Estamos sentados en el avión y estoy aprovechando para contestar a mis mensajes antes de despegar y tener que apagar el móvil. Kris está revisando unos mensajes en su portátil y tiene puestos los auriculares. Entonces recibo una llamada, es de Sehun. Dudo por un momento si tendré tiempo para hablar antes de despegar pero me levanto y me voy hacia el baño mientras pulso el botón de “ACEPTAR”
-¿Hola?
- Necesito verte.
- Sehun, mi avión sale en unos minutos, ¿hablamos cuando llegue?
- Llámame en cuanto aterrices- no me da tiempo ni a responder cuando la comunicación se corta.
Vuelvo a mi asiento y me pongo el cinturón. El comandante nos informa de que vamos a despegar e instintivamente me agarro a la mano de Kris y el la acepta sin problemas y la caricia despacio mientras el avión se mueve.
-¿Sehun?
- ¿Has llegado ya? ¿Puedo verte mañana?
- Sí, claro. ¿Dónde nos vemos?
- Pasaré a buscarte a las cinco - y vuelve a colgar sin dar más explicaciones.
A las cinco en punto el timbre de nuestro piso suena y me despido de Kris. Sehun está en la puerta dentro de su Mercedes negro impoluto con un traje todavía más perfecto y el motor en marcha, y en cuanto me subo y cierro la puerta, arranca y se dirige hacia el centro de la ciudad. Durante la mayor parte del viaje no dice nada, solo se oye el ruido del motor y empiezo a preocuparme. Decido ser yo quien rompa el hielo y le pregunto lo primero que me viene a la cabeza.
-¿Qué tal con Luhan?
Es absolutamente triste que eso haya sido todo lo que ha salido de mi boca pero es la realidad y al menos Sehun parece dispuesto a contestar
-Bien- su contestación suena más que cortante pero al contrario de lo que pienso al momento continua - muy bien a decir la verdad. Creo que nunca había sentido lo que siento por Luhan con nadie, ni siquiera contigo. Pero bueno, ¿qué tal por Nueva York?
Me relajo al instante y empezamos a charlar de forma mucho más animada que antes y le empiezo a contar todo mi viaje. Me entero que Sehun ha estado varias veces allí, y que tiene una sucursal de su empresa allí, así que es un lugar al que viaja con frecuencia.
Aparca por fin y nos dedicamos a pasear por las callejuelas, vemos alguna tienda desde fuera y disfrutamos de la iluminación de Navidad de las calles. Nos metemos en un pequeño bar y aunque me muestro reacio al principio acabo bebiéndome una copa de vino con él. Bebo tranquilamente y cuando me doy cuenta llevo ya tres copas y veo las cosas un tanto borrosas, pero no me preocupo, salimos y nos metemos en el coche. Cada vez veo con menos claridad y la cabeza empieza a darme vueltas y lo último que veo antes de que se me cierren los ojos sin poder controlarlo es la sonrisa de Sehun que me mira.
Me despierto en una habitación, sobre una cama y cuando intento moverme me doy cuenta de que estoy atado al cabecero y no puedo moverme. No se oye nada y trato de recordar lo último que pasó, pero lo único que me viene a la mente es tomarme una copa con Sehun y después de eso todo esta borroso, y por mucho que intento aclararme solo consigo que el dolor de cabeza aumente. Aunque la habitación está completamente a oscuras, se puede distinguir la puerta de metal enfrente de mí y como el pomo está empezando a girar muy despacio. Alguien va a entrar y no sé si debería tener miedo o sentirme aliviado pues es mi oportunidad de saber que ocurre. Una figura alta se va acercando y se coloca cerca de mí.
Su olor me resulta más que familiar y cada vez está más cerca. Además de atado me encuentro amordazado y no puedo ni siquiera gritar. Las manos de ese desconocido se están acercando a mi cuerpo y empiezan a manosearme y a recorrerme. Me desabrochan la bragueta y el botón de los vaqueros y los deja así, para pasar a mi camiseta. Esta completamente empapada por el sudor y la tengo pegada al cuerpo, no puedo reaccionar. Al final consigue quitármela completamente y se pone a los pies de la cama, quieto y se queda observándome. Se perfectamente que va a pasar a continuación.