Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El pintor por CHANSOONOTAS

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

09:00 am y entra. La oscuridad cubriendo todo a su alrededor, excepto aquel rincón cerca del ventanal donde se encuentra el pintor frente a su lienzo sumido en sus pensamientos con el pincel en el aire a punto de pintar. A penas escucho el ruido de la puerta cerrarse levanta su cabeza y da un rápido y a penas audible "Hola" a su asistente y continúa con su trabajo. 
 
A Kyungsoo no le importa y rápidamente comienza con su rutina, va hacia la cocina y pone a calentar el agua para preparar un té para ambos, para luego encaminarse hacia los grandes ventanales cubiertos por largas cortinas las cuales corre tan solo un poco, no demasiado, para que algunos rebeldes rayos de sol se filtren e iluminen lo suficiente el estudio. Abre también unos centímetros la ventana dejando que el aire entre y golpee su cara pero no excesivamente pues el pintor suele ser friolento. 
 
Vuelve a la cocina y con el agua ya caliente prepara el té para ambos, sin azúcar para él y con dos cucharaditas para el otro y se lo deja a su lado. 
Camina en dirección al sofa que queda frente al lugar donde el pintor esta con su lienzo y se sienta a observarlo; su pasatiempo favorito. 
No supo cuando se enamoro de él, tampoco puede descifrar como paso, fue fugaz como una estrella. Un día el pintor era alguien más y al otro su corazón latía errático frente a su presencia. No ayudaba el hecho de que su relación no fuera solo de jefe-asistente, se habían acompañado en las frías noches entre sabanas revueltas, largas charlas, besos que se daban cuando menos eran esperados y la urgencia o la soledad, quien sabe, los invadía. 
Por la mañana todo aquello que pasaba por la noche se olvidaba y jamás se tocaba el asunto, era como comenzar desde cero. 
 
Kyungsoo miro la figura de Chanyeol, el pintor, con detenimiento quien lo viera a primera vista no creería que aquella persona que mostraba en sus exposiciones la sonrisa más radiante detrás de sus pinturas, en la soledad de su estudio y en los hombros de su asistente escondiera tanta tristeza. La tristeza del artista le gustaba llamarla a Kyungsoo. Él convivía cada día con ella, no sabía que hacer para llevarla lejos de Chanyeol y de su mirada, las noches en las que no estaba con él en su cabeza imaginaba un sin fin de formas en que podría hacerlo pero sus pensamientos como un círculo vicioso no lo llevaban a nada y seguía sin una respuesta. Cuando el mayor se sumía en la tristeza, nada podía hacer él solo dejarse hacer cuando este reclamaba su cuerpo o sus labios, sus oídos para escucharlo o su hombro sobre el cual llorar. 
Ambos sabían que aquello era una distracción pasajera. 
 
Kyungsoo solo veía al pintor feliz cuando pintaba o terminaba una pintura con la cual llevaba días luchando, entonces su sonrisa se ensanchaba mostrando demasiados dientes, tal vez, y un hoyuelo hacía su aparición en su mejilla. El menor se pregunto más de una vez si él sería capaz de hacerle sentir aquello mismo algún día. Fue entonces, que como piezas de un rompecabezas sus pensamientos se unieron y sin siquiera pensarlo, sin darse tiempo a detenerse lo dijo. 
 
- Pintame - no estaba seguro de si Chanyeol lo había escuchado, pero entonces este levanto su mirada del lienzo y la fijo en Kyungsoo. 
 
- Bien, ¿cómo quieres que te pinte?
 
No era la clase de reacción que esperaba Kyungsoo, no era la pregunta que esperaba que le hiciera pero él sabía la respuesta, la supo desde el primer momento en que vio al mayor retratar por primera vez el cuerpo de alguien. 
 
- Desnudo. 
 
Chanyeol no dijo palabra alguna y comenzó a preparar sus materiales dejando de lado la pintura que había estado pintando. 
Kyungsoo a penas tuvo tiempo de reaccionar y empezó a desnudarse, sus manos temblando y sudando, su corazón latiendo rápido a cada prenda que se quitaba. No era la primera vez que Chanyeol lo vería desnudo, pero sería la primera vez que lo pintara, y en aquello había algo que lo ponía nervioso. No sabía si debía posar o que tenía que hacer, había visto a miles de modelos dar su mejor pose pero él no era uno así que espero alguna indicación por parte del más alto pero este nada dijo, lo miro por unos segundos y volvió su mirada al lienzo en blanco que tenía frente a él y solo comenzó a pintar. 
 
El menor se sintió sorprendido pero de su boca no salieron palabras, tampoco hizo nada, se quedo inmóvil mirando como el mayor movía con delicadeza el pincel.
Chanyeol miraba de vez en cuando a Kyungsoo, no queriendose perder ningún detalle. Pero la verdad era que él podría haber pintando aquel cuerpo incluso con los ojos cerrados; recordaba donde se encontraba cada lunar en su pecho y espalda, hasta podía recordar cuantos eran (nueve), el color de los labios rosa con forma de corazón y sabor de chocolate, el dulce favorito de su asistente, el olor a aquel cabello negro con olor a shampoo de manzanilla, y como se veían aquellos ojos grandes y expresivos que lo miraban desde el sofa. 
 
Le hubiera gustado a Chanyeol y creía que era una injusticia el no poder retratar con su pincel a Kyungsoo por completo; la suavidad de su piel, su voz cuando tarareaba una canción o su cara cuando trataba de disimular que no lo estaba mirando, sus gemidos cuando llegaba al orgasmo o su sonrisa que hacía pequeños sus ojos cuando Chanyeol hacía algo tonto o torpe, o la fuerza que tenía cuando lo golpeaba porque él decía algo ridículo pero la forma en que se preocupaba si Chanyeol fingía que le había dolido demasiado. 
 
Pero lo que más le hubiera gustado poder retratar era la forma en la que Kyungsoo lo hacia sentir. Chanyeol se había vuelto depresivo a temprana edad, lo único que había conocido él sobre la felicidad era el pintar y aquel hombre que ya no le gustaba nombrar pero entonces aquel hombre se fue, y la tristeza y la soledad todo lo pintaban y las escalas de grises predominaban sus pinturas. No fue hasta que varias noches después de estar con Kyungsoo que sus pinturas cambiaron de tonalidad y ya no las invadía el gris, y no era la sombra de aquel hombre la que inspiraba sus pinturas, sino la de su asistente. 
 
Chanyeol jamás pensó que Kyungsoo le pediría que lo pinte pero lo había hecho y él por fin se sentía libre de llenar aquel lienzo de colores, sin miedo, y poder reflejar un poco de lo que era Kyungsoo para él; vida. 
 
Con su pincel sobre el lienzo pinta cada rincón del cuerpo de Kyungsoo con suavidad recordando a sus manos sobre el y los suspiros que escapaban de la boca del menor, lo pinta en todo su esplendor y en su pecho recorre la calidez por la fortuna de tener a Kyungsoo y toda su belleza con él. Sabía que el menor era inseguro sobre si mismo pero viendolo así, Chanyeol se pregunto como aquello podía ser posible. 
 
Cuando luego de horas termino la pintura, levanto su mirada y se encontró con la de Kyungsoo quien lo miraba expectante. 
 
- ¿Que harás esta noche? - pregunto rompiendo el silencio y sintiendo como su corazón latía fuerte en su pecho. 

- No lo sé. No tenía planes. 

- Entonces son las... dos, anda a tu casa y vuelve a las seis r13; Kyungsoo lo miro sin comprender. 
 
- Pero... 
 
- Nos vemos a las seis- reitero, tomando consigo el cuadro de Kyungsoo y con cuidado de que el menor no pudiera verlo, se encamino hacía su cuarto.
 
- ¿Y el cuadro? - Chanyeol se giro y le sonrío. 
 
- Podrás verlo esta noche, en nuestra cita - dijo y sin más entro a su cuarto cerrando la puerta tras de él, dejando a un Kyungsoo sin poder contener su sonrisa, con la calidez recorriendo su cuerpo por completo y poniendose la ropa torpemente nuevamente, debía correr a su casa, le quedaban solo cuatro horas antes de su cita con el pintor. 
 
17:59 y toca la puerta. Ansioso y expectante, nervioso. 
 
La puerta se abre para dejar ver al pintor. No llevaba un traje como esperaba, solo su ropa casual de cada día pero eso poco importo a Kyungsoo que se distrajo rápidamente con las gotas de agua que caían del cabello mojado de Chanyeol, encaminando un recorrido por su cuello, Kyungsoo deseo seguir con su boca aquel camino. Y ante aquel pensamiento supo que sería una larga noche. 
El pintor lo invito a pasar y así lo hizo; el salón estaba únicamente iluminado por velas que daban una tenue luz, en el medio de aquel grande espacio estaba un lienzo en blanco con una paleta de pinturas y un pincel que esperaban una mano amiga que los tomara e hiciera con ellos arte, aquello sorprendo al menor. Al lado una mesa que encima tenía una botella de vino y dos copas. 
 
El silencio reinando el ambiente y solo siendo cortado por los pasos de Chanyeol quien se dirigía a la mesa en busca de las dos copas y el vino para servirlo, tendiendole una copa a Kyungsoo. El vino era dulce, pero no demasiado exactamente como le gustaba a él. Se pregunto si Chanyeol sabía aquello o había sido mera casualidad. 
 
- Pensé en mil maneras de tener esta cita - confeso mientras tomaba un largo trago de su copa -. Podríamos tener una cena o ver una película, tal vez poner un poco de música y bailar - rio nervioso, pues ambos sabían que él no sabía bailar -. Pero pensé que aquello era demasiado común y a mí no me gustan las cosas comunes, así que continúe pensando y recordé mis años de maestro, lo fui, fui maestro de pintura y recordé lo grandioso que era ver a todas esas personas abrir su alma y pintar lo que ellos sentían, y tú me has visto pintar infinitas veces, probablemente conozcas más de mi de lo que tú crees. Pero, ¿y yo? ¿que sé de ti? Quiero conocer tu alma, Kyungsoo. Así que pensé, ¿por qué no enseñarle a pintar? Y aquí estoy ofreciendote una clase de pintura en nuestra primera cita, si es que aceptas. 
 
Kyungsoo tardo en procesar las palabras que habían salido de la boca del pintor. Su alma, quería conocer su alma. Sintió miedo de abrirse tanto, de exponer todo lo que guardaba, y que en todo lo que pintara reflejara a Chanyeol. Asintió, aceptando la oferta del pintor. 
 
Chanyeol camino hacia él y tomo su copa dejandola sobre uno de los muebles junto con la de él, para después tomar la mano de Kyungsoo guiandolo frente al lienzo. Chanyeol se coloco tras de él, sin tocarse pero arrebatandole la respiración cuando le susurro al oído "Toma el pincel" el menor hizo lo que le indicaban, sintiendo el objeto extraño en sus manos. 
 
- Elige un color - dijo el mayor en un susurro únicamente audible para ambos. Kyungsoo eligio el rosa. Rosa como el color de los labios de Chanyeol. - Pinta - le dijo nuevamente el pintor esta vez más cerca de su oído, sus labios apenas rozando su oreja. 
 
Las manos de Kyungsoo temblaban y a penas lograba pintar una línea, entonces sintió las manos asperas de Chanyeol cubriendo las suyas, ayudandolo a recuperar su estabilidad y así con ambas manos entrelazadas comenzó a pintar. No supo que pintaba, eran líneas sin sentido, manchas de colores brillantes y fuertes, algo que no entendía como sus sentimientos como sus pensamientos. Aquella mancha repleta de colores era su alma, un caos. Un caos como su cuerpo cada vez que Chanyeol rozaba sus labios cerca de su cuello o de su oreja para decirle una instrucción con su voz ronca que hacía que electricidad corriera por el cuerpo de Kyungsoo, caos es lo que sentía cuando las manos de Chanyeol se pusieron sobre sus caderas, bajo su ropa distrayendolo de todo lo que estaba haciendo, no pudiendo continuar con su tarea. 
- ¿Terminaste? -  Le pregunto, mientras su boca hacía un recorrido por su cuello, llegando a sus claviculas y succionando allí donde sabía era el punto sinsible de Kyungsoo. 
 
- No - respondió el menor en una mezcla de suspiros. - ¿Por qué haces esto? 
 
- Porque me gustas, Kyungsoo. ¿No es esa la razón por la cual estas tú aquí también? 
 
Kyungsoo quiso responder pero el pintor nuevamente le susurro al oído. 
 
- Continúa - Con toda la fuerza de voluntad que encontró continúo pintando, las manchas se hacían más intensas como las sensaciones que recorrían su cuerpo, el calor era sofocante; la boca de Chanyeol no había pasado más de su cuello pero le estaba resultando una tortura. 
Las manos del pintor asperas en su caderas, a veces yendo un poco más abajo pero no demasiado, parando cuando Kyungsoo más rogaba en su cabeza para que no lo hiciera. Pronto no pudo más y atrás quedo la pintura y atrás quedaron sus ropas. 
 
La noche paso entre gemidos y cuerpos sudados, manchas de colores en sus cuerpos a causa de la pintura que había en las manos de ambos, suspiros y pedidos de más hasta caer rendidos. 
 
Esa noche Kyungsoo se quedo en la casa de Chanyeol, esa noche un pensamiento torturo a Kyungsoo hasta caer rendido en los brazos del pintor: ¿Sería aquello el comienzo de algo o volverían a su circulo vicioso donde por la mañana todo se olvidaba?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).