Jisoo siempre supó que JeongHan era diferente, su manera de actuar, sus palabras, su tranquilidad le gritaban que el no era alguien común. No alguien a quien encontrabas todos los días en tu camino. Era es clase de persona que solo encontrabas una sola vez en la vida y que debías cuidar cual diamante porque si la dejabas ir nunca mas regresaría.
Simplemente Jeonghan era de otro mundo.
—JeongHan tu belleza no es normal — La mirada del rubio se alzo levemente para toparse con los ojos cafés que lo cautivaron desde que era niño.
—Tu belleza tampoco es normal — JiSoo sonrió frente a esas palabras puesto que no las creía por completo. El era un chico normal, ni muy guapo pero tampoco feo solo una persona con una belleza común.
—Sabes a veces creo que no eres de este mundo. Eres como un ángel que cayó del cielo.
—No soy un ángel.
—Entonces dime que eres JeongHan.
Un silencio cayo sobre los dos jóvenes que se encontraban en el borde de una enorme piedra observando como los colores del atardecer pintaban las aguas tranquilas del mar. Un viento cálido se podía sentir en ocasiones así como el sonido de las aves en el cielo y el murmullo de las olas al chocar contra las rocas.
JeongHan recordaba el primer día que había conocido a JiSoo. Tendria 10 años cuando lo vio por primera vez. Era un día opaco y él con sus hermanas tuvieron la gran idea de ir a ver como los humanos se divertían en el agua. El atardecer estaba empezando a caer por lo que ya no había mucha gente como en el transcurso del día cuando se encontraban cientos de ellos dentro del agua haciendo diferentes actividades. JeongHan no quiso acercarse mucho a los humanos por lo que mejor opto por entrar en una cueva y esperar a que sus hermanas terminaran de hacer lo que quisieran.
Estaba tranquilo tarareando una melodía cuando escucho una voces aproximarse obligandolo a esconderse entre unas rocas y alli fue cuando lo vio por primera vez.
JiSoo tenia un short corto de color rojo y una playera sin mangas de color blanco, su cabello algo largo y de color negro.
—A que no es hermoso mi escondite — un niño de cabellonegro hablo mientras cruzaba sus brazos por los hombros del otro joven.
—Es bonito pero ya debemos irnos Seungcheol. Mi mamá dijo que debíamos estar a las 6 en la casa y solo faltan 5 minutos para eso.
—Esta bien, esta bien. JiSoo no seas tan paranoico.
Los dos niños se guiaron para regresar por donde habían llegado. JeongHan se quedo observando al niño paranoico, le pareció muy lindo y tierno verlo con esa mueca de preocupación en su rostro y sin poder evitarlo una sonrisa perlo su rostro. Él no era de mostrar mucho sus expresione pero con JiSoo las cosas eran diferentes.
JeongHan desde ese momento trato de seguir viendo al niño preocupón a escondidas ya que aun no cumplía la edad suficiente como para tratar de transformar su cola por unas piernas y aun teniendola debia estar bien entranado para que aquello no fuera un calvario ya que andar sobre sus piernas era muy doloroso al principio o eso decian los que ya lo habia intenado, ademas, debía tener 18 para poder hacer eso. Así fue como todos loas años lo espiaba en secreto y planeaba el como llegar a JiSoo.
Los años pasaron y con ello JeongHan cumplió la edad suficiente para poder tener la fuerza de cambiar su cola. Su padre al principio se rehusó a dejarlo ir a tierra firme donde podría ser presa de cualquier engaño o maldad que los terrestres le pudieran hacer pero con unos cuantos mohines y una promesa le dio el permiso de ir a buscar a JiSoo.
Y ahí estaba ahora a lado del chico que le había robado una sonrisa y de paso una parte de su frió corazón.
Su primer amor.
—Prométeme que no me vas a odiar — susurro el rubio con temor ya que si JiSoo lo odiaba el no sabría que hacer en esa situación.
—Nunca te podría odiar — JiSoo trato de tranquilizarlo mientras lo abrazaba por los hombros.
—Soy un tritón.
—¿¡Una sirena!?
—Un Tritón no una sirena. Tritón es el termino que se utiliza para los hombres que son mitad humanos y mitad pez — JeongHan estaba un poco molesto por que le confundieran con las sirenas él no era como ellas manipuladoras y mentirosas, y lo decia porque tenia hermanas que comprobaban eso.
—Esta bien JeongHan no te enojes.
—No te notas consternado o sorprendido.
—Siempre supe que eras diferente e incluso llegue a pensar que era un ángel pero ahora que se lo que en verdad eres estoy mas tranquilo — sonrió el chico de cabello castaño mientras miraba el horizonte.
Claro que estaba sorprendido por lo que había escuchado pero tambien estaba feliz por al fin saber lo que su amigo era, ademas no podria enojarse con la persona de la cual estaba enamorado.
—Me queda poco tiempo JiSoo.
—¿Qué?
—Mi padre me dio un limite de tiempo para poder estar en la superficie y ese tiempo esta por terminar — hablo con tristeza JeongHan al pensar en que tendría que irse pero eso no era lo peor, lo peor era que cuando volviera su cola se olvidara por completo de JiSoo y eso era lo que mas lo entristecía. El olvidar a la persona que ama.
—No te puedes ir JeongHan, no me puede abandonar.
—Lo siento JiSoo pero tengo un trato con mi padre.
—¿Cuál es ese trato?
—El me dejaba vivir un año con la persona de la que me enamore pero después de ese año regresaría a mi hogar y me olvidaría de ti — sin quererlo JeongHan se encontraba llorando frente a sus palabras ya que no quería dejar a JiSoo pero debía hacerlo, él dio su palabra y debía cumplirla aunque eso significara que una parte de el muriera.
—¿Estás enamorado de mi?
—Si idiota y tú nunca te diste cuenta de eso...
Las palabras de JeongHan fueron interrumpidas por los cálidos labios de JiSoo. No bastaba decir nada en esos momentos por que las palabras estaban demás.
Con aquel beso JiSoo trato de transmitir todos los sentimientos que guardaba por su amigo rubio, que siempre los tuvo desde el momento que lo vio. Se había enamorado perdidamente de su amigo y ya no había marcha atrás por eso debía de evitar que se fuera de su lado.
—No te vayas JeongHan.
—Debo hacerlo y aunque me quedara mi padre vendría por mi.
—¿Cuándo te tienes que ir?
—Hoy
Las palabras fueron dichas con mucha tristeza mientras gruesas lagrimas bajaban por las mejillas de JeongHan.
Un fuerte rayo ilumino el cielo que había dejado de ser de colores anaranjados hasta transformarse en un azul oscuro total. JeongHan regreso a ver a JiSoo a los ojos para luego darle un beso de despedida.
—Adiós JiSoo — y salto al agua. Trataría de hablar con su padre y hacerlo cambiar de opinión, estaba pensando en como hacerlo cuando un sonido sordo es escucho entre los ventarrones que empezaban a hacer presencia. Regreso su vista solo para toparse con JiSoo a lado suyo.
—No te dejare ir tan fácil.
—Pero...
—Pero nada. Escucharme JeongHan, estoy completamente enamorado de ti tanto que a veces dolía porque pensaba que tú nunca me corresponderías pero ahora que se que lo haces no puedo dejarte ir.
JeongHan iba a hablar cuando fue interrumpido por el sonido de un rayo.
—JeongHan he venido por ti hijo — un hombre de cabello blanco ceniza se alzaba poderosamente del agua dejando ver su brillante cola de un color azul grisáceo. Sus ojos azules te intimidaban de manera inmediata mientras que su tamaño te hacia temblar de miedo.
—Padre no puedo irme contigo.
—¡¿Por que no?! El trato se cumplió y tú debes regresa conmigo.
—No puedo hacerlo.
—¿Por que no?
—Por que estoy enamorado — JeongHan de nuevo se soltó a llorar mientras se arrimaba al pecho de JiSoo el cual estaba sosteniéndose de una roca. Su padre al ver aquella escena sintio dolor en su pecho.
JeongHan era su ultimo hijo y por lo mismo era a quien mas quería y cuidaba. El sabia porque había querido ir a tierra firma, lo supo desde que en sus ojos vio el rostro del chico que ahora lo abrazaba y susurraba palabras en su oído. Sabia que le iba a doler el dejarlo pero tambien sabia que era lo correcto.
—JeongHan... — el rubio se negó a verlo mientras seguía abrazando a JiSoo.
—Señor disculpe que lo interrumpa pero debo hablar. Se que tal vez usted dude de mis sentimientos pero en verdad amo a su hijo.
—Lo sé JiSoo —el castaño se sorprendió al escuchar su nombre en los labios del enorme señor.
—Padre...
—Déjame hablar JeongHan — el aludido asintió mientras trataba de controlar su llanto.
—Siempre supe de quien estabas enamorado, desde que eras pequeño lo supe pero pensé que con los años eso cambiaría y lo dejarías a un lado. Ahora me doy cuenta que me equivoque al pensar eso por que veo que estas mas enamorado que nunca. Yo jamas te obligaría hacer algo que no deseas y por lo mismo te dejare que te quede solo con una condición.
El rubio con sus brillantes ojos asentía a cualquier cosa que su padre le dijera.
—Visitanos a tu madre y a mi una vez al mes.
—Claro que si padre.
—Y otra cosa. Quiero conocer a mis futuros nietos — la mandíbula de JiSoo cayo levemente frente a esas palabras mientras JeongHan se sonrojaba por lo mencionado. Ahora que de nuevo volvía hacer tritón regresaban su posibilidad de embarazarse.
—Padre...
—Tarde o temprano lo debía saber.
—Te amo papá — JeongHan nado hasta poder llegar a donde su padre el cual se agacho y disminuyo su tamaño para poder abrazar a su pequeño.
Después de un emotivo abrazo entre padre e hijo y una muy grande advertencia hacia JiSoo, el padre de JeongHan se fue dejando a los dos chicos solos en medio de la noche.
Nadaron juntos ahsta la orilla de la playa y se recostaron mirando el cielo nocturno con sus brillantes estrellas.
—Me gusta tu cola — sonrió JiSoo mientras acariciaba la tiesa y áspera cola de ahora ya su novio.
—La extrañaba.
—¿De que color es?
—Es lila con tonalidades azules y en la punta un poco negra —JeongHan comento feliz aleteando su cola en el agua para salpicarlos un poco.
—Tendrás piernas de nuevo.
—Claro que si solo que al transformarla en piernas no tendré ropa — los dos chicos se sonrojaron levemente.
—No te preocupes te presto mi camiseta.
JiSoo se saco su camiseta para cubrir a JeongHan mientras el cambiaba su cola por sus bellas piernas. Fue algo mágico lo que sus ojos vieron puesto que la cola que segundos antes tenia ahora ya no estaba y solo dejaba paso a las piernas largas y lampiñas de JeongHan.
—Vamos mi sirena — le tendió la mano pero esta fue golpeada por JeongHan
—Que no soy sirena, soy un bello y hermoso Tritón — respondió JeongHan mientras se levantaba y se ponía a lado de ahora ya su novio.
—Eres mi bello y hermoso Triton — JiSoo sonrió mientras le robaba un beso a JeongHan.
JiSoo siempre supo que JeongHan no era alguien común y no se equivoco. El era un bello Tritón el cual era ahora su hermoso novio.
Fin De La Primer Parte