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Padre soltero. por EspermasLocas

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Notas del capitulo:

Hola! Primero que todo...quiero agradecer los lindos rw que dejaron, en serio me emocione mucho, gracias, gracias, gracias de todo corazón.

Segundo jejej, me costó pero aquí está, admito que hice el cap, lo borre y volví a hacerlo jajaja pero al fin salió y espero les guste como a mí, sin más, les dejo el segundo capítulo.

Disfruten.

 

“No sé como podría vivir sin tu calor Tatsuya, cada día, a cada instante quiero todo de ti, te amo más que a mi propia vida...”

–¡Ah..! –de un sobresalto, Tatsuya se levantó de la cama al despertar de una amarga manera, recuerdos y sensaciones del pasado recorrían todo su cuerpo. Frunció el ceño y recogió su flequillo hacia atrás, ¿que hay con ese sueño? Se preguntó.
Sin darle más vueltas al asunto tomó una ducha y comenzó a preparar las cosas para comenzar un nuevo día, luego del desayuno alistó a Shinya y todo parecía marchar a la perfección.

–¡PAPÁAAAAA!

Tatsuya se sacudió con aquel grito, incluso derramó un poco del delicioso y amargo café que estaba bebiendo

–¿Qué sucede Shinya? –cuando entró al cuarto se encontró con una pesadilla, el pequeño y su delantal del kinder garden estaban cubiertos de pintura, al igual que el cobertor de la cama y la alfombra –¡Shinya! ¿qué pasó aquí?

–¡El delantal se ensució!

–Claro que sí, tú lo manchaste, por dios... ¿que dijimos de jugar con las pinturas Shinya? Es tan tarde, vamos a la ducha de inmediato.

–Pero quería dibujar a T-rex en mi uniforme.

Cada mañana el pequeño Himuro sorprendia a su padre con alguna nueva travesura, ya era parte de la vida diaria así que Tatsuya resolvia los problemas lo más pronto posible. Cuando nuevamente preparó al menor, arreglaron rápidamente las últimas cosas para marcharse a sus actividades correspondientes. Cargó a Shinya en sus brazos y corrió desmesurado hasta el ascensor.

–Ohh, llegaremos tarde Shinya. –dijo afligido el mayor. Ya dentro del ascensor Shinya miró a su padre con ojos suplicantes.

–¿No podemos regresar por T-rex? –Tatsuya sabía que el menor adoraba a ese dinosaurio, pero ir por el iba contra las reglas de todos los padres, no podía contradecirse a si mismo, aunque lo quisiera fervientemente.

–Ya hablamos de eso cariño, hace dos días te saliste de casa, incluso el vecino fue por ti. T-rex está fuera hasta nuevo aviso.

–No me gusta el vecino papi, es feo y mentiroso.

–Hm...el vecino...

Izuki Shun invadió su mente, no había vuelto a ver a ese muchacho desde hace ya dos días, cuando ese alto hombre apareció, al que Shun llamó "Reo" con cercanía.

–Me pregunto quién es... –murmuró para si mismo. Rápido llegaron hasta el primer piso y las puertas del ascensor se abrieron, salieron del edificio apresurados.

Poco después llegaron al kinder garden de Shinya, ambos se despidieron cariñosos y dulces

–Shinya, recuerda que hoy Atsushi vendrá por ti, trabajaré hasta la noche.

–Si papi. –un leve tono de aflicción envolvia las palabras del pequeño. Quería mucho a Atsushi, pero regresar a casa con su padre, mientras le contaba lo divertido que fué su día en el kinder garden era de las cosas que más le gustaba hacer.

–¡Shinya-chan! –un pelinegro apareció sonriente, llevaba un delantal sobre sus ropas y un cintillo color rojo que recogia su cabello. –¿Como estás hoy? ¿animado para el que será un gran y divertido día?

–Takao-sensei, buenos días –le habló Tatsuya cordial y este respondió el saludo de forma amistosa. –Le encargo a mi hijo como siempre, bien Shinya, haz caso a todo lo que Takao-sensei diga, ¿está bien?

–¡Lo prometo por T-rex! –los adultos rieron conmovidos. El pequeño abrazó efusivo por última vez a su padre e ingresó junto a Takao-senei al recinto.

Aquella dulce escena fue vista por dos personas que se encontraban al interior de un ostentoso automóvil.

–Bien, ya vi suficiente. –dijo el sujeto dentro del coche, entonces el vehiculo partió y se marchó de las afueras del establecimiento.
 
El día avanzó lento y agotador para Tatsuya, tenía trabajo atrasado más el que ya debía hacer. Lo que hace algunos años era su divertido pasatiempo hoy era parte de sus arduas tareas laborales, fotografiar le apasionaba, pero también estaba involucrado en labores de edición así que sus jefes sacaban lo más que podían de su talento, hasta exprimirlo por completo y dejarlo sin energías.

La noche cayó sobre la ciudad oscureciendo todo a su paso, ya eran las once con cinco minutos y Tatsuya recién llegaba hasta su adorado hogar, pasar todo el día lejos de su hijo en serio le afectaba, pero le tranquilizaba recordar que estaba en manos de gente confiable.


 
Ya era un nuevo y prometedor día, Tatsuya caminaba feliz con su hijo tomado de su mano, como era usual fue él quien retiró a Shinya del Kinder.

–¡Vamos al parque papi! –aquel lugar estaba muy cerca del edificio donde vivían.

–Hm, pero de seguro vas a correr lejos de mi Shinya.

El pequeño insistió unas cuantas veces más y Tatsuya accedio finalmente.

Era una tarde tranquila con un aire fresco muy relajante y pacífico, el sonido de los árboles siendo azotados por el viento era apaciguador y ese aroma a naturaleza te hacía sentir en el paraíso, sin duda era un parque enorme y maravilloso para disfrutar.
Caminaron un poco en la búsqueda de un buen lugar y Tatsuya se detuvo al sentir algo quebrarse bajo su calzado

–¡Oh, no...! ¡mi pincel!

Bajo un hermoso árbol de cerezo, Shun se encontraba pintando en su block de dibujo, Tatsuya se sorprendió por encontrarlo justo en ese lugar, aunque le pareció la mejor coincidencia de todas

–¿Izuki Shun? Vaya, no puedo creer que te encontramos aquí. –se agacho junto al muchacho –Lo lamento, hice trizas tus cosas.

–Ah, no hay problema, tengo muchos pinceles, solo exageraba para hacerte sentir culpable. Y si, en verdad es una sorpresa verlos aquí. ¿Cómo está mi gran amigo eh? –se dirigió al menor sonriendole.

–No soy tu amigo.

–¿No? Pero lo juraste solemnemente, hm... fui engañado, que triste.

Tatsuya solo observaba como aquel chico interactuaba con su hijo, aunque el pequeño le diera solo negativas, este no dejaba de persistir, le divertia ver como los demás intentaban romper el muro que Shinya anteponia ante todos los extraños.

–¿Es este tu pasatiempo Izuki-kun? –lo que sus ojos apreciaron le sorprendió bastante, aquel bellisimo parque había sido plasmado en el block de Shun. Una pintura pulcra, cautivante, hacía creer que dibujar algo así era la cosa mas sencilla de este mundo. –Si que tienes un talento increíble.

–Gracias, pero es un proyecto para la universidad Himuro-kun, estudio artes.

–Ya veo. –no lo podía evitar, quitar sus ojos de Shun le costaba demasiado, analizó cada cosa que estaba sobre el cuerpo del chico. Una camiseta ligera que hacia resaltar su esbelto cuello, un simple pantalón que estilizaba su figura, aunque eran prendas casuales y que cualquiera pudiese llevar, le hacían ver irresistible, Tatsuya trago en seco.

–¿Papi que miras? –le sujeto las mejillas atrayendo la atención de su padre.

–Ehh, nada Shinya.

–¿Shinya-kun quiere ayudarme a pintar? Es muy divertido, ¿sabes?

El pequeño no quería aceptar, pero la verdad también le gustaba dibujar y jugar con pinturas y esas cosas, terminó aceptando de todos modos. Se sentaron junto a Shun y permanecieron ahí durante la tarde entera. De pronto fueron azotados por una ventisca fuerte y agresiva y decidieron irse. Llegaron al edificio y al piso donde ambos habitaban

–Bien, nos vemos entonces. –dijo Shun despidiendose. Algo inquietó a Tatsuya, después de que Shun entrase a su hogar era un misterio el día que volvería a ver su cara. Pasó una tarde agradable y tranquila que si fuese por él, no debió acabar, de algún modo estár cerca de Shun cada vez le encataba más.

–Alto ahí. –sujetó sutil la muñeca de Shun. –¿No quieres pasar? Ven, te invito una taza de café.

Shun se quedó quieto en silencio algunos segundos, mientras Tatsuya aún lo sostenía con suavidad, observó la mano del chico del lunar, lo que provocó un automático y suave color carmín en sus mejillas, cuando iba a dar una respuesta ante lo ofrecido por Tatsuya, este se acercó y susurró cerca de su oído

–¿Tal vez tu novio del otro día se enfadará si entras a mi casa? –su pregunta intensifico ese leve sonrojo en Shun, Tatsuya lo notó y no pudo evitar sonreír evidentemente. –Lo siento, no quería incomodarte.

–Yo...

–Si no quieres no hay problema –sonrió y soltó al chico. –Pero la invitación está en pie para cuando gustes, solo avisame.

Dicho eso se volteo y abrió su puerta, Shinya ingresó a su querido hogar corriendo con entusiasmo, Tatsuya lo siguió pero fue detenido por el agarre de Shun.

–Acepto la invitación Himuro-kun. Pero... –hizo una pausa mostrando una seria expresión, mientras el contrario lo observaba con total atención. –Si los dejo sin café no tienen derecho a quejas, en serio me gusta mucho. ¡Una vez que empiezo no paro de beber! –luego de eso entró también al apartamento, Tatsuya suspiró y cerró sus ojos.

–Hooombre, pensé que dirias algo totalmente serio. –dijo en voz baja sonriendo y cerró la puerta.
 
*Horas más tarde*

–Shinya se durmió, ¿oh?

No había rastro de Shun, ¿se fue sin despedirse? Pensó Tatsuya, de pronto observó una silueta tras la sedosa cortina del balcón, sin dudarlo fue hacia ese lugar con total sigilo. Se encontró con Shun contemplando el horizonte, perdido en sus pensamientos, de seguro eran muy profundos, ya que ni siquiera percibio al mayor de los Himuro al entrar. Tatsuya sonrió travieso, aquella misma sonrisa que su hijo mostraba cuando estaba a punto de hacer alguna cosa indebida. 

Afirmó sus manos en el barandal, cada una al costado se Shun, acorralandolo, entonces se acercó a este, inhalo profundamente y se deleitó con el exquisito aroma de aquel muchacho. Woah, en serio esa fragancia única e incomparable lo llevó a otro sitio, unos deseos casi incontenibles se apoderaron de él. “Quiero abrazarlo...y mucho más... ” pensó.

–¿En que planeta estás, joven artista?

Aquella voz profunda y completamente sensual sacudió a Shun y lo sacó de golpe de cualquier cosa que lo mantuviese distraído, sus pensamientos se esfumaron y solo pudo sentir sus fuertes latidos sin control, se giró levemente encontrandose con el rostro de Tatsuya a no más de cinco centímetros de distancia

–Himur... –se paralizó y no pudo continuar hablando al ver tal precioso rostro tan cerca.

Tatsuya no titubeo un segundo, una maravillosa oportunidad como esa no sería despreciada por ningun motivo, sostuvo la cintura de Shun, y alzó el mentón de este ligeramente, oh, esos labios que lo llamaban a besar al chico a cada instante, estaban tan, tan cerca suyo. Se veían deliciosos, quería devorarlos de inmediato y no esperó un segundo más, el evidente e intenso sonrojo de Shun le hizo controlar sus instintos y se acercó entonces con suavidad, rozo los labios de Shun y pudo sentir como este se estremeció por ese mero toque entre ellos, sonrió con satisfacción.
 
*Ding ~ Dong*

El molesto y odioso timbre los hizo despertar de aquel momento de ensueño, que para Tatsuya fue demasiado efímero, Shun se alejo un poco e intentando ocultar lo alborotado que se encontraba todo dentro de él, solo dijo torpemente a Tatsuya que atendiera la puerta

–Oh, demonios –se quejó abiertamente el chico del lunar.

Tatsuya caminó hasta la entrada totalmente ofuscado y maldiciendo a la persona que estaba llamando a la puerta, entonces vio a Shun siguiendolo en silencio

–¿Izuki-kun?

–Tengo cosas que hacer, así que aprovecho para volver a casa.

–¿El artista está escapando? –preguntó riendo galantemente.

–"El artista" debe regresar a casa antes de la media noche. –bromeó haciendo sonreír aún más a Tatsuya.

Entonces lo que era un agradable y placentero momento, se convertiría sin duda alguna en un verdadero infierno para el mayor de los Himuro en cuanto abriera aquella puerta.

–¿Si? –atendió Tatsuya con una hermosa sonrisa en sus labios.

–Buenas noches, ha sido un largo tiempo.

La expresión de Tatsuya se desfiguró, su cuerpo se tenso en su totalidad, no podía creer lo que sus ojos estaban viendo, después de tantos años, después de tanto tiempo lejos de él y su amado Shinya, la persona que menos deseaba ver por el resto de su vida, estaba parada frente a él. Kuroko Tetsuya, ¿realmente era él? El peliceleste lo miraba directo a los ojos, como si no tuviese  resentimiento alguno, los segundos parecían eternos, condenadamente eternos.

–¿Himuro-kun estás bien? –cuestionó Shun con preocupación.
 
 

Notas finales:

¿Les gustó? Bueno espero saber lo que piensan. Acepto críticas y cositas jeje. Esto es por amor al arte jajaja así que siempre aspiro a mejorar aún más y hacer que disfruten de verdad. Así que si pueden ayudarme será genial.

Gracias por leer, saludos.


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