Hace mucho tiempo en una época donde existían criaturas devoradoras de humanos, existieron unos héroes que salvaron el mundo. Un chico al cual llamaban monstruo y un hombre que era conocido como el más fuerte de la humanidad.
1500 años después…….
Despertar asustado y cubierto de sudor, se estaba volviendo un habito para Eren, todas o casi todas las noches despertaba atormentado por el mismo sueño, la imagen de alguien a lo lejos pronunciando palabras que el no alcanzaba a percibir, viendo una y otra vez lo mismo la horrible escena de un joven siendo decapitado.
No veía el rostro de nadie, no escuchaba nada, solo miraba como aquel joven derramaba lágrimas y gesticulaban palabras justo en el momento en que lo degollaban. Estos sueños comenzaron cuando él había cumplido 10 años y no eran muy frecuentes pero ahora que ya tiene 17 años se estaban volviendo más seguidos y siempre eran lo mismo. Su compañero de cuarto despertaba preocupado y asustado por los sueños que perturbaban a su amigo. Pero el solo sonreirá y le decía que estaba bien. A Eren nunca le gusto causar problemas a nadie asi que había aprendido a siempre quedarse callado con respecto a lo que pensaba y sentía.
Su padre Grisha Jaeger era un médico muy reconocido por lo cual era un hombre sumamente ocupado, por eso mismo Eren siempre estuvo en internados ya que su madre había fallecido cuando él era muy pequeño, así que siempre estuvo solo, únicamente con su familia del internado. Su padre casi nunca lo visitaba pero cuando eren cumplió 17 años su padre le dio la noticia que le habían pedido encargarse de un proyecto muy importante pero era muy lejos de donde se encontraban ahora. Eren se sintió entristecer porque sabría que vería muchísimo menos a su padre; pero con lo que el joven no contaba era que el medico quería que su hijo lo acompañara a Japón, Eren entusiasmado por primera vez y sin pensarlo le respondió a su padre que le encantaría ir. Al fin estaría los dos juntos, pero lo que al menor le preocupaba era que se transferiría a mitad de curso.
Grisha como si adivinara los pensamientos de su hijo le dijo que no se preocupara por la escuela, después de todo él había aprendido japonés ya que sus padres eran mitad japoneses y él siempre se encargó de que este dominara el idioma. Después de la charla padre e hijo, El Dr. Jaeger se dirigió a la oficina del director para preparar toda la documentación pertinente para el cambio de escuela; tenía que dejar todo en orden ya que tendrían que mudarse en las vacaciones para poder estar totalmente establecidos cuando Eren entrara a la escuela. Eren volvió alegremente a sus clases pensando en cómo sería su nueva escuela, su nueva vida, si haría amigos e incluso si conocería a alguien especial.
Habían transcurrido semanas desde que Grisha había visitado a su hijo y las vacaciones empezaron, Eren Abandono el internado con una gran sonrisa y se despidió de sus amigos. Estaba muy emocionado y feliz de poder al fin volver a vivir con su padre, y también asustado por la nueva escuela y lo que les esperaba en ese país.
Después de un largo y cansado viaje al fin la familia Jaeger llegó a Japón. Todo era muy diferente a lo que estaba acostumbrado, pero se sentía emocionado que ya quería llegar a su nueva casa y por fin tener una habitación para el solo. Al llegar a la casa Eren se sorprendió de lo grande que esta era, y lo diferente que era a la casa en la que había vivido en su niñez. Solo faltaba una semana antes de comenzar las clases, así que el joven aprovecho ese tiempo para desempacar y conocer un poco el vecindario; tuvo que encargarse solo de acomodar la casa ya que su padre al día siguiente de haber llegado tuvo que presentarse en el trabajo. Eren era un poco despistado y se distraía con facilidad, así que mientras caminaba por el vecindario cayo en cuenta de que se había perdido! El vecindario era muy tranquilo por lo cual no había personas en la calle a quien preguntarle donde estaba, comenzó a entrar en pánico y al borde de las lágrimas cuando una joven mujer se le acerco con cara de preocupación a preguntarle si se encontraba bien.
Eren abrió los ojos un poco sorprendido y dijo asustado: -creo que me he perdido- la mujer lo vio y le sonrió maternalmente
-No te preocupes dame tu dirección y te acompaño de regreso a tu casa- el joven agradeció con la cabeza y le dio la dirección, comenzaron a caminar juntos de regreso a la casa de este hasta que la joven mujer rompió el silencio:
-Mucho gusto, me llamo Petra Ral- eren se sonrojo y respondió tímidamente: -Mucho gusto, Eren Jaeger, muchas gracias por ayudarme, estaba muy asustado porque no sabía dónde estaba, apenas hace una semana que llegamos a Japón. Petra sorprendida quiso saber de dónde venía eren a lo que este respondió que hasta hace una semana había vivido en Rusia, y que se había mudado a Japón porque su padre había conseguido un mejor empleo, los dos continuaron platicando hasta que por fin llegaron a casa de Eren, Petra se sorprendió ya que el muchacho y ella Vivian a solo 2 cuadras de distancia, antes de entrar el menor le agradeció por acompañarlo a lo que la joven le contesto que no se había desviado de su camino ya que prácticamente eran vecinos, él se sorprendió y una vez más agradeció la amabilidad y se despidieron con una sonrisa.
Eren entro a su casa y escucho el teléfono, contesto inmediatamente y se trataba de su padre que se oía algo alterado, le dijo que lo había estado llamando y le pregunto que cual era el motivo por el cual no atendía al teléfono, el menor un poco avergonzado le cometo a su padre que había salido a dar un paseo y que por andar distraído se perdió, hubo un largo silencio hasta que eren le aclaro a su padre que una joven vecina le había ayudado y que por favor no se preocupara por él.
-Te comprare un móvil, por si te vuelves a perder me llames, recuerda que iras solo a la escuela, por cierto hijo no creo poder llegar hoy a la casa, el laboratorio tiene mucho trabajo; ¿Estarás bien solo?- pregunto el padre un poco preocupado
El chico respondió que estaría bien, aunque su cara reflejaba mucha tristeza, ambos se despidieron y colgaron, el último suspiro y se dirigió a la cocina para poder preparar la cena, después de cenar tomo una ducha y se dirigió a su habitación para arreglar sus cosas ya que el día siguiente iniciaría clase, sentía en su pecho una mezcla de emociones pero por una extraña razón sentía que mañana cambiaría su vida de algún modo.
-Nuevamente…. ¿Dónde estoy? ¿Quiénes son ellos?, no puedo moverme ¿Qué están diciendo? ¿Por qué no puedo escucharlos? ¿Quién es el que corre tan desesperadamente?. Me siento triste solo observar y no poder ayudar, ese joven ahí hincado esta sufriendo, Detente, no lo hagas….- Eren estuvo a punto de ver quién era el que decapitaba al joven de su sueño, pero despertó asustado, sudando y con los ojos llenos de lágrimas.
¡¿Lagrimas?! Era la primera vez que sentía tan real aquel sueño, experimento angustia, desesperación, dolor; pero sobre todo una infinita tristeza, de nuevo el mismo sueño, pero ¿Por qué solo eso? No entendía el significado ni porque soñaba eso, ¿Por qué no podía ver los rostros claramente?, sentía la necesidad de ver el rostro de aquel hombre que corría con desesperación, pero siempre llegaba tarde y el muchacho era decapitado, la cabeza rodaba y la sangre teñía el piso de un rojo vivo y lo único que lograba ver antes de despertar era a un hombre llorando, lagrimas que desgarraban el alma de eren.
Se quedó analizando su sueño sin darse cuenta de que si no se apresuraba llegaría tarde a su primer día de clase