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Ocaso del Caballero de la Noche por JessJe

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Capítulo 28: Recuento de los Daños – I Parte

 

Vixen salió de su habitación. Caminó por los pasillos rumbo al gimnasio con su ropa deportiva y el humor por los suelos. Era extraño ver tantos técnicos y miembros de la Liga presentes a primera hora en La Atalaya. Muy de noche J’onn Jonzz había enviado un mensaje general a todo el personal para estar presentes a primera hora. Todos esperaban por fin alguna explicación sobre lo sucedido, pero ella sentía que no la necesitaba. Era una mujer que había luchado con sus propios demonios internos toda su vida, así que el caos provocado por Superman no empeñaba la imagen que tenía de él, después de tantos años viéndolo trabajar y arriesgar su vida por todos. Ni siquiera cuando él tuvo aquel enfrentamiento con John, lo que causó su salida de la Liga, cambio su concepto de Superman. En ese momento, suspiró al recordar a su ex pareja. Ya eran dos años de su separación, y aún le era difícil no pensar en él. Al llegar al gimnasio, se frustró al ver que tendría compañía.

-Buenos días –saludo fríamente, sin recibir respuesta. Helena Bertileni, aka Cazadora no era de su agrado. Como compañera de lucha, era formidable, no lo podía negar. Pero en lo personal, era de difícil trato.

Dejó caer su maletín en un asiento, y fue hacia las barras de equilibrio, mientras Helena practicaba con la bolsa de box. Se frotó las manos con polvo e inició su rutina diaria. Pasó alrededor de 20 minutos, cuando terminó. Fue por una botella de agua, justo cuando Helena se tomaba una al lado del congelador. Las dos se quedaron en silencio, una al lado de la otra, hasta que se escuchó por el altavoz que una nave llegaba al hangar.

-Supongo que es tu novio… quiero decir, tu ex –le dice Helena mientras tira la botella en el basurero.

-¿Disculpa? –le responde Vixen molesta.

-Estuve temprano en hangar y escuché que Stewart regresaba, parece que estaba custodiando a alguien, no sé.

-Sí, eso lo sé. Pero no veo la razón de tu comentario.

Helena levantó las manos, -Oye, tranquila Mari, era solo una broma.

-Pues no le veo la gracia a tu supuesta broma.

-Lo lamento, supongo que solo estoy algo ansiosa, ya sabes, después de lo de ayer.

Vixen bajó de inmediato, -Sí… supongo que todos estamos nerviosos. Lo lamento, no debí tampoco reaccionar así.

-No hay problema. Lo que me enloquece es esta tonta espera, si al final, la Liga hará todo lo posible por defender a Superman de todo esto.

-¿Qué quieres decir?

Helena toma asiento y la mira extrañada, -Pues lo obvio. Sin importar los daños, los grandes amigos de Superman le salvarán el culo, ya verás.

Vixen fue hacia ella un poco disgustada, -¿No crees que estás siendo irrespetuosa con él?

Cazadora se pone de pie, con una pequeña sonrisa, -¿Irrespetuosa? ¿No viste lo que hizo ayer?

-Sí, supongo que no existe persona que no lo haya visto. Pero con todo lo que Superman ha hecho por la humanidad, deberíamos darle al menos el beneficio de explicarse.

-No me imagino alguna explicación que justifique lo que sucedió ayer.

Vixen baja la mirada, sin saber que responder. Helena toma sus cosas y camina junto a ella, -Pero la verdad, no me extraña que lo defiendas Mari. De todas formas, es amigo de John, ¿no?

La morena la toma del brazo con fuerza, -Es la segunda vez que mencionas a John, ¿me puedes decir que te pasa?

-Suéltame –le dice con ira.

Vixen la deja de agarrar, pero sin mover un músculo más, -Escucha Cazadora, no somos amigas, así que no tienes porque si quiera mencionar a Linterna Verde.

-¿Te duele escuchar su nombre? Sabes algo Mari, creo que defiendes a Superman porque aún te sientes dentro del “Círculo Interno” de la Liga. Claro… como antes pasabas las noches con uno de ellos, seguro sientes que formas partes de su club, pero tienes que entender que en ese grupo, personas como tú y yo nunca formaremos parte, así que deja de volar tan alto.

 

 Entre tanto, Jimmy Olsen llegaba al Daily Planet. A pesar del cansancio físico que sentía, decidió llegar a primera hora. La reunión con Perry casi a medianoche fue estresante, más con la solicitud que había dado…

Flashback

Eran casi las 11 de la noche cuando Perry reunió a todos sus reporteros. Entre ellos, Olsen escuchaba con atención a su jefe.

-Quiero que busquen a ese hijo de puta en donde sea. Si lo hayan, inmediatamente llaman a la policía, y se mantienen a una distancia prudencial, pero quiero imágenes de su detención. –les ordena Perry.

-Pero señor –le interrumpe uno de los reporteros – Si se pone violento, no creo que la policía pueda hacer algo.

-Ustedes cumplan con su trabajo. Solo les pido cautela, no quiero a otros de mis reporteros hospitalizados, pero quiero a todos vigilando los cielos. Si Superman aparece, será el Daily Planet quien tendrá la primera imagen, ¡ahora fuera! Excepto tú, Olsen.

El pelirrojo se acercó a Perry nervioso. Cuando el resto del personal salió, White se sentó en su escritorio, -¿Has visto a Lois?

-Sí señor. Fui en la tarde. Está… un poco nerviosa.

-No me extraña. ¿Y qué sabes de Kent?

-¿El señor Kent? Pues… lo estuve llamando pero no contestó su teléfono.

Perry gruñó, -Espero que esté bien.

-¿Qué quiere decir, señor?

-Él siempre está cerca de Lois. Y más de una vez ha sacado notas de Superman. Solo espero que no se haya encontrado con él hoy que era su peor día.

-Pero, señor White. Superman no es malo.

-¿¡No viste lo que le hizo a Lois, Olsen?!

-Sí, pero… bueno, solo creo que debe haber una explicación. Él nunca dañaría a Lois ni a ninguna persona.

-Pues Olsen, ayer vimos una nueva faceta de Superman. Yo… me siento confundido, pero… tengo que ser cauteloso a partir de ahora. El Daily Planet siempre ha sido defensor del Hombre de Acero desde sus inicios, pero ahora hemos quedado muy mal parados, cuando nuestra reportera estrella, que ha sido la más ferviente seguidora de Superman ha sido atacada por él en televisión nacional. En fin… ve, Olsen. Si quieres… tú ve a casa, trata de descansar, sé que ha sido un día duro para ti, y has estado sin parar más de 18 horas. Te veo en la mañana.

-Sí señor, gracias.

--

Jimmy no pudo dormir, así que desayuno algo ligero y llego al trabajo, pero se sorprendió un poco al ver a su compañera en su escritorio. La mujer estaba con un yeso en su brazo, y también tenía un moretón que sobresalía desde la parte expuesta del yeso.

-¿No debería estar descansando, señorita Lane?

La mujer le sonrió, -Hola Jimmy. Me mandaron a casa dos semanas, pero ¿qué haría enclaustrada ahí? ¿Comer chocolate mientras veo telenovelas? No es mi estilo, menos ahora con lo que está pasando con Superman.

Lois estaba sentada, viendo en el monitor la entrevista con el Hombre de Acero. Luego, retrocedió la imagen y nuevamente puso a correr el video.

-Señorita Lane, ¿qué está buscando?

-Ya no estoy buscando, creo que lo encontré –le responde con una sonrisa.

-¿Qué quiere decir?

Lois congela la imagen, segundos después del sorbo de agua. –Mira sus ojos, Jimmy. ¿Qué ves?

El chico ve la imagen extrañado. –Sus ojos… están un poco rojos.

-Hace 5 años, en una entrevista que le hice a Superman, me habló que había diferentes tipos de kriptonita.

-Sí, la verde es la más común.

-Ajá, pero hay otras, algunas artificiales que le causan diferentes efectos. Esa vez, hace tres años, una especie de kriptonita roja hizo que se volviera… despreocupado. No tenía fuerza de voluntad para enfrentar nada, y fue cuando Batman intervino. Luego… revisé otros casos en donde estuvo expuesto, en todos ellos la kriptonita roja afectaba la parte psicológica de Superman, y siempre presentada un rasgo físico en común.

-¿Los ojos rojos?

-Exacto –le responde finalmente, con una sonrisa. –Yo lo vi frente a frente Jimmy, solo que no pude recordar esos detalles en ese momento. Si hubiese sabido que había sido expuesto a kriptonita roja, no me hubiese acercado. Sus ojos eran rojo sangre.

-Entonces… no enloqueció, fue víctima de un ataque.

El celular de Lois suena y ella responde, -Lane… oh, hola Dr. Hamilton, gracias por devolverme la llamada… sí, puedo estar ahí en media hora… le agradezco mucho.

Al cortar la llamada, toma su bolso y se pone de pie. –Vamos Jimmy.

-¿A dónde vamos?

-A salvar la reputación de Superman.

 

 

Eran las 7:30 a.m. y la reunión aún no empezaba. Varios miembros de la Liga, esperaban ansiosos alguna respuesta de los fundadores, otros, llegaban sin saber a ciencia cierta lo que pasaría de ahora en adelante. Uno de ellos, fue Oliver, que rápidamente buscó a Dinah. Esta lo esperaba en el comedor, acompañada de su mentor, Wildcat y Zatanna. Cerca de ellos, en otra mesa, Kara, que había estado ausente de la Tierra las últimas 48 horas, saludo a Arrow a la distancia, y siguió su conversación con Stargirl/Courtney Wiltmore y Atomo/Ray Palmer.

El rubio se sentó con Dinah y se frotó el cuello. –No dormiste bien, ¿eh?

-La verdad no. Y, ¿cómo les fue a ustedes con la investigación?

-Pues no logramos identificar a la chica que le dio la kriptonita a Superman, ahora Pregunta está buscándola.

Zatanna ríe con sarcasmo, -¿Crees realmente que ese loco de remate pueda hacer algo?

-Pues nos llevó a J’onn y a mí por un buen camino.

-Y lo más importante, cree en la inocencia de Superman –interrumpe Arrow. Wildcat se queda pensativo, -¿Y eso es bueno? Es decir, tienen que admitir que todo ha sido extraño con él los últimos días, el colapso de Batman discutiendo con Superman y ahora esto.

-Lo de Batman es… algo ajeno a Superman –le explica Arrow – en cuanto a lo de ayer, no cabe duda que fue un ataque hacia él.

Canario observa a los que están alrededor, -Pues es mejor que los demás expliquen que sucede, hay muchas dudas, y no solo entre la ciudadanía común.

A unos cuantos pasos de ellos, empezaba una discusión entre Kara y Courtney. –Tú no estuviste Kara, así que no puedes suponer nada. Tu primo arremetió contra 4 miembros de la Liga y atacó civiles.

-Sé que debe haber una explicación para eso, Court. Mi primo no es un loco.

-Entiendo que puede haber sido kriptonita, pero, aun así, Superman es el líder de la Liga, ¿sabes la imagen que nos ha proyecto a todos con esto? –le pregunta Ray, pero Kara inmediatamente se pone a la defensiva, -Es injusto que quieran juzgarlo ahora, después de todo lo que ha hecho por la humanidad.

-Todo lo que haya hecho en el pasado no lo exime de responsabilidad ahora Kara.

-No puedes opinar nada al respecto Courtney, no tienes ni cinco años combatiendo, mi primo lleva más de 20.

-¿¡Y!? ¿Acaso justifica eso que haya mandado a Lois Lane al hospital? ¿Qué sucede si aún está bajo los efectos de la kriptonita? No todos somos indestructibles como tú, Kara.

 

En ese momento, uno de los técnicos corre al comedor, -¡Necesitamos ayuda aquí! ¡Hay pleito en el gimnasio!

Los miembros de la Liga se quedan inmóviles los primeros segundos, pero al momento varios van con él rápidamente.  En ese momento, se escucha un estruendo en los pasillos. Canario, Zatanna y Oliver son los primeros en entrar, justo cuando Cazadora lanza a Vixen contra la pared.

-¡Alto ustedes dos! –les grita Canario, pero es ignorada por las dos mujeres.

Vixen le lanza una patada, pero Cazadora la bloquea y la lanza contra la pared.

-Ufff… qué sexy –dice Oliver con una sonrisa, pero gime de dolor cuando Zatanna le da un codazo. -¡Deja de bromear y has algo!

Arrow suspira, y camina hacia ellas, mientras se frota el brazo, -¡Señoritas! ¡Terminen este espectáculo, por favor! –les dice Oliver, que intenta sostener a Cazadora por los brazos y alejarla de Vixen, pero esta lanza sin ver un golpe, rompiéndole el labio al rubio, que cae en el suelo. En ese momento, la morena pierde los estribos y abofetea a su rival con todas sus fuerzas varias veces, -¡Eres una bruja!

-¡Y tu una perra! ¡Seguro defiendes a Superman porque te lo cogiste, igual que ha John Stewart!

-¡Maldita zorra! –le grita Vixen, que se le tira encima.

Canario pierde la compostura y lanza un grito sónico, haciendo que ambas mujeres salgan volando unos metros e impactando a Arrow también. Oliver apenas puede taparse los oídos, así como el resto que estaba atrás de Canario. La rubia respiró profundo y se acercó a ellas.

-Bien, ustedes dos me acompañan… ¡ahora!

Cazadora se pone de pie aturdida, pero aun con fuego en la sangre, -¡No eres quién para darme órdenes!

-¡Pues si no te gusta Helena, puedes irte! ¡Recuerda que ya fuiste expulsada de la Liga una vez!

-Sí, por el mismo hijo de puta que casi mata a nuestros compañeros ayer.

En ese momento Kara se enfurece y va hacia ella con furia, pero Stargirl se pone en medio de las dos. -¡Ya basta! Kara por favor, no es el momento. No le des gusto.

-Bien, se pueden quedar con su club de Súper Héroes –dice Cazadora frustrada.  –Yo no necesito perder mi tiempo aquí, si no puedo siquiera dar mi opinión. Y tú, Vixen, nos volveremos a ver muy pronto.

La mujer se va del gimnasio. Vixen se pone de pie y trata de ir tras ella, pero Canario la detiene. –Vixen, déjala. Ve a la enfermería a que te atiendan esos golpes, luego paso a conversar contigo.

-No… esa maldita me va a escuchar.

-Por favor, amiga, no compliquemos más las cosas, suficiente ya con lo que pasa con Superman. Ve y trata de calmarte. Wildcat, ¿podrías acompañarla y asegurarte que no haya otra pelea?

El mayor asiente y se va con ella. Mientras Courtney trata de calmar a Kara, Canario se acerca a Oliver, que apenas se ponía de pie. Cuando dejó de sostenerse los oídos, gotas de sangre corrían de ellos. Canario sintió dolor al ver que su ataque le había impactado a él también. –Oh amor, lo siento tanto.

-¿Qué cosa? –le pregunta en voz alta.

-¡Que lo lamento! –le grita, pero era inútil. La mujer acaricia su rostro. Y luego vuelve a ver a Stargirl. –Courtney, ¿podrías llevar a Arrow a la enfermería? Creo que tiene ruptura de tímpano. Yo debo arreglar este asunto primero.

-Claro, no hay problema.

Dinah se acerca al oído de su esposo y habla casi gritando -¡Ollie, Stargirl irá contigo para que ten atención médica!

-¿Qué dices Canarito? Tengo un zumbido en los oídos, no puedo oírte.

Dinah suspira y le hace una seña a Courtney. La joven toma del brazo a Oliver y lo jala con cuidado. Éste se deja llevar tranquilamente, dejando a Canario y Zatanna con Supergirl,  en el gimnasio.

Zatanna acaricia su hombro, -Kara, sé que Helena es una cretina, pero tienes que ser más inteligente que ella, no puedes reaccionar ante cualquier provocación suya.

La más joven baja la mirada sin decir nada. –Recuerda que tú eres casi tan fuerte como tu primo. Una… reacción sin pensar, puede provocar un gran problema.

-¿Acaso escucharon lo que dijo de Clark? –les dice suavemente. –Ella no puede referirse así de él.

-Lo entendemos, en serio. –le responde Canario. –Pero no puedes permitir que personas como Cazadora te afecten con sus comentarios hasta el punto de querer hacerles daño. Debes ser superior a ellos, tal y como Clark lo es.

Los ojos de Kara se humedecieron, y con una mirada angustiada vio a Canario, -Si esto pasó aquí, ¿te imaginas lo que debe estar pasando en la Tierra? Esto le hará mucho daño a Clark.

-No lo subestimes, te aseguro que él sabrá cómo enfrentar esto, recuerda que es reportero también y sabe manejar a las masas.

-No dudo de sus capacidades pero él siempre vive reprimido por el temor de dañar a alguien, y ahora tendrá que enfrentar su peor pesadilla.

 

Después de presentar el video completo de la entrevista y el ataque, hubo un silencio ensordecedor por algunos segundos. Clark en ningún momento levantó la vista. John temblaba por la ira que sentía, pero se contenía al sentir la mano de Shayera sobre la suya. Ella miraba a Clark con pena. Pero al mismo tiempo, sentía temor de él.

Ver las imágenes fue incluso más duro para Wally de lo que recordaba. Nunca pensó que llegaría el día que tendría miedo de Superman, pero así era, y no podía controlarlo. J’onn y Diana eran los más tranquilos y objetivos, pero el marciano no dejaba de ver a Bruce. Su rostro inexpresivo no tenía concordancia con las emociones que sentía en ese momento: dolor, ira, temor, pero no hacia Superman, sino a lo que implicaba lo sucedido. Finalmente, Diana tomó la palabra, -Bueno, eso es lo que pasó, ahora veamos lo que se ha descubierto.

Activa el monitor y Pregunta sale en pantalla, -Buenos días señores –les saluda formalmente.

John, Shayera y Wally se quedan extrañados al ver al polémico hombre, pero no dicen palabra alguna.

-¿Qué has encontrado, Pregunta? –se dirige Batman hacia él con total tranquilidad.

-El lector de kriptonita confirmó que el vaso que le fue ofrecido a Superman antes de la entrevista tenía kriptonita roja en polvo. La mujer que le dio el vaso no ha sido identificada, pero si pude corroborar que ha participado en ataques a diversos grupos a lo largo del orbe. Es conocida como Black Shadow, es una espía que fue dada de baja del BND, el servicio de inteligencia alemana. Es un hecho que fue contratada para acercarse a Superman y drogarlo. Sobre quién o quiénes están detrás de esto, la lista de 8 inicial se acortó a cuatro.

Las imágenes de los propietarios de Kord Inc., Laboratorios Star, Wayne Inc. y Luthor Corp salieron en pantalla.

-Bueno, podemos eliminar a Wayne Inc. de la lista por obvias razones –dice Flash, pero Batman suspira.

-No creo que sea conveniente hacerlo –responde Pregunta.

John arruga la frente, -¿Me estás diciendo que Bruce Wayne podría tener interés en dañar a Superman? ¡Enloqueciste!

-No estoy culpándolo, pero Bruce Wayne no tiene forma de supervisar todo lo que pasa en su vasto imperio, no solo por ser patrullero de noche, sino que en su estado físico actual le es imposible, ¿no es así Batman?

Por primera vez Clark levanta la mirada y vuelve a ver la pantalla molesto, -Bruce nunca haría…

-Pregunta tiene razón –interrumpe Bruce –Hace mucho que si quiera voy a la empresa, y desde antes había dejado gran parte de las funciones administrativas a Lucius, que de por sí ya es mayor y no puede hacer todo. Investigaré por mi cuenta, gracias Pregunta.

-Bueno, ¿y sobre Luthor Corp? Con la ausencia de Lex, su empresa ha perdido fuerza y sobre todo motivación para atacar a Superman. –menciona Shayera.

-Aun así, no se puede dejar de lado. Recuerden que Luthor acumuló mucha kriptonita e incluso trabajó con sus científicos para modificar sus efectos. Otro pudo hacerse de ella y sus investigaciones. En todo caso, aun no encuentro una conexión entre estas empresas y la mujer desconocida. Seguiré investigando.

Los siete se quedan pensativos por unos segundos, hasta que Diana habla –Gracias por tu trabajo Pregunta, has sido de gran ayuda. Descansa, seguiremos nosotros desde donde lo dejaste.

-Yo… prefiero continuar. Este caso puede traer implicaciones importantes, y debe ser resuelto a la brevedad.

-Como quieras, Pregunta. Cuando termine aquí, iré a ayudarte. –le dice Stewart.

-Gracias Linterna Verde. Les mantendré informados.

Al terminar la conferencia, nuevamente un silencio reinó en la sala. –Bien, ahora que tenemos una idea más clara de lo que pasó, es hora de atender las consecuencias –explica J’onn, pero es interrumpido por Superman, que se pone de pie.

-Debo irme. Necesito saber cómo está Lois.

Diana lo sigue y toma suavemente su brazo -Espera, no creo que sea conveniente Clark. No hasta que hablemos con los medios.

-Lo siento Diana, pero esto no puede esperar. Evitaré a los medios lo más que pueda, hasta que ustedes hablen con ellos, pero necesito saber que está bien.

Clark vuelve a ver a Bruce, que simplemente asiente, entendiendo perfectamente que era importante para él. Superman se va de la sala, seguido por J’onn. Diana toma asiento, “Esto no podría ser más complicado”.

-¿No se ha dado una declaración aún? –pregunta Wally.

-No estábamos en condiciones para…

-Disculpa Diana –interrumpe HawkGirl –pero eso fue un descuido. La Liga debió responder de inmediato, así parece que ocultamos algo.

-Pero Shayera, ustedes estaban en malas condiciones, J’onn investigando y…

-¿Qué le han dicho al resto? –pregunta Batman. -¿Han hablado con los demás miembros de la Liga, al menos?

Diana se queda en silencio. Bruce gruñe y da una vuelta a su silla. –Yo me encargaré.

-Espera Batman, no es lo mejor. Es decir, Balack estuvo en cámaras con el traje de Batman, si ahora te ven en esa silla, habrá preguntas.

-Wally tiene razón –explica Diana.  –El haber visto a Batman en buenas condiciones, apaciguo un poco a la gente.

-¿Qué pretenden que haga entonces, señores? La Liga se está desmoronando en este momento, y nadie toma la iniciativa.

-Bruce, escucha, debes entender…

-¡¿Qué debo entender princesa?! Llevamos una hora dando largas a algo que debió ser claro desde el principio.

-¿Desde el principio? –le interrumpe Shayera molesta. -¡Es fácil para ti decirlo! Tú no viviste lo que nosotros.

-¡Lo he vivido HawkGirl! He visto a Superman bajos los efectos de la kriptonita roja más de una vez, controlado por la magia o con lavado de cerebro, y en ninguna de esas ocasiones dude de él.

-¿No dudaste? ¿No eres el mismo Batman que creo planes de contingencia para cada uno de nosotros? –le increpa John.

-Planes para contener, no para matar. Pero aun así, nunca he dudado de la integridad de ninguno de ustedes.

-¡Dejen de discutir! –exclama Wally, quien se quita la máscara y se frota la cabeza. –Escucha, no creo que nadie aquí dude de Clark. Es decir… somos amigos, ¿no? Es sólo que… y hablo por mí, bien. Yo… estoy asustado.

Todos miraron al más joven, lo que hizo que se sintiera más nervioso, pero tenía que hablar. –Nunca antes sentí tanto miedo como ayer, mucho menos de él. No sé cómo podría salir por esta puerta y decirle al resto que confíe en Superman, cuando yo si quisiera soy capaz de hacerlo. ¿Y si vuelve a suceder? Quienes drogaron a Clark saben que pueden afectarlo con algo tan simple como un vaso de agua. Debemos buscar la forma de contrarrestarlo.

-¿Contrarrestarlo? –pregunta Shayera.

-Un antídoto.

-Eso, lo que dice Batman… escuchen, yo no soy un genio químico como lo era Barry, pero si algo aprendí viéndolo trabajar, es que para casi todo componente existe otro que puede neutralizar sus efectos. Hasta ahora, ¿qué se ha hecho para reducir los efectos de la kriptonita?

-Nada, que yo tenga entendido –le responde Batman. –Pero se puede trabajar en ello. Y conozco a las personas indicadas para ello.

-¿Son de confianza?

-Sí, lo son. Pondré a trabajar eso de inmediato. Buena idea Flash.

Diana siente un cambio de ambiente, lo que la tranquiliza. John había dejado su agresividad inicial, y Shayera se veía un poco más tranquila. –Creo que por fin estamos llegando a conclusiones satisfactorias. John se encargará de trabajar con Pregunta.

-Dalo por un hecho. Tal vez necesitemos a alguien más.

-Ray Palmer es la mejor opción –le responde Batman.

-Bien, buscaré a Átomo entonces.

-J’onn y yo nos encargaremos de la prensa –prosigue Diana. –Shayera, creo conveniente que estés fuera de los reflectores, al menos hasta que te recuperes.

-Bien, me quedaré en el Salón de la Justicia entonces.

-¿Y yo qué haré? –pregunta Flash.

-Necesitaremos que uno de nosotros se quede en la Atalaya como representante de los fundadores, y si hay alguna situación de emergencia, organice a la Liga.

Wally abrió los ojos, -Diana… ¿no estás hablando en serio?

-Siéntete complacido, West, creo que te promovieron –le dice John en tono de broma.

-¿Sí?... pues gracias –responde con duda.

 

Clark iba con dirección a Control, seguido por J’onn que, infructuosamente intentaba detenerlo.

-Superman, es mejor que te quedes en la Atalaya.

Éste se dio vuelta. –No puedo J’onn. Entiende, Lois es mi mejor amiga, y la primera que confío en mí. Lo que le hice es imperdonable –le dice con angustia.

-No fuiste tú, Clark, fue la kriptonita.

Alrededor de ellos, algunos miembros escuchaban la discusión. Varios estaban nerviosos, pero entre ellos, había una persona que no sentía miedo, todo lo contrario.

-¿Por qué no lo dejas, marciano? Que vaya a la Tierra y enfrente lo que hizo –le dice Cazadora al aproximarse a ellos.

-No es el momento Cazadora –le responde J’onn molesto.

-¿A no? ¿Entonces cuando? ¿Debemos esperar a que Superman mate a alguien?

-¡Es suficiente Helena! –le grita Canario al encontrarse con ellos. –Te dije que te fueras de la Atalaya.

La mujer se vuelve hacia ella con molestia, -Y yo te dije a ti que no eres quien para mandarme.

-¿Irse? ¿Qué hizo? –pregunta Superman. La mujer lo vuelve a ver, y sonríe con sarcasmo. –Me echaron otra vez, solo por decir lo que todos aquí piensan pero temen expresar, monstruo –le dice en la cara.

Pocas personas lograban que J’onn Jonzz perdiera la paciencia tan rápidamente como Helena Bertileni.  -Bien, es suficiente. Cazadora, quiero que me entregues tu comunicador de inmediato, estás fuera de la Liga.

-Espera J’onn –le dice Superman poniéndole la mano en el hombro. –No es así como hacemos las cosas.

-No, solo le destrozamos la cara a nuestros compañeros cuando estamos de mala leche.

-Helena, eres la última persona a quien debo darle alguna explicación de mis actos. Nunca has tenido una buena actitud con ninguno de tus compañeros. Realmente fue un error volver a integrarte.

La mujer se ríe, sin inmutarse ante la presencia del Hombre de Acero, -¿Así que no tienes que darme explicación? Bien, ¿y qué hay de ellos? –le pregunta, señalando a los que estaban alrededor. Superman volvió a ver sus rostros, y sintió dolor. –Míralos Superman, ¿a ellos no les debes una explicación?

-No he dicho que…

-¿Los ves? Si ellos, que te han visto todos los días, ahora te temen, ¿cómo crees que se sentirán el resto de las personas en la Tierra?

Dinah pone su mano en el hombro de Clark, -No la escuches, Superman.

-¿Por qué no?

-Cazadora, cállate de una vez…

-¡No pienso hacerlo, Lance! Ustedes piensan que le hacen un favor endulzándole el oído y ocultándolo, y no es así. Esconderlo de las consecuencias de sus actos no arreglará nada.

Helena vuelve a ver a Superman. El rostro del kriptoniano reflejaba angustia, lo que hizo que Cazadora empezara a conmoverse un poco, sin embargo, no podía callar lo que sentía, no estaba en su naturaleza hacerlo. -¿Sabes cuál es tu problema, Superman? Que has caminado como Dios en medio de nosotros los mortales.

-¡Nunca me he sentido más que el resto!

La mujer sonríe, -No es lo que sientes lo que importa, sino lo que proyectas, y es esa imagen de ser indestructible e incorruptible lo que ahora te está condenando. Así que, hazte un favor, si quieres que la gente deje de temerte y vuelva a confiar, baja de tu pedestal y responsabilízate por lo que hiciste.

 

Cazadora dio media vuelta, dejando a Superman, J’onn y Canario sin decir una palabra, y en medio de las murmuraciones del resto que estaba en la Sala.

-Ella tiene razón –dice Clark al ver que ella se retira.

-Por favor, Clark, no dejes que esa mujer…

-Dinah, por favor. Debo enfrentar esto, y primero, debo hacerlo con la Liga. J’onn, convoca a todos en el Salón Principal en 10 minutos..

Clark se va, sin decir nada más.

 

Bruce y Diana seguían en la Sala de Reunión, ella comunicándose con Hal Jordan, y él con el Dr Hamilton. Cuando Wonder Woman, terminó se acercó a su amigo.

-Bien, estaré ahí, gracias Hamilton.

Diana acerca una silla y se sienta con él. -¿Cómo estás?

-Bien –le dice fríamente.

Ella le sonríe, -Bruce, en serio, ¿cómo estás? –le insiste, esperando una respuesta sincera. Bruce se recuesta en su silla y se frota la nariz. –Físicamente, mejor. Mentalmente, desecho. Me siento… inútil. No tengo idea de qué hacer en este maldito estado –le dice mientras golpea con su mano derecha la silla.

-Él va a estar bien, Bruce. No lo vamos a dejar sólo con esto.

La vuelve a ver. Nunca permitía dejar salir sus sentimientos, pero ahora, necesitaba desahogarse. –Todo lo que está pasando, bien podría acabar con él.

-Clark es fuerte…

-Tiene músculos de acero, sí, pero internamente es tan mortal como cualquiera de nosotros princesa. Él no está bien. Además…

-¿Sucede algo?

Bruce se queda pensativo por unos segundos, -Vamos Bruce, ¿qué pasa?

Suspira, y se acerca a ella. Su expresión era diferente, ya no era fría, era una de las pocas ocasiones después de tantos años, que Diana veía en él angustia, -Hable con Alfred antes de venir, Tim está en problemas, y tendré que hacer algo que no quería…

En ese instante, Clark entra a la Sala. Ambos se quedan en silencio, el murciélago siente preocupación al ver su rostro. -¿Sucedió algo?

En ese momento, J’onn pide la presencia de todo el personal de la Atalaya en el Salón Principal.

-¿Y eso? –pregunta Diana al escuchar el anuncio.

-¿Podrías darme unos minutos a solas con Batman? –le pregunta Clark. Ella asiente pero antes de irse, se vuelve a Bruce, -Después terminamos de hablar, ¿bien?

-Claro.

Cuando ambos se quedan solos, Clark toma asiento en el lugar que había dejado Diana y se cubre la cara. -¿Clark?

-Es duro… la gente, todos en la Atalaya, me temen, Bruce. Y tienen razón.

-No fue tu culpa, Clark…

-Aun así, Bruce. La seguridad de las personas está por encima de cualquier cosa. Soy un peligro para todos, dinamita que puede explotar en cualquier momento.

Bruce toma con fuerza su mano, -Al diablo Kal El.

-¡Bruce!

-No… cambia esa cara. Eres Superman, maldita sea. Si quieres que el resto crea en ti, no puedes perder tu propia confianza.

-¡Casi mato a nuestros amigos!

-¡Pero no lo hiciste! De detuviste

-Sí, cuando pensé que estabas ahí.

-No Clark, desde antes.

Superman lo vuelve a ver sin entender. -¿Olvidas que te he visto luchar con todas tus fuerzas? Pudiste matar a todos en cuestión de segundos y no lo hiciste. Un ala rota, un brazo fracturado, una conmoción, incluso la hemorragia interna de Jordan, no son nada comparado con lo que tú y yo sabemos que puedes hacer. Aun con la kriptonita roja lograste contenerte, tuviste control de tu fuerza, a pesar de todo. Mi punto es… Clark, no subestimes tu propia fuerza de voluntad. Haré que Hamilton y su gente trabajen buscando una alternativa para contrarrestar los efectos de esa maldita roca, pero quiero que entiendas que tienes la fuerza necesaria para controlarte.

Clark sonríe al escucharlo, -¿Tanta fe me tienes?

-Tú te las has ganado. Ahora… quiero que vayas a esa reunión y enfrentes a la Liga, no como culpable, tampoco como víctima, sino por quien eres, como Superman. Así que deja de autocompadecerte y cambia esa cara, me enferma verte así.

Clark se ríe mientras toma su mano con cariño, -Gracias.

 

Mientras iban de camino al Salón de la Justicia a encontrarse con Hamilton, Lois y Jimmy esperaban escuchar la rueda de prensa del senador Wells por la radio. El celular de Olsen sonó, así que volvió a verlo y lo guardó. -¿Quién era?

-Perry. Supongo que quiere para cubrir la rueda de prensa.

En ese momento, Wells, que estaba junto al alcalde de Metrópolis, otros políticos y dos empresarios inicia su declaración. En la Atalaya, Wally veía la pantalla. John se acercó a él y le puso la mano en el hombro, -Vamos Flash, nos esperan.

-Dame unos minutos.

John se acerca y ve la pantalla con interés, -¿Ese es Wells?

El pelirrojo asiente. –El máximo enemigo político de Superman.

Dick llegaba a la mansión, pero escuchó la televisión de la sala encendida. Se encontró con Tim, aún con su pijama puesta, esperando.

-¿Y Alfred?

-Dormido, supongo que después de lo de ayer, necesita descansar. –le responde sin dejar de ver la pantalla.

 

Finalmente, Wells toma la palabra, -Muy buenos días, señores, señoritas. Como representante de nuestro Estado ante el Senado de los Estados Unidos, y como un ciudadano preocupado, me he reunido con personas angustiadas por los sucesos acontecidos en los últimos días a causa de Superman. Por más de 20 años, hemos permitido que este hombre viviera entre nosotros, pero su presencia ha convertido a Metrópolis en foco de todo tipo de ataques. A pesar de que su supuesta motivación es defender la ciudad, ha sido todo lo contrario, y lo que pasó ayer, demuestra eso. Aun ahora, el Hombre de Acero no ha dado la cara, en una muestra de completo irrespeto hacia la ciudadanía. En este momento, y respondiendo a las manifestaciones de miles de personas angustiadas por el peligro que representa este hombre para la ciudad, es que hemos solicitado ante la fiscalía la detención inmediata del Hombre de Acero. Esperamos que él mismo se entregue, en concordancia con la justicia que él por años ha pregonado defender. Además, la ciudad de Metrópolis, por medio de la Alcaldía, ha decidido prohibir cualquier acción de Superman dentro de nuestra amada ciudad. No necesitamos a un hombre con poder descomunal que puede perder el control en cualquier momento. Metrópolis ya no será más la ciudad de Superman.

 


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