Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sólo estoy actuando por Sigma

[Reviews - 63]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola a todos los que todavía siguen este fanfic y esperaban una actualización!

No sé qué estoy haciendo con mi vida en este momento. Me tengo que levantar en cuatro horas para ir a trabajar, pero aquí estoy, finalmente actualizando. Dormir es para los débiles, ¿no?

Quiero contarle a mis lectores qué sucedió exactamente para que conozcan mi mala suerte y mis desventuras, así que más tarde escribiré una entrada en mi blog. ¿Por qué en mi blog? Porque ya es hora de actualizarlo también y porque no quiero usar mucho espacio por aquí.

En fin, espero que les guste este nuevo capítulo. ¡Nos leemos en las Notas Finales!

Capítulo 17.

Un día después del estreno de "Tus poemas", todos los dragones blancos estaban hablando animadamente acerca de la serie en el club de admiradores de Seto Kaiba en línea. Katsuya no daba su opinión, no aportaba nada ni se atrevía a responder a lo que los demás decían, sin embargo estaba ahí, leyendo los comentarios con mucha curiosidad. Parecía ser que a todos les había gustado la actuación de Seto. Bien, la verdad era que a él también le había gustado y esperaba con cierta emoción a que saliera el resto de los capítulos de la temporada sólo para poder ver más de él en la pantalla.

El joven estaba entretenido con cada comentario y sólo despegó la vista de su computadora cuando le llegó un nuevo mensaje de texto por parte del actor castaño a su teléfono celular. Desde la noche anterior habían vuelto a hablar como si nada hubiese ocurrido entre ellos. Era curioso, sí… Pero al mismo tiempo le daba gusto, tenía que reconocerlo.

Por supuesto, Katsuya todavía tenía un montón de preguntas dando vueltas en su cabeza… ¿Por qué Seto lo había besado? ¿Por qué parecía tan molesto con él cuando decidió contarle que se había unido al club de admiradores en línea? ¿Qué era todo eso de "sólo estar actuando" de lo que había hecho mención tiempo atrás? Seto Kaiba era un misterio, pero le gustaba tanto que no podía alejarse. Al contrario, se sentía cada vez más atraído hacia él. Tampoco quería parecer un fanático obsesionado o un acosador en plan de conocer hasta el más mínimo detalle de su vida, simplemente quería conocerlo mejor.

¿Pero cómo esperaba que el grandioso Seto Kaiba se abriera más hacia él cuando él mismo también se estaba guardando muchas cosas? Era complicado.

Soltó un suspiro, tratando de restarle importancia a sus propios pensamientos por el momento y dedicándose a contestarle al más alto. De acuerdo con lo que conversaban, pronto volverían a verse frente a frente y el rubio no sabía si debía sentirse emocionado por eso o no.

Llegó el día. Katsuya logró levantarse temprano sin necesidad de una alarma, probablemente porque los nervios no le permitían dormir bien, así que su sueño no era tan profundo. Se alistó lo más rápido que pudo, pues tenía que estar en casa de Seto a las ocho de la mañana para desayunar con él y conversar un rato. Esperaba ver también a Mokuba. Ese pequeño no sólo le parecía de lo más simpático, pensaba que además contaba con una energía contagiosa.

Por primera vez en un buen tiempo, el rubio usó su propio auto para conducir por la ciudad. Una leve sonrisa se formó en sus labios al darse cuenta de que había echado de menos el hacer eso y no depender siempre de Hiroto.

Durante el camino iba imaginando cómo sería la conversación con el actor castaño, practicaba para no cometer ni un solo error y poder estar tranquilo, pero terminó sintiéndose algo tonto porque en realidad no tenía ni idea de cómo iban a suceder las cosas. Nada era seguro, en especial con Seto.

—Espero que no pase nada fuera de lo normal —suspiró—. No sé qué haré si se repite lo de la última vez…

Sí, el recuerdo del beso seguía bastante presente en él. Pasó un par de sus dedos muy delicadamente por encima de sus labios, como si todavía pudiera sentir los ajenos encima. De repente sus mejillas se encontraban rojas y no podía hacer nada para tranquilizarse.

Negó un par de veces, volviendo su concentración al camino y llegando pronto al lugar indicado. No era la primera vez que visitaba la casa de Seto, mas no dejaba de pensar que era enorme y elegante.

Se estacionó en el lado contrario de la calle, pero aun así quedando bastante cerca de su destino. Los nervios volvieron a él en menos de un segundo, en forma de una curiosa sensación que los demás reconocían como "tener mariposas en el estómago".

Bajó del auto y caminó hacia la puerta principal, tratando de recordar aquella conversación imaginaria que se había llevado a cabo en el interior de su cabeza, aunque ya no veía nada útil en esos diálogos. Bien sabía que todo sería como una improvisación, desde el inicio hasta el final de la visita.

Tocó el timbre un par de veces y esperó pacientemente hasta que el mismísimo Seto abrió la puerta.

—Buenos días —saludó intentando esconder su nerviosismo.

—Buenos días, Katsuya —respondió el contrario—. Qué bueno que viniste. Pasa.

El rubio hizo todo lo posible por no quedarse mirando al más alto durante mucho tiempo sin decir nada, pues eso podía hacerlo parecer un bobo, según le decía su mente. El joven de ojos azules no hizo más que moverse hacia un lado para que el otro actor pudiera entrar.

—Gracias por invitarme a desayunar contigo.

Claramente quería que la plática entre ellos fuera como cualquier otra charla común, pero no sabía cómo continuar desde ese punto.

—No es nada. Ha pasado tiempo desde la última vez que nos vimos —contestó mientras caminaba hacia el comedor, guiando a Katsuya—. El estreno de "Tus poemas" me hizo pensar en todo el equipo y decidí escribirte. Trabajamos duro, ¿no es así?

Al chico de ojos color miel le daba tanto gusto que el contrario hubiese sacado un tema de conversación para continuar, pues él ya se había quedado en blanco. Casi se le notó el alivio en su expresión facial antes de dar una respuesta.

—Sí, pero el resultado final parece estar gustando bastante —sonrió.

—Dime, ¿leíste los comentarios que publicaron los dragones blancos en el club de admiradores?

—¿Eh? —Detuvo sus pasos durante unos segundos—. N-no… Bueno, no todos —mintió, rascándose la nuca. No se atrevía a decirle que había pasado una noche entera muy atento a lo que se publicaba en el club de admiradores en línea.

—¿En serio? Qué curioso —era demasiado obvio que no le creía—. Con eso de que te uniste al club, me imaginé que incluso habrías compartido algo.

—No, no lo hice.

—Ah, comprendo. De seguro estabas ocupado con otras cosas, no puedes estar atento al club todo el tiempo.

—Ah… Sí, exactamente —decidió aceptar eso como la única verdad para evitar entrar en un tema algo vergonzoso.

Se sentaron a la mesa, misma en la cual el desayuno ya estaba servido. Para cada uno de ellos había un plato pequeño con fruta cortada, otro un poco más grande con un omelette de espinacas con queso y un vaso de vidrio en el cual podían servirse del jugo de naranja que estaba en el centro del mueble. Junto a la gran jarra con jugo había una canasta llena de rebanadas de pan tostado y un plato alargado con una barra de mantequilla.

Katsuya agradeció por la invitación una vez más, queriendo darse un golpe en la frente al segundo, pues cayó en cuenta de que había repetido algo. Para evitar seguir hablando no se le ocurrió qué otra cosa hacer además de meterse un trozo de melón a la boca.

—Espero que te guste, Katsuya —dijo Seto, importándolo poco ya haber escuchado el mismo agradecimiento antes.

—¡Claro! Se ve delicioso.

Ambos continuaron con su desayuno en silencio, uno que cada vez se volvía más incómodo.

Las únicas palabras que se pasaban por la mente del rubio eran "¡Rápido, Katsuya! Piensa en algo interesante…" mientras jugaba nerviosamente, golpeando su tenedor contra el plato que tenía el omelette.

—Y… ¿Dónde está Mokuba? —Preguntó por fin, recordando que antes de salir de su casa también había pensado en el menor de los hermanos Kaiba.

—Salió a pasear con Noa —contestó Seto.

—¿Noa?

Katsuya no tenía ni la más mínima idea de quién era esa persona, pero tampoco se animó a preguntar.

—Uhmm… —Improvisar nunca antes en su vida le había parecido tan difícil como en esos momentos, estaba seguro—. ¿Y qué tal te ha ido? ¿Tienes proyectos nuevos en mente? ¿Grabarás algo pronto?

Tampoco le estaba saliendo muy bien aquello de parecer relajado. De manera inevitable una parte de él demostraba cierta desesperación en buscar un tema o cualquier cosa para no quedarse atrapados en el silencio. A Seto no le molestaba eso, simplemente fingía no notarlo.

El castaño hizo una breve pausa. Bebió un poco de jugo e inconscientemente apretó el vaso entre sus dedos antes de dirigir su mirada hacia la de Katsuya. Tal vez las últimas preguntas no habían sido las más adecuadas.

—La verdad es que estaba pensando en tomar un descanso después de "Tus poemas".

—¿Eh? ¿Por qué?

Como siempre, su curiosidad parecía no poder quedarse quieta ni por un instante. Ya se había metido en problemas por eso mismo, muchas más veces de las que a él le gustaba admitir en voz alta.

—¿Cómo podría decirlo? —El castaño cortó otro pedazo de su omelette con toda tranquilidad—. Creo que estoy perdiendo el interés en el mundo de la actuación.

Era increíble cómo podía expresarlo sin problemas, como si no fuera preocupante que estuviera dejando de interesarse en lo que había hecho durante toda su vida. Entonces a Katsuya se le ocurrió que Seto tal vez sólo quería un cambio, tal y como él había estado deseando desde antes de que Anzu le contara acerca de la audición para la serie del guionista Atem.

—Creo que entiendo. Quieres probar cosas nuevas, ¿verdad? —Cuestionó.

—No, no es así —contestó al instante—. Ya no me interesa actuar… ¿Tú qué sabes? Tal vez nunca me interesó.

Abrió los ojos con sorpresa ante semejante confesión. El misterioso Seto Kaiba poco a poco estaba dejando de ocultarse…

Continuará.

Notas finales:

¿Qué les puedo contar en estas Notas Finales?

Seto Kaiba por fin está empezando a quitarse esa especie de "máscara" que ha estado usando durante todo el fanfic…

Espero que el capítulo haya sido de su agrado. No duden en pasar a dejar un comentario con su más sincera opinión, yo lo leeré y contestaré con mucho gusto.

¡Hasta luego!

Sigma Min.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).