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Ocaso del Caballero de la Noche por JessJe

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Notas del capitulo:

Una decisión que cambia irremediablemente el destino de todos los héroes.

Ocaso del Caballero de la Noche

Capítulo 35: Desconsuelo

Todo paso en fracción de segundos. Bruce apenas abría los ojos, cuando vio el cuerpo de su amiga Zatanna cubriéndolo, después de un espantoso estruendo. Como en cámara lenta, sintió que el piso debajo de ellos cedía, y caían.

Alrededor vio restos caer, mientras llamas empezaban a rodearlos, Una explosión, pensó en ese momento, pero antes que fueran consumidos, una cúpula los rodeo, protegiendo a todos los que estaban en la habitación.

Vio que Zatanna se alejó. Sin entender que pasaba, estando aún aturdido por los medicamentos, sintió dos brazos levantándolo. Volvió a ver a J’onn, que pasó su brazo detrás del cuello. Al mirar alrededor, distinguió a Zatanna, Shayera y Alfred. Supuso por la cúpula verde que John o Hal estaban con ellos. Luego, otra persona tomó su otro brazo y lo puso alrededor suyo. Era de estatura más baja que él. Volvió a ver, y aunque su vista seguía borrosa, pudo reconocerla perfectamente.

-¿Helena?

La mujer apenas sonrió y volvió a ver el resto, que discutía. -¡Abre la cúpula, John! –le insistía Shayera. -¡Debemos ir, puede que aún estén vivos!

-¡Olvídalo Shayera! Es un milagro que estemos con vida, no voy a arriesgar a ninguno de ustedes por unos criminales –le repetía John, mientras elevaba la cúpula por entre los escombros.

-HawkGirl –le habla Zatanna –en todo caso, con la explosión, es casi lógico que todos habrán muerto.

La pelirroja suspira, mientras se elevan varios metros. Alfred se inclinó y miró el que había sido su hogar por casi 50 años, consumido por el juego. –No pude salvar nada –dice apesadumbrado. –Las fotografías de mis señores, los recuerdos del amo Bruce, las pertenencias de los chicos… No quedó nada.

-Al menos… estamos vivos –dice Bruce, haciendo que todos lo vuelvan a ver. –Por cierto, gracias.

-Tranquilo –le interrumpe Cazadora –Ten por seguro que esta va a tu lista de pendientes –le responde fingiendo seriedad. Bruce sonríe y baja la cabeza.

 

En el subterráneo, todo pasó en fracción de segundos. Hal apenas tuvo tiempo de poner una barrera sobre los tres, pero el peso era demasiado para sostenerlo por mucho tiempo.

-Wally… no voy a poder… -le dice con dificultad.

-¡Rodéanos, Hal! Yo me encargo –le dice mientras pone a un incosciente Balack sobre su espalda. El Linterna, entendiendo lo que quiere decir su sobrino, rodea a los tres con una barrera protectora, abraza a Flash por detrás y el velocista empieza a correr. Hal intenta levantar los pies, mientras chocan con escombros de madera, concreto y metal. Todo lo que estaba encima de ellos cae sin parar. Flash rápidamente busca una hendidura, alguna luz para poder salir, hasta que por fin encuentra una salida. -¡Linterna! ¡Ahora! –le grita sin dejar de correr.

El castaño dirige su anillo al frente y lanza un rayo, abriendo espacio para que Flash salté, sacándolos del desastre. En ese momento, estando en el aire, se separan y los tres caen, rodando cada uno por separado.

Pasan algunos minutos, cuando Jordan abre los ojos. En el lugar donde estaba la entrada del subterráneo, solo quedaba un enorme hoyo de varios metros. Empezó a buscar. No encontraba a Flash ni Balack cerca. -¡Wally! –gritó varias veces.

Se puso de pie, pero se quejó al sentir un fuerte dolor en su costado. –Demonios –exclamó. Con suerte era solo un par de costillas, o algo peor, ya que hasta hace unas horas, había tenido una hemorragia interna. Pero ahora necesitaba localizarlos, era lo más importantes.

-¡Flash! ¡Batman! –seguía gritando.

-¡Aquí! –escucha la voz de Wally, más abajo. Con cuidado baja por los escombros. El pelirrojo estaba inclinado, revisando a Balack, que seguía inmóvil en el suelo.

-¿Cómo estás? –le pregunta al ver su pierna en una posición antinatural.

-Descuida, sanaré rápido. Pero no puedo decir lo mismo de Balack. Hay que llevarlo al Salón de la Justicia.

-Atalaya, aquí Jordan.

-Linterna Verde, me alegra escucharlo. Se ha declarado Alerta Omega.

-¿Omega? –dice Flash preocupado.

-Todos los miembros de la Liga disponibles deben presentarse al Salón de la Justicia de inmediato.

-Transpórtanos, y dile a Alcor que se prepare Tornado. Tenemos a Balack mal herido.

-Alcor ya está en la Atalaya. El Salón de la Justicia está siendo evacuado en este momento.

Ambos héroes se quedan sin entender. –Lleva a Balack a la enfermería de inmediato, y a Flash y a mí al Salón.

 

A las afueras de la Mansión, Cazadora, HawkGirl y J’onn revisaban por si había más sobrevivientes, John hablaba a parte por el comunicador con Wonder Woman, mientras Bruce estaba recostado sobre un árbol, junto a Alfred. Al ver que Zatanna se acercaba, el anciano se alejó para ver si algo de la explosión se había salvado, y dejándolos solos.

-Hola –le dice Zatanna, mientras se sienta a su lado.

El millonario solo le sonrió y cerró los ojos. –Lamento lo de tu mansión.

Bruce abrió los ojos y miró lo que había sido su hogar toda su vida. –Pudo ser peor. Aunque había muchos recuerdos, al menos mis hijos no estaban ahí, y Alfred está a salvo. Nada se ha perdido.

-¿Y tú como lo llevas? No hemos hablado de… bueno, lo que estás pasando.

Bruce se queda pensativo por unos segundos. –Ha sido angustiante ver como todo lo que te importa se está yendo al carajo y no poder hacer nada para evitarlo. Es la primera vez en toda mi vida que… me siento impotente.

La mujer asiente, -Mira, más allá de lo que pase de ahora en adelante, no olvides que no estás solo Bruce. Sabes… realmente te odié cuando supe lo de tu tumor. ¿Cómo pudiste pasar por eso, y no contar conmigo?

-Zatanna… tienes tu vida, tus propios demonios contra los cuales luchar, no podía…

-¡Al demonio! Has estado ahí conmigo… con todos, aun con lo cerrado e hijo de puta que eres con tu trato, todos de alguna forma hemos contado contigo. Ahora, deja que te ayudemos, no me ocultes más nada. Porque la próxima vez te juro que patearé tu culo hasta dejarlo rojo.

En ese momento, Bruce no prestaba atención a su amiga. Observaba a John que hablaba por el comunicador con Diana. Aunque no podía escuchar lo que decían, al leerle los labios, distinguió algo que le preocupó.

Al terminar, John llamó al resto, incluyendo a Zatanna. Los cuatro se reunieron con él. Les cruzó algunas palabras, y luego fueron con Bruce. –Bien, por ahora terminamos aquí. Tú y Alfred irán a la Atalaya. Ahí los espera Alcor para que inicies el tratamiento de una vez.

-¿Por qué la Alerta Omega? –les pregunta Bruce sin ningún titubeo. Los cinco se quedan callados, lo que hace que éste se moleste. –Lo sabré de todas formas, aunque no me lo digan ahora, ¡hablen!

Ninguno quería decir nada, excepto la única que nunca temía abrir su boca. –Vandal Savage fue el que estuvo detrás del atentado a Superman. Hace unos minutos, él cayó nuevamente bajo su control. Se dirige a Metrópolis. Llegará ahí en cuestión de minutos –le dice Cazadora sin miramientos.

Ninguno dijo nada, pero todos veían con frustración a Helena, a quien poco le importaba quedar bien con alguno de ellos. –Atalaya, aquí Stewart. Lleva a Batman y Alfred…

-A Cazadora también… ocupo hablar con ella –dijo Bruce de inmediato.

Todos se quedan sorprendidos, excepto Helena, que adivinaba lo que quería hablar con ella.

-Bien, Batman, Aflred y Cazadora transportalos a la Atalaya, al resto de nosotros, al Salón de la Justicia.

-Como diga Linterna Verde.

Cazadora fue hacia Bruce, puso su mano en su hombro, y los tres fueron enviados de inmediato

-¡Dios! Como detesto a esa mujer –se deja decir HawkGirl.

Los otros asienten, excepto Zatanna, que intuía porqué Bruce la había pedido. Decidió no decirle nada a los otros. En todo caso, confiaba en el criterio de su amigo, aunque le sobrevino una gran tristeza imaginando el posible desenlace.

 

Al transportarse, HawkGirl, J’onn y Stewart fueron con Diana, que los esperaba con Hal y Flash. Zatanna fue hacia Dinah, que esperaba junto a Arrow. El rubio, a pesar de no estar al 100%, había visto la alerta y decidió ir, en contra de los deseos de Dinah. Obsevó a todos los presentes. Casi toda la Liga estaba reunida. Y sabía que a esto no podía faltar.

Los seis fundadores hablaron por unos minutos y luego Wonder Woman tomó la palabra, dirigiéndose a los casi 50 héroes reunidos. –Muy bien, resumiremos la situación. En este momento Superman se dirige a Metrópolis, llegará en 10 minutos aproximadamente. No sabemos cuál es la intención de Savage, pero presumimos que envía a Superman hacía el Salón de la Justicia. Nos vamos a dividir en grupos. Dos equipos, bajo las órdenes de Hal Jordan y Flash, se encargarán de evacuar a los ciudadanos. El personal del Salón de la Justicia será enviado de inmediato a la Atalaya. Tendremos un equipo de tierra, que será dirigido por John Stewart, uno aéreo, comandado por HawkGirl, y uno de contención, en el que estaremos J’onn Jonz y yo. Cada quien tome sus posiciones, conforme los vamos llamando.

-¿Cómo pasó esto? –pregunta StarGirl que estaba entre los presentes –Se suponía que la kriptonita roja ya no estaba en el sistema de Superman.

-Yo puedo explicar –interrumpe Atom a unos metros detrás de ella –la kriptonita roja fue modificada con un químico hecho con los mismos componentes del “Joker Venom”. En este momento, esa sustancia sigue en su organismo, y fue activado de alguna manera por Vandal Savage.

-Presumimos –prosigue J’onn –que el objetivo de Savage es destruir a la Liga, utilizando a Superman para ello.

-Es un golpe directo no solo por el factor destructivo –prosigue Hal –también por el daño a la imagen que esto le hará tanto al Hombre de Acero como a la Liga misma.

-Pase lo que pase, nuestro objetivo debe ser proteger a los ciudadanos de Metrópolis –sigue Diana.

-Pero… es Superman. ¿Cómo vamos a contenerlo? –cuestiona ahora Vixen

Los fundadores se quedan en silencio por unos segundos, hasta que Diana sigue –De eso nos encargaremos nosotros. Ustedes… cumplan con su trabajo.

Los seis se reúnen por última vez, sin saber que más decir. Entre ellos hubo un silencio de algunos segundos, hasta que Hal habló. –Bien, hagamos lo que sea necesario, Clark querría eso –les dice.

Se separan, cada uno llamando a los miembros de la Liga que estarían en sus equipos. John va hacia Arrow, Zatanna y Dinah primero. –Necesito que se encarguen de que no quede nadie civil o heridos en el Salón, y luego que vengan conmigo.

Los tres asienten y van hacia el interior del Salón. Hal y Flash, con otros 18 miembros de la Liga, dan indicaciones cortas y separan los grupos.

-Ey, Hal –le dice Flash antes de separarse. –Cuídate.

El castaño le sonríe y toma su camino. El pelirrojo ve su pierna, ya recuperada, pero antes de irse, escucha la voz de Stewart que lo llama. El moreno desciende frente a él. Y trata de decir algo, pero cierra su boca nerviosamente, buscando que decirle. Wally sonríe, mientras pone una mano en su hombro, -Perdóname a mí también–le dice tranquilamente.

El moreno le sonríe y ve con tristeza como su joven amigo se aleja.

Después de acomodar a Bruce en su habitación, Alfred va en busca de Alcor, dejando a Cazadora en la habitación. La mujer va hacia Wayne con tranquilidad. –¿Por qué yo, Bruce?

El millonario observa la vista de la Tierra desde su cama y suspira, -No importa lo que los demás digan o piensen, no tienen el carácter frío para hacer lo necesario y detener a Superman. Solo dos personas, a parte de mí, podrían y tú eres una.

La mujer asiente, -Bien, no perdamos tiempo, ¿dónde está?

Bruce vuelve a ver hacia la pared, donde estaba un pequeño panel. -El password es 1449.

La mujer va, digita los números, y una compuerta se abre dejando ver el traje del Murciélago.

-El cinturón, tercer compartimento.

La mujer revisa y saca una caja pequeña. Se acerca a Bruce y la abre, dejando ver una pequeña bala de tono verduzco.

-Te prometo que la usaré solo si es necesario.

La guarda en su bolsillo, y lo vuelve a ver, - ¿Y por qué no se lo pediste a la otra persona?

Bruce se queda cabizbajo, -Porque lo convertiría en alguien como yo, y eso jamás podría pedírselo. No a él.

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Todos los Titanes estaban ya en sus puestos, dirigidos por los fundadores, excepto Roy, que fue directamente a la habitación de Jason, quien estaba despierto, pero con una venda en sus ojos. Había escuchado el escándalo, y le preocupaba. –Jay, soy yo –le dice mientras lo ayuda a levantarse. -¿Harper? ¿Qué pasa? ¿Por qué tanto ruido?

-Te vas a la Atalaya, vamos. –le dice mientras lo ayuda a ponerse de pie.

Lo lleva de la cintura, pero Jason se hace a un lado molesto. -¡No me iré! ¿Qué demonios sucede?

-Superman viene como un loco hacia acá. Están evacuando. Vamos Jay, no perdamos tiempo –le insiste.

Esta vez, deja que su amigo le ayude. Ya en el pasillo, se topan con Dinah, que rápidamente reunía a la gente. –Roy, yo llevo a Jason, ve con los demás –le da la indicación.

El castaño asiente, pero antes de irse, Jason toma con fuerza su mano. –Cuídate viejo.

El arquero sonríe y se va. Dinah lleva a Jason con otros del personal. –Estarás bien. Trata de comportarte, ¿de acuerdo?

Ella lo suelta, y de inmediato, una mano lo rodea por la cintura. No la puede ver, pero por su perfume la reconoce, -Ey, Lee. Tanto tiempo.

La anciana sonríe, -Si piensas que podrás escapar nuevamente, la tendrás muy difícil conmigo Jason.

El más joven asiente, y el grupo se desvanece. A unos cuantos pasillos de ahí, Oliver entra a la habitación de Tim, que estaba despierto, sin saber que pasaba. Acerca una silla de ruedas y va hacia él, -Vamos chico listo. Te vas a un lugar seguro.

-¿Iremos a la mansión? –le pregunta sin entender.

-No precisamente, pero irás con tus hermanos, Alfred y Bruce. ¿De acuerdo?

El chico sumisamente acepta, y deja que Oliver lo lleve a la silla. Rápidamente, el rubio lo saca y lo lleva junto a Alcor y otros del personal, que tenían a Dick en una camilla, aún inconsciente. Tim se pone de pie, aún con el yeso en su pierna, y sosteniéndose la espalda, que aún le dolía,

-Oliver –le llama Dinah –son los últimos ya.

El rubio asiente y vuelve a ver al resto, que es transportado a la Atalaya. El arquero vuelve a ver a su esposa, que estaba inquieta. –Bueno, vamos a trabajar.

-No –le detiene. –Tu regresas al pent-house.

-Olvídalo Dinah.

-Oliver, se supone que no deberías estar aquí. Aun no te has recuperado.

-Ya hablamos de eso Canarito, no me quedaré cruzado de brazos mientras todos ustedes arriesgan su vida. Además, tal vez… una cara amiga haga que el Big Boy reaccione.

-Eso no a pasar Quinn. Ya viste lo que hizo en la base, casi mata a Capitán Átomo. Superman está fuera de control. Por favor, Ollie.

El rubio se acerca y la besa en los labios con dulzura, -Sabes que no me haré a un lado. Me quedaré luchando… contigo.

Ella lo abraza. Deja su rostro caer en su pecho, mientras cierra los ojos, esperando que la pesadilla termine y despierta nuevamente en su cama, con él.

En ese instante, la alarma suena en el Salón de la Justicia, y los comunicadores de todos los héroes se activa. –Atención, Sueprman llegó a Metrópolis.

Los dos se separan y van con rapidez, a la entrada, para estar en su puesto.

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J’onn fue hacia Diana, que observaba a un inmóvil Superman, flotando, a unas cuantas cuadras del Salón de la Justicia. Detrás de ellos, se acercaron los otros dos miembros del primero equipo que enfrentaría al Hombre de Acero. -¿Estás seguro de esto Diana? –le pregunta el marciano al volver a ver a Kara y Connor. –Son su familia.

La mujer los vuelve a ver apesadumbrada. –No tenemos opción J’onn. Son nuestra carta más fuerte contra Clark.

Los cuatro se quedan inmóviles esperando algún movimiento. Después de algunos segundos, Diana toma la iniciativa y va hacia él. –Clark. Soy Diana. Hablemos. Sé que estás ahí, en alguna parte. Por favor, mi amigo, por Hera, reacciona.

El kriptoniano no respondía. Tenía el ceño fruncido, y los miraba directamente.

-Esto no puede estar pasando –decía Karah. –Mi primo tiene que reaccionar.

-Pero si no lo hace –le habla Connor –Querría que lo detuviéramos Karah, recuérdalo.

La rubia asiente y vuelve su vista a su primo, que seguía sin moverse.

Diana se acerca un poco más. Desde donde está, Flash puede ver la interacción entre ellos, pero procura volver a su función. Con rapidez saca a los transeúntes del lugar, mientras se comunica a la Atalaya. –Tornado, necesito que me confirmes si Nightwing está en la Atalaya.

-Canario Negro y Green Arrow confirmaron que todo el personal y los pacientes del Salón de la Justicia fueron enviados a la Atalaya.

-Gracias Tornado.

En tierra, John da indicaciones a los héroes junto con él. –Que sus ataques sean a distancia, no lo confronten si va hacia ustedes –les dice a un grupo de temerosos super heróes, aunque decididos a luchar.

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Entre tanto, Cazadora es transportada a Hub City. Va hacia un apartamento que conocía perfectamente. Después de esquivar el anillo se seguridad, entra y va hacia la habitación directamente. Quita un cuadro en la pared, donde está un panel de seguridad, digita la clave y esta se abre, pero siente movimiento atrás de ella y sonríe, -Hola Vic.

El pelirrojo camina hacia ella, con su clásica gabardina azul puesta y confundido, -¿Qué haces aquí Helena?

-Vine por algo que me pertenece –le responde, mientras saca de la caja de seguridad una vieja arma.

Cierra caja y abre el tambor. Saca las balas que lleva y la deja sobre el escritorio. El misterioso hombre la observa sin decir nada. Ella saca de su bolsillo la caja, toma la bala y la mete en el tambor del revolver.

-Supuse que serías el recurso de Bruce Wayne por si no se podía contener a Superman.

Ella no contesta. Guarda el revolver atrás y lo vuelve a ver. –Solo si es necesario.

El hombre gruñe, pero entiende. Va hacia la cómoda y usa su spray en el rostro para cubrirlo completamente.

-Iré contigo –le dice finalmente.

Ella asiente y se comunica con la Atalaya. –Tornado, llévanos a Pregunta y a mí a Metrópolis.

-Como digas Cazadora.

Antes de ser teletransportados, Pregunta se acerca a ella, tomándola de la mano, -Sabes que si aprietas ese gatillo contra Superman, nunca habrá redención para ti, Helena.

-Pero si no lo hago, y alguien muere por su causa, Superman nunca se lo perdonará. Batman lo sabe, por eso me envió.

El deja de insistir. Ella toma con cariño su rostro y le da un beso casto sobre su máscara. –Todo saldrá bien, Vic.

Al materializarse a las afueras del Salón de la Justicia, ven a varios metros cuatro seres sobrevolando, justo al frente de Superman, que no se había movido.

Diana va hacia, quedando a unos cuantos metros. John, desde tierra observa, -Diana, no te acerques más.

-Él no ha reaccionado, tal vez…

En ese momento, llega Vandal Savage con Joker a su bunker. –¿Qué ha pasado Reed? –le pregunta a su subordinado, quien le hace espacio para que tome el control.

-Hasta ahora nada señor. Como suted ordenó, no ha hecho ningún movimiento.

Savage toma los controles y el auricular. –Kal-El, son tus enemigos, ¿me escuchas? Ellos son tus enemigos… destrúyelos.

La señal insonora llega a oídos de Superman, quien, como una marioneta a disposición del inmortal, reacciona lanzando rayos hacia Diana, quien apenas tiene tiempo de poner sus brazaletes, pero el impacto es tal, que la hace volar hasta el Salón de la Justicia, donde cae, destruyendo todo a su paso. Conner, Karah y J’onn reaccionan yendo hacia Superman. En ese momento, Diana sale entre los escombros, y vuela hacia la lucha, sin percatarse que, a unos metros, un temeroso Tim Drake observa toda la escena.

Flashback

-Oliver –le llama Dinah –son los últimos ya.

Tim observa que Arrow y Canario charlan y se separa del grupo, escondiéndose detrás de una pared. En ese momento, el grupo se desvanece, dejando a Tim, escuchando la conversación entre Canario y Arrow.

–Bueno, vamos a trabajar.

-No –le detiene. –Tu regresas al pent-house –le dice Dinah decidida.

-Olvídalo Dinah.

-Oliver, se supone que no deberías estar aquí. Aun no te has recuperado.

-Ya hablamos de eso Canarito, no me quedaré cruzado de brazos mientras todos ustedes arriesgan su vida. Además, tal vez… una cara amiga haga que el Big Boy reaccione.

-Eso no a pasar Quinn. Ya viste lo que hizo en la base, casi mata a Capitán Átomo. Superman está fuera de control. Por favor, Ollie.

El rubio se acerca y la besa en los labios con dulzura, -Sabes que no me haré a un lado. Me quedaré luchando… contigo.

Mientras ambos se abrazan, Tim se queda pensativo. Sabe que no está Balack para enfrentar a Superman, y la kriptonita debería estar en el traje de Batman, pero lo llevaba puesto el clon. Lo único que quedaba era la famosa bala de kriptonita, pero no tenía idea de donde estaba. En ese momento suenan la alarma avisando de la llegada de Superman. Ve a los rubios saliendo, y Tim decide ir también.

Fin del Flashback

Al momento que Wonder Woman se aleja, Tim observa a Pregunta y Cazadora aparecer a unos cuantos metros. –Pase lo pase Helena, recuerda… es el último recurso. –le insiste Pregunta.

-Lo sé, Vic. Pero por si acaso, ayúdame a acercarme lo más que pueda a él.

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Superman toma del cuello a su prima y la hace golpear a toda velocidad contra un edificio, haciendo que a su paso, parte de concreto y acero caigan a las calles. Hal usa su anillo para proteger a la gente que aún seguía en la calle, mientras Flash retira los transeúntes a toda velocidad y los lleva a un lugar seguro. Connor, a varias cuadras, se pone de pie golpeado, y al ver a su prima en problemas, se lanza contra ellos, propinándole un severo golpe a Clark y haciendo que Karah caiga aturdida al suelo.

Clark se recupera y comienza a golpear a su clon, quien intenta darle frente, pero sin posibilidades. Diana y J’onn van a su auxilio. La amazona golpea a Superman, mientras J’onn toma a Connor y lo pone en el suelo. El Hombre de Acero va hacia la mujer y empieza una pelea cuerpo a cuerpo. Los golpes del kriptoniano son tales, que la onda expansiva quiebra por completo los vidrios de los edificios a varias cuadras a la redonda. Los héroes en tierra, entre ellos, John Stewart, Zatanna, Arrow y Canario, intentan proteger a la gente.

Al ver que el grupo de contención está en problemas, Shayera y su equipo va hacia Superman, pero éste lanza un rayo de sus ojos hacia Steel Man, haciendo que este impacte contra otros héroes y haciéndoles caer. Shayera va con todas sus fuerzas y lo golpea con su mazo.

Este, pierde el equilibrio momentáneamente, pero escucha nuevamente la voz de Vandal Savage, y con furia arremete contra los héroes, ante los ojos temerosos de Tim, que, escondido entre los escombros del Salón de la Justicia, es testigo de todo el horror del Hombre de Acero, destruyendo a sus amigos.

 

En la Atalaya, uno de los asistentes conecta una vía a Bruce. –Bien, señor. Me pidió Alcor que le informara que necesitará dos dosis por día, además del uso de la cámara Exxo. A partir de ahora, si tiene alguna molestia, como dolor, frío u otro efecto secundario, tendrá que avisarnos.

-Gracias.

El joven asiente, y se va, dejándolo con Alfred.

-¿Ya los viste?

-Aún no, señor. Supe que de una vez iniciarían con las dosis y quise estar con usted.

-Ve apenas puedas Alfred, y me informas como están los chicos.

-Lo que usted diga señor.

Bruce vuelve su vista hacia la Tierra. –Amo Bruce, ¿se encuentra bien?

Su rostro, que por lo general era inexpresivo, en los últimos tiempos se había vuelto más comunicativo, expresando sin querer quizás las emociones de Bruce. Pero ahora, estaba frío.

-¿Amo Bruce?

-¿Qué clase de monstruo soy, Alfred? –preguntó con tristeza.

-¿Señor?

-Nada, Alfred, olvídalo –le dice con un poco de angustia.

El anciano toma su mano y lo reconforta. -¿Le entregó la bala de kriptonita a Helena Bertileni, verdad?

No responde, solo aprieta la mano de Alfred, sin decir nada más.

 

Pasaron 8 minutos desde que Superman hizo su primer movimiento. Duró 8 minutos en hacer caer a casi toda la Liga. Karah, Connor, Diana, J’onn, Shayera, Stewart, Flash. Ellos y otros más, estaban en muy malas condiciones, después de intentar contener a su amigo. Algunos pocos huyeron, muy pocos en realidad.

La mayoría, cuyas armas no eran tan poderosas, estaban de pie aún, mientras el Hombre de Acero descendía, con el cuerpo inmóvil de Superboy, tomándolo del cuello. Arrow estaba a unos metros de su amigo. Volvió a ver a Dinah, que estaba herida, inconsciente. Sacó su flecha más potente y la apuntó hacia su amigo. –Clark, por Dios, si estás ahí. ¡Sal de una buena vez!

El kriptoniano dejó caer el cuerpo de su autoproclamado hermano y caminó lentamente hacia Oliver, quien no titubeó. En ese momento, antes que lo matara, J’onn fue hacia el Hombre de Acero, y lo atacó en su forma de serpiente marciana. Lo sujetó con fuerza y se dirigió a los héroes. -¡Huyan de aquí!

-Pero J’onn –le ruega Oliver pero el marciano insiste. -¡Vete Quinn!

Los que aún seguían en pie, reaccionan. El rubio guarda su flecha y va hacia Dinah la toma en sus brazos y trata de sacarla. En ese momento, Superman se libera y lanza a J’onn al suelo. El impacto hace que el suelo vibre y los héroes, incluyendo Arrow caen pesadamente en el suelo.

Superman hace que sus ojos brillen con intensidad y lanza sus rayos hacia un mal herido J’onn. El marciano grita mientras su cuerpo se va consumiendo por llamas. Tim, escondido detrás de una roca, cierra los ojos y se tapa los oídos para no oír los gritos de J’onn Jonz. En ese momento, Connor reacciona y va hacia su primo, embistiéndolo con todas sus fuerzas.

Arrow se pone de pie, pero vuelve a ver a unos metros, y maldice al cielo. -¡Tim! ¡¿Qué diablos haces aquí?! ¡Tim! –le vuelve a llamar, pero el chico estaba inmóvil, ajeno a todo, y completamente asustado.

Cazadora recuesta a Pregunta, quien había sido herido en la batalla, pero seguía respirando a una cuadra de ahí. Le da un último beso y decidida, con arma en mano, va hacia la lucha.

Connor intenta sin éxito hacerle frente a Clark, pero éste le propina uno y otro golpe. Cazadora llega al lugar, observa a Superman, y se decide. Se pone de pie y le apunta con el arma directamente a su pecho. En ese momento, ocurre una pequeña explosión, lo que hace que ella se distraiga. Vuelve su vista, pero solo siente un picazo ligero en su pecho, y su vista se empieza nublar.

Tim grita al ver el pecho de la heroína traspasado por el rayo de Superman. Lo último que la mujer ve, es la silueta del Hombre de Acero a unos cuantos metros de ella. Sonríe, mientras cae de rodillas y luego fallece en cuestión de segundos, dejando el arma caer a su lado.

Dinah, ya consciente, no puede dar crédito de lo que ha visto. Simplemente quita el rostro. Oliver, furioso, deja a su mujer y va a toda prisa hacia Helena, pero Superman, con su aliento, hace un mini tornado que lo lanza a varios metros. Tim por su lado y Dinah por el suyo, se sostienen con fuerza, para no ser arrastrados. Superman camina hacia ellos, pero siente que alguien lo toma del tobillo y vuelve a ver. Connor lo ve ya sin fuerzas, -Aún… no terminamos… hermano.

Clark lo toma de la camiseta, y se prepara para darle el último golpe. Connor simplemente cierra sus ojos, pero los abre cuando escucha un disparo. El agarre de Clark se va aflojando dejando caer a Conner quien, asustado, ve sangre en el pecho de Clark.

El kriptoniano ve a quien le ha disparado y sonríe, -Gracias –dice simplemente con una lágrima.

Connor se endereza y ve a Tim Drake sosteniendo el arma, bajándola poco a poco y con el rostro completamente pálido.

Notas finales:

Espero que no me odien por esto, pero como siempre digo, todo en esta historia tiene un porqué.

Estoy ansiosa por llegar al review 100 y a 17000 vistas. Esperando a ver quien será el privilegiado comentario 100 :D :D.

Un abrazo, nos leeremos pronto.


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