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Ocaso del Caballero de la Noche por JessJe

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Notas del capitulo:

Savage empieza a mover su telaraña en contra de la Liga, mientras Conner enfrenta a Dick y Jason y un desconocido envía una información vital a Lois.

Ocaso del Caballero de la Noche

Capítulo 39: Reflejos y Consecuencias

El grupo Beta estaba enloquecido en el comedor, haciendo toda clase de preguntas a Starfire, Raven, Canario y Conner sobre Jason. Ellas trataban de aclarar sus dudas. Sin embargo, a pesar de estar sentado con ellos, los oídos de Conner estaban enfocados en la conversación de aquella habitación.

-¡Escuchen! –grita Cassie desde la sala -¡Están apresando a Wonder Woman!

De inmediato todos encienden el televisor de la cocina. Las imágenes eran impactantes. Suben el volumen y escuchan con atención a la reportera:

“Estamos a las afueras de la Embajada de Themiscira ante el Gobierno de los Estados Unidos, en donde en estos momentos Diana Prince, conocida en todo el mundo por Wonder Woman, está saliendo de la Embajada, acompañada por dos abogados y un hombre vestido de militar. A las afueras de la Embajada esperan los miembros de la Guardia Nacional y del FBI… en este momento Wonder Woman está saliendo por el portón y se ha encontrado con el agente federal que lidera el arresto… Un hecho histórico se está presentando en este momento: en una semana, Wonder Woman se convierte en la tercer miembro de la desaparecida Liga de la Justicia en ser entregada a las autoridades. Como recordarán, hace tres días Superman fue puesto a las órdenes del Ejercito Nacional por la situación vivida en Metrópolis. Se dio a conocer que ayer en la noche, Harold Jordan, conocido como Linterna Verde, fue llevado en custodia, aunque no se ha dado a conocer las razones de esto. Estamos intentado obtener reacciones de Wonder Woman… como pueden observar es… difícil… ya que la prensa y el público que se ha hecho presente… quiere también impresiones… Wonder Woman, buenas. Solo unas palabras para las personas que están observando esta señal en vivo.

-Reitero mi compromiso para con la gente y que tanto mis acciones como las de mis compañeros han sido en pro del bienestar común.

-Diana, ¿qué sucedió con Superman? Se ha informado de su muerte, pero aún la prensa no tiene información de los detalles.

-Por consejo de mis abogados no voy a tratar el tema por ahora, pero le aseguro que en ningún momento hemos querido obstaculizar el cumplimiento de la justicia, y que detrás de todos estos sucesos, hay una mente maestra que en cualquier momento será puesta en evidencia.

-Bueno como ven, no ha querido referirse con detalles a los hechos que se le imputan. Ahora regresaremos al estudio.”

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-Esto es una pesadilla –dice Dinah completamente devastada al ver a su compañera entrando a un vehículo policial conocido como “perrera”, utilizado para los criminales comunes.

-¿Pensé que Diana tenía inmunidad diplomática? –pregunta Cassie afectada.

-Lo tenía, no tengo idea de porqué renunció a ella.

Mientras todos discutían, Conner volvió su oído a la conversación de los tres hermanos.

Dick y Jason tomaron asiento frente a Tim. Dick evaluaba su comportamiento. Aunque no era tan habilidoso con Bruce y el mismo Tim, lo conocía a la perfección, sabía cuándo su hermano estaba nervioso, y era de esa forma que lo observaba. Jason, por su parte, intentaba encontrar “un pequeño moretón” en el cuerpo de su hermano, pero era imposible: estaba vestido con pantalón negro largo, abierto a un lado por el yeso que aún llevaba, una camiseta anaranjada y un suéter que cubría sus brazos. “Su cuello se ve bien, ocupo verle los brazos”.

-Ufff, aquí si hace calor –dice Jason, mientras se quita la jacket. -¿no te parece Dick?

-Sí, increíble.

Ambos se quitan sus chamarras y la dejaron de lado. Tim se frotaba las manos, nervioso, con la mirada baja, esperando ver el próximo movimiento de sus hermanos.

-¿A qué vinieron?

-Pues es obvio Timmy, venimos a sacarte de aquí.

-No.

-¿No qué?

-No quiero ver a Bruce, y ustedes me van a llevar con él.

Los dos se vuelven a ver. Jason le hace una seña a Dick, y este se dirige a él, -Tim, escucha, hay cosas que no sabes, que pasaron estas últimas horas.

-No me interesan.

-Sí, chico, te interesan y mucho –le interrumpe Jason –Balack fue secuestrado por Joker y la Mansión fue destruida.

-¿Qué?

-Mientras estábamos siendo atendidos, Doble Cara, Harley y otros villanos llegaron con su gente a la Mansión. La Liga logró repeler el ataque, pero activaron una bomba, apenas les dio tiempo de salir con vida y rescatar a Bruce y Alfred.

-Pero la baticueva…

-Hasta donde sabemos, la entrada estaba protegida al momento de la explosión, pero aún no hemos ido a ver el grado de los daños.

-Foster nos está dando asilo en una de sus casas para evitar a la prensa, que por cierto está enloquecida por la desaparición de Bruce.

-¿Y Balack?

-Vivo, lo rescataron Jordan y West. Pero tú, ¿cómo has estado?

-¿Por qué no van al grano chicos? Están dando muchas vueltas.

-Tienes razón –le responde Jason –Iré al grano, vendrás con nosotros.

-No

-No fue pregunta Tim.

-Lo siento Dick, pero tomé una decisión y no pueden obligarme.

-Quítate la chamarra –le exige Jason.

- ¿Por?

-Está haciendo mucho calor, quítatela

-Yo no siento…

- ¡Te la quitas o te la quito yo!

-Jason –le llama Dick para calmarlo.

-Olvídalo bro, él quiere ir al grano, ¿no? Además, eso de la psicología no va conmigo, quítatela Tim.

El menor obedece. Conforme la tela se va retirando, la ira de Jason se va encendiendo. Los brazos de Tim, desde el codo hacia el hombro, estaban marcados con manchas oscuras, con tonos de rojizos a morados, y un corte en su brazo izquierdo, que iba de la muñeca a la mitad del brazo.

-¡Voy a matar a ese maldito! –exclama Jason al ir a la puerta.

-¡Espera Jason! –le llama Dick mientras va hacia él.

-¡Mira sus brazos Dick!–grita.

Dick lo toma de los hombros y lo aleja de la puerta, -No lograrás nada…

-¡Conner le hizo daño!

En ese instante, el clon abre los ojos al escucharle. Recordó la forma en como lo había sujetado de los brazos y lo había puesto contra la pared.

- ¡Sí sales en ese estado, te matará!

- ¡Qué lo intente!

- ¡Él no lo hizo! –grita Tim haciendo que los mayores lo vuelvan a ver.

Desde el comedor, Conner se intriga al escucharlo.

-Tim, no nos mientas para protegerlo.

- ¡No estoy mintiendo Dick! Dos hombres me atacaron anoche. Ellos me hicieron esto. Y Conner me salvó.

- ¿Estás seguro que eso pasó?

- ¡Por supuesto que no! ¡Lo está protegiendo!

- ¡No lo hago, Jason!

-Sabes que Dick, no puedo con esto… Mira Tim, si vas a hacer el papel de mártir es cosa tuya, pero solo te digo que no es necesario, en serio. Tienes tu casa, tu familia. ¡No necesitas pasar penurias por esa bestia!

-Jason, Conner tiene derecho a estar enfadado

- ¡Él no tiene mierda de derecho Tim!

-¡Mate a Superman! ¡Su familia! ¿Qué harías en su posición?

-Entonces, ¿es cierto lo que piensa Jason? ¿Él te hizo daño? –le pregunta Dick, ahora desconcertado.

-¡No he dicho eso!

-No necesito que lo hagas –increpa Jason-, a ese hijo de perra le voy a partir la cara… -exclama mientras sale de la habitación.

-Jason… ¡Jason! –Dick le llama inútilmente.

Tim, aterrado, trata de ir tras él, pero Dick lo detiene. –Quédate aquí.

-¡Pero Dick! ¡Jason está fuera de control!

-Yo iré, tú te quedas.

Conner escucha los pasos de Jason aproximándose de forma apresurada, mientras el resto sigue conversando. Se pone de pie, serio, esperándolo.

-¡Eres un mal nacido Conner Kent! –le grita Jason, que venía a toda velocidad hacia él. De inmediato, el resto se para. Dinah va hacia Jason y lo detiene, mientras Kori se pone entre los dos.

- ¿A qué vienes Jason? Sabes que no puedes hacerme daño –le dice con una sonrisa.

- ¿Así? Ten cuidado idiota, o serás el segundo kriptoniano que muere a manos de un Wayne.

- ¡Eres un maldito! –grita Conner quien se abalanza hacia él. Jason hace a un lado a Canario y responde, pero ambos se detienen cuando Kori hace brotar energía de sus manos y las dirige hacia los dos. –¡Se calman los dos!

- ¡No te metas en esto, Kori! ¡Si el resucitado me quiere, aquí estoy!

- ¿Sabes lo fácil que es hacer balas de kriptonita, Kon El?

- ¡Ok, suficiente!

- ¡No Canario! ¡No lo es! ¡Tim tiene los brazos hechos una mierda por culpa de este infeliz!

- ¡No fui yo!

- ¿¡Y te tengo que creer?!

-¡Jason, cálmate o voy a enviarte a otra dimensión! –le advierte Raven.

-He ido al infierno y regresado, preciosa, te aseguro que nada me atemoriza.

- Voy a hacer que te comas tus palabras Todd –le dice Connor con deseos de hacer un lado a Starfire.

- ¡Cuando quieras alien!

- ¡Basta los dos! –grita Dick, que observaba a unos metros –Jason, sal de aquí

El chico se queda inmóvil. Conner y él se ven, sin quitar la vista en el otro, siendo solo separados por Kori, que mantenía sus manos a pocos centímetros de sus pechos.

- ¡Jason! ¡Te di una orden!  ¡Ve a la camioneta y espérame ahí! –le insiste Dick.

Lentamente, Jason retrocede y va hacia la salida.

Kori baja las manos, exhausta por el esfuerzo de controlar su energía. Canario va hacia Conner, cara a cara. - ¿Qué le hiciste?

-No le hice nada al chico.

-Jason dijo…

- ¡Jason puede rebuznar lo que quiera! ¡Ya te dije, si no me crees, pregúntale a Drake!

Dinah lo mira molesta, pero no insiste más y va detrás de Jason.

Conner vuelve a ver a Dick. Éste se queda inmóvil. Su mira denota decepción, pero al mismo tiempo, tenía una seriedad que nunca antes Conner ni ninguno había visto. Starfire camina hacia Dick, y le susurra –Dick, ve con Tim. No hagas esto más grande, por favor.

-Descuida Kori. –le responde. Da media vuelta y va con Tim.

Conner intenta irse, pero la pelirroja lo detiene del brazo y hace que gire.

- ¿Qué le hiciste Conner?

- ¡Ya dije que no le hice nada! ¡¿Me pueden dejar en paz?! –les grita, pero ambas se quedan frías al ver su mirada. Él se va, y Kori se vuelve a Raven.

-¿Viste su mirada?

-Más que eso, sentí su alma.

-¿Crees que puedas hablar con él? ¿Calmarlo?

-Starfire, no puedo ni con mis demonios internos…

-Pero si no lo ayudamos, se va a destruir así mismo.

 

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Canario llegó con Jason, estaba recostado en la pared. Se frotaba los ojos con fuerza.

 

-Eso ha sido lo más estúpido que te he visto hacer Todd, y eso que siempre fuiste muy loco. Un simple golpe y te hubiera matado. ¿En qué pensabas?

El no alza la mirada. –Jason, ¿te estoy hablando?

El chico levanta la mirada. Sus ojos rojos estaban cargados de lágrimas.

-Jason… -susurra al ver su rostro afligido.

-Tiene que hacer algo Dinah, por favor –le ruega –Conner lo va a matar… y… Bruce está mal…

-¿Ya te dijeron?

-Sí… estoy… no… me cuesta… no se decirlo… lo que siento, yo….

-No tienes que hacerlo –le responde suavemente, mientras le pone las manos en los hombros –Puedo verlo en tu rostro.

Su respiración se agita por su esfuerzo de no permitirse llorar. –Necesito… necesito llevarme a Tim de aquí… y llevarlo con Bruce… está desesperado por verlo…

-¿Jay? –se escucha la voz de Roy, quien se acerca a ellos. -¿Qué pasó? ¿Qué tienes?

Jason se separa de Dinah y se limpia el rostro. –Nada. ¿Qué haces aquí? Pensé que te quedarías en la camioneta.

-No me desvíes, ¿qué te paso bro?

-Nada, nada. Adiós Canario –se despide y va a la salida.

Roy iba tras él, pero es detenido por Dinah. -¿Cómo has estado Roy?

-Bien… bien, Dinah. ¿Qué pasó?

-Tuvo un enfrentamiento con Conner. Está desesperado porque Tim no quiere regresar. ¿Por qué no entraste? Los chicos están adentro, estoy segura que quisieran verte.

-Escuche Dinah, usted es la mujer de Oliver, y prefiero no tener contacto con él.

-Pero Roy, tus amigos…

-Ya no formo parte de sus vidas, es mejor así. Iré con Jason. No le diga a Quinn que me vio, por favor.

-Está bien –suspira –Como quieras.

 

Dick cierra la puerta por dentro y va hacia Tim, quien se había sentado en la cama. Se quedaron un par de minutos en silencio. Tim seguía frotándose las manos, nervioso. En ningún momento, levantó la mirada para ver a su hermano.

-¿Cómo está Bruce? –le pregunta Tim. Dick toma asiento a su lado. –No está bien. Esta mañana colapsó en el desayuno cuando Quinn le dijo que estabas aquí. Por eso necesitamos que regreses a casa, te aseguro que será lo mejor para todos.

-¿Dónde lo enterraron… quiero decir a… a Superman? –pregunta el más joven afectado.

-No fue enterrado. Bruce decidió disponer de su cuerpo para que el Gobierno no se hiciera de él.

-¿Disponer? ¿Por qué?

-Está convencido que Savage puede tener aliados en el Gobierno, y temió que utilizaran su ADN kriptoniano, así que buscó la manera de que el gobierno no tuviera acceso a él.

¿Cómo?

-Prepararon una pequeña ceremonia en la Atalaya y luego enviaron el ataúd al Sol.

De un golpe la puerta se abre por completo. Dick y Tim se ponen de pie por la impresión. Conner entra furioso.

Al verlo Dick va hacia él, -¿Qué quieres?

Conner observa los brazos de Tim y se perturba, “¿Yo le hice eso?”.

- ¿No crees que ya le hiciste mucho daño?

-Yo no… -trata de hablar Conner, pero la impresión de ver los brazos de Tim no lo dejaba articular palabra en ese instante.

- ¡Te dije que no me hizo esto! –le insiste Tim desesperado.

-Lo siento Tim, pero no te creo.

- ¿Por qué no? ¿Es más fácil pensar que el estúpido clon lo hizo? –pregunta Conner ya volviendo en sí.

- ¡No vengas a auto compadecerte, Conner? ¡Me conoces, sabes que nunca te he tratado de esa forma! Si estoy aquí es para llevarme a Tim a su casa, con su familia.

- ¡Todos piensan en él, en el pobre Tim! ¡Pero fui yo quien perdió a su hermano!

Dick baja la intensidad, entendiendo el dolor de su amigo, -Oye, sé cómo te sientes y créeme que me duele tu perdida, pero entiende que no puedo permitir que Tim sufra. Y no pienso irme de aquí sin él.

-No –responde Tim tajante.

- ¿No qué? –le pregunta Dick desconcertado.

-No me iré contigo. Me quedaré aquí.

Dick va hacia él contrariado, -Espera, Tim, ¿no escuchaste lo que te dije antes? Bruce necesita que estés con él.

-Bruce entenderá. Ahora debo quedarme aquí, con los Titanes.

Ambos, tanto Conner como Dick, no entienden que sucede. Conner, en especial, no comprendía su actitud.

-No pienso irme sin ti…

-Pero no puedes obligarme.

-Espera… ¿acaso Conner te está obligando de alguna manera?

- ¡Por supuesto que no! –responde indignado el mitad kriptoniano.

- ¡No estoy hablando contigo! –Dick le levanta la voz mientras lo señala con dureza.

-Dick, por favor –le dice suavemente –Esta decisión la estoy tomando yo. Piensa que… es la primera vez que estaré en un equipo. Nunca he tenido amigos, y esta es la oportunidad de empezar a hacerlo, con chicos que han vivido experiencias parecidas a las mías.

-Pero Bruce…

-Ya te dije, él entenderá.  Ahora ve con Jason. Ya hemos perturbado demasiado el ambiente.

Dick se queda pensativo, -Bien, hablaré con Bruce, le diré tu decisión. Pero quiero que me prometas que, sin importar la hora, si necesitas ayuda, me llamaras, ¿de acuerdo? –le dice mientras le da un celular que llevaba. –Es para cualquier emergencia, con línea directa a mi teléfono.

-Está bien, Dick.

Tim lo abraza. Dick responde, cerrando los ojos con un atisbo de angustia. Luego, se vuelve a Conner y lo mira serio. –Camina, hay que hablar.

 

La “perrera” que llevaba a Diana paró en un edificio federal. Era seguido por el vehículo de Steve, quien iba con dos abogados de su absoluta confianza. En ningún momento se separó de del vehículo, que finalmente llegó a un edificio federal. Al salir del auto, vieron a Diana bajarse de la perrera, aún esposada. La Princesa de Themiscira iba con su indumentaria habitual, y sobre todo, mostrando un orgullo tal, que solo un miembro de la realiza podía manifestar, sin embargo, su presencia ante todos no era ni remotamente parecido a lo que sentía. Humillación, abandono, decepción. Emociones que le embargaban y dudas. Por un momento, pensó que alguno de sus amigos se presentaría, pero no fue así. Sin embargo, desecho esa idea. Habían acordado ocultarse. De ahí el sacrificio de ella y Hal. Al entrar al edificio, militares, junto a Diana, Trevor y los abogados, entraron al ascensor, que para sorpresa de Steve, no subió, bajó varios pisos abajo.

Llegaron al piso indicado. Todos salieron, pero los guardas del piso separaron a Trevor y los abogados de Diana.

-¿Qué es esto? ¡No fue lo acordado! –exclama Steve.

-Lo lamento, coronel Trevor –le dice una voz desde el altavoz –Pero el trato fue que acompañaría a la señorita Prince como escolta durante el arresto. No se dijo nada del interrogatorio.

-¿Interrogatorio? ¡De qué habla!

-Steve, déjalo –le pide Diana.

Los hombres se la llevan, mientras que los guardas les apuntan directamente con sus armas. –Le sugiero que se retiren por donde vinieron señores.

Diana fue alejada de todo el tumulto. Caminó varios pasillos, hasta que llegaron a una puerta. Ya en ese lugar, no escuchaba la voz enfurecida de Steve. La puerta eléctrica se abrió y entró a una habitación. Cuando vio a Hal en una camilla, con un traje azul tipo presidiario y aparentemente inconsciente fue a toda prisa hacia él.

-¡Hal! ¿Hal? ¡¿Qué le hicieron?!

-Está descansando, después de varias horas de interrogatorio. No debe preocuparse Wonder Woman.

Hal abre los ojos aterrados. -¿Hal? Hal, ¿estás bien?

-¿Di… Diana?

-Sí, mi amigo. Estoy aquí…

La mirada de terror de Hal se convierte en una sonrisa que le recordó a la amazona la fatídica expresión del Joker, -Ba… Barry, él… va a regresar… yo… yo lo vi… él me habló… Diana, él… él me habló Diana… él…

-Hal, por favor, tranquilo. Cariño, Barry Allen murió…

-No… ¡no!... él… él está vivo… yo lo vi... yo lo escuché… Barry… Barry vendrá… vendrá por mí… por todos… lo sé… yo necesito que… que venga, Di…

-¡Van a pagar por esto! ¡Lo enloquecieron!

-Digamos que es una consecuencia del interrogatorio psíquico que se le hizo –le responde nuevamente la voz, pero no por el altavoz. –Bienvenida, mi nombre es Dr. Simon Jones, pero puede llamar Psimon –le dice el hombre, cuya piel era completamente blanca, su cráneo al descubierto, transparente, mostraba su cerebro con un tono morado.

-¿Tu… te metiste en su mente?

-Por supuesto. Un interrogatorio normal no iba a servir, así que pidieron mis servicios para facilitar las cosas, ahora, ¿Por qué no se calma y se sienta tranquila, para iniciar con usted?

-¡Maldito! ¡No jugarás con la mente de La Princesa de Themiscira!

Diana rompe las esposas y va hacia él, pero Psimon de inmediato la ataca. La mujer se sostiene su cabeza, a pocos metros de él.

-Como verás mi poder es mucho más fuerte a tan corta distancia.

-¡No! ¡No… sal!

-Lo lamento Diana de Themiscira, eso no va a poder pasar –le dice mientras envía una onda psíquica, haciendo que Diana grite de dolor y finalmente caiga desmayada.

-Señores, vístanla y colóquenla en la otra cama. Empezaré con ella en 5 minutos.

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Dick y Conner van al comedor. El menor toma asiento, cuando Canario se acerca a ellos.

-¿Y Jason?

-Se calmó un poco, fue a la camioneta con Roy.

-Bien… Canario, ¿podrías hacerme un favor? Necesito mantenerme en contacto con Tim las 24 horas, espero que entiendas por qué.

-Sí claro. Puedo facilitarle un celular.

-Ya le entregué uno, tal vez una laptop, me lo acaba de pedir, yo puedo enviarle…

-No te preocupes, aquí tenemos a la mano. Y descuida, todos estaremos pendientes de él.

-Sí, procura no enviarlo todavía a misiones de ser posible, espero no estar metiéndome en tu área es solo que…

-Descuida, descuida. Por ahora Tim se quedará aquí. Estaré haciéndole evoluciones psicológicas y te mantendré informado de ellas. Además, conoces como nos manejamos. Hasta que esté preparado física y emocionalmente, autorizaré su participación en misiones.

-¿Los miembros de la Liga, bueno, ex miembros, vendrán a entrenarlos?

-No. Tal vez Oliver. Pero hablé con varios ex Titanes. Aqualad y Cyborg ya me confirmaron que vendrán cuando logren escabullirse sin peligro. Intenté comunicarme con Tornado, pero no hubo éxito. El resto del trabajo lo haremos el equipo Alfa y yo. ¿Cómo sigue Bruce?

-Mal, lamentablemente. Con todo este disgusto con Tim, colapso ayer. Por eso, vinimos Jason y yo en su lugar.

-Dios… dile que lo envío un abrazo, y que no se preocupe, aquí cuidaremos de Tim.

-Gracias, Canario.

Conner escuchó la conversación sin decir nada. Dick observó alrededor, verificando que no hubiese nadie, y sacó de su chamarra una caja

-Bien, ahora que me quieres decir… ahhhh… -se queja Conner.

Rápidamente, Dick le había puesto un collar en su cuello con una piedra de kriptonita, y jalaba la cadena, hasta dejar la roca sobre la piel desnuda.

Conner intentó levantar la mano, pero de inmediato Dick la bajó. En uno de sus dedos, estaba un anillo con kriptonita.

Por más esfuerzo que hacía, Conner no podía moverse y se empezó a sentir debilitado.

-Como ves, Bruce no es el único Wayne con acceso a kriptonita –le susurra en el oído.

-Ja… muy… osado… Grayson.

-Osado no. Solo te estoy haciendo una advertencia. No soy impulsivo como Jason. Soy metódico, me tomo mi tiempo y si tengo que hacer daño, lo hago definitivo. Si lastimas a Tim, iré por tu cabeza, no me importa de quien seas familia, ¿quedó claro? –le dice en voz baja, pero con una seguridad y temple no vista antes por Conner.

-Ammm… así… que ahí… quedó nuestra amistad… ¿eh?

-Eso no lo decidí yo, Conner.

Levanta su mano y le quita la cadena. Conner empieza a toser con fuerza, mientras Dick camina hacia la salida.

-Tal vez… deberías darle… esa kriptonita… a Tim… ya que… tiene experiencia… matando kriptonianos.

Dick lo ve y sonríe, - ¿Y cómo sabes que no se la facilité ya? Nos vemos… amigo.

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En la camioneta Jason no había dicho ni una palabra. Roy estaba en la parte trasera, y no dejaba de verlo. –Estoy bien Roy –le dice Jason.

-No te creo.

Éste respira profundo, -Sí. Es…

-Sé que te cuesta expresar lo que sientes. Es más fácil para ti expulsar por la boca improperios. Pero cuando sufres, no eres capaz de expresarlo. Estás deprimido por Bruce, preocupado por Tim y resentido con Conner.

-¿Qué voy a hacer?

-Esperar. Solo eso.

-¿Y si le hace algo?

-No sucederá. Pero… por si acaso, ve preparando una flecha con punta de kriptonita cuando estés haciendo tu bala, ¿te parece?

Jason sonríe, -Es extraño. Hace un año estaba tan mal, que incluso atenté contra Bruce. Ahora me tortura la idea de hacerle daño a un amigo, aunque el muy hijo de puta se lo merezca.

-Pues, Jay, es la pieza que nos tocó bailar, ¿qué le vamos a hacer? Viejo es… como si nuestras vidas estuviesen atadas a hilos, como marionetas sujetas a la voluntad de una mente malvada y maquiavélica que de pronto decidió jugar con nuestras emociones.

-Sí, esa maldita no tiene piedad por los mortales… ¡como si mi puta vida no fuera de por sí dura! –grita Jason, haciendo que Roy sonría.

-¡¿Qué te pasa, estás loco?! ¿Por qué gritas así? –le dice Dick al acercarse a la camioneta. Sube al lado del conductor y cierra la puerta. Jason y Roy vuelven a ver extrañados.

-¿Y Tim? –pregunta el castaño.

-Decidió no venir –le dice en medio de un suspiro.

Sin esperar ningún argumento, Jason sale de la camioneta y se encamina a la entrada.

-¡Ey, Jason! –le llama Dick, mientras sale del vehículo. El menor sigue caminando, hasta que Dick lo alcanza y lo agarra del brazo.

-¡Tu no me digas nada, Grayson! ¡No pienso irme sin ese tonto!

-Él quiere quedarse, no lo podemos obligar

-¿Ah no? Vas a ver que si puedo.

-¡Jason, deja de comportarte como un animal y escucha! Él tomó la decisión, no podemos hacer nada.

-Dick, viste sus brazos.

-El insiste que no fue Conner.

-¡Eso es mentira!

-Le dije que se mantuviera en contacto conmigo. Dinah le va a facilitar una laptop para él y tiene los ojos de todos los otros Titanes. Hasta Cyborg y Aqualad vendrán en unos días. Ellos lo protegerán. Más no podemos hacer.

-Así… ¿y qué le diremos a Bruce?

-La verdad, que más queda. Además, te aseguro que Conner lo va a pensar dos vece antes de hacerle alguna cosa.

-¿Por qué lo dices?

-Yo sé mi historia, ahora entra a la camioneta… ¡Vamos! –le insiste.

 

Tim llegó a la sala común. Por primera vez, mostraba los golpes que tenía en los brazos. Los otros chicos no dijeron nada, lo cual agradeció mentalmente. Se sentó en uno de los sillones y observó a Jaime y Gar jugando ping pong. Bart se sentó frente a él. –Oye, hay otra mesa, si quieres podemos jugar.

-No, no tengo ganas. Gracias Bart.

El castaño asintió y se quedó unos segundos en silencio. -¿Qué haces para divertirte?

Tim le extrañó la pregunta. –Bueno, tu sabes, ¿qué haces en tu tiempo libre?

-Yo… en realidad no tengo mucho tiempo libre. Entre el colegio, las tareas, el patrullaje, los entrenamientos, no me queda tiempo.

-Pero tú no fuiste Robin toda tu vida, ¿no es así?

-Pues no. Viví con mis padres, ¿Por qué??

-¿Qué te justaba jugar en ese tiempo?

-Pues… me gustaba mucho los juegos de video. ¿Los conoces?

-Los conocí aquí, en mi tiempo no existen ese tipo de juegos. Tenemos varios aquí, podemos jugar un rato.

-¿Por qué?

-¿Por qué? No entiendo la pregunta.

-No me conoces, ¿por qué te interesa tanto como me divierto?

-Pues, viejo, somos compañeros. Y quizás, con el tiempo, seamos amigos. ¿Qué dices?

Tim se queda pensativo, y al final acepta.

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En la casa del lago, el ambiente era tenso. Dick y Jason contaron a Alfred y Leslie lo ocurrido, mientras Roy estaba en la cocina por un “aperitivo”.

-Llévenme con él. Vamos a ver si a mí me dice que no va venir –exclama Leslie molesta.

-No ganaríamos nada obligando al joven Tim a algo que no desea.

-Pero que le vamos a decir a Bruce, Alfred, ¿qué Tim prefiere hacer amigos que verlo? –le increpa Leslie. –Además, eso no es típico de él. Jamás se hubiese negado a ver a Bruce por una razón tan… frívola.

-Fue extraño –responde Dick –En casi toda la conversación estuvo muy nervioso y afligido, pero al entrar Conner, todo cambió. Se mostró más tranquilo, hasta me habló con decisión.

-Tal vez quiso demostrarle al tal Conner que no le tiene miedo.

-El joven Tim puede ser muy obstinado a veces cuando algo se le mete en la cabeza, y por lo general, se guarda lo que sabe.

-¿Crees que Tim tenga alguna doble intención al quedarse?

-Eso me temo, y no habrá cosa alguna que le haga hablar, hasta que él lo considere pertinente.

Jason, que llevaba bastante tiempo en silencio, se levantó, -Iré al ver a Bruce.

Se fue hacia la habitación, y Leslie no lo perdía de vista. –No veo a Jason bien.

-No, le tuve que decir lo del tumor de Bruce esta mañana y creo que le pegó muy fuerte.

-Eso sin… ammmm… mencionar… -decía Roy que tenía un sándwich en la boca -, que él le aterra que Conner le haga algo a Tim, pero ya le dije que eso no va a pasar.

-¿Por qué estás tan seguro?

-Simple Dick: Conner tuvo toda la oportunidad… ammm… de desaparecer a Tim anoche… ammm… y no lo hizo. Algo lo está frenando.

-La conciencia tal vez.

-Puede ser, mi querida doctora… ammm…, o simplemente es que no es el chico malo…  que quiere aparentar. En eso, él y Jason se parecen mucho.

Al entrar a la habitación, Jason observa a Bruce desde la puerta. Se queda en silencio. Pensando que estaba durmiendo, decide irse, pero la voz de Bruce lo hace retroceder.

-¿Quién está ahí?

Jason cierra los ojos con fuerza, -Soy yo Bruce.

-Ven Jason, acércate.

Este obedece. Llega hasta la cama y se sienta en la silla, al lado de ella. La mirada de Bruce estaba perdida. -¿Viste a Tim?

-Sí, Bruce.

-¿Qué sucedió? ¿Por qué no vino?

-Emm… tal vez Dick te lo podría explicar mejor –decía. Por primera vez, Jason no tenía deseos de hablar

-Por favor. Siempre has sido sincero.

-Sí, supongo que es una de mis pocas cualidades.

-No te subestimes. Dime.

-¿Qué te dijeron?

-Que se encuentra bien, que decidió que era tiempo de hacer amistades.

-Sí, algo de eso dijo.

-Pero, ¿no estás convencido?

-No, Bruce. Es que…

-Dilo, solo… dilo.

-Mira él… tuvo una… situación con Conner y…

-Sé que Conner lo salvó de unos asaltantes y lo llevó al Monte Justicia.

-Así es.

-Bien, entonces hay que confiar que él lo cuidará como hasta ahora, ¿o hay alguna razón por la que me deba preocupar?

Jason se sentía incómodo, e hizo lo que nunca pensó que haría. –Sí, viejo. Él estará seguro con Conner.

Bruce sonrió, -Estoy más tranquilo al escucharte. Sentí que Alfred y Dick me estaban engañando, pero tu no. Puedes tener defectos, pero la hipocresía y la mentira no son parte de ellos. Siempre me has hablado con la verdad, y te lo agradezco.

-Oye, viejo. Leslie me dijo…

-Ya lo sabes, ¿no? Pero… es temporal, al menos hasta que la presión craneal baje.

-Lo sé. Así que trata de estar calmado. Yo… pondré de mi parte, bien.

-Claro. Gracias Jason.

-Voy… voy a dejarte descansar así que… duerme.

Jason se levanta y va hacia la puerta, como diría él, “echo una mierda”. Salió de la habitación, pasó con rapidez, ignorando el llamado de Dick y salió al balcón. Recostó los codos sobre la baranda. Al llegar Dick, lo encontró con la mirada fija hacia el lago.

-¿Cómo lo viste?

-Cómo crees… no es ni la sombra del hombre que conocimos. ¿Cómo pasó? No entiendo.

-Ok, te voy a explicar: la presión craneal se elevó demasiado, el tumor ya está afectando la parte del cerebro que afecta el sentido de la vista.

-¿Y es permanente?

-Espero que no. Apenas hoy recibió la segunda tanda del tratamiento, hay que esperar.

-Pero… pero… dime algo Dick. Eso, de quedarse ciego… ¿es ya lo último? Si la medicina de Alcor no funciona, él…

-Me temo que sí.

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Pasada la tarde, Tim estaba en la sala común, revisando la laptop, con Bart Gar y Jaime alrededor.

-Eres afortunado –le dice Gar –Nosotros tenemos una máquina por habitación. A ti te dan una para no tener que compartir.

Tim lo vuelve a ver, -¿Quieres usarla? –le dice ofreciéndosela.

-Eh… no quise Tim…

-No te preocupes, además, somos compañeros de habitación, ¿recuerdas? Debemos compartir.

El chico toma el artefacto y de inmediato entra a una página de chat. –Gracias amigo.

Tim sonríe y toma su refresco.

En la cocina, Rose y Cassie observan a los más chicos del grupo, mientras conversaban y bromeaban.

-Es increíble cómo le cambio el humor después de ver a sus hermanos –dice Cassie. –Ríe y conversa.

-Sí, fue bueno que los viera. Parece que podrá mezclarse rápidamente con el grupo.

Cassie suspira, llamando la atención de su amiga. -¿Y eso?

-Ammm… no sé, es que ver a Dick y a Jason. Luego a Tim y… bueno…

-¿Qué?

-¿No te parecen demasiado lindos los tres? Es decir, mira a Dick. Es como un sueño.

-Ammm… no sé, a mí me parece demasiado niño bonito. Me gusta más Jay. Es más, no sé… más rudo, más hombre.

-Pues yo veo a Tim tan lindo. Y tiene unas lindas facciones. Cuando crezca será un hombre muy guapo.

-¿Qué piensas que hará Batman cuando los elige? ¿Tendrá un catálogo de chicos guapos o qué?

-Jajajajaja, ni idea.

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En la granja Kent, después de ver el arresto de Diana, Lois constataba con Clark que toda la información que hasta ahora el kriptoniano tenía era, de hecho, muy poca.

-Pero toda la investigación que hizo la Liga sobre tu ataque, ¿dónde está?

-Lo ignoro Lois. Recuerda que estaba semi muerto cuando la Liga fue desmantelada, ignoro quien habrá borrado los archivos.

-Solo espero que, quien sea que lo haya hecho, se le haya ocurrido hacer un respaldo.

-Es lo más probable, Kara.

-¿Quiénes fueron los últimos en salir de la Atalaya?

-Según el Protocolo de Emergencia, primero se evacúa los heridos y el personal médico, luego el personal civil no indispensable, el personal de área, los miembros Elite de la Liga y por último los Fundadores –explica Clark.

-Entonces cualquiera de ellos podría tener esa información.

-¿Y es muy necesaria?

-Lo es si queremos demostrar que Clark fue drogado, Kara.

-Bien, Bruce está en Gótica, pero dudo que la tenga en su poder. No estaría en condiciones para encargarse de eso.

-A pesar de su paranoia habitual.

-Lois, la enfermedad lo ha cambiado de una forma que no te imaginas.

-Puedo ubicar a Flash –les dice Kara.

-¿Estás segura?

-Oh si, muy segura. Me pondré en eso.

La chica saca su celular.

-¿Qué haces?

-Pues llamándolo, ¿qué más? –le responde mientras marca su celular y luego pone el altavoz. A ambos les hace una seña para que no digan nada -Ey, ¿todo bien?

-¿Kara? ¿Eres tú? –le dice Wally. Estaba en casa de Iris.

-Así es, la misma.

-Kara, no pudimos hablar antes, pero… siento mucho lo que estás pasando en este momento.

Clark bajó la mirada al oír la voz afectada de su joven amigo.

-…Él fue el mejor de todos nosotros, nos inspiró para ser más que unos locos con trajes. Formó un equipo, y si nos mantuvimos tanto tiempo juntos, fue por él. Clark era más que un Super Héroe, para todos era un miembro de la familia. Siento que perdí algo como un hermano. Pero no se compara con lo que debes estar pasando. Lo lamento mucho.

-Gracias por tus palabras –le dice serena, mientras observa su primo afectado -Estoy mejor gracias. La pérdida de Clark es terrible, pero puedes estar tranquilo, lo estoy sobrellevando.

-¿Cómo está Conner? ¿Está contigo?

-No sé nada de Conner desde ayer. Dime algo, ¿sabes qué pasó con toda la información de la Liga? Me refiero a la base de datos.

-Pues si mal no recuerdo Hal y John se encargaron de borrar la información de los miembros, mientras yo me encargaba de la evacuación.

-¿Y no llegaron a hacer un respaldo?

-Ahora que lo dices, creo haber escuchado que Hal le daba a Tornado la orden de respaldar todo en su memoria y luego desaparecer. Es más, Tornado fue el último en salir de la Atalaya.

-Entonces, es probable que él la tenga. ¿Sabes dónde encontrarlo?

-Pues, no sé. Tal vez en el laboratorio su creador, el Dr. Monrrow. O quizás Bruce los sepa. Recuerdo que él le ayudo creándole una identidad falsa para que pudiera convivir entre la gente después que Ulthoon le dio un alma. Tendrías que preguntarle, aunque… Kara, se supone que no deberíamos tener contacto entre nosotros.

-Lo sé Flash, pero no te imaginas lo importante que es encontrar esa información.

-¿Le preguntarás a Bruce?

-No es necesario molestarlo, seguramente Alfred podrá decirme. Gracias Flash.

-Oye, Kara, hay algo que quisiera contarte… algo personal…

-¿Te pasó algo? –le pregunta viendo a su primo. Él le hace una seña para que quite el altavoz, pero de inmediato Wally habla –Voy a ser padre.

Clark sonríe al escuchar esa noticia, al igual que Kara. Lois, a pesar de no saber quién estaba detrás del traje de Flash, se alegra con la noticia.

-¿Pero cómo?

-¡Te tengo que explicar! –le responde en tono de broma.

-¡No seas tonto, ja! Me refiero a que… bueno, ¿con quién?

-Linda Park –suspira.

-¿Linda? ¿Linda la Bruja?

-Esa misma.

Kara se ríe, - ¿Cuánto tiene? ¿Cómo te sientes con la noticia?

-Dos meses, y bueno, siento muchas cosas: a veces tengo nervios, otras me pongo feliz al imaginármelo, pero luego recuerdo nuestra realidad y me atemorizo. Es que, tu sabes lo difícil que fue aceptar la pérdida de mi tío. Dejó una familia atrás. Y ahora que me veo en una posición similar… no quisiera con mi bebe pase por lo mismo algún día. Quiero verlo crecer.

-Claro, te entiendo. Y así será, Flash. Estoy segura que podrás criarlo.

-Sabes, pienso mucho en tu primo, en lo feliz que hubiese sido sabiéndose tío.

Clark cierra los ojos al escucharle, -... En fin, no quiero agobiarte más. Me da gusto que me hayas llamado.

-Igual a mí, y felicidades otra vez.

-Nos vemos.

Al cortarse la llamada, Kara ve a su primo con una expresión difícil de interpretar. –Ahora entiendo porque Flash no se entregó como Linterna y Diana. Es obvio que lo querían proteger.

-¿Bruce no te lo contó?

-No. Es que ambos estábamos muy débiles cuando nos vimos. Lo llevé a la cama, y me dormí creo yo. En la mañana no tuve tiempo. Me vine a Smallville en transporte público para no levantar sospechas y hasta ahora escucho a uno de ellos.

Kara marca ahora a la casa del lago, y vuelve a poner el altavoz. –Hola.

-Kara, hola. ¿Cómo estás?

-Hola Dick, escucha, necesito saber dónde encontrar a Tornado Rojo. Sé que Batman sabe de su identidad civil.

-Sí, todos la manejamos. Bruce le compró un apartamento en el centro de Gótica. Su nombre es John Smith.

-¿Crees que podrías ir y buscarlo? Necesito toda la información que él descargó de la Atalaya.

-Kara, te voy a ser sincero, no quiero despegarme del lado de Bruce.

Clark se preocupa al escucharlo, -¿Pasó algo con él? –le pregunta la rubia al ver la expresión de su primo.

-Hoy fuimos Jason y yo por Tim, y no fue una situación muy agradable con Conner. Sabes que su amenaza contra Tim después de que hirió a Clark lo tiene completamente fuera de control.

Clark se pone de pie enojado. Lois le hace una seña para que se calme. -… Yo, sé. Hablé con él fuerte ayer, pensé que había entendido.

-Cuando llegamos, vimos que Tim tenía moretones en sus brazos y un corte. Tim dijo que Conner no le ha hecho daño, pero… Kara tengo mis dudas y estoy preocupado. No sé qué está pasando por la mente de Tim, él decidió quedarse, a pesar de que le dijimos que Bruce estaba mal, pero además, nunca pensé que me preocuparía que estuviese cerca de Conner. Sabes que somos amigos, pero ahora temo por que haga una locura.

-Eso no pasará, Dick.

-Es lo mejor, porque te soy sincero, aunque sea tu primo y la viva imagen de Clark, si le hace daño a mi hermano no voy a responder por mis actos… escucha, si quieres envío a Jason y Harper por Tornado. Cuando tenga la información, te la hacemos llegar.

Clark le hace una seña a su prima, que entiende perfectamente. -¿Cómo está Bruce?

Dick sabe que Clark seguro está con ella, así que lo piensa para responder, pero imaginando que Bruce necesitaba la presencia del Hombre de Acero, habla. –Bien, lo bueno es que se recuperó parcialmente de su colapso sin mayor intervención. Pero el tumor aumento su presión, y ahora está afectando su sentido de la vista.

-¿Él… está ciego?

-Parcialmente, pero perdió un alto porcentaje de su vista. Apenas logra ver siluetas. Y si la presión no disminuye en los próximos días, quedaría completamente ciego. Aparte de eso, quedó muy débil, está en cama, y no ha dejado de preguntar por Tim. Le dijimos la verdad en forma parcial, que está con los Titanes, pero no del altercado con Conner. Piensa que Tim no lo quiere ver porque se siente culpable por lo de tu primo.

-¿Por qué no le dijeron la verdad a Conner sobre Clark? Eso lo hubiera calmado.

-Mira, Kara. En este momento no sabemos de qué sería capaz Conner de saber la verdad. Está incontrolable. Esta mañana puso atención a toda nuestra conversación con Tim, tuvo un altercado con Jason que casi lleva a los golpes, y te puedes imaginar quien se hubiese llevado la peor parte, hasta yo me enfrenté a él, de una forma que no me hace sentir muy orgulloso. Conner puede cometer una imprudencia en su estado. Y debemos mantener a toda costa el secreto de la supervivencia de Clark.

Al escuchar eso, Clark toma el celular y lo acerca a su boca. –Dick soy yo.

El menor sonríe, -Me imaginé que podrías estar escuchando. Me alegra oírte, pero es peligroso que te comuniques, no sabemos si las líneas están siendo monitoreadas.

-Solo escucha, saquen a Tim de ahí, yo iré por Conner.

-¡No Clark! –le dice Kara –Te vas a exponer si sales.

-Kara tiene razón. Es mejor que dejes que nosotros nos encarguemos. Savage no puede saber que vives.

-Yo hablaré con Conner –le dice Kara –Lo haré de inmediato.

Clark suspira y le entrega el celular a Kara. –Le diré a Jason y Roy que se encarguen de nuestro asunto. Nos estamos hablando.

-Claro, un abrazo Dick.

Clark se deja caer en el sillón, y oculta su rostro afectado con sus manos. Se frota con fuerza su cabello y vuelve a ver a Lois, que le da una mirada comprensiva. –Me siento un completo inútil.

-Clark…

-¡No puedo hacer nada! ¡No puedo hablar con Conner, no puedo sacar a Tim de ahí, ni siquiera puedo ayudar a Bruce! ¡Diana y Hal están quien sabe dónde! ¡Dios, acabaría con Savage con mis propias manos!

-Debes calmarte Clark –le responde Lois. –Perder la dulzura del carácter en este momento, no traerá nada bueno. Has hecho bien hasta ahora ocultándote, además, con todo lo que hizo Bruce para protegerte, no sería justo que echaras abajo su esfuerzo. Bien, yo me iré –les dice mientras recoge sus cosas.

-¿Qué harás?

-Investigar, por supuesto.

-No… Lois es peligroso, y no voy a estar ahí para protegerte.

-Pero yo sí puedo –le dice Kara. –Estudio periodismo, ¿recuerdas? Lo tomaré como una experiencia enriquecedora con la tres veces ganadora del Pulitzer y a la vez, me encargaré de mantenerla a salvo.

Lois sonríe, -Me parece una excelente idea. Iré a Metrópolis y ahí esperaré la información que pueda obtener los amigos de Richard.

-Y mientras tu llegas, iré con los Titanes para hablar con Conner. Luego nos encontraremos allá.

-¿Y yo?

-Tu, Clark, mantente a salvo –le dice Lois después de besar su frente. –Recuerda que hay mucho en juego, no solo tu libertad. Nos mantendremos en contacto.

-¿Te llevo al aeropuerto?

-Volando, no creo, te podrían ver…

-Tranquila, mi auto está en el garaje.

-Ok, así es mejor.

Kara camina hacia la puerta detrás de Lois, pero es detenida por Kara.

-Si es necesario, trae a Conner acá a la fuerza, tengo mucho que hablar con él.

-Veremos, Clark. Cuídate.

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Entraba la noche, cuando Kara llegó al Monte Justicia. Al verla, recibió el mismo trato que con el resto: abrazos, palabras de condolencia, que la hacían sentir incómoda. Odiaba tener que mentirles. -¿Dónde está Conner, Raven?

-Encerrado en su habitación, lleva todo el día ahí.

Fue por la sala y vio a Tim. Estaba junto a Bart y Gar. Reía al ver videos de bromas pesadas que los chicos le enseñaban. Después de tantos años conociéndolo, le llamo la atención que no recordaba verlo tan risueño. Parecía divertido. Y recordó que, en mucho tiempo, Tim no había convivido con chicos de su edad, solo con adultos. Pensó en el corto tiempo que estuvo con los Titanes, antes que Clark la integrara a la Liga. Ahí hizo grandes amistades y aprendio a ser más humana, sobre todo, a perderle miedo a la gente. Fue importante ese periodo para ella, e imaginó que también lo sería para Tim. El chico, al verla, se puso de inmediato de pie. Fue hacia ella y bajo la mirada, -Yo… lamento lo que hice…

Kara lo acercó a él y lo abrazó con cariño, -No fue tu culpa Tim. Hiciste lo que debías.

El chico la abrazó con fuerza, mientras dejaba salir sus lágrimas.

-Te aseguro que, si él estuviese vivo, te diría exactamente eso, así que no quiero que te afliges, ¿de acuerdo? –le dice mientras que toma su rostro con sus manos y limpia sus lágrimas. –Ahora, vuelve con tus amigos.

-Gracias Kara.

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En Gótica, Roy y Jason pararon el auto, frente a un sencillo completo de apartamentos. -¿Es aquí?

-Sí, el número 39, vamos Harper.

Ambos salen del vehículo, en ropa de civil, pero con sus armas ocultas. Subieron tres pisos, hasta llegar al apartamento que les había indicado Dick.

-¿John Smith? Somos amigos de Bruce, ¿puedes abrir? –le dice Roy.

Hay un silencio en la habitación, así que Jason insiste, -Vamos, John, sabemos de tu gusto por el rojo y que no te gustan los tornados. Nos envió el amante de los muriciélagos. Es importante.

Finalmente, la puerta se abre. Cuando los chicos entran, ven que no hay nadie abriendo. Caminan un poco y la puerta se cierra automáticamente. La sala estaba oscura, tenía algunos muebles pero era sencilla.

-Estoy aquí –dice Tornado desde una de las habitaciones.

Entran y ven a Tornado, tranfiriendo información.

-Ey, amigo, me enviaron por la ifnoramción d ela Atalaya.

-Está a salvo –les dice.

-¿A salvo? No entienes, debemos.

-La ifnormaicón está en la Red oculta, el usuario se encargará.

-¿Usuario? ¿Qué usuario? –pregunta Harper.

-Deben irse, ya vienen.

Ambos se quedan extrañados, -¿Quiénes?

En ese momento, varias camionetas, con militares se estacionan frente al edificio. Al escuchar el ruido, Roy se acerca a la ventana. –Oh, Jay, tiene razón, viene el ejército.

-¿Cómo supieron de ti?

-Lo ignoro, pero deben huir.

-Pero, ¿y la inormaicón?

-Está en la Red Oculta.

-Pero como entramos a ella, metal oxidado.

-Vamos Jay, no perdamos tiempo, ya están subiendo.

-Yo los distraeré, ustedes vayan.

Ambos chicos salen al pasillo y se acercan a las ecaleras, pero ven a los militares subir, así que corren hacia arriba.

Al llegar al techo, Roy cruza una flecha con una soga.

-¿Te llevo?

-Ni siquiera lo pienses –le dice Jason mientras se quita el cinturón y lo usa para aferrarse a la cuerda. Se deja ir, y Roy lo sigue de cerca, hasta caer al edificio del frente.

Los militares entran al apartamento de Tornado. Que tenía una luz roja.

-Les sugiero que salgan. Acabo de activar autodestrucción, estallaré en minuto y medio.

Los militares de inmediato corren, avisando a los inquilinos que salgan. Jason y Roy, desde donde están ven el movimiento.

-¿Qué sucede?

-No tengo idea, viejo.

El reloj sigue su curso, hasta que solo quedan 10 segundos. –Es hora de dormir –se dice con calma.

Finalmente, ocurre una pequeña explosión dentro del cerebro del robot, haciendo que este se apague.

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Kara entra a la habitación de Conner. Él estaba acostado, con los ojos cerrados, sin dormir. -¿No te han dicho que es inapropiado entrar a las habitaciones ajenas sin tocar?

-No me digas tonterías Conner –le dice molesta –Sé lo que pasó esta mañana con Dick y Jason.

Se pone de pie, -Me excedí, lo sé, pero ellos…

-¡Ellos nada, Conner! Tienen derecho a preocuparse…

-Claro, se preocupan por él, pero…

Su voz se entrecorta, -¿Qué sucede Conner?

Él suspira, -No es nada Kara, déjalo.

-Escucha, vine dispuesta a llevarme a Tim y alejarlo de ti.

-¿En serio te lo quieres llevar? ¡Hazlo! ¡No me importa!

-¿Pensé que te querías vengar?

-¡No sé qué demonios quiero, Kara! No, si se lo que quiero: que me dejen de hablar de ese chico, ¡eso quiero!

Kara baja su molestia, -¿Me aseguras que no le harás daño?

-Solo me acercaré a él para los entrenamientos y las prácticas, fuera de eso, no quiero acercármele.

Kara asiente, tratando de confiar en él. –Bien, porque no creo que tim quiera irse, parece que ha hecho buena amistad con los más jóvenes.

-Bien por él, ahora lárgate –le dice fastidiado y vuelve a la cama.

-Conner, si vinieras conmigo a la granja, quisiera hablar contigo…

-No me moveré de aquí. Y no pienso poner un pie en la Granja Kent

-Pero ese es tu hogar.

-Era el hogar de Clark, no el mío. Ahora vete, por favor.

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Después de varias horas con Diana y luego nuevamente con Hal, Psimon los dejó atrapados en sus pesadillas. Ambos gemían mientras lloraban por seres queridos, Hal por Barry, y Diana por su madre. Fue hacia la sala, donde Savage lo esperaba ansioso.

- ¿Y bien? ¿Qué más obtuviste?

-Solo descubrí el lugar donde se escondía Tornado Rojo por medio de Jordan. Sobre si Superman en efecto murió, sí. Ambos tienen imágenes vívidas de su cadáver y como fue dispuesto. No cabe dudas, señor, el Hombre de Acero ya no existe.

Savage sonrió, mientras disfrutaba la agonía de los dos -Me pregunto quién lo habrá matado.

-También puedo decirle eso señor. El asesino es un chico: el compañero del Murciélago. Y además, sé dónde puede encontrar al otro Linterna Verde y HawkGirl.

Entre tanto, en el Monte Justicia, todo estaba apagado. Conner finalmente salió de su habitación al comprobar que no había nadie despierto. Fue hacia la cocina, pero con fastidio, escuchó los latidos de él. Fue hacia la sala de control. Desde la puerta, vio una luz que salía por detrás del computador. Fue hacia ahí y sorprendió a Tim. Éste cerraba la laptop, sentado en el suelo, nervioso.

-¿Qué haces? ¿Por qué no duermes? –le pregunta con hostilidad.

-Yo… no tengo sueño.

Conner sonríe, -¿Así que no tienes sueño? Bien, haré que lo tengas, ve a tu habitación y ponte ropa deportiva, te espero en la entrada.

Camina hacia la puerta, y Tim se pone de pie nervioso, -¿Por qué? No entiendo…

-Prometí que solo me acercaría a ti para entrenar, y eso pienso hacer, ahora ve, ¡rápido! –le grita al final. Tim corre sin decir nada más, mientras Conner sale con una sonrisa.

Entre tanto, Lois espera en su apartamento la visita de Kara, mientras revisa lo publicado por la prensa. Suspira al ver que casi todas las notas eran en contra de la Liga y Superman. Pero le llama la atención una notificación a su correo y revisa.

“Tu objetivo es Wells. Busca entre la basura vieja, ahí está lo que necesitan. RR”

Lois se queda pensativa y decide llamar a Clark.

-Dime Lois.

Me acaba de llegar un mensaje extraño. ¿Conoces a alguien con el pseudónimo RR?

-No, ¿qué dice el mensaje?

-“Tu objetivo es Wells. Busca entre la basura vieja, ahí está lo que necesitan. RR”. Espera… viene con un archivo adjunto.

Al abrirlo, observa con interés informes de llamadas y el presupuesto de su campaña, entre otros documentos.

-Me ha enviado información que podría incriminar al senador Wells.

-¿Pero porque ese desconocido te lo envía a ti?

-No tengo idea, tal vez es un miembro de la Liga que busca proteger su identidad. A como están las cosas, es mejor que lo hagan. Revisaré la información –dice al ver a Kara entrar por su balcón. –Y le diré a Kara que me ayude. Te llamaré en la mañana.

-Gracias Lois.

Al colgar Clark siente un gran vacío. Ya estaba acostado, pero no podía dormir. Sabía que debía permanecer ahí, pero no dejaba de pensar en el resto. Pero, sobre todo, la condición de Bruce le preocupaba., y el no poder estar a su lado, le angustiaba. En ese instante, su teléfono sonó. Lo levantó con preocupación, la llamada era privada, así que pensó si debía responder. Finalmente se arriesga.

-Sí.

-Espera –dice Dick –Te van a hablar.

-Hola Clark.

El kriptoniano siente una alegría inmensa al escuchar su voz.

-Bruce, ¿cómo…?

-Estoy muy bien, le pedí a Dick que te llamara –le dice seriamente.

Dick decide salir. En todo caso, el Murciélago no sabía que su hijo mayor estaba consciente de su íntima relación con Clark, y prefería que fuera así. Lo que menos quería, era importunarlo ahora.

-Creo que Dick se marchó.

-Bruce, ¡Dios! Odio tener que estar tan lejos de ti.

-No te preocupes, eso será pasajero. Me han tenido al tanto de todo o al menos eso me dicen ellos, no estoy muy seguro.

-Debes cuidarte, deja que el resto trabaje.

-No es mi estilo, Clark, lo sabes.

-Sí, pero no tienes otra opción.

Clark escucha a Bruce suspirar, -Estás agotado, ¿verdad?

-Un poco, pero estoy bien. Solo… háblame, por favor, me gusta escuchar tu voz, o simplemente, quédate en línea. No quiero dormir solo.

-Me quedaré contigo hasta que logres dormir.

Pasan los minutos. Bruce tenía el auricular en su oído. Ambos escuchaban la respiración del otro. Clark empezó a tatarerar una canción suave, haciendo que Bruce se riera, -No lograrás hacerme dormir con eso.

Poco a poco, Bruce va cerrando sus ojos, ya exhausto por el esfuerzo. Su respiración cambia a ser mucho más pausada.

-Hasta mañana Bruce –le susurra y cuelga.

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Al salir, Tim se cubre bien con su chamarra. La noche era muy fría. Al estar en medio de una zona boscosa, no había luz. El sitio era muy oscuro. En ese instante Conner bajó y se posó frente a él.

-Toma, revísalo –le hace entrega de un ipad. Tim revisa con cuidado. -¿Qué es esto?

-Eso es tu ruta. Memorízala. Son 5 kilómetros a campo traviesa. Encontraras en un claro una bandera roja. Tendrás que traerla y entregármela en menos de media hora.

Tim lo vuelve a ver asustado, -¿Media hora? No podré…

- ¿Tu no fuiste entrenado por Batman, no? Pues esto será pan comido para ti. Ahora, ¡Corre!

Tim guarda el I-pad y empieza a correr. Conner vuela hacia una posición que le permite tener control de lo que sucede. Esa sería una de las tantas noches que Tim haría frente a los ‘entrenamientos nocturnos’ con Conner.

Notas finales:

Hola, aquí se menciona un personaje que fue recurrente en Young Justice, Psimon, y que tendrá su aparición en las próximas actualizaciones. Si no lo recuerdan, aquí les dejo la imagen https://upload.wikimedia.org/wikipedia/en/2/22/Young_Justice_Psimon.jpg

Quiero agradecerles a todos por sus comentarios y seguir leyendo este fic, que ya llega están llegando a su recta final. como ven, los capítulos son cada vez más largos, pero como prometí, se irá aclarando todo poco a poco.

Este capítulo se lo quiero dedicar a una de mis lectoras: Ruka Hatake, espero que te esté gustando como se ha ido desarrollando el fic, si lees un poco, verás que te tuve presente en el relato :D. Y por supuesto, a todas, un abrazo muy grande.

Nos leeremos pronto.


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