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La propuesta por kari

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Notas del capitulo:

Lo siento pero cuando empecé a escribir este fic me hallaba sin trabajo y tenia todo el tiempo del mundo y recién entre y he tenido que reajustar mis tiempos

 

 

Muchísimas gracias por sus comentarios, son el alimento que necesita todo escritor, esperando no defraudarlas sigamos con esta historia.

 

 

ES HORA DEL DUELO XD

Propuesta-capitulo 6 
ENTREGA 
La mañana se había tornado muy aburrida, le gustaba los videojuegos pero esto era muy exagerado, Kaiba le había propuesto que trabajara como asistente de Mokuba, pero lo único que podía hacer era jugar todo el día y ver como el pequeño hacia lo demás.
 
Se recostó en el piso estirándose como un gato, mirando la espalda de Mokuba que no apartaba la vista de la computadora.
 
Miro su reloj, apenas las 12 del día, bostezó haciendo que unas pequeñas lagrimas le nublaran la vista.
 
-¿Aburrido?- Mokuba se había acercado a el.
 
-No lo tomes a mal cuñadito- secándose las lagrimas.
 
-Lo se- contesto a manera de disculpa.
 
-No te preocupes, pero me gustaría poder hacer más, lamentablemente mis conocimientos son limitados- levantándose.
 
-Tal vez mi hermano...-
 
-Ni se lo menciones- agitado las manos y negando con la cabeza -A el le pareció una buena idea y agradezco que se preocupe por mi- sonriéndole al pequeño.
 
-Gracias Joey- abrazando al rubio.
 
-No tienes nada que agradecer-
 
Kaiba se había mostrado preocupado por su salud, llevándolo al médico y forzándolo a que siguiera las indicaciones al pie de la letra. Su estado no era grave, una desnutrición leve y bajo peso.
 
El médico había recomendado una dieta especial y vitaminas, mas descanso y no realizar labores que requirieran un desgaste físico considerable. Así que al Ceo se le ocurrió que podría trabajar con Mokuba, el pequeño no le exigía nada y el podía hacer lo que quería, pero eso ya comenzaba a aburrirlo, pero como decírselo a Kaiba sin herir sus sentimientos, este se mostraba contento y en parte las guerras de insultos habían disminuido, llevando con ello una convivencia relativamente pacifica.
 
-¿Quieres algo de tomar?- pregunto al pequeño.
 
-Un jugo-
 
-Enseguida- saliendo de la habitación.
 
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
 
Caminaba por los pasillos rumbo a las sala de recesos para conseguir el jugo, aunque era un tramo corto, era vergonzoso como los empleados con los que se cruzaba lo saludaban con respeto.
 
El, Joseph Wheeler un chico común y corriente que de la noche a la mañana se convirtió en el esposo de una de las personas mas poderosas de todo Japón, ¿Aunque todo fuera una farsa? ¿Aunque no tuviera el amor de la persona con la que se caso? ¿Kaiba lo deseaba? ¿Pero en que forma? La pasión solo puede ser momentánea y talvez el Ceo solo le dijo eso para que no se fuera y se armara un escándalo que le costara perder su amadísima corporación. El ya se lo había dicho, que no se detendría ante nada para conseguir lo que se proponía.
 
¿Por qué de repente pensaba en todo eso? Aunque quisiera negarlo, albergaba un pequeña esperanza de que Seto se estuviera enamorando de el, pero tenia que volver a la realidad tarde o temprano, los cuentos de hadas mienten, los finales felices no existen.
 
Llego a su destino y girando la perilla abrió la puerta, el ruido de voces alerto al rubio de que algunos empleados se hallaban dentro, iba a cerrarla y esperar a que se fueran cuando lo que escucho le impidió despegarse de la puerta.
 
-Que suerte la de ese chico Wheeler-
 
-¿A que te refieres?-
 
-Mira que tener la suerte de casarse con Seto Kaiba-
 
-Si tu lo dices-
 
-¿Porque? Después de ser un don nadie, ahora lo tiene todo y sin mover un solo dedo-
 
-El trabaja como asistente de Mokuba-
 
-¿A eso le llamas trabajar? No sabe hacer nada, por eso lo tienen jugando todo el día-
 
-Será mejor que te guardes esos comentarios, si se llega a enterar Kaiba de lo que andas diciendo te pondrán de patitas en la calle-
 
-Solo digo la verdad, mientras algunos trabajamos duro todos los días, algunos solo tienen que abrir las piernas y tenerlo todo-
 
-Bueno, ¿Eso requiere también un esfuerzo?-
 
-Tu lo has dicho-
 
Escuchándose risas
 
Joey tomo la perilla con fuerza abriendo la puerta mirando con rabia a los dos jóvenes frente a el y en un arrebato  golpeo en el rostro a uno de ellos, el cual cayo al suelo sangrando de la nariz.
 
El otro chico se arrodillo para auxiliar a su compañero.
 
-Voy a enseñarles a no hablar de nadie a sus espaldas- y cuando iba a golpear al otro chico una mano lo detuvo.
 
-¿Qué crees que haces?-
 
-Tu no te metas en esto-
 
Pero lo único que consiguió fue que lo sujetaran de ambos brazos.
 
Joey forcejeo tratando de soltarse -¡¡SUELTAME!!-
 
La persona ni se inmuto y dirigiéndose a los dos chicos en el suelo -Será mejor que lo lleves a la enfermería-
 
-Si señor- contesto el joven ayudando a su compañero a levantarse.
 
Pero antes de que salieran de la habitación fueron advertidos -Que les quede claro que nadie debe enterarse de esto, porque su trabajo no será lo único que pierdan-
 
-Si... Si  señor-
 

-Que demonios- volteando a ver a Shinji -¿Por que me detuviste?-

 
-No deberías dejarte llevar por tu ira, piensa antes de actuar- soltando al rubio.
 
-Y como se supone que debía actuar después de lo que oí- golpeando la puerta.
 
-Eres el esposo de Seto, compórtate como tal o seguirás dado de que hablar-
 
-¡¿CÓMO?!-
 
-Seto es una persona muy importante y tu como su esposo deberías estar a la altura de la situación, bastante tiene con que tengas que ser la comidilla de toda la empresa, como para que te estés liando a golpes con los empleados-
 
-Entonces según tu, debo dejar que la gente diga lo que quiera para no causarle ningún problema a Kaiba-
 
-Así es-
 
-Pues lamento decepcionarte, pero no pienso hacerlo-
 
-Seto pertenece a otro mundo del cual parece que tu no has entendido nada hasta ahora, lo único que haces con tu actitud es causarle problemas, el ya tiene suficiente con cargar con el peso de manejar esta compañía, para estar metido también en chismes de oficina-
 
-Pues los dos no tiene mas de que preocuparse me voy en este momento- saliendo con rapidez y azotando la puerta.
 
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-
 
Se paso el resto de la tarde en la calle hasta que oscureció, no quería ver a Seto, ¿Porque las cosas se habían complicado tanto? No debió golpear a es chico, pero el no era ninguna mujerzuela  o hombrezuelo en este caso, demonios tenía la cabeza hecha un lió. La verdad es que el no quería causarle ningún problema a Seto, de seguro debe estar molesto, ese Shinji debió decirle todo, el si es como un perro fiel a su amo.
 
Lo mejor era regresar y enfrentar al Castaño, así que se puso en camino a la mansión.
 
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-
 
Ya tenia como diez minutos frente a la puerta y aun no se decidía a entrar, aun era temprano como para que el Ceo hubiera regresado de la Corporación, tal vez Shinji no le dijo nada y el no estuviera enterado de lo sucedido, tal vez era mejor así, por lo pronto le diría que ya no se presentaría a trabajar hasta que no estuviera lo suficientemente preparado para desempeñar un mejor puesto en la empresa, que la de solo esposo con nada mejor que hacer.
 
Pero por si las dudas entro lo mas sigilosamente posible, primero asomo la cabeza mirando a todos lados -ningún humano a la vista, perfecto- cerro la puerta lentamente y caminando a hurtadillas se dirigió a las escaleras.
 
-¿Que se supone que estas haciendo?-
 
Casi le da un infarto al escuchar la voz del castaño detrás de el -Ka...Kaiba- girándose lentamente -Llegaste temprano-
 
-¿Dónde has estado?-
 
-Por ahí-
 
-Tenias muy preocupado a Mokuba, al menos pudiste llamar-
 
-Lo siento- había salido tan rápido que ni siquiera se había acordado del pequeño.
 
-Crees que puedes dejar el trabajo así como así, pensé que serías responsable-
 
Miro al castaño directamente y tragando saliva se decidió a hablar -Lo siento, pero ya no pienso ir a trabajar o lo que se llame lo que estuviera haciendo-
 
Ambos permanecieron frente a frente por unos segundos -Se lo que te pasa, Shinji me lo contó, debes tratar de controlar tu emociones, no es bueno estar dando de que hablar, además de que no puedo correr a todos lo empleados por cosas sin importancia -
 
-Cosas sin importancia- contesto con firmeza -Debiste casarte con ese tipo son tal para cual- que estaba pensando, para Kaiba solo era el medio para mantener su empresa.
 
-Pero me case contigo-
 
-Lamentablemente para eso ya no hay solución-
 
-Joey... trata de entenderme-
 
-¿Y tu tratas de entenderme a mi?- comenzando a llorar  -Para ti no existe mas allá de Mokuba y tu empresa-
 
-Eso no es cierto-
 
-Porque haces esto, ya no me lastimes, no ves que me duele no ser importante para ti, mi madre me abandono sin ningún remordimiento, dejándome con un hombre que me maltrataba, un ebrio que me golpeaba, me humillaba, pero aun así trataba de ser feliz, porque tenia amigos a quienes podía acudir si las cosas se ponía peor- la voz se le comenzaba a cortar por el llanto.
 
Seto se acerco a Joey y lo abrazo para tratar de tranquilizarlo, ver a si a su rubio cachorro le estaba causando un fuerte dolor en el pecho, sentía como si su corazón se estuviera rompiendo.
 
-¡Déjame no me toques!- tratando de safarse del abrazo.
 
-No pienso dejarte ir nunca-
 
-Mentiroso, no te creo nada-
 
-Pues tendrás que hacerlo- en un movimiento rápido cargo al rubio en su brazos y besándolo se encamino con el rumbo a su habitación. A Joey esto lo tomo por sorpresa, pero aun así no hizo nada, el sentir la lengua húmeda y caliente del Ceo en su boca, sentir la calidez de sus labios, deseaba que ese momento perdurara por siempre.
 
El rubio fue depositado en la cama y hasta entonces el beso fue roto, haciendo que ambos abrieran grande su boca para tomar el aire que les estaba faltando.
 
Joey miraba al castaño que permanecía sobre el con las manos apoyadas en el colchón.
 
-Así que en verdad voy a convertirme en la...- no termino la frase, esto estaba resultando muy doloroso, el deseba ser de Seto pero no de esta forma, sin ser amado.
 
-Deja  de menospreciarte, hasta cuando vas a entender que tu vales mucho Joey y que eres capaz de realizar todo lo que desees en la vida-
 
-Lindas palabras venidas de un hombre que lo tienen todo-
 
Kaiba se contuvo para no responderle, demonios el estaba haciendo un esfuerzo para que su relación funcionara y lo único que a el estúpido cachorro le importaba era seguir hundiéndose.
 
Seto se dejo caer a un lado del rubio y respirando hondo comenzó a hablar con la mayor calma.
 
-No siempre fue así- mirando a un punto en el techo -Mis verdaderos padres murieron cuando Mokuba y yo aun éramos niños, fuimos llevados a un orfanato, pero al menos estábamos juntos, pronto se dieron cuenta de mis capacidades y muchas parejas querían adoptarme, pero yo me negué, si no adoptaban a Mokuba también, yo no aceptaría nunca-
 
-Kaiba... no tienes porque contarme nada...-
 
-Quiero hacerlo y guarda silencio ya te he dicho que no me gusta que me interrumpan-
 
Joey sonrió ante lo dicho por el castaño.
 
-Cuando Gozaburo Kaiba apareció, solo quería adoptarme a mi, así que le impuse un reto en ajedrez, si yo ganaba nos adoptaría a los dos y como veras gane- mostrando una sonrisa de triunfo que cambio repentinamente a una mueca de dolor.
 
-Pero el muy maldito no me la puso fácil, el muy idiota me moldeo a su gusto, sesiones exhaustivas de clases, entrenamiento físico agotador, nada lo satisfacía y yo tenia que soportar por difícil que pareciera- dio un golpe en el colchón que hizo brincar al rubio que estaba muy atento a su relato.
 
-A cambio de eso Mokuba llevaba una vida normal, como cualquier niño y cuando parecía que no podía mas, ahí estaba con una gran sonrisa para recordarme que no debía rendirme, que todos mis esfuerzos valían la pena- haciendo una pequeña pausa -Lo que quiero decirte con esto es que nada es fácil y que a veces hay que esforzarnos mas que los demás, tu debes esforzarte por ser feliz, se que tu no tenias porque vivir lo que viviste con ese hombre, pero ahora tienes la oportunidad de ser libre y forjarte un futuro, no le des la espalda a la felicidad-
 
Joey solo pudo soltarse a llorar con fuerza.
 
-Joey-
 
-Lo...siento...-
 
-Esta bien, todo esta bien-
 
Seto acerco al rubio hacia el, abrazándolo y besándolo lo acuno en su cuerpo. Joey se sentía protegido y feliz en los brazos de su esposo, Kaiba era muy cálido, todo lo contrario a lo que pensó de un ser que no se mostraba emotivo con nadie.
 
Seto beso los rubios cabellos, pasando por la frente y mejillas del rubio, que mantenía los ojos cerrados, disfrutando de una sensación de calor que comenzaba a abarcar todo su cuerpo. Pronto sintió unos cálidos labios besar los suyos, abrió su boca ansiando un beso mas profundo que no le fue negado.
 
Pero ahora el irrumpió en la boca del ceo con su lengua, sentía como ambas chocaban  y se entrelazaban, como la saliva llenaba su boca haciendo imposible retenerla, dejándola escapar por las comisuras de sus labios.
 
El beso fue roto debido a la falta de aire por ambos. Joey abrió sus ojos perdiéndose por completo en un azul muy profundo.
 
Seto acerco su boca al oído del rubio, provocándole con esto cosquillas -Joey- escuchó la voz del castaño -¿Deseas que continué?- dando pequeños mordiscos en su oreja -Porque una vez que empiece, no pienso detenerme-
 
Ante esto Joey se congelo por un momento, deseba que continuara, pero si solo iba a ser sexo no lo quería, pero si le preguntaba y sus sospechas resultaban ciertas, no podría soportarlo.
 
-¿Joey?- escucho de nuevo.
 
Quitándose a Kaiba de encima, se sentó en la cama  -Yo..-
 
Kaiba permaneció acostado mirando la espalda del rubio -Si no quieres...-
 
-Si quiero- contesto rápidamente -pero...-
 
-Si es porque ambos somos hombres-
 
-No es eso- volteando para míralo fijamente -¿Seto que sientes tu por mi?- Bien ahí estaba, se lo había dicho y el mundo no se termino o eso pensaba, porque al ver la mirada seria en el rostro de Kaiba sintió que la tierra a sus pies se habría tragándoselo.
 
Seto hecho a reír y las lagrimas comenzaron a asomar en unos ojos miel.
 
-Tonto estamos a punto de hacer el amor y tu me sales con eso, acaso no es obvio-
 
Joey abrió sus ojos enormes, acaso Seto le estaba diciendo que lo... -Tu dijiste que me deseabas-
 
-Por su puesto que te deseo, eso forma parte del amor mi cachorro-
 
Joey trago saliva viendo como Kaiba se acercaba a el como si de un felino se tratara, con movimientos sensuales y lentos
 
-Déjame demostrarte con hechos mi amor por ti-
 
Joey sintió como el calor se intensifico por todo su cuerpo, sentía sus mejillas arder, debía estar rojo de pies a cabeza.
 
Seto alcanzo su objetivo lamiendo un pequeño hilo de baba que resbala de los labios del rubio y tomándolo por la cintura lo beso con voracidad. Joey se sujetaba con fuerza de los brazos de su esposo, mientras sentía como su cuerpo comenzaba a ser explorado por unas manos igual de voraces.
 
El beso se rompió, haciendo que Joey emitiera un sonoro gemido al exterior
 
-¡AAAAH, SETO!-
 
Este bajo por su cuello besando y mordiendo, dejando en su camino pequeñas marcas de dientes. Metió las manos por debajo de la playera del rubio sacándosela por completo, mirando con detenimiento ambos pezones. Recostó al rubio, para así el poder despojarse de su camisa y poder tener un contacto mas intimo con la piel de su cachorro.
 
Seto comenzó por acariciar el pecho que subía y bajaba agitadamente, con sus dedos índice y pulgar pellizco uno de los pezones, haciendo con esto que el cuerpo de Joey se arqueara.
 
-Tranquilo cachorro- Seto estaba mas que satisfecho con la respuesta del rubio antes sus caricias. Se agacho y lamió un pezón, para después seccionarlo hasta dejarlo duro.
 
Pronto la habitación se hallo inundada de pequeños lamentos y uno que otro gemido sonoro que emitía Joey el cual miraba al castaño en su labor, la cual comenzaba a embotar sus sentidos, Kaiba era realmente hermoso.
 
Entrelazo sus dedos en el sedoso cabello castaño para después acariciarle la espalda. Seto reacciono besándolo con ternura.
 
-Eres hermoso mi cachorro-
 
-Tu también lo eres-
 
Ambos sonrieron.
 
-Lo que sigue será doloroso, trataré de ser lo mas cuidadoso posible-
 
-¿Eh?-
 
Dicho esto le quito el pantalón y la ropa interior.
 
-Seto...-
 
-Tranquilo- quitándose la ropa también.
 
Tomo las piernas del rubio separándolas, mostrando la hombría del rubio, quien cerraba los ojos con fuerza.
 
-No te pongas tenso-
 
-No es eso, es que me da vergüenza-
 
-Eso se te quitara muy pronto- comenzando a acariciar los muslos del rubio.
 
-AH...-
 
El miembro de Joey fue tomado entre las manos del castaño quien se lo llevo a la boca, lamiéndolo de abajo hacia arriba, para después meterlo en su boca y degustarlo como si se tratara de un delicioso dulce.
 
-UHG...SETO-
 
Joey estrujaba las sábanas y se mordía los labios tratando de callar los gemidos que intentaban salir de su boca. -NNN...UMMM... A... A...- su cuerpo se convulsionaba, sentía como su miembro se hallaba totalmente erecto, haciendo con ello que sintiera un calor asfixiante. 
 
-¡¡SETO... NO... PUEDO RESIS... RESISTIR MAS!!-
 
Arqueo su cuerpo y el orgasmo llego en la boca del castaño. Este se incorporo con su rostro manchado por el semen, al verlo el rubio entro en pánico.
 
-Yo.. lo siento... Seto- miraba a todos lados tratando de buscar algo con que limpiar el rostro de su esposo, me va a matar pensó el rubio. Se levanto y se dirigió al baño.
 
El castaño se sentó en la cama riéndose a carcajadas.
 
Joey salió del baño, viendo como el castaño se reía de el. -¿Qué te parece tan gracioso?-
 
-Veo que ya se te quito la vergüenza-
 
De repente se dio cuenta que estaba totalmente desnudo y regreso al baño de inmediato.
 
-Deja de hacer tonterías y regresa aquí- escucho que Seto le gritaba.
 
Joey no pudo mas que sonreír con todo su ser.
 
Continuara...
 
Espero haya disfrutado este intento de lemon, en el siguiente capitulo lo terminare y no sigo escribiendo ya saben porque n.n
 

 


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