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Ocaso del Caballero de la Noche por JessJe

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Notas del capitulo:

Descripción: Canario y Flash dirigen los primeros golpes contra la organización de Vandal Savage, al tiempo que el misterio que rodea a Bart Allen empieza a descubrirse.

Capítulo 45: Colapso

 

 En Londres, ya era pasadas las nueve de la mañana. Zatanna y Dick habían llegado a un viejo barrio londinense, justo frente a una casona enorme. Su estructura era antigua, aunque Grayson no era capaz de calcular su tiempo de construcción. Sin embargo, podía sentir un aura extraña, un frío que lo ponía nervioso. Instintivamente rozó la piedra que colgaba de la pulsera que Zatanna le había entregado, sintiendo deseos de hablar con Wally. - ¿Es aquí? -preguntó.

La mujer lo miró y le habló seriamente, -Escúchame: a partir de ahora verás y sentirás cosas que no te serán comunes. Pase lo que pase, debes permanecer conmigo en todo momento. Y si te ordeno que huyas, lo harás sin discutir, ¿quedó claro, Dick?

Este asintió simplemente. Zatanna le sonrió y fue hacia la casona, seguida por el muchacho. Ambos vestían como civiles, para tratar de pasar inadvertidos. Cruzaron un frente lleno de pasto, hasta llegar a las escaleras que llevaban a la puerta principal. Ambos subieron, con Zatanna adelante. Al llegar a la puerta de madera doble, se sintió un estruendo que hizo que vibrara toda la casona. Dick miró alrededor, tragando en seco. Zatanna levantó su mano, cerró los ojos y habló, -Apertum, mi domine.

Ambos lados de la puerta se fueron abriendo lentamente. Al entrar, Dick observó los muebles antiguos, el enorme candelabro que se erguía en el techo, pero lo que más le llamó la atención fue una enorme sombra frente a la escalera interna, que se movía en forma circular. De su jacket, Zatanna sacó su varita, -No te separes de mi Dick.

Él solo movió la cabeza sin mediar palabra. La mujer con fuerza levantó su artefacto mágico y ordenó, -¡Fuge, diabolica umbra!

En ese instante, dos círculos, similares a ojos sin pupila y con una luz en el centro se abrieron. Un grito se escuchó desde la sombra y está fue con rapidez hacia la hechicera. Desde su varita, la mujer hizo salir un haz de luz que formó una burbuja conteniendo al ser espectral, pero esté era muy fuerte. Poco a poco la mujer fue retrocediendo, -¡Sphaera circumdat lucem Penumbral! -volvió a gritar, haciendo que más energía emanara hacia la criatura.

Las paredes de la casona empezaron a retumbar. El enorme candelabro, que estaba encima de Zatanna y Dick, se movía de un lado al otro. Grayson sentía un enorme escalofrío. Tenía miedo… no, más que eso, estaba aterrorizado, pero tal y como le pidió Zatanna, se mantuvo detrás de ella, aunque su cuerpo le gritaba que saliera de ahí.

En ese instante un enorme grito salió de la criatura, justo cuando una luz no venía de la varita de Zatanna emergía del centro de él y se iba haciendo más grande. Zatanna levantó su varita y estiró su otra mano hacia Dick, - ¡Sujétate a mí y no te sueltes!

El menor obedeció, justo cuando un aura salía de la varita, rodeándolos tal cual escudo protector.

-¡Ahora, John! -grito la hechicera. Entonces Dick escuchó una voz masculina y gruesa, -¡Aperi et portae inferni!

La luz en el ser de sombras se hizo más grande hasta que explotó finalmente, iluminando toda la habitación. Zatanna mantuvo su escudo protegiéndolos, hasta que la luz se fue disipando. Entonces bajó su varita, haciendo desaparecer su protección.

Los ojos de Dick y Zatanna quedaron cegados por unos segundos. Dick sintió que algo caminó hacia él y se detuvo detrás suyo. Él no se movió, ya que no podía ver con claridad todavía. En ese momento sintió un olor fuerte y desagradable. Aunque no fumaba, podía reconocer esa pestilencia.

- ¡¿Qué demonios, John!? -le gritó Zatanna, que al igual que Dick, esperaba que su vista se normalizara. - ¿¡Cómo trajiste una sombra a plena ciudad!? Si alguno de ellos se escapa…

- ¿Dónde piensas que estaban, cariño? -le responde. -Esos seres estaban libres en pleno Liverpool. Tuve que atraparlos acá para poder deshacerme de ellos.

-Un momento -interrumpió Dick, cuyos sus ojos ya se aclaraban. -Dijiste… ¿atraparlos? ¿Hay más?

Grayson se volteó. John Constantine, un hombre de su tamaño, fornido, pelo castaño, con una barba incipiente, fumaba detrás suyo con gran tranquilidad. Antes que pudiese responder, Constantine miró hacia atrás, dejando caer su cigarro recién encendido. -Será mejor que corras, niño bonito. Vienen los demás

Dick sintió que Zatanna tomaba su brazo con fuerza, -¡Atrás, Dick!

Grayson retrocedió, quedando Zatanna y Constantine en frente varias sombras que venían hacia ellos. La mujer rápidamente repitió el conjuro de protección sobre Dick, quedando esta vez expuesta, junto a Constantine.

- ¿Lista hermosa? -pregunta el hechicero al ponerse en guardia.

Ella no tuvo tiempo de responder, pues los seres fueron directamente hacia ellos, ante la vista aterrada de Dick, que sin saber qué hacer o cómo reaccionar, se quedó inmóvil.

DOS SEMANAS DESPUÉS

Clark descendió tranquilamente frente a Bruce en el balcón de la casa del lago. Éste se encontraba de pie, vestido únicamente con una bata. Su rostro se veía sereno, tranquilo. Al llegar al suelo, le sonrió tranquilamente, - ¿Qué te ha dicho Alcor? ¿Ya sanaste?

El mayor lo miró extrañado y luego caminó hacia otro lado del balcón. Se quedó en silencio unos segundos. Clark tosió nervioso y continuó, -Dick llamó. Dice que se encuentra muy bien. Pronto vendrá a casa.

Bruce no respondió, simplemente miraba fijamente hacia el agua cristalina que estaba a unos metros de ellos. Luego miró al hombre de acero con curiosidad, -¿Dick? ¿Quién es Dick?

El kriptoniano sintió desconcierto al escucharlo y le insistió, -Dick Grayson, tu hijo Bruce.

- ¿Bruce? -preguntó. - ¿Quién es Bruce? ¿Y tú? ¿Quién eres?... ¿Dónde estoy?

Clark fue hacia él y tomó su rostro desconcertado. Sus ojos se humedecieron al no creer que algo así estuviese sucediendo, -Por favor Bruce… no… no te pierdas. No lo hagas… no me dejes.

En el horizonte, una enorme explosión se suscitó, haciendo que una nube de fuego se acercara hacia ellos, pero no se movieron.

-Bruce, te amo -le dijo el kriptoniano mientras lo abrazaba, justo antes de que la bola de fuego finalmente los alcanzara.

BREAK

Clark abrió los ojos de un golpe. Lo anterior había sido una pesadilla, sin embargo, con un atisbo de verdad. Luego de cuatro días de haberse reunido con sus compañeros y cada uno tomar caminos separados, un llamado de emergencia habría puesto en alerta a Clark: la gente de Wells había hecho la conexión entre Dan Foster y Bruce Wayne. El mismo Dan les había llamado para advertirles, así que Clark, Alfred y Leslie se llevaron a Bruce al único lugar que encontraron cerca y de donde no habían salido desde entonces: la Baticueva, cuyo acceso a la destruida mansión Wayne había sido tapada por los escombros, y su única vía de entrada estaba lejos, en una cueva. Sin embargo, desde entonces, el paradero del amigo de Bruce era desconocido, así como el de Lucius Fox. Desde la baticueva no había más comunicaciones con el exterior, solo a través del colgante de Clark, gracias al cual, el kriptoniano se mantenía informado sobre lo que sucedía, así como por la baticomputadora.

Clark vio con preocupación los dos atentados contra Oliver Queen sufridos en tan solo dos semanas, y de los cuales se había librado milagrosamente según los medios, aunque Clark se imaginaba que gente de la resistencia metahumana estaban protegiendo al ex alcalde. El rubio había conseguido presentarse al Congreso de los Estados Unidos a exponer la situación, a pesar de los intentos de Wells por intentarlo, y logró que la Asamblea de Representantes solicitara una investigación sobre los acontecimientos relacionados con la Brigada.

Lois, por otra parte, estaba también escondida. Era ya imposible para ella presentarse en público. Sin embargo, y gracias a su tenacidad, otros reporteros alrededor del país se unieron a su causa, y ya su blog no era el único medio que denunciaba los actos de la Brigada. Eso era otro triunfo a favor. Pero lo más importante, el éxito que más ansiaba alcanzar Clark estaba a punto de desvanecerse.

Se levantó de su litera y salió del apartado dentro de la estructura rocosa. Miró su reloj. Faltaban unos minutos para las tres de la mañana. Había dormido unas cuatro horas si acaso. Llegó a la computadora y la encendió. Como todos los días, revisaba los informes que llegaban de los movimientos de la resistencia metahumana, como Wells los había llamado, ya que, según él, el nombre “Liga de la Justicia” les quedaba muy grande. Ese idiota, pensó el kriptoniano.

Aún era temprano. Alfred le tocaba quedarse con Bruce, mientras Clark y Leslie descansaban. Pero eso no era del agrado del kriptoniano, que prefería quedarse todo el tiempo con Bruce de ser posible. Sin embargo, entendía que Alfred deseaba pasar ese tiempo con el que consideraba su hijo. El tiempo había pasado rápidamente, y ya había llegado el momento. Todos los sabían.

En ese momento, escuchó pasos rápidos. Observó a lo lejos a Alfred que iba hacia el apartado de Leslie. No le dijo nada cuando pasó cerca, pero no era necesario. El tiempo justo llegaba a su fin.

 

Houston, Texas, 3:00 a.m.

Tres edificios, ubicados a las afueras de la ciudad, eran custodiados por miembros de la Brigada. Después del ataque al centro de Detención en Chicago, la seguridad se había incrementado. Uno de los guardas hacía su ronda habitual. Cada cuarenta y cinco minutos pasaba por el mismo punto ciego, entre el edificio de cinco plantas y las bodegas. No pudo reaccionar cuando un aura negra lo cubrió por unos segundos. El aura se desvaneció y el guarda cayó inconsciente. En ese momento, Raven apareció. Miró a la cámara y la destruyó con su poder. -Ala sur controlada.

Al otro lado del complejo, en el punto más alto, con vista total a las afueras del Centro, los tres oficiales encargados yacían inmóviles en el suelo. Escarabajo Azul encendió su comunicador, -Ala norte controlada. Chicos, tienen vía libre.

En el piso tres del segundo edificio alrededor de once guardas custodiaban las celdas. En ese momento una pequeña explosión, seguido por un humo oscuro los puso en alerta y entonces la lucha comenzó. No duró más de diez minutos. Mientras Steel y Damaged se encargaban de liberar a los custodiados, Fire y Raven se encargaban de los guardas a las afueras y contener los refuerzos que aparecían, mientras que Escarabajo desde el mirador, hacía lo suyo para atacar desde el aire.

Una situación similar se vivía en Florida. El equipo de Aqualad, Starfire, Wonder Girl, Beast Boy y el veterano Lince desarticulaba un grupo avanzado ubicado al norte de la Florida.

Desde Atlantis ambos grupos de asalto eran dirigidos por comunicador, el de Houston por Flash, el de Florida por Canario. El salón de mando, ubicado en la última planta del complejo donde los “terrenos” -llamados así por los atlantes- rescatados por la Liga y los Titanes habitaban, estaba equipado por computadores y pantallas, conectados a dos satélites de Industrias Wayne que aún estaban en funcionamiento. Con ayuda de diez técnicos dirigidos por Cyborg, el nuevo grupo llamado “la resistencia metahumana” por el Senador Wells se mantenía en contacto con el exterior, y gracias a la información de RR que Lois le había entregado al grupo de Siete semanas antes, se había desarticulado seis centros de detención y capturado armamento peligroso.

En Florida, el grupo militar había sido controlado ya, y las armas estaban ya en el poder del grupo de héroes. La estrategia era sencilla: se mantenía bajo vigilancia por varios días los centros para tener control de los movimientos, se planteaba el plan de ataque desde el salón de mando, se escogía los miembros más aptos para la misión y al ejecutarse esta, se retiraban de inmediato de la zona. La prioridad: rescatar a los prisioneros y llevarse cualquier armamento potencialmente peligroso para los metahumanos para luego destruirlo. Y hasta el momento, los golpes realizados habían sido exitosos, ya que no había víctimas que lamentar o heridos.

Aqualad se alejó un poco de su equipo y se comunicó a la base, -Estamos listos para ser transportados.

-Bien Aqualad -le responde Dinah- Conoces el protocolo, que no quede seña de su presencia y dejen los soldados de la brigada sometidos hasta que la milicia de Trevor se apersone.

-Sí señora. Aqualad fuera.

La milicia era un grupo formado y comandado por Steve Trevor. En él, militares retirados y en servicio colaboraban con la resistencia para llevar a los miembros de la brigada a la justicia. Los primeros ataques causaron que Wells culpara a los ex de la Liga de ser terroristas, pero conforme se iba liberando gente e información, el senador fue perdiendo apoyo público y de los otros políticos. Y la milicia de Trevor era el grupo que le daba cierta confianza a la gente de que esos ataques eran necesarios.

Canario cerró la comunicación y bostezó. Era la segunda noche sin dormir y ya estaba pasándoles factura. Se levantó del asiento y se acercó a Wally, que terminaba de comunicarse con Steel, el líder del otro equipo. El pelirrojo se frotó los ojos con fuerzas, pero paró al sentir la mano de Dinah en su hombro, -Deberías ir a descansar. Llevas días con el sueño entrecortado.

-Qué más quisiera -le dice con una pequeña sonrisa, -Pero sabes que aún no se termina el día.

En ese momento, Cyborg se acerca a ellos, -El dron está en posición.

Wally se levanta de inmediato y tanto él como Dinah siguen a Cyborg. Entran a la sala principal, donde los esperan Aquaman y Jonn, éste ya sobre sus dos piernas y prácticamente recuperado. En una pantalla enorme se proyectaba el mar frente a las costas inglesas, pero en vez de ver costa y vegetación, el panorama era muy diferente: una gruesa niebla aparecía ante ellos, que resaltaba sobre la luz del sol que erguía ya a esa hora en el continente europeo.

- ¿El dron detectó alguna señal humana detrás de esa penumbra? -pregunta Canario.

-Ninguna. Es como si no existiera nada detrás de esa nube. Hemos enviado señales para tratar de comunicarnos con alguien, pero al igual que la sonda enviada por el gobierno francés hace cinco días, no hemos tenido éxito. Es… como si todo estuviera muerto más allá -sentencia el organismo cibernético.

Aquaman gruñe al acercarse más a la pantalla, -Esa… cosa se ha extendido en un radio de 150 mil kilómetros. ¿En cuánto llegará a suelo continental, Cyborg?

-En unos tres días tocará suelo irlandés. En cinco o seis días habrá cruzado el Mar del Norte, y Holanda, Bélgica y el norte de Francia serán alcanzados. Cubrirá la mitad de Europa y la tercera parte del Atlántico Norte en cuestión de un mes.

Wally se acerca a la pantalla y mira con atención la imagen, -Cyborg, has que el dron cruce la nube.

Aquaman y Canario se vuelven a ver, -Pero Flash -le habla Cyborg- Pasará lo mismo que con la sonda francesa, no veremos más que oscuridad.

-Ese dron está hecho con tu tecnología, Cyborg. Si logra avanzar, aunque sea unos metros fuera de la nube, nos dará una idea de lo que podría estar pasando ahí. Hazlo -le pide el velocista.

Este asiente y se dirige hacia una de las técnicas, -Cindy. Haz avanzar al dron.

La mujer obedece. El artefacto inicia un camino lento hacia la nube. Los cinco y los técnicos observan la imagen con atención, hasta que finalmente llega a la nube.

La completa oscuridad empieza a aclarar después de casi un minuto. Parecía que todo estaba normal, se divisiva la costa, pero entonces algo que estaba lejos, empezó a acercarse al dron.

- ¿Es un ave? -pregunta Dinah.

-Acerca la imagen, Cindy -ordena Cyborg.

Conforme se amplia, los rostros de los cinco se van desdibujando. La criatura que se alejaba mucho de ser algo terrestre, alcanzó al dron. Lo último que se pudo ver fueron las fauces del ser antes de tragarse el artefacto, desapareciendo así la señal.

Al ver la pantalla en negro, Wally retrocedió unos cuantos pasos y luego caminó hacia uno de los asientos, dejándose caer pesadamente. Cerró los ojos, mientras tocaba ligeramente la roca que colgaba de la pulsera dada por Zatanna semanas antes. Sería la única forma que tendrían los Siete de comunicarse entre ellos según les había dicho la hechicera aquella vez, pero que ahora no podía utilizar para contactar a Dick.

Hubo un silencio en el salón que era difícil de manejar. Quien lo rompió fue Jonn Jonz, que hasta ahora no había dicho palabra alguna, -Es claro que ese fenómeno es sobrenatural. Así que, ¿Zatanna y Nightwing están ahí dentro? ¿Desde cuándo?

-La última comunicación fue un par de horas antes que apareciera esa extraña nube sobre Londres -responde Canario. -Desde entonces no hemos tenido señales de ellos ni de los miembros de la Dark Justice. Es… como si esa penumbra se los hubiera tragado.

-Debemos actuar -reclama el Rey de los Mares- Esa formación parece un ser vivo que consume todo. Ya está sobre el océano Atlántico, en cuestión de unas semanas alcanzará Atlantis. Mi gente, los seres de los mares, ustedes mismos correrán peligro.

-Sí, pero debemos solucionar un problema a la vez -responde Jonn-. Ninguno de los que estamos aquí tiene forma de repeler magia. Y aún debemos terminar con Savage.

-Los golpes de las últimas semanas en las bases de Savage han sido duros para su organización -prosigue Canario-. El trabajo político de Queen y la labor periodística de Lane han dejado a Wells casi sin aliados, sin embargo, aún debemos encontrar a sus principales colaboradores. Joker y Deathstroke siguen libres, Ravager desaparecida y aún no se ha podido desenmascarar ante la opinión pública a Vincent Saint.

- ¿Saint? -pregunta Aquaman.

-Es el nombre que ha estado utilizando Savage los últimos seis años. Aunque sabemos su identidad, se está ocultando muy bien. En ninguno de nuestros golpes hemos dado con él. -le responde Canario.

Nuevamente silencio. Canario, Aquaman, Jonn y Wally sabían que debían actuar, pero no lograban encontrar el rumbo a seguir.

Cyborg toseó un poco y habló, -Debemos confiar que Zatanna y Nightwing podrán…

- ¿¡Confiar!? -reacciona Aquaman- ¡Llevan quince días desaparecidos! No podemos esperar a que den una señal -exclama, dirigiéndose directamente a Flash- Aunque la prioridad hasta ahora ha sido Savage, es momento de atender este problema. Ustedes tienen a un miembro con poderes mágicos.

Canario se enderezó molesta al escucharlo, -Si hablas de Raven…

-Precisamente a ella me refiero.

-Pues me niego a involucrarla -le responde Dinah- Sus habilidades no son simple magia. Ella ha luchado por mantener la energía demoniaca de Triggon bajo control. No sabemos lo que podría ocurrir si se enfrenta a esa cosa.

-Pero no tenemos otra alternativa -interviene Flash. Suspira agotado, pues esa era una decisión que había querido postergar hacía tiempo, -Aquaman tiene razón. Y no es solo por Zatanna y Nightwing. Sea que estén vivos o no, debemos detener esa penumbra antes que alcance a más personas.

-Estoy de acuerdo con Flash -prosigue Jonn. -Se ha convertido en una crisis humanitaria por la cantidad de movilizados y seguirá empeorando. Raven tendrá que actuar, no hay otra salida.

BREAK

Jason no conocía los dormitorios. Desde su llegada a Atlantis, había pasado casi todo el tiempo en la enfermería esperando noticias de Roy. Luego de su fallido intento de escapar junto a Conner, había vuelto al mismo asiento frío. Y de eso ya habían pasado dos semanas. Tim lo acompañaba de vez en cuando, pero fuera de eso, estaba solo. Los titanes no se habían acercado, aunque le parecía lógico. Ahora todos estaban pendientes de la suerte de Ravager y Harper se había alejado de ellos hacía años ya. Eso sin mencionar las misiones a las que se les mandaba junto con los ex miembros de la Liga que seguían activos.

Canario aprovechaba las veces que llegaba a hablar con los médicos para traerle algo de comer. Ella, Artemisa y Jason eran las únicas visitas que recibía Roy. Ese tiempo a solas le hizo pensar a Jason en su vida en general, en Harper, sus hermanos, pero sobre todo en Bruce. No tenía idea de dónde o cómo estaba desde la última vez que lo había visto. Con Dick era igual. Se había marchado a una misión, era lo único que sabían a través de Flash, pero no sabía detalles. Sin embargo, con Roy recuperándose, era Bruce lo que más le angustiaba, aunque intentaba disimularlo.

-Ey, Todd. Traje desayuno -le saluda Conner, llevando consigo una bandeja con comida.

Jason se enderezó y tomó la bandeja, -Gracias viejo.

Después de dos semanas, la relación entre Conner y Todd había mejorado, aunque Jason de vez en cuando le decía al clon que lo mantenía vigilado.

Conner, por su parte, estaba interesado en mantenerse cerca de Jason por Tim… Sí, el mitad kriptoniano seguía obsesionado con él, pero ahora de un modo distinto y desconocido para él. Había notado una actitud extraña en el menor de los Wayne, y eso lo mantenía en pendiente. Era algo extraño: tenía la sensación que Tim Drake les ocultaba algo.

Jason le dio una mordida a su sándwich con ganas. En verdad que tenía apetito.

Conner se sentó a su lado, y lo observó con atención, - ¿Hay noticias sobre Harper?

-Pues… ya inició la rehabilitación… él muy culero… se rebela un poco… pero… sabe que le patearé el trasero si no coopera… su brazo ya tiene movilidad… aún no puede sostener su arco… pero pronto podrá volver al campo -le explica mientras sigue comiendo.

Éste se alegró al escucharlo, y luego se quedaron en silencio. -Debo hablarte -le dice Jason al terminar. -Escucha, lo intentaré otra vez. Voy a salir de aquí.

Conner lo miró molestó, -Le prometimos a Canario y Flash…

-Sí, sí. Sé lo que prometimos. Pero… no sé nada de Bruce desde hace semanas… viejo, tengo que verlo.

-Bien. Puedo entenderlo… pero ¿por qué me lo cuentas?

Jason se limpió la boca y explicó, -Porque necesito que me ayudes a convencer a Tim de venir conmigo… él… aún no ha visto a Bruce… tiene que hacerlo… si el tratamiento no funciona… viejo, si no lo ve al menos para despedirse… no podrá vivir con la culpa. Y aunque me cueste admitirlo… él te escucha viejo… -le decía con una extraña mezcla de nerviosismo y vergüenza. Para Jason era difícil pedir favores.

-Hecho -le responde Conner sin dudar. -Lo convenceré, pero iré yo también. Drake es mi responsabilidad, no pienso dejarlo ir solo.

-No irá solo, idiota. Iré yo.

-Tómalo o déjalo, Todd -le responde con decisión.

BREAK

La discusión con Aquaman no se prolongó más. Éste se retiró finalmente, así como Cyborg, dejando a solas a Wally, Dinah y Jonn.

-¿Cómo han evolucionado Diana y Hal? -le pregunta la mujer.

Los tres estaban sentados en una mesa, completamente a solas. El marciano suspiró, -Diana, como saben, ha progresado mucho. Aún tiene lagunas y vive en una intensa ansiedad, pero sus pesadillas han ido disminuyendo. Considero que en poco tiempo podrá combatir con nosotros. Sobre Jordan, me temo que no hay noticias alicientes. Aunque he podido mantener comunicación con él, su mente constantemente se pierde. Tiene lagunas mentales mucho más grandes que las de Diana, y en su mente la presencia de Barry Allen sigue tan viva, que prefiere perderse en sus recuerdos a enfrentarse a la realidad. No sé si el Hal Jordan que conocimos volverá.

Dinah bajó la mirada ante la noticia, luego miró a Wally. Este estaba frío, acariciando la roca como siempre hacía. Conforme los días avanzaban, la rubia era testigo de como aquel fuego en la mirada del pelirrojo se había ido desvaneciendo, esa picardía y alegría que caracterizaba al más joven simplemente habían desaparecido. Todo lo que estaban viviendo, y la gran carga de responsabilidad que West tenía sobre sus hombros, lo estaban destruyendo.

Ignorando lo que pensaba su compañera, Flash tomó la palabra, -¿Y Jerico? ¿Has logrado convencerlo de darnos la información que arrancó de la mente de Psimon?

-No. Está firme en su solicitud.

-Pero lo que pide es imposible -responde Dinah- Aunque se trate de Jerico, no expondré a un titán a un peligro.

-Dinah, pero si eso mismo hacemos. -le increpa Wally- Los exponemos siempre que los mandamos a misiones como la de hoy.

-Es diferente Wally…

- ¡No! ¡No lo es! ¡Jerico tiene toda la información de la mente de Psimon! Además, Raven irá tras esa penumbra, porque no él…

-Pero Raven es adulta. Estamos hablando de enfrentar a un chico de catorce años a un psíquico poderoso.

- ¡¿Y crees que no lo sé?! ¡Y no se trata de cualquier chico, es el hermano de Nightwing! Pero ¿qué más opciones tenemos? Arthur tiene razón, debemos tomar decisiones y actuar.

Dinah se pone de pie molesta. Jonn llamó a la calma, -No discutamos entre nosotros. El tiempo apremia y es imperativo que tomemos acción como indica West, sin poner en riesgo a Robin.

La rubia mira al marciano inquieta, - ¿Y cómo? No has podido con las habilidades de Jerico, Jonn.

-Él no le hará daño -le responde Wally convencido- He estado hablando con los chicos, incluso con Tim estos días. Por lo que me dicen, Jerico nunca ha mostrado agresividad contra él.

-Por alguna razón -prosigue Jonn- Tim Drake es importante para Joseph Wilson. Y después de tanto tiempo recluido, aislado de todos, se ha vuelto más urgente para él la presencia de Drake. Tendremos que arriesgarnos.

Wally asiente y luego se pone de pie, -Pues entonces hagámoslo. Iré por Tim de inmediato.

- ¿Ahora? -cuestiona la rubia- Son las cuatro de la mañana.

-Hay que hacerlo ahora, no perdamos tiempo. De esa forma tampoco habrá que responder preguntas de los chicos -concluye Flash, y de inmediato se va a toda velocidad.

BREAK

El niño corría, persiguiendo una bola echa de pedazos de tela vieja en medio del árido suelo. El pequeño, que no superaba los seis años, y a pesar de la miseria en que había nacido, era feliz. Escuchaba los pasos de su padre detrás suyo, riendo mientras jugaban. Pero entonces, un fuerte sonido y una explosión lejos de ahí, hizo que el juego abruptamente terminara.

Como si el tiempo no fuera nada, el menor se transportó a otro recuerdo, esta vez en un refugio… una cueva, y ante él, su padre despidiéndose. “Cuando regrese, seguiremos pateando bola”, le prometió con una sonrisa. Besó su frente y se alejó.

Pasaron horas… luego días. Lo espero fiel. Hasta que alguien llegó al refugio. Lo conocía. Muchas veces lo vio junto a su padre. Era su líder… el protector de todos. Éste lo tomó en sus brazos y lo acercó a su pecho. No se atrevió a decirle la verdad, pero no era necesario: Bart sabía que su padre no regresaría jamás.

BREAK

El velocista adolescente abrió los ojos. Las imágenes de su padre jugando bola con él por última vez seguían tan vívidas como aquel día. De eso, habían pasado ya ocho años propios. Pero el tiempo era algo sin importancia para los velocistas. Gracias a la speedforce heredada a él por su abuelo, Bart había llegado a ese tiempo, y aquel suceso que lo perseguía en sueños cada noche, aún no acontecía. Su padre Don Allen era, en ese momento, un niño de diez años, quien crecía junto a su hermana gemela y su madre, Iris. Un niño que lo veía como un amigo, no como un hijo.

El castaño dio un par de vueltas en la cama. No podía conciliar el sueño como era costumbre. Miró a su alrededor. Compartía habitación con Tim, quien seguía dormido, dándole la espalda. Gruñó molesto al ver al menor de los Wayne ahí. Esas dos semanas habían sido un suplicio. Drake no lo dejaba nunca, lo acosaba constantemente solo con su presencia, observándolo serio, frío. Algo sabía… o lo intuía. Tim Drake no era un tonto y Bart lo sabía… con mucha certeza. Éste seguiría siendo su sombra hasta averiguar la verdad, y eso era algo que el joven Allen no permitiría… no era el momento.

El castaño suspiró y se sentó en la cama con frustración. Otra noche sin descansar, era un fastidio. Se quedó así unos minutos, hasta que escuchó la puerta.

-Ey, primo -le susurra Wally al asomarse. -Sal, quiero hablar contigo.

Éste asintió y siguió al mayor hasta la sala común. Era las cuatro de la mañana en ese momento, así que estaban solos.

En el centro del salón estaba una mesa grande y circular. Wally tomó asiento junto a Bart y sonrió, - ¿Cómo te has sentido aquí?

El chico levantó los hombros despreocupado, -Bien.

- ¿No te ha molestado el encierro?

-Estoy acostumbrado. Pasaba muchos días sin salir de Monte Justicia.

Hubo un silencio que duró unos segundos. - ¿Por qué viniste West? Sé que no fue solo para saber cómo estaba.

-Tienes razón -le responde- Vine por otra cosa pero… ya que estas despierto, quiero aprovechar… Hablé con Iris anoche.

Bart baja la mirada y escucha sin responder-… Está preocupada por ti. Estuviste más de un mes sin comunicarte con ella antes que iniciara esta situación. Y desde que estás aquí no has ido a verlos… Iris quiere saber de ti, Don y Dawn también, te extrañan… ¿qué sucede Bart?

-No… no he tenido tiempo.

-Por favor, Bart. ¿No has tenido tiempo de hacer una simple llamada? Además, hablé con Canario y me confirmó que has tenido días libres. ¿Por qué no fuiste a verlos, ahora que están en el mismo sitio?

El menor se puso de pie molesto, dándole la espalda. Cerró los ojos, sin saber que decir.

-Cuando… cuando apareciste de pronto -prosigue Wally- estabas entusiasmado. Fuiste a toda velocidad a casa de Iris… casi le da un infarto al verte. Te acercaste a los gemelos. Recuerdo… llegue enseguida cuando Iris me llamó y me dijo de un chico extraño que… que era idéntico a mi tío Barry cuando niño, pero con un desordenado pelo castaño. Te vi ahí… jugando soccer con Don y Dawn… sonriendo. Don se encariñó contigo, algo… extraño, ya que él siempre ha sido muy tímido. Sin embargo, contigo fue casi de inmediato… una… conexión, que entendimos al confirmar tu identidad. Pero ahora… los evitas. Si algo sucede… si tienes problemas, Bart, somos tu familia, dinos…

-No pasa nada…

-Bart, por favor…

- ¡No me pasa nada! -le grita al volverse a él con dureza. Luego cambia el semblante y baja el tono de voz, -Iré a ver a los chicos, lo prometo. Pero… deja de preguntarme, ¿bien?

El pelirrojo no dijo nada más, al sentir que eran observados. Al ver la mirada de Wally fija hacia la puerta de la habitación, Bart se giró. Tim estaba ahí, aún con pijama puesta, a un lado de la puerta.

-Es bueno verte, Tim -le saluda Wally al ir hacia él -En realidad, venía por ti. Vístete, necesito que me acompañes.

El chico miró a Bart, quien lo miraba fríamente. -Sí, Wally. Como digas.

El menor de los Wayne entró a la habitación, y seguidamente lo hizo Bart, que cerró la puerta estrepitosamente. - ¿Por qué nos espiabas? ¿Qué escuchaste?

Drake lo ignoró y sacó de un maletín al lado de su cama sus prendas. Allen lo miraba molesto, esperando una respuesta. - ¿¡Te hice una pregunta, Drake!? ¡Déjate de juegos! ¿¡Qué pretendes de mí!?

Tim lo miró tranquilamente, -Sabes bien lo que quiero.

Bart cerró con fuerzas sus manos, pero no reaccionó más allá. Tim se alejó para ducharse y cambiarse, dejando al velocista con la palabra en la boca.

BREAK

Clark esperó afuera pacientemente. Había pasado una hora desde que Alfred y Leslie se habían encerrado en la habitación de Bruce, sin dar mayor detalle. Observó su colgante y pensaba si era el momento de comunicarse con todos. Apenas amanecía, y después de las dos misiones que habían tenido en la madrugada, posiblemente estarían descansando.

Escuchó que ambos ancianos salían. Leslie fue hacia un asiento, y se dejó caer exhausta. Alfred fue hacia una cómoda y sacó alguna ropa de Bruce. Clark no preguntó, no era necesario, pero fue hacia el mayor y le rogó, -Deja que yo lo hago, por favor.

La mirada de Alfred estaba en blanco. Simplemente no reaccionó más para aflojar las prendas que llevaba. Clark las tomó de sus manos y fue hacia la habitación.

La cama estaba al fondo. Había varias máquinas conectadas a su cuerpo, que le permitían estar con vida, pero su cuerpo estaba ya más del otro lado que de acá. Hacía tres días había caído en un coma profundo. El tamaño del tumor había disminuido, tanto que por unos días pareció que Bruce se recuperaría por completo, pero el tratamiento de Alcor había tenido un efecto secundario que nadie, ni el propio thanagariano previó: su corazón también había empezado a fallar. Y fue así que en la última semana la salud de Bruce, ya afectada por el tumor, decayó agresivamente.

Clark fue hacia él y lo miró por un buen rato. Estaba inmóvil, apenas respirando. Su cuerpo estaba frágil y sus labios resecos. Pero era él. Era y siempre sería Bruce Wayne… su Bruce. Puso las prendas a un lado, y con cuidado quitó la sábana que lo cubría. Y mientras lo hacía, empezó a hablarle, deseando que tal vez alguna de sus palabras pudieran llegar a su inconsciente.

Le mintió, sí, porque a veces una mentira era más liberadora que una verdad, y no quería que en su mente quedara alguna angustia. Mientras retiraba su ropa, le contó de lo bien que estaban todos. Que Dick había llamado hacía poco y pronto llegaría a verlo. Que Jason estaba con Roy en una misión. Y que Tim se sentía muy a gusto con los Titanes. Que sus tres hijos se encontraban bien y felices. Que estaban dispuestos a seguir con su misión, que Gótica no se quedaría solo, que el legado de Batman seguiría vivo, aunque a ciencia cierta ni siquiera sabía si Dick vivía, pero eso era algo que jamás le iba a contar. Una verdad que Bruce no debía conocer.

Cuando lo hubo desnudado, tomó una tina con agua y champo de baño, y con una esponja fue, despacio, aseándolo, mientras le narraba que habían detenido a Vandal Savage y contó una historia ficticia de como la Liga había triunfado por fin.

Levantó su cuerpo con delicadeza y lo recostó sobre el suyo, para asear su espalda con cuidado. Ahí no pudo seguir narrándole, ya que le llamó la atención una úlcera que se le había hecho por estar tanto tiempo recostado y que no había sanado bien. Lo puso de lado, busco entre los medicamentos lo necesario para atendérsela y así se la desinfectó y luego, cubrió con una gasa. Todo lo hizo con total cuidado, para no lastimarlo, en caso de que tuviese un poco de consciencia de lo que pasaba.

Lo volvió a recostar y empezó a vestirlo, mientras le hablaba de los planes que tenía para ellos cuando todo terminara: de llevarlo a un mundo alejado del Sistema Solar, donde el suelo era de cristal y los atardeceres de tres soles eran los más hermosos que había visto. Le narró de los extraños seres que habitaban ese inhóspito lugar, tan pequeños, frágiles pero amables y que se alegraban al ver “invitados de los cielos” aparecer en su mundo. De su boda… por qué sí, aunque no quisiera, Bruce terminaría con un anillo en su dedo.  ¡Era el Hombre de Acero, maldita sea! Podía lograr lo que sea, incluso conquistar el corazón de aquel hombre tan absurdamente terco.

Entonces se detuvo. Cualquier cosa, claro… ¿acaso podía salvarlo? ¿Devolverle las fuerzas y que recuperara su salud? ¡A quién engañaba! Ahí estaba el hombre que amaba, y no podía hacer absolutamente nada por él. Había fracasado.

Entonces, por primera vez en todo ese tiempo, los ojos de Clark empezaron a llenarse de lágrimas. Lo tomó y lo llevó a su pecho. Lo abrazó y le rogó su perdón, con todas las fuerzas que tenía. Le dijo que lo amaba, que no había ni habría alguien más en su vida que él. Que su vida no tenía razón, que su mundo era él, solo él. Le pidió que no lo dejara, que aguantara un poco más, que lo necesitaba.

Pero fue inútil. No hubo ninguna respuesta. De Bruce Wayne no quedaba nada más que un corazón que en cualquier momento dejaría de latir. Pasaron varios minutos, en los que Clark tenía a Bruce en sus brazos, casi arrullándolo. Acariciaba sus mejillas, mientras sus lágrimas seguían cayendo. Lo había perdido todo… lo había perdido a él.

BREAK

- ¿Por qué a mí? – fue lo primero que dijo Tim al escuchar a Wally. Ambos esperaban en la sala, a unos cuantos pasillos de la celda en donde tenían contenido a Jerico.

-No lo sabemos, Tim. Simplemente solicito hablar contigo.

-Pero si eso fue hace dos semanas… ¿por qué no me llevaron con él de inmediato? -le insistió el chico.

-No podíamos arriesgarnos -le responde el pelirrojo- Después de lo que le hizo a Psimon, consideramos que podías peligrar.

-Y ahora, ¿qué cambio? ¿Ya no lo consideran un riesgo?

-Tim… aún hay riesgos. Pero ha insistido mucho estos días en verte y… si hay algo que pudo obtener de Psimon, alguna información sobre los planes de Savage, debemos saberlo ahora. Jonn está convencido que no desea hacerte algún daño, pero… al parecer, quiere darte a ti la información… a nadie más.

Al encuentro de ambos llegó Jonn luego de ver a Jerico. -Todo está listo. Tim, hay un escudo que mantiene los poderes psíquicos de Jerico bajo control. Cuando entres se desactivará para que éste te muestre la información. Sé que utilizas el lenguaje lesco. Cada vez que te comuniques con él, utiliza ese lenguaje para saber que hablan, aunque te hable en tu mente. Cuando todo termine, debes salir de inmediato, ¿quedó claro?

-Si Sr. Jonz -le responde simplemente.

Los tres van hacia la celda en silencio, hasta llegar a una ventana que daba hacia la celda. Ahí se encontraba el muchacho, esperando, sentado sobre su cama. Frente a él, una silla.

-Estaremos aquí -le dice Wally mientras frota su espalda dándole ánimos. El chico respira hondo y entra a la sala.

Los ojos del psíquico se quedan fijos en Tim, que lentamente se acerca a la silla. Jonn y Wally observan nerviosos, sin actuar, mientras el menor se aproxima. Jerico sonríe al ver al muchacho que toma asiento frente a él. En ese momento, Jonn retira el escudo, quedando Tim expuesto a Jerico.

BREAK

Eran ya más de las 7:00 a.m. Tal y como le había prometido a Wally, Bart se acercó al piso donde se quedaban las familias. Caminó entre los pasillos, ya a esa hora estaba desayunando el segundo grupo. Por la cantidad de personas que vivían en el lugar, se había formado grupos para ir yendo al comedor y que hubiese orden. La cantidad de personas en el refugio había aumentado a más de doscientas y era necesario ese tipo de planificación.

Finalmente, llegó a la sección donde se quedaba Iris y sus hijos. Era un salón, donde compartían con otras cinco familias. No era tan pequeño, había suficiente espacio para que todos durmieran en

A unos metros de él estaba Iris sentada en una colchoneta con Dawn. Le cepillaba su cabello largo para hacerle una trenza. Ambas ignoraban la presencia de Bart, absortas en lo que hacían. Él miró como sonreían mientras conversaban. Sintió mucha nostalgia al recordar lo que le había contado su padre de su abuela Iris. Siempre lo hacía con mucho cariño. Y ahora estaba ahí, su abuela, a unos metros de él, y no tenía el valor de acercársele. Un sentimiento de culpa, de fracaso, lo embargaba por completo.

Buscó un poco más y observó a Don haciendo piruetas con un balón de fútbol. Era el único juguete que había podido llevarse cuando huyeron de su casa. Ese balón fue reconocido por Bart perfectamente. Era el regalo que él mismo le había enviado a Don por su cumpleaños. Era irónico. Fue un balón de fútbol el único regalo que su padre había podido entregarle. Lo había encontrado entre los escombros de una ciudad destruida y estaba en perfectas condiciones, así que se la llevó a su hijo. En ese entonces Bart tenía cinco años. Y ahora, Bart le había regresado el favor, regalándole un balón a quien en un futuro sería su papá… si es que lograban sobrevivir. Sonrió al recordar nuevamente a su padre jugando bola con él, y de las veces en que le contó su sueño de ser futbolista, pero que se había truncado por los sucesos que ahora estaban a punto de alcanzarlos. Así que hizo lo que, pensó, no se atrevería a hacer.

Se acercó a Don, que seguía distraído. En ese momento, el niño perdió el balón y esté rodó. Bart corrió de inmediato y lo atrapó con su pie. Al verlo, Don sonrió como pocas veces lo hacía y corrió hacia él para abrazarlo. Al sentir los pequeños brazos del niño rodeándolo, una lágrima se le escapó, pero se la limpió de inmediato.

Ya era momento para que el grupo de los West fueran al comedor. Iris y Dawn fueron a buscar a Don. Pero al ver a su hijo jugando bola, divertido, con Bart, Iris no tuvo fuerzas para llamarlos. Ambos reían, mientras se hacían pases, y luego de un rato, Bart retó a Don a quitarle el balón. Se quedaron así, jugando por casi una hora, hasta que el estómago de Don empezó a rugir.

- ¿Desayunas con nosotros, Bart? ¡Por favor! -le rogó el chico.

El castaño asintió y se fue con él tranquilamente. En ese momento se encontraron con Iris y Dawn que venían del comedor, con un par de platos. -No quise interrumpirlos y les traje el desayuno -les habló con una sonrisa.

Los cuatro se sentaron en las colchonetas. Dawn y Don no dejaban de hablar con Bart. Los dos niños simplemente lo adoraban. Sin embargo, Bart no cruzó palabra alguna con Iris, hasta que decidió que era momento de retirarse.

- ¿Vendrás pronto, verdad Bart? -le preguntó la niña.

-Claro que sí, promesa de Allen -le respondió guiñándole el ojo.

A Don le levantó el pulgar, y este sonrió. No había necesidad de más palabras, el chico sabía que Bart volvería pronto.

El castaño miró a Iris, y le sonrió tímidamente. Se puso de pie, pero antes que saliera como un flash de ahí, Iris lo llamó. Esta se puso de pie y lo abrazó con cariño. Bart pudo sentir un aroma distinto a ella, como a flores silvestres y café recién hecho. Un aroma a hogar. Sintió amor en ese abrazo, como hacía mucho no sentía… no desde la muerte de su padre. Le respondió, abrazándole con fuerza, y no pudo evitar llorar. Iris acarició su cabello, y le habló suavemente, -Te amamos mucho, Bart. Por favor, siempre recuérdalo, y que tienes con nosotros un hogar, una familia.

El chico se separó de ella, limpiándose el rostro. La miró, imaginándose que, tal vez, esa sería la última vez que la vería. -Vendré pronto, lo prometo.

De inmediato desapareció dejando una estela de luz y a una Iris que rogaba al cielo por ver nuevamente a su nieto.

BREAK

Tim por fin salió del trance. Los dispositivos que habían puesto en su cuerpo para monitorearlo indicaron que estaba bien. Drake observó a Jerico a los ojos, aún sin creer todo lo que había visto. El psíquico le habló en señas, Ahora que ya sabes todo, es momento de que actúen. Salva a mi hermana.

El menor asintió y fue de inmediato a la puerta. Al reunirse con Wally y Jonn, les habló seriamente, -Debo hablar con los líderes: ustedes, Canario, más los ex miembros de los Fundadores. Pero también necesito que Conner, y Bart estén en esa reunión.

- ¿Qué te dijo, Tim?

-Les diré cuando estén reunidos, pero debe ser de inmediato.

En cuestión de veinte minutos, cada uno de las personas convocadas por Tim estaban presentes. No solo los titanes que había solicitado y Dinah Lance, también los ex fundadores de la Liga que estaban disponibles: Flash, Jonn, Shayera que ya estaba con su embarazo avanzado y la misma Wonder Woman, que aún no estaba al 100% de su capacidad.

Solo Hal Jordan no estaba presente. En una habitación, a varios pisos de ahí, estaba él, en una cama. En medio de la oscuridad que nublaba su mente, una sola presencia estaba ahí, más cálida y viva que nunca. Y solo ese nombre salía de sus labios fríos... -Barry.

Todo el resto estaba en un salón, alrededor de una mesa redonda, de pie. Tim se acercó a la mesa e inició. -Jerico me mostró casi… una vida entera.

- ¿Te dijo donde diablos está Ravager y Deathstroke? -preguntó Conner.

-Me dijo más que eso, pero no soy quien debe contarles.

Al oírlo, todos se quedaron extrañados, pero entonces Tim volvió su vista a Bart, -Es hora que les digas la verdad a todos, Bart.

Las miradas fueron hacia el castaño, quien reaccionó con ira, - ¡Esto es en serio! ¡Llevas semanas acosándome, Drake! ¡Para de una buena vez!

-No lo haré hasta que cuentes toda la verdad… RR.

En ese momento, Dinah brincó de asombro, -Un momento. ¿Tú eres RR? ¿El RR que nos estuvo enviando información sobre las actividades de Vandal Savage?

-Es increíble -respondió Shayera asombrada- Fue RR quien llamó a John y le avisó sobre la redada.

-Y el mismo que le entregó toda la información a Lois hace casi tres semanas y luego desapareció -prosiguió Wally. -Pero como…

-¡Es mentira! -grita Bart- Todo es mentira, Tim Drake miente.

-No miento y lo sabes. Nadie supo la verdad por el bloqueo mental que te puso un poderoso psíquico en tu tiempo, treinta y dos años en el futuro, para que así ninguna persona pudiese saber de tu tarea. Nadie, ni Jonn podía quitarlo, ninguno, excepto el mismo hombre que te lo había puesto: Jerico. Él supo lo que ocultabas cuando entró en tu mente sin que lo supieras semanas antes, no dijo nada esperando que reaccionaras, pero sabes perfectamente que el tiempo se acaba y que debes hablar.

-No tienes idea de lo que…

-Setenta y dos horas, Bart -prosiguió Tim. -Quedan setenta y dos horas para que el gran cataclismo llegue. Debemos actuar, pero solo podremos hacerlo si cuentas todo. Es tu misión, Bart. Para eso llegaste a este tiempo. Por esta razón murió tu padre y el líder de tu tiempo, ¿lo recuerdas?

Todos observaban a los adolescentes discutir, hasta que Diana habló, - ¿Cuál cataclismo? ¿Qué sucederá en setenta y dos horas?

Bart miró a todos nervioso, y entonces explicó, -Temeroso de la penumbra que cubre Europa, en setenta y dos horas Vandal Savage utilizará el dispositivo temporal para abrir una grieta y poder huir viajando al pasado. Pero lo que hará será un quiebre en el plano temporal, causará la llegada del némesis de los tiempos, el gobernante de la tierra en mi tiempo. Savage desaparecerá, pero también lo hará tres estados de la Unión Americana en medio de una terrible explosión que matará a millones. Los metahumanos intentarán detenerlo, pero sus secuaces habrán creado un gran caos y sus fuerzas se dividirán: Deathstroke y su segunda al mano, Ravager, atacarán con sus hombres DC. Joker y sus secuaces envenenarán a la gente de Gótica, mientras Europa quedará inmersa en una penumbra astral sin salida ni retorno. Solo sobrevivirán pocos, y de esos, solo unos cuantos están aquí en este refugio. La gran mayoría no superará cinco años más de vida. El mundo caerá en una época de oscuridad, la tierra perderá su fertilidad, la tecnología dejará de ser funcional. Los más despiadados que queden se unirán al némesis de los tiempos, y se encargarán de destruir a los metahumanos que queden.

Hubo un silencio al escuchar la terrible narración de Bart. Pero Diana tomó la palabra de inmediato, -Pero podemos detenerlo, tenemos tiempo.

- ¡No, no lo tenemos! -le respondió Bart. - ¿No se dan cuenta? Mi misión era evitar que los motivadores de esta pesadilla ocurrieran y fallé en todo.

- ¿Cuáles eran? -pregunta Dinah.

-La muerte de Superman y Batman, la caída del Senado, la aparición de la penumbra y finalmente, el vórtice. Y fallé. Por más que lo intenté, Superman murió y Batman… él…

-Batman no ha muerto -le reclamó Diana- Sigue vivo.

-El morirá -le respondió el castaño. -Poco antes de que el cataclismo ocurra, el segundo líder de la Liga de la Justicia caerá por su enfermedad. Con Superman, yo… lo intenté. Por los registros guardados por la resistencia, supe que él había sido controlado gracias a un sonido que era enviado de una torre cerca del Salón de la Justicia durante su ataque hace meses. Huntress estaba destinada a dispararle en la cabeza, pero al hacerlo, el máximo héroe de la Tierra no estuvo para el cataclismo y no pudo salvar a todos. Fue por eso que fui a toda velocidad a Metrópolis ese día para evitarlo, pero… pero cuando pasé por el campo de batalla, rocé unos cables y yo mismo provoqué una explosión.

-Fue cuando Helena Bertileni se distrajo -le interrumpe Dinah. -Hubo una explosión y ella desvió su mirada unos segundos. Entonces Superman la atacó. Lo recuerdo bien.

-Así es. No pudo matarlo, pero él a ella sí. Y luego… luego…

-Yo le disparé -le responde Tim. -Directo al corazón.

-Sí. Tu… tu no eras quien mataba a Superman Drake, al menos no en mi plano temporal. Otro asesino, el mismo resultado.

Conner se mantuvo callado todo ese tiempo, pero sentía un gran dolor al recordar la pérdida de su hermano. Miró a Tim, y quiso, por un momento borrar todo ese rencor que aún sentía. Pero le era difícil.

Wally, Jonn y Dinah se miraban uno al otro. Saber la verdad en ese momento se había vuelto una carga muy pesada. Diana, por otra parte, había estado conectada a los sentimientos de Bruce gracias a Jonn. Entendió, en ese momento su plan: enviar a Clark al sol para que se curara, pero no tenía idea de si había tenido éxito, así que no sabía si debía mencionarlo.

Bart bajó la mirada, sabiéndose todo perdido, pero entonces el que menos pensaron que hablaría, lo hizo revelando una verdad que a algunos impactaría, -Superman no murió, Bart. ´Él está vivo.

Todos observaron sorprendidos a Tim, que con seguridad había afirmado tal cosa. El castaño lo miró con la boca abierta, sin saber que decir.

-Cuando… cuando Dick y Jason me buscaron en el Monte Justicia, Dick me dijo que Batman había dispuesto del cuerpo de Superman. Que lo había mandado al Sol. Conozco los informes sobre la anatomía kriptoniana hechos por Batman. Si hizo eso, es porque tenía la certeza de que Superman sobreviviría gracias a la radiación del Sol, que es capaz de regenerar los tejidos kriptonianos.

Conner se quedó inmóvil, pero luego reaccionó yendo hacia Tim y tomándolo del cuello de su ropa con fuerza, - ¿¡Vivo!? ¿Estaba vivo y no me lo dijiste? ¿Por qué?

- ¡Ya basta Conner! -le gritó Canario.

- ¡No! Yo… te hice daño… te maltraté y torturé Drake. ¿¡por qué te lo guardaste, porque te quedaste callado!?

Tim lo miró a los ojos, y como había hecho alguna vez, puso sus manos en las suyas y le habló suavemente, -Porque no quería hacerte más daño de estar equivocado. Di tiempo para observar lo que sucedía. Lo confirmé cuando vi que Atom seguía investigando la cura para el veneno en el cuerpo de Superman. No lo hubiesen mandado si éste estuviese muerto. ¿No es así?

Conner lo soltó de inmediato, completamente en shock. Tim miró al resto y sonrió, -Estoy seguro que algunos de ustedes ya lo sabían, ¿no es así?

-Eso no es importante ahora -responde Wally. Camina hacia Bart y poniendo las manos en sus hombros, intenta razonar con él, - ¿Te das cuenta? No has fallado aún Bart, podemos salvar todos.

-Y lo hemos estado haciendo -prosigue Canario- Hemos hecho daño a la organización de Savage gracias a la información que nos enviaste.

-Y gracias a ello encontraron el centro de detención en Chicago, y rescataron a Diana y el resto. Gracias a ti, RR -le dice Shayera.

Los colgantes de Dinah y Wally empezaron a brillar, y se apartaron del resto. En DC, Oliver se preparaba para su presentación en el Senado por segunda vez, cuando vio suceder lo mismo con su colgante. En Metrópolis, Lois iniciaría una reunión con varios reporteros para darle cobertura a los ataques a centros de detención de la Brigada, pero al ver su colgante brillar, se excusó y fue de inmediato a una habitación sola.

Sujetaron la piedra, y en su cabeza escucharon la voz de Clark en sus mentes, “Bruce está agonizando. Hemos hecho lo posible, pero ya es tarde. Su corazón no aguantará mucho. Wally, envía a Jason y Tim aquí, deben despedirse antes de… solo envía por ellos, por favor. También deben informar a los demás.”

Wally y Dinah se miraron. Ella no soltó su colgante. Un efecto de ellos era que, además de oírse entre sí, podían sentir las emociones de los otros, y supo que Oliver necesitaba de ella.

West la tranquilizó, -Ve, les diré al resto.

Ella se alejó y volvió a tomar el colgante entre sus dedos. En DC, Oliver se servía un trago, cuando uno de sus asistentes le avisó, -Es hora, señor.

-Dame unos minutos, Charles -le dijo con la voz entrecortada.

El hombre se fue, dejándolo solo. Oliver miró el vaso en su mano y sonrió, con los ojos húmedos, “Es bueno que sigas ahí, canarito”

Ella no respondió. Sostuvo con fuerza su colgante, tratando de controlar sus lágrimas. Ambos conectados por la magia de Zatanna, y alejados por varios kilómetros de distancia y metros de profundidad, estuvieron más cerca que nunca. Sus emociones, tan fuertes y desgarradoras, se acompañaron. Ollie tomó el vaso y simplemente dijo, -Por ti, viejo amigo.

En Metrópolis, Lois estaba mirando desde la ventana en dirección hacia el Daily Planet. Recordó la vez que conoció al atractivo y seductor millonario Bruce Wayne. Ese hombre era el único que había hecho que perdiera el interés por Superman. Sonrió ante la ironía: con él se había enamorado del hombre, pero odiaba al héroe. Con Superman, amaba al héroe, pero le parecía insignificante el hombre detrás del traje. ¡Qué tonta había sido! Al final, ninguno fue para ella. Pero había ganado algo más importante: dos grandes y leales amigos, que se habían encontrado uno al otro. Cuanto deseó poder estar al lado de Clark ahora. El saber que sufría ahora le destruía por dentro. Suspiró con tristeza, mientras se limpiaba el rostro. Respiró profundo, decidida a seguir con la guerra que su amigo entrañable le había encomendado.

Al mismo tiempo, Wally fue con los otros. - ¿Qué sucedió, Flash? -preguntó Diana al ver su rostro.

El resto se quedó en silencio, hasta que el velocista habló, -Se trata de Bruce… él… Deben ir… Jason y Tim. Deben ir a la baticueva ahora.

-No puede ser -dijo Diana mientras tomaba asiento.

Después de haber sentido algo de esperanza con la revelación sobre Superman, Bart sintió que nuevamente el mundo se le caía a pedazos.

-Iremos todos -habló Shayera afectada, mientras acariciaba su vientre ya abultado. -Todos debemos estar ahí, y despedirnos de Bruce.

-Prepararé el transporte -responde Wally, pero es interrumpido por Jonn, -Balack puede ayudarnos con eso, utilizando su dispositivo de agujeros de gusano, el mismo que usó para salvarnos cuando nos invadió Darkseid.

BREAK

Balack se preparaba para irse, después del pedido hecho por Flash. De sus cosas, sacó el dispositivo de agujero de gusano. Se sentía confundido. Bruce Wayne no era nada suyo, solo su padre genético, pero sentía dolor. Estaba seguro de ello. Al menos aprovecharía para poder verlo por última vez. Tomó sus cosas y fue hacia el salón principal como se le había ordenado.

Luego de despedirse de Roy, Jason fue hacia el salón. Se mostraba sereno, tranquilo. Observó a todos sin decir nada, hasta que Balack llegó. - ¿Están listos?

Algunos de ellos solo asintieron. Eran nueve los que irían: Flash, Canario, Jonn, Shayera, Jason, Tim, Conner, Bart y Balack. A pesar de que se negó, Wally obligó al chico a ir con ellos. No quería despegar ni un segundo de él.

En ese momento, el agujero de gusano apareció en la baticueva, y de él, salieron todos ellos. -Chicos -les saluda Clark.

Conner, que estaba detrás del resto, fue hacia su hermano mayor. Estaba conmocionado, al igual que Shayera que aún no podía creer que su amigo estaba con ellos.

Al llegar con él, Conner lo abrazó con fuerza. No podía creer que él hubiese estado vivo todo ese tiempo, y menos que Tim lo supiera y lo ocultase.

Clark respondió al abrazo, pero suavemente. Se alejó un poco y miró al resto, -Vengan conmigo.

Caminaron por varios metros hasta llegar a una habitación. Leslie lloraba en una esquina, completamente devastada. Jason fue con ella y acarició su hombro. Al ver quien era, la mujer se puso de pie y abrazó al rebelde muchacho con dolor.

Tim no había dicho nada desde que había recibido la noticia. Se sentía frío, y hacía un esfuerzo por no llorar. La puerta de la habitación estaba abierta, y Alfred estaba sentado junto a Bruce. El anciano escuchó ruidos, y al ver a Tim, fue hacia él y lo abrazó. -Es bueno verlo, joven Tim. Vaya con él, por favor. Él estuvo esperándolo por mucho tiempo.

El chico se aproximó a la cama. El resto entró, pero no acercaron para darle espacio al menor de todos. Tim llegó con Bruce. Tomó su mano y se sentó en el borde de la cama,

-Lo lamento. Quise… quise quedarme cuando supe lo que habías hecho por salvar a Superman. Pensé… pensé que podía ayudar. En el Monte Justicia estaba el único acceso para la Deep zone, por eso me quedé con los Titanes. Pero también… una parte de mi temía que estuvieses equivocado, que Superman no estuviese vivo y… que tú me odiaras por lo que había hecho. Pensé que ver odio en tus ojos sería lo más terrible que podría pasarme, pero… pero no es así… ahora veo que no es así. Sabía… sabía que en tu estado no podrías seguir con la investigación y pensé continuar con la misión… la misión siempre era lo más importante, siempre lo decías… pero debí escuchar…  debí volver cuando los chicos me dijeron… debí regresar contigo. Yo… lo siento Bruce, lamento no haber estado aquí.

Bart sintió un fuerte dolor en el pecho al ver esa escena. La historia finalmente se cumplía, tal y como se lo había narrado RR, el verdadero. Todo lo que había hecho, todas las vidas que se habían sacrificado por enviarlo a este tiempo, habían sido perdidas por nada.

Jason observó la escena con recelo. Se aproximó unos metros de la cama y miró a Bruce. -No permitiré que esto pase.

Todos lo miraron desconcertados. Jason se volvió al resto que estaba en el fondo de la habitación. -A veces la respuesta a todo está frente a nosotros y no nos damos cuenta.

Ninguno entendía lo que quería decir. Jason gruño molesto e insistió, -Mírenme. Estoy vivo.

Tim se limpió el rostro y se puso de pie. Alfred fue hacia Jason, y entendió de inmediato lo que trataba de decir, -La fosa de Lázaro.

-Estuve muerto, y regresé en mal estado, sí. Pero la fosa es capaz de sanar a cualquiera. El corazón de Bruce aún late y no permitiré que deje de hacerlo.

Fue hacia Superman y le habló directamente, - ¿Acaso no vale la pena el riesgo?

El Hombre de Acero lo miró sin decir nada, pero una luz de esperanza hizo que sus ojos brillaran con gran intensidad.

CONTINUARÁ

 


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