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Cross my mind. [ChanBaek] por Annie_Park

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Notas del fanfic:

One shot dedicado con todo el amor del mundo a la hermosa persona que hoy cumple años, LannyGO | Lannyssi. ¡Muy feliz cumpleaños! Y que tengas un hermoso día.

 

También una pequeña dedicación a las bonitas de ChanBaek House (PanquequeS, OhBany, Macca, May, Mitche, Monik, Salve, Vane y Xo ~).

Byun BaekHyun ha comenzado a sentir que uno de sus compañeros de curso es bastante raro y fastidioso (ese tal Park ChanYeol, de sonrisa enfermiza y ojos traumáticos). No es que lo odie o algo por el estilo, es simplemente que su rostro genera cierta repugnancia ante los delicados ojos de Baekhyun. Y ni hablar de su personalidad extrovertida que demuestra cuando está cerca de su estúpido grupo de amigos. También es una persona entrometida, siempre se para en las horas de clase y se acerca a meter su nariz donde no le incumbe, lo que molesta de sobremanera a Baekhyun.

No, claro que Baekhyun no odia a Chanyeol, él sólo…sólo está perturbado a su alrededor, aún más cuando Chanyeol intenta ser amigable y se acerca para hablarle. A pesar de sus típicas conversaciones que se basan en unos; “Hola”, “Hola”, “¿Hiciste la tarea de matemática?”, “No”, “Está bien, adiós”, “Adiós”, Chanyeol sigue insistiendo en acercarse exclusivamente a Baekhyun, hasta intenta sentarse con él cuando Kyungsoo falta a clases y se queda sin compañero de banco, pero el más bajo se las ingenia para salirse con las suyas y sentarse junto a Tao (su salvador).

Aquella mañana nublada y con aroma a lluvia, Kyungsoo ha vuelto a faltar, Chanyeol ha intentado nuevamente sentarse con Baekhyun y éste ha logrado huir de él, Tao ha tenido que rodar los ojos y ayudar a su amigo, diciéndole a Yifan que se siente con Chanyeol para que Baekhyun ya no lo moleste y le pase las tareas de inglés que él no ha terminado.

—¿Por qué ignoras a Park? —luego de copiar algo acerca de un Present Simple, Tao interroga a Baekhyun—. ¿Acaso te gusta? —sugiere en forma de pregunta y la expresión de Baekhyun se convierte en una de auténtico asco.

—Claro que no, Tao, no seas tonto y continúa escribiendo que aún falta el Present Continuous —su amigo resopla resignado y Baekhyun sonríe mientras deposita con delicadeza una hoja en la cual una carilla completa está dedicada a la descripción en inglés de acciones que se desarrollan en el ahora mismo.

Tao se propone a seguir escribiendo y Baekhyun lo observa, con un sentimiento de alivio al no ser ahogado en preguntas incómodas que lo pondrían más nervioso de lo normal cada vez que le mencionan a Chanyeol.

No es que lo odie, sólo le molesta todo lo que Chanyeol representa. Y Chanyeol representa descuidos en responsabilidades, palabras idiotas sin sentidos y grandes cantidades de lindas sonrisas que reparte a todas las clases. A Baekhyun le vuelve loco que Chanyeol quiera llevarse bien con todo el mundo.

Tras finalizar con las dos horas de inglés, en las cuales Tao casi pierde la cordura porque él apenas puede controlar el coreano y ni hablar del inglés, las últimas tres clases de física cuántica y matemática transcurren tranquilas e interesantes para el cerebro nutrido de información de Baekhyun. No obstante, Chanyeol ha estado sonriéndole de una manera tonta e inmadura a su parecer, cada vez que volteaba y sus ojos se encontraban, Chanyeol sonreía, Baekhyun no.

El timbre suena, indicando la finalización de las clases y todos sonríen mientras puños de victoria se chocan entre si ya que, ¡finalmente!, terminaron las condenadas y eternas clases aburridas para ellos, menos para Baekhyun, porque cuando sale de aquella aula y comienza a caminar hacia la salida, se siente abrumado y muy, muy, muy perturbado.

Pequeñas gotitas de lluvia caen sobre su rostro y un largo suspiro se escapa de sus labios, mientras sus pies se mueven rápidos en dirección contraria a la que siempre suele tomarse para sentarse en el banco y esperar el autobús. Pero desde que descubrió que Park Chanyeol se toma el mismo autobús que él, ahora se dedica a ir hacia otra parada, dejar pasar el primer autobús y de ese modo irse en el que sigue, aunque tarda veinte minutos el siguiente y una media hora en llegar a su hogar, prefiere pasar una media hora solo en un asiento, que una media hora con Park Chanyeol cerca de él.

Se sienta en el banco sucio y oxidado, esperando a que el autobús pase, mientras sus cortas piernas se mueven de adelante atrás ya que éstas no alcanzan a tocar el suelo.

Suspira y sacude su cabeza, liberando las gotas de lluvia que se refugian en su cabello.

Está aburrido y cuando estira su cuello para ver la calle, el autobús está a unas dos cuadras. En ese preciso instante, el destino parece pudrirse en Baekhyun, porque el autobús está cerca y Chanyeol viene corriendo hacia él, hacia Baekhyun, hasta detenerse y hacerle una seña al vehículo. El chico alto se percata de la segunda presencia y se emociona mientras sonríe.

—Hola, Baekhyun. ¿Vas a subir? —pregunta, bajando su mano y esperando que el semáforo se pase a verde para que el autobús pueda detenerse en la parada.

—No tomo este autobús —contesta Baekhyun, cortante y serio, observando cómo la lluvia se intensifica.

—Bueno, ¡adiós!

El semáforo le da al autobús la oportunidad de arrancar y lo hace, deteniéndose a los segundos en la parada. Baekhyun, con la lluvia golpeándolo como si fuese una bolsa de boxeo, debe sacudir su cabeza muchas veces para que el agua de las nubes no se meta en sus ojos, y sus manos se toman el trabajo de salir del reconfortarte calor de sus bolsillos y secan su rostro. Se coloca la capucha, pero aun así se siente mojado y frío. Él detesta sentirse así, odia llegar tarde a su hogar y recalentar su comida. Y peor aún, es llegar tarde a su hogar y tener que limpiar toda la cocina porque sus padres se van a trabajar.

Todo es culpa de Chanyeol, si Chanyeol no se tomara el mismo autobús, si no asistiese a sus clases, si no fuese tan raro. Pero él no va a permitir que, por culpa de Chanyeol, sus delicadas manos laven toda la suciedad de una cocina.

Antes de que el chofer arranque, Baekhyun se levanta del banco y se sube rápidamente, pagando su pasaje y topándose con la mirada sorprendida de Chanyeol.

—Creí que no tomabas este autobús —murmura el chico y Baekhyun se siente un poco mal, pero la culpa de mentirle a Chanyeol, quien nunca le hizo nada digno para odiarlo, se le esfuma del organismo a los segundos de sentirlo.

—Sí, bueno, y-yo…tengo que…buscar a mi gato enfermo que está en el veterinario.

Es una excusa tonta y Chanyeol no se la cree, pero a Baekhyun no le importa.

—Espero que se recupere —el alto alcanza a decir aquellas palabras y Baekhyun desaparece de su lado, yendo a la parte del fondo para desaparecer de su compañero de clases.

Baekhyun debió haberse quedado en la parada, muriéndose lenta y dolorosamente de frío, mojado y con el estómago gruñéndole porque no lo ha alimentado por horas. El autobús se llena cada vez más de pasajeros, está recibiendo más que una mano traviesa que toca accidentalmente alguna parte de su cuerpo y, para la eterna desgracia de Baekhyun, está parado frente a un hombre dormido que huele mal y de algún modo Chanyeol está a su lado, demasiado cerca, hombro contra hombro, y no puede soportar tanta cercanía.

Resopla y mira disimuladamente a Chanyeol; la comisura de su labio está encorvada hacia arriba y sus ojos risueños examinan el paisaje por la ventanilla. Cuando éste voltea a verlo, Baekhyun mueve su cabeza con rapidez, sintiendo un fuerte dolor por el movimiento, y posiciona su mirada sobre el martillo rojo de emergencia, observándolo atentamente, como si aquello fuese tan absorbente que su alrededor se reduce a nada. Por el rabillo del ojo, divisa a Chanyeol mirándolo con sorpresa y luego vuelve con la mirada al frente.

El autobús frena repentinamente y Baekhyun casi pierde el equilibrio por completo y cae, pero la situación es mucho peor porque se cae contra Chanyeol; éste huele a chocolate, pero el tipo de chocolate con el mejor cacao del mundo, amargo y dulce, suave y áspero, una extraña y confusa mezcla de sabores y texturas que Baekhyun no logra resistirse mientras permanece con la nariz en la camisa colegial del chico alto. Cuando se da cuenta de lo que está haciendo, se avergüenza y se aparta, aprovechando la manada de pasajeros que acaba de bajar en el centro de Seúl, sentándose en el único asiento libre de dos, al lado de la ventana. Observa las intenciones de Chanyeol al mirar hacia él y el irresistible asiento vacío, pero antes de que apoye su inexistente trasero en el asiento, una señora mayor llega a la parte del fondo y el alto sonríe.

—Por aquí, siéntese —dice Chanyeol y la señora muestra una sonrisa arrugada, agradeciendo al joven educado que le sede el lugar.

Baekhyun bufa por la sonrisa de niño bueno que tiene Chanyeol tras su acto digno de un Premio Nobel de la Paz y mira hacia la ventana. Hay gotitas de lluvia en ella y de lo aburrido que se encuentra, comienza a contarlas una por una, encargándose de empezar de arriba y continuar por abajo.

Se frustra fácilmente, porque las gotitas se resbalan y tienen un recorrido largo por toda la altura de la ventana hacia abajo, de ese modo se unen con otras y llegan más por la lluvia, ocasionando que Baekhyun pierda la cuenta cada momento que consigue contar diez gotitas. Está aburrido y evita a toda costa mirar hacia sus costados por el miedo a encontrarse con la intimidante mirada de Chanyeol, así que su única opción es mirar las gotas y maldecirlas por no poder contarlas adecuadamente, ya que tampoco puede escuchar música (su teléfono se quedó sin batería en la última hora porque Tao estuvo jugando juegos por internet y eso le comió toda la carga de una noche entera).

Calmado y cómodo en su asiento, Baekhyun oye la canción que la radio emite y rueda sus ojos, odiando esa canción tan lenta y aburrida, además que ni sabe quién la canta o siquiera cómo se llama. Cuando ésta se termina, el conductor de la radio habla acerca del clima y, luego, pasa a la siguiente canción.

Baekhyun se tensa y abre sus ojos con sorpresa.

Cross my mind de Twin Forks suena por todo el autobús, ganándose la completa atención de Baekhyun cuando la voz excepcional masculina canta en inglés y eriza los vellos del chico ante su talento vocal mientras su cuerpo está encantado, dispuesto a levantarse de su asiento y empezar a bailar cualquier cosa, sólo por el gusto de seguir ese contagioso ritmo.

Sin poder evitarlo (y sin saber muy bien por qué) Baekhyun mira hacia su costado y se encuentra con Chanyeol a grandes centímetros de distancia, de pie mientras mueve su cabeza de un lado hacia otro, la comisura de sus labios elevada y sus ojos moviéndose al ritmo de la canción; Baekhyun no puede evitarlo y larga una carcajada, pero se tapa la boca y gira su cabeza a la ventana empañada, mordiendo sus labios y forzándose para no mover ni un pelo, de ese modo no volverá a chocar con la mirada de Chanyeol y podrá disminuir el calor en sus mejillas.

 

Why don't you stay for awhile.
It's been too long since I've smiled.

 

Baekhyun suspira y una horda de emociones bailan en su estómago, haciéndolo retorcerse de dolor porque él realmente ama esa canción y necesita consuelo, cantándola, moviéndose a su ritmo o, aunque sea, necesita mímica.

Sus ojos traicioneros ruedan hacia arriba y caen en los móviles labios de Chanyeol que alegremente cantan con mímica la canción, siguiendo a la perfección cada estrofa, cada frase en inglés entonada en silencio de una manera divertida y contagiosa.

Y ante eso, Baekhyun olvida por un minuto su alrededor y se pierde en el movimiento de aquellos labios, moviendo los propios en sincronía con la canción. La parte culminante de la canción, la favorita de Baekhyun, está por llegar y él se prepara mental y físicamente para las siguientes estrofas:

 

From time to time
You cross my mind.
Good company
Is hard to find.

 

A Baekhyun siempre le resulta increíble como una simple mezcla de voces, palabras y sonidos pueden generar en una persona tantas emociones como lo hace esa canción en él y muchas otras. Realmente tiene ganas de levantarse, empujar a esa vieja malhumorada que les observa con crítica y comenzar a cantar la canción hasta que le duelan las cuerdas vocales.

En cambio, mueve sus piernas al ritmo, las cuales no alcanzan a tocar la plataforma baja del autobús, y no, no es que sea de pequeña estatura, sólo que el asiento es muy alto hasta para alguien como Chanyeol. Sí, es eso verdad.

Baekhyun muerde su labio inferior cuando Chanyeol hace percusión contra el cilindro para agarrarse y mueve su cabeza, completamente enganchado con el tema. El más bajo cierra sus ojos sólo un par de segundos, sin dejar de tararear la canción y mover su cabeza persiguiendo el ritmo, y cuando vuelve a abrirlos, Chanyeol lo está mirando; literalmente lo está mirando a él, a los ojos, con una sonrisa coqueta en sus pequeños labios comestibles. Baekhyun sacude sus pensamientos absurdos y parpadea, pero sin apartar sus ojos bien abiertos de los ojos de Chanyeol.

Sin entender muy bien por qué tiene la necesidad de cantar con mímica a la par de Chanyeol y con sus ojos puestos únicamente sobre él, muestra una leve sonrisa y olvida a la vieja amargada sentada a su lado, las personas curiosas y metidas que los observan desde sus asientos y sólo piensa en algo que jamás se creyó capaz de pensar.

Chanyeol es un poco lindo.

Y divertido, más aún cuando la parte de los chiflidos llega y el alto lo imita con una expresión exagerada, formando sus labios como una boca de pato. No entiende por qué nunca se fijó en Chanyeol más que su compañero de curso, raro y acosador, si en verdad es lindo, divertido y parece ser agradable.

 

Got an old record in a beat up sleeve
That same sad song that you sang to me
Back when you couldn't say it for yourself.

La vieja junto a él se levanta de su asiento y pide permiso con su voz de anciana para pasar, tocar el timbre e irse, probablemente con una buena anécdota para sus hijos, acerca de dos adolescentes con problemas en la cabeza que hacen mímica de una canción de la radio de un autobús.

Para desgracia de Baekhyun, Chanyeol se sienta a su lado y eso molesta un poco a Baekhyun, porque lo hace sentir incómodo y nadie debe hacer sentir incómodo a Baekhyun, al contrario, Baekhyun debe hacer sentir incómodos a los demás pero eso no está funcionando en esta situación ya que Chanyeol está cómodo y sonriendo y es Baekhyun el único que se siente incómodo.

Maldita incomodidad piensa Baekhyun, suspirando y mirando hacia la ventanilla, observando la lluvia con el ceño fruncido y la boca cerrada. Todo, claramente, es culpa de Chanyeol se recuerda mentalmente que la culpa absoluta se la debe al grandote junto a él, quien parece querer ver a Troya arder porque, en verdad, nadie tiene que hacer sentir incómodo a Baekhyun.

Un cálido aliento golpea su nuca, generándole un escalofrío que recorre cada nervio de su sistema. Se encoge de hombros ante aquella sensación y se niega a girarse porque seguramente se encontrará con el tipo que lo hace sentir incómodo.

—“Why don't you stay for awhile? It's been too long since I've smiled” —Chanyeol le canta cerca del oído y Baekhyun vuelve a temblar, esta vez tiembla del horror.

Eso es…lo menos romántico y más patético que alguien le ha hecho en su vida. El inglés de Chanyeol da asco y Baekhyun, alguien tan perfeccionista en ese sentido, odia que las personas hablen mal en otro idioma. Más bien, odia a las personas como Chanyeol, pero eso no significa que lo odie, sólo le molesta mucho su existencia.

—Cantas horrible —Baekhyun tiene la decencia de enviarle una mirada sobradora y levanta su ceja en señal de no me caes bien, pero Chanyeol continúa sonriendo.

—Ah, qué lástima, creí que iba a conquistarte —murmura el más grande en tamaño, lo suficientemente alto para ser escuchado y, también, ser la burla de Baekhyun que comienza a reír con ganas.

—¿Con tu mal inglés, tu aliento a bacalao y tu voz fea? Mejor suerte en la próxima.

—Eres encantador cuando intentas ser cruel.

—Sí, me lo han dicho seguido. No tengo la necesidad de agradecértelo, lo siento.

—También eres guapo, eso te hace el triple de adorable.

Baekhyun se gira por completo para observar a Chanyeol. Se toma la molestia de examinar el cuerpo completo del chico y se convence que aquel ser a su lado no es guapo ni hermoso, sólo molesto. Bufa ante sus anteriores pensamientos acerca de Chanyeol. En su sano juicio permitirá que Chanyeol lo haga sentir incómodo, lo haga temblar con su horrible aliento, lo haga llegar tarde a su casa porque el pordiosero se toma el mismo autobús que él. Y, en su sano juicio, Baekhyun permitirá desarrollar sentimientos por Chanyeol, porque ha leído revistas que su madre deja en el baño y sabe qué ocurre cuando el macho comienza a coquetear con la hembra.

—No puedo decir lo mismo de ti —responde satisfecho el más pequeño, con su artificial sonrisa.

—Vaya, eres intenso en verdad. Por eso me gustas.

Baekhyun ríe y se dispone a responder, pero los engranajes de su cerebro comienzan a funcionar y las palabras de Chanyeol se multiplican en cada parte de su cabeza.

Por eso me gustas.

Por eso me gustas.

Por.

Eso.

Me.

Gustas.

—¿Qué?

—¡Wow!, por fin puedo confesarme. Gracias, hace meses que quiero decir lo que siento por ti, ahora que lo hice ya me siento mejor. Bueno, aquí me bajo. Oh, antes de que me vaya, te dejo mi número por si quieres salir conmigo, estoy libre cuando tú quieras, puedo hacer un espacio en mi agenda. Bueno, ¡adiós, Baekkie!

Hay un papel doblado y arrugado en las piernas de Baekhyun, una expresión de confusión en su rostro y unos ojos bien abiertos que no dejan de observar cómo Chanyeol le sonríe y se baja del autobús, ¡como si nada hubiese pasado! Claro, porque no acaba de golpearle la cara con sus endemoniados sentimientos.

Su expresión de confusión se torna a una de terror cuando observa la ventanilla y nota que su casa ya pasó. Chilla interiormente y se levanta de su asiento mientras da pasos acelerados al botón para presionarlo y bajarse de una vez, pero no alcanza a presionarlo porque vuelve hacia el asiento en el cual se sentaba y busca el papel que Chanyeol le dio, no sabiendo muy bien por qué suspira de alivio cuando lo encuentra y lo introduce en el bolsillo de su camisa.

Vuelve a trotar hacia el botón que presiona con fuerza y éste parece trabarse, porque Baekhyun aleja su dedo y el sonido retumba por todo el autobús. Las miradas se centran en él y la vergüenza inunda sus mejillas, mientras azota con sutileza su cabeza contra el cilindro amarillento.

Al momento que baja del autobús, hay una lluvia indescriptible y su casa se encuentra a cuadras. Las gotas de agua lo bañan no tan placenteramente en humedad incómoda con cada paso y sus pies atraen charcos porque pisa absolutamente todos los que exactamente se cruzan en su camino.

Baekhyun llega a su casa y se frustra porque sus padres le dejaron una nota diciendo que entran temprano al trabajo y no sólo debe limpiar la cocina, sino el baño.

—¡Maldito Chanyeol! —aúlla con furia y patea como un niño enojado la silla, probablemente rompiéndose el dedo pequeño del pie y definitivamente mojando el piso de la cocina.

Obviamente, para Baekhyun, todo es culpa del grandulón ese que lo hace temblar y sentirse incómodo. Y, bueno, sí, también lo hace sonrojarse.

 

 

-o-o-

 

 

 

 

 

Por una extraña razón, Baekhyun se encuentra tecleando una pregunta al mensaje de Chanyeol. Y por una segunda extraña razón, Baekhyun está sonriendo por la respuesta de Chanyeol a su pregunta, lo cual es extraño, muy extraño y continúa siendo extraño, pero Baekhyun no deja de sonreír y teclear respuestas de respuestas a las respuestas de su pregunta.

Sus dedos se cansan de tantos movimientos rápidos y nerviosos, por lo que decide levantarse de su pouf gigante y viejo, en forma de hongo hundido,y deja el teléfono en su escritorio, calmando su pulso acelerado a medida que camina centímetros y metros de distancia del móvil.

Termina encerrándose en el baño, quitándose partes de la ropa para darse una calmada y cálida ducha que pueda descontracturar su mal humor por la irracional lluvia que lleva todo el fin de semana molestándolo, mojándolo y haciéndole recordar a Chanyeol. Baekhyun definitivamente no quiere recordar a Chanyeol, mucho menos responder sus mensajes; sólo estaba aburrido y le envió un mensaje. Es todo.

Antes de que siquiera tenga la oportunidad de quitarse la ropa interior y sumergirse en la lluvia de agua para nada fría a comparación de la helada a lo Titanic que está haciendo allá afuera, el audaz sentido auditivo de Baekhyun capta el perfecto chiflido modificado siguiendo un ritmo que el chico adora con locura. Manteniéndose quieto en su sitio, baja lentamente su pierna, gira el grifo del agua hacia la derecha y agarra la primera toalla que encuentra en el estante para colocársela en la cintura. Y entonces sale del baño como alma que llama el Diablo, chillando en el camino por el frío del suelo que se filtra en la planta de sus dos pies.

Se siente sumamente decepcionado y avergonzado de sí mismo cuando la respuesta de Chanyeol a su mensaje es una simple cara enorme que le sonríe de una manera particularmente tonta; Baekhyun, con el ceño fruncido y los labios apretados con fuerza, recuerda a Chanyeol con su estúpida sonrisa y patalea como de costumbre.

—¡Estúpido Chanyeol!

Sus padres se quejan en la habitación de al lado, exigiéndole que baje la voz mientras ellos toman su monótona siesta de cuarentones cansados y aburridos antes de ir a trabajar. Baekhyun suspira con frustración y se dirige a sus contactos para quitarle a Chanyeol la canción ‘Cross my mind’ como tono predeterminado de notificación cada vez que el alto le envía cualquier tipo de mensaje.

No funciona, porque su teléfono se queda sin batería y se apaga antes de que pueda ir a los ajustes; se siente oficialmente meado y escupido por los astros que, al parecer, conspiran en su contra y tienen algún complot con Chanyeol.

Frustrado y sin teléfono móvil con batería para malgastar su tiempo antes de dirigirse a la clase en contra turno de Proyectos, Análisis y Medio Ambiente, el chico vuelve al baño para finalmente ducharse, tomándose su tiempo para limpiar su cuerpo con el pequeño jabón que comienza a desaparecer, masajear su cuero cabelludo con shampoo y una crema de enjuague que le pertenece a su madre, pero huele a pepino refrescante y es muy tentador su aroma como para no usarlo.

En menos de una hora, Baekhyun ya está listo; cambiado, limpio, guapo, con aroma a pepino refrescante en el cabello, con su ropa casual y súper abrigada para la escuela, sin teléfono móvil para tontear cuando está aburrido y sin música en sus oídos mientras sube al autobús y se sienta en un asiento de dos al fondo. Es realmente aburrido tener que ir en el autobús sin ningún tipo de música, sólo mirando el paisaje que ya se lo sabe de memoria y sufriendo en silencio por el infernal frío.

—Oh, mierda —masculla Baekhyun, hundiéndose en su asiento cuando un sonriente Chanyeol sube al autobús y camina peligrosamente hacia él, mirando distraídamente hacia abajo mientras camina, camina, no dejes de caminar, vete, largo, no te me acerques, oh, está cerca, ¡no!, demasiado cerca y…carajo. Chanyeol sentado junto a mí; simplemente genial.

—Hola, Baekkie —saluda con su sonrisa enorme y se acerca a él para besarlo en la mejilla, y Baekhyun se sonroja. Simplemente genial otra vez.

Lo ignora y mira hacia la ventana, como si ver el vidrio sucio de aquel asqueroso autobús fuese mucho más interesante que responderle al alto. Éste último se encoge de hombros y saca su celular del bolsillo para conectarlo a unos auriculares y, en segundos, está moviendo su cabeza de arriba abajo al ritmo de la música. Baekhyun lo mira curioso unos segundos y, cuando Chanyeol capta su mirada, la corre rápidamente, avergonzando de sí mismo por sentirse incómodo a su alrededor.

Sin decir nada, Chanyeol quita el auricular derecho de su oreja con forma de berenjena y coloca éste mismo en el oído del más bajo, sorprendiéndolo por la repentina aparición de sonido; Sunboat de Little Suns retumba en su mente, dejándolo prácticamente sordo por el volumen demasiado alto que lastima sus delicado sentido auditivo. Aun así sonríe emocionado porque conoce la canción, la ha escuchado varias veces en la radio tiempo atrás y el hecho de poder oírla nuevamente le trae un extraño sentimiento de querer bailar hasta que le duelan los pies y cantar hasta que le arda la garganta.

En todo el recorrido en el autobús, Chanyeol le muestra a Baekhyun otras canciones en su lista de reproducción y ambos coinciden con las mismas canciones favoritas. No hablan acerca de la confesión de Chanyeol, ni de sus mensajes o algo por el estilo, sólo se dedican a hablar de canciones, artistas, álbumes y las increíbles ganas que ambos tienen de escribir una canción.

Cuando llegan al instituto, Baekhyun se encarga de bajarse primero para caminar rápidamente y alejarse lo más que pueda del lado de Chanyeol, sin saber muy bien por qué, ya que el alto le hizo pasar un momento divertido en el autobús y que, sin su música, habría muerto lentamente del aburrimiento observando el recorrido del transporte por treinta minutos.

—¡Baekkie, espera! —el alto lo llama, pero Baekhyun finge haber quedado repentina y mágicamente sordo porque lo ignora mientras continúa caminando. Falta poco para que pueda llegar a las escaleras y…

Chanyeol lo toma del hombro y lo hace girarse abruptamente, generando que éste se desestabilice y casi caiga de cara al suelo y se rompa más que sólo los dientes y la mandíbula, pero Chanyeol lo atrapa en sus brazos al instante, para su suerte (o desgracia) porque está muy cerca de él y Baekhyun…bueno, él se pone a pensar que tal vez se contradice mucho en sus pensamientos y que, mirando a Chanyeol más de cerca, sí tiene algo atractivo y llamativo, algo que sobrepasa la apariencia, tal vez.

—Te olvidaste tu mochila en el autobús, tonto —Chanyeol sonríe y lo ayuda a pararse correctamente, decepcionando a Baekhyun porque sus ojos gritaban a todo pulmón un ¡Bésame, imbécil, en la boca y con pasión, ahora mismo!

Avergonzado e incómodo, Baekhyun se limpia las manos sudadas en su pantalón negro y resopla, tomando la mochila para girarse y pisar con fuerza las escaleras mientras las sube, Chanyeol siguiéndolo de atrás con una sonrisa satisfecha.

 

 

 

-o-o-

 

Hay otro acontecimiento extraño en la vida de Baekhyun desde que Chanyeol decidió confesarle sus sentimientos como si fuera lo más normal del mundo. En esta ocasión, Baekhyun aceptó sentarse con el alto y desde hace una semana que Kyungsoo se sienta infortunadamente solo, Tao se sienta felizmente con Yifan y Baekhyun…bueno, Baekhyun se sienta raramente con Chanyeol. Es decir, no es extraño, o bueno sí, es extraño en todos los sentidos porque a Baekhyun solía molestarle la presencia de Chanyeol y ahora…ahora parece estar acostumbrándose a ella, no sólo en clases, sino en la escuela.

Esa tarde, rumbo cada cual a su hogar, como de costumbre Chanyeol deposita el auricular derecho en la oreja de Baekhyun y elige una canción aleatoria para que ambos puedan escuchar, y en ese preciso momento, la mano del más alto cae sobre la mano del bajo. Ninguno de los dos habla respecto a eso, Baekhyun no se queja y Chanyeol aprovecha para sonreír y sentirse feliz.

Por dentro, Baekhyun está muriéndose y siente la necesidad de pararse y ponerse a correr en círculos y llorar sólo por la gran mano cálida de Chanyeol sobre la suya, la cual le genera muchos cosquilleos por todas las partes posibles de su cuerpo. Podría aferrarse a aquella mano y nunca soltarla, podría abrir la ventanilla y lanzarse por ella mientras ahoga gritos emocionados que demuestren lo mucho que sufre su agitado corazón. O mejor no hace nada, simplemente deja que Chanyeol le transmita calor y disfruta la música romántica que ahora suena en su oído izquierdo. Un paraíso extraño, teniendo en cuenta que hace menos de dos semanas Baekhyun odiaba a Chanyeol, y probablemente ahora sigue odiándolo.

Oh, no, no es esa clase de odio. Es sólo que Byun Baek Hyun odia a Park Chan Yeol por las cosas estúpidas y raras que le hace sentir en cada momento que lo tiene a centímetros de distancia. Es más bien un odio por no saber qué sentir.

El cover instrumental con cello y piano de Somewhere over the Rainbow de Israel Kamakawiwo'ole finaliza con el tranquilizador sonido del mar, Baekhyun cierra sus ojos y eleva la comisura de sus labios hacia arriba ante el pacífico final, pero Move Bitch de Ludacris se encarga de abrir los ojos de Baekhyun y colocarle una expresión de auténtica confusión en el rostro.

—¿Qué? —mira a Chanyeol y éste frunce los labios de manera coqueta, sintiéndose un nigga a medida que mueve su cabeza al ritmo de la canción.

Baekhyun parpadea y se relaja nuevamente en su asiento, copiando a Chanyeol en el movimiento de cabeza, experimentando una sensación rara al oír esa canción tan…bueno, tan de barrio. De todos modos es pegadiza y suena bien, no lo aburre y eso es bueno porque a Baekhyun no suelen gustarle ese tip

tipo de canciones.

—Oh, no. Debo bajarme —Chanyeol hace un puchero y Baekhyun le entrega el auricular, aceptando la despedida del alto. Y cuando Chanyeol se levanta de su asiento, Baekhyun hace lo mismo, colgando su mochila al hombro y siguiendo los pasos ajenos, bajándose con un distraído Chanyeol que no lo nota detrás de él hasta que se gira y se choca con él—. ¿Pero qué haces? Aquí no vives.

El más bajo frunce el ceño y se cruza de brazos, ofendido.

—¿Y? Quiero ir a tu casa, así que vamos.

—Espera ¿qué? ¿Por qué?

—Porque estoy aburrido y quiero pasar aunque sea una hora más contigo, no sé, escuchando música, hablando, haciendo tonterías, lo que sea —Baekhyun agacha la mirada y juguetea con sus manos y una sorpresiva timidez lo ataca sin primero pedir permiso. Chanyeol lo toma del brazo como si frente a ellos hubiese un cura y a su alrededor muchos invitados que sonríen y lloran emocionados.

Baekhyun sacude su cabeza para alejar la tonta y absurda fantasía de una boda con Chanyeol y camina a la par del más alto. Chanyeol no deja de sonreír, Baekhyun por su parte se siente torpe, humillado por sí mismo y preocupado por si sus padres se enteran que no llegó a casa, aunque ambos están trabajando, tiene cierto temor recorriéndole el sistema digestivo.

—Bienvenido a mi hogar —Chanyeol le dice, abriendo por completo una reja y se separa de él, al tiempo que busca en su mochila escolar la llave para poder abrir la puerta principal.

Baekhyun observa cada movimiento con una mirada curiosa y admira el interior de la casa de Chanyeol con escaso interés, ya que se trata de una típica vivienda de ciudad, un poco aburrida en cuanto a decoración e infraestructura; es idéntica a la suya en muchos aspectos y Baekhyun se siente cómodo, teniendo el atrevimiento de desparramar su cuerpo en el sofá y dejar sus cosas a un lado. Un televisor de plasma y dos micrófonos bien acomodados a un lado captan su atención.

Se acomoda con más comodidad en el sofá y sonríe tímido a Chanyeol cuando éste vuelve de lo que supone es la cocina, porque trae consigo un gran plato de vidrio con rebanadas de pizza fría y lo deja en la mesa del living. Baekhyun se levanta de una vez y lo ayuda a llevar vasos y unos sanguchitos de atún que huelen bastante bien a esa mesa.

—¿Y tus padres? —curiosea el bajo, chasqueando la lengua mientras continúa viendo los micrófonos.

—Según el papel pegado en el refrigerador están en la casa de mi tía. Tuvo un bebé y fueron a visitarlos para ver cómo se encontraban —Chanyeol deja una botella de agua y se sienta al lado de Baekhyun, ciertamente incomodándolo un poco—. Hey, ¿quieres que caliente la pizza? Tal vez no te gusta fría.

—No, está bien —Baekhyun apenas toca su comida y apenas responde las preguntas de Chanyeol, ni siquiera le sigue la conversación porque está un tanto distraído observando con deseo aquellos micrófonos.

Terminan de comer y Baekhyun pide permiso para ir al baño, volviendo a los pocos minutos con intenciones de retar a Chanyeol en un duelo de karaoke. Al momento que el más bajo emite aquellas palabras, Chanyeol no logra impedir que su expresión se frunza y, luego, tras pensarlo unos momentos, la misma expresión arrugada cambie a una mucho más alegre y común en él.

Chanyeol lanza una mirada competitiva a Baekhyun y estira su mano para ser estrechada, de ese modo sellar el pacto que piensa hacer.

—El perdedor limpiará los platos —Chanyeol propone un castigo al futuro perdedor y Baekhyun se tiene tanta fe que ni duda en estrechar manos y sonreír con ambición, completamente seguro que él ganará.

—El ganador elige su premio —Chanyeol piensa acerca de eso unos segundos mientras continúa estrechando la mano de Baekhyun, probablemente tomándose ese tiempo para seguir manteniendo sus dedos rozando a los contrarios—. Y te aseguro que te ganaré.

—No, no lo harás.

—¡Sí lo haré!

—Bien, vamos a ver quién ganará. Ya tendrás tus manos sucias luego de lavar los platos con restos de pizza y sanguchitos —habitualmente un invitado no limpia los platos o algo por el estilo en la casa de alguien que apenas conoce y más si se trata de Baekhyun que detesta limpiar los utensilios de la cocina porque sus manos se ponen ásperas, pero está compitiendo y no le importa nada de eso.

—Hablas demasiado cuando deberías cantar.

Se miran fijamente un momento, aguantando la risa por la forma infantil con la que compiten, y Chanyeol es el primero en romper la tensión, conectando los micrófonos al televisor plasma al tiempo que hace otro montón de conexiones con muchos cables que Baekhyun no termina de entender, parado a centímetros de él.

Tras conectar todo donde y como es debido, Chanyeol enciende el televisor para dirigirse a YouTube y Baekhyun se encarga de, con todo el descaro que habita dentro de él, arrebatar el control remoto de las manos de Chanyeol y escribir él la primera canción que el alto tendrá que utilizar.

—¡Baekhyun, no jodas! —Chanyeol lloriquea y con sus piernas de paréntesis se acomoda en el medio, inconforme con la canción que debe interpretar.

—Baile incluido —agrega Baekhyun en una exclamación cruel y plácidamente se sienta en el sofá para observar.

Aunque Chanyeol está completamente en contra de la canción que le tocó, suspira frustrado y toma el micrófono, continuando la canción que ya comenzó. No le lleva más de dos segundos acostumbrarse al ambiente y, con la mirada expectante de Baekhyun sobre él, se atreve a mostrarse sexi y provocador mientras hace una interpretación de baile y canto de Something, canción perteneciente a Girl’s Day. Baekhyun, desde la comodidad del sofá, ríe a carcajadas, dejando de respirar cuando Chanyeol mueve sus largas piernas chuecas como si fuesen de mujer, de una manera alborotada levanta una y pasa su mano por ella, mientras su voz suena ronca y poco seductora de acuerdo a la temática. Se pierde en algunas partes, pero brinda mucha diversión en Baekhyun, así que está conforme.

La canción finaliza y Chanyeol está cansado, así que del mismo modo que lo hizo con él, arrebata el control remoto de las manos de Baekhyun y busca la siguiente canción con letra y coreografía incluida, riendo hacia sí mismo cuando la encuentra y le indica a Baekhyun que puede girarse para mirar qué debe interpretar.

Baekhyun se gira y su mandíbula tiembla, amenazando a caerse en cualquier momento. El condenado de Chanyeol acaba de elegir Anaconda de Nicki Minaj y él recuerda a Kyungsoo diciéndole lo mismo todos los días: si un hombre te hace bailar alguna canción de Nicki Minaj, significa que quiere saber qué tan bien mueves el trasero.

Aprieta los dientes con fuerza y se cruza de brazos, pero la canción comienza y Baekhyun es una perra que ama ganar, así que no le molesta para nada tener que bailarle y cantarle Anaconda a Chanyeol, aun si su orgullo y dignidad se vienen abajo, él ganará cueste lo que cueste.

Con un tono desafinado por el esfuerzo de su voz para que ésta suene más grave al principio, Baekhyun comienza a cantar, mirando pícaro a la televisión y luego a Chanyeol para volver nuevamente al aparato eléctrico frente a él. Hace movimientos vergonzosos que hasta Chanyeol logra apenarse de ellos, pero en un momento determinado de la canción, Baekhyun se encarga de darse a sí mismo una apariencia más sensual y se arrodilla en el suelo con el micrófono en mano para pensárselo unos momentos antes de hacer los siguientes movimientos; decidido a ganar, levanta su trasero hacia arriba e imita a Nicki Minaj, moviéndose de arriba hacia abajo con ayuda de sus caderas, sorprendiendo a Chanyeol por eso. El micrófono golpea su mejilla y luego la acaricia, despacio y fuerte, turnándose la velocidad cada compás.

—Wow —el alto suspira y se cruza de piernas, riendo nervioso porque Baekhyun lo pone nervioso y en aquella posición, de cuatro cerca de él y usando el micrófono de esa manera…bueno…

Tras seguir el ritmo con su voz y su cuerpo más o menos a la par, intentando no desafinar demasiado y verse lo más provocador posible, Baekhyun se levanta del suelo, limpiando involuntariamente sus telas de una mugre inexistente, sólo por mera costumbre. Sus mejillas están sonrojadas por el calor y la vergüenza (sobre todo la vergüenza que se refleja a su alrededor) de haber hecho algo que jamás se creyó capaz de hacer frente a alguien, y la verdad es que no fue tan malo, se sintió realmente agradable moverse de una forma tan libre, con una mirada sobre él atenta a cada movimiento que emitía.

—¡Ah, qué vergüenza! ¡Te odio, Park Chanyeol! —Baekhyun se cubre el rostro para que no pueda ver la realidad de lo que acaba de hacer, aunque lo haya disfrutado, se siente demasiado tímido ahora mismo.

—Todavía te falta una parte —le recuerda Chanyeol con una risa casi escapándose de su garganta—. Perderás si no terminas la canción —agrega para echar más leña al fuego y Baekhyun resopla, preparándose mentalmente para el final.

Se quita las manos del rostro y mira la televisión, donde Nicki Minaj se acerca a Drake como si fuese una gatita un tanto psicópata que ríe de manera terrorífica en cierta parte, y Baekhyun toma aire antes de bajar nuevamente al suelo, golpear sus rodillas contra el mismo y girarse hacia Chanyeol, quien ahoga un grito de asombro al percibir las intenciones del más bajo.

Baekhyun se mueve como un gato con el micrófono todavía entre sus dedos, los labios cantando sobre éste pausadamente, modulando cada palabra que no entiende ni pronuncia bien y los ojos puestos únicamente en Chanyeol a cuerpo completo. Se encarga de levantar su trasero y poner su espalda firme, dándose a sí mismo un aspecto ardiente. Los ojos cada vez más abiertos de Chanyeol le indican que todo marcha bien.

Siguiendo el video tal cual se lo acuerda, Baekhyun se refriega contra Chanyeol, al igual que Nicki Minaj se refriega contra el cantante Drake; es bastante raro, pero Baekhyun se siente aún mejor haciendo todos esos movimientos cerca del más alto, le provoca un revoltijo en el estómago diferente a los demás.

Sin querer golpea el ojo de Chanyeol con su codo, pero nada grave como para interrumpir el baile erótico, así que continúa ellos, tan medianamente provocativos hasta que llega la parte del twerking en el cual debe agitar su trasero muy, muy, muy cerca de Chanyeol y no, claro que no, Baekhyun ya se humilló demasiado. Al dejar de cantar y menearse para observar el video de la televisión y simplemente intenta apartarse para rendirse porque ya es demasiado para él, demasiada humillación. Y lo peor debe ser pasar tanta vergüenza en un mismo día, frente a Chanyeol.

Alejándose un poco del alto y con la mirada entornada hacia abajo, Baekhyun se separa por completo y se posiciona frente al dueño de casa, frotando su brazo con timidez mientras piensa qué va a decir para seguir destruyendo su ego corrompido.

Antes de siquiera tomar una bocanada de aire para prepararse, unas manos toman su cintura y lo atraen hacia adelante con fuerza, de éste modo Baekhyun cae encima de Chanyeol y ¡mierda!; Chanyeol lo está besando, él se está dejando besar y ambos se están tocando.

No sabe muy bien por qué se deja besar con tanta facilidad por alguien como Chanyeol, alguien con quien se lleva más o menos bien, a quien apenas conoce, sólo por el lado de la música y las notas de la escuela. Pero se siente bien y eso es suficiente para cerrar sus ojos y seguir el ritmo de los movimientos con ayuda de películas románticas que suele ver con Tao y Kyungsoo, y que ahora vienen a su mente para aconsejarlo en cuanto a besos apasionados.

Chanyeol lo mueve con cuidado sobre el sofá y no deja de besarlo, aunque Baekhyun besa verdaderamente mal y sea un inexperto virgen de labios, no deja de hacerlo. Sólo separa la unión de labios para dirigirlos hacia un poco más abajo, de ese modo logra besar la comisura de sus labios, morder cuidadosamente el hueso de su mandíbula y absorber con fuerza la piel sensible de su cuello hasta dejar una marca rojiza. Se aleja, generando frío en el cuerpo de Baekhyun por su ausencia.

—Creo que los dos ganamos—murmura Chanyeol sobre su lóbulo antes de atacar nuevamente sus labios con mayor frenesí y brindarle el calor que desea.

 

 

-o-o-

 

Baekhyun abre sus ojos y se encuentra con la enorme sonrisa de Chanyeol, sonriéndole a él con sus ojos achinados y su nariz arrugada mientras ríe divertido al verlo tan fijamente.

—Baekkie, hasta que por fin despiertas.

Sin entender muy bien a qué se refiere, Baekhyun tantea su cabeza y golpea su mano contra el vidrio empañado de la ventana; parpadea reiteradas veces hasta que sus ojos se acostumbran a la luz y su vista ya no se nubla. Mira a su alrededor y se encuentra a sí mismo en el autobús, con la cabeza apoyada en el hombro de Chanyeol, el cual es muy cómodo y está en el lugar perfecto para que el más bajo no tenga que estirar su cuello para así acomodarse.

Se dispone a preguntar acerca de la casa de Chanyeol, la competencia de karaoke, el baile de Anaconda tan vergonzoso y humillante, los besos que Baekhyun sintió tan real pero en lugar de eso sacude su cabeza y se golpea la sien, intentando entender hasta que una conclusión bastante anormal se escapa de sus labios.

—Fue… ¿fue todo un sueño? —Chanyeol, a un lado de él, se rasca la cabeza y mira a Baekhyun como si una segunda cabeza hubiese brotado de su cuello. Pero Baekhyun tantea esa área y no hay una segunda cabeza, así que se golpea el rostro y piensa que es demasiado imbécil cuando recién se despierta

—¿De qué hablas?

—Oh, nada…—de algún modo se siente aliviado de que todo haya sido un estúpido sueño húmedo, ahora puede entenderlo por la mirada inocente de Chanyeol. Es decir, está muy aliviado y feliz de que sólo haya sido un sueño, uno que nunca desea haber tenido para la salud de su psicología, ni siquiera desea que ese sueño se haga real. Definitivamente Baekhyun no desea eso.

—Oh, no. Debo bajarme.

—Chanyeol, de casualidad, ¿puedo ir a tu casa?

—Sí, claro que puedes. Creo que mis padres se van, así que seremos sólo nosotros.

Aun así, hay una parte de Baekhyun anhelando ir al hogar de Chanyeol. Y sí, bien, también hay una parte de él anhelando que ese sueño se haga realidad.

 

 

-o-o-

 

ZiTao frunce su ceño y adopta una posición de enfado que consiste en cruzarse de brazos y doblar su rodilla mientras repiquetea su pie contra el suelo, como si estuviese esperando algo. Una explicación.

—Ustedes dos están saliendo —reafirma por quinta vez en la mañana, ésta vez molestando a Chanyeol y Baekhyun en el recreo, cuando todos los demás se fueron a disfrutar los escasos diez minutos que pasan exageradamente rápidos. Y ellos siguen ahí adentro, muriéndose de calor y Baekhyun teniendo que soportar a su amigo.

—No, Tao, no estamos saliendo —le recuerda Baekhyun, acariciando sus sienes para calmar el dolor de cabeza que suele ser Tao. Chanyeol a su lado hace una mueca de disgusto, pero es ignorado por su compañero de banco.

—¿Por qué se sientan juntos desde hace dos meses?

—Creamos un fuerte lazo que consiste en ayudarnos en las tareas así podemos terminar nuestros estudios aquí, irnos a una buena universidad y tener un futuro digno, todo gracias al esfuerzo mutuo —repite Baekhyun, sabiéndose el discurso de memoria ya que debe darlo todos los días que uno de sus amigos viene a preguntar acerca de Chanyeol y él.

Tao frunce sus ojos y se mantiene repiqueteando el suelo cada vez más rápido.

—¿Ustedes están saliendo? —interroga el chico hacia Baekhyun por sexta vez, con una voz potente que se hace escuchar y una presencia autoritaria que hace temblar hasta a su propia sombra. Chanyeol traga saliva y se estira el cuellito de la chomba, Baekhyun se encoge de hombros, indiferente.

—No.

—¿Seguro?

—Sí.

Sin apartar sus ojos de Baekhyun por unos segundos, Tao ahora mira hacia Chanyeol y procede a mirarlo fijamente.

—Baekhyun y tú están saliendo… ¿verdad?

Chanyeol abre su boca para decir algo, claramente negarlo como Baekhyun le indicó que hiciera cada vez que le preguntaban, pero éste último golpea sus manos contra la mesa, toma al alto del cuello y lo atrae hacia él para estampar un beso profundo y húmedo contra su boca, haciendo su mayor esfuerzo a la hora de separarse.

—Sí, joder, estamos saliendo desde hace dos meses —finalmente, Baekhyun admite frente a Tao la verdad acerca de los dos y el chico, primero, se enoja con su amigo por no decirle lo que realmente ocurría con ellos, pero comienza a sonreír tras pasada la cólera momentánea y se autoproclama el fan número uno de esa pareja.

—Están saliendo —se dice más hacia sí mismo y aplaude emocionado—. Son tan monos juntos, hacen una pareja tan bonita, ¡me encantan!

Baekhyun rueda sus ojos y Chanyeol sonríe satisfecho.

 

Fin.

Notas finales:

Lo sé, mis finales son terribles. :'D


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