El porque de mi represión hacia ciertos sentimientos comenzó cuando tenia 14 años, estaba sosteniendo la mano de Michiko, mi mejor amiga desde que tengo memoria, prácticamente nos criamos juntas, nos pasábamos todos los días juntas, no había excepción ni las enfermedades nos separaban, eramos inseparables como un moquito pegado a la pared.
Michiko sufría de una fuerte Leucemia y estaba en sus finales, lo peor de todo esto es que por mucho que proteste para ser su donante de glóbulos blancos los doctores me lo negaron, la razón? la razón fue que no tendríamos afinidad. Solo me quedaba sentarme a su lado y escuchar el ritmo de la maquina de pulsaciones, reconozco que era una agonía ya que sabíamos lo que seguiría. Ti... Ti... Ti... (si es el ruido de la maquina) me quede dormida pero nunca solté su mano, Ti... Ti...
-Gala... despierta..- la voz débil y apenas audible de mi amiga me saco de mis sueños, sueños en los que recorríamos nuestro grandes memorias juntas, sin soltarnos de la mano, nuestras aventuras y travesías.. desde nuestras huidas hacia nuestro fuerte secreto, hasta las historias de nuestros amores platónicos.. esos que solo les cuentas a tu mejor amiga.
-Que pasa Mi?- admito que no quería despertar, trataba de mantener los ojos cerrados pero las circunstancias me obligaban a mirarla de frente sin si quiera pestañear.
-Nada.. Solo, solo quería decirte gracias..
-Que? Por qué?
-Por todo G, te quedaste conmigo.. todos los días..Gracias por ser mi moco- su voz se volvía cada ves mas suave con cada palabra mientras una sonrisa se formaba lentamente en su rostro y sus ojos resistían las lagrimas.
-De que estas hablando? eres mi pared, no tienes que agradecerme por nada Mi- trate de mentirme, de no creer que el momento estaba llegando, aun así nada servia, podía sentir ese ambiente tan pesado y esos pequeños escalofríos en mi espalda, como si la parca estuviera en esa habitación analizando cada instante que pasaba, contando el tiempo que nos quedaba.
-Como sea, nos vemos moco- Moco? moco! enserio no podías llamarme de otra forma? era obvio que ninguna era buena para las despedidas... que niña de 14 años seria buena para eso?. Pero aun así, aun que el moco me aya desorbitado un poco de la situación, yo le seguí el juego.. tal vez era lo que ella buscaba, distraerme un poco, olvidarme de que el ruido de las pulsaciones se hacia cada vez mas lento...
-Nos vemos pared- sin darme cuenta el ritmo de la maquina se tildo en un largo pitido y los ojos de Michiko se cerraron dejando escapar una lagrima, solo una lagrima.
Desde ese momento comprendí que esa pared se llevo una gran parte de mi, aprendí la diferencia entre vivir y sobrevivir, y que aunque no lo quiera acepte que nada volvería a ser lo mismo puesto que la razón de mi felicidad murió.
Bueno después de eso lo único que pude hacer fue tragarme mi tristeza y salir a informarle a los doctores lo que había pasado... era obvio que ya no podían hacer nada, por mucho que intentaron reanimarla Michiko ya se había despedido.