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Ocaso del Caballero de la Noche por JessJe

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Notas del capitulo:

Reseña anterior

Miembros de la Liga y sus familias están siendo detenidos por La Brigada, grupo militar formado por el senador Wells y Vandal Savage en secreto. Están todos en un Centro de Detención. En este momento tres equipos: la Liga, liderado por John Stewart, los Titanes, que lidera Superboy y el Equipo Rojo, el dúo Todd-Harper, están planeando asaltar el edificio y rescatar a Arrow, Pregunta, Wonder Woman y los otros prisioneros.

 

Nuevos Personajes:

Héroes

Ravager/Rose: hija ilegítima de Deathstroke y hermana de Jerico, no ha salido en televisión o cine, pero si en los comics. Se considera una antihéroe, ha sido utilizada por su padre varias veces, manipulada mentalmente o drogada, tiene las mismas habilidades que su padre: http://vignette2.wikia.nocookie.net/marvel_dc/images/1/1a/Ravager-NewDesign.jpg/revision/latest?cb=20091102180215

Aqualad/Kaldur: protagonista en Young Justice, hijo de Black Manta y compañero de Aquaman: http://orig09.deviantart.net/f5fa/f/2013/125/e/a/young_justice_aqualad_by_biggreenpepper-d646eqx.jpg

Artemisa: protagonista en Young Justice, compañera de Green Arrow: http://vignette4.wikia.nocookie.net/marvel_dc/images/2/2e/Artemis_Earth-16_001.jpg/revision/latest?cb=20110221142708

 

Villanos

Klarion: el niño hechicero o Witch Boy, protagonizó algunos capítulos de Young Justice y uno de Batman la serie animada: http://vignette3.wikia.nocookie.net/youngjustice/images/a/a2/Witch_Boy.png/revision/latest?cb=20111111205132

Deathstroke: mercenario implacable, enemigo de los Titanes, ha enfrentado a Batman en varias ocasiones. Fue el villano acérrimo de la serie Teen Titans: http://media.dcentertainment.com/sites/default/files/GalleryComics_1900x900_20141022_DSTROKE001_Cover_rev_54416b6f917e21.78074269.jpg

Psimon: psíquico, enemigo de los Titanes, villano en varios capítulos de los Teen Titans y Young Justice: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/en/2/22/Young_Justice_Psimon.jpg

 

Si tienen alguna duda sobre los personajes, me lo dejan en comentarios.

 

Ocaso del Caballero de la Noche

Capítulo 41: Triunfo con sabor a derrota I Parte

 

Treinta y dos años en el futuro

-Alguna vez me dijiste que no debía hacerse lo más cómodo, sino lo más necesario para todos, que el bien común está por encima de nuestro propio beneficio. Eso nos enseñaste, y nunca lo olvidé. Ninguno de nosotros lo hizo, incluso los que, poco a poco, fueron cayendo. Te fuiste porque creías precisamente en eso. Aunque tal vez sea la última vez que esté aquí, contigo, siento paz. Y a donde vaya, tus palabras siempre serán mi guía. No voy a defraudarte, lo juro.

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En la Actualidad

Los Ángeles

En la sala que había servido de escondite para la mayoría de ellos en las últimas 24 horas, reinaba un sentimiento de desconsuelo y tristeza. Mientras esperaban para ser transportados a Atlantis, ninguno se atrevió a hablar frente a las dos camillas que tenían los cuerpos de los héroes caídos. Habían logrado en parte el cometido, pero no era un éxito, ganaron, pero perdieron más de lo que cualquiera de ellos podía aceptar.

Shayera llevó a un debilitado J’onn a la sala. Las profundas y dolorosas sensaciones que transmitían cada uno de sus compañeros, le eran un peso difícil de llevar, pero ante la desgracia acontecida, era normal.

La mujer miró con tristeza las sábanas blancas que cubrían los cuerpos. Luego, giró su vista hacia su compañero quien, desde su regreso, no había pronunciado palabra alguna. Fue hacia él, y con suavidad puso la mano en su hombro, esperando alguna reacción, pero fue inútil. John estaba perdido en sus pensamientos, ahogado en los recuerdos que lo atormentaban, “¿Qué hicimos mal? ¿Cómo pude permitir que esto pasara?” Y mientras la culpa lo carcomía, repasaba cada hecho, cada acción, para poder discernir cuál fue su error.

Once horas antes

Desde la habitación de un motel, a unas cuadras del Centro de Detención, pero con una ventana directa al edificio, John Stewart observaba con binoculares, mientras se comunicaba con Wally por el comunicador. Con el Linterna, se encontraba Mari McCabe, alias Vixen, que daba vueltas, observando cada detalle del cuarto.

-Wally, ¿Cómo está tu sector? -le pregunta el moreno.

-Todo tranquilo en el ala sur. Preparados para entrar según el plan –le responde, acompañado por Zatanna, Aqualad y Balack, en la azotea de un edificio abandonado.

El Centro de Detención estaba en un sector de Chicago, formado por viejos edificios, callejones oscuros y poco transitados. Un sitio no tan lejos de la zona central e ideal para tener detenidos a un grupo de metahumanos sin ser muy visibles ante los civiles.

-Bien, aún quedan 15 minutos, hagámoslo bien -le responde John que, con un suspiro, veía por cuarta vez su reloj en la última media hora.

Vixen miró a su ex y sonrió ante la ironía, -Curioso John: nunca nos encontramos en un motel cuando estábamos juntos.

John no la vuelve a ver, pero una mueca divertida se escapa de su rostro.

- ¿Ya llegaron los refuerzos? -pregunta Wally desde el comunicador.

En ese momento, tocan la puerta de la habitación y Vixen va a abrir. –Ya están aquí -le responde John.

Al abrir, la morena levantando una ceja, saluda a la pareja que se unía a ellos. -Se tardaron –les dice.

-Las distancias se han hecho largas desde que no hay tele transportación -le responde Dinah con una sonrisa. Con ella, estaba Steve Trevor. Aunque Dinah intentaba verse tranquila, su rostro mostraba las marcas de la angustia de las últimas horas, y el mismo Trevor, que no tenía muchos deseos de conversar, estaba ansioso por entrar y rescatar a Diana. Poco le importaba su cargo en un gobierno que le había dado la espalda a sus héroes. Ahora, su única preocupación era la amazona.

Los ocho estaban con trajes negros, capuchas y guantes. Por ningún motivo podían ser reconocidos. El amuleto de Vixen, la varita de Zatanna y el anillo de John estaban cuidadosamente cubiertos por sus prendas.

-¿Zatanna ya se encargó de protegerlos, chico? -pregunta John por el comunicador.

-Sí, estamos listos.

-Dile que venga con nosotros, Lance y Trevor están aquí.

-¿Protegernos? -pregunta Dinah sin entender. Mari hizo un gesto despreocupado, -Verás cuando Zatanna se nos una.

La hechicera se materializó frente a ellos, causando que Trevor se sorprendiera. Vestida d ela misma forma que sus compañeros, con un moño que recogía su larga melena negra y sin maquillaje. Solo resaltaba el profundo color azul de sus ojos.  -Empecemos -les dice, mientras levanta su varita, que empieza a brillar.

Conforme los equipos de Stewart y West se preparaban para ingresar al edificio, los otros dos equipos empezaban a movilizarse.

A varios metros bajo el concreto, Jason caminaba por las cloacas, seguido por un incómodo Roy.

-Dime otra vez, ¡¿por qué demonios tengo que arruinar mis botas yendo por la alcantarilla?! Además, este lugar apesta a Diablos –se quejaba el arquero de mala gana mientras caminaba detrás de Jason.

Jason se vuelve a Roy molesto, -¡Ya deja de quejarte por todo, Harper! Es la forma más sencilla de entrar sin ser detectados -le reclama este, con una linterna en una mano y el celular en la otra.

En la casa del lago, Dick suspiraba molesto -Ey chicos, guarden silencio y concéntrense. Veinte metros más adelante hay un cruce de tuberías, viren a la izquierda, ahí encontrarán el conducto que viene del sótano. –les dice Dick por el teléfono, mientras revisa los planos del alcantarillado en internet. De reojo, Dick observó a Dan Foster entrando en la sala, y luego de saludar a Alfred, se encaminó a la habitación de Bruce.

Roy brinca al sentir que algo rosa la pierna. Un enorme roedor cruza frente a él y sube por la pared, uniéndose con otros. El castaño arruga el rostro, -La tecnología Wayne es excelente para que llegue señal a este nido de ratas… y no exagero –habla Roy al ver los grotescos animales a su alrededor.

- ¡Deja de llorar, Roy! ¿Ahora le tienes miedo a unos ratoncitos?

-¿¡Ratoncitos?! ¡Son del tamaño de un mapache, Grayson! Además, Jay, ¿vas a dejar que tu hermanito me agreda así?

- ¡Cállate Roy, o yo te haré llorar en serio como niña! –le responde el menor, ya sin mucha paciencia.

El castaño suspiró, en medio de una sonrisa, -Al menos los dos hermanitos Wayne ya se están llevando mejor. Cuando esto termine, los veré dándose un abrazo, saliendo a tomarse unos tragos y…

-¡¡Cierra la boca, Harper!! –ambos le dicen al unísono.

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Mientras los ex miembros de la Liga planeaban atacar de frente, y la pareja de Rojo por debajo, el equipo de Conner se preparaba, disperso, en sus respectivas posiciones.

El equipo se había designado nombres clave, y se comunicaban por un dispositivo en su vestimenta. A unas tres cuadras del Centro de Detención, Tim estaba sentado en el suelo de la camioneta, con la laptop en sus piernas. Había entrado al sistema de seguridad del Centro, que tenía cámaras en las calles alrededor del edificio. Además, tenía control de las comunicaciones externas del edificio, y las mismas cámaras dentro del Centro, convirtiéndose en ojos y oídos del equipo.

Conner esperaba con Artemisa en la azotea de un edificio, a un kilómetro del Centro, mientras que Rose esperaba en una alcantarilla que tenía salida en la calle, exactamente en un alto.

-¿En cuánto Ave 4? –dice Conner por el comunicador con un poco de ansiedad.

Tim observó uno de los vehículos de la Brigada acercándose. -A partir de ahora, en 30 segundos estará en su posición.

-Bien, preparados –les hace la señal el líder.

El vehículo que llevaba más prisioneros se acercaba rápidamente al cruce donde los esperaban los chicos. En el momento que hizo el alto, Conner bajó con cuidado desde el edificio hasta el techo del vehículo, llevando a Artemisa en brazos. Con rapidez, Ravager al ver el vehículo pasar por encima, se adhirió con un dispositivo en la panza del camióny se quedó inmóvil.

-Estoy en movimiento ya chicos –confirma Rose.

Artemisa y Conner se recostaron sobre el techo. Y el vehículo arrancó.

-Bien, en el momento que les avise, Ave 1 y Ave 2 pasan a la derecha del vehículo, se quedan ahí unos segundos para no salir en la cámara, y luego suben de nuevo.

-Se oye tan fácil cuando él lo dice –suspira Artemisa.

La camioneta llega a un par de metros del portón que separa la calle con la propiedad.

-¡Ahora! –les hace la indicación Tim.

De inmediato, Artemisa y Conner se sostienen con una mano, colgando al lado derecho.

Al moverse el vehículo, vuelven a su lugar, ocultándose de las cámaras.

-Bien, obstáculo #1 superado. -les dice Tim aliviado.

-Ave 4, ¿tienes las comunicaciones vigiladas?

-Están cubiertas.

-Bien, recuerden. Entramos, vamos por el paquete y salimos. Nada de hacernos los héroes.

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Dick se sentía incómodo al dejarlos ir solos a Roy y Jason. Pero se sentía impotente. Temía dejar a Alfred, más con las noticias que le había llegado minutos antes. Y la presencia de Foster le daba mala espina, aunque intentaba no expresarlo para evitar preocupar a un Alfred, que con todo lo que sucedía en las últimas semanas, se veía decaído. Realmente le empezaba a preocupar la salud de su amigo.

-No hagan nada temerario, muchachos. Solo entran por Oliver y Vic, y salen de ahí –les indica Dick.

Jason sonríe y responde en forma sarcástica, -Como digas mami.

-Jason, es en serio. Están solos contra quien sabe cuántos de la Brigada. Wally me dijo que tienen armamento para los más fuertes de la Liga, no es un juego.

El solo mencionar su nombre, hizo que el alter ego de Nightwing sintiera opresión en su pecho, ya que su última llamada con Wally se había cortado estrepitosamente hacía seis horas, y desde entonces, no habían tenido más comunicación.

Al llegar al conducto, Roy limpio un poco sus botas y se dirigió a Dick, -Descuida Dicky, me encargaré que a tu hermanito no le pase nada.

-Bueno, idiotas, ya cállense. Dick, nos hablamos -interrumpe Jason, al prepararse para subir.

-Bien, suerte.

El más joven del dúo apaga el celular y empieza a subir, seguido por Roy. Al llegar a una parrilla de hierro, Roy utilizó una de sus flechas para deshacerse las uniones y dejar libre la entrada. Después de un par de minutos, ambos entraron.

Llegaron hasta una puerta de metal, y luego de unos segundos, entraron al sótano, que estaba lleno de cajas y viejos artefactos, con telarañas y bichos que buscaba desaparecer al ver la luz de la linterna de Jason.

Roy y Jason se inclinaron en el suelo, y empezaron a prepararse. Roy llevaba un traje recién comprado, muy diferente a su uniforme habitual. Negro y de cuero, con una chaqueta que llevaba capucha. De un maletín, sacó su arco y varios juegos de flechas, que colocó en su espalda. Jason por su parte, iba completamente de negro, con varias armas y proyectiles, así como un largo machete en su espalda.

De la mochila de Roy, Jason sacó su antiguo casco rojo y lo observó. Dick se lo había mandado la noche del secuestro de Gordon con Roy, quien se lo entregó al verlo, pero Todd desistió en usarlo. Ahora era diferente. –No pensé que volvería a usarlo alguna vez.

-¿Estás seguro? ¿Quieres que sepan que Red Hood vive? Si te atrapan…

Jason gruñó, -No me importa si saben que vivo -le responde cabizbajo.

El mayor se preocupa, -Jay, dime que no piensas que esta será una misión sin retorno.

Jason suspira, -Ya la he librado muchas veces, Harper, y he cometido error tras error con las oportunidades que he tenido. Al menos quiero hacer algo bueno con este puto casco. Si puedo ayudarte a salvar a Quinn y a cualquier otro que esté aquí encerrado, me doy por bien satisfecho. Pero no te angusties viejo, no está entre mis planes morir esta noche -sentenció.

Roy lo mira. No era ni la sombra de aquel chico que lo encandiló uno años atrás, por quien lloró por tanto tiempo, ni siquiera era el mismo que había encontrado nuevamente en aquel callejón de Gótica un tiempo atrás. Algo en él había cambiado. Su amado Jay encontró algo porque luchar.

Se acerca y acaricia su rostro con cariño. -Espero que no. No soportaría perderte otra vez Jay.

Aproxima sus labios y lo besa en forma tierna, esperando algún golpe, queja o madrazo, pero para su sorpresa, Jason le corresponde de la misma forma. Al separarse ambos sonríen.

-Bien, es momento de provocar un poco de caos aquí -le dice Jason mientras se pone su casco.

-Te sigo, viejo.

Ambos, con armas en mano, suben las escaleras hasta el primer piso y empiezan la misión.

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Mientras todo ese movimiento iniciaba, Zatanna usaba su magia con el equipo de Stewart. -Bien, he puesto una barrera mágica a sus mentes. No habrá forma que Psimon los pueda manipular ni sacarles información. A Oliver y Pregunta también se los hechicé antes de dejarlos en la capilla, así que pueden estar tranquilos. -dice, haciendo que Dinah sienta un poco de calma.

-Bien, regreso con mi equipo, suerte chicos -les dice Zatanna, quien se desvanece y regresa con Flash, Aqualad y Balack. El clon se colocaba la capucha negra, para cubrir su identidad. Flash se acercó, sin quitarle la vista, - ¿Estás seguro de esto? No creo que te hayas recuperado por completo de tu enfrentamiento con Joker.

-Es mi deber, West. -le dice con seguridad. -No puedo cruzarme de brazos mientras esto siga. Además, ustedes me ayudaron a detener a Darkseid, ahora me corresponde retribuirles el favor.

El joven asiente, sorprendido por lo mucho que Balack le recordaba a Bruce. Pensar en el Murciélago le molesto. No sabía si podría perdonarle por lo que sucedió con Superman. No era que lo detestaba, pero ¿confiar? Eso era algo que no podría hacer fácilmente.

Wally activa su comunicador y se dirige a John. -Estamos listos.

John abrió en la mesa el mapa que Trevor había conseguido del edificio gracias a sus contactos. Activó su comunicador, haciendo que los ocho escucharan sus indicaciones. -Bien, equipo 2, su objetivo los pisos 10 al 13, con las familias.  Nosotros, el piso 14 hacia arriba. Encontremos a nuestros muchachos y salimos. Dos minutos, contando desde ahora.

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Simultáneamente, en la casa del lago, Dan llevaba al menos una hora hablando con Bruce. Alfred se sentía nervioso, por alguna razón la expresión en el rostro del abogado lo tenía angustiado. Después de hablar con Jason y Roy, Dick fue a la sala y se sentó junto a Alfred. - ¿Aún sigue ahí?

-Así es, y no tengo idea de lo que puede estar conversando con él -le responde Alfred ansioso.

Dick intenta no tomarle importancia, -Debe ser algún asunto relacionado con la empresa.

Alfred no estaba muy seguro de eso. Observaba el teléfono varias veces y suspiraba, al esperar al menos una llamada de Tim o de Jason. El no saber nada de ellos, lo inquietaba tanto como la misma condición de Bruce y ahora la extraña visita de Dan.

Luego de unos minutos, Dan va hacia la sala, - ¿Podrían acompañarme por favor?

Ambos hombres, sin entender que pasaba, obedecieron. Bruce estaba sentado en el respaldar de la cama, con una expresión sería, fría.

Alfred tomó asiento en la silla junto a la cama. Dan acercó otra silla y se colocó junto al anciano, mientras Dick se mantuvo de pie, inquieto.

- ¿Qué sucede? -pregunta el más joven.

-Dan, explícales tu -le pide Bruce, ya que no estaba de humor para hablar con Dick.

El rubio se recostó en su silla e inició, -Hace un par de horas me llegó un mensaje de un tal RR, informándome que la Brigada iba a Industrias Wayne. Cuando llame, la secretaria de Fox me confirmó que estaban reunidos con Lucius, y que había alcanzado a escuchar que exigían la presencia de Bruce Wayne para “preguntas de rigor”. Fui de inmediato, pero cuando llegué, ya se lo habían llevado detenido. Me comuniqué a su casa, y me informó la empleada que en la tarde se habían llevado a la señora Fox y su hijo.

Dick gruñe al escucharlo, - ¿Cómo han podido llegar a ti Bruce? No entiendo.

-Lo han hecho de la misma forma que han llegado a los demás, supongo -le interrumpe Dan. -He hablado con varios abogados, tenemos una lista de al menos 12 familias desaparecidas.

-He monitoreado la prensa -le responde Dick-, no he visto…

-Dan me contó lo que pasó en el funeral de Helena, Dick. -le interrumpe Bruce-. Sé que tienen a Arrow y Pregunta -le dice molesto al sentirse engañado. Dick baja la mirada, consciente que le había ocultado información.

-¿Creen que den con esta casa? -cuestiona Alfred.

-No lo creo -responde Dan mientras posa su mano en su pierna para calmarlo. -Hice arreglos para que esta propiedad no figurara a mi nombre, en caso de ser yo vinculado también. Pueden estar tranquilos por ese lado.

-Y ningún miembro de la Liga conoce la identidad de Dan, yo me encargué de protegerlo todo este tiempo -responde Bruce, mientras se endereza un poco más. -Ahora, hay muchas cosas en riesgo, más que nuestra propia seguridad, -prosigue con un tono preocupado. -Si Bruce Wayne cae, la empresa y miles de familias que dependen de ella serán afectados, así como los proyectos sociales en los que he invertido capital. Además… mmm… si indagan un poco más… sabrán que Industrias Wayne sostuvo económicamente por años las operaciones de la Liga, y tarde o temprano… también llegarán a los inversionistas anónimos que también colaboraron.

-Como pueden ver -prosigue Dan -, esto es una bola de nieve que se hace cada vez más grande.

A pesar que sus ojos estaban sin luz, su expresión decidida hizo que estos adquirieran un poco de vida por unos instantes. -Hay que actuar, ahora. Debemos desviar la atención que hasta ahora ha sido hacia la Liga y centrarla en Wells. La opinión pública… puede generar presión a nuestro favor.

- Pero, ¿cómo Bruce? -pregunta Dick sin entender.

El millonario pensó por unos segundos, y decidido que era la única opción, dio indicaciones a cada uno de lo que debía hacerse.

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En Metrópolis las calles estaban vacías, lo cual era extraño. Pero desde la “muerte” de Superman y la persecución a los miembros de la Liga, el crimen había aumentado. La ciudad amada por el Hombre de Acero se había convertido en tierra de nadie por las noches, y los negocios de todos los tipos empezaban a resentirlo en su economía. Pero el Daily Planet se mantenía activo, con las prensas en funcionamiento para publicar a primera hora mañana. Uno de los últimos de irse en la noche y el primero en llegar, era siempre Perry White, Editor en Jefe. Pero esa noche el viejo periodista deseaba mejor haberse ido un poco más temprano.

-¡No Lois! ¡No insistas! -levanta la voz Perry.

En la oficina, solo quedaban ellos dos. Jimmy, al ver a su compañera llegar después de algunos ideas de ausencia, se quedó esperando. Llevaban más de una hora discutiendo. El piso estaba vacío y solo se escuchaban sus voces.

-¡No puedo creer que tomes esa postura tan floja, Perry! No entiendo, ¿desde cuándo el Planet es tan débil ante los políticos? -le responde la castaña molesta.

-Desde que un político en particular dirige un grupo armado que ha desaparecido familias enteras con el beneplácito del Senado y el Gabinete, Lois.

-Entonces, ¿vamos a permitir que esto prosiga? Te digo que tengo pruebas suficientes para vincularlo…

-¡No son pruebas, Lois! ¡Estás especulando, gracias a dos correos anónimos que te llegaron!

-¡Oh, vamos Perry, búscate otra excusa! Este es en diario de investigación, nos movemos gracias nuestras fuentes anónimas ¿Y qué pasa con los grandes casos que se han publicado donde el nombre de la fuente no figura? El caso Watergate, por ejemplo. ¿O quieres que te recuerde como me gané mis Pulitzer?  ¡Ni siquiera estás dándome tiempo de llevarla al proceso de verificación! ¡Solo te niegas por miedo a las repercusiones!

-No me des una clase de historia, Lois, además ¿no te parece poco lo que está sucediendo? Lo peor, estás arriesgándote a ser un blanco también. Entiende, te quiero proteger.

-¡No te pedí que me protegieras, Perry!

Kara sale del ascensor, y escucha la voz de Lois. Camina por la sala y se encuentra al pelirrojo, sentado en un escritorio. Ella se aproxima y sonríe al ver el nombre Clark Kent grabado en el rótulo del escritorio. Jimmy la vuelve a ver y salta nerviosamente.

-Emmm… hola, soy… Jimmy… Ammm… -empieza a tartamudear nerviosamente, pero sin quitar la vista de aquella chica rubia, vestida como universitaria y con gafas que cubrían unos profundos ojos azules. Algo en ella se le hacía muy familiar, pero, no entendía como podría haber olvidado a una chica tan hermosa.

-Hola, Kara Danvers. Estoy buscando a Lois.

-Emmm… pues -le intenta decir mientras señala la oficina, pero nuevamente la voz de la reportera se escucha.

-Entonces, ¿esa será la posición del Planet? ¿Permitir que enloden la memoria de Superman, mientras un grupo estilo nazi atenta contra los derechos de decenas de familias norteamericanas?-Escucha, Lois, no soy el enemigo, no me antagonices.

-No, pero estas siendo un cobarde, Perry. Estoy… decepcionada -le dice mientras revisa una notificación del móvil, y arruga el ceño a ver de quien se trata.

El anciano suspira derrotado, -Lo lamento Lois, pero es mi última palabra.

La mujer respira profundo y lo mira decidida, -Entonces no me dejas otra opción. Renunció al Daily Planet. -Le responde mientras guarda su móvil, da media vuelta y va hacia la puerta.

-Lois, no seas impulsiva. Si sales por esa puerta, no podré hacer nada por ti. Ya Superman no está para protegerte cuando las cosas salgan mal. Escucha, hicimos grandes cosas aquí, por veinte años. No eches abajo todo por un arrebato. Superman no querría eso.

La mujer se detiene por unos segundos y lo vuelve a ver. -No uses esa carta emocional para chantajearme, Perry. Te aseguro que él no habría aceptado que nos quedáramos callados mientras otros sufren solo Dios sabe que atrocidades. Lo lamento, Perry, pero no daré marcha atrás. Cuídate -le dice con la voz afectada, pero sin titubear sale de la oficina.

Kara y Jimmy se quedan en silencio mientras la mujer va hacia a ellos. -Bien, es todo. Necesitaremos otra forma de publicar lo que hemos encontrado, porque es claro que el Planet no lo hará.

-Creo tener una idea -le dice Kara -Te lo diré en el camino.

La reportera vuelve a ver a Jimmy y con cariño le pone su mano en el hombro, -Cuida del viejo, ¿de acuerdo, Olsen?

Jimmy se queda en silencio, mientras ve a Lois y Kara alejarse. Va a toda velocidad y abre la puerta de Perry, que estaba sentado, con la mirada perdida, y grita -¡Renuncio!

Ambas mujeres vuelven a ver a Jimmy, al igual que Perry, que lo mira boquiabierto. Jimmy tose un poco, nervioso, -Yo… lamento… es que… debo hacerlo señor. Es mi compañera.

Perry sonríe, -Haces bien. Solo… cuídate, Jimmy -le dice, siendo esta la primera vez que lo llamaba por su nombre. El chico asiente y cierra la puerta. Va hacia Lois y Kara que lo ven sorprendidas.

-Supongo que necesitarás un fotógrafo Lois.

La reportera le da un manotazo en el hombro, -¡Eres un tonto, Jimmy!

El chico se queja, mientras Kara sonríe, -No puedes negar que es dramático.

-Ni que lo dudes -le responde Lois. -Bien, seremos nosotros tres entonces.

-¿Por qué no llamamos al señor Kent -le dice Jimmy -Estoy seguro que nos ayudaría también.

-Clark no puede, Jimmy. Está… indispuesto -le dice Lois.

El chico suspira, -Ya veo.

-No te preocupes Jimmy -le sonríe Kara, mientras lo toma del brazo con cariño, haciendo que el pelirrojo sienta un escalofrío recorriendo por su cuerpo con solo su tacto. -En algún momento el señor Kent se reunirá con nosotros, estoy segura.

-Bien andando, y ve explicándome tu plan de camino a DC, Kara.

-¿A DC?

-Sí, Jimmy. Nuestro informante me mandó un mensaje. Wells hará público las identidades de los supuestos miembros de la Liga a primera hora mañana. Así que debemos buscar la forma de informar a todos lo que sabemos antes.

Jimmy vuelve a ver su reloj, -Eso nos deja un margen de al menos 8 horas, ¿podremos hacerlo?

 -Lo haremos -le insiste Lois- de una forma o de otra, pero esa lista no puede ser publicada.

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Dick acompañó a Dan a la puerta después de terminar de hablar con Bruce. Alfred se había salido de la habitación disgustado. De todos los planes que Bruce había planteado, este era el primero que consideraba descabellado. Causando sorpresa tanto en Bruce como en Dick, el mayor le insistió que cambiara de opinión. Hizo un listado de las posibles situaciones que podrían ocurrir y en los que él sería afectado, pero Bruce se negó. Asombrado el ex pupilo de Bruce vio a Alfred discutir por primera vez con su “señor”, en forma airada, sin importarle que Dan y Dick estaban presentes. Ambos no se involucraron en la discusión, la cual terminó cuando Bruce simplemente dijo que no estaba obligado a participar e incluso a quedarse con él.

Alfred no insistió y se fue visiblemente afectado sin decir más nada a ninguno.

Al llegar al auto, Dick se volteó a Dan, inquieto. -Ese mensaje, ¿por qué confían tanto en él? No sabemos su origen, puede ser un enemigo.

´Dan saca su celular, -Podría serlo, pero al leer el contenido del mensaje entenderás porque es necesario que tomemos en serio cualquier mensaje que el tal RR nos mande.

De inmediato le enseña la pantalla a Dick, que queda desconcertado al leer, “La Brigada va hacia Industria Wayne. El Murciélago está en riesgo. Comunícate con Fox.”

Dick no supo que decir, pero entendió la premura de Bruce. Un desconocido sabía no solo los movimientos de la Brigada, estaba también consciente de la identidad secreta de Batman y eso era suficiente razón para tomar acción. Sin embargo que Bruce se arriesgara ahora no lo convencía del todo, y decidió actuar.

 

En Smallville, Clark veía las noticias con fastidio. No podía dormir, le era imposible. Veía con atención el resumen del día. Las imágenes del arresto de Oliver y Vic fueron la primera noticia, así como otros arrestos alrededor de cuatro estados. Odiaba ser testigo de todo eso y no poder hacer nada. La culpa era demasiado pesada, y sentía desesperación.

En ese instante, escuchó el teléfono sonar. Al ver que era un número privado, no respondió, recordando la advertencia de Lois. Después que dejó de sonar, subió el volumen de la televisión, pero nuevamente el celular repicó. Esta vez Clark respondió, inquieto, pensando que podía ser algo grave.

-¿Sí? -pregunta con indecisión.

-Es bueno escucharte. Te necesitamos.

La voz de Dick lo hizo palidecer. Se puso de pie de inmediato, -¿Algo le pasó a Bruce?

-Aún no, pero podría pasarle, y tal vez tu puedes convencerlo.

Escuchó por un par de minutos al más joven, y luego emprendió vuelo hacia Gótica.

 

Entre tanto, Bruce estaba en su cama cansado. Tenía puesto una vía con el tratamiento de Alcor. Conforme pasaban los días y seguía recibiéndolo, se sentía cada vez más débil. Esa era una de las consecuencias del tratamiento. El anciano se los había explicado: ese suero atacaba directamente al tumor, haciéndole que perdiera fuerza y tamaño, pero al mismo tiempo, debilitaba al paciente, así que el receptor debía tener una buena condición física para que su corazón pudiese tolerarlo. Era un riesgo, pero al mismo tiempo, la única salida para Bruce. En su cuerpo se libraba una encarnecida batalla, por un lado, el tumor que se aferraba a su cuerpo como parásito, y por otro, el suero, que era para Bruce, salvador y verdugo a la vez.

Sus ojos empezaron a cerrarse, pero una suave brisa que entró por la ventana y que rosó su piel hizo que estuviera alerta. Aunque solo podía ver sombras, conocía esos pasos a la perfección. Un cuerpo se dejó caer sobre la cama. Bruce suspiró, -Te dije que tenías que quedarte oculto, no sobrevolando un lugar del país al otro.

Clark arrugó la frente, -¿Qué estás planeando hacer, Bruce?

El mayor gruñó molesto, -¿Quién te llamó? ¿Dick o Alfred?

-Bruce, por Dios, no puedes ponerte en peligro, no ahora. ¿No te has visto en un espejo?

-¿Tan feo estoy? -le dice con media sonrisa en su rostro.

Clark suspiró agotado, -Por Dios, no bromees con esto Bruce Wayne. En tu estado actual, no durarías mucho en una celda. Me prometiste que te cuidarías.

Aunque en otro momento lo hubiese mandado al Diablo en forma arrogante, no quería, o simplemente no podía. -Entiende Clark, de mi depende que civiles inocentes no paguen injustamente. Debo protegerlos.

-¡No tienes que!

-¡Por supuesto que sí! Porque…

-¿Por qué eres Batman? No me salgas con eso ahora Bruce, que no es un chiste. Eres más que el hombre con la máscara, si algo te pasa…

-No me pasará nada -le intenta decir Bruce tratando de restarle importancia.

-¿Lo puedes asegurar? -le pregunta con angustia su pareja. -En estos momentos, no podemos especular si tu salud está en riesgo.

Bruce entonces cambia su tono, -Es una decisión tomada Clark -le dice con seriedad -Haré lo necesario para proteger a los civiles involucrados con nosotros -termina ya agotado.

El kriptoniano gruñe molesto al saber que su terca pareja no haría caso, -Bien. Al menos, me aseguraré que no vayas solo.

-Tú no puedes…

-No me refiero a eso, ahora, cuéntame con detalle tu plan. Buscaremos juntos la forma de que no salgas perjudicado por esto.

 

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La entrada del “Equipo Red”, Jason y Roy, no pasó inadvertida mucho tiempo. Ambos estaban enfrentando a miembros de la Brigada en el tercer piso. Mientras Tim rápidamente hackeaba las cámaras del primero para que Conner, Artemisa y Ravager subieran sin ser detectados, conforme la pareja de rojo hacía de la suyas.

-Se supone… que esto iba a… ser sencillo -dice Roy mientras pelea cuerpo a cuerpo con tres de la brigada. Usando sus flechas como armas, las hundía en sus cuerpos, y con ágiles movimientos aprendidos después de muchos años, enfrentaba a los muy armados, pero torpes miembros de la Brigada, que eran lentos en comparación con los muchachos.

Jason liquidaba con certeros disparos a quienes se aproximaban, pero rápidamente se quedaba sin municiones.

-¡Hay que moverse Harper! -le grita mientras van retrocediendo hacia la salida.

-Como digas, Jay -le responde el otro, mientras lanza una flecha que impacta en la vía de aire y el vapor cae sobre sus rivales, cegándolos por unos segundos. Ambos corren varios metros hasta encontrarse con otro grupo. -Bien, vamos de nuevo -exclama Harper, mientras apunta a sus rivales.

 

Entre tanto, Tim no perdía detalle de las cámaras. Había estudiado los movimientos de los guardas cerca de unas dos horas. Sabía en qué momento su equipo tenía que bajarse del camión para no ser sorprendidos. Al estacionarse en el garaje, varios agentes de la Brigada, completamente armados, fueron a la puerta de atrás. El conductor y su copiloto abrieron la puerta. Tim observó quienes bajaban. Era una familia, dos niños no mayores de 5 años, una mujer y un hombre, a quien reconoció inmediatamente. -Chicos, llevan a Rex Mason y su familia.

-¿Rex Mason? -pregunta Artemisa.

-Metamorfo, antiguo miembro de la Liga -responde Tim. El chico ve con ira como los hombres separan a Mason de su esposa e hijos. Él trata de resistirse, pero los hombres amenazan a la mujer y los niños. Cuando se calma, le impactan con un rayo, haciendo que este pierda el sentido en medio de las lágrimas de su familia. Los chicos se quedan inmóviles, impotentes al no poder hacer nada en ese momento.

-Parece que encontraremos más víctimas que salvar -dice Tim por el comunicador.

-Ave 4, revisa las cámaras de todo el edificio. Quiero que estés alerta de cualquier movimiento -le ordena Conner.

-Entendido. Otra cosa, revisando las imágenes, vi armamento potencialmente peligroso en los primeros 9 pisos.

-¿Estás seguro?

-Por completo Ave 1.

Conner se frota la barbilla, -Bien, procederemos al plan Eliminación. Ave 4, pendiente de que suceda, recuerda lo que hablamos.

-Como digas.

En ese momento, se escucha una alarma, y los agentes se encaminan al ascensor. -¿Qué sucede Ave 4? -pregunta Conner, sin mover un músculo.

-No tengo idea.

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A varios pisos arriba, en una de las celdas de contención, se escucha una risa que, para los que estaban encerrados, era muy conocida. Y a pesar del momento de angustia, escucharlo al menos, les daba un poco de tranquilidad, y porque no, algo de buen humor. En la celda 33, Psimon se rendía finalmente. Oliver estaba encadenado a la pared, golpeado, pero risueño

- ¿Qué pasa viejo? -le dice el arquero con una sonrisa. - ¿Ya te cansaste? Solo llevas, ¿qué? ¿Tres horas tratando de entrar en mi cabeza?

La criatura con ira, se acerca y lo golpea. El rubio escupe un poco de su sangre, sin inmutarse. -Oh, ¿me quieres sacar por la fuerza lo que tu poderoso control mental no pudo?

 

En una sala a un piso más arriba, un grupo de tres observaba con atención la interrogación. Savage, en la cabecera de la mesa, se sentía frustrado. -Ese imbecil.

Al lado suyo, cargando un gato oscuro y huesudo en sus brazos, estaba un joven con un aspecto sombrío que sonreía jocoso, -Ese mísero hombre está burlándose de “el gran psíquico” que has conseguido.

-No entiendo, con Jordan y la mujer pudo obtener toda la información, pero a esos dos míseros hombres no les ha podido ni sacar una palabra -gruñe Savage mientras se pone de pie ansioso.

Frente a él, Deathstroke afinaba su navaja sin prestar mucha atención a la pantalla, -Si lo desea puedo ir y sacarle la información a la fuerza.

-Amo Savage -le habla el joven -si usted lo aprueba puedo encargarme de uno de ellos, con mi magia haré que pesadillas terribles lo hagan flaquear. Es más efectivo que usar técnicas tan… medievales -termina mientras ve con desprecio a Deathstroke quien de inmediato vuelve a ver.

-¿Deseas experimentar como mis técnicas medievales te pueden hacer gritar como criatura, Klarion?

El chico sonríe malicioso, -No podrías si quiera acercarte dos pasos sin que te destruya.

-¡Suficiente! -ordena Savage-. No quiero peleas. Los elegí a ustedes porque son lo mejor en sus respectivas áreas, no me hagan arrepentirme.

Klarion bufeo ante el comentario, -¿Los mejores? ¿Consideras a Psimon muy hábil en este momento? -le indica mientras ve al psíquico golpeando a Oliver.

Savage mira la pantalla hastiado, -De ese inútil me encargaré yo mismo.

 

En la celda, Psimon empezó a caminar de un lado a otro angustiado. -No… no entiendo. ¡¿Por qué no puedo entrar a tu mente?! Esto… esto no es posible. No eres un telépata, lo sabría.

Oliver carcajea despreocupado -¿En serio lo sabrías? ¡Ni siquiera puedes con la mente de un simple mortal de Star City!  Viejo, te sugiero que te tomes un descanso, tu cerebro se ve algo hinchado, te puede dar un colapso.

-Psimon, ven a la sala de inmediato -la voz de Savage se escucha por el altavoz, haciendo que Psimon brinque. Oliver ríe, -Ve, te llaman perrito faldero.

El metahumano se va enfurecido. Oliver suspira, mientras chupa una gota de sangre que corría por su labio. A pesar de su rostro, que mantenía de buena expresión, se sentía como en el infierno: le dolía el pecho al respirar, lo que le hizo suponer que le habían roto al menos una costilla, tenía una fea herida en la cabeza y sus muñecas estaban casi a punto de sangrar por la presión de las cadenas. Pero no estaba dispuesto a rendirse.

Recordó con nostalgia a sus amigos caídos. El Big Boy, como le solía decir con cariño, porque eso era, un niño grande, con fuerza sobrehumana, pero con un corazón frágil, el más humano que jamás conoció. No fue su íntimo amigo, pero vaya que no era alguien que pasara inadvertido a cualquiera que lo conociera. “¿Cómo pudiste ocultar tu identidad, en ese ridículo disfraz de reportero tímido, un no-nadie?”, pensó sonriendo por la ironía. “¿Cómo te fuimos a perder así, Clark?”. Sonrió al recordar la inocente expresión de Clark cada vez que Bruce le respondía tajante. “Y pensar que esos dos se amaban de esa forma”. Todo había sido tan rápido, que no había visto a Bruce desde que lo había dejado en la puerta en la sala para reunirse con los Fundadores, después de llevarlo con Clark. No pudo despedirse del kriptoniano, ni había estado con su amigo, que seguro estaba pasando ahora un trago amargo, que se unía a la muy larga lista de tragedias que llevaba Bruce Wayne a cuestas, “Lamento no haber podido estar a tu lado ahora, amigo”.

Luego, recordó a Helena. Y comenzó a reír fuerte. “Si me vieras ahora, me patearías el trasero por haberme dejado atrapar tan fácil”. Y luego, sin pensarlo, empezó a cantar con entusiasmo e ignorando el dolor en su pecho, una versión de la canción de Frank Sinatra, My Way. Su fuerte voz, se escuchaba por los pasillos, causando confusión en los guardas, molestia en Psimon que aún no entraba en el ascensor y algunas sonrisas entre los héroes que estaban en los cubículos en iguales o peores condiciones que Oliver. A tres puertas de ahí, Pregunta, que también había sido interrogado por Psimon, sin éxito, escuchó a su amigo y sonrió. No era una canción cualquiera. Era la que alguna vez Helena había cantado en una fiesta que había organizado Oliver, de las pocas veces que se dio la oportunidad de bajar la guardia y divertirse, y al recordar su rostro mientras la entonaba, cantó con Oliver, con gran emoción:

Estoy, mirando atrás, y puedo ver, mi vida entera...

y sé que estoy en paz, pues la viví a mi manera.

 

Crecí sin derrochar, logré abrazar el mundo todo,

y más...mil sueños más viví a mi modo.

 

Dolor lo conocí y recibí compensaciones,

seguí sin vacilar, logré vencer las decepciones,

mi plan jamás fallo y me mostró mil y un recodos,

y más, si mucho más...viví a mi modo.

 

Esa fui yo que arremetí

hasta el azar quise perseguir,

si me oculte, si me arriesgue lo que perdí no lo llore...

porque viví, siempre viví a mi manera.

 

Amé, también sufrí y compartí

caminos largos,

perdí y rescate, mas no guarde

tiempos amargos.

 

Jamás me arrepentí si amando di todos mis sueños,

lloré y si reí fue a mi manera.

 

Me pueden decir o criticar,

si yo aprendí a renunciar,

si hay que morir y hay que pasar, nada deje sin entregar...

porque viví, siempre viví.... a mi manera...

 

Conforme las voces de Oliver y Vic se escuchaban, la alarma avisaba que el equipo Red, Jason y Roy, creaban caos en el tercer piso. Tim guiaba a su equipo, que había irrumpido ya el segundo sin ser detectados, ya que el más joven del grupo desconectaba las cámaras y sensores conforme ellos avanzaban. Los primeros seis del edificio, eran bodegas que guardaban toda clase de armamento y equipos que habían confiscado. Y en una de las bodegas, Tim observó algo que lo alertó. -Ave 1, estoy viendo las cámaras Exxo de Alcor.

-¿Cámaras Exxo?

-Son las que utilizaban para poder curar a los heridos de la Liga. Parecen que fueron confiscadas, aunque dudo mucho que la gente de Savage tenga una remota idea de lo que son. Hay que sacarlas antes de explotar el lugar.

Conner se queda pensativo. Esas cámaras eran necesarias, en caso de que alguno de ellos saliera herido. -Bien, me encargaré de eso en su momento, sigamos. ¿Verificaste que sucede con esa alarma?

-Estoy en eso -le responde el chico mientras seguía ensimismado en la pantalla. Los tres jóvenes subían por las escaleras con rapidez. Cuando Tim comprobaba que no había nadie, Superboy, Artemisa y Ravager se turnaban para entrar, dejar un explosivo y seguir subiendo. Con rapidez llegaron hasta el piso 9.

La tensión se podía sentir, mientras Tim vigilaba las cámaras, hasta que alguien llamó su atención.

-Ave 1 -dice Tim por el comunicador. -Estoy viendo a Psimon. ¿Todos llevan los dispositivos que les entregué? -les pregunta el chico al verlo salir del ascensor en el piso 18.

-¿Estás seguro que funcionarán? -pregunta Ravager.

-Sí, son creación de Batman, con ellos, ni Psimon u otro psíquico podrá controlarnos. Pero recuerden, pierden efecto si él llega a tener contacto físico con alguno, no dejen que se les acerque.

 -¿Creen que él tuvo que ver con el control mental de Superman? -cuestiona Ravager mientras se acerca a sus amigos.

-No tengo idea -responde Conner -, pero si es así, puede que sea gracias a él que saben las ubicaciones de los demás.

Al escuchar a Conner, una duda saltó en la mente de Artemisa, -Si saben de los ex miembros de la Liga, tal vez sepan ya la localización de Monte Justicia.

Esa afirmación llenó de preocupación a los cuatro, en especial a Conner. -Ave 4, comunícate con la base, comprueba su status -ordena.

De inmediato Tim intentó comunicarse a Monte Justicia, sin éxito. Lo hizo nuevamente, pero no hubo respuesta. -Ave 1, no logro comunicarme.

-¿Estás seguro? Insiste Ave 4.

El más joven volvió a intentarlo. Pasaron algunos segundos, pero no hubo respuesta. -No hay contacto, Ave 1.

-¿Cuánto falta para llegar con los reclusos?-pregunta Connor.

-Estén preparados. Hay cubículos de aislamiento en el piso 10, y guardas.

Conner y Artemisa esperaban en el piso 9 a Ravager que subía por las escaleras desde el 7. Tim revisaba las cámaras de todos los pisos, hasta que al comprobar el tercero, supo el porqué de la alarma y de inmediato se comunicó con Conner. -Hay una situación en el piso 3. Red Hood y Red Arrow están enfrentando a la Brigada -le dice con un tono de preocupación.

-¿Cómo les va? -pregunta Conner.

El joven observó como ellos estaban atrapados, y Jason parecía estar herido. Tim traga seco, -No muy bien. Necesitan apoyo -le responde.

-Esos idiotas -gruñe Conner -No podemos detener la misión.

-Déjame ir -le dice Ravager. -Ustedes dos pueden con los guardas.

Conner se queda pensativo por unos segundos. -Bien, échales una mano. Pero mantente en comunicación Rose, y no te arriesgues. Ave 4, encárgate de las cámaras de todo el edificio, ya saben que estamos aquí, así que hay que dejarlos ciegos.

-Como digas.

La castaña corre a toda velocidad hacia los chicos, mientras Artemisa y Conner estaban a punto de entrar al décimo piso.

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En el piso 18, Savage observara el movimiento en el tercer piso con desagrado, acompañado de los técnicos, Klarion y Deathstroke.  Psimon salió del ascensor y fue hacia Savage, -Me mandaste llamar seño…

No pudo terminar de hablar. Cayó al piso, después que Savage le propinara un sonoro golpe, haciendo que su acompañante sonriera

-¡Eres un inútil, Psimon! ¡Llevas horas con esos malditos! ¿Y no pudiste sacarles nada?

El pálido ser se frotó el rostro molesto, -No es mi culpa, algo debe estar protegiéndolos.

En ese momento, Ravager, vestida completamente de negro, y con sus inseparables espadas, empezó a luchar con un grupo de agentes, a unos pasillos de Jason y Roy. -Señor, otra más.

 -¡Maldición, acaben con ellos!

Al ver a la chica, el mercenario se acercó más a la pantalla, y vio a la chica azotar a sus rivales, con rápidos movimientos y con el filo de sus armas. Éste sonrió, ya que aún disfrazada, podía reconocer sus movimientos a la perfección.

En ese instante, todas las pantallas se apagaron. -¡¿Qué demonios?!

-Señor, parece que nos han hackeado -tartamudea uno de los técnicos. -El control de seguridad de todo el edificio ha sido bloqueado.

Savage quien por lo general se mostraba tranquilo, ahora estaba impaciente. -¡Hagan algo, maldición!

-Déjame a esos chicos -le dice Deathstroke. -Yo me encargaré personalmente de ellos.

-Hazlo, y rápido. Quiero sus cabezas, no me falles. Y llévate al inútil de Psimon, a ver si de algo te sirve.

-Como ordene, señor.

-¡Y ustedes! ¡Quiero encuentren la anomalía y regresen las imágenes, ahora!

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Después de varios minutos hablando y creando un plan, Bruce dejó caer su cabeza en la almohada exhausto. Clark se puso de pie, -Es hora de que me vaya… -pero antes que termine de hablar, siente la mano de Bruce tomando la suya. -Quédate un poco más, ya que estás aquí.

Clark sonríe y vuelve a sentarse a su lado. Observó con tristeza hebras del cabello de Bruce en la almohada. No le había dicho nada, pero su físico reflejaba su actual condición de salud de una forma impensable hace tan solo unas semanas. La enfermedad y la constante presión a la que se había visto sometido hacia mella en su estado, y era algo que no podía ocultar más.

Bruce se acomodó un poco hacia la izquierda y palmeó la cama. Entendiendo lo que quería, Clark se recostó a su lado con suavidad. Bruce puso su brazo en su torso y recostó su cabeza en su hombro. Era extraño verlo en una condición tan frágil, pero Clark sabía lo que en este momento necesitaba. Lo abrazó y besó su frente con dulzura, -Estoy contigo Bruce. Te prometo que todo saldrá bien con los muchachos y Alfred, me encargaré de protegerlos.

-Pero, ¿y tú? -le pregunta.

-¿Qué quieres decir?

-Eres propenso a los descuidos Clark.

-Mira quien lo dice, el hombre que piensa enfrentarse a Wells mañana.

-Clark, por favor, prométeme que no te arriesgarás por mí -le dice mientras levanta el rostro. Clark observa sus ojos, algo había diferente en ellos. -Júrame que me dejarás manejarlo, piensa en lo que te podrías arriesgar si Savage sabe que vives.

Clark sintió que sus ojos se humedecían, pero no dijo nada. Acarició su rostro y aclaró su garganta, -Está bien Bruce, te lo prometo. Ahora trata de dormir, mañana será un día agotador para ti.

Bruce dejó caer su rostro en su hombro nuevamente, y en cuestión de un minuto, logró dormirse. Clark dejó que sus lágrimas fluyeran ante la impotencia de no poder hacer nada más por él.

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En el piso 10, fue rápido el movimiento. Conner y Artemisa se encargaron de los pocos guardas en cuestión de unos minutos. Pero un zumbido hizo que ambos se pusieran a la defensiva de inmediato. Frente a ellos, el hombre más rápido del mundo, con un atuendo camuflado, diferente a su regular traje escarlata los veía sorprendido.

-Andan máscaras, pero puedo ver un mechón rubio salir por tu capucha, y no conozco muchas arqueras rubias… ¿Artemisa? -pregunta Wally aún indeciso.

-Ave 4, ¿las cámaras en el décimo siguen apagadas? -pregunta Conner.

-Las cámaras de todo el edificio.

Al escucharlo, Conner se quita la capucha, dejando su rostro al descubierto-Y no hay muchos con súper velocidad, ¿no es así, Wally?

Los otros se desenmascaran y sonríen, -¿Qué diablos hacen aquí, chicos?

-¿Vienes solo?

-No Artemisa. Somos ocho en dos equipos. El mío se está encargando de este y los otros pisos inmediatos hacia arriba que tienen a las familias, el otro lo lidera Stewart y está liberando a nuestros compañeros. Supongo que vinieron por Arrow y Pregunta.

-Supones bien. Todd y Harper también vinieron por su cuenta, pero los emboscaron, Ravager está con ellos.

Zatanna aparece frente a ellos y los ve confundidos, -¿Artemisa? ¿Superboy?

-¿Cómo vamos arriba? -se dirige a ella Wally.

-Ya transporté a los que estaban recluidos en el piso 11. Balack y Aqualad van al doceavo. Vengo por los del 10.

-¿Quiénes están con ustedes, Conner? -pregunta el velocista.

-Drake está a varias cuadras, encargándose de las cámaras. Ravager está con Todd y Harper.

Wally se rasca la cabeza, incómodo. -No podrán ellos solos con la Brigada. Zatanna, quédate con Artemisa y liberen este piso…

-Otra cosa West -le interrumpe Kent -Pusimos cargas explosivas en los pisos 3 al 6.

-¿Por qué? -le pregunta la hechicera.

Conner la ve con una actitud segura, -Es un plan de limpieza. Aquí tienen información de nosotros, más armamento que es utilizado contra los ex miembros de la Liga. Es solo por seguridad. Si es necesario, volamos el edificio. Además, Drake encontró las cámaras Exxo en una de las bodegas.

Wally suspira, -Sí, se las quitaron a Stewart cuando intentaron atraparlos. Yo iré por ellas después, las necesitaremos, pero primero hay que sacar a todos. ¿Los explosivos están programados para activarse en un tiempo específico?

-No, son activados desde afuera. Drake y yo tenemos el control. Una vez encendido, tendremos 5 minutos para salir.

Wally vuelve a ver a Zatanna, quien asintió, -Es un buen plan, pero será el último recurso, primero evacuaremos los prisioneros. Zatanna te quedas aquí con Artemisa, iré a los otros pisos y reuniré a los otros para que los saques también. Kent, ve con los chicos abajo. Los quiero fuera del edificio cuando tengamos a todos los recluidos a salvo.

-Como digas.

Los cuatro se vuelven a cubrir los rostros. Flash corre a toda velocidad pisos arriba, mientras Conner vuela en dirección contraria.

-¿Cómo van los chicos, Ave 4? -pregunta el Líder Alfa.

-Los tienen replegados cerca del ascensor. Los encontrarás al llegar.

-Mantén las cámaras de todo el edificio controladas, que solo tengas tu imagen, Drake. Esa es nuestra ventaja ahora.

El silencio que se prolongó unos segundos, preocupo a Conner. -¿Me copias, Ave 4?

-Sí, yo… es que llevo rato intentando comunicarme con la base, y aún no responden -dice Tim con preocupación.

Conner suspira, ya que también le angustiaba lo mismo. -Debemos concentrarnos en la misión ahora, Drake.

-Lo sé -suspira en respuesta, haciendo que el corazón del clon se recogiera también.

-Ellos están bien, Tim. Estoy seguro.

El escuchar su nombre en labios de Conner, hizo que Tim sonriera un poco, -Claro.

 Mientras hablaban, Conner iba pasando cerca del ascensor que llevaba a Psimon y Deathstroke, haciendo que el primero se frotara la cabeza un momento e hiciera una mueca de gusto. -Interesante -exclama.

-¿Qué sucede?

-Acabo de sentir brevemente la presencia de Superboy, y no viene solo. Parece que, además de los encapuchados, también está el Robin que mató a Superman no lejos de aquí.

El asesino sonríe, -Más que interesante, sorpresivo. Aún no he tenido el gusto de conocer al tercer Robin. Y si pudo acabar con el mismísimo Hombre de Acero, es un rival que me encantaría enfrentar eventualmente. ¿Sabes dónde está exactamente?

-Oh, sí.

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Entre tanto, Stewart y Dinah irrumpían en el piso 15, mientras Vixen y Trevor lo hacía de igual en forma en el 14. De inmediato, John contuvo a los guardias con su anillo, mientras Dinah liberaba a los presos.

-¿Cuántos Lance? -pregunta John.

-En este piso están 6, cuatro técnicos, además de Metamorfo, Fuego y Wildcat.

Al ver a su viejo amigo, John fue hacia él y lo abraza, -No sabía que te tenían Rex.

-Me acaban de traer con mi familia -le dice el cambia formas con preocupación. -Ayúdame, John. Necesito encontrarlos.

-Me comuniqué con Zatanna -les interrumpe Canario -Ya están sacando a los familiares, no te preocupes, ellos estarán a salvo, te lo garantizo.

-Gracias Dinah -le responde John. El moreno se acercó al luchador y la brasileña, ambos golpeados. La chica empezó a hablarle nerviosa. -Mi hermano… mi hermano estaba conmigo cuando nos detuvieron, ellos…

-Tranquila Fuego, un equipo se está encargando de eso.

Dinah los examinó rápidamente y suspiró, -Los técnicos están en mejores condiciones, pero Ted tiene un brazo lacerado -dice, mientras ayuda a su mentor Ted Grant, alias Wildcat a ponerse de pie.

-Eso no es problema -les dice el casi anciano, que llevaba varios moretones en su rostro. -He tenido peores golpizas en 35 años como luchador. ¿Qué necesitan?

La chica de igual forma se puso de pie, -Yo estoy bien. Aún somos parte de la Liga. Pueden contar con nosotros.

Stewart sonrió. -Bien, Fuego, Wildcat, vayan al 14 con los técnicos, y protéjanlos hasta que Zatanna pueda transportarlos. Iremos Trevor, Metamorfo, Canario y yo al 16, con suerte encontraremos a Diana ahí.

-Encontrarán más aparte de ella -les dice la más joven.

-¿Qué quieres decir Fuego?

-Escuché a los guardas hablar sobre el ex alcalde de Star City. Y podrían encontrar a otros más, ahí es donde interrogan a los prisioneros.

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Jason estaba escondido detrás de un bloque de cajas. Con rapidez, usaba un trozo de su camiseta para hacerse un torniquete en su brazo y detener el sangrado que momentos antes había fluido por una bala. Sentía gotas de sudor caer por su frente, las cuales se escondían detrás de su casco. A tres metros de él, Harper hacía lo propio para distraer a los agentes, pero se estaba quedando sin flechas. Se protegió detrás de una pared, y miró a Jason que seguía en lo suyo, sin percatarse que era observado. Roy empezó a sentir desesperación, “No debí arrastrarte aquí, qué idiota soy”, se decía con culpa. En su poder solo quedaban tres flechas, dos sencillas y una de humo. Llamó a Jason y le hizo una señal. Éste tomó su arma con la mano intacta y esperó la indicación. Harper lanzó la flecha en medio de los agentes, soltando una cortina de humo que dio tiempo a que corrieran hacia las escaleras, pero se detuvieron al escuchar gritos y gemidos que venían detrás de la puerta. Se quedaron estáticos por unos segundos, hasta que Rose salió como si nada, guardando sus espadas.

Harper sonrió al ver a la encapuchada delante suyo. -Podría reconocer esas curvas en donde fuera, Rosey -dice mientras la ve de la cabeza a la punta de los pies.

Jason lo golpea con fuerza en el hombro, haciendo que éste se queje, pero la chica no sonríe. Desenvaina sus espadas, corre, brinca, poniendo un pie en el hombro de Harper y tomando impulso, hasta llegar a los agentes que salían entre el humo y empieza a luchar con ellos. Ambos chicos observan como la más joven va ajustando cuentas con sus enemigos, -¿No te gustaría que fuéramos un trío, Todd? -le dice Harper en son de broma, mientras alista una flecha en su arco.

-Tengo que admitir que Ravager tiene estilo -le responde mientras mete más balas a su arma.

Ambos hombres van hacia Ravager, y enfrenta a los agentes. Los golpes de las espadas en los cuerpos de los agentes, el sonido de los disparos, y los gemidos de los pocos que quedan en pie se escuchaban por todo el piso, hasta que después de un par de minutos, todo termina. Ravager guarda sus espadas, mientras Harper busca flechas impactadas en los cuerpos de los agentes.

Jason suspira cansado, -Eso no fue tan difícil.

-Sí claro -le contesta Rose con sarcasmo. -Par de tontos, solo a ustedes se les ocurre venir solos.

-¿Y tú con quiénes vienes?

En ese momento, Conner llega con ellos. Flota entre los cuerpos de los hombres caídos, y mira a los tres chicos serio y con cara de pocos amigos.

Jason gruñe al verlo, pero antes que pueda hacer o decir algo, de las sombras sale Psimon, poniendo sus manos en la cabeza de Conner sin que éste tenga tiempo de reaccionar. El clon grita, mientras siente que su cerebro da tumbos. Los tres intentan socorrerlo, pero la voz grave de un viejo conocido detrás de ellos hace que paren en seco.

-Podría reconocer ese estilo de lucha en cualquier sitio, cariño. Me da gusto encontrarte.

Rose gira su vista, y con ira, vuelve a desenvainar sus espadas. -Lamento no poder decir lo mismo, papá.

Deathstroke sonríe con malicia, mientras saca una espada larga y un cuchillo ancho, -Vamos nena, enséñale a tu papi que puedes hacer.

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Zatanna transporta a otro grupo a la habitación del motel en que se habían escondido junto con Artemisa. Había al menos 23 personas amontonadas en un espacio reducido, mujeres, niños, un par de ancianos. La mujer los observó con preocupación, tres de ellos estaban heridos, y aún quedaban más por sacar. Volvió a ver a la rubia, que miraba con angustia la escena. -Artemisa, necesito que te quedes aquí.

-Pero, yo…

-Alguien tiene que estar aquí protegiéndolos. Iré por otro grupo y luego, enviaré a todos a un lugar seguro y lejos de Chicago.

La rubia se queda indecisa, -Bien, como digas. Solo… procura sacar a Oliver y mis amigos de ahí.

La hechicera sonríe y se transporta al edificio, justo al piso 14, donde esperaban Fuego Wildcat con los técnicos. La brasileña le saluda y la mujer observa inquieta, -¿No hay más?

-Solo nosotros, el equipo está por liberar a los otros dos pisos más arriba. Flash está sacando a otros más abajo.

La mujer asiente y se desvanece con todos los ex cautivos. Después de asegurarse que no quedaban más prisioneros en los pisos más abajo, Flash se reúne con el resto del equipo, que estaba por liberar a sus compañeros en el penúltimo piso. En una de las celdas, Oliver escucha golpes y gemidos, mientras sigue silbando tranquilamente. Hasta que la puerta se abre. Una mujer mucho más pequeña que él, esbelta y con un caminar decidido va a hacia él y lo comienza a liberar. El rubio sonríe, mientras no quita la vista de las piernas de la mujer, bien definidas en el traje completamente negro. La mujer, que seguía con la capucha, lo ve frente a frente, mientras que levanta sus manos y suelta los amarres de Oliver. El arquero suspira, disfrutando de su aroma, -Si quieres pasar desapercibida querida, no deberías usar ese perfume, podrían detectarte a kilómetros gracias a él.

-¿Siempre eres tan coqueto con las mujeres que salvan tu trasero? -le dice con voz fría.

-Solo si tienen lindas piernas.

Finalmente, los brazos de Oliver caen. El rubio se queja, después de estar tantas horas en esa posición. Ahora, sentía la calidad de los golpes que había recibido. Antes que sus piernas flaquearan, Dinah lo sostuvo, colando su brazo detrás de su cuello. -Vamos Ollie, te sacaré de aquí.

 

En ese instante, la atención de Tim estaba en el piso tres. Ravager, Harper y Jason hacían frente a Deathstroke, mientras que Conner, controlado por Psimon, observaba la escena sin moverse. El asesino reía, mientras los tres chicos lo enfrentaban, pero la más decidida, era Rose, que una y otra vez, con una gran rabia contenida, intentaba impactar el filo de sus espadas en el cuerpo de su progenitor.

-Vaya, cariñito, debo admitir… que has mejorado mucho tu técnica -le dice el criminal, mientras responde a sus golpes. La chica siente como su rabia aumenta y le sigue propinando golpes.

-¡Deja de bromear! -le grita Rose molesta- ¿Cómo te has rebajado, Deathstroke? ¿Ahora eres el sirviente de Savage?

-Oh, cielo, ya deberías conocerme bien. Sabes que nunca doy nada sin esperar algo a cambio -le responde mientras sus espadas chocan con fuerza.

Jason intenta impactarle en el abdomen, pero Deathstroke lo toma del brazo herido y lo golpea contra la pared, -No te metas, criatura.

Harper va hacia él con rabia, pero antes que pueda hacer algo, la voz de Psimon se escucha escalofriante, -Conner, Psimon dice que…

En ese momento, los ojos del clon brillan rojo intenso y lanza un rayo que impacta en el brazo de Roy, haciendo que éste grite de dolor y caiga en el suelo, justo al lado de Jason.

Tim, que había estado observando el movimiento del resto en otros pisos, se espanta al ver a Conner atacando a Roy. El mayor estaba en el suelo, gimiendo desesperado. Jason gatea hacia él, débil por la sangre que había perdido y los golpes recibidos. Tim, completamente asustado, activa el comunicador y le ruega al líder de su equipo.

- ¡Conner escucha! ¡Tienes que ser fuerte, no permitas que Psimon te controle!

Pero el clon no le hace caso, y va hacia Jason y Roy. Jason se quita la chaqueta y la pone sobre el brazo, medio destrozado de su pareja, cuyos gemidos cada vez se hacían más débiles.

Psimon escudriña la mente Conner, y ordena, -Psimon dice…

En ese instante, el clon saca el activador y presiona el botón, haciendo que el reloj del explosivo empiece a correr, y luego arrojándolo al otro lado del pasillo.

Con el rabo del ojo, Rose ve a Conner acercarse a sus compañeros, pero está en medio de su pelea con su padre, y no puede hacer nada para socorrerlos.

-¡Ahora Psimon! -le grita Deathstroke, después de quitarle el dispositivo de la oreja de su hija con agilidad en ese momento de distracción. El metahumano lanza un ataque psíquico a la chica, que grita, dejándose caer inconsciente en los brazos de su padre. -Bien, ahora me encargaré de tu formal educación, jovencita -dice, mientras alza a la chica.

Conner, ignorando lo que sucedía, seguía caminando hacia Roy y Jason, ante la angustia de Tim, que no sabía qué hacer en ese momento.

 

Savage que aún no tenía visión de lo que sucedía, gruñó. Uno de los agentes entra a la sala, -Señor, están liberando los prisioneros.

-¿Quiénes?

-Un grupo con superpoderes.

El inmortal vuelve a ver al niño hechicero Klarion, -Ven conmigo, es hora de terminar con esto.

Ambos van con un grupo de agentes, a encontrarse con el grupo de Jordan que seguía con la misión de rescate, sin saber que en 4 minutos todo el edificio volaría en pedazos y que la vida de Jason Todd y Roy Harper estaba en peligro.

 

 

Notas finales:

Primero quiero agradecerles a todos por su lectura. Se me hizo muy difícil publicar estas semanas, primero por un pequeño bloqueo, luego por motivos de salud y otras cosas, pero aquí estoy, al pie del cañón :D.

Gracias en especial a Lure89 que me ayudó muchísimo a corregir mis errores de forma y fondo.

Este capítulo inicialmente era de 12000 palabras, luego pasó a 14000, así que lo dividí en dos partes. El próximo espero publicarlo la otra semana.

Un abrazo y nos leeremos pronto.


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