¡¿Porque A él, sí?!
No entendía el actuar de su amigo, y tampoco por qué lo evitaba a toda costa. Habría hecho algo malo para molestarlo.
Y después de mucho al fin se decidió a saber que le pasaba al guardián de Capricornio, por lo que con decisión se encamino al décimo templo, lugar en el que sin lugar a dudas estaba Shura. Lo había visto pasar junto a Camus, y aunque el saludo a ambos, este lo ignoro olímpicamente.
Shura, pudo pasar! – grito desde la entrada del templo, por muy caballero dorado que fuera no le gustaba entrar en los templos sin pedir permiso –
…-silencio fue su respuesta. Por lo que dio unos cuantos pasos internándose al décimo templo, en busca de quien fuera su amigo de infancia-
Shura, está allí? –pregunto y toco la puerta de la habitación del español –
…-otra vez nada. Habría salido?, pero estaba seguro que Camus fue el único que dejo la décima casa, o es que su cosmos lo había engañado?, eso era imposible –
Shura? – No esperaba encontrar al guardián dormido plácidamente o eso es lo que el peninsular quería que el castaño creyera – Shura, no finjas…- expreso con cierto aire divertido, después de todo le hacía gracia ver al español mantener esa costumbre cuando era niño –
…- el peli negro verdoso, mascullo algo en su idioma natal y abrió los ojos, era cierto que no podía engañar al ojí azul –ya te acordaste que existo – pensó molestia y dolor a la vez – que quieres? – pregunto con enfado –
Yo pues…porque me evitas? – pregunto con algo de tristeza –
Yo te evito?, ja! Ahora resulta que yo te evito – Shura no podía creer el cinismo del Sagitario –
Shura…- trato de hablar pero la mirada del español lo callaron –
Ahora resulta que quieres que te hable – Shura se puso de pie – después de que te la pasaste ignorándome por dos meses! Dos meses! – expreso indignado – y hora vienes con, porque me evitas? – imito la voz de castaño que si fuera otro el momento se hubiese reído –
Pero yo…- trato de explicarse –
No!, tú qué?!, acaso te importo como me sentía? Como me sentí al volver a verte?!, después de trece años al fin podía verte sin el compromiso del muro de los lamentos y la estúpida conquista de Loki, pero eso te importo? No, solo tenías tiempo para el idiota de Saga y su fingida carita de "soy de lo peor, me perdonan?" como si lo que hubiese hecho, solo lo hubiese hecho por manipulación de Ares! O la intervención de Kanon, quien sin dudas es más hombre que él al admitir sus errores, y no escudarse bajo la posesión – bien eso ya estaba fuera del tema, pero vamos que quien piensa en los momentos de cólera – te importo acaso las ganas que tenia de hablar contigo, y poder decir lo siento?, te importo eso? Porque a él, sí?, a él, si le diste la oportunidad y a mí no?! - Shura lo miraba con ojos asesinos – no, y no necesitas negarlo porque bien sabes que lo que digo es verdad – Shura desvió la mirada - y ahora vienes como si nada hubiese pasado…lárgate! – grito al ver el intento del castaño de acercársele –
Shu…- no pudo terminar de hablar cuando las palabras del español lo callaron –
Lárgate! –grito de nuevo y le dio la espalda no quería que siquiera viera el dolor en su rostro, y mucho menos las lágrimas que recorrían su rostro – lárgate! –volvió a gritar al sentir al sagitario aun allí, el cual ya que sin saber cómo actuar salió del lugar –
***M***
Que le hiciste? – Camus, que había sentido el cosmos de Aioros llegar a Capricornio, había dejado su casa para ir a asegurase de que Shura no cortara en pedacitos al Sagitario, pero al oír los gritos del español supo que eso había sido peor de lo que esperaba –
Camus…- Aioros salió de su ensimismamiento al escuchar al francés, y ni siquiera se dio cuenta de las palabras hostiles de este – Shura esta…- no sabía cómo describir la situación y estado del español –
Déjame, hablare con él – sin más que decir el onceavo guardián ingreso a la habitación del español como si nada –
Y que había hecho él, para que Shura se molestara tanto? – que si entendía que desde que volvieran a la vida después de lo de Loki, se había concentrado en restablecer su amistad con Saga, pero no creyó que eso fuera tan malo y mucho pero que lastimaría a Shura por ello…- porque a él, sí? – repitió las palabras dolidas del décimo guardián. Salió del templo diez con la intensión de buscar un lugar lo suficientemente adecuado para meditar, lo que debía hacer si no quería perder su amistad con Shura –
***M***
Porque no se lo dijiste? – bien Camus, era el menos indicado para preguntar ello –
Por lo mismo que Tú esperaste que Milo, diera el primer paso – contesto mientras se dejaba caer pesadamente sobre el suelo de su habitación –
…bien, la pregunta fue tonta – aceptó el francés – pero si sigues así, Aioros se alejara y…, estoy seguro que eso es lo que menos quieres – expresó el francés mientras formaba una esfera con sus cosmos en su mano –
Lo sé – dejo salir un suspiro – pero no es como si fuera a rogarle – concluyo con pesadez –
Va, tienes razón – Camus dejo en paz su cosmos – pero que harás? – insistió, como solía hacer Milo con él –
Aun no lo sé – negó –
mmm…- Camus decidió no decir más –
***M***
Me parece correcto que le pidas una disculpa – Mu no había podido dejar pasar, a quien consideraba su hermano mayor, así con ese semblante derrotado por lo que lo había hecho pasar a su templo y tratar de ayudarle en lo que sea que tenga el castaño –
No creo que me escuche – negó –
Pero es lo más adecuado. Ambos deben hablar y arreglar de la misma manera esta situación. No pueden estar eternamente así – Mu le tendió un vaso de jugo – ya verás que todo estará mejor después de que hablen – animo –
Y si me corta en pedacitos! – Aioros, podía ser como Aioria. Al final el león de alguien debía aprender a ser así como era, no? –
No lo creo. Shura te quiere mucho como para hacerlo – dijo pensativo – además solo está dolido, y cómo no? , si la persona que ama lo ignora desde que volvimos a la vida y al parecer tiene interés en quien "supuestamente" fue el culpable de todo desde el inicio…- Mu parecía sumido en alguna nube de pensamientos, que ni cuenta se daba que estaba hablando de más, hasta que…- Uy…creo que…jejeje – rio nervioso al darse cuenta de que si, una vez más se había hundido en sus pensamientos y había hablado de más. Lo mismo le había pasado con Shaka – Aio, no le digas que yo te dije o a mi si me hará picadillo – pidió al mayor que solo amplio su sonrisa y asintió –
No te preocupes, además esas palabras me acaban de dar cierta idea – sin más que decir abandono la casa de Aries dejando a un desconcertado Mu –
Que le pasa a Sagitario? – la voz del rubio de virgo, que se había cruzado con Aioros en la salida de Aries, le hizo sonreír –
Ya luego sabrás – se limitó a decir, a lo que el rubio solo se encogió de hombros –