La prueba de embarazo en la mochila del inodoro, el corazón en la mano y unas ansias que lo recorrían entero. Para colmo estaba sólo, ya que por una vez L decidió confiar en él y darle un poco de privacidad.
Bien sabía él que era mentira, era obvio que estaba siendo vigilado a través de las cámaras de la habitación.
Aún así, en el baño no había ninguna cámara así que se suponía que estaba realmente sólo.
Lo importante era que, físicamente al menos, estaba solo.
Y todo se debía a que había esperado la hora en la que todos los miembros del equipo de investigación almorzaban. Le había pedido a Ryuzaki si le permitía ir a hacer eso sólo y el detective no se había negado.
Se sentó en el suelo del baño y miró la prueba de embarazo que aun no mostraba el resultado. Light sabia cual sería el resultado, era más que obvio, aún así quiso hacer la prueba para asegurarse. Acarició su vientre con lentitud, de manera algo ausente y con una sonrisa algo melancólica.
El nunca fue como el resto de omegas a su alrededor, el nunca quizo estar unido a nadie y mucho menos tener hijos. Sus planes eran ser parte de la policía algún día, demostrarles a todos que un omega podia llegar a ser más que un simple procreador.
Talves sus planes se verían arruinados, la universidad talves debería esperar y ser "madre" tan joven sería un poco más complicado. Por que apenas había cumplido 18 y ahora que lo pensaba... ¿Cuantos años tendría L?
Miró la prueba al escuchar un leve sonido, al parecer ya había terminado. La tomó y la miro. A pesar de saber como terminaría todo de antemano, el resultado de la prueba de embarazo le cayó como una piedra en el estómago.
Bajo las escaleras ausente y de esa manera llegó al comedor donde todos almorzaban. Ryuzaki estaba con ellos, talves esperándolo a él porque no estaba comiendo nada.
- Hijo, ¿sucede algo?- Light lo miró y negó con la cabeza intentando sonreír, cosa que logro- te noto extraño.
- Sólo estoy cansado, ya sabes.
El ex jefe de policía no pregunto nada mas, sabía que su hijo estaba evadiendo el tema. Soichiro no sabía nada acerca de la unión de L y Light, el adolescente esperaba el momento oportuno para decírselo.
- Es bueno saber que estas bien, Light-kun.
- Gracias, Matsuda.
Se sentó al lado de L por costumbre y sin pensarlo siquiera, el alfa lo notó pero no dijo nada. El de ojos oscuros tomó la mano de Light por debajo de la mesa, pudo deducir por su gesto al entrar en el comedor el resultado de la prueba y creyó que el omega querría algo de apoyo, aunque el alfa no entendiera mucho de sociabilización.
- ¿Estas seguro que todo esta bien?
Light asintió despacio, agarrando con más fuerza la mano de Ryuzaki. Todo iba a estar bien mientras esa mano siguiese entrelazada con la suya.
- Light y yo ya no estaremos encadenados, aún así deberá quedarse en las instalaciones para que pueda vigilarlo Señor Yagami.
- Claro, Ryuzaki- el gesto de Soichiro mostraba cierta aflicción y tristeza, era obvio que no era feliz con la idea de que su hijo fuera un sospechoso.
- Misa Amane también seguirá bajo investigación y se quedara en las instalaciones.
- ¿Eso quiere decir que aún sospechas de nosotros?- el tono dolido en la voz de Light sorprendió a todos, incluyendo a Ryuzaki- aún mueren criminales y he estado encadenado a ti las 24 horas del día, si yo fuera Kira ya lo sabrías.
Ryuzaki no dijo nada, ignorando al omega y continuando con lo suyo. Eso le hizo dar cuenta al castaño de que si seguía sospechando de ellos, a pesar de que seguían muriendo criminales y estaban cada vez más cerca de averiguar su identidad.
- ¿¡A pesar de lo que paso y pasa sigues sospechando de mi!?
Ok, eso Ryuzaki no se lo esperaba. Light estaba actuando movido por sus emociones y eso era muy raro de ver.
- Si, Light... Nada ha cambiado, sigues siendo mi principal sospechoso de ser Kira- probaría hasta donde podía llegar esta faceta de Light, era mucho más real y humano de esa forma.
- ¡Pues te vas al carajo! ¡Puedes irte a joder con Kira, capaz lo dejes embarazado igual que a mi!
Entre los gritos, Light se había acercado a la puerta y la había abierto, todos lo miraban bastante asombrados. Misa entró en la habitación justo en ese momento aprovechando el pequeño espacio que el omega había dejado.
- Tu estas...- la rubia no cabía en si de la noticia, ni siquiera podía mirar al castaño a los ojos- ¿embarazado? ¿Eres un omega?
Y Light cayó en cuenta de su error en cuanto escuchó a la rubia decir eso, quiso golpearse por su imprudencia. En cambio agarro a Misa del brazo y la sacó afuera.
- Me voy con Misa, diviértete mirándonos por la cámara.
Ese fue un desafío, un obvio desafío a su alfa. Ryuzaki cerró los ojos al escuchar el portazo que Light le dio a la puerta. Se las iba a hacer pagar, oh claro que lo iba a hacer.
- ¿Como es eso de que has embarazado a Light, Ryuzaki?
Pero primero lo primero, alargar aunque sea unas horas su tiempo de vida.
Explicarle todo lo ocurrido, obvio que sin lujo de detalles a Soichiro había sido incómodo y hasta terrorífico. Había temido por su vida en algunos momentos de la conversación.
Por suerte aún estaba vivo, aunque no sabía cuanto le iba a durar. Esperaba llegar a conocer a su hijo, con eso él ya sería feliz.
Sabía muy bien por lo que estaba pasando Light, el tampoco se imaginaba siendo padre y mucho menos estar unido un omega como Yagami: frío, calculador, serio, rebelde e independiente llegando al punto de ser solitario.
El sabe que tampoco es normal, pero al menos cumplía con los parámetros establecidos socialmente para un alfa. El único aspecto en que podía llegar a no cumplir, era lo físico. Y en ese sentido, Light también cumplía los parámetros.
Se sentó en la cama y se le hizo extraño no sentir a Light, así que encendió la computadora para entretenerse por un rato con algunos archivos del caso. O al menos lo intento, hasta que recordó que su omega debía visitar a un doctor para saber el estado de su hijo.
Se levantó dispuesto a decírselo a Light cuando este apareció por la puerta de la habitación en pijama y bostezando sin hacer mucho ruido.
- ¿Light?
- No, soy el hada de los dientes... ¿Tienes algún diente caído para mi? Con los dulces que comes, supongo que si- el adolescente se río despacio, no quería hacer mucho ruido.
- De ser un asesino de masas, a ser el hada de los dientes... ¡Que gran cambio!- su tono de voz monótono hizo que Light se pudiera serio y su gesto comenzaba dar miedo.
- Ryuzaki, no soy Kira.
El detective lo ignoró, no era el momento para ponerse a discutir.
- Iba a ir a buscarte, Light-kun- cambio brusco de tema. Yagami lo notó pero, usando su acostumbrada falsedad en cuanto a relacionarse con los otros, no dijo nada al respecto.
- ¿Para?
- Siendo que ahora estas embarazado, creó que sería conveniente que visites a un medico.
- Si, también lo había pensado...- era obvio que Light ni lo había pensado, apenas y se reponía del shock inicial de la noticia- pero no puedo salir de aquí, según tu.
- Ya arreglaré eso con Watari, no es algo por lo que debas preocuparte.
Ambos se miraron y luego miraron la cama, el omega por el cansancio y el alfa sólo por no mirar al otro a los ojos.
- ¿A qué viniste, Light?
- No podía dormir, supongo que extrañaba tu cama- término de decirlo y se río quedo, casi sin producir ningún sonido.
Ryuzaki se acercó a él, lo agarro del rostro y le dio un beso rápido, casi fugaz. Light lo miró sorprendido por el contacto, y aún más sorprendido de que el detective se alejara sin decirle nada.
Camino un poco hasta esta cerca de L, lo agarro del brazo, lo dio vuelta hasta que sus rostros quedaron enfrentados y lo volvió a besar pero con mucha más desesperación. Ambas lenguas se encontraron, comenzando una danza sensual entre ellas.
Light abrazo a Ryuzaki por la nuca y este lo abrazo por la cintura, entre el beso el detective bajo las manos hacia el trasero del universitario haciendo algo de fuerza para que se levantara y enrollará sus piernas alrededor de su cadera, lo cual el adolescente hizo sin protestar.
Light se separó del beso para gemir cuando sintió como sus miembros se rozaban por sobre la ropa, aún así no se separó demasiado sino que gimió en el oído del otro. Y eso fue música para los oídos de Ryuzaki, que a pesar de no poder pensar en nada más que en poseer a su omega con pasión pudo llegar a una conclusión acerca de lo que sentía por él.
Pasión, un deseo desenfrenado y el instinto de controlar ese cuerpo a su voluntad hasta despedazar esa parte de Light que era o había sido Kira, hasta que sólo quedará el humano que sabía que era debajo de esa máscara de perfección.
Lo acostó en la cama con delicadeza, besándolo el cuello y acariciando con su lengua la marca de la mordida que los unía de por vida, o al menos hasta que uno de los muriera.
- Hasta que la muerte nos separe...- Ryuzaki le dijo a Light al oído, gimiendo al sentir la mano del otro adentro de su pantalón y ropa interior acariciando su miembro con lentitud y delicadeza- ¿no, Light?
El aludido no contestó, no sentía que fuera lo correcto hacerlo. Porque si él fue Kira... No, en definitiva no quería pensar en esa posibilidad. El quería una vida con su hijo/a y Ryuzaki, ser una familia.