The other boys…
Steve miraba con fastidio una foto de Bucky, ya con el cabello largo, era una fotografía reciente que le había entregado Natasha, debía admitirlo, le quedaba bastante bien el cabello largo y la sombra de barba… Ahora Bucky también era un vengador, pero no se había mudado a la torre Stark, solo aparecía cuando alguna amenaza acechaba al mundo y el equipo debía ir a combatir.
There's so much heartache in the world today
So why do you feel the need to pull away?
I got someone who wants to show me love
He tells me every day I have his heart
Guardó la foto con cuidado en una especie de sobre de cuero y cuando lo cerró y lo puso a salvo en su cajón, decidió entrar a la ducha.
El agua casi hirviendo lo relajaba bastante, así que una espesa cortina de vapor cubría el baño, y el cancel esmerilado también le limitaba la vista, así que no vio cuando abrieron la puerta de su baño privado.
Cuando salió de entre la nube de vapor, con una toalla enredada en su cintura, sintió una sensación extraña en sus pies. ¿Qué diablos hacían pétalos de rosa en el piso de su baño privado? Puso una cara de pocos amigos, ya se imaginaba quién se atrevería a hacer ese tipo de payasadas.
Vio que en la cama había un ramo de rosas blancas y una tarjeta firmada: “Capi-paleta, se mío por siempre, T.”
Tony de verdad que no entendía que él no estaba interesado, no es que Tony le pareciera poco atractivo, pero sus modales, su lenguaje… además de los altercados que habían tenido en el pasado, no, a Steve no le gustaba Tony y el barbado debía de hacerse a la idea. Sólo lo consideraba un buen amigo. No importaba cuantos ramos de rosas comprara, cuantos chistes subidos de tono le dijera en tono de coqueteo, o cuantas veces se inclinara a levantar pesas cuando estaban en el gimnasio. Para el rubio no funcionaría.
But that's not what I want
It's not what I dream of, no
Because something tells me
We should be together, be together
I know you hear me
And we should be together, start being clever
Se cambió y se dispuso a dar un paseo por Brooklin, le gustaba recordar como solía ser el vecindario… Setenta años antes. Cuando se dirigía a tomar el ascensor se topó con Clint y Pietro, quienes saludaron con camaradería, Steve sabía que esos dos se andaban en algo, pero eran bastante discretos, al menos el arquero, ya que al corredor se le había escapado más de una vez alguna que otra mirada indiscreta hacia Steve.
Le causó risa a sus adentros, sabía que no era un mal chico, y que si sus sospechas eran ciertas, jamás traicionaría a Clint, pero bueno, era normal, el europeo solo tenía 20 años, pero ¿que más daba? Alguien de 20 con alguien de 95 no se vería muy bien…
Bajó al estacionamiento, tomó su moto y abrió la puerta del garaje, en la salida un gato se atravesó y tuvo que frenar de repente, el gato se parecía mucho a ese animal que había visto en internet y apodaban “grumpy cat” la expresión del gato y sus condenados ojos…
-¡Tonto gato! ¡Casi tan tonto como James Buchanans! – escuchó un sonido extraño cuando dijo eso, pero tal vez solo serían los gatos, los tontos gatos…
So tell me, why don't you love me like the other boys do?
Why can't you call me up, why isn't it you?
Why don't you love me like the other boys do?
Like the other boys do, like the other boys do
-Tontos gatos… - bajó la cabeza – tonto Bucky, tontos gatos, tontos todos… - dio un acelerón a su moto y partió. Llegó a su destino y estaba caminando lleno de nostalgia. Vio uno de los callejones donde solían golpearlo y donde siempre llegaba su mejor amigo a salvarle el pellejo.
Su localizador comenzó a sonar - ¿Hola? –
-Capi, soy Thor, más tarde iremos a comer shawarma… ¿quisieras… que pase por ti?
-Estoy en medio de algo amigo – tragó pesado – pero les llamo más tarde – pensó que realmente no había sido tan buena idea intentar coquetear con el asgariano tocando su pierna debajo de la mesa un par de noches antes, pero estaba aburrido... y se sentía completamente solo… y Thor estaba solo también… y… no, en definitiva fue una mala idea, no porque no le gustara Thor, simplemente que era un vikingo y los vikingos conquistaban, saqueaban y se iban… Además Loki podría regresar en cualquier momento y lo menos que quería era un enemigo personal extra…
My heart, it hurts, it hurts, it hurts for you
Cause my head won't stop, can't stop thinkin' of you
And somethin' tells me we should be together, be together
-Será mejor que vaya a cenar con ellos, total – suspiró de nuevo – no tengo nada que hacer… como siempre…
Llegó al restaurante, casi atrás de Pepper, Nat, Wanda y María, estaban particularmente encantadoras esa noche, habían cambiado sus peinados, llevaban vestido todas, enseñando buenas curvas… Hacía mucho que el rubio no tiraba buenas curvas…
-Nah – se corrigió mentalmente – son unas damas – además solo podía pensar en ciertos ojos de luna y una nariz que solía ponerse fría conforme avanzaba la noche, no sabía si ese peculiar detalle se había corregido en 70 años, pero le encantaría averiguarlo…
Cuidado con lo que deseas Steve… porque puede cumplirse….
So tell me, why don't you love me like the other boys do?
Why can't you call me up, why isn't it you?
Se sentó saludando a todos cortésmente, sus modales siempre habían sido su mejor carta de presentación, aun cuando era un debilucho, siempre era bien recibido por ser tan amable.
-¿Puedo sentarme aquí? – había un lugar entre Pepper y María.
-¡Claro que sí! – la pelirroja siempre había sido muy amable y Steve le parecía muy agradable.
La cena transcurrió tranquila, las carcajadas de Thor ante las ocurrencias de Tony y las respuestas ácidas de Natasha, los regaños de Clint a los gemelos, y el doctor Banner con sus reservadas bromas.
Steve se levantó para ir al baño, donde se topó a Scott y a Peter, un intercambio de sonrisas y un pellizco en el perfectamente formado trasero de Steve fue lo que casi termina de harta al rubio, pero bueno, el hombre hormiga siempre había sido un coqueto y no armaría una bronca entre los insectos, una risa nerviosa seguida de un sonrojo fue la única reacción de Steve.
Why don't you love me like the other boys do?
Like the other boys do, like the other boys do
-¿No te quedas? – Natasha interrogó al capi al ver que no tomaba su asiento.
-No, lo siento chicos, pero estoy muy cansado, los veo en la torre.
-Que aburrido – intervino Tony – pero los abuelos deben tener su descanso.
-Muy gracioso Stark – el rubio tomó su chaqueta de cuero – nos vemos en casa.
Todos se despidieron al unisono, desde María hasta Peter, subió a su moto y sintió como si alguien lo observara, pero pensó que sería alguno de los fisgones calientes del restaurante.
Cuando se dirigía a su cuarto, pregunto a F.R.I.D.A.Y. si hubo alguna novedad, pero nada más que un mensaje de Coulson preguntando si el rubio se encontraba bien, genial, otro más a la lista. ¿Y la chelista de Oregon? Bueno, de todos modos ambos sabían que el agente estaba fuera de las grandes ligas.
Why don't you love me like the other boys do?
Why can't you call when you know I want you?
Entró a su habitación y comenzó a desvestirse hasta quedar solo en bóxer, era una noche fresca, y aunque la torre estaba aclimatada, prefería dormir con un pantalón de pijama, una costumbre que siempre había tenido. No había prendido todas las luces, en su época, tener más de dos lámparas era un lujo, y se había acostumbrado a la vida modesta, aun que la torre fuera lujo total.
Se metió a las mantas y se acostó de lado, siempre había dormido en posición fetal, y le gustaba abrazar una almohada, quien lo viera en la intimidad diría que solo era un cachorro asustado.
Cerró los ojos con la intención de dormir pronto, pero un par de pisadas cerca de su cama lo pusieron alerta, no podría ser ninguno de los chicos, todos se habían quedado en el restaurant.
-¿Quién está… -
Pero sus palabras fueron interrumpidas, un brazo se hundió en el costado de la cama libre, a sus espaldas, y una mano tibia se puso sobre su hombro, jaló las cobijas y el intruso se metió rápidamente en su cama, pegándose a su musculoso cuerpo.
Ese calor… sintió como unos pies descalzos rozaban los suyos y un brazo metálico pasaba por debajo de su almohada mientras un perfecto torso se pegaba a su almohada.
Estaba en shock, no podía creerlo, era… era él… ¡Era él!
Like the other boys…
-Tienes los pies fríos, como siempre… - fueron las primeras palabras de Bucky.
-Y tú estas de estufa como siempre – tomó la mano del castaño y la beso, sintiendo su calor.
El rubio se volteó y quedó de frente al soldado del invierno.
-Te he extrañado – susurró el capitán.
-Yo también… - Bucky lo besó tiernamente.
-Bucky, esto…
-Shhh, vine para quedarme, para siempre… - y volvió a besar al rubio.
Sus entrepiernas reaccionaron al momento, no tardaron mucho en deshacerse de los pantalones de las pijamas, así solían dormir antes, con solo el pantalón de las pijamas, Bucky soportaba muy bien el frío y a Steve, Bucky le daba un calor del infierno.
Después de otro rato de arrumacos y besos, los boxers no hicieron falta… Bucky fue el primero en fundirse en Steve, luego el rubio hizo lo mismo, le gustaba ver las expresiones de dolor y placer de Bucky aún con luz tenue, y así fue toda una hermosa noche la que pasaron amándose.
Ya con el sol saliendo y ambos exhaustos, Steve le susurró a su castaño:
- Los chicos se pondrán como locos.
- Voy a amarte más que todos juntos, y se tendrán que acostumbrar.
Y lo volvió a besar, como si no hubiera un mañana.