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Cavando Tumbas por Aneria

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Aunque Lui hubiera asesinado al hombre mientras yo no estaba con ellos mi parte del trabajo no la llevaría a cabo hasta que el sol se ocultara, era lo usual cuando trabajaba para Lui.

En el cuarto me dispuse a perder tiempo, me recosté un rato en la cama, mire en televisión un programa que no me llamo la atención, ni siquiera me cuestione que podría estar haciendo Lui, no le preste atención al hambre cuando llegó por la tarde y después de unas horas entre el baño para ducharme.

Ante siquiera de  abrir la llave me quede sentado sobre el inodoro con la tapa cerrada, el baño siempre me había parecido un buen lugar para pensar, iluminado, sin ruido, la mayoría de las veces limpio.

¿Podía ser socio de Lui?, ¿si aceptaba no sería una búsqueda por una forma paterna sustituta?, no quería aceptarlo  pero quizá tenía un problema desde la muerte de mi padre, quizá mi problema con la limpieza era también una muestra de ello, si lo pensaba a fondo también esa extraña sensación de satisfacción al cortar un cuerpo, Lui no se parecía en nada a mi  padre y aun así me ofertaba hacer lo que el haría si estuviera con vida.

Me pase un rato alternando pensamientos de “extraño a  papá” con “sería bueno que alguien pagara todo por mi” y entonces alguien toco a  la puerta.

–Alec, ¿Estás ahí?

Sorprendido, me levante y me apresure  a llegar a la puerta, abrí rápidamente y me encontré con él en posición de tocar con el puño.

–Estabas ocupado, ¿te interrumpo?

Pero que decía. –No, no estaba haciendo nada, que crees que hacía. –Repentinamente  me sentí nervioso, seguro él había estado esperando un largo rato.

–Bueno llegue hace media hora y… quizá te interrumpí mientras estabas ya sabes.

Dio una mirada rápida  a mi entrepierna, me había aflojado el pantalón cuando tenía la idea  de darme un año, tenía el cierre abierto y mi ropa interior con la imagen de Bugs Bunny era algo visible.

–¿Masturbándome?, no hago eso.

–¿No?, a tu edad yo lo  hacía con tanta frecuencia que mi  madre casi me atrapa en más de una ocasión. –Lo dijo divertido, como si no se tratara de algo vergonzoso.

–Me parece doloroso. –Agregué incómodo y Liviu se sorprendió.

–¿Nunca lo has hecho?,  no es doloroso para nada, todo lo contrario.

–No sé yo… no sé cómo. –mi corazón estaba acelerando y el calor se subía  a mis mejillas por la vergüenza, era algo incómodo, entonces dije algo aún más indecente por puro impulso. –¿Podrías enseñarme como se hace?

Fue totalmente incomodo pedir aquello, pero no me  di  cuenta, solo mi corazón estaba nervioso, mi voz no se había salido de control en absoluto.

–No me parece correcto.

–Eres médico, piensa en los viejos exámenes de próstata. –Lo más probable es que el nunca hubiera echo tal cosa ya que ahora la detección de cualquier problema se hace por pruebas de sangre.

–Está bien. –De alguna forma termino cediendo, me saque los pantalones y los boxers a la vez, quedando al  descubierto la zona inferior de mi  cuerpo.

Liviu no parecía realmente incomodo con ello, al menos no más que al principio. –Bueno no es la primera vez que le hago esto a un hombre. –Se encogió de hombros y me abrió espacio para que saliera del baño.

–En la cama, eso es un poco…

–El baño es muy pequeño.

No lo pude negar, tranquilamente camine a la cama y me senté sin vergüenza alguna, se sentó junto a mí  y sin mirarme acerco su mano  a mi pene, su piel estaba fría.

–Piensa en algo. –sugirió, pero yo no pude pensar en nada, no había algo que se me viniera a la mente.

–No puedo, creo que lo mejor será dejarlo para después. –Sonrió divertido, negó y rozo con sus dedos mi piel al alejar su mano,

–Intestémoslo  de todas formas. –Tome su mano y con fuerza la puse en mi entrepierna, se sorprendió…

 

 

Después de lo sucedido, no me importo verlo a la cara, aunque no se desarrolló exactamente como una clase de técnicas de masturbación, se sintió bien y eso según Lui era o  importante, aunque el sí rehuyó mi mirada mientras salíamos del hotel al callejón donde había llevado el cuerpo del hombre del elevador al que había llamado el  primer objetivo.

En menos de cuarenta y ocho horas Liviu y yo arruinaríamos la imagen de la ciudad.

Tal y como estaba acordado Lui me dejo y puse manos a la obra.

Descuartizar el cuerpo fue lo primero, Lui se había limitado a asfixiarlo por lo que había unas marcas en su cuello, podía hacer lo que quisiera con la sangre, si se tratara de otra clase de mundo, podría mezclarla con alcohol y vendérsela a un vampiro, aquel pensamiento siempre me causaba una extraña sensación, mi padre haba sido carnicero y en más de una ocasión yo le había acompañado a un matadero, desangrar una persona me recordaba a un cerdo, tratándose de tal comparación yo no sentía nada en absoluto, a diferencia de mi padre que le causaba repulsión la carne de animal e incuso la simple idea de matarlos.

Aunque drene la mayor parte de la sangre del cadáver seguía saliendo demasiada sangre cuando cortaba as extremidades, era molesto,  el suelo del lugar quedaría manchado, lo más seguro es  que nadie encontraría evidencia de mi participación así que no le di mayor importancia, estaba como siempre cubierto de la cabeza a los pies, los guantes dificultaban cortar el hueso aun cuando ya estaba acostumbrado a hacer ese tipo de cosas con ellos puestos.

Cuando tenía las extremidades en bolsas Lui llego con el segundo cuerpo, parecía que no le costara trabajo arrastrarlo. –¿Dónde lo coloco?

Sin quitar la mascarilla de mi boca le indique con un balanceo de mi cabeza. –Como siempre eres bueno en esto.

Yo era quien debería decirle  eso, usaba una forma de estrangulación limpia, lástima que el cuerpo no podía seguir así, el siempre presentaba las cabezas a las personas que lo contrataban, lo normal es que  ninguno de esos clientes se las queden y lo que hace Lui con ellas después es toda una incógnita, supongo que si le preguntara me lo diría con una sonrisa, pero no me interesa.

Realmente me da pena que tengas que trabajar tanto,  deberías cobrarme más si al final no decides volverte mi socio.

No le respondí, de todos modos no me era posible cobrar más, yo solo era un menor de edad metido en un mundo de adulto y que robaba trabajos de adultos que hacían el mismo trajo que yo, si repentinamente ganaba más dinero, ellos me acusarían, lo mismo si llegaba a aceptar un número mayor de trabajos de los que ya hacía, si l pensaba trabajar exclusivamente para Lui tenia tantas ventajas que lo más lógico sería aceptarlo, no tendría que volverá lidiar con esos enfermos con problemas de ira y alcohol, ni con mujeres despechadas.

–¿Hasta cuando dices que está abierta la oferta?

–Hasta que me muera.

Una respuesta poco específica, no le reclame.

Me puse a descuartizar el segundo cuerpo  y el me miro  un rato antes de irse, posiblemente  a ver que nadie llegara al callejón, pero quien entraría ahí de todos modos,  era un hueco donde ni siquiera arrojaban basura, apenas llegaban las luces  de las calles.

Poco antes de que terminara, Lui regreso, miro como yo quemaba las cosas que había usado  así como al ropa de sus dos víctimas, como siempre el fuego le causaba incomodidad, quizá se debía a que aquellos objetos desaparecían por completo, el que era la clase de persona que se lleva un pedazo (cabeza) no debía poder aceptar que desaparecieran dejando solo cenizas, claro que no lo cuestione de ninguna forma, mejor no involucrarme, aunque ya estaba muy involucrado con el intento de masturbación que había concluido en una felación un rato antes.

–Bien, ¿dónde dejaremos esto?

Era mi turno para preguntar respecto a lo que hacer, era mi  jefe yo estaba a sus ordenes

Con una sonrisa tomo una de las bolsas que sostenía una  pierna y animado lo dijo.

–Tenemos que  esparcirlos por ahí, tómalos y vallamos a  dejarlos.

En un paseo por la ciudad me llevo de un lado a otro apuntando a distintos lugares donde yo o el lanzábamos las extremidades, los torsos se habían quedado en el callejón. –Sera todo un desastre cuando la policía intente encontrar todos los pedazos.– Menciono mientras arrojaba una pierna a unos arbustos, el lugar era el jardín de un parque infantil.

Era algo repulsivo,  un niño seguramente sería el primero en encontrarlo y el resto de su vida no podría olvidarlo, aunque quizá fuera un niño como Ion quien asesinaba animales apenas con emoción alguna de por medio, con suerte lo encontraría un policía, pero fuera quien lo encontrara el resultado sería el mismo, ningún niño iría nuevamente al parque, igual que en la ciudad donde yo vivía, desde que hubiera problemas económicos y naciera el barrio rojo del lugar, yo no pude volver al parque de mi infancia incluso después de que mi madre se fuera a vivir con mi  tía.

–¿Piensas en algo Alec?

 –No importa realmente, solo pienso que ya no podrán jugar niños  aquí.

Solo pudo reírse de lo que dije y aprovecho para abrazarme sutilmente, su cuerpo caliente  era  agradable en el frio  aire nocturno, pero eso no cambiaba que era inapropiado.

–Espacio personal.

–No.

Cuando volvimos al hotel estaba saliendo el sol.  

Notas finales:

Intento que la historia  se concentre en las relaciones de Alec, no tanto en los asesinatos, aunque podría cambiar el enfoque si alguien lo quisiera. Por ahora ya han aparecido dos de los pretendientes de Alec aunque Ion no lo parezca del todo, todavía falta un poco para la aparición del tercero,  que digo un poco, bastante, podría ser un mes o seis semanas, quisiera publicar cada dos semanas pero estoy en un estado emocional un poco negativo y no se cuento dure.

Bueno les pido sugerencias y peticiones, me despido.

Por  cierto si les parece cortada la  escenilla de  masturbación es debido a que lo está, no se preocupen a su tiempo lo sabrán.


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