Han pasado casi dos horas cuando cuelgo del teléfono y en el momento en que lo dejo en la mesa me doy cuenta de que es como si no hubiera pasado el tiempo. Durante este rato Sehun y yo nos hemos puesto al corriente sobre lo que nos había ido colocando la vida en el camino desde que nos separaron. Sehun se mudó a los EEUU ya que a su padre lo habían trasladado y tras acabar el instituto entró en la universidad donde estudio ADE, y ahora que su empresa estaba empezando a despegar había vuelto a Seúl para una reunión de negocios que le permitiría ampliar sus oficinas hasta aquí. Mientras me contaba todo esto yo solo podía pensar en cómo iba a explicarle como acabé trabajando en un bar nocturno. Sin embargo, Sehun no me pregunta lo cual suponía un alivio para mí. Al final quedamos en vernos al día siguiente en el centro comercial que había cerca de mi trabajo.
Sentía que había recuperado a un amigo, a alguien en quien confiar y que no fueran Kris o Luhan, y mientras pensaba esto me voy quedando dormido apoyado sobre uno de los grandes cojines.
Me despierto, y al intentar girar, me caigo y me doy en el hombro con la pequeña mesa de cristal que hay al lado del sofá. Me levanto maldiciendo mientras me masajeo el brazo para intentar calmar el dolor, pero este se me olvida cuando veo la hora que es. ¡Mierda! Llego tarde al trabajo y no estoy preparado. Me ducho lo más rápido que puedo y no he acabado de ponerme el polo negro del bar cuando estoy cruzando la puerta y cogiendo las llaves. Cuando llego, Luhan está ya allí y no veo a mi jefe por ningún lado así que supongo que todavía no ha llegado, por suerte para mí. Me meto en la barra y me pongo a trabajar.
La gente entra y sale, piden bebidas y Luhan y yo vamos de un lado para otro, con botellas en las manos y más de una vez nos chocamos cuando intentamos cruzar la barra corriendo. Y entonces me doy cuenta de que mi compañero se acerca a un cliente y empieza a hablar con el amistosamente. Por desgracia no consigo ver su cara pero su voz me resulta familiar y consigo ver cómo le entrega a Luhan una tarjeta y este se la guarda en el bolsillo.
Paso el resto de la noche viendo como el desconocido sigue de vez en cuando acercándose a hablar con Luhan pero nunca consigo verlo del todo, siempre me pilla lejos de ellos o atendiendo a alguien. Cuando cerramos vuelvo a casa rápido, esta tarde he quedado con Sehun y me gustaría pasar todo el tiempo que pueda con Kris.
Me meto en casa intentando hacer el menor ruido posible aunque sé que es imposible, Kris tiene un despertador puesto más o menos a la hora a la que suelo llegar para preguntarme qué tal la noche. Entro en el cuarto y esta tumbado en la cama, esperándome, y cuando llego hasta la cama me regala una de sus maravillosas sonrisas, me tumbo a su lado y me acurruco en sus brazos. Me empieza a besar, va bajando por mi cuello y creo saber cuáles son sus intenciones, pero no pienso intentar pararlo. Sus manos juegan con mi cuerpo y tiran de mi camiseta hacia arriba a la vez que me va desabrochando el pantalón y mete la mano dentro haciendo que mi polla se endurezca con su contacto. Sigue besándome y baja hacia mi miembro, empieza a pasarle la lengua y a darle pequeñas caricias y entonces se mete todo mi pene dentro de su boca y noto su garganta. ¡Dios! Sabe que me encanta esto y no es algo que pase todos los días. Su legua juguetea conmigo y me pone increíblemente cachondo haciendo que acabe corriéndome sin ningún control dentro de su boca. Él se lo traga todo, va directo a mi pequeña entrada y empieza a meterme la lengua dentro y a dar pequeños lametazos para dilatar. No tarda mucho en hacer estoy pasa a meterme dos dedos de golpe y cuando ve que entran con facilidad coloca su polla en la entrada y empuja. Siento como me llena por completo y aprieto los músculos. Se mueve rápido haciendo que nuestros cuerpos choquen y suden. Y ahí es, cuando tengo mi segundo orgasmo que hace que contraiga tanto los músculos que Kris se corre dentro de mi justo cuando da la estocada más fuerte que he sentido nunca.