Near era un chico inteligente, pero eso no sorprendió a Light en lo más mínimo. Lo que si le sorprendió fue la actitud pasiva del chico ante las bromas pesadas que Mello le hacia casi todo el tiempo.
Un día, ya habiendo pasado un mes y medio de su llegada a Wammy's House, decidió intervenir al ver como Mello pasaba por la mesa donde estaban sentados en el comedor y tiro unas hojas que Near leía.
- Si yo fuera tú, le hubiese pateado el trasero y mandado a volar.
El albino miró al castaño llegando a la conclusión de que su relación con L debía ser caótica y que de seguro había iniciado de forma violenta, de seguro sin haber un acuerdo entre ambas partes. No estaba muy lejos de la realidad, a decir verdad. Aun así no preguntó, talvés se lo preguntaría luego al detective.
- Pero no lo haces porque es él, ¿verdad?
Desvió la vista al juguete que tenía entre sus manos al escucharlo, ignorándolo y, sin quererlo dándole la razón. El omega mayor era bueno, quizás sería un mejor sucesor de L que cualquiera de ellos. Y con ellos, también incluía a Matt.
Aunque, talvés sería mejor dejar eso al destino y a su mentor. No eran decisiones que él tuviese que tomar.
- Near, ¿te gusta Mello?- directo al grano, poco común en Light y el omega albino lo notó.
- No lo se.
Y era sincero, no sabía que sentía respecto a Mello. Los sentimientos no eran su área de confort laboral, así que casi nunca se planteaba acerca de ellos ni tampoco los dejaba salir a la superficie. Eran una molestia y como tal debían ser tratados.
- Deberías pensar en ello...- Light se paró de la silla con un poco de fuerza, su vientre ya comenzaba a molestarle, cinco meses de embarazo, y de gemelos, no venían solos- Al menos antes de que cometas una locura, como yo.
Y se fue del comedor pensando en buscar a Elle, tenía que hablar con él.
Elle estaba trabajando en nuevo caso, algo realmente sencillo. Se preguntaba si las fuerzas policiales eran de verdad tan incompetentes como para tener que contratar un detective externo a ellos para resolver un caso tan simple.
- Creó que a Near le gusta Mello, y viceversa.
Miró al castaño entrar por la puerta, cerrarla y decir semejante premisa. Sonrió tiernamente al oírlo y envió el mail con la resolución del caso.
- Supongo, no lo había pensado.
- Es que tu sabes...-hizo una pausa, se acarició el vientre y prosiguió con lo que decía- Te molesto porque me gustas, te soportó porque te quiero.
- Wow, aparte de brillante eres todo un poeta- Light le sacó la lengua y se acostó en la que era su cama, Elle se rió.
Al acostarse comenzó a pensar. Lo suyo había sido por demás apresurado, era cierto que el ya estaba enamorado del detective antes del sorpresivo celo. Pero... Aún no sabía que había sentido Elle en aquel momento.
- ¿Tu y yo nos queremos, no es así?
- Si, es así- respondió el detective con su seriedad habitual.
- ¿Entonces somos pareja, verdad?
- Te marque aquella vez, así que si...- se acercó a la cama de Light y se sentó donde el castaño había apoyado su cabeza obligándolo a apoyarla sobre sus piernas- lo somos.
- Entonces, ya que somos pareja y eso significa que confías en mi...- se sentó en la cama, teniendo cuidado de no hacerse daño; L asintió mirando a Light- ¿por qué no me dejaste ver la Death Note?
- ¿Aún continuas con eso?
- Si, continuó porque no lo comprendo.
- Lo hice por tu bien y por el de los niños ¿bien?
El tono que L usó para hablar sorprendió a Light, que sólo agachó la cabeza y cerró los ojos. Se oía enojado y hastiado de la insistencia del omega, pero en realidad estaba asustado. No quería que Light volviese a ser Kira, él no lo permitiría.
- ¿No crees que deberíamos pensar nombres para los bebés?
Light miró al de cabellos negros y entrecerró los ojos pero prefirió seguirle la corriente, ya vería él la forma de averiguar porque no lo había dejado ver esa libreta. Dentro de si sentía que debía hablar con Misa, como si ella tuviese algo que ver.
Lo haría luego, cuando regresaran a Japón. Por ahora se concentraría en lo que estaba pasando, se acostó de nueva cuenta sobre las piernas de Elle.
- No he pensado en eso, a decir verdad...- Light le contestó a Elle al sentir como este le acariciaba el cabello- y no se me ocurre ninguno, aunque no se si usaran tu apellido o el mío.
- Soy su padre, obviamente llevaran el mío- Light lo miró serio y sorprendido.
- Ni siquiera se tu apellido...
- Bueno, ya que el caso Kira terminó y tu resultaste no ser Kira...- o no volviste a serlo, pensó L para sus adentros- creó que puedo confiarte ese pequeño secreto.
- Bueno, dímelo.
La curiosidad lo carcomía, sin duda alguna. Además, ese sentimiento de estar ganando una jugada lo hacia feliz sin comprenderlo muy bien.
- Es Lawliet, ese es mi apellido.
- Ves...- Dijo Light entre risas bajas y picándole con un dedo la mejilla al alfa- aún sigues vivo.
Y le sacó la lengua. Con esa información, podía ponerse a pensar nombres para sus hijos. Aunque, talvés... No, sería mejor que él los pensara.
Mello se encontraba refunfuñando en su habitación, odiaba siempre terminar de segundo en todo. Ese día habían tenido un examen, su puntuación había sido casi perfecta. Y decía casi, porque otra persona había sacado la calificación perfecta.
Y odiaba a esa persona: Near, o más bien Nate.
Esa pelusa con patas era odiosa, pero él sabía que no podría seguir si no era porque esa pelusa molesta estaba ahí para incitarlo a superarse cada día un poco más.
Y es que, a pesar de que Mello diga que odia a Near... Bueno, en realidad era todo lo contrario.
Nate era la debilidad de Mihael, y eso se incremento luego de que el omega alcanzara la pubertad y por lo tanto su primer celo. Era obvio que él no estuvo ahí, pero el intenso olor a chocolate blanco lo había dejado con una obsesión tal que las bromas hacia el albino se habían vuelto mucho más pesadas.
De cualquier manera, jamás se lo diría. Apenas se fuera de ese lugar del demonio, se olvidaría de Near y haría su vida. Estaba seguro de ello, o al menos estaba decido a que las cosas fueran así.
Se acostó en la cama, su cabello rubio se esparció por la almohada y su flequillo se inclinó hacia un lado tapándole un ojo. Suspiro con fuerza, realmente estaba cansado de sus sentimientos encontrados por Near.
Sintió la puerta abrirse, Matt entro al cuarto que compartían en el orfanato. A pesar de lo que todos pensaban, ellos sólo eran buenos amigos. Más allá de eso, aunque el pelirrojo fuese un omega y no hubiese indiferencia por ninguno de los dos lados... No existía de verás el sentimiento de atracción.
Además, el pelirrojo era idéntico a él en cuanto a personalidad. Así que de más esta decir, que lo suyo no era muy viable que digamos.
- Oye rubia, ¿pensando en Near?
En definitiva, él y el perro no podrían estar juntos nunca.
- Cállate, perro.