jonghyun antes de que subieran al escenario – haremos historia, ellos son de los buenos, lo sé, lo presiento.  

 

-Sé que así será –tomo el micrófono fuerte entre sus manos, mientras miraba de reojo a los ahora niños que tenía a cargo – solo quédate a mi lado, Jjong.

 

-Lo hare, corazón – se acercó para susurrarle algo importante al oído – también quiero que sepas que lo lograste hace mucho tiempo – Jinki lo miro interrogante – tenerme loco por ti.

 

Y lo demás era historia. Las alas de Jinki nunca más volvieron a oscurecerse pero debía mantenerlas ocultas para los demás, también tuvo que recurrir a cubrir el color natural de sus ojos. Jonghyun controlo su deseo de sangre el cual resolvía alimentándose de personas que realmente jamás nadie extrañaría y también mordiendo de vez en cuando a su novio sobre todo en las noches en que el sexo se volvió desenfrenado. Aprendió a esconder sus colmillos y sus ojos de color rojos también tuvieron que ser cubiertos, pero se podían acostumbrar a todo eso por otro lado los reyes del infierno y el cielo se olvidaron de ellos, pues cumplieron con todas las reglas impuestas y seguían juntos, quizás por muchos siglos más.     

 

 

 

Notas finales:

Espero de todo corazon que hayan disfrutado de esto, me esforze haciendolo y bueno aqui les dejo el resultado, espero hayan pasado una linda semana y tengan una aun mejor.

 

Abrazotes (/*-*)/


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