¿Algún día te perderé? ¿Algún día tendré que devorarte ya finalizada tu venganza? ¿Seré capaz? ¿Seré capaz de hacerlo? ¿Seré capaz de dejar que te me vayas?... ¿Por qué? ¿Por qué de todos los seres me atrae de un simple humano? No, sé muy bien que no eres un simple humano... Tu seriedad a tu corta edad, como puedes mandar a los adultos y estos tener que reprochar por lo bajo, tu enorme deseo de venganza... Todo, me perece hermoso, cada acto que haces... No, no, soy un demonio, un ser sádico que no puede sentir tan repugnantes sentimientos, no los necesito. Y tú... tú tan solo eres mi comida, mi alma, a quien devoraré en algun momento, tarde o temprano así será, y no habrá remordimientos. Sí, tan solo eres mi comida... Lo que siento no es nada más que hambre, nada... Más.
Tengo que distraerme y estos sentimientos se iran... No van a tardar, no lo harán.
...
Me dirigo a tu despacho, toco la puerta, no escucho respuesta, así que lo hago de nuevo, otra vez, no hay respuesta, toco para estar seguro y ahora decidido la abro.
-Qué hermoso-digo en un susurro al ver tan linda imagen, mi Bocchan dormido en su sillón, con la boquita abierta y suspirando, más sin embargo me doy cuenta y saco de inmediato esos pensamientos, me acerco, me pregunto si despertarte o no, me decido por la segunda opción y así ver esa imagen más tiempo.
Como si algo me atrayera, me acerco a mi amo. No, no quiero, intento alejarme, pero no lo logro. Suspiro, miro tu boquita entreabierta. Sin poder contralarme me acerco y te doy un pequeño beso en los labios. Aunque fue un segundo, se sintió tan bien. Me alejo rápido, salgo de la habientación. Al cerrar la puerta me paro y apoyo con sumo cuidado de no hacer ruido en la pared.
-¿Qué hice...?-me pregunto suspirando. Realmente no lo sé, tan solo ver esa boquita me dieron ganas de besarla y ver a que sabían, ahora lo sabía, sabían dulce... Me parecieron deliciosos, pero seria la primera y última vez que los probara. Me incorporo-Será mejor preparar la cena...- y así lentamente me alejo. Sin saber ni sospechar que cierta persona estaba despierta cuando me atreví a hacer ese indecente acto que nadie sabía el por qué.
---------------------Lo repetiré por las 500 palabras-----------------------
¿Algun dia te perdere? ¿Algun dia tendre que devorarte ya finalizada tu venganza? ¿Sere capaz? ¿Sere capaz de hacerlo? ¿Sere capaz de dejar que te me vayas?... ¿Por que? ¿Por que de todos los seres tuve que enamorarme de un simple humano? No, se muy bien que no eres un simple humano... Tu seriedad a tu corta edad, como puedes mandar a los adultos y estos tener que reprochar por lo bajo, tu enorme deseo de venganza... Todo, me perece hermoso, cada acto que haces... No, no, soy un demonio, un ser sádico que no puede sentir tan repugnantes sentimientos, no los necesito. Y tú... tú tan solo eres mi comida, mi alma, a quien devoraré en algun momento, tarde o temprano así será, y no habrá remordimientos. Sí, tan solo eres mi comida... Lo que siento no es nada más que hambre, nada... Más. Tengo que distraerme y estos sentimientos se iran... No van a tardar, no lo harán. ... Me dirigó a su habitacíon, toco la puerta, no escucho respuesta, así que lo hago de nuevo, otra vez, no hay respuesta, toco para estar seguro y ahora decidido la habro. -Qué hermoso-digo en un susurro al ver tan linda imagen, mi Bocchan dormido en su sillón, con la boquita abierta y suspirando, más sin embargo me doy cuenta y saco de inmediato esos pensamientos, me acerco, me pregunto si despertarte o no, me decido por la primera opción y así ver esa imagen más tiempo. Como si algo me atrayera, me acerco a mi amo. No, no quiero, intento alejarme, pero no lo logro. Suspiro, miro tu boquita entreabierta. Sin poder contralarme me acerco y te doy un pequeño beso en los labios. Aunque fue un segundo, se sintió tan bien. Me alejo rápido, salgo de la habientación. Al cerrar la puerta me paro y apoyo con sumo cuidado de no hacer ruido en la pared. -¿Qué hice...?-me pregunto suspirando. Realmente no lo sé, tan solo ver esa boquita me dieron ganas de besarla y ver a que sabían, ahora lo sabía, sabían dulce... Me parecieron deliciosos, pero seria la primera y última vez que los probara. Me incorporo-Será mejor preparar la cena...- y así lentamente me alejo. Sin saben que cierta persona estaba despierta cuando me atreví a hacer ese indecente acto que nadie sabía el por qué.