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Automatic por sope

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Notas del fanfic:

Este es un fic por el aniversario del nacimiento de mi amiga y seme kuin del harem Lanny

Espero que lo disfrutes bb♥ gracias por tanto amor siempre♥

Notas del capitulo:

Miles de agradecimientos a Annie_Park que me beteo ;;
gracias bb, no lo habría subido hoy sin tu ayuda ♥




My senses move at the smallest body movements

It just comes so natural It just comes Automatic

I’ve waited for these fantasies every day

My heart is breathing toward you

The momentarily scattering sounds reach you

Telling you all the truths about my love





—Chanyeol, ¿por qué no quieres ir conmigo a la fiesta? —su cara haciendo un puchero en, lo que Baekhyun creía que era, un intento patético. Pero para Chanyeol nada de lo que hiciera era patético, su pecho cosquilleo incómodo ante la tierna (y de algún modo enfermiza) sensual mueca del bajito. Su garganta se secó haciendo que su voz saliera ronca.

 

—Y-yo...cof, cof...yo tengo que entregar un trabajo de biología el lunes..

 

—Vamos, Chanyeol-ah, te ayudaré a hacer tu trabajo si me acompañas —dijo en un tono cantarín al tiempo que trataba de pellizcarle la barriga.

 

—AYYY, YA, SUELTAM.. ¡NO! ¡NO, BAEKHYUN, BASTA! JAJAJA —pero sus súplicas sólo hicieron reír a Baekhyun con ganas, al tiempo que él se ponía sobre un Chanyeol que se retorcía ante su toque, todo lo que el pequeño sillón azul de la sala de su casa les permitía.

 

—Sólo me alejaré si prometes acompañarme a la fiesta.

 

Chanyeol no quería que se alejara, y mucho menos quería ir con Baekhyun a esa fiesta.  No quería quedar deslumbrado con su belleza nocturna. En realidad sí, pero quería a Baekhyun así sólo para él, para disfrutar sacando cada prenda de su cuerpo hasta que lo único que cubriera su blanca piel fuera el eye-liner negro. Ese que convierte sus ojos de cachorro en una mirada gatuna, sexy e intimidante a la vez, que lo hacía lucir irreal. Como una aparición demasiado sagrada como para atreverse a tocarla.

 

Chanyeol tiene grabado en sus retinas la imagen de cuando Baekhyun usó por primera vez eye-liner. Tenían catorce años y estaban en la casa de Chanyeol jugando videojuegos, justo como hoy. Y como siempre sucede, Baekhyun se cansó de perder contra el alto y se fue a jugar con su hermana mientras Chanyeol trataba de pasar el último nivel como un desquiciado.

 

—Ta Dá.

 

No sabe si se hubiera dado cuenta de su enamoramiento por el bajito de no ser por ese maldito maquillaje, pero lo cierto es que en el momento en que lo vio delante de él  con su rostro todo colorado y una tímida sonrisa en los labios siendo zarandeado por su hermana, su cuerpo comenzó a hormiguearle de manera extraña.

 

—¡Waaa! A qué se ve hermoso, ¿verdad, Chan-ie? Soy una genio, una maldita genio mada fakahh.

 

Chanyeol no pudo responder, apenas y pudo cerrar la boca a tiempo antes de que la saliva comenzara a escurrírsele por la barbilla.

 

—Yah, ¡Park Chanyeol! ¿No vas a decir nada acerca de la obra de arte que hizo tu hermana?

 

—No lo hiciste tú —suspiró—, es simplemente Baekhyun.

 

Lo dijo sin pensar, de manera automática, pero la verdad detrás de sus palabras lo golpeó como una roca en el estómago: "Es sólo Baekhyun y eso es más que suficiente, es sólo Baekhyun y por eso es absolutamente hermoso a mis ojos”.

 

Pero al poco tiempo me di cuenta de que yo no era el único que encontraba hermoso a mi mejor amigo, cientos miles de millones de ojos volteaban a verlo cada vez que pasaba caminando. Él no lo notaba, pero incluso el profesor Cho lo deseaba. Por eso todas las clases lo obligaba a borrar el pizarrón,  para disfrutar la vista de la preciosa piel de su cintura brillar con el sol de la mañana, cada vez que se estiraba para borrar lo que los profesores altos escribían al inicio del pizarrón. Y ver su redondo trasero y sus firmes muslos cada vez que daba saltitos porque, aún estirandose y en puntas de pie, no llegaba a borrar la cima del pizarrón.

 

—Tierra a Chanyeol —Baekhyun lo llamaba chasqueando sus dedos delante de su cara—. Chanyeol, si no me acompañas, mis padres no me van a dejar ir.

 

—Está bien, iré…



- - - - - - - -



Como era evidente que pasaría, Baekhyun estaba deslumbrante con su maldito eye-liner y su chaqueta negra de cuero. Fue nada más entrar al local que el noviecito de Baek ya se lo llevaba al centro de la pista a manosearlo toda la noche, y Chanyeol no estaba dispuesto a ver eso sin alcohol en sangre.  Así que se dirigió directo a la barra, haciendo su mayor esfuerzo para no voltear hacia el cuerpo en la pista que lo hacía danzar en su búsqueda como si Chanyeol fuera una cobra y él un encantador de serpientes.

 

Uno...

 

...Dos...

 

...Tres...

 

...Quinientos...

 

El cuello le iba a doler toda la semana si seguía así. Debía concentrarse en alguna linda chica y olvidarse de Baekhyun. Como en aquella chica de vestido ajustado, pecho plano y evidente interés en su persona. En definitiva si su amigo lo dejaba tirado, él estaba en todo su derecho de divertirse con otra.

 

A pesar de su nula habilidad para bailar, dejó que la chica NN (no escuchó su nombre y tampoco le interesa saberlo) lo guiára hacia la pista de baile. El alcohol lo ayudó a bambolearse sin ton ni son mientras la chica se esforzaba para encontrarle un ritmo a sus movimientos de manera que sus cuerpos puedan refregarse entre sí. A Chanyeol le valía madre la desesperación de Nina Tabla, la verdad es que le hacía mucha gracia.

 

Por primera vez en la noche estaba pasándola realmente bien y, entonces, apareció Baekhyun de la nada bailando al lado suyo. Se había quitado la chaqueta y su remera blanca era tan escotada que se escurría por uno de sus hombros permitiendo ver el recorrido que hacían las gotas de sudor a lo largo de su blanca piel.  Maldición, estaba caliente. Tanto como el maldito infeliz que aprovechaba cada compás para pegar su hombría al redondo trasero de Su Baekhyun.

 

Tomó a su pobre y descoordinada pareja y la pegó a su cuerpo marcando el ritmo de los movimientos. La chica daba grititos de júbilo y trataba de hacer contacto visual con Chanyeol, pero toda la atención del chico estaba puesta en Baekhyun. En cómo se dejaba llevar por la música con los ojos cerrados y su boca entreabierta, mordiendo ocasionalmente sus carnosos labios. Entonces abrió los ojos y lo miró a él, directamente a sus ojos. Y Chanyeol se sintió como el más pervertido de todos los personajes pervertidos de animes. Se sintió en evidencia, pero aún así no pudo romper el contacto visual. Casi era mejor estar tocando otro cuerpo si podía disfrutar de esas expresiones orgásmicas que el idiota detrás de él no podía ver.

 

Casi, porque el listillo arruinó el momento haciendo fuertes movimientos pélvicos que transformaron la sensual expresión de goce en el rostro del bajito, en una mueca de incomodidad. Baekhyun quería largarse lejos de ese desperdicio de noviecito, y Chanyeol como buen mejor amigo estaba ahí para ayudarlo. Quitó a Nina de encima y prácticamente saltó encima del desgraciado… lo hubiera golpeado, pero Baekhyun se puso en el medio así que el más alto lo tomó del brazo y lo sacó a rastras del club.



- - - - - - - -



«Pov Baekhyun»

 

«No fue premeditado, simplemente fluí con el correr de los días tratando de mimetizarme con las máquinas que son manipuladas por él a diario sin sentir nada al respecto. Traté de conformarme con lo poco que Chanyeol podía darme, riendo en automático cada vez que la situación se volviera peligrosa para mis frágiles sentimientos.

 

Sé que él no tenía la culpa. Sé que no lo hacía adrede, sus manos sutilmente tomándome de la cintura, sus brazos rozando los míos, sus ásperas manos acariciando mis mejillas, los apretones juguetones en las rodillas y demás sólo eran su manera de demostrar su amistad. Sé que no es su culpa el desconocer que lo amo en secreto. Y es estúpido, pero la verdad es que lo odio un poco por eso. A veces pasan días enteros en los que estoy harto, harto de sentirme un estúpido, harto de tener a Chanyeol al alcance de mis manos y no poder tenerlo como nada más que un amigo.

 

Y entonces Chanyeol aparece y empieza a perseguirme por todos lados haciendo puchero, me abraza por la espalda y jura no soltarme jamás hasta que le diga qué es lo que él hizo mal.

 

En  esos días es cuando más amo a Chanyeol.

 

Cuando siento mi determinación irse a la mierda, dejando solo mis miedos y mi, cada vez más, punzante necesidad de descansar en los brazos de Chanyeol aunque fuera sólo por una vez. Dejar de luchar contra mis sentimientos y permitirme amarlo...Aunque fuera sólo una vez.



—¡Chanyeol! ¡YA, SUÉLTAME! Estás muy ebrio.

 

—Yo no estoy ebrio, te llevaré a salvo a tu casa.

 

—De eso ni hablar, Chanyeol —el aludido me tomó de los hombros y me acorraló contra su auto. Me miró con desesperación y con la sombra del alcohol nublando su visión.

 

—No puedes volver con él, Baek —mi nombre se escapó de sus labios como un suspiro y, a pesar del olor a alcohol que despedía, me hizo estremecer hasta la punta de los dedos—. Él... yo vi sus intenciones, Baek, él sólo quiere tener sexo contigo  —Sin darse cuenta, quizás por los efectos del alcohol, se acercaba a mi boca mientras hablaba, la recorría de lado a lado alejándose cada vez que debía cambiar el peso de un pie al otro y luego acercándose otra vez. Y mi corazón dolía, dolía por el ansia de entregarse a él.

 

—No voy a volver con él, te llevaré a casa, Chanyeol-ah —la mueca confundida en el rostro de mi amigo me hizo reír y alivió esa sensación de angustia que me estaba matando. Acaricié su rostro aún confundido, tomé su mano derecha y tiré de él hasta dejarlo sentado en el asiento de copiloto.

 

El viaje hasta su casa fue tranquilo. Chanyeol se quedó dormido al poco tiempo de encender el coche. Por suerte yo tenía llave de su garage, así que no fue necesario despertarlo para estacionar el auto dentro de su casa.

 

—Despierta, Chanyeol-ah, ya llegamos.

 

El aludido abrió sus ojos y me regaló una deslumbrante sonrisa somnolienta. Desabroché su cinturón de seguridad y lo acompañé hasta su habitación, lo senté sobre su cama y comencé a quitarle sus zapatillas.

 

—Gracias por todo, Baek.

 

—Ay no seas idiota, es mi deber como amigo hacer estas cosas.

 

—Lo siento, Baekhyun-ie, por mi culpa no pudiste quedarte con tu novio. Arruiné tu noche.

 

—No lo hiciste, fui a la fiesta contigo y volví de la misma forma.

 

—Pero… ¿No era para eso que querías salir hoy? ¿Para poder tener relaciones con ese idiota?

 

—No,  yo… no estaba... —sus grandes ojos me miraban con curiosidad, mirándome hacia arriba debido a la posición de nuestros cuerpos: él sentado sobre la cama y yo arrodillado entre sus piernas. Bajé la vista ocultando mis ojos con mi largo flequillo negro—. No estoy listo para tener relaciones sexuales con él aún.

 

Chanyeol me tomó por la barbilla y me obligó a mirarlo una vez más.

 

—¿No estás listo o no confías en él?

 

Mi pecho comenzó a desgarrarme de adentro hacia afuera porque no, no era que yo no confiara en mi novio, el problema es que yo no quería que mi primera vez fuera con él. Quería que el primer y único hombre en mi vida siempre fuera Chanyeol, y la angustia de no poder contar esto a nadie hizo que las lágrimas comenzaran a rodar por mis mejillas.

 

—No,  no confío en él.

 

Y Chanyeol se quedó estático mirándome, con un brillo extraño en sus grandes ojos cafés. Tiró de mi cuerpo hasta envolverme en un abrazo que buscaba consolarme y que de alguna manera lo logró, porque es difícil concentrarte en tus inseguridades y tu dolor cuando sientes la protección que te brinda el calor del cuerpo de Park Chanyeol, y cuando el recorrido de sus grandes manos a través de tu espalda hace repiquetear tu corazón. Con mis manos me aferré a su chaqueta y escondí mi rostro en el espacio entre su cabeza y su hombro, disfrutado el olor de la colonia que tenía.

 

—Baek —mi nombre salió de su boca en un suspiro tan quedo que creí que era mi imaginación— Baekhyun-iee.

 

—¿Mhm?

 

—Tú… ¿tú sí confías en mí?

 

Levanté la mirada devuelta a su rostros. Lucía como un cachorro pidiendo un poco de comida y eso me descolocó. Me descolocó porque era tan fácil que me llevó a replantearme si todo esto era real o si yo seguía en el bar bajo los efectos de alguna droga que alguien metió en mi bebida. Me descolocó porque había deseado este momento durante tantos años que las múltiples escenas que alguna vez imaginé se agrupaban en mi cabeza y me impedían pensar con claridad. Quizás de haber podido pensar no me habría arrojado sobre su boca con desesperación, quizás me habría burlado de su embriaguez y habría huido antes de que mi determinación se fuera a la mierda.

 

Pero lo cierto, es que lo besé y que Chanyeol me correspondió con la misma desesperación inicial,  pero luego fue mutando de un beso salvaje a uno de seda. Todo era besos y caricias de seda que contrastaban con los pesados latidos de mi corazón, mi nombre en susurros amortiguados por la cercanía de mi piel a sus carnosos labios y mis suspiros a todo pulmón, tan ruidosos que hacían que Chanyeol se riera de mí como solo tu mejor amigo puede hacer.

 

Tu mejor amigo. ¿Seguiría siendo mi mejor amigo luego de esto? Dios sabe que yo necesito a Chanyeol en mi vida más que a nada ni a nadie. Me aferré a su espalda con fuerza en un patético intento de hacerle saber que no quería que se alejara de mí, que no me dejara ni ahora ni nunca, y el gemido ronco que escapó de sus labios al sentir mis uñas sobre su piel me trajo devuelta a la realidad con una placentera corriente eléctrica a lo largo de mi columna vertebral.

 

La necesidad era tanta que el dolor no me importó. Una parte de mí incluso creía que ese dolor me lo merecía, que ese dolor no era nada comparado con el que iba a sufrir después de esto. Porque si antes era difícil soportar mi amor unilateral por Chanyeol, ahora que había probado el sabor de su piel,  que había sentido la suavidad de su toque y la dureza de su hombría en mi interior, ahora sería imposible. Nuestra amistad estaba arruinada. Y eso me entristecía tanto que de no ser por Chanyeol y su “córrete para mí, bebé“ podría haber arruinado nuestro primer y único encuentro sexual.

 

Estaba agotado, pero aún así traté de levantarme. Chanyeol seguramente querría dormir y la cama no era lo suficientemente grande como para dormir cómodos, pero él  me abrazó fuerte impidiendo que me fuera.

 

—No te vayas, Baekhyun, por favor no me alejes de ti.

 

—No lo haré, ya no.— Chanyeol me miraba con sus ojitos de cachorro abandonado, no entiendo realmente el significado de mis palabras— Te amo, Chanyeol-ah.


—Yo también te amo Baek. 

Notas finales:

Este es un fic por el aniversario del nacimiento de mi amiga y seme kuin del harem Lanny

Espero que lo disfrutes bb♥ gracias por tanto amor siempre♥


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