Después del largo viaje Kris y yo dormimos como dos bebés hasta por la mañana. Me despierto antes que él y me quedo un rato observando cómo su pecho sube y baja con su respiración. Voy trazando las líneas de sus músculos y de vez en cuando ronronea levemente.
Se oye ruido por la casa a sí que entiendo que Sojin ya se ha levantado. Me pongo una sudadera encima de mi pijama y voy hacia la cocina.
-¡Buenos días Sojin!
-¡Vaya! ¿Has dejado a mi hermano en la cama?
-Está completamente dormido.
- Me parece que eso era antes.- me hacen gesto con la cabeza para que me dé la vuelta y veo asomado por la puerta a Kris. Lleva solo los pantalones de cuadros rojos del pijama y su pecho desnudo.
-¿Pensabas que no iba a notar tu ausencia?- entra en la cocina y me abraza.
Por detrás oigo como Sojin se ríe disimuladamente e intenta esconderse.
-Tao, jamás pensé que vería a Kris así por alguien.- me está sonriendo y su felicidad es contagiosa, me doy la vuelta y beso a Kris muy despacio mientras oigo risas.
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Ha llegado el día de Nochebuena y Sojin lleva todo el día en la cocina. Esta noche no cenaremos solo los cuatro, los padres de mi cuñado llegan desde París y vienen acompañados de su hijo más pequeño. Kris y yo hemos salido esta mañana por el centro de la ciudad y hemos aprovechado para comprar algunas cosas para la noche. Cuando llegamos al dúplex de nuevo me meto con ella en la cocina y me pongo a ayudarla. Mientras tanto Kris va con Jin a buscar a sus padres al aeropuerto, el avión llega con una hora de retraso así que llevan allí ya un rato. En la casa todo está preparado. Sojin y yo decoramos la casa ayer y pusimos unas estrellas de mimbre en cada puerta y unas pequeñas velas por algunos muebles para encenderlas más tarde.
A las nueve y media la casa está llena de gente y la alegría se siente. Nos sentamos en la mesa y pasamos una velada muy agradable de manera que cuando pasada la una de la madrugada nos vamos a la cama siento pena de que nos vayamos en apenas dos días. Kris se acuesta a mi lado y me rodea con sus brazos. Noto su miembro duro a mi entrada y aunque sé que no es el sitio más adecuado no lo voy a poder evitar. Va besándome muy despacio por la espalda y me pone boca arriba, sigue dándome besos por todo el pecho y baja a mi miembro mientras me quita los calzoncillos y se lo mete en la boca cuando todavía esta flácido, mueve su lengua por el glande haciendo que varios escalofríos me recorran. Me tapo la cara con la almohada para no hacer ruido, no quiero tener que dar explicaciones luego. Mi polla va creciendo en su boca y toco el fondo de su garganta, succiona con fuerza, sabe cómo hacerlo y donde tiene que tocarme para causarme más placer del que puedo describir. Por eso cuando se la saca de la boca y la mete de nuevo rápido me corro dentro de él.
Sube de nuevo hacia mi boca y me besa dándome a probar mi propio semen y me mira dándome a entender que quiere. Me bajo hacia su pene y no me lo pienso, lo agarro y mientras muevo la mano de arriba a abajo mientras lamo toda su extensión. Empiezan a escaparse sonidos de si boca y prácticamente le tiro la almohada a la cara. Lamo sin descanso hasta que veo que va a acabar y me la meto hasta el fondo para tragarme todo y cuando acabo me vuelvo a abrazar a él y cierro los ojos.