Luego de la noche movida que ambos tuvieron, Light tuvo una madrugada horrenda: pensamientos oscuros y pesadillas. Agradecía no hacer ruido cuando soñaba feo, porque si no... Tener que lidiar con Ryuzaki en un momento así, hubiese sido difícil y hasta incómodo.
No era la primera vez que le pasaba durante ese tiempo y más durante ese último mes, pero esa noche parecía ser peor. Al parecer el confirmar que realmente estaba embarazado le había golpeado algo duro. Gran parte de las pesadillas tenían sangre, muertos, a L muerto y a dos niños que lloraban.
Para su suerte, sus pesadillas no duraban más que segundos y al despertar no hacia más ruido que un suspiro silencioso al ver que el detective estaba a su lado. Además, Ryuzaki esa noche había decido dormir sus típicas tres horas y no notaba sus continuos despertares.
En la pesadilla que tuvo por ultimo, la más larga e intensa, él soñaba que estaba sentado en una especie de trono y todo el mundo lo adoraba como un Dios, a su lado parado había un shinigami realmente espantoso que no hacia más que reírse. Y de golpe la escena cambiaba, estaba un cementerio y frente a él había dos tumbas. Una era la de Ryuzaki y en la otra aparecían dos inscripciones, al parecer eran sus hijos.
Ante eso sólo podía llorar, sus gritos no se oían y parecía que nadie se daba cuenta de la situación angustiante por la que estaba pasando.
Miró al suelo al sentir como si sus pies estuviesen en un charco de agua, lo que descubrió le hizo dar asco. Bajo sus pies había un gran charco de sangre, esta comenzaba el recorrido en sus manos y caía al suelo.
- ¡Eres un asesino corriente! ¡Y nada más que eso! ¡Te he atrapado, Kira!
Era una voz que desconocía, pero aún así le causaba cierto desagrado el escucharla.
- Sólo conocerás el miedo dolor que experimenta alguien que...
-¡Light! ¡Light!- escuchaba la voz de Ryuzaki llamarlo. Estaba gritando por lo que había despertado a su compañero.
Light se despertó con un grito y sentándose de golpe en la cama con una mano en el vientre, lloraba y no podía parar.
- ¿Light?- L se preocupó al ver en ese estado a Light, el cual sólo lo miró sin sacar la mano de su vientre.
- Yo no soy Kira, no lo soy...- Miro aún llorando a L, diciéndole todo en susurros- no he matado a nadie.
No le respondió, sólo acerco la mano al vientre del castaño y la apoyo sobre la de él. Ambas manos estaban sobre el vientre del omega, donde su hijo o hija crecía día a día y hora a hora desde hace cuatro semanas.
L sonrió sin que el otro lo notara al ver que Light dejaba de llorar y miraba sus manos unidas.
- Creó que será mejor que intentes volver a dormir...-el detective aconsejó al universitario con su típico tono monótono, Light sólo asintió en respuesta y se acostó en la cama dándole la espalda a L.
Este al verlo lo tomó del brazo y lo arrastró hacia él. Se acostó con la espalda sobre la cama, acomodo a Light para que apoyara la cabeza en su pecho y pasó su brazo por debajo de la nuca del castaño.
- Gracias, Ryuzaki.
- Duerme, Light-kun.
El resto de la noche durmió sin tener ninguna pesadilla y con Ryuzaki vigilando su sueño ya que la pose en la que estaban no permitía al detective dormir.
La investigación había avanzado bastante esas semanas que habían transcurrido luego de el celo de Light y el equipo de investigación parecía estar cada vez más cerca de descubrir la identidad de Kira y por lo tanto su forma de matar. Ya sabían acerca de las llamadas "reuniones de la muerte" que organizaban los empresarios del grupo Yotsuba gracias a Matsuda, pero aún faltaba investigar.
Soichiro se acercó a su hijo, el cual estaba leyendo unos informes acerca de los que integraban esas reuniones sentado en uno de los sillones.
- Hola hijo ¿que tal te encuentras?
Light levantó la vista de los documentos y miró a su padre.
- Me encuentro bien papá, gracias.
- ¿Y el embarazo?
Light se sonrojo al escucharlo, pero no desvío la mirada. Iba a contestar cuando Ryuzaki lo interrumpió y contestó por él.
- Hoy a la tarde vendrá un médico a ver a Light y sabremos como transcurre el embarazo por ahora, no se preocupe Señor Yagami.
- Muchas gracias, Ryuzaki- Soichiro había dirigido su vista al detective, que se encontraba sentado en su típica pose en su sitio de la mesa donde estaban las computadoras y con la vista puesta en la pantalla de su ordenador.
- Te mantendré informado papá, tranquilo.
- Le he contado a tu madre y tu hermana se entero al escucharnos, así que te agradeceríamos que nos mantuvieras al tanto.
Light asintió, el tono de su padre le mostraba que su madre se había mostrado sorprendida por la noticia pero lo había aceptado. Con dos hijos omega, sabía que tarde o temprano pasaría. Lástima que fue más temprano que tarde con él, pero aún le quedaba esperar que Sayu fuera más consiente con respecto a estos temas.
Su padre tomó de las manos de su hijo los documentos, llevándoselos para leerlos. Light lo miró con una ceja alzada y Matsuda se río, Aizawa negó ante la escena y la falta de responsabilidad de esa banda de lunáticos.
Daba igual, Light no podía dejar de pensar en los dos niños de sus pesadillas de esa madrugada. Talvés, su intuición de "madre" estaba haciendo de las suyas.
Bueno, dentro de un rato lo sabría.
Ya era de tarde y el sol comenzaba a ocultarse por el horizonte... O al menos eso podía ver Light desde el gran ventanal de la habitación donde estaban ahora él solo, porque el detective estaba con Watari arreglando algunas cosas con respecto a la llegada del médico -como no mostrar su rostro y esas cosas, se imaginaba Light-.
Estaba nervioso, realmente nervioso. El detective no parecía estar en mejores condiciones que él a pesar de ni siquiera estar en la misma habitación por estar ocupado en otras cosas.
La habitación estaba llena de algunos instrumentos médicos típicos de un consultorio de obstetricia, el doctor había entrado al edificio por lo que Watari le notifico, pero aún no llegaba a la habitación. No tardaría demasiado en llegar de cualquier modo.
- Buenas tardes...- Light se paro y se acercó a la mujer que había entrado a la habitación, no parecía pasar de los 30 años- soy la Doctora Maki Tadarashi, un gusto.
- Light Yagami...- asintió sonriendo, iba a continuar hablando cuando Ryuzaki entró a la habitación visiblemente agitado- ¿estas bien?
No quiso decir nombres, por si acaso. Y ahora que lo pensaba, si esa mujer fuese Kira él ya estaría muerto... Maldito Ryuzaki, sólo pensando en él mismo. A su imaginación llegó la imagen de él golpeando a Ryuzaki con un bate de baseball mandándolo a volar... Ah pero que bonito.
Pero bueno, volvamos a la realidad.
El detective asintió ante la pregunta del omega y ambos miraron a la doctora cuando esta los llamó.
- Bien, les haré primero unas preguntas y luego te haré un ultrasonido y una ecografía para ver como va todo ¿correcto?- dijo mirando a Light, el cual sólo asintió sin muchas ganas- muy bien.
Ambos genios se miraron mientras la doctora se sentaba en un sillón enfrente al que anteriormente había usado el omega, luego se sentaron - obviamente que L se sentó como suele hacerlo-.
- Comencemos... ¿Cuando ocurrió su último encuentro sexual?
- Hace un mes- la voz monótona de L al decir eso hizo que Light se sonrojara tenuemente, la doctora sonrió de medio lado al notarlo.
- ¿Cuando te enteraste que estas embarazado?- Light miró a la doctora, su máscara de falsedad le permitió dejar atrás los nervios para poder contestar.
- Ayer.
- Bien, entonces hagamos el ultrasonido...-la mujer se dirigió hacia una camilla que había en la habitación, donde la máquina de ultrasonido y la de ecografías estaban- ven aquí, querido.
Y obediente el castaño fue, con el de cabellos negros siguiéndolo. Estaba nervioso y ansioso, quería saber si su intuición estaba acertada. Se acostó en la camilla mientras veía como la mujer prendía la máquina, sacando conclusiones de lo que sucedía.
Al parecer la mujer había sido informada de la situación, de la distribución del espacio y de los demás pormenores. Se podía notar al ver como se manejaba por esa habitación.
- ¿Nervioso?- la mujer, de cabello rojizo claro y ojos verdes también claros, sonrió mirando al adolescente que solo la miró sin decir nada ni oral ni gestualmente- tranquilo, es algo bastante rápido.
- Light.
- ¿Si?- Ryuzaki estaba a un costado suyo, visiblemente curioso acerca de lo que pasaría a continuación.
- Nada.
Cerró los ojos, su gesto facial denotaba hartazgo. ¿Que tenía ese detective friki y obsesivo con los dulces con hacerlo enojar?
De repente en la habitación se escuchó un sonido, parecía el galopar desenfrenado de un caballo. Light abrió los ojos al oírlo y apoyo los codos en la cama para poder levantarse sin hacerlo del todo.
-¿Ese es...?
El sonido comenzó a escucharse como si estuviese repitiéndose al mismo tiempo, como cuando pones la misma canción en dos dispositivos distintos y estas estuviesen en perfecta sincronía.
- Bueno, miren que sorpresa...- vieron como la mujer sonreía, ambos se miraron- al parecer son dos bebés, de cualquier manera haremos una ecografía para confirmar ¿si?
- Esta bien- contesto Light al ver el estado de shock en que se había sumido Ryuzaki, sonrió ante esa visión.
La doctora encendió la maquina para hacer las ecografías, le puso el gel a Light y procedió a realizarla.
- En definitiva son dos bebés, mas adelante podremos saber si son gemelos o mellizos...
- ¿Como sabe que son dos?- El tono de Ryuzaki, igual de monótono que siempre, daba a relucir una emoción: sorpresa. El detective se había corrido hacia el cabezal de la camilla y apoyado las manos sobre los hombros levantados de Light buscando algo de apoyo para no caer al piso, el omega lo notó al sentir como el alfa temblaba.
- Bueno, aquí pueden verse los corazones de sus bebés, más adelante podremos ver el cuerpo de ambos y saber sus sexos.
Ok, tendría dos hijos de una sola vez... Light sonrió al escuchar como Ryuzaki caía al suelo. Watari apareció en la habitación para acompañar a la doctora afuera de las instalaciones una vez que ella y Light se habían saludado, prometiendo volver a buscar a L para llevarlo a la habitación. El adolescente le agradeció, sentándose en el suelo para agarrar la cabeza de Ryuzaki para apoyarla en sus piernas y revisar que no se hubiese echo nada. No fuera cosa que el detective, por torpe, le simplificara el trabajo a Kira.
Se río bajo por su propia idea, L se despertó justo en ese momento llegando a ver como el adolescente se reía de él.
- ¿Qué es tan gracioso Light-kun?
- Nada, Ryuzaki-san.
- Si quieres tratarme de viejo, pues te va a ir mal.
La risa silenciosa se transformó en una carcajada, a pesar de que el tono serio del otro no diera pie a la risa. Ryuzaki nada más sonrió.
- Tendremos dos niños- comenzó a acariciar con delicadeza el cabello de Ryuzaki sin darse cuenta, el pelinegro cerro los ojos al sentirlo.
- O dos niñas, o un niño y una niña.
Ambos sonrieron, Ryuzaki se levantó hasta quedar a la misma altura y beso a Light en los labios.
- ¿Aun crees que soy Kira?
- Sabes la respuesta, Light.
- Si, lo se.
- Lo peor es que a pesar de saber de que fuiste o eres Kira...- hizo una pausa dramática, Light sólo lo miraba- me comencé a enamorar de ti, Light Yagami.
- No soy Kira...
- Hasta que no se pruebe lo contrario, tú eres mi principal...
- También te amo, Ryuzaki- le corto Light, no queria tener que escucharlo volver a decir eso.