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Ocaso del Caballero de la Noche por JessJe

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Notas del capitulo:

Cuando más oscura fue la noche, más brillante sale el Dios Sol al amanecer...

Ocaso del Caballero de la Noche

Capítulo 38:  Entre hermanos y amigos

 

Veinticuatro horas habían pasado de la muerte de Superman. Kara entraba al único lugar en la Tierra donde se sentía protegida, ahora que el mundo tenía su vista puesta en los ex miembros de la Liga, ahora desaparecidos: la granja Kent.

Después de la muerte de Martha, ésta era el hogar de Connor, y el escape de Kara y Clark de Metrópolis, así que, para la rubia, era lógico llegar ahí. En cada pared, cada adorno, ahora empolvados, se podía sentir la presencia de su primo caído. Después de llevarse a Superboy, discutieron fuerte, para finalmente separarse. No tenía idea si lo vería en poco tiempo, pero ahora necesitaba alejarse de todo lo que le recordara esa experiencia. Su cuerpo aún no sanaba de los golpes que recibió su primo. Y ahora sentía la incertidumbre de que sería de ellos sin él.

Entre tanto, amanecía en algún lugar de la costa angelina. Connor volaba a toda velocidad, llevando a Tim Drake. El chico no había dicho nada desde que habían partido de Star City, el mismo Kon-El si quiera le había dirigido la palabra. Descienden en un barrio sencillo de Los Ángeles, exactamente en un callejón. Aún no había transeúntes que pudiesen ser testigos de su llegada. Connor lo baja al suelo, sin soltar su brazo y pone la palma de su mano sobre la pared despintada. –Superboy B004 y acompañante.

-Ingreso autorizado –se escucha una voz – Superboy, código B004 y acompañante.

Un rayo los rodea. Cuando Tim abre los ojos, ya no están en el callejón, sino en un gran salón. Una enorme pantalla domina el fondo del lugar. Connor lo empuja para que siga caminando. Entra temeroso, sin entender que sitio es ese. Se sorprende cuando un chico, con piel verdoso aparece, con pijama puesta, bostezando. El extraño chico, algo menor que Tim, lo observa extrañado, -Ey, Connor, ¿y ese chico?

-Llama a los demás. Los necesito aquí enseguida.

Tim se queda en silencio sin reaccionar, esperando el próximo movimiento del clon, que simplemente lo observaba. Para el chico, era difícil predecir lo que pasaría. A los pocos minutos llegaron al lugar dos chicos junto al primero, y detrás de ellos Starfire, todos con su pijama. La alien observó a los dos y dio un paso al frente. -¿Qué sucede, Connor? ¿Por qué lo trajiste? –le pregunta con una mirada seria.

-Titanes, a menos que Canario Negro diga lo contrario, él será el nuevo miembro del grupo Omega. Su nombre es Tim Drake –se dirige el joven a todos.

-No –de inmediato responde Tim –yo no puedo…

-No voy a discutir contigo Drake. Te quedarás aquí y esperarás órdenes. Gar, a partir de ahora él será tu compañero de cuarto, llévenlo y que se acomode.

Tim vuelve a ver a Starfire, que le brinda una mirada compasiva y él va detrás del castaño.

Al quedarse solos, Starfire va con su amigo, -Ahora sí Connor –le dice molesta –me vas a decir qué quieres con ese chico.

Tim iba despacio, detrás de los tres chicos. Ellos se volvían a ver, sin saber que sucedía. Al entrar a la habitación, Tim la observa, tal y como había hecho con todo el recinto. Buscó alguna ventana o salida por donde pudiese escapar, pero ese lugar carecía de ellas. Por algunos sectores de la pared, que eran rocosos, dedujo que podía tratarse de una cueva.

Había escuchado de los Titanes por Dick y había leído los informes de las evaluaciones que había hecho Bruce hacía unos meses a los miembros activos, pero le confundía el lugar. Pensaba que su sede era un enorme edificio en el centro de San Francisco, así que no entendía que hacían ahí.

–Oye –le dice el primer chico que había conocido –Soy Garfiel, pero todos me dicen Gar –le dice con una gran sonrisa, mientras se tira en su cama. –La tuya es esta –le dice mientras le señala una cama al frente. –Allá está la cómoda para que guardes tus cosas. Y ahí hay un escritorio doble. Y al fondo está la ducha –le explicaba mientras señalaba cada lugar.

Tim fue hacia la cama vacía y tomó asiento. En ese instante, una ráfaga de aire se sintió y de inmediato apareció uno de los chicos que había conocido. En la puerta, estaba de pie observando otro, un par de años mayor que Tim, de ascendencia latina.

-Hola extraño –le dice despreocupado –Tal vez no me conozcas, mi nombre es…

-Bart Allen –le interrumpe Tim –Eres el nieto del antiguo Flash, Barry Allen. Llegaste del futuro hace 4 meses. Compartes ADN con los West, lo que confirmó tu identidad, por eso te aceptaron en los Titanes, aunque nunca has sido claro de las razones de tu viaje hasta este tiempo, te haces llamar Impulso –le dice sin levantar la vista. -El chico de la puerta es Jaime Reyes, es el tercer Escarabajo Azul del que se tiene registro, obtuvo su Escarabajo hace 2 años por accidente en Texas y desde entonces, está con los Titanes. Aún no logras controlar por completo a tu Escarabajo, que en ocasiones se ha vuelto agresivo sin tu poder controlarlo. Y, por último –vuelve su vista al chico en la cama frente a él –Eres Garfiel Logan, te llaman Chico Bestia. Obtuviste tu habilidad metamórfica siendo expuesto a la mordedura de un espécimen en el laboratorio de tus padres en África, y para salvar tu vida, ellos te inyectaron un suero experimental que se combinó con el veneno de la criatura. Tu piel se puso verde y ahora te puedes transformar en casi cualquier animal, pero frecuentemente pierdes control de tu habilidad, por lo que has estado en situaciones de riesgo.

Los tres se vuelven a ver primero, y luego al desconocido que tanto conocía de ellos. -¿Cómo demonios sabes todo eso? –le dice Jaime molesto.

-Por una fuente muy confiable. Por ella sé porque están solo ustedes aquí, y no el resto del equipo.

-¿Asi? –le pregunta Bart levantando la ceja intrigado -¿Y por qué?

-Ustedes tres aún no son completamente confiables para ir a una misión de riesgo, Escarabajo y Chico Bestia por su falta de manejo de sus habilidades e Impulso por estar todavía bajo observación. Hasta entonces, solo estarán en situaciones especiales, bajo la dirección de uno de los Titanes del nivel Alfa: Starfire, Raven… o Superboy.

-Sabes viejo –le dice Gar –realmente asustas.

-¡Lo amenazaste! –le reclama Starfire- frente a todos, yo estaba cerca cuando te le lanzaste encima y le gritaste que lo ibas a matar, y ¿lo traes aquí? ¿Qué buscas con todo esto?

Connor gruñe molesto, -Limítate a tenerlo bajo vigilancia, al menos hasta que Canario tome una decisión sobre él.

-Pero, Conner…

-No tengo porque explicarte… -le dice sin levantar su vista.

-¡Sí tienes! ¡Debes hacerlo! Porque… Conner soy tu amiga, déjame entenderte.

Connor la vuelve a ver. Por un instante, la chica observó un atisbo de angustia en su mirada, pero de inmediato se endureció, -Avísale a Canario. Se preocupará al no encontrarlo. Y avísame cuando resto del equipo regrese de la misión–le dice finalmente y la deja sola.

Camina hacia su habitación y cierra. Va hacia la bolsa de boxeo y la golpea haciendo que vuele contra la pared. El estruendo se siente por toda la cueva, haciendo que los cuatro chicos se asusten.

-¿Qué fue eso?

Ninguno supo responder, pero Tim intuía de quien se trataba.

Conner se dejó caer en su cama exhausto. Por su mente desfilaba lo sucedido en Metrópolis, y su conversación con Kara, después de haberse alejado…

FLASHBACK

Volaron varios kilómetros de Metrópolis, hasta una zona montañosa. Él fue hacia una pared rocosa y empezó a golpear con fuerza las rocas, mientras gritaba con lágrimas en los ojos. La rubia observaba, en silencio, completamente afectada.

-Debes tranquilizarte, aún no sabemos si murió, lo están atendiendo en la Atalaya.

-¿¡Crees que tiene alguna oportunidad?! ¡Tiene una bala de kriptonita en su pecho Kara!

Después de varios minutos, Wonder Woman se comunicó con ella.

-Si… estoy con él ahora… ¿Estás… segura? –cierra los ojos con fuerza. –Gracias por avisar… No te preocupes… Hagan lo que crean que es conveniente… Estaremos bien.

Kara volvió a ver a su primo. No era necesario decirle, con su super oído había escuchado todo. Golpeó con fuerza la roca y gritó con desesperación.

 –Por favor, Connor, cálmate.

-¡Cómo! ¡Clark está muerto, Kara! –le grita mientras gira hacia ella. Estaba llorando desconsoladamente. Al ver su estado, fue hacia ella y la abrazo. –Lo… lamento Kara –le dice entre sollozos.

Ambos se quedaron largo rato, tratando de consolarse sin éxito. Después de varios minutos, la rubia se separa de él, limpiándose su rostro. Toma su rostro con cariño, -Sé que estás afectado, yo también lo estoy, pero debes calmarte primo. Clark no hubiera querido que perdieras el control, además, Robin no tiene…

-¡No me hables de ese chico! ¡Maldita sea, Kara! Él… le disparó

-Tenía que hacerlo, Connor

-¡Qué estás diciendo! ¡Podíamos contenerlo! ¡Tú y yo! Ese… ese…

-Es el hermano de Dick y Jason, Connor.

-¡No me importa de quién sea hermano!

-Clark no habría parado. Ya había matado a Cazadora bajo la influencia de Vandal Savage, pudo haber matado a otro o a todos si se lo hubiesen mandado.

-Yo… yo lo habría…

-¡Tu nada, Connor! ¡Estaba a punto de liquidarte cuando Tim le disparó!... Connor, no había otra opción. Nosotros intentamos detenerlo, junto a J’onn y Wonder Woman… y fallamos.

El joven se dejó caer en una roca, completamente devastado. Kara se sienta a su lado, y lo abraza, tratando de ahogar su propio dolor, mientras intenta entrar en razón a su primo. –Sabes que el principal miedo de Clark siempre fue hacerles daño a las personas con sus poderes, por eso… él siempre se limitó con ellos. Para Kal, saber que mató a uno de nosotros hubiese sido…

- ¿Entonces debo sentirme aliviado porque murió? ¿Ese es lo que piensas?

-No… ¡No! ¡No he dicho eso! Es que… ¡Diablos Conner! ¿Crees que esto no me afecta? ¡Pero debemos ser racionales!

- ¡No puedo ser racional! ¡Asesinaron a Kal El! ¡Ese chico lo hizo!

- ¡Y qué piensas hacer entonces! ¿¡Matarlo?! ¡Estás loco! ¡Nosotros no podemos tomar la venganza en nuestras manos!

- ¡Habla por ti, Kara!

- ¡Trato de hablar por Kal El!

Conner se quedó frío al escuchar su nombre. –Tu no entiendes Kara… le falle…

-Le fallarás si te dejas llevar por la ira. Por favor, reacciona. Tienes… su mismo ADN.

-Sí, pero también el de Luthor… Kara no puedo controlar la ira que siento, es… ese chico es el hermano de Dick y Jason, y… sé que no debo sentir esto, pero es más fuerte que yo. ¿Cómo puedo manejarlo?

-Piensa en él, en Clark. ¿Qué te diría si estuviese aquí? ¿Qué esperaría de ti? Te dejó más que su código genético Kon El… te dejó su ejemplo, una vida consagrada a la justicia y al honor. Puedes vivir honrando su memoria y su vida, o puedes mancillarlo, en ti queda la decisión. Pero no pretendas que me quede viendo como arruinas tu vida, Connor. Porque no lo voy a hacer.

Kara se aleja unos cuantos pasos de él. Connor, aún devastado, se queda inmóvil en la roca que le servía de asiento. –Cuando hallas reflexionado, sabes dónde encontrarme.

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“Honrarlo o mancillarlo”, se decía mientras veía la lámpara de su habitación aún agitada por el golpe. Perdido en sus pensamientos, pensaba en qué hacer de ahora en adelante.

 

Clark abrió los ojos, sorprendido al ver la luz de la mañana entrar por la ventana. Era la primera vez que se quedaba hasta esa hora. Bruce por fin había logrado dormir un par de horas antes. Clark sintió una gran culpa al ver el estado de su amante. Sabía que todo lo que estaba pasando repercutía en su salud, y aunque no se quejaba, los dolores de cabeza eran persistentes. Aún no entendía como tenía la fuerza de voluntad y, sobre todo, la entereza física para mantenerse activo, a pesar de su condición. Se sentía agotado, como nunca antes había estado. Su cuerpo aún no se recuperaba de la herida infringida, quizás por eso, se quedó dormido. Se dispuso a ponerse de pie cuando escuchó ruidos que venían del baño. Se quedó frío por unos segundos, y antes de usar su vista para comprobar quien era, Alfred salió como si nada, con un cesto.

-Buen día, señor Kent. ¿Durmió plácidamente?

Éste solo asintió, completamente sorprendido y absolutamente avergonzado de la incómoda situación en la que lo había atrapado el mayordomo: desnudo, en la cama con su señor Bruce.

-Oh, descuide señor Kent –le responde intuyendo cuales eran sus pensamientos –aunque usted no lo crea, las paredes de la Mansión Wayne no son tan gruesas. Y ya antes los había encontrado en esa peculiar situación, solo que esa vez usted no estaba despierto.

Clark iba a decir algo, pero Alfred lo interrumpió –Antes que me pregunte porque no dije nada, es que, en mi posición, debo ser completamente hermético en cuanto a los muchos secretos del señor Bruce, incluso con él mismo en ciertas ocasiones –le dice apareciendo una breve sonrisa en su rostro. –Me alegra verlo con vida y si me disculpa, debo seguir en las otras habitaciones. Dejé varias toallas en el baño, hay ropa limpia en la cómoda y en unos minutos le traeré el desayuno. Con su permiso.

El mayor pone el seguro por dentro y cierra la puerta tranquilo. Se encamina a la habitación que compartía Jason con Roy, y se detiene al escuchar la “discusión”.

-¡Te dije que… maldición Harper! –le reclama con fuerza, pero Roy hace caso omiso.

-Debo estar seguro que estas bien, deja que te revise Jay –le responde mientras mete su mano dentro de la pijama. Ambos estaban en la cama, con Harper casi encima de él. Jason suspiró cuando sintió su mano acariciando su miembro, que empezaba a erguirse. –Buen funcionamiento sanguíneo.

-Eso… lo pudiste comprobar… anoche –le dice ahogadamente, mientras desiste de rechazarlo. Roy besa su cuello mientras inicia su trabajo en su entrepierna.

-Roy… Alfred… en cualquier momento…

-Descuida… le di $100 a Alfred para que no interrumpiera.

-Ja… él sirve a un multimillonario… te aseguro… que $100 no es nada para él.

-Shhh… solo relájate amigo, tómalo como parte de tu proceso de recuperación y deja que te cuide un poco.

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Desde la puerta, Alfred tose un poco, “Creo que tendré que darme una vuelta más tarde”. Camina unos cuantos metros hasta la habitación de Dick. Antes de tocar, escucha que alguien conversa con él.

-¿Pero estas seguro… es decir, de que es tuyo? –le pregunta Dick, completamente impactado.

Wally, que había llegado una hora antes en ropa de civil asiente. –Estoy seguro que Linda no me mentiría en algo como esto. La fui a ver antes de venir, y pues… discutimos.

-¿Por?

-Es solo… Dick ella pretende que nos casemos, y no voy a hacer eso. No la quiero.

-Pero, estás seguro. Es decir…

-Pienso estar con ella en todo el proceso y responsabilizarme por mi hijo, pero no voy a llevar una doble vida como lo hizo Barry. Al menos Iris era su amiga y se llevaban bien, pero si para él fue difícil, ¡imagina lo que será para mí… para nosotros! ¡Es que simplemente no la soporto, Dick! ¡Y con todo lo que ha pasado, y lo que vendrá, no puedo poner sobre mi cabeza más problemas! Ella tiene que entender…

-¿Y si no lo hace? –le responde suavemente –Sí… decide alejarte del bebe. Wally, algo como eso te acabaría, viejo. Mira, si esto lo haces por mí, entendería perfectamente…

-No Dick, lo hago por mí, hasta por ese niño. El no merece crecer en un hogar infeliz. Ahora… una cosa no tiene nada que ver con la otra. Mi relación contigo no va a interferir con mis responsabilidades de padre.

Dick asiente, -Pues, cualquier decisión que tomes, te apoyaré. Lo que necesites, solo tienes que pedirlo. Recuerda que primero soy tu amigo. Y para mí, tu hijo siempre tendrá un lugar importante.

-Lo sé Dick –le dice mientras sujeta su mano con cariño.

-¿Qué ha pasado con los otros? ¿Has visto a alguno?

-No, desde que me llegué a la Tierra no he hablado con nadie. Iris y yo intentamos por todos los medios comunicarnos con Hal, pero al no ser familiares directos, nos negaron la información. Sé que su hermano, Jack, está gestionando un Habeas, pero no sé si tendrá éxito. Diana, por su parte, está en arresto domiciliario en la Embajada de Themiscira, pero salió en las noticias que Wells está luchando para que le sea revocado.

-Ese maldito. Sabes, Bruce dijo ayer que probablemente Savage tendría apoyo dentro del gobierno, pero ese Wells ha sido un constante opositor de la Liga hace tiempo. Creo que habría que investigarlo.

-Sí, pero Dick, me conoces, no soy bueno en eso. Tal vez Bruce, o el mismo Tim, pero ¿yo?

Al escuchar su nombre, el menor bajó la mirada, -¿Aún no han hablado con él, verdad?

-No. Alfred dijo que iría temprano por él, espero que decida venir sin problemas, solo así estaré tranquilo. Desde la explosión, no lo he visto. No quiero imaginarme lo que debe estar sintiendo. Ese peso de culpa es tremendo Wally, y aunque a veces hable como adulto, sigue siendo un chico. No tiene la madurez emocional para enfrentar algo así sin que esto lo afecte…

Un golpe fuerte en la pared hizo que ambos se asustaran. Dick se enderezó y golpeó la pared. -¡Ey, ustedes! ¡Dejen sus arrumacos cuando estén en un hotel! ¡Van a despertar a Bruce!

-¡Vete a la mierda, Grayson! –le grita Jason sofocado.

Ambos se ríen, -No puedo creer que no te dieras cuenta de lo que había entre ellos dos.

-¡Oye! Jason tenía 13 años, que me iba a imaginar que era tan activo desde chico –le dice con una sonrisa.

Wally lo observa tiernamente. Dick lo ve y adivina lo que piensa, -No, en lo absoluto.

-Dick…

-¡Esto no cambia nada!

-Te he visto viejo. Has reído con él y de él. Y te arriesgaste para salvarlo en el centro de atracciones…

-Era mi responsabilidad…

-Claro, claro. Lo que digas, pero solo déjame decirte algo: al perdonarlo te haces más bien a ti mismo que a él, solo recuérdalo.

Lo beso en los labios y acarició su rostro, -Y si algo he aprendido de Dick Grayson, es que él está muy por encima del rencor. Vendré mañana, cuídate.

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Después de escuchar que Wally se retiraba, Alfred gruñó, “Después de tanto tiempo, el joven West sigue con el feo hábito de escabullirse por la ventana, tendré que hablar con él al respecto”. Decide darle a Dick unos minutos de descanso y sigue caminando hasta la habitación que sería de Tim. Entra y ve con tristeza el cuarto que con tanto esmero había arreglado a primera hora. “Espero que esté bien, joven Timothy”. Dejó las toallas en el baño y va a la cocina, a preparar el desayuno, para luego ir por el más joven de los Wayne.

 

-¿Y tú qué? –le pregunta Gar a Tim, mientras desayunan. Éste lo observa inquieto, -¿Se supone que tengo que imaginar que me quieres pregunta?

-O sea, viejo, sabes quienes somos, pero no sabemos nada de ti.

Jaime y Bart escuchaban atentos, esperando una respuesta, -Ya lo dijo Connor, mi nombre es…

-Sí, sí, lo sabemos –interrumpe Bart –Pero, ¿por qué te trajeron? ¿Qué haces?

Se escucha por el altavoz el aviso de la llegada de Canario. –Oh, pues, supongo que pronto lo sabremos –dice Jaime mientras se pone de pie y va al salón, seguido por sus otros dos amigos. En cambio, Tim se queda en su asiento, sin saber que pasaría ahora.

Al ingresar, lo primero que encuentra es a Connor y Starfire.

-Hola, Canario –le saluda el chico, pero de inmediato Dinah habla, -¡No me saludes como si nada Connor! ¿Por qué trajiste a Robin aquí?

-¿Robin? –pregunta Bart, tan sorprendido como los otros dos.

-¡Ustedes, vayan a su habitación, y quédense ahí con Drake! ¡Ahora!

Al escuchar la orden de Connor, los tres corren a la cocina. Jaime toma del brazo a Tim y lo hace levantarse, -Vamos chico, debemos ir a la habitación.

Sin saber que pasa, Tim solo se deja ir, mientras Bart rápidamente recoge sus platos y los sigue, al igual que Gar.

-Ahora respóndame Connor. Y espero que tengas una buena explicación.

-No necesito explicar, al contrario, deberías agradecer que este a salvo aquí.

-¡Él estaba con nosotros protegido!

-¡No es cierto! Se escabulló en la noche, deambuló por las calles de Star City hasta que dos tipos lo atacaron. Si no hubiese sido por mí, quien sabe cómo habría terminado, así que no me reclame.

-Después de lo que pasó ayer, tengo mis serias dudas que quisieras protegerlo precisamente.

-¡Vea, con todo respeto Canario, no tengo porque aguantar esto! ¡Si no me cree, pregúntele a él!

-Lo haré. Que no te quema la menor duda, Connor.

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Al llegar a la habitación, los tres observan a Tim, que intentaba ignorar sus miradas. –Así que eres el Robin que mató a Superman –le dice Bart, ganándose un codazo en el hombro de parte de Gar.

El chico los volvió a ver, -Si, soy yo.

-¡Ja! Y decías que nosotros éramos peligrosos –le dice Jaime

-Yo no dije que…

-Dijiste que debíamos estar bajo supervisión porque éramos un riesgo, y resulta que tu mataste al mayor héroe de la Liga de la Justicia –le dice Bart

-Oigan, basta chicos. Oye Tim, ¿por qué lo hiciste?

-¡¿Cómo que por qué, Chico Bestia?! No viste las noticias, él enloqueció otra vez.

-Sí pero Jaime… era Superman –le insiste Gar –Es decir… que será de la Liga sin él.

-La Liga de la Justicia ya no existe –le corrige Tim –Ayer fue disuelta.

Los tres se quedan sorprendidos con la noticia, -Si la Liga desapareció, ¿qué será de nosotros?

-Sí, no sé tú Drake, pero para algunos de nosotros los Titanes son nuestra única familia –le reclama Jaime.

-¿Nos irán a separar? Es decir, yo sé que podría irme con Iris West, Gar con su familia en África, pero, ¿tú Jaime? ¿Dónde irías?

-Supongo que, a las calles, como antes…

-Dejen de especular chicos –les dice Canario desde la puerta –Los Titanes no se van a disolver. Eso sí, a partir de este momento tendremos más cuidado al momento de movilizarnos. Y por ahora, se mantendrán aquí, en el Monte Justicia. Me darían unos minutos con Tim.

Los tres asienten y se van tranquilamente. Dinah cierra la puerta tras ellos y se sienta frente a Tim, quien desde que ella entró, no había levantado la mirada.

-¿Por qué huiste, Tim?

-No quiero ver a Bruce, y sé que me iban obligar a verlo.

-¿Por qué no quieres hablar con él? Tim, él está preocupado y sabes que en su estado…

-¡Él debe estar odiándome! –le dice con voz angustiada –Yo…

-Está consciente que no había otra salida, aunque está sufriendo porque hayas sido precisamente tu quien disparara.

-Usted no entiende, Canario. Bruce y Clark eran…

En ese momento deja de hablar y baja la mirada. - ¿Tu sabías sobre su relación?

El chico asiente sin decir nada más. Ante eso ella suspira triste, -Entonces, entenderás el enorme sacrificio que fue para Bruce darle la bala a Cazadora. Él había aceptado el hecho que Clark moriría, sin embargo, pensó en la seguridad de todos nosotros antes que, en sus propias emociones, tal y como lo hiciste tú.

-Pero saberlo no me hace sentir menos culpable. Es decir… ¿qué podría reclamarle yo a Connor? Tiene toda la razón de odiarme en este momento.

-Hablando de Connor, ¿él te lastimó? ¿Te obligó a venir? Si fue así, necesito que seas honesto conmigo Tim. No pienso permitir que él te haga daño, por más dolido que esté.

-No Canario. Él no me hizo daño –le responde mientras acaricia sutilmente su brazo.

Canario lo observa con cuidado, -Bien, hablaré con Bruce entonces. Mientras tanto, autorizo tu permanencia aquí, pero no podrás salir, ¿entendiste? A menos que vayas con algún miembro Alfa o conmigo, ¿está claro?

-Sí, señora.

Desde su habitación, Connor escuchó la conversación entre ambos, y empezó a sentir un poco de remordimiento, sin embargo, el dolor de haber perdido a Clark era muy intenso aún, para poder aceptarlo.

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En la casa del lago, Clark vigilaba el sueño de Bruce. Se aproximó a él, recostándose a su lado. Acarició su rostro con cariño, esperando a que reaccionara. El pensar en todo lo que tuvo que pasar por él, hacía que su corazón latiera más rápido, pues una gran emoción lo embargaba.

Entre tanto, en Smallville, Kara sacaba sus pertenencias de las maletas, cuando se quedó inmóvil. En un instante, se sintió confundida, y siguió con lo suyo, pero entonces lo escuchó otra vez. Un latido. Su corazón empezó a bombear con rapidez, y sin pensarlo, voló por la ventana a toda velocidad, sin importarle que alguna persona la viera.

Cuando Bruce por fin despertó, se sorprendió al ver a Clark aún a su lado. -¿Qué haces? ¿Alguno podría verte?

El kriptoniano estuvo a punto de decirle de Alfred, pero decidió callar por ahora, -No te preocupes, ya me voy, pero quería primero despedirme.

-¿A dónde irás?

-Estaré en un sitio seguro, mientras la tormenta pasa. Haré lo que me pediste Bruce, porque no quiero angustiarte más de lo que ya he hecho.

Se pone de pie y Bruce sonríe al verlo, -Te queda bien mi ropa.

Éste ríe, mientras se acomoda las mangas, -Un poco ajustada, pero me sirve igual. Te la devolveré cuando regrese.

-Quédatela, es toda tuya. Ya sabes, nadie puede saber de qué vives, al menos no por ahora.

-Bruce, no puedo permitir que todos piensen que he muerto, al menos hay una persona que necesito que sepa que sobreviví.

-Si te refieres a Tim…

-Precisamente, me refiero a él. No puede cargar con esto Bruce. Debe saber la verdad.

-Bien, hablaré con él cuando Alfred lo traiga.

Clark se acerca a él y lo besa en los labios, -Volveré pronto, cuídate y…

Una brisa fuerte entra por la ventana haciendo que ambos vuelvan a ver. Frente a ellos, una joven rubia, con jeans y blusa de tirantes, sonreía incrédula. –Oh, no se molesten por mí, chicos –les dice Kara divertida, -Pueden seguir despidiéndose, iré a ver a los muchachos. –les dice mientras desciende en el suelo y va hacia la puerta.

-Kara, ¿cómo?

-Tuve mis dudas al principio Clark. Sentía que me estaba volviendo loca anoche cuando juré haber escuchado el latido de tu corazón. Pero ahora fue indiscutible y seguí tus latidos hasta aquí. Supongo que eso es lo que provoca estar cerca de Bruce Wayne –le dice guiñándole el ojo. –Estaré abajo.

-Espera, Kara, ellos no…

-No les diré nada a ellos, Bruce, lo harás tu cuando estés listo. Te espero en la granja, Clark, tenemos mucho que hablar, principalmente de Connor. Ahora, iré a desayunar, desde aquí huelo tostadas, y me muero de hambre. Nos vemos más tarde, primo.

Clark se queda mudo, pero Bruce sonríe, -Al menos no estarás solo cuando no estés conmigo, y eso me alivia.

-Sí, supongo que tienes razón.

Al salir de la habitación, Kara se encontró de frente con Jason y Harper, que salían de la habitación. Al verla, el primero en reaccionar fue Roy. Fue hacia ella y la abrazó, -Lo lamento mucho, Kara. Ayer no pude decirte nada, todo fue tan rápido…

La chica lo abrazó de igual forma. Jason, atrás, se frotaba la cabeza incómodo.

-Gracias, Roy –le dice mientras se separa de él, con un rostro sereno.

-Oye, K, yo… pues... todo lo que pasó… mira… lo que quiero decir…

-Lo sé Jason, no te preocupes, gracias a ti también.

-¿Cómo estás, Kara? ¿Dónde te estás quedando?

-En la granja, está completamente aislada, estaré más que segura ahí. ¿Y Dick?

-Creo que en su habitación.

-Bien, iré a verlo. Bajaré a desayunar luego –les dice tranquila y va hacia la habitación. Toca la puerta, y al escuchar a su amigo, entra.

Roy y Jason la ven, hasta que ésta desaparece.

-¿No te parece que está muy calmada? –le pregunta Roy incrédulo.

-Pues… no sé Roy. Supongo que ella es así de fuerte. Vamos, bro, me estoy muriendo de hambre.

-¡Estoy por salir de la ducha Alfred! ¡Un momento! –grita Dick.

Kara observa la habitación. Las maletas de su amigo aún estaban sin desempacar y la cama estaba ya tendida. Al salir, Dick sintió un profundo dolor al ver a Kara de espalda. La chica volteó y le sonrió, -Hola Dick.

El simplemente fue hacia ella y la abrazó con cariño. –Lamento mucho tu pérdida Kara. No te imaginas lo mal que me siento por no haber estado ahí para ayudarles a ti y a Connor.

-Tranquilo, Dick. No estabas en condiciones, y, aun así, dudo mucho que el desenlace hubiese sido otro.

Se separa de ella y baja la mirada. Al ver su tristeza, levanta su rostro acaricia con cariño, -Ahora, ¿cómo estás tú? Estaba muy angustiada cuando te vi inconsciente.

-Estoy mejor, solo un poco adolorido, aunque me dijeron que es normal. Pero no cambies el tema –le dice mientras la lleva de la mano y ambos se sientan en la cama - ¿Dónde te estás quedando? Porque aquí hay espacio suficiente, Kara.

-No te preocupes, me voy a quedar en la granja de los Kent…

-Pero, Kara, no tienes que pasar por esto sola. Además, si te quedas aquí tendrás cerca a Bárbara también.

Al escuchar su nombre, sintió un gran dolor, -¿Cómo está ella? ¿La has visto? ¿Has hablado con su papá?

-No tengo idea de cómo está. Lo último que supe es que estaba en cirugía. Con todo lo que pasó, buscando a Joker y luego el ataque de Clark… bueno… ni siquiera sé dónde se encuentra Alcor. Sin su aparato Bárbara no tiene esperanza de volver a caminar.

-Iré a buscarla apenas salga de aquí. Y te traeré noticias.

Él le agradece y sonríe, -Aunque la orden fue que no buscáramos contacto entre nosotros, me alegra muchísimo que hayas venido Kara.

Ella lo vuelve a abrazar, -A mí también, Dick.

-Y recuerda, esta también es tu casa, cuándo y por el tiempo que desees.

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En la Embajada de Themiscira, había mucho movimiento. La orden había sido expresa de parte de Diana, todo el personal, que había estado con ella por varios años, debían irse. Ella estaba encerrada en su oficina. No deseaba hablar con nadie. En ese momento, lo único que tenía en su mente, era el bienestar de las personas que por tanto tiempo habían dependido de ella. Tocan a su puerta varias veces, pero ella seguía viendo por la ventana. Los periodistas y curiosos rodeaban el sitio, esperando alguna reacción de la única miembro de la Liga que se dejaba mostrar, ya que Hal había sido procesado en el momento de llegar a la Tierra.

-¡Diana, por favor, abre!

Al escuchar su voz, no tuvo más remedio que abrir. –Hola Steve.

-¿Me puedes decir porque no has contestado mis llamadas? –le dice molesto.

-A decir verdad, no he contestado ninguna, no solo las tuyas. Disculpa. Necesitaba este tiempo para pensar.

Fue nuevamente hacia la ventana. Había carteles tanto apoyando a los Super Héroes como detractores. –Es extraño el Mundo del Hombre. Como puede tener a sus héroes en un pedestal un día, y al siguiente, simplemente derrumbarlos.

-Bueno, no somos precisamente una raza que se distingue por su sabiduría, somos ingeniosos, pero hasta ahí.

--¿Qué has sabido? Imagino que por tu puesto en el Gobierno tienes más certeza de su próximo movimiento.

-Pues… Diana, el Presidente está considerando romper relaciones diplomáticas con Themiscira, como una forma de presionarte.

La mujer de inmediato vuelve a ver. –Eso es inadmisible. Mi madre no lo tolerará.

-Lo sé. Créeme que lo último que quisiera es un conflicto entre las Amazonas y el Gobierno de los Estados Unidos, pero existe una gran molestia entre los políticos y la prensa por la desaparición del cuerpo de Superman. Muchos especulan que está vivo y ustedes lo están ocultando.

-¡Es ridículo! Steve, ¡vi el cuerpo de mi amigo inerte en una camilla! ¡¿Cómo pueden pensar que…?!

-Sabes que hay muchos intereses de por medio. El Senador Wells, por ejemplo, está haciendo una campaña muy efectiva para convencer al Senado que ponga presión sobre el Gobierno. Ya lo logró con la prensa. Y todo esto ha contribuido a que su imagen repunte. Ten por seguro que todo lo hace por fines políticos.

-Pues bien –dice después de meditarlo –Supongo que no tengo otra opción.

-¿Qué harás?

-Renunciaré a mi envestidura, y permitiré que la Justicia Humana se haga cargo.

-No, Diana, debe haber otra forma…

-Sí tomo la decisión por mí misma, las Amazonas no tendrán razones de actuar, y las relaciones entre mi Pueblo y tu Gobierno se mantendrán igual. Pero, necesito tu ayuda para negociar una completa liberación de cargos a mis cercanos colaboradores. ¿Puedes hacer llegar ese pedido por mí?

Steve se queda pensativo, -Diana, si sales por esa puerta, irás presa, como cualquier civil. Y no tengo idea de lo que te podrían hacer en custodia. Hal Jordan está desaparecido, y temo por ti.

-Descuida, quiero ver que intenten hacer caer a Diana de Themiscira, Hija de Hipólita y Princesa de las Amazonas –le responde con gran altivez

Steve sonríe, toma sus manos y las besa con cariño, -¿Cuándo será que la Princesa de las Amazonas incluirá entre sus muchos títulos Diana Trevor?

Ella sonríe y lo abraza. Steve le responde con fuerza, deseando no tener que separarse de ella, aunque era imposible de evitar. -Haré todo lo que esté en mi alcance para liberarte. Lo prometo.

Diana observa sus ojos claros con ternura, -Lo sé Steve.

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Los cuatro chicos llegan a la sala principal. Aunque ya conocía a algunos por su aventura dos días antes, Tim se sorprendió al ver al equipo reunido, o al menos, a casi todos.

-Supongo que ya los conoces, Tim. Pero igual te los presento. Estos son los miembros activos de los Titanes: Raven, Starfire, Superboy, conforman el equipo Alfa. Son los líderes. Luego el grupo Beta, formado por Wonder Girl, Artemisa, Jericó, Ravager y Damage. Y ya conociste al grupo Omega, Chico Bestia, Impulse y Escarabajo Azul. Él es Tim, su nombre clave es Robin.

-¡Np!

El grito de Tim hace que todos lo vuelvan a ver extrañados. –No… yo… no me llamen así.

-Tim pero…

-¡No soy Robin! ¡No más! ¡Y no formaré parte de ningún equipo!

-¡Esa decisión no la tomas tú, Drake! –le levanta voz Conner.

-Es suficiente Superboy –le pide Canario. Ella va hacia el chico, y le hable con suavidad –Tim, debes calmarte, te aseguro que aquí estás entre amigos.

-No tengo amigos. Nunca los he tenido, y no voy a empezar ahora con un grupo de desconocidos. Por favor, Canario. Solo déjenme ir.

-Sí el chico no se quiere quedar –interrumpe Ravager –No deberían obligarlo. ¡Que se vaya!

-Rose, por favor –le pide Starfire.

-Ravager tiene razón –dice Raven –Todos los que estamos aquí, venimos por nuestra propia voluntad. Él debería estar con su familia.

-Yo no tengo familia, ya no.

-Tim, por favor…

-Canario, ¿puedo ir a mi habitación? –le ruega. Ella deja de insistir y le permite irse.

-Bueno, eso estuvo genial –les dice Rose con sarcasmo.

-Pobre chico, es obvio que no está sobrellevando esto bien.

-¿Tú podrías, Kori? –le responde Raven

-¿Alguno podría decirme que está pasando? –pregunta Artemisa.

-Bien, supongo que el equipo Beta no sabe de los últimos acontecimientos, ya que estaban en una misión.

-Si habla de la muerte de Superman, Canario, lo escuchamos, pero, ¿qué tiene que ver ese chico? –pregunta Damage

-¿En serio es el nuevo Robin? Pensé que al morir Jason Batman había decidido no integrar a otro más en el equipo.

-Así es Cassie, pero su ingreso ha sido por una situación de fuerza mayor.

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Todos, excepto Bruce, observaban sorprendidos a Kara, quien feliz comía su segunda ración. –Es bueno ver que nada hace que pierdas el apetito, Kara –dice Roy, ganándose un codazo de Dick. Jason la miraba intranquilo, -¿Y… porqué viniste rubita?

Bruce lo vuelve a ver molesto, pero Kara le sonríe, -Obviamente, quise saber de ustedes. La última vez que los vi, eran transportados de emergencia.

-Sí bien… gracias por la visita… ¿por qué diablos estás tan buen humor? –le pregunta Roy, otra vez recibiendo un golpe de Dick.

-No es que estoy de humor. Solo que proceso el duelo diferente que ustedes –le dice con total tranquilidad.

Jason la mira con atención y luego a Bruce, arrugando la frente. Luego mira a Alfred, quien también servía la mesa calmado. –Bueno, dejen tanta payasada, y dígannos de una vez, ¿dónde está?

Todos lo observan extrañados, -¿De quién hablas, Jay?

-Pues de quien más Harper, de Superman. ¿Piensan que me van a engañar? Kara come como si fuera su última cena, Bruce está completamente calmado y Alfred parece que se ganó la lotería. Además, K, te conozco, no tienes la capacidad de fingir, eres pésima actriz.

Suena el teléfono y Alfred contesta, mientras sigue la discusión en la mesa, - ¡Deja de decir tonterías Jason! Si Superman estuviera vivo…

-Lo ocultarías para que Savage no pudiese controlarlo, es brillante –interrumpe Dick con una sonrisa en su rostro.

-Un momento, stop ahí –exclama Roy mientras se pone de pie - ¿Él está vivo? Oye, Kara, te dimos las condolencias y no nos pudiste decir.

-Eso es lo de menos, Roy.

- ¿Cómo dices eso, Jay?

-Esperen, esperen… si Superman está vivo, esto tiene que saberlo Tim, él cree que lo mató.

-No puedo creer lo que diré, pero estoy con el niño bonito, Tim debe saber que…

- ¡Ya es suficiente! –levanta la voz Bruce, -Tomen asiento los cuatro, ¡ahora!

-Señor, disculpe interrumpir su agradable conversación familiar, pero en el teléfono está Oliver Quinn.

De inmediato toma el teléfono y responde. - ¿Cómo está Tim?... ¿Qué?... ¿Cómo que se fue?...

Los cinco observan en silencio, preocupados, mientras el rostro de Bruce se va desfigurando. –No puede ser… ¿Cómo se atrevió a llevárselo?... ¡No, Quinn, no lo acepto!... ¡Él debe estar aquí, conmigo, no con los Titanes!... No, dile a Dinah que iré personalmente a buscarlo, que no le diga nada, hasta que yo llegue. Connor me va a escuchar, te lo aseguro… ¡Estoy perfectamente bien, Quinn, no soy un inválido! ¡Iré por mi hijo y eso es definitivo!

Corta de golpe la llamada. Ninguno dice nada, pero en sus rostros había preocupación. Bruce estaba agitado, completamente fuera de sí.

-Señor, creo que debería descansar.

-Alfred… prepara… ammm… el auto…

-Señor, no creo que deba salir así…

-Te lo pido… no discutas… solo…

Todos se pusieron de pie al ver que Bruce se inclinaba hacia adelante sin fuerzas. Alfred de inmediato lo sujetó y puso su cabeza hacia atrás. Tenía los ojos cerrados y respiraba con dificultad.

-¡Jason! Toma mi celular y busca el número de Leslie, ¡llámala! –le dice contrariado Alfred.

De inmediato, el menor busca en el bolsillo de Alfred y saca el móvil. –Por favor, señor Harper, ayúdeme a llevarlo a la cama.

-Claro, Al.

Roy llevó la silla hacia el cuarto, seguido por el resto. Al entrar, Roy y Alfred se acercaron para ponerlo en la cama.

-Ok, Al, tómalo de los brazos…

-Esperen, esperen, yo me encargo –dice Kara, haciendo a un lado a Roy. Toma a Bruce y sin ninguna dificultad lo levanta.

Roy asiente y vuelve a ver a Dick. –Lo olvidé: kriptoniana.

La chica lo acomoda con suavidad en la cama, y se hace a un lado para que Alfred lo atienda.

-Mmm… Alfred… Tim.

-Leslie ya viene –dice Jason al entrar a la habitación.

-Escucha… yo no quiero…

Su cuerpo empezó a temblar –Debo ir…

-Señor, debe calmarse, podría sufrir otra convulsión, recuerde lo que dijo Alcor, debe mantenerse sin estrés…

Jason estaba asustado viendo la condición de Bruce. Ve a Dick y le hace una seña. Ambos salen de la habitación, seguidos por Kara y Roy.

-Ok, me quieres decir que tiene Bruce. Y no me mientas Dick. Merezco saberlo.

Los otros dos observan a ambos hermanos. Dick suspira, -Bien. A Bruce le diagnosticaron un tumor cerebral hace unos meses. Le dieron unos meses de vida.

-¿Cómo? –dice cara completamente impactada.

Al escucharlo, Jason cierra los ojos y camina de un lado a otro, completamente afectado.

-… Por eso trajeron a Alcor, para buscar la forma de curarlo, ya que la medicina humana no podía hacer nada por él.

-Maldita sea, Dick. ¿Por qué no me dijeron?

-Fue decisión de Bruce, Jason. Recuerda que hasta hace unos días estabas grave, no sintió que era el mejor momento.

-Le pregunté Dick –le dice molesto –el día que le dispararon a Bárbara, le pregunté si estaba enfermo y lo negó. Escuché por los asistentes de Hamilton que estaba siendo atendido, pero el muy infeliz no me dijo nada. ¿Quién más lo sabía?

-Los fundadores, Tim, Alfred… yo lo supe por casualidad durante el ataque de Darkseid. No sé quién más.

Jason se recuesta en la pared, empieza a frotarse los ojos con fuerza. Los tres se quedan en silencio.

-Jason, escucha –le sigue hablando Dick –Él no ha estado bien, debes entender que ha sido una cosa sobre otra en los últimos días. Debo confesar… que ni siquiera he podido hablar con él de todo esto. Con todo lo que ha pasado, no tengo idea de cómo ha hecho para sobrellevarlo. Alfred me dijo que padece de dolores terribles de cabeza casi todo el tiempo, y tú ves su estado, mueve parcialmente sus piernas.

Jason toma una bocanada de aire y lo vuelve a ver. Tenía los ojos rojos e intentaba mostrarse fuerte, -Alcor puede hacer algo por él, ¿no es así? 

-Eso espero. Empezó el tratamiento ayer, en medio de toda la crisis. Cuando la mansión explotó, él apenas estaba saliendo de su primera dosis. Te cuento esto para que entiendas que no puedes perturbarlo. Cualquier… situación que lo llegue afectar fuertemente puede hacer que colapse. Mira ahora con todo este asunto de Tim.

Dick se acerca él y pone un mano en su hombro, -Debemos ayudarnos, al menos por esta vez, hay que trabajar juntos, tu y yo. ¿De acuerdo?

Jason asiente aún afectado por la noticia.

-Todo este tiempo Clark lo supo… no quiero imaginarme lo que fue para él, ¡pobre Clark! –dice afectada Kara. Pero eso hace que los tres se vuelvan a ver.

-¿Pobre Clark? –le interroga Dick -¿Por qué no pobre Alfred o pobre Tim?

-Es cierto, Kara, ¿por qué te angustia tu primo? ¿Tan cercanos son? –cuestiona Roy.

En ese instante, Jason suma dos más dos y camina hacia ella, -A ver, a ver. ¿Qué viniste a hacer aquí?

-Pues, les dije, quería verlos chicos.

-Sí, pero tú no entraste por la puerta principal.

-Es cierto Jay, es más, cuando te encontramos, salías de la habitación de Bruce.

Kara los miró nervioso, hizo un puño con sus dedos y se tapó la boca nerviosa.

-Ok, Kara –prosigue Jason, buscando una respuesta, que créanlo, no quería escuchar –Hace un rato te dije que eras una pésima actriz, así que voy a intentar a hacer la pregunta sin que suene ofensiva, Bruce y Clark son…

-¡No lo digas! –le ruega Kara. –Yo… si…

Roy se carcajeó con fuerza, Dick los miraba confundido sin entender, pero Jason se quedó con la boca abierta, -Creo que necesito aire –exclama mientras va al balcón.

-¿Qué pasó? No entiendo.

-Dick, lo siento, no puedo decir nada más.

El joven sale al balcón a buscar a Jason. Este se encontraba recostado en el balcón, aun tratando de asimilar la noticia.

-¿Qué sucede? ¿Qué hay entre Clark y Bruce?

-¡¿No entendiste Dick?!

-Yo no…

-Creo que tu hermano está en negación –le dice Roy aun riendo, mientras se recuesta a su lado.

-En serio, hermano, tú no tienes arreglo. Es decir, mírenos chicos: Tim el genio, yo el chico malo y Dick el inocentón…

-¡Cállate Jason!

-Ok, ok –interrumpe Roy –Richard, pon atención. Te hare la descripción gráfica de lo que vio Kara en la habitación de Bruce esta mañana. Mira mis manos –le dice mientras le muestra las dos palmas. Kara se une a ellos, ya sin fuerzas para aguantar la risa.

–Ok, con el pulgar y el índice de mi mano izquierda hago como un círculo, ¿lo ves?

Los tres observan con atención las manos de Roy, tratando de descifrar lo que iba a hacer. -Ahora con la mano derecha, levanto mi dedo índice. Ahora introduzco el dedo índice en mi círculo, y empiezo el mete, saca, mete, saca, mete, saca.

Dick abre los ojos, pálido, -Esto no es posible.

-¡Eres un puerco Harper! –dice Jason mientras lo golpea en el brazo.

-¡No, no! ¡Eso no fue lo que vi!

-¡Ahh! ¡Pero entonces si viste algo en esa habitación! –exclama Jason.

-Por favor, Kara, sin rodeos, dilo de una vez, porque no puedo creer que hicieron eso que mostró Roy…

-Bien, los encontré… Bruce estaba en la cama, sin camisa. Mi primo estaba vestido, inclinado… besándolo.

-¿Besándolo? –pregunta Roy -¿Puso sus labios en que parte de su anatomía?

-¡En sus labios, Roy!  ¡En sus labios! ¿Bien? Estaban besándose –le contesta ya resignada.

Jason y Roy no dejaban de reír, al ver el rostro acongojado de Kara, mientras Dick, aún en colapso, se recostó en la baranda, junto a Jason. –No puedo creerlo.

-Ni yo –dice Roy –Es que ustedes los Wayne son de película. Tu conmigo –dice mientras señala a Jason -, Dick con Wally y ahora Bruce con Clark.

-¡Oye! ¿¡Cómo que yo con Wally?!

En ese momento Kara empieza a reír, -Oh, vamos Dick, no puedes negarlo.

-Sí, y esto se veía venir desde hace años… escucha Jason. Solo imagina a tu hermanito mayor, con su traje de Robin, a Wally con el de Kid Flash, ¿de acuerdo? Wally le decía “Súbete a mi espalda, Dick”. Y tu hermanito brincaba como conejo, eso era un clásico en el Monte Justicia hace 10 años.

-Es cierto, se veían tan adorables.

-Pueden callarse de una buena vez. Solo somos amigos.

-Sí, sí, claro –dicen los tres al unísono.

-Ya solo falta que Tim siga la tradición Wayne y traiga su noviecito a la casa –dice Roy entusiasmado.

-Eso nunca va a pasar –exclama Dick

-Que ni se le ocurra, porque ese chico saldrá con una bala en la pierna.

-¡Oh vamos muchachos, no sean egoístas! Además, estoy segura que, si un chico llega a capturar el corazón de Tim, será muy afortunado.

-Sí, hasta que yo lo encuentre.

-Estoy contigo hermano.

-Ustedes dos son de lo peor.

-Disculpen por interrumpir tan animada charla –les dice Alfred –El señor Bruce se ha estabilizado, sin embargo, aún debo esperar la revisión de Leslie, y ya me logré comunicar con el enfermero que le está administrando las dosis al señor, vendrá esta tarde. Lo que nos pone un predicamento.

-¿Qué sucede Alfred?

-El señor Bruce está empecinado en que el joven Tim esté con nosotros, y de hecho, apoyo su posición. Pero él no está en condiciones de salir, mucho menos si eso le va a significar un mayor estrés.

-No te preocupes, Alfred. Jason y yo iremos por él.

-Sí, Al, cuenta con nosotros.

-Bien, les pido por favor a los cuatro lo siguiente. Nadie, además de los que estamos aquí, puede saber que el señor Kent está vivo. De ser así, el gobierno vendría por él, o peor, Savage podría volver a manipularlo, por lo que les pido que guarden discreción. Al único que se le podrá decir será al joven Tim, pero solo hasta que regrese. No sería conveniente que alguien más escuchara esa noticia.

-De acuerdo Alfred, se hará como digas.

El anciano se va, dejándolos solos. –Lo que quiero saber es por qué Connor lo llevó con los Titanes.

-¿Qué quieres decir Roy? –pregunta Dick.

Kara y Roy se quedan viendo, sin saber si decirles.

-Vamos, Harper, escúpelo ya. ¿Qué sucede con Superboy?

-Vean chicos –les explica Kara -Connor estaba a los pies de Clark cuando Tim le disparó…

-¿Y?

-Bueno, él no lo tomó muy bien…

-¿No lo tomó muy bien? Eso es ser muy suave. Lo amenazó –dice Roy directamente.

-¿Qué él hizo qué? –preguntó molesto Jason, poniéndose de pie.

-Ok, chicos, entiendan, fue muy traumático para él…

-No, Kara, escucha aprecio a Connor, es mi amigo, pero no puede amenazar a Tim, es solo un chico.

-¡Y es nuestro hermano, maldita sea!

-Además, Superman estaba incontrolable, Tim no vio otra salida, Connor debería entenderlo.

-Sí Dick, pero comprende…

-¡Ni Dick ni yo tenemos nada que comprender, Kara! ¡Lo que espero es no ver ni siquiera un moretón pequeño en el cuerpo de Tim, sino Conner y yo tendremos un grave problema! Iré a cambiarme –dice Jason molesto.

Los tres se quedan en silencio por unos segundos, mientras el menor se va a su habitación. –Intentaré calmarlo. –dice Roy mientras los sigue.

Kara vuelve a ver a Dick, pero este le niega, -Lo siento Kara, pero esta vez estoy con Jason. Aunque sea Connor, no le perdonaré si le llegó o le llega a hacer algo a Tim.

Ella asiente, y se queda inmóvil en el balcón, mientras Dick se va en silencio a su habitación.

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Pasó cerca de una hora de la reunión con Canario y los Titanes. Tim estaba recostado. Con fuerza se limpiaba las lágrimas. Estaba desesperado, necesitaba salir de ahí a como diera lugar. Al escuchar la puerta abrir, miró con miedo, pero sintió alivio al ver que no era Conner.

El equipo Beta entró y se aproximaron a Tim.  El chico se limpió el rostro y se sentó en la cama. Ellos tomaron asiento alrededor suyo.

-Bueno, supongo que solo nos conoces con nuestros nombres de guerra, así que nos iremos presentando. Mi nombre es Cassie, me llaman Wonder Girl, la chica de pelo castaño es Rose, conocida como Ravager, el chico rubio y callado a su lado es Jerico, la rubia a tu lado es Artemisa…

-A mí solo dime así, es mi nombre de guerra y el real.

-Sí, es cierto –continua Cassie –Y luego el enorme chico sonriente a tu lado es Grant, le llamamos Damage.

-Es un gusto, yo ya sabía de ustedes…

-Sí, ya los chicos nos dijeron que conoces nuestras habilidades –le dice Artemisa –y al saber de quién eres pupilo, entendemos porqué.

-Oye –le dice Grant –Sé que estas nervioso por todo lo que ha pasado, pero quiero que sepas que aquí te podemos ayudar.

-Grant tiene razón –toma la palabra Cassie –Si algo tenemos todos en común es que hemos pasado por situaciones muy difíciles con o sin nuestras habilidades.

-Te pongo de ejemplo a mí y al chico a mi lado –interrumpe Ravager –Saluda Jerico.

El rubio le hace una seña, que Tim interpreta como “Un gusto amigo”. –Tal vez ya lo sepas, pero ambos somos medios hermanos, hijos de Slade Wilson.

-Deadstrock.

-Exacto. Ese hijo de perra ha intentado matar a los Titanes desde que lo conformaron hace 12 años. Hasta a nosotros, sus propios hijos, nos ha utilizado de maneras que no te puedes imaginar.

-Yo obtuve mis poderes explosivos por un accidente –le explica Grant –y fue muy doloroso, aún ahora que los uso. Me costó mucho controlarlos, y a veces, cometí errores que casi pusieron en peligro vidas humanas.

-Sí, pero tú no asesinaste, yo por el contrario…

-Yo sí –le dice Rose aka Ravager –Yo he asesinado con o sin la influencia de mi padre. De todos los miembros, soy la que más demonios persigue, pero si algo he aprendido aquí, es que ayudar a otros, es una forma de redimir en parte los errores del pasado.

-Si decides irte, nadie aquí te va a juzgar –le dice Cassie –Pero para nosotros sería un honor que un nuevo Robin o como quieras llamarte, estén en nuestras filas.

-Hubo dos antes que tú. Dick, que ahora es Nightwing y el último Robin, Jason –le dice Artemisa con tristeza.

-Para nosotros fue difícil saber que nuestro amigo había muerto, pero si sigues con nosotros, te ayudaremos a superar ese dolor que tanto te atormenta –le dice Grant.

-Y todo lo que tenemos aquí estará a tu disposición –dice Cassie, pero se detiene al ver que Jericó hace varias señas. Rose se ríe, al igual que Tim.

-¿Qué dijo?

-Dice que solo debo tener cuidado con tocar los Pop Corn de Grant.

-Oh sí viejo, cualquier cosa menos eso –le responde el musculoso chico, haciendo que el resto se ría.

-Chicos.

Todos vuelven a ver a la puerta, al escuchar la voz de Canario. –Tim, tienes visitas.

En ese momento, Dick y Jason entran a la habitación. El equipo Beta se queda en silencio al ver frente a ellos a alguien que no pensaban ver nunca más, -Ey, chicos, ¿todo bien?

-Eres un maldito hijo de tu madre Todd –le dice Rose mientras se abalanza sobre él. Jason se pone en posición defensiva, esperando lo peor, pero esta lo toma de los brazos y lo acerca a su cuerpo, abrazándolo con fuerza, -Sabía que ni el infierno te iba a querer, infeliz.

El chico se ríe, -Sí, Rose, también me da gusto verte.

El resto del equipo va hacia él y lo abrazan de la misma forma.

Todos le preguntaban al mismo tiempo donde había estado, como había vuelto.

-Vean chicos, les contaré lo que quieran, lo prometo, pero ahora necesito hablar con él –dice mientras señala a Tim, que estaba inmóvil en la cama.

Después de despedirse, todos dejan en la habitación únicamente a Jason y Dick, con su hermano.

-Bien, hablemos.

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Ya entrada la tarde en Kansas, Kara llega a la granja exhausta. Las luces estaban prendidas, así que supuso que su primo estaba ahí. Entró y sonrió al ir a la cocina y ver ollas humeando.

-Ya era hora, ¿dónde estabas? –le pregunta Clark.

La rubia va hacia él y lo abraza con cariño. –Ey, apenas nos vimos hace unas pocas Kara. Estas…

Al soltarla, ve que de sus ojos salen lágrimas, -Oye, ¿qué pasa?

-Yo… lo siento Clark… es que… no sabes lo que fue, verte así, herido… y no pude hacer nada… te falle, lo siento.

-No, Kara, no. Tu no me fallaste, ninguno lo hizo. Lamento haberte hecho sufrir así.

En ese momento, ambos escuchan un auto que se aproxima a la entrada de la casa.

-¿Esperas a alguien? –le pregunta Clark.

-No, a nadie.

Los dos se asoman por la ventana. -¿Qué hace un taxi aquí? –pregunta Kara.

Clark escuchó los latidos de la pasajera, y aún no podía creerlo.

-Bien, gracias por traerme.

-¿Quiere que la espere?

-No será necesario, gracias.

Finalmente, el vehículo se va, dejando a Lois Lane, que llevaba una maleta en su mano, mientras que su otro brazo estaba aún enyesado. La reportera dio algunos pasos hacia la casa y se detuvo al pie de los escalones.

-¿Qué hace aquí, Clark?

-No sé. Nadie sabe de Clark Kent, supongo que quiere saber porque no he ido al Planet.

-Pudo usar el teléfono.

La mujer se quedó mirando la casa. Esperó algunos segundos, y se impacientó.

-Bien, sal de una vez, Clark –grita.

Los dos se quedaron en silencio, sin saber qué hacer.

-Si salgo y le digo que no estás.

-No la conoces, ella es…

-Clark Kent, o debería llamarte Superman –le dice levantando la voz.

En ese momento, ambos primos se quedan fríos y se vuelven a ver.

Lois se ríe, -Sabes algo, es increíble lo inocente que eres. ¿Qué te hizo pensar que un poco de gel y unos lentes iban a engañarme? Por dos décadas, ¡veinte años, Clark!, he guardado tu más grande secreto, sin que lo imaginaras, esperando que, en algún momento, me tuvieras la suficiente confianza para decirme…. Pero no, ahora la Liga de la Justicia dice que te moriste y ¿debo creerle?

Lois respira profundo, tratando de ahogar las lágrimas que empezaban a correr. –Pues no… Clark, o Superman o Kal El o como te quieras llamar, no lo acepto. Sé que estas vivo. Es más, estoy segura que en este momento estas ahí adentro pensando en cómo salirte de esto… vine a comprobar que mi mejor amigo está vivo y no pienso dejar esta granja hasta que saques tu trasero y me des la cara. Nunca te pedí más que una entrevista, ahora te pido que no me dejes sufrir así. Y no necesito ver a un Hombre de Acero, sino a ti, a Clark, así que… por favor… sal…

Pasaron varios segundos sin respuesta. Al no ver movimiento ni escuchar ruido, Lois se abrazó a sí misma y empezó a llorar, hasta que escuchó la puerta abrirse. Al verlo frente a él, con un pantalón caqui barato, una camisa de cuadros rojo con blanco y sus gafas, se río entre lágrimas y corrió hacia él. Ambos se abrazaron con fuerza.

-Eres un grandísimo tonto, Clark Kent.

-Sí, lo sé Lois… Lo lamento.

Ella se separa de él, y limpia del rostro de Clark las lágrimas que había caído.

-Ayy, por Dios quítate esas gafas.

Él ríe y se las quita. Ella alborota su pelo perfectamente peinado con gel y sonríe. –Bien, es hora de trabajar.

-¿Qué quieres decir?

-Para eso vine. Haremos que resucite el Hombre de Acero. Y estoy segura que detrás de todo esto hay una historia increíble que nunca podré publicar –le dice con una sonrisa.

Ambos entran a la casa. A pesar de todos los contratiempos, algo de esperanza había nacido en el corazón de los primos gracias a esa inesperada visitante.

 

Notas finales:

Esta historia tiene un guiño a la serie Justice League, haber si lo ubican y me dicen.

Calentando motores para el gran final :D. Un abrazo y nos leeremos pronto.

 


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