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Ocaso del Caballero de la Noche por JessJe

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Notas del capitulo:

Bruce regresa, pero las dudas siguen. En medio de todo eso, Joker reaparece, y la vida de Nigtwing corre peligro.

No espero a cambiarse. Con todo y fue hacia la habitación de Bruce, pero en la puerta fue detenido por Alfred. -¿Él está bien?, le pregunta agitado.

-¡Por supuesto, joven Richard!, ¿por qué no iba a estarlo?, le responde el inglés.

Dick entra, y ve a su mentor recostado en la cama. Bruce esconde las placas debajo de la almohada y se endereza. -¿Qué haces con el traje deambulando en la mansión, Dick… eso era divertido cuando tenías 10 años, pero ya estás muy grande para…

Calla, cuando el joven se abalanza hacia él y lo abraza. Bruce apenas sonríe, pero luego tose, y el muchacho se limpia la garganta y lo suelta. –Veo que te hice falta.

-Sí, bueno… ya que estás aquí y vivo, ya podré dejar de patrullar Gótica y regresar a Blüdhaven. ¿Qué pasó, Bruce? ¿Por qué ese viaje tan inesperado?

-Cosas que debía solucionar. Ahora, cámbiate y ve a dormir, son casi las 5, le dice mientras bosteza.

-Como digas, viejo. Pero esta conversación la seguimos mañana, ¿bien?... antes de irme, Tim estuvo mal estos días, habla con él, le dice el joven y sale de la habitación.

El mayor suspira y vuelve a recostarse… “Tim, él aún necesita de mí”, se dice con tristeza, sería lo primero que debía atender.

-*-

Ya en la mañana, Tim salió de la habitación, listo para irse, pero antes pasó por la puerta de Bruce. Con timidez tocó la puerta, pero no escuchó nada, así que abrió y miró adentro. No había señales de él. Cerró la puerta y bajó las escaleras tristes. “¿Será que lo habré soñado?”. Bajó hacia la cocina para desayunar, y fue cuando escuchó las risas de Dick y Bruce. Corrió y los vio comiendo y hablando animadamente. –Hola Tim, le saluda Bruce con total naturalidad. El muchacho corre y lo abraza. -¡Bruce! ¡Regresaste! Yo… yo pensé…, intenta decir algo pero calla y se aleja.

-Estoy bien, Tim, ya estoy aquí, le dice tranquilo. Sonríe y se sienta a su lado. Alfred observa a los tres hablando cosas triviales, de la última cita de Dick, los exámenes de Tim, de los últimos movimientos de los villanos en Gótica y demás. Verlos así lo hacía sentir feliz, deseaba que esa escena se repitiera muchas veces más.

-Bien… me voy…

-¿En serio? ¿Por qué no te quedas más tiempo?, le ruega Tim.

-Lo siento, bro, el deber llamar, ya estuve mucho tiempo lejos de mi ciudad, además las chicas de allá son más susceptibles al encanto Grayson que las de Gótica.

-Gracias por cuidarme las espaldas, Dick.

-Descuida, viejo. Y trata de dormir, esas ojeras asustan amigo, le responde señalándole la cara. –Alfred, nos vemos pronto.

-Hasta luego, joven Richard.

-Bien, es hora… ¿estás listo?, le pregunta Bruce.

-Emm.. sí, Alfred, te espero en la limosina…

-No es necesario, yo te llevaré Tim.

-¿Tú? ¿Me llevarás a la secundaria, es en serio?

El mayor alborota su cabello con fuerza, -Claro que es en serio. Iremos en el Lexus, adelántate.

El chico corrió feliz. Alfred tomó el asiento donde minutos antes estaba Dick. –Señor, ¿no cree que debería decirles?

-Aún no. Alfred, debo arreglar todo, para Tim, Dick y tú, eso sin mencionar la Liga.

-Señor, no es necesario, no quiero nada…

-De todas formas, Alfred, tengo mucho que hacer. Dejaré a Tim en la escuela y luego iré a Wayne Ent. Nos hablamos luego.

-*-

-¡¿En serio?! Pero, ¿está bien?, ¿cómo lo viste? ¿Qué te dijo?, le pregunta Flash rápidamente.

-¡Oye veloz, baja un poco, casi no se te entiende, le interrumpe Hal. ¿Qué te dijo?

-Absolutamente nada, le responde Superman, -Sabes lo hermético que es, lo vi si un poco delgado y con ojeras, pero bien.

-Gracias a Hera.

-Bueno, ¿y cuando regresa?, pregunta Shayera.

-No tengo idea, pero lo importante es que está en casa.

Mientras ellos conversaban, Bruce manejaba tranquilamente.

-Ey, Bruce, ¿dónde estuviste?

-Tuve algunos problemas que resolver, Tim.

-Y, ¿lo conseguiste, ya no tendrás que viajar más?, le dice con la voz entrecortada.

Bruce para el auto a unos cuantas cuadras de su destino y vuelve a ver a su hijo. –Lamento si te herí al irme. Pero era importante… tu, Dick y Alfred son mi familia, lo sabes, lo menos que quisiera es dejarlos, pero… sabes lo peligroso que es nuestro trabajo, si algo me pasara, recuerda que no estarás solo, Dick y Alfred estarán para ti, sin mencionar al resto de la Liga, ¿de acuerdo?

-No digas eso, Bruce., le dice cabizbajo.

-Tim…

-Ya perdí a mis padres, y tú ahora… no quiero que hables de eso, Bruce. Yo… no soportaría perder a otro padre.

-Tim, entiende, yo nunca te dejaría por gusto, pero…

-Si es así, entonces, deja de ser Batman, ya hay muchos héroes en el mundo, y yo solo tengo un papá.

Bruce quedó en silencio por unos segundos. Los ojos de Tim suplicaban una respuesta, -No puedo Tim, tengo responsabilidades.

-¡¿Y acaso no soy importante para ti?!

-Tim…

El muchacho volvió la cara y no quiso hablar más. Suspiró y condujo hasta la escuela. El chico intentó bajar pero él lo detuvo. –Nunca pienses que no eres importante para Tim… lamento si te herí.

No le respondió y bajó del auto.

-*-

Pasó varias horas en la oficina, revisando las cuentas de la compañía con Lucius Fox. Ya en la tarde, llamó a su abogado de confianza, Dan Foster.

-Bruce, es bueno verte, le dice su viejo amigo de la universidad. Supongo que me llamas para actualizar tu testamento.

Dos veces al año, Bruce dejaba todo listo, por si algo lo sorprendía, así protegía a su familia.

-Algo así, Dan. Esta vez haremos algunos cambios importantes, pero en especial, necesito que me ayudes, sobre… tu sabes, mis actividades nocturnas y colegas de lucha.

-Oh, ya veo, ¿qué necesitas que mueva?

Dan conocía los secretos más íntimos de Bruce. Sólo a él, así como a la Dra. Leslie Thompkins, vieja amiga de su padre, les había contado todo sobre su otra identidad. Eran ellos los que cubrían su espalda. Al terminar, Dan salió triste, melancólico. Entro al ascensor y sintió que sus ojos le ardían así como un hondo hueco en el interior.

Después de terminar su conversación con Dan. Bruce salió de la oficina y entró en el elevador. Sacó su comunicador y lo activo. –Batman a la Atalaya, transporte directo a mis habitaciones, cambio.

-Es bueno escucharte, Batman, activo transporte, le responde John Jonhs.

En cuestión de segundos, el cuerpo de Bruce se desvanece y aparece en su habitación dentro de la Atalaya. Se pone su traje de Batman y va hacia el observatorio principal.

Ahí, Superman, Mujer Maravilla y John, conversaban.

-Ya era hora que te dignaras a aparecer Batman, le responde Diana.

-Estuve ocupado, tu sabes, tengo una vida fuera de aquí.

-Además, sabes lo dramático que es. Supongo que quiso darle a su regreso algo de teatralidad, le responde  Clark.

-¿Alguna situación de riesgo?, cambia el tema.

-Linterna Verde y Flash están atendiendo una emergencia en Star City. Green Arrow y Supergirl están en Metropolis, Zatanna con el Dr Fate en DC, parece que Grundy volvió a parecer. Cyborg está en Atlantis con Aquaman, actualizando los nuevos softwares de sus vehículos rápidos. El resto patrullando sus zonas. Todo controlado.

-Bien, cualquier cosa avisan de inmediato, iré a patrullar Gótica, dice mientras da media vuelta para irse, pero es detenido por Clark. –Espera ahí. Bruce, ¿no piensas decirnos que pasó en ese extraño viaje?

-Escucha Superman, ese tema forma parte de mi vida privada, no tengo que darte explicaciones. ¿Alguno más que quisiera preguntarme?

Los otros dos se quedan callados. -¿Quieres que te transporte?, pregunta John.

-No es necesario, tengo el batijet aquí, iré por mis propios medios.

Bruce entra al ascensor, empiezan a cerrarse las puertas, al mismo tiempo que se frota los ojos, pero estas se detienen. Superman entra y se pone frente a frente con él. -¿Qué quieres, Clark?

-Es inconcebible que seas tan frío con tus amigos. No tienes idea lo mucho que nos preocupamos por ti, y simplemente das media vuelta y te vas sin ninguna explicación.

-Lo hago porque no les debo alguna. En primer lugar, estoy aquí de medio tiempo, lo sabes. Ustedes no son mi familia. Puedo esperar esa actitud de Tim o Dick, pero ustedes son extraños para mí.

-¿Extraños? ¡Somos tus amigos! Los únicos que tienes, creo yo.

Batman empezó a sentir que su vista se nublaba, sin embargo, disimuló. –Si son mis amigos, entonces, déjenme en paz.

-De alguna manera o de otra sabré lo que pasó, Bruce.

-¿Por qué te obsesiono tanto?

-¿Obsesiono? Qué dices…

-Clark, escucha… ammm…, Bruce cerró los ojos. Sentía un fuerte dolor en la cabeza, que intentaba no demostrar, pero era inútil ya.

-¿Bruce? ¿Te sientes bien?

-Emmm… sí, lo estoy.

A pesar de llevar su máscara, la piel de su rostro expuesta palideció. Superman escuchó los latidos de su corazón, empezaron a hacerse más lentos.

-No, tú no estás bien, Bruce, te llevaré a la enfermería.

-Olvídalo, le responde al salir del ascensor.

-Bruce, ¿estás… estás enfermo?

-No, no lo estoy, ahora me puedes dejar en paz, le dice molesto. Clark lo sigue de cerca, -Escucha, no sé por qué actúas así, pero si estas enfermo, no deberías salir…

-Estoy bien, déjame en paz Kent.

-Si claro, adelgazaste, estas ojeroso y pálido. Lo siento Bruce, pero estás muy lejos de verte en buenas condiciones, y así no puedo dejarte salir de la Atalaya.

Batman gira y se pone cara a cara frente a él. -¿Y tú piensas impedírmelo?

El hombre de acero sintió un calor extraño recorriendo todo su cuerpo al sentir su aliento. Pero mantuvo la compostura, -Si es necesario, lo haré. Por favor Bruce, al menos, recuéstate un rato, le suplica.

Finalmente, suspira frustrado y va hacia el elevador. –Me tomaré una hora o dos, pero si algo sucede, me avisan de inmediato.

-Como digas, le contesta sonriendo. Cuando las puertas se cierran, el hombre de acero activa su comunicador –John, ¿me escuchas?

-Fuerte y claro, Superman.

-Batman se tomará un par de horas de descanso, no le des autorización de salida al batijet, y si algo ocurre… bueno, que no le avisen, necesita reposar un rato.

-Como digas.

-*-

Ya eran pasadas las 8 de la noche. Nightwing hacía patrullaje en su ciudad. Todo era tranquilo. Nada parecido a la revoltosa Gótica. Estaba feliz de regresar, pero aún se sentía intrigado. Bruce había sido particularmente atento y jovial en el desayuno. Dick sabía que Bruce era otro sin máscara, pero lo de la mañana, definitivamente era fue de lo usual. Y ese extraño viaje, su regreso sin avisar, sentía que algo no encajaba. Aún distraído en sus pensamientos, escuchó los gritos de una mujer cerca. “Bien, Dick, a trabajar”. El veloz y hábil chico fue de edificio en edificio hasta llegar a un callejón. Aunque estaba oscuro pudo reconocer a una mujer siento forzada por dos extraños.

-Muchachos, creo que la dama no desea facilitarles el bolso, ¿por qué no hacemos las cosas fáciles y se van tranquilamente?, les dice.

Ambos sujetos llevaban unas máscaras blancas y estaban vestidos completamente de negro. No dijeron nada, ante lo cual el joven suspiró, -Bien, haremos las cosas difíciles entonces.

Nightwing saltó sobre ellos. Puñetazos iban y venían, hasta que finalmente el héroe estaba entre la mujer y los dos hombres, y estos en el suelo inconscientes.

-Bueno, supongo que estos ya no darán más pelea, ¿se encuentra bien?

Él hace el intento de girar hacia ella, pero siente un fuerte golpe en la cabeza que lo noquea. Desde la penumbra sale la mujer, con maquillaje de bufón y un bate de béisbol en la mano, -No era de ellos que tenías que preocuparte, niño alas, dice burlona. Saca su celular y marca, -Señor J, tengo su paquete en mis manos.

-*-

El sonido de su comunicador lo hizo despertar. Se frotó los ojos y vio quien era.

-Dime Nightwing.

-Hola, Batsy.

Esa voz hizo que le congelara la sangre.

-¿Joker? ¡¿Dónde está Nightwing?!

-Descuida, lo estamos atendiendo como él chico se merece. Hasta organizamos una fiesta, ¿quieres asistir?

-¿Dónde demonios lo tienes Joker?

-Ve a la bahía sur de Blüdhaven. Y trae bocadillos Bats.

“Maldición”, se dijo y rápidamente salió de la habitación.

-Bruce, bienveni…, trato de saludar Chica Halcón, pero Batman siguió recto a toda velocidad, ignorándola. “Aguanta, Dick, ya estoy en camino”.

Entró al batijet y lo encendió. –John, necesito autorización para despegar, ahora.

-Amm… Batman, Superman me indicó que necesitabas descansar…

-¡No tengo tiempo para esto, John, abre las compuestas o me estrellaré contra ellas, debo irme, ahora!

El marciano hizo caso, y vio como la nave viajaba a toda velocidad hacia la Tierra. En un par de minutos llegaría a su destino, cuando una llamada entró.

-Batman, ¿qué sucede?

-No tengo tiempo ahora.

-Pensé que ibas a descansar…

-Estoy ocupado, ve a servirle de niñera a otro, Clark, tengo cosas que hacer.

-Pero, Bruce, si necesitas ayuda…

Batman apagó la radio y siguió su rumbo.

-Maldito infeliz, se dejó decir Superman, John, ¿puedes triangular su posición?

-Sí… va en ruta hacia la Bahía Blüdhaven.

-¿Blüdhaven?... Oh no, Dick. Voy hacia allá.

-Espera, Superman… creo que Batman no le agradará.

-Me importa un bledo lo que le agrade o no a ese terco, no está en condiciones en este momento y no pienso dejarlo solo, mantén la radio libre por si se comunica John.

 

Notas finales:

En el próximo capítulo

  • Superman confronta a Batman... y a sus propios sentimientos.
  • Mientras la vida de Nightwing pende de un hilo, a varios kilómetros de ahí, Tim se ahoga lentamente en su propia tristeza.
  • Kara presencia algo que la deja sin habla.

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