“Él es mi amigo más querido y el más cruel de mis rivales, mi confidente y el que me traiciona, el que me apoya y el que de mí depende; y lo más espantoso de todo: es mi igual.”
Gregg Levoy
Eran las dos en punto, bueno, la verdad es que eran las tres de la mañana. Recién dejó de llover, las dulces gotas se deslizaban por mi flequillo hasta mis mejillas borrando cualquier rastro de lágrimas saladas. Tengo frío. Demasiado frío. Froto mis manos en busca de calor, salgo una vez más a la calle, miro a ambos lados. Nada.
Aún no llegaba.
¿Por qué?
¿Por qué siempre me hacía esto?
Desearía tener más carácter; un poco más de orgullo.
Hay tantas palabras que quiero decirle en la cara, gritárselas a todo pulmón, hacer un escándalo donde todos vieran lo que realmente es. Hacerle pasar un mínimo de toda la humillación que recibo cada día, ¿por qué me siguió hasta la universidad? ¿Arruinar mi vida en el instituto no le bastó?
Quiero golpearlo, porque por su causa perdí a alguien especial, tan especial que nunca noté la falta que me hizo cuando se fue, cuando de la noche a la mañana desapareció de mi vida. Él se cansó de verme sufrir, se rindió a la posibilidad de hacerme olvidar, desistió de mí y se fue.
Miré el reloj de mi muñeca. Verifiqué si esa era la hora correcta desde mi celular.
Esperé tener un mensaje de su parte. Ja. Soy un iluso al pensar recibir esa clase de consideración por parte suya, me hace caer un peldaño más abajo. Si es que se puedo caer más bajo que esto:
Aquí, sentado en las gradillas del complejo de apartamentos solo para confirmar algo que es verdad.
La verdad de que él nunca me va amar, o siquiera va darme una señal.
Minutos después le veo bajar del auto de alguien desconocido. Le veo darle un beso en la mejilla, él joven le acaricia el rostro mientras él, se come sus labios, lamiéndolos, dándole mordiscos y une sus frentes para susurrarle algo, seguramente una tierna y adorable mentira.
Me asquea ver la escena pero está bien.
Cosas peores he visto al entrar a su departamento, por esa razón prefiero esperarle en los escalones. Al menos así sus compañías se marchan al verme. Ellos y ellas me demuestran más respeto que tú, Park Chanyeol.
- Baekkie - me levanto del suelo, mientras mi gigantón amigo me apresa entre sus brazos. Aspiro su aroma. Esa colonia que le regale la navidad pasada me golpea, con el olor de algo que prefiero no identificar. Su calor corporal se funde con mi cuerpo helado. Por mucho que lo odie, se siente bien, incluso le devuelvo el abrazo, cerrando los ojos y acercándome más aún, hasta el punto de chocar nuestros pechos.
¿Así se sienten esas personas que pueden tenerte?
“Ugh, otro peldaño más abajo Byun” me auto-recrimino.
Debería estar con algún desconocido, en algún lugar de esta enorme ciudad. Debería seguir el ejemplo de Chanyeol. Debería abrir mis piernas y rozar mis labios con algún extraño.
-No me esperes más - me quita el aire a cada segundo que pasa, y no es precisamente porque me está estrujando contra su cuerpo.
Ese es el efecto que él tiene sobre mí. Así de mal me tiene.
Porque lo amo.
Te amo.
Te odio por no corresponderme.
Te detesto por actuar como si nada pasara entre los dos.
Aborrezco tu actitud positiva.
Tu sonrisa imborrable que me idiotiza.
-Pensé que te había pasado algo malo – le digo separándome.
Mentira. Casi la mitad del tiempo deseo que le pasen cosas malas, un accidente que le abra la cabeza y se dé cuenta de lo mucho que me lastima. Mi cuerpo parece ser inyectado de cólera, cada vez me digo que lo voy golpear, y todo el tiempo me detengo, no por voluntad, y es que al verlo me siento feliz e infeliz. Una sensación extraña, aunque últimamente la infelicidad y desdicha se han apoderado de mi cariño y han sublevado mi amor.
Nos separamos y apoyo su peso sobre mi hombro derecho. Lo veo tambalearse frente a las puertas del ascensor, su rostro desorientado y estúpidamente sonriente, atontado por el alcohol, mis ojos se fijan en un chupetón cerca de su manzana de adán. Su cabello azabache le cae sobre su frente y las puntas rozan sus largas pestañas; tan hermoso hasta dolerme en lo profundo de algo negro y magullado llamado corazón.
-¿Te quedas a dormir? - me pregunta en un susurro juguetón al caminar por los pasillos.
-Sí.
No.
Busqué las llaves por debajo del felpudo que Yura le regalo hace un año.
Me lleve una sorpresa cuando lo vi con sus maletas, anunciándome su mudanza debajo de mi propio departamento, mi cara reflejaba mis palabras, por supuesto solo Yura se dio cuenta de mi incomodidad y me pidió perdón con una sonrisa de lastima. Recuerdo ese día porque también discutí con Kyungsoo.
Con un poco de esfuerzo logré abrir la puerta con Chanyeol colgando de mi cuello, en verdad la diferencia de altura me es injusta, yo soy el mayor.
Entrar en su departamento es como entrar al basurero municipal, el olor a comida rancia, latas de cerveza –caducadas- y ropa que ni un indigente se atrevería a usar, yo no soy la persona más limpia del mundo, pero esto sobrepasa los límites de lo aceptable.
-Dúchate, apestas a putas - le doy un empujón indicándole su camino, se tropieza y se apoya en su sillón; sigue sonriéndome como si fuera alguna clase de chiste.
-Mañana Baekkie – dice mientras camina hacia su cuarto, cerrando la puerta en mi cara.
Siempre me dice Baekkie cuando esta ebrio, o muy feliz. Usualmente este tipo vive cada día como hubiera ganado la lotería, así que el Baekkie siempre está presente.
Busco las llaves en mi bolsillo y las pongo sobre la encimera. Limpio un poco el fregadero, escucho la puerta siendo abierta. No quiero lidiar con Park y sus historias de como Minho y sus amigotes se ligaron a tal y cual, así que me seco las manos sobre mis pantalones y salgo.
Me resigno a dormir un ápice al ver mi cama tendida. Me echó sin levantar los cobertores o cambiarme de ropa, abrazo mi almohada maldiciendo a Park Chanyeol.
Dos horas después tengo el celular vibrando como loco bajo mi estómago. Es Jongdae.
Me preparo mentalmente para sus palabras.
-Byun Baekhyun – habló bajito, pero la rabia que transmitía hizo levantarme de la cama - ¿Dónde estás? El docente llegará en unos minutos. Mueve tu culo.
-Llegare en 10 minutos - respondí colocándome los tenis.
-Corre Byun, no planeo explicarte la clase entera. De nuevo - enfatizó la última frase y pude oír la vos de alguien más.
-Está bien - ruedo los ojos y salgo corriendo hacia el ascensor.
Salto las escalerillas donde me senté anoche y corro agitado hacia la parada del autobús.
Doce minutos después me encuentro en el marco de la puerta, sudando con el flequillo sobre mis ojos, y aun así pude ver la cara de Kim Jongdae juzgando mi estado.
-¿Eres su niñera o algo? Baek, debes concentrarte en tus estudios.
Deseaba argumentar que eso era mi problema, pero la clase comenzó a penas ingrese al aula y solo hubo tiempo para que Kim Jongdae me diera su discurso.
-
-
Apenas llegué a la mesa en la cafetería apoye mi brazo en la mesa con mi mejilla encima. Cerré los ojos e intente pensar en algo que no fuera Chanyeol, lo cual era imposible porque Jongdae seguía hostigándome. Y vaya que lo disfrutaba. Minseok le dio una mirada de advertencia y eso calmó al troll.
-Gracias Minseok – le dije en un susurro.
Después de todo, solo tenía a este par, ellos me ayudan en lo que pueden, especialmente Minseok. Antes tenía a Kyungsoo como pilar esencial en mi vida pero decidió dejarme justo en el momento más desesperado, en el cual me sentí ahogado, y poco después me hirió casi tanto como Chanyeol.
Todo comenzó hace nueve meses. El nueve significa muerte en la cultura japonesa.
Hice algo de lo que me arrepiento con todo mí ser. Sacrificaría a una virgen por retroceder el tiempo. Lo haría.
Esa frase: "El que no arriesga, no gana"
¿Quién dijo eso? No lo sé. Pero puedo decir que esa persona tiene mi más profundo odio y rencor que pueda encajarme en el cuerpo. No siempre arriesgar te asegura una victoria, te puede llegar a costar mucho más de lo que esperabas. A mí me pasó.
Después de tres años yo decidí que le confesaría mis sentimientos a Chanyeol. Medité mucho esa decisión y gracias al apoyo de Minseok lo hice. Kyungsoo para esa fecha ya estaba en Japón; ignorando mis llamadas y mensajes, dejándome a la deriva, y ahí fue donde hice lo que hice.
-Y-yo… te quiero mucho Chanyeol, más que a un amigo - dije nervioso con las mejillas ardiendo. Bajé la mirada y pensé que Chanyeol me agarraría de la barbilla para elevarla y decirme que también me quería.
Pues, ¿adivinen? Pensé mal.
Elevé la mirada y vi su rostro en shock. No parecía enojado o feliz. Nada. No había nada en esa cara de retrasado mental que tiene.
-Gracias Baek, pero tú y yo somos como hermanos - me palmeó el hombro como consuelo. Cuando medio la espalda puede oír su risa.
Ouch.
Lo peor no fue el rechazo. Lo peor era saber que Chanyeol, mi mejor amigo, mi primer amor, alguien por el cual había delirado, estaba actuando como si nada pasara. Al día siguiente me habló como si nada hubiera ocurrido la noche anterior. Imbécil.
Ahí fue donde exploté. Y minutos antes de llegar a mi departamento, Kyungsoo me llamó de un teléfono público desde Japón ¡Japón y ebrio! me dijo que no deseaba más dramas, mensajes de auxilio, nada, no quería nada. Hipeaba a cada rato y solo me confirmaba su regreso para el siguiente semestre.
-Me tienes arto Byun – solo pude respirar porque mis manos presionaban mi celular hasta el punto de quebrarlo –. Tú, Chanyeol y todos. Yo quiero decirte lo siguiente – por el sonido Kyungsoo chocaba su cabeza contra la cabina –: Me das lastima.
En ese momento reventé en una masa de blasfemias y llanto, no tenía caso discutir con un borracho, al final le dije que nunca más me volviera a llamar, y él con su carácter también me gritó lo mismo. Eso pasó hace un año más o menos, y tanto Kyungsoo como yo no hemos compartido una sola llamada desde entonces.
-Baek debes comer - me dijo Minseok sacándome de mi mundo.
-Te compré esto - Jongdae puso una bandeja frente a mí. Asentí y devoré el sándwich, con una Coca-Cola en lata.
-Baekhyun - miré a Minseok - Yo y Jongdae iremos a una fiesta ¿quieres ir?
Noté como Jongdae codeaba a Minseok. Las fiestas no eran algo que frecuentara, mucho menos en mi último semestre, y las veces que asistí siempre me encontraba con Chanyeol y su brazo colgando de un hombro desconocido.
-Claro, será bueno divertirse un poco.
Jongdae carraspeó. Él odiaba las fiestas, las aborrecía con el alma. Pero Minseok dijo que era una fiesta especial, porque era la bienvenida a los estudiantes de intercambio. Era comienzo del semestre, las fiestas como esas abundaban, también las de fraternidad.
-
-
-Un viejo amigo llegará y deseo verlo - me contó Minseok. Jongdae soltó un bufido mientras conducía.
Llegamos a la casa de Minho. Mejor dicho, la mansión de los Choi. Solo las puertas eran más altas que mi casa, y la sala equivalía a toda mi casa también.
Me parecía un abuso lo que ese tipo hacía con su casa solo por ser rico, aunque después de estar con Taemin su arrogancia había disminuido. Cerca de las escaleras vi a Taemin de brazos cruzados, y a su lado estaba Minho, agarrándolo de su cintura.
-Baek - alguien bramó y al reconocer la voz mis pies se pegaron al suelo de madera.
-Chanyeol - le saludé con los labios secos.
-¡Orejas! - gritó Jongdae para llamar la atención.
-¿Por qué estás aquí Baek? - me preguntó ignorando a Jongdae y Minseok quien se había quedado callado.
¿Por qué te tengo que dar explicaciones?
-Minseok me invitó. Su amigo es uno de los estudiantes de intercambio.
-Oh, Baek este no es lugar para ti - me dijo riendo. Fruncí el ceño y Minseok compartió miradas con Jongdae quien palideció en un segundo.
¿Eh? ¿PERDÓN?
-¿Qué quieres decir con eso? – molesto con sus palabras me acerqué a Chanyeol. Se relamió los labios como si la respuesta fuera muy obvia.
-Tú debes estar en...
-¡Hey! ¿Dónde están los nuevos? - interrumpió Minseok salvando la situación; Jongdae recobró su color.
-No lo sé - respondió Chanyeol alzándose de hombros.
Me di vuelta dejándolos solos, escuche la voz de Chanyeol llamándome pero la ignoré metiéndome al centro de la sala donde la gente había montado una pista de baile. Si vine a una fiesta fue por el alcohol gratis en parte, no para ponerme de malhumor.
-Hola - me habló un niño. Parecía un niño; cara angelical y cabellos rosados. Era muy bonito -. Soy Luhan - me extendió su mano y se la estreché. Un impulso recorrió mi espina dorsal y la sonrisa de Luhan se ensanchó.
Luhan Pov
Odio Seúl.
Lo odio, me gusta más mi país natal, China. Pero aquí estoy, rodeado de gente que ni conozco. Todos me sonríen y me hacen preguntas absolutamente ridículas.
"¿Puedes hablar coreano?" No imbécil, vine a Corea a estudiar periodismo sin saber el idioma, haré entrevistas con un traductor.
¡Dios sálvame! no conocía a nadie. No es que sea tímido, pero nadie me llamaba la atención lo suficiente como para tratar de sostener una conversación amena y agradable. Soy muy sociable, pero todos me miraban con cara de: oh, el extranjero, el nuevo ¿es hombre?
Qué lindo recibimiento. Ahora también estaba en una fiesta de bienvenida, cuando ni siquiera sabía dónde quedaba la universidad y mis maletas seguían en el apartamento de Tao.
Dato insignificante: Tao me odia.
Razón de ello: desconocida.
Alguien me pasó un vaso de plástico rojo, con alguna bebida mezclada, sabía mejor de lo esperado. Bebí mientras divisaba a alguien que Minho me presentó al llegar. El nombre también pasó de largo en mi memoria. Era alto, orejas tan raras hasta provocar una risa en mí, sonrisa amplia y un poco aterradora en mi opinión, y ahora estaba ligándose a una de las chicas que venía conmigo en el avión.
Es una idiota al corresponderle, se nota a leguas lo jugador que es este tipo. No solo un jugador, parece el típico idiota de universidad que se tira lo que sea que tenga piernas y un lugar donde meterla. Negué con la cabeza en señal de desaprobación. Los seguí con la mirada y me alejé cuando comenzaron a comerse la boca.
-Luhan, ¿te diviertes? - me preguntó un tipo del cual no recordaba su nombre o quizás no me moleste en preguntárselo. Aun así le sonreí amablemente y asentí con la cabeza –. Deja que te presente a unos amigos, espérame aquí - dijo sonriente y se alejó. Aproveche mi oportunidad y hui.
-¡Baekhyun! - el orejudo gritó, noté su expresión de felicidad absoluta al ver a un chico bajito.
El aura, de quien debía ser Baekhyun, emanaba desesperación, y sonreí al ver la escena. A su lado se hallaban un camello y un baozi. Un trío peculiar y él orejas se les unió, el tipo aún tenía labial en la esquina de sus labios. El nombrado, Baekhyun, parecía molesto, indignado pero el baozi dijo algo y el castaño se apartó casi corriendo mientras que el orejas le llamaba a gritos. Parecía su padre por la forma en que lo llamaba. Ahí fue donde supe la razón por la cual parecía tan abatido.
Le gustaba el gigante.
Era una pena que le gustase alguien tan estúpido.
Entonces me acerqué dispuesto a entablar mi primera amistad. Las personas lastimadas y yo nos llevamos bien. Porque yo fui herido, tantas veces que ya ni me importa una cicatriz extra sobre mi piel, incluso las colecciono.
-Hola – le hablé; Baekhyun me miró asustado. Me reí internamente, parecía un cachorrito perdido. –Soy Luhan - le extendí la mano. Su mano era cálida y suave, una sensación extraña recorrió mi cuerpo y solo pude ampliar mi sonrisa.
-¿Quieres bailar…?
-Baekhyun, y sí me gustaría - agarré su mano, la cual era demasiado suave para ser de un hombre.
Lo lleve al centro de la pista, comenzamos a bailar, se movía muy bien. Puse mis manos en sus caderas atrayéndolo hacia mi cuerpo. Baekhyun se estremeció ante el contacto, pero no se alejó de mí. Bailamos un poco más hasta que me dijo algo en el oído. No entendí nada, pero me llevó de la mano escaleras arriba y entramos a un baño.
-Espérame - me dijo agitado mientras se mojaba el cuello con una toalla.
Baekhyun Pov
¿Por qué estaba en un baño con un completo extraño?
Al menos me alejó de la vista de Chanyeol y sus instintos paternales para conmigo.
Luhan apoyó ambas manos sobre el enorme lavado, se paró a mi lado con aires relajados. Giré mi cabeza y vi detenidamente su rostro. Parecía que pensaba en algo mientras miraba nuestros reflejos, en ese momento me hubiera gustado leer su mente, así tal vez todo hubiera sido diferente, pero no me arrepiento de nada.
-No me gusta esta fiesta – me confesó en un bufido, sus dedos peinaban sus cabellos rosados.
Este tipo era perfecto de perfil, de frente, de todo ángulo existente.
-A mí tampoco - respondí calmado, vi como sonreía ladinamente a nuestros reflejos y sentí que una alarma se encendió en mi cabeza.
La tensión se hizo presente, al menos de mi parte porque él lucía muy relajado. Aún no entendía por qué lo había jalado conmigo al baño.
Apenas lo conocía. Su nombre, Luhan, era lo único que sabía de él. Bien podría ser un asesino o algo peor. Pero seguía aquí, en un baño, a su lado...
Me palmeó la espalda y lo miré consternado.
-Creo que iré a descansar – por la expresión que me dio, pude ver que no tenía un lugar –. Apenas dormí en el viaje.
-Te acompaño, de todas formas solo hay un camino para volver a la ciudad - dije nervioso.
Eso era verdad, esta casona se hallaba a las afueras de la ciudad, y también deseaba irme, al menos no era el único que no disfrutaba de la fiesta.
-Tendrás que llevarme, no tengo auto, ni licencia - me reí y acomodé mi camiseta antes de salir del baño.
Luhan abrió la puerta de espalda mientras mantenía sus ojos sobre mí.
-¡Oye! Más cuidado - se quejó una voz chillona. Luhan no parecía muy feliz por la forma en como le hablaron. Y chocó su hombro con la chica al de salir.
-¿Qué te sucede? - la chica agarró del hombro a Luhan y este se dio media vuelta molesto.
-No me toques - le amenazó con fuego en los ojos y la otra tembló.
-¡Chanyeol! - gritó asustada. Rodé los ojos al ver al idiota de Park acercarse dando pasos irregulares, estaba ebrio.
-¿Qué... - me miró y luego miró a Luhan - Baek, ¿sigues aquí? - me apuntó con su dedo y abrí mis ojos sorprendido.
-Yo... - iba a darle una explicación, de nuevo, a pesar de que no se la debía.
La chica se puso detrás de Chanyeol y Luhan frunció el ceño, sus labios se abrieron, y todo comenzó.
-¿Es tu novio Baek? - preguntó con voz calmada y serena, sus ojos marrones brillaban divertidos.
-No - la joven de cabellos rubios respondió al instante.
-Le pregunte a él – llevó el dedo índice señalando a mi mejor amigo.
Chanyeol medito un momento, y respondió con una seguridad innata.
-Por supuesto que no.
Eso dolió más de lo que me hubiera gustado que doliera. Los ojos me picaban y la garganta se me secó en un instante. Me sentí mareado.
-Es mi mejor amigo - dio un paso delante y Luhan me jaló hacia él.
-También es mi amigo, el primero que tengo desde que llegué - sonrió mostrando sus dientes perlados.
-Baek – sonaba enojado a pesar de que su voz era la de un borracho – apenas lo conoces ¿Qué te sucede?
-Tú te follas lo primero que encuentras – espeté molesto, observé a la joven que seguía detrás de él, le sonreí – ¿Es bueno en la cama? Porque los gemidos se escuchan hasta mi departamento – Luhan soltó una carcajada y yo sonreí acercándome más al pelirosa.
-Baek, vámonos - Luhan me rodeó con su mano y me deje llevar dejando al gigante con la mandíbula colgando.
Miré sobre mi hombro y vi como la puerta del baño se cerraba.
-
-
-Eso fue genial. Me agradas - me dijo mientras buscábamos algún taxi para volver.
Jongdae nunca me prestaría su auto, y la verdad es que Luhan no era precisamente la clase de amigo que aprobaría tanto él como Minseok.
Las movilidades lujosas parqueadas fuera del lugar, con los de primer año apoyados en el capó, tratando de lucir sus automóviles frente a todos los y las idiotas superficiales.
-Probaré con estos niños – susurró para él, tal vez no supo que lo escuché perfectamente o esa fue su intención.
Luhan me guiñó y me soltó el brazo. Caminó hacia uno de los de primer año. Después de unos minutos Luhan me hizo señas para acercarme, me puse nervioso, porque el joven miraba a Luhan de una manera poco discreta, lo estaba desnudando con los ojos, solo faltaba la baba y sería un paquete completo.
-Sehun, él es Baekhyun - nos presentó Luhan y saludé tímidamente al pelinegro.
-Eres Byun Baekhyun, el amigo de Jongdae - me dio una mirada cálida, y sentí más confianza.
-¿Hacia dónde vamos? No conozco la ciudad – Luhan cambió de tema mientras abría la puerta delantera del auto de Sehun.
-Los puedo llevar a cualquier lado.
-¿Puedes llevarme a los departamentos universitarios del lado este? - pregunté. Abrí la puerta e ingrese a los asientos traseros.
-Sí ¿y tu Luhan?
-Al mismo lugar, veré si tienen algún piso disponible y de paso quiero verificar los gemidos - dijo con una sonrisa cómplice y me reí en ese instante. Sehun se unió a mi risa, un poco confundido, pero se unió.
El camino de regreso fue cubierto por la charla de Luhan. Hablaba de temas interesantes y Sehun parecía escuchar cada palabra. Yo me dormí a los pocos minutos.
-
-
Sentí las manos de alguien sobre mi cuerpo, esa manos eran curiosas y resbaladizas, abrí los ojos espantado y vi el rostro se Sehun cerca de mí.
-Perdón ¿te asusté?
-N-no... ¿Y Luhan? – pregunté incorporándome sobre el asiento.
-Aquí - escuché su voz y vi que me hallaba en frente de mi edificio.
Sehun me extendió su mano y salí del auto.
- Gracias Sehunnie - Luhan le dio un abrazo - te veré por ahí - le guiñó y Sehun agachó la cabeza ligeramente avergonzado.
Al despedirnos de Sehunnie guíe a Luhan hacia mi piso.
-¿Por qué tienes dos habitaciones?
-Vivía con un amigo, pero se mudó a Japón - me quité la chaqueta, estaba agotado. Eran las dos de la mañana.
Luhan salió del cuarto de mi antiguo compañero.
-¿Puedo mudarme aquí? - me preguntó.
-Sí.
Jongdae Pov
Esto era un desastre. No. Esto era un infierno.
Vi como Baek corrió en una dirección desconocida. La búsqueda para encontrarlo se convirtió en mi prioridad número uno. Minseok siendo el buen amigo que es, desapareció en un santiamén. Y Chanyeol, del cual no tiene sentido que hablé porque no viene al caso, se fue corriendo detrás de minifaldas y pantalones ajustados.
Necesitaba a Kyungsoo, en realidad, todos lo necesitamos. Empezando por Baekhyun y terminando por Chanyeol. Do era el puente, la voz, la conciencia, el que mantenía en línea a los idiotas de Park y Byun. Ahora se hallaba en Japón, nunca supe qué pasó entre él y Baekhyun, incluso llevaban un año y más sin hablarse, y para que Kyungsoo hiciera algo tan inmaduro, debió ser algo muy serio.
Caminé por los pasillos repletos de gente... irresponsable. A medida que avanzaba me encontraba con más sorpresas -vomito, condones, y otros fluidos-.
-Minseok - llamé su nombre cuando lo divise en un pasillo.
Me acerqué furioso, estaba hablando con un tipo alto, de ojeras prominentes, era joven.
-Tao, te presento a Kim Jongdae, el troll.
-El Inmortal - corregí a mi amigo.
-Hola - dijo titubeante, su acento chino seguía presente.
-¿Encontraste a Baekhyun? - miré a Minseok, su rostro se puso rojo y negó con la cabeza -. Ese imbécil, nunca debimos traerlo.
-Yo lo vi - apareció Irene por los pasillos y nos saludó agitando su mano, ella y su amiga desaparecieron apenas nos dieron el chisme de que Baekhyun estaba con un chino de nombre Luhan.
Suspiré aliviado, pero la cara que ponía el amigo de Minseok, se llevó toda la calma que me quedaba en el cuerpo.
-Luhan no es alguien... bueno - nos explicó Tao.
Habló en Chino explicando quién, qué, y cómo era Luhan. Minseok hizo de traductor. Cerré los ojos a medida que me contaban la autobiografía de Luhan.
¿Por qué tengo amigos que atraen delincuentes?
Baekhyun Pov
Supongo que cualquiera pensaría que estoy loco al dejar entrar a Luhan a mi departamento, no solo eso, sino que ahora mismo le ayudo a subir sus cajas de mudanza.
Sí, Luhan vivirá conmigo desde ahora, pero no es un completo desconocido. Él estudia en la misma universidad que yo. Y conoce a Tao, -el cual, apenas nos vio en su puerta en la mañana, aventó todas las maletas y cajas- el amigo de Minseok. Conoce al amigo de mi amigo. Algo es algo. Supongo...
No sé por qué pero su presencia me da una sensación de seguridad. Una clase de ayuda para alejar a Chanyeol. Porque apenas nos vio saliendo del auto de Sehun -quien se ofreció a ayudarnos con la mudanza- se dio vuelta sin decir nada, ni siquiera saludó. Miró a Luhan y Sehun con recelo y subió a su piso.
Que–se–joda.
-¿Tienes algún trago? -Sehun se acercó hacia mí con una sonrisa de lado.
-N-no - tragué saliva, las manos me sudaban.
-Iré a comprar algunas - se ofreció Luhan.
-Yo iré - dije exaltado. De ninguna manera me quedaría solo con Oh Sehun, eso nunca pasaría. El chico era un sueño de manga shoujo pero no. No. ¿Qué tal si hago algo mal y se va? Mi imaginación no conoce límites y las posibilidades de que algo mal salga, son infinitas.
No les di tiempo de responder y salí.
Compré unas cervezas, soju y algunos bocadillos; ahora que lo pienso... nunca hay bebidas alcohólicas en mi refrigerador, tal vez porque Chanyeol se las lleva todas. "Tú nunca te embriagas Baekkie" es y era lo que me decía cuando se las llevaba.
Al volver subí al ascensor, miré mi cabello en el espejo y unas manos gigantes aparecieron para despeinarme. Rodé los ojos y di media vuelta, y vi a Chanyeol con su sonrisa idiota.
-Baek - me intentó quitar la bolsa - ¿Qué traes ahí? Muestra - me lo quitó.
-¡Oye! Son mías - le arrebate la bolsa y oprimí el botón de mi piso.
-Tu no debes beber, jamás - fruncí el entrecejo -. Eres lindo y adorable, no es agradable verte con esto - apuntó mi bolsa.
-Y tu... - no sabía que responderle, me miró con sus ojos negros y el cabello desordenado. Mi corazón latía tan rápido y solo me pude aferrar a la bolsa.
La puerta se deslizó.
-Baek, ¿te ayudo? - Sehun me esperaba en el pasillo, Chanyeol se dio vuelta.
-¿Y tú quién eres?
-Soy Oh Sehun, mucho gusto - le sonrió amablemente a Chanyeol a pesar del tono descortés que empleo Chanyeol para hablarle.
-Gracias Sehun - le pase la bolsa saliendo del ascensor. - Tu departamento se encuentra en el piso de abajo.
Sehun se río y Chanyeol se metió en el ascensor.
-Parece agradable -dijo sarcástico.
-No tienes idea.
El resto del día estuvo compuesto por: Sehun, Luhan y mucho alcohol. Las ocurrencias que tenían era de lo más gracioso y más aún cuando empezaron a beber, era notorio la poca resistencia de Sehun, y Luhan aprovechó para quitarle las llaves de su auto último modelo cuando el menor se echó en mi sofá.
-¿Qué haces Luhan?
-Divertirme, eso es obvio - guardó las llaves y levantó a Sehun -. Ayúdame.
Metimos a Sehun en mi habitación, Luhan le puso el cerrojo, como si fuera su mascota. Me jaló de la mano hasta su cuarto y me lanzó un conjunto. Capté la indirecta y me cambié de ropa. Un atuendo nada revelador, pero ajustado, especialmente en mis muslos, estaba seguro de que si me sentaba la tela explotaría dejando expuesto mi trasero.
-Yo conduzco –. Luhan, el señor sin licencia cerró la puerta de nuestro departamento y me empujó juguetón hacia los ascensores.
-¿Adónde vamos?
- Una fiesta – miró mi atuendo - nos divertiremos.
Asentí.
Era un lugar extraño, ingresamos por un callejón y una diminuta puerta con un hombre fornido en frente. Luhan le dijo lago en chino y el tipo nos dejó ingresar.
Luces verdes, azules, rojas y cosas fluorescentes fueron lo primero que afectaron mi vista, bajé unas escalerillas y aprecié a un montón de gente bailando y gritando en lo que parecía un galpón subterráneo. El sonido se llevó mi capacidad auditiva, un zumbido era lo único que llegaba a entender mientras que Luhan me decía algo.
El lugar era tan grande, la cantidad de personas que me tocaron el culo pasaba las 2 cifras. Pasó una hora y aún me sentía incómodo, no encajaba con el lugar.
-¿Te quieres ir? - me preguntó Luhan cuándo entramos al baño. Una de las cabinas emitía sonidos nada tímidos.
-Sí, no me siento cómodo. Me pellizcaron el culo.
Luhan Pov
Quiero un auto como el de Sehun. ¿A quién debo pedírselo?
El club estaba repleto, era fin de semana así que era normal salir a divertirse antes de que tu vida se vuelva una completa mierda en la universidad. Un amigo me recomendó este lugar me parecía bonito, no había tantos indeseables, y la gente apenas le importaba lo que yo y Baekhyun hacíamos. Pero reconozco que el lugar estaba a tope, mejor volvíamos otro día.
En la barra Baekhyun seguía haciendo muecas y se movía incómodo. Lo metí a uno de los baños, después de decirme que deseaba irse miré la cabina donde una pareja follaba.
-¿Buscamos compañía? – le dije con una sonrisita.
Se puso rojo al instante, reí al ver cómo me intentaba hablar sobre su preciada virginidad. Un gemido salió de la cabina.
-¡Cállense! - golpeé la puerta irritado. Podían follar cuanto quisieran, pero los gritos de perra simplemente mataban mis nervios.
-Luhan... vámonos - me rogó asqueado por los gemidos provenientes de la cabina.
La puerta de la cabina se abrió y una joven salió al instante. Un tipo más alto que Tao salió subiéndose la bragueta. Era atractivo, alguien que seguramente aceptaría desvirgar a mi amigo.
Vamos gente, no puede ser virgen toda la vida. Se nota a leguas las ansias que tiene de un poco de piel, una caricia… Sí, Baekhyun luce desesperado, y es lo suficientemente inteligente para no demostrarlo, lástima que su cuerpo grite lo contrario.
-Byun Baekhyun. Debo tomar una foto porque Chanyeol no me creerá esto.
-Tu no dirás nada - espeté. A este paso yo lo desvirgare, en esta ciudad solo hay personas petulantes y odiosas.
-Luhan, te vi en la fiesta ¿Cómo estás?
Sonreí abiertamente.
-Bien, ¿Por qué estás aquí Yifan? – ahora lo recuerdo... este era el lame culos del docente cuando llegué. Mira que cambios –. Follarte a cualquier persona puede ser peligroso.
-Esa era Hyo - habló Baekhyun -. Son novios.
-Ya no lo somos, eso - miró la cabina y luego a nosotros, especialmente a Baekhyun. Interesante - fue una despedida. Regresaré a China, así que sin compromisos estos últimos seis meses.
Ahora miraba los muslos de Baekhyun, el cual sonrió de lado, algo tímido, pero correspondió.
Esto será divertido.
Jongdae Pov
-¿Dónde está? - pregunté mirando hacia la calle.
Baekhyun no respondía mis llamadas, y Chanyeol no parecía nada contento cuando me llamó, informándome que Byun había metido al delincuente rosa a su apartamento.
-Baekhyun es adulto. ¿Por qué lo tratan como a un niño? – dijo Minseok con un iPhone entre sus manos mientras se quejaba de mi preocupación.
-Porque puede acabar violado en alguna esquina de esta ciudad.
Minseok rodó los ojos y siguió enviándose textos con Tao. El cachetón apoyó sus pies sobre el asiento y tarareo una canción dejándome en el olvido prácticamente.
Después de una hora y 5 quejas en el auto -cortesía de Minseok-, decidimos entrar al departamento de Chanyeol. Entrar a ese nido de moho, y comida barata. Era, era ¡horrible!
Arrugué la nariz al ver el desastre que era el lugar de Chanyeol. Tenía que llamar a alguien para que limpiara antes de que el gobierno clausurara el lugar. Era un atentado contra la salud pública tener un departamento en estas condiciones. Lo era y si Minseok casi se desmaya al ver una cucaracha en el lavado, sentarse en aquel sillón sería como si perdiera la virginidad. Solo Park sabía lo que había hecho en ese sillón.
-Chanyeol debes limpiar esto - gruñí al pisar una bolsa de restos de comida.
-No tengo tiempo o ganas – se sinceró. Se acercó ofreciéndonos unas bebidas, la cual obviamente rechazamos con cara de asco, al menos yo puse esa cara.
-Byun aún no regresa, mejor nos vamos - abrí la puerta, la verdad es que yo permanecí en la entrada. En un rincón "seguro".
-Yo te llamaré cuando vuelva.
-Baekhyun no debe alegrarse mucho cuando ustedes lo controlan de esta forma - Minseok nos dio una mirada acusadora, en especial a mi amigo el gigantón.
-Minnie vámonos - reí un poco para calmar el ambiente.
Siempre soy yo el que calma el ambiente, por si no lo notaron.
-Los veré la próxima semana.
Cerró la puerta prácticamente en nuestras caras.
-Se enojó.
-Eso no me importa – replicó Minseok caminando hacia el ascensor.
-Debiste detener a Baekhyun ese día, en vez de eso lo alentaste y todo acabó así.
Minseok me dio una mirada fría y distante. El ascensor llegó, entré y Minseok se quedó en el pasillo.
-¡No seas dramático Min! - le grité siguiéndole escaleras abajo.
Agarré su brazo y me disculpé. Casi me arrodillo y soy el Inmortal. Los inmortales jamás se disculpan, pero el carácter caprichoso del cachetón no me dejaba otra salida. No podía pelear con Minseok, nunca podría, me sería difícil no quejarme de todo sin Minseok a mi lado y su iPod a todo volumen.
Entrando al estacionamiento donde dejé a mí bebe, vi algo que me saco de mis pensamientos sobre cómo pagar la comida de Minseok durante una semana (la única forma de ganar su perdón)
-¡Me haces cosquillas! - escuché la risa de Baekhyun.
Baekhyun. Byun Baekhyun ebrio y riendo cargado en los hombros de Wu Yifan.
Luhan debería teñirse el pelo de rojo, porque este tipo es el demonio. Byun Baekhyun borracho, es algo que solo se ve una vez en la vida.
-¡Wu Yifan baja al costal de mi amigo! - le exigí mientras caminaba hacia ellos.
-¿Quién es? - preguntó Baek sobre los hombros del más alto – ¿Jongdae?
-Sí Byun, ahora bájalo Yifan.
El rubio me miró con duda y no soltó a Baekhyun. ¿Qué pantalones eran los que llevaba Baek?
Vi a Luhan tambalearse e hipar antes de soltar a reírse.
-Jajaja Wu estas en problemas - Luhan fue detrás del rubio para reírse con Baekhyun, quien se le había unido al coro de risas.
-No Wu, apuesta es apuesta. Ahora súbeme - gritó Baekhyun.
- ¿Apuesta?
-Jamás creí que lo harías - dijo Yifan mientras comenzaba a caminar.
-Pues, gané.
-¡Ganamos! - el demonio rosado extendió las manos al aire.
Caminaron los dos y Baek colgando de los hombros de Wu, dejándome con la palabra en la boca. Vi la cara de Baekhyun. Minseok soltó una risotada estérica y se volvió a meter a mi SUV.
-Byun dime que apostaron.
-Tú adivina - saco su lengua y lamió sus labios.
Oh por Dios.
Luhan Pov
Baekhyunnie metiéndose al bar de la esquina, y bailar sobre una mesa debió ser lo más gracioso que vi hasta ahora. Mi nuevo amigo bajó de la mesa y caminó hacia el pequeño escenario, sostuvo el micrófono con ambas manos.
-Nunca lo hará.
-No lo subestimes.
-Hola a todos - si lo iba hacer - ¡Soy Byun Baekhyun! ¡Soy gay! Y les daré un baile - en este punto ya estaba muriendo de la risa -. Porque quiero ser cargado en los hombros de ese Dragón Chino - señaló a Yifan. Abracé mi estómago. Moriría de la risa - Y mi amigo Luhan me ayudará - me hizo señas con las manos llamándome.
Todos me miraron, me alcé de hombros y subí a su lado. Había algunas personas y solo unos empleados que parecían acostumbrados a esta clase de escenas.
Bailamos sobre el escenario donde seguramente se hacían presentaciones aburridas, y no este espectacular baile que dimos.
-Vamos Wu, debes subir 5 pisos conmigo - Baek le palmeó los hombros a un Yifan boquiabierto.
Salimos después de pagar. No paraba de reír y Yifan conducía el auto de Sehun. ¿Sehun estará despierto? Lo dudo, me encargué personalmente de ello.
-Seh- corte a Baek.
-Estaciona ahí, ese es nuestro lugar.
-
-
Corrección: la cara que ponía el camello era lo más gracioso que había visto hoy. Me di vuelta y lo vi en shock, le sonreí al amigo de Tao, que se hallaba parado observando la escena.
-Segundo piso - Baekhyun uso un tono gracioso. Yifan sudaba por todo el cuerpo.
-Yo también quiero ser cargado - hice un puchero, en verdad estaba ebrio para poner un puchero, sumándole mi cansancio, abrí la puerta del corredor y tomé el ascensor.
-Baek abre - vi a orejas Park en mí puerta y la de mi amigo.
-Baek abre - repetí en modo de burla. La verdad es que estaba muy ebrio. Baek y Wu bebían el Vodka como agua y yo no me quedaría atrás.
Chanyeol me vio con odio y yo le sonreí.
-Baekhyunnie llegara en unos minutos más - le dije mientras metía la llave.
-¿Dónde está? ¿A dónde fueron? - temblé al escucharlo. Estaba enojado, tenía miedo de que me mordiera.
-Búscalo.
-
-
Abrí la habitación donde habíamos encerrado a Sehun.
-Oye - le moví la espalda- son las 3 de la mañana, tu mamá se preocupará.
-Luhan - se dio vuelta, somnoliento.
-Baek dormirá con alguien más. Sal de aquí.
-¿Y yo?
-Dormirás conmigo.
Baekhyun Pov
Escuchaba los jadeos de Yifan, sentía sus manos sobre mis pantorrillas.
-Bájame, estas agotado.
Me bajó con cuidado. Era el cuarto piso y la verdad me dolía el estómago por estar colgado de su, huesudo hombro, durante tanto tiempo.
Vi su rostro, el cabello pegado a su frente, las mejillas rojas por el ejercicio. Era guapo. Tal vez demasiado. No tenía el rostro tan infantil como Luhan y Sehun. Sus facciones eran simétricas y perfectas. Sus labios eran finos y lucían rojos debido a mordeduras que el mismo se hizo.
Se inclinó para besarme, le correspondí el beso. Tenía el sabor de las bebidas que tomamos. Sus manos se posaron en mi trasero, me estremecí al sentir roces entre nuestros miembros.
No me disgustaba la idea de perder la virginidad con alguien tan perfecto como Wu.
Sí, era virgen. Yo protegí y me guardé para alguien especial, no mencionaré su nombre, porque sonaría muy patético de mi parte.
-¿Subimos? - le dije frente a sus labios.
Lo sostuve de su mano y subimos al quinto piso.
No dije nada y él tampoco. Luhan dejó la puerta sin seguro para nosotros.
Entramos a mi habitación y vi que Sehun había desaparecido de mi cama. Yifan no me dio tiempo de pensar cuando atacó mi cuello por detrás. Gemí al sentir sus dedos desabrochar mi pantalón ajustado. Llevé mi cabeza hacia atrás, apoyándome en sus hombros.
-Espera - susurré. Me alejé.
Era mi primera vez, lo conocía, pero no tanto como para hacer esto.
Lo vi varias veces en el campus, hablamos porque Jongdae y él se conocen, Chanyeol se acostó con su ex novia. Sabe mi amistad con Chanyeol y tuve miedo de ser una especia de venganza, pero en esos momentos no creí a Yifan capaz de ello.
Le miré apenado porque... era inexperto, no tenía ningún conocimiento sobre esto. Tampoco tenía condones o lubricante. Nada.
-Perdona si te incomodé Baek - me habló tan suave y dulcemente. No parecía ser Wu Yifan el que me hablaba, sus ojos amables y voz calmada –. Si quieres puedo dormir en la sala.
No, no, no. Incluso si solo somos algo de una noche, me gustaría probar. Me olvidaba de Chanyeol, no pensaba en él, pensaba en mí, en mis decisiones, en mis errores; quería cometer todos los que pudiera. Empezaría con él. Wu Yifan.
-Espérame aquí - él asintió y salí de mi cuarto.
Luhan tenía condones y lubricante, le ayudé a acomodar sus cosas, y eso fue lo primero que acomodó. Si recuerdo bien, los guardo en el baño.
Bingo. Los tengo.
-Baek - entre y cerré con fuerza la puerta, noté que mis dedos temblaban.
-Nunca hago estás cosas - miré las cosas que traía entre los dedos.
Yifan se me acercó lentamente. Me quitó la camiseta de un tirón y yo le ayude con su hebilla.
Respire agitado y nervioso al ver que solo nos quedaban los bóxeres encima. Miré a otro lado cuando Wu se bajó el suyo, y oculté mi rostro en su pecho desnudo, cuando él me dejó como vine al mundo.
-¿Primerizo, eh?
-Aprendo rápido – repliqué.
Manoseó mi trasero mientras besaba mi cuello, incliné la cabeza hacia la derecha para darle más acceso. Olí su cuello y le dejé marcas, gemí al sentir un dedo ingresar en mi interior. Dolía un poco, pero el placer que me daba valía la pena.
Nos echamos en mi cama, se puso encima de mí, pesaba mucho pero apoyo su codo a un lado y aligeró su peso.
Mis mejillas estaban rojas y mi cuerpo se retorcía cada vez que Yifan me acariciaba el interior de mis muslos. Debía ser pecado sentir este placer y excitación que me daba al besarme. Mordió mi labio inferior y reí ligeramente, enredé mis manos en sus cabellos rubios. Estrujé su espalda y lo acerqué hacia mi cuerpo, nuestros miembros se rozaron y oí sus quejidos placenteros.
Sin previo aviso, metió sus dedos de nuevo. No sólo uno, sino dos. Apreté los dedos de los pies enredándolos en las sábanas.
-Te prepararé con lentitud Baek - y vaya que lo hizo, me desespere tanto que mis caderas se movieron contra sus dedos.
-Ya está - dije entre jadeos de placer. Su mirada penetrante me excitaba aún más.
-Solo un poco más.
Rodé los ojos y sentí un líquido frío ingresar. Era resbaladizo y un poco viscoso.
-Ahora sí - después de su aprobación me di cuenta de lo que pasaría.
Abrí los ojos asustado y miré hacia donde Yifan se ponía el condón. Tenía razón, y agradecí porque la prolongada preparación que me dio.
-Mírame a los ojos.
Lo hice, miré sus orbes obscuros. Solté un grito al sentir su longitud entrar lentamente en mí ya-no-virginal-agujero.
Una lágrima salió de mis ojos. Gemí sin importarme si me escuchaba todo el edificio.
Las embestidas de Yifan tardaron en llegar porque él dijo "Debes acostumbrarte un poco" a la mierda esa oración. Estaba temblando de placer, y de paso se atrevía a retrasar el acto.
-C-creo que ya está - ya casi no me molestaba.
Él asintió y continuó. Movió sus caderas y arqueé la espalda. La sensación enviaba señales por todo mi cuerpo, mientras que una ola de placer golpeaba mi cuerpo.
En una embestida dio en un punto clave y enterré las uñas en su espalda, busqué sus labios para callar mis quejidos.
Lamió mi labio inferior y exploró mi cavidad bucal como un experto, succionó mi lengua sacándome otro gemido. La mejor parte fue cuando llevó sus manos hacía mi miembro erecto, y movió la mano de arriba hacia abajo. Seguía embistiendo y yo movía mis caderas a su ritmo. Mis paredes interiores se contrajeron y tuve el placer de escuchar los gemidos de mi compañero.
-Llegaré pronto - dije entre jadeos desesperados, la vista se me nubló un poco.
-Yo igual.
Temblé una vez más arqueando la espalda.
Después de unos segundos, los dos llegamos al clímax. Manché nuestros estómagos con mi semen y él mi culo.
Yifan salió de mi interior, su rostro tenía una capa de sudor al igual que yo. Me limpió el torso con su camiseta y me besó los labios una vez más.
-Eso fue genial Baek.
-Te dije aprendo rápido Yifan.
-
-
Abrí los ojos. Me levanté con un dolor punzante en mi culo. Dolía, sí, pero podía caminar. Me levanté y me di cuenta que Wu se había marchado. Me cubrí con una sábana y salí en busca de un café bien cargado.
-Baekhyunnie - Luhan me saludó sentado en la mesita de la cocina. Le sonreí y vi los chupetones es su cuello blancuzco.
Sentados frente a frente. Reímos un poco por nuestros estados. Éramos un desastre.
- ¿Cómo fue? - me pasó la tetera con mi adorado café.
-Genial, - Luhan levantó una ceja mientras besaba su taza - y pensar que me perdí esa sensación durante tanto tiempo.
-Lo disfrutarás más. La primera vez no te da la libertad para experimentar mucho - asentí y bebí -. ¡Ah! ¡Ah! Yifan - empezó a hacer caras imitando mis gemidos.
-Basta Luhan – me incliné y le lancé un golpe.
-Fue gracioso, Sehun no paraba de reír - comenzó a reírse y me sonrojé.
¿Gemí tan alto?
Pero las paredes de este edificio parecen de papel. Abrí mis ojos y miré hacia el piso, Chanyeol duerme en el mismo lugar que yo.
¿Me habrá escuchado?
-Nunca creí que haría algo como lo que hice anoche - dije apenado.
-El principio del final – lo dijo con un aire extraño, sus ojos brillaron y solo pude sonreírle.
La voz de Luhan me lleno de confianza, él me mostraría los placeres de ser joven.
-Gracias Luhan.
-¿Por qué?
-Por decidir hablarme ese día. Yo huía de Chanyeol. Ya no lo soporto.
-No me digas nada - sostuvo mi mano -. Ahora tú serás él que le hará escuchar los gemidos.
Abrí mis ojos como platos y asentí.
-Definitivamente le haré oírlos.
-Ese es mi amigo. Nadie te puede hacer sentir menos Baek.
En ese momento me di cuenta de que Luhan me mostraría un mundo completamente nuevo.