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AMOR INOCENTE [VerKwan] por LovelesSoo

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Notas del fanfic:

Vernon━ Me gusta observarte mientras hablas, mientras cantas, mientras lees, mientras comes; Cuando duermes, me gusta verte y preguntarme porque tuve tanta suerte. #VerKwan


 

Notas del capitulo:

Hola^^ este es mi primer Fic VerKwan espero les guste, quiero agradecer a SalmaQui por la bellísima portada que hizo♥ Bien empecemos.

Capitulo único: Corazón Frágil.  

 

Un tierno jovencito se encontraba en la librería comprando unos artículos de dibujos, estaba tan concentrado que tropezó con una de las cajas ocasionando que callera de bruces encima de estas, la dueña de la tienda asustada se aproximó, al ver que no está herido la señora comienza a disculparse insistentemente… el joven de piel blanca la veía sin comprender, quien ocasiono los destrozos fue él, quien debería pedir disculpas debía ser él.

–Señora no haga eso, fue mi culpa –trata de evitar que siga disculpándose por algo que no ocasiono.

–Fue mi culpa joven Boo, tenga está listo su pedido, por favor acéptelo –le alcanza un pequeño cuaderno, junto con una bolsa de papel llena de artículos que compro aquella tarde.

–No pedí esto en la lista.

–Es un obsequio joven, acéptelo.

–Pero…

–Joven Seungkwan se nos hace tarde –hablo un hombre mayor ingresando a la tienda viendo su reloj, el joven de piel blanca y pómulos saltones sonríe dulcemente al hombre.

–En seguida Park.

Sin más el hombre se retira, Seungkwan gira su rostro para ver a la mujer poro antes que pronuncie palaba ella dijo: –No haga esperar al Señor. –la mujer sonríe amablemente al joven y este contesta de la misma manera, hace una reverencia y se marcha.

Dentro del auto junto a Park se dirigen a la mansión, al llegar Seungkwan baja del auto ingresando a la  gran mansión donde la mayor parte del tiempo es habitada por él.

Las horas pasaban y se encontraba aburrido, había terminado todos sus deberes, no encontraba nada que hacer hasta que su vista se enfocó en cierto cuaderno que sé le fue obsequiado, estuvo observándolo detenidamente hasta que decidió abrirlo, al principio creyó que era un pequeño libro que quizás podría contener una pequeño cuento de hadas pero las hojas estaban en blanco, únicamente la primera hoja estaba escrita y decía: “DIARIO” el pequeño cuaderno era de color celeste y en la parte del lomo tenía una cita roja. Una juguetona sonrisa se formó en sus labios, tomo un bolígrafo de su escritorio y comenzó a escribir en el papel blanco.

 

 

~*~

 

 

“Hola querido diario… –‘soy muy torpe para esto, ¿Cómo comenzar?’ Sé pregunta así mismo, respira profundo, con determinación tomado el bolígrafo en mano y se dispone a escribir nuevamente – …Soy Boo Seungkwan, tengo 16 años, soy Coreano pero por motivos del trabajo de mamá vivimos en Japón… es un país muy hermoso… llevo viviendo 12 años aquí, no tengo muchos amigos pero eso no me hace menos, mi mejor amigo esta en China, se llama JiHoon, Lee JiHoon lo hecho mucho de menos pero muy pronto nos reuniremos, soy muy inteligente mi nombre siempre aparece en los tabloides de los 100 mejores estudiantes, no es por nada pero siempre estoy entre los 3 primeros del Ranking hahaha no quiero aburrirte con mi vida monótona, sé que la vida que llevo es como la de un ermitaño, soy tan simple por eso me inscribí en el club de canto quería hacer un poco de vida social. Ayer me volvió a hablar el chico del club de Improvisación de Hip–Hop, estoy muy feliz… sé que es bobo que me emocione cuando solo me dijo: – ‘Hola, se te callo el lápiz’

¡Woohhh!  

En ese momento quise gritar.  

Estoy muy emocionado, te contare que cuando lo vi por primera vez fue en el salón de canto, había olvidado  mi mochila así que cuando regrese al salón me lo encontré parado agarrando uno de mis cuaderno, rápidamente corrí y se lo arrebate, jamás había dejado que alguien vea su contenido, soy inseguro en cuanto se trata de mostrar mis canciones que escribo pues el mejor en composición es JiHoon, mi mejor amigo… él fijo sus ojos en mi por mi manera de actuar, yo agache la cabeza avergonzado, podía sentir su mirada penetrante en mí, quería que me tragara la tierra; Cuando levante mi vista, se estaba perdiendo por los corredores y finalmente pude regular mi respiración.

Esa fue la primera vez que lo  vi, rápidamente llevo mis manos al pecho, mi corazón palpitaba descontrolado, Choi Hansol hizo que mi corazón quisiera salirse de mi pecho, mis mejillas ardían, esa fue la primera vez que lo vi”

 

Seungkwan suspiro, al terminar de escribir, guardo el pequeño diario debajo de su almohada, se recostó en su esponjosa cama quedando rápidamente dormido.

 

 

~*~

 


Seungkwan mientras dormía sintió un delicioso aroma.

–Cariño el desayuno está listo baja de inmediato si no quieres llegar tarde a clases –al reconocer esa voz sumamente familiar abrió sus ojos esbozando una sonrisa ladina.

– ¡Mamá estas en casa! –exclamó emocionado, bajo de su cama corriendo como niño chiquito, extrañaba mucho a su madre, la mayor parte del tiempo se la pasaba fuera del país por cuestiones de trabajo, eran muy pocos los momentos que pasaban juntos en casa como una familia.

La muerte de su padre hizo que la Sra. Boo asumiera toda clase de responsabilidad para con la empresa y los negocios de su difunto esposo.

Al terminar de desayunar, se despidió de su madre.

En el salón de clases estaba un poco triste porque solo pudo ver a su madre unos escasos minutos, iba tan sumido en sus pensamientos que choco con el muchacho que le quitaba el sueño, avergonzado por su torpeza trato de escapar pero este lo sujeto de la muñeca impidiéndolo.

– ¡Hey! ¿Estás bien? ¿Por qué siempre rehúyes mí mirada? Veme a los ojos cuando te hablo –el chico de pómulos saltones aun sin verlo ponía sentir que estaba molesto a juzgar por el tono en el que hablaba, mordiéndose el labio inferior clara señal de nerviosismo levanto el rostro encontrándose con una hermosa sonrisa dibujada en el rostro del chico extranjero – ¿Sabes quién soy?

–…

No hubo respuesta. ¿Qué se suponía que diría? Fueron muchas preguntas, por cual debería empezar.

–Contesta –dice, levanta sus manos agarrándolo de los hombros, asustando a Seungkwan asiendo que encoja los hombros, y rehúya su mirada –Me presentare, ¿Vale? Me llamo Hansol, llevamos las mismas clases, ¿No piensas decir nada? Sabes es frustrante tratar de hablar con alguien así. Yo intento ser tu amigo pero eres difícil de tratar… he querido hablar contigo en reiteradas ocasiones pero nunca te encuentro en la cafetería, ¿Dónde diablos te metes? –pregunta, viéndolo detalladamente, él chico que tenía en frente era muy hermoso.

‘¿Esas mejillas son reales?’ –se cuestiona Hansol para luego decir:–Me gustas cuando sonríes, cuando me vez… escapas de mi  o te quedas callado como ahora, ¿Son una persona que causa temor? Las chicas siempre dicen que soy amable…

– ¡Oppa vámonos ya! Se nos está haciendo tarde –se oye una suave voz llamado la atención de Hansol, acción que tomo Seungkwan para coger su mochila y escapar corriendo hasta llegar al auto que estaba estacionado en la entrada esperando por él.

Al llegar a casa se di con la sorpresa que su amada madre había partido a Italia… nuevamente se encontraba solo en esa inmensa mansión, el Sr. Park no solo era el encargado de llevarlo y recogerlo del colegio, tenía otras obligaciones, cuando su madre no estaba Park se hacía cargo de la Empresa en Japón, resignado sube a su habitación donde se sumerge en su Diario celeste, toda la noche se la paso escribiendo, pensó que si no podía contarle a alguien sus inquietudes lo escribiría.

 

 

~*~

 

 

Repetía la misma rutina todos los días, de esa manera pasaron los meses, sus compañeros de salón no hacían más que hablar del Festival de –Sakuras– en dicho Festival los chicos trataban de tener el mejor quimonos para presumir, salir en grupo por las calles de Japón quien estaría decorado con colores festivos… los arboles de cerezo no podían estar más lindas en esa estación del año, todo era felicidad menos par cierto castaño que odia esa fecha.

Cada año su familia organizaba una cena, pero eso no lo molestaba, lo que tenía furioso a Hansol eran las personas que asistirían a dichosa “CENA” para su mala suerte no podía dejar de asistir.

A regañadientes se encontraba sentado con una sonrisa falsa en su rostro, brindando junto a sus padres y el socio de su padre que había llegado junto a su familia.

Las horas se hacían eternas para Hansol, la hija del socio de su padre, YoonSun no dejaba de insinuársele, la muy maldita creía que era sensual vestir como ramera… la pobre chica por poco y llega desnuda a la cena,  no dejaba de ver su reloj insistentemente, hecho que no pasó desapercibido por el socio de su padre.

– ¿Pasa algo Hansol? Te noto impaciente.

–Bueno  yo… yo tenía planeado salir un rato a distraerme…

–Entonces ¿Por qué estás aquí? Ve muchacho, deja a los adultos solos, diviértete mientras eres joven –al escuchar eso se levantó viendo a sus padres quienes no dijeron nada, cuando Hansol se ponía su abrigo para salir, él socio de su padre dijo: –Espero que cuides a mi princesa –para luego seguir bebiendo su copa de vino.

– ¡¿Qué?! –pregunto frunciendo el ceño en una línea.

–YoonSun no conoce Japón, se su guía… además mi princesa se aburriría estando sola.

–Claro… –dice no muy convencido, vio a su madre quien asía señas para que aceptara mientras su padre seguía comiendo, resignado se retira seguido de la muchacha quien no dejaba de decirle “Oppa… Oppa”

–Deja de llamarme de ese modo –grita –tú eres mayor que yo, es ilógico que me llames así. Deja de comportarte como una niña dulce que no te queda –la jovencita borro su sonrisa de golpe sujetando el brazo de Hansol.

–Está bien, Hansol. ¿Dónde me llevaras? está haciendo mucho frio –demandaba seria, él suspiro, por fin se quitaba su máscara de hipocresía –Me gustas mucho, nuestras familias muy pronto se unirán…

–Eso que tiene que ver conmigo, lo que hagan mis padres no es mi problema.

–Querido…

–No me digas “Querido” zorra… –dice hastiado soltándose del agarre.

YoonSun suspira pesadamente, no puede evitarlo quizás sea masoquista, pero le encanta que su querido Hansol la maltrate, ese apelativo no la ofendía porque era algo que había escuchado desde siempre.

– ¿Zorra? –pregunta, soltando una carcajada estridente llamando la atención de las demás personas que pasaban por ahí –Dime todos los insultos que tengas en tu repertorio, no vas hacer que me aleje de ti, amor… tú y yo algún día nos casaremos. Algún día seré tu esposa –esbozo una sonrisa maliciosa besando el cuello de Hansol quien la aparto bruscamente.

–Sueñas en grande, YoonSun… Tú no me amas, estas encaprichada conmigo porque no soy uno de los idiotas que están detrás de ti como perros –se quedó callada esquivando su mirada, ¡Golpe bajo! – ¿Tienes hambre? Sígueme –jalo de su brazo llevándola a un puesto de comida rápida que habían por la zona, al ver que la muchacha estaba distraída la dejó, no sintió pena o preocupación de que se perdiera, sabía perfectamente que en reiteradas ocasiones había venido a Japón sola, además estaban a unas cuadras de su casa, ha de ser estúpida si se perdiera de regreso a casa, rápidamente localizo a sus amigos quienes celebraban viendo el desfile de Sakuras, quien daba inicio al Festival, todas las personas se amontonaban para ver el espectáculo callejero… en ese momento Hansol choco con un torpe chico de piel blanca quien tropezó por no estar acostumbrado a caminar con un quimono puesto. Lo sostuvo de la cintura ayudándolo a levantarse, al ver de quien se trataba sonrió para sus adentros.

–Nos volvemos a encontrar…

-Suéltame… –dijo sonrojado hasta la punta de sus orejas, este no hizo caso, todo lo contrario sujeto más fuerte a Seungkwan de la cintura.

–Eres lindo. Seguro muchos te lo han dicho… –este negó lentamente agachando la cabeza avergonzado –Me gusta mucho tu sonrisa –acariciaba suavemente su mejilla teñida de rojito, cosa que le ocasiono ternura – ¿Alguna vez te han besado? –pregunto viendo esas orbes negras expectante, Seungkwan se  mordió  el labio inferior negando suavemente.

Hansol sonrió maravillado, quizás estaba siendo muy imprudente pero su primo SeungCheol le dijo que si le gustaba alguien debía ser ‘lanzado’ para conseguir lo que quería, y a él le gustaba mucho Seungkwan –Eso me gusta, quiero ser el primero en probar esos labios… –fue lo último que escucho Seungkwan para luego sentir unos esponjosos labios sobre los suyos, agrando sus rasgados ojos a más no poder trato de alejarlo poniendo resistencia, más no podía, la fuerza que ejercía en él era mucha, Hansol se alejó unos escasos centímetros de sus labios.

–Abre la boca –dijo demandante, Seungkwan no sabía que hacer o decir, se trataba del chico que le gustaba, si era un sueño era el más hermoso que había tenido y si no lo era… se dejaría llevar por lo que su corazón desaforado gritaba.

Lentamente se acercó al castaño serrando sus ojitos entreabriendo sus labios dejándose querer por el chico que ocupaba gran parte de sus pensamientos desde que lo conoció. El más alto beso, mordió, saboreo toda la cavidad bucal del chico de la sonrisa juguetona, el beso se volvió demandante.

Desde ese día Hansol amo el Festival de primavera.

Amaba tener en sus brazos a ese hermoso ser que había cautivado su corazón desde el primer día que lo vio en la cafetería, cuando tropezó con una silla. Ese fue el comienzo de su historia de amor… una que ya estaba escrita.

 

 

~*~

 

 

Las semanas pasaron volando, Hansol no dejaba de sorprender a Seungkwan en cada oportunidad, trataba de conquistar su corazón, no volvió a besar esos hermoso labios que tanto lo incitaban a besarlos… quería ir lento porque de lo que si estaba seguro, era que estaba perdidamente enamorado de su hermoso Bono, espero pacientemente dos semanas más para poder tomar su mano, eso era lo que lo enamoraba más, su Seungkwan era puro e inocente, se contaban todo, Seungkwan en muchas ocasiones visito la mansión de Hansol para estudiar, en ningún momento el castaño intento propasarse, cosa que agradeció el de piel blanca, porque no se sentía listo para dar ese paso… además Hansol no le pedía que fuera su novio formalmente, aunque tratara de negarlo se moría porque se lo pidiera.

Luego de un par de meses lo que más deseaba Seungkwan llego, esa tarde fueron al cine, cenaron en su restaurant favorito, al terminar Hansol lo llevo a la pista de patillaje quien para el asombro de Seungkwan estaba descampado, no había ningún alma en la pista de hielo, cuando se suponía que era temporada.

–Hansol que pasa, no hay nadie aquí, creo que deberíamos irnos –cuando Seungkwan giro, vio a Hansol dentro de la pista de hielo girando en círculos, quien hacía señas con la mano llamándolo.

Seungkwan bajo la vista viendo unos patines de hielo en una esquina, suponiendo que eran para él las tomo, con los patines en mano camino lentamente temeroso de caerse en cualquier momento, llego hasta Hansol quien lo sostuvo de las manos atrayéndolo más a su calor.

– ¿Por qué no te pusiste los patines?

–Yo… yo no sé patinar –hablo apenado con la cabeza baja.

– ¿Qué? –dice sorprendido – ¡Ohh! No lo sabía…

–Nunca he venido a una pista de hielo, mi padre prometió llevarme pero él…

–Entiendo, soy un tonto debí preguntarte primero.

–Creo que debemos irnos no hay nadie –dijo sonriendo dulcemente, ahí nuevamente estaba esa sonrisa que tenía hechizado a Hansol, no pudo resistirse más, delicadamente tomo el mentón del chico de piel blanca atrayéndolo más cerca, al ver que este no opuso resistencia unió sus labios con los contrarios lentamente no queriendo asustarlo, sabía que no tenía experiencia, mientras él se había besado con cuanta chicas o chicos en el pasado, pero con Boo Seungkwan era  distinto, no era como los demás, no estaba interesado en su fortuna puesto que también era adinerado… eso era algo que agradecía por sus padres, sabría que pondrían un grito al cielo si se llegaba a enterar que se había involucrado con una persona de clase baja. El  beso se volvía más demandante por lo que se tuvieron que separar, al hacerlo Hansol miro a Seungkwan con los ojos entrecerrados, con los labios rojos e hinchados.

–Lo siento… no me pude contener.

–Está bien, ¿Nos vamos? está haciendo mucho frio… –dice apresuradamente sonrojado evadiendo su mirada soltándose delicadamente del agarre del castaño, este asiente un poco desilusionado.

Mientras Seungkwan caminaba adelante, Hansol sacó de su bolcillo una pequeña cajita color azul, dentro de esta se encuentran dos anillos bañados en oro blanco, negando con la cabeza esboza una pequeña sonrisa de lado, alcanzando a su Bono quien lo esperaba en la entrada viéndolo curioso.

Hansol suspiro pesadamente quizás no era el momento adecuado para confesarle sus sentimientos, no era el momento de pedirle que fueran novios.  

No sabía que decir, porque nunca se enamoró de nadie en el pasado, de hecho jamás se le cruzo por la cabeza enamorase; Era algo atemorizante, pero al mismo tiempo lo llenaba de gozo, eran sentimientos nuevos los que experimentaba su corazón, en reiteradas ocasiones se burló de sus amigos que decían abiertamente haber encontrado el amor, como Mingyu que estaba perdidamente enamorado de Wonwoo, o Jisoo que hacía de todo para complacer a Jeonghan, increíblemente ahora era uno de ellos.

Tomando las frías manos de Seungkwan les puso unos hermosos guantes de hilo blanco, este se sorprendió más no dijo nada, guardo silencio viendo como el castaño entrelazaba sus manos, ante ese detalle se le subieron los colores, sentía que estaba en una nube… una en la que no pensaba bajarse.

Muchas chicas del colegio donde estudiaban no están muy contentas con el acercamiento que tenía con Hansol, decían: “No quiero que Oppa pierda su popularidad por alguien torpe” “¿Por qué le gusta ese feo?” “Yo tengo una figura perfecta, soy delgada y bonita ¡lo odio!” y tenían razón al llamar a Seungkwan –feo–porque así es como se sentía, ante ese detalle entristeció bajando la vista viendo sus manos entrelazadas, preguntándose ¿Qué es lo que vi en él? Si era la persona más simple en el mundo,  ¿Acaso era una broma?  ¿Estaba jugando con sus sentimientos?’ Si ese era el caso, cuanto tiempo duraría su farsa.

Ante estas interrogantes negó con su cabeza efusivamente, no quería creer eso. Hansol era una persona amable, educado, respetuoso, porque no simplemente creer que sentía atracción por él.

Caminaba tan metido en su pensamientos que no sintió como Hansol soltó su mano quedándose atrás… mientras él seguía caminado, freno al verse solo, giró viendo a Hansol con la cabeza gacha cubriéndose el rostro.

–Hansol…

–Seungkwan… no voy a callar más –dijo levantando la cabeza viéndolo a los ojos… camina decidido hasta él – ¡Demonios no sé cómo hacerlo! –exclamó agarrándose el rostro con sus manos frustrado.

– ¿Hacer qué? –pregunta inocentemente.

–Tú… tú…. ¡Me GUSTAS! –grita, asustándolo, haciendo que retrocediera un poco hacia atrás –Eres un estúpido Hansol –se recriminaba así mismo –te traje aquí porque pensé que sería romántico hacerlo, pero fue un desastre porque te trajo malos recuerdos, me gustas demasiado. Ni sé que veo en ti. Eres torpe –gritaba caminado de un lado a otro en medio de la pista, se detiene para ver a Seungkwan quien hasta el momento se mantenía callado asiendo que Hansol sudar frio, no le decía nada, estaba haciendo que enloqueciera.

–Demonios me gustas… me gusta observarte mientras hablas, mientras cantas, mientras lees, me gusta verte comer… me gusta verte y preguntarme porque tuve tanta suerte. Todo en ti me gusta, lo cual es raro porque, nunca he pensado en tener una relación con alguien, no me gusta estar atado a alguien, pero tú eres diferente… –habla demasiado rápido, se sentía avergonzado.

Seungkwan tenía los ojos llorosos, caminando lentamente así él quien le estaba dando la espalda –Dime algo, no te quedes callado, por favor… –suplico quedando callando al sentir unos delgados brazos abrazarlo por la espalda, haciendo que se salmara, permanecieron por esas minutos en esa posición, hasta que Hansol se soltó girando viendo las facciones del joven de piel blanca, acaricio su rostro.

–Eres un tonto.

– ¿Qué? –dijo desconcertado no se esperaba escuchar eso.

–Tienes razón, como podría gustarte alguien torpe como yo… alguien que antes de conocerte pasaba desapercibido en el colegio donde era completamente invisible, ¿Por qué? –pregunta llorando, el castaño se sintió estúpido –Tú… también me gustas Hansol, me gustas tanto que me asusta, porque si me lastimas estoy seguro que no podría soportarlo y enloqueceré… quiero que me ames. Quiero estar a tu lado –susurro el final con los ojos cristalizados.

Hansol dirigió la mano que tenía en su mejilla, hacia su nuca acercándolo hasta él, sus esponjosos labios se posaron sobre los contrarios, tal como lo habían hecho en la pista de hielo pero sin duda esta vez era mucho más especial, sus labios se acarician mutuamente demostrándose todo el amor que sentían, el delicioso sabor que inundaba los labios de Seungkwan hacían volverse loco a Hansol, las manos de Seungkwan se aferraron a la espalda del castaño  atrayéndolo más a él, se separó tan solo un poco; Hansol pudo apreciar el tierno rostro de su Bono con sus ojitos cerrados, los labios hinchados y rojos haciendo que tenga un aspecto único.

–Eres hermoso… –dice, Hansol, arrodillándose frente a él quien puso sus manos al pecho sorprendido de ver como Hansol sacaba de su pantalón una pequeña cajita azul –Boo Seungkwan, ¿Quieres ser mi novio? –preguntó, más no hubo respuesta, el chico de los pómulos saltones se fruto los ojos, creía que todo esto era un sueño, era tan irreal, Hansol se levantó sacando los anillos de la pequeña cajita, colocando uno de ellos en el largo y huesudo dedo de Seungkwan quien no dejaba de llorar mientas asentía con la cabeza.

 

 

~*~

 


Tiempo después su relación comenzaba a florecer, llevaban cuatro meses de novios, donde todo era felicidad, pero lo que Seunkwan no entendía era porque si estaban por cumplir cinco meses nadie de los amigos de Hansol sabían que mantenían una relación, eso era un tema que últimamente hacia a la novata pareja discutir, pero al final de la noche Hansol se las arreglaba para a contentar a su joven ángel… con obsequios, veladas de medianoches dando por terminada la discusión.

Seungkwan se dispuso a preparar una hermosa cena a la luz de la luna, aprovecharía que Park no estaría en la mansión… ya que este se encontraba fuera del país ayudando a su madre en Italia, dio el día libre a la servidumbre, se encontraba desbordante de felicidad, cumplían ocho meses, se sentía seguro para dar el siguiente paso, Hansol llegó puntual como siempre sorprendiéndose por tal recibimiento de su querido Bono, comieron la deliciosa comida preparada por Seungkwan, Hansol no se cansó de hacerle cumplidos por la excelente sazón que tenía su amado.

Reían y hablaban sobre el futuro que tendrían, pronto terminarían el año escolar, planeaban un hermoso verano juntos… una cosa llevo a la otra y sin darse cuenta sus labios volvieron a juntarse y Hansol sentía la necesidad de sentir más y más,  mordió levemente el labio del Seungkwan haciendo que de su boca saliera un sensual gemido, aprovecho para meter suavemente su lengua pues no quería asustarlo, el pelinegro se dejó llevar acariciando con su propia lengua la del moreno, disfrutando de su sabor, estaba tan concentrado en ese perfecto beso que no se dio cuenta cuando sus manos viajaron por el pecho de Hansol  desabrochándole botón a botón la camisa que llevaba.

Hansol acariciaba con dulzura la cintura del su novio, dejar caer su camisa, se separaron tan solo unos segundos en los que Hansol hizo desaparecer la playera holgada de Seungkwan hipnotizándose por su piel blanca, lo acerco a él abrazando su cuerpo sintiendo lo suave que era su piel, apoyo a Seungkwan a la pared más cercana, este gimió por lo frio que estaba la pared pero la incomodidad se fue cuando el castaño se adueñó de su blanquecino cuello besándolo, succionando y mordiéndolo a su antojo sin dejar de ser delicado en todo momento, su piel era tan deliciosa que hacía que perdiera la cordura.

Seungkwan tomo el rostro de Hansol entre sus manos para volver a besarlo, bajo sus manos para desabrochar el pantalón, fue ahí donde Hansol detuvo sus manos, preguntando: –Estas seguro, no quiero presionarte, puedo esperar hasta que estés listo –como respuesta este sonrió coqueto, ladeando su cabeza viéndolo con un brillo en los ojos… dejando a Hansol sin palabras.

–Estoy listo, te amo –eso fue lo último que dijo ya que Hansol se había abalanzado sobre sus labios, acaricio una de las piernas de Seungkwan, este no paraba de gemir sintiendo sus caricias y los besos que repartía por su muslo, Hansol se hinco tomando fuertemente de la cadera, dejando el miembro semi-erecto de Seungkwan frente a su rostro.

Seungkwan temblaba de placer, se cubrió el rostro con sus manos al ver a su novio debajo de él, todas esas sensaciones eran nuevas y ciertamente le encantaban, Hansol era el hombre que amaba.

Hansol acerco sus labios al miembro de Seungkwan hasta darle un pequeño beso entonces dejo salir a su lengua dejando que hiciera su trabajo, lamia lentamente dándose el tiempo necesario para saborearlo mientras sentía como su propio miembro estaba completamente erecto, su manos había subido hasta los glúteos del chico angelical masajeándolos y estrujándolos descaradamente, el de piel blanca arqueo la espalda al sentir que su miembro era atrapado por la boca del castaño, se sentía realmente caliente, sus manos fueron a parar al cabello de Hansol enredando sus delgados y largos dedos entre los suaves hebra de su amado, de su garganta salían roncos gemidos de placer.

Hansol metía y sacaba el miembro de su boca de la manera más lenta que podía, torturando al su bello novio, el chico de piel blanca tiro de los cabellos de Hansol para marcar su propio ritmo, uno más demandante. Seungkwan sentía que en cualquier momento se desmayaría de tanto placer.  Hansol paró de un momento a otro relamiéndose los labios sensualmente, sorprendiendo a su novio quien frunció el ceño.

Hansol se paró a su altura, cargándolo como una princesa dirigiéndose a la habitación de Seungkwan, recostándolo en la cómoda cama, se incorporó tirando rápidamente su pantalón al suelo y siguió después con su ropa interior, Bono se sonrojo, sin poder evitarlo dejo que sus ojos viajaran por toda la perfecta anatomía de Hansol, para él era simplemente perfecto, mordiéndose el labio inferior deseoso de tenerlo dentro de él.

–Te amo…

Se posiciono encima de él procurando no aplastarlo con sus peso tomándolo de la cintura alzándolo, Seungkwan enredo sus largas piernas blancas en su cintura, con las mejillas teñidas de rojo – ¿Me dejaras? –susurro a su oído, lamiendo con gusto, bajando a su cuello mientras con una mano acariciaba su pierna.

–Si –responde suavemente con un hermoso sonrojo en sus mejillas pero con un brillo en sus ojos y Hansol le sonrió y beso apasionadamente.

Hansol sentía su miembro palpitar a punto de explotar, Seungkwan lo estaba enloqueciendo, cuidadosamente llevo un dedo a la entrada del menor metiendo uno a uno con sumo cuidado, Seungkwan sentía incomodidad, tenía los ojos cerrados con fuerza mientras mordía el hombro de su novio y clavaba sus filudas uñas en su fuerte espalda dejando marcas a su paso, podía sentir como el miembro ardiente iba abriéndose paso, sus ojitos se llenaron de lágrimas por el dolor, el galopeo de su corazón no lo hacía pensar en cualquier otra cosa que el hecho de que Hansol estaba asiéndole el amor

–Hansol… –gime su nombre.

–Tranquilo amor, no me moveré aun –dice besando la comisura de sus labios.

–Muévete…

–No quiero lastimarte… –no pudo decir más porque él empezó a mover sus caderas, Hansol no pudo soportar más e inicia las embestidas, suaves y acompasadas que con cada beso y caricia fueron aumentando a una exquisita danza, cuya hermosa y obscena melodía era sus gemidos y dulces susurros de amor.

Seungkwan gimió, se mordió el labio inferior y movió aún más sus caderas.

–Más… más por favor… –ruega, entre suspiros que salían de sus labios entre abiertos –Hansol  más…

Hansol vio en los ojos de Seungkwan deseo, empezó a aumentar la velocidad volviendo las embestidas más erráticas. Seungkwan empezó a dar pequeños saltitos buscando que el miembro de Hansol llegara más profundo, quería sentirlo completamente, quería que lo llenara, levanto su rostro juntando sus labios, ahogando sus gemidos en la boca del contrario.

Hansol hecho todo por la borda y lo tomo firmemente de la cadera para empezar con embestidas mucho más rápidas y profundas, mientras su boca estaba ocupada mordiendo los blanquecinos hombros del su amado.

Hansol esta excitado.

– ¡ahhh! –Seungkwan soltó un fuerte gemido, Hansol sonrió, había encontrado su punto dulce, acelero las embestidas asegurándose de dar en el mismo lugar. Sus cuerpos estaban cubiertos de pequeñas gotitas de sudor los cuales se friccionaban de una manera tan deliciosa, compartían un beso húmedo, unas cuantas embestidas más y ambos se corrieron, Seungkwan arqueo la espalda y hecho la cabeza hacia atrás llegando al orgasmo… volviendo a estremecerse, teniendo que calmar su respiración y sintiendo como su amado novio se derramaba en su interior llenándolo por completo, lo abrazaba diciendo en el oído: – “Te amo Seungkwan estaremos juntos hasta la eternidad”

Seungkwan sonrió ante esa declaración, enrollo el cuello del moreno con sus delgados brazos.  

-También te amo… Hansol –confeso en un susurro, con sus ojos entrecerrados. Siguieron así abrazados hasta que el cansancio los venció quedando profundamente dormidos.

 

 

~*~

 

 

*Dos meses después*

 

A lo lejos se podían escuchar como los pajaritos del jardín cantaban haciendo que el joven de piel blanca despertara, sintiendo unos fuertes brazos sujetarlo posesivamente,esbozando una hermosa sonrisa besando la comisura de los labios de su novio dormido.

–Que haces pervertido –dice Hansol con voz rasposa, quien acababa de despertar mientras se frota los ojos.

–Yo no soy pervertido –se defendió.

–Mira quien lo dice… él que tiene un pequeño problemita ahí abajo –señalo la notoria erección de su novio, quien se puso rojo de vergüenza. Hansol no dejaría que su precioso novio estuviera así, se puso encima de él y se agacho un poco para poder lamer y succionar la erección matutina de su Bono.

– ¡No!... para… –se quejaba pero no oponía resistencia así que su novio prosiguió.

–Creí que no querías que siguiera –dijo divertido viendo a su novio esquivar su mirada, fingiendo molestia, este se acostó a su lado robándole un beso quien contesto rápidamente, siendo Seungkwan quien estaba sentado encima, perdiendo toda clase de pudor comenzó a besar el pecho de Hansol asiendo un pequeño caminito de besos hasta llegar al abdomen metiendo en su boca el miembro de Hansol donde succiono todo lo que podía, el miembro de Hansol estaba grueso y erecto.

Hansol atrajo con sus manos rápidamente a Seungkwan a sus brazos besándolo, lo puso en cuatro en la cama, metiendo un dedo a su entrada palpitante asiendo que Seungkwan gimiera por la intromisión, pero se dejó hacer, quien no dejaba de juguetear con sus dedos, formando círculos en la entrada, saco sus dedos de un momento a otro poniendo en su lugar su caliente lengua lamiendo, metía y sacaba su lengua, desfrutando succionar esa zona, tomo el pre-semen del su lindo novio para untarlo en sus dedos y meterlo, asiendo círculos preparando la entrada de Seungkwan.

– ¡ahh! –gimió Seungkwan, Hansol sonreía sacaba sus dedos tomando sus caderas, girándolo asiendo que se sentara a horcajadas encima de él.

–Así será mucho mejor… –dijo lujurioso, travieso, haciéndolo sonrojar.

Seungkwan se acomodó, levantando sus glúteos tomando el miembro de Hansol entre sus manos, fue introduciendo lentamente en él, estremeciéndose y gimiendo, mientras el lujurioso Hansol disfrutaba de ver y sentir como su ardiente miembro se abría camino por si solo entre las estrechas nalgas de su bonito novio.

Entre gemidos Seungkwan se mordiendo el labio inferior, se encontraba demasiado excitado. Hansol tomo sus caderas poniendo el ritmo en el que quería que moviera, subiendo y bajando su trasero para deleite del castaño.

Disfrutando de las embestidas más erráticas y profundas, asiéndolos perder la poca cordura que les quedaba, sus gemidos se convirtieron en gritos de placer, apretando sus glúteos en cada momento, sus cuerpos estaban cubiertos de sudor y sus besos se movían al mismo compas de las embestidas. Llegando al orgasmo Seungkwan se desplomo sobre el pecho de su amado sintiendo como sus corazones palpitaban aceleradamente. Sé quedaron el resto de la mañana en la cama, durmiendo cómodamente.

 

~*~


En la tarde cuando Seungkwan despertó, se encontró solo en su cama, creyó que Hansol  estaba en el baño, sonriendo se levantó envuelto en sábanas blancas, pero no lo encontró, busco en todas la mansión más no lo encontró en ninguna parte.  Se preocupó y llamo a su celular, pero no hubo respuesta, la contestadora lo mandaba al buzón, preocupado regreso a su habitación, se bañó y cambio de ropa, cuando se disponía a salir de la mansión una domestica de su mansión le entrego una pequeña nota.

Sé sorprendió.

Al parecer Hansol le había dejado una nota, rápidamente la tomo entre sus manos y se dispuso a leer, al terminar de leer salió corriendo de la mansión y tomo un taxi, indicándole al conductor que lo llevara hacia la dirección que estaba anotada en el trozo de papel.

Todo era muy extraño, no dejaba de templar algo le decía que no era nada bueno. Al llegar bajo en medio de la calle, espero paciente estaba anocheciendo, los faroles prendieron las luces iluminando las calles de Japón, estaba haciendo mucho frio, a lo lejos vio una silueta acercarse, creyó que era su novio Hansol así que sonrió aliviado.

Pero que equivocado estaba… frente a él se encontraba una jovencita de su misma edad,  Seungkwan frunció el ceño confundido ¿Por qué ella estaba ahí?

–Hola Seungkwan –saludo la joven.

– ¿Por qué estás aquí? dónde está mi… ¿Dónde está Hansol? –pregunto acercándose un poco más a ella.

–Seungkwan quiero ayudarte… por eso estoy aquí, no puedo permitirlo, no soy tan cruel…

–De que estas hablando.

–Todo fue una vil mentira Seungkwan –dijo avergonzada, el pelinegro afiló sus  ojos, no entendía.

–Que quieres decir…

–Hansol te engaño, te mintió, todo este tiempo ha estado jugando con tus sentimientos a tus espaldas, siendo la burla de todos.

–…..

–Seungkwan... –la joven trato de acercarse, Seungkwan se había quedado sin habla.

– ¡MIENTE! –grita  viéndola con odio, como podía mentir de esa manera tan vil, no te creo nada, es incapaz –grito.

–Por eso estoy aquí, no quiero que te dañe más, al principio estaba de acurdo con los demás, pero luego me di cuenta de mi error, Seungkwan… debes irte antes de que llegue.

– ¡No me toques! No sé por qué haces esto, pero yo sé que Hansol es incapaz de engañarme –gritaba sintiendo un nudo en la garganta, con los ojos llorosos.

– ¡BASTA! ¿Creíste que en verdad te amaba? eres iluso, alguien como él jamás se fijaría en ti Seungkwan, si te quedas, serás la burla de todos. ¿Sabes lo que dijo? Dice que fuiste algo de una noche, sintió asco de tocar tu cuerpo… de tener que besarte, decir que te amaba… pero tuvo que hacerlo, ese fue el plan inicial, fue el plan de todos. Hansol piensa humillarte públicamente esta noche. Pronto llegara junto con sus amigos –finalizo viendo la pista.

Seungkwan estaba sin habla, mientras sollozaba silenciosamente no podía ser cierto, su Hansol no podía hacerle mentido, jamás habría jugado con sus sentimientos.

–Mientes –volvió a decir, limpiándose el rostro cubierto de lágrimas –No te creo.

–Entonces dime, ¿Por qué nunca te presento con nosotros sus amigos como su novio? –pregunto, viendo la pista descampada, miro su reloj de mano cerciorándose de la hora.

Hansol nunca quiso presentarlo con sus amigos, siempre que se lo pedía ponía un pretexto, con el dolor de su corazón, esa tipa tenía razón, su corazón se rompió en mil pedazos.

–Digo que me amaba… –susurra –Digo que cuidaría de mi… dijo que estaríamos juntos por siempre –dice con un nudo en la garganta, con la vista perdida, su cabeza daba muchas vueltas, veía borroso porque las lágrimas se acumulaban en sus ojos entristecidos, la jovencita intento acercarse más este no la dejo, la esquivo dándole un manotazo, comenzó a caminar lentamente hacia otra dirección, dejando a la joven atrás quien lo veía desencajada, pero con una maliciosa sonrisa dibujada en su rostro, feliz porque hizo una buena obra de caridad, ayudar a un pobre diablo que no sabía que no debían meterse son los suyos.

Seungkwan siguió caminando sin rumbo fijo por muchas horas, hasta caer de rodillas hecho un mar de lágrimas, las calles estaban descampadas, era bastante tarde para que un jovencito como el estuviera solo, aun así se levantó y siguió caminado.

–Prometiste que siempre estarías conmigo… –susurraba sollozando – ¿Por qué? ¿Por qué me engañaste? te entregue todo mi amor… ¡¿Por qué?! –grito a la nada, no podía más, su corazón dolía mucho, estaba roto en mil pedazos, quería creer que todo era una maldita pesadilla, su Hansol no pudo haberle mentido, una persona no puede mentir de esa manera, Hansol no.

Le dolía mucho la cabeza, sentía que las hombros le pesaban como si estuviera cargando algo muy pesado en su espalda, sus piernas temblaban mientras  caminaba lentamente apoyándose por las paredes de las frías calles, de pronto comenzó a correr fue ahí donde choco con alguien más no se detuvo siguió su corriendo, en medio de la pista freno levantando su muñeca viendo uno de sus dedos donde descansaba un hermoso anillo, un anillo que simbolizaba un ‘Te amo, estaremos juntos para siempre’ nuevamente con ese recuerdo brotaron lágrimas, grito llamándolo –Hansol– una y otra vez.

Su vista estaba borrosa, por culpa de tanto llanto, a lo lejos pudo divisar como un auto se acercaba a excesiva velocidad, más no hizo el intento de moverse se quedó parado en medio de la pista serrando los ojos cubriéndose los ojos con sus brazos, cuando las luces del auto lo iluminaban, segundos después se escuchó un fuerte impacto, donde un frágil cuerpo salía volando por los aires producto del fuerte impacto desplomándose unos centímetros del auto, el convertible  rojo retrocedió, escapando a toda velocidad dejando el cuerpo sin vida desangrándose,  cubierto de vidrios rotos en todo su cuerpo en medio de la pista.

Esa misma noche Hansol espero a Seungkwan hasta el amanecer, entonces una hermosa jovencita se acercó a él por detrás.

–Oppa no vendrá…

– ¿Qué haces aquí? –pregunta con el ceño fruncido, esta le sonríe dulcemente sentándose a su lado, entregándole un sobre, Hansol duda en aceptarlo pero lo abre mirando su contenido.

– ¡Qué diablos es esto! –levanta la voz furioso, viéndola a los ojos agarrándole la muñeca fuertemente.

–Eso es lo que tu amado Seungkwan hace a tus espaldas mientras lo dejas solo, es un puto –dijo venenosa, Hansol no contesto, salí corriendo dejando botas las fotos donde aparecía un sonriente Seungkwan en brazos de un hombre desconocido, los dos desnudos en una cama.

 

~*~


||Meses Después||

Hansol alistaba sus cosas, había decidido escapar de su casa, sus padres estaban metidos en un lio muy grande que tarde o temprano lo arrastraría, tenía planeado escapar a Corea acompañado de su fiel amiga, quien fue su apoyo incondicional cuando se hundió en una profunda depresión, frecuentando bares, al descubrir el engaño de su amado Seungkwan, lo último que supo fue que la familia Boo se había mudado de ciudad, nunca volvió a saber nada de él, nunca supo que Seungkwan estaba en coma, postrado en una cama.

Quizás desde el principio nunca estuvieron destinado a estar juntos, quizás Hansol nunca amo a Seungkwan lo suficiente como para buscarlo, y el corazón de Seungkwan fue demasiado frágil para ver lo que realmente estaba pasando. 

El amar a alguien es tan complicado cuando no se sabe confiar en el ser amado, una simple mentira destruyo un puro e inocente amor.

 

FIN

 

Notas finales:

Gracias por leer~♥


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