Capítulo 20.
No quería pecar de ególatra, pero escuchaba a alguien declarar sus sentimientos por él prácticamente todos los días. Sus admiradores y otras personas que sólo estaban interesadas en su dinero nunca perdían la oportunidad de empezar una relación o cualquier otra cosa que los acercara. Sin embargo, sabía que en esa ocasión había algo diferente… Podía ver que Katsuya estaba siendo honesto.
Eso podía ser un problema.
A pesar de que más de la mitad de su desayuno seguía encima del plato, había perdido el apetito de un momento a otro. Ya podía imaginar qué era lo que se acercaba y lo complicado que iba a ser lidiar con ello. No quería ilusionar a Katsuya, nunca fue su intención… Tenía que aclarar las cosas.
—Lo que pasó después no tiene mucha ciencia —comenzó el castaño, esperando que la situación no terminara en un desastre—. Empezó a disgustarme mucho la idea de que, incluso si engañábamos a la cámara con un beso falso en la serie, tarde o temprano te podrías ver en la misma situación de perder tu primer beso a causa de un guión… No sé si en esa misma serie o si en otra o en algún comercial o lo que sea que tú hagas. Siendo así, sólo habríamos atrasado algo inevitable, quién sabe por cuánto tiempo —suspiró—. Me llegó a molestar tanto que… tuve que hacerme cargo yo mismo —explicó de la manera más sencilla que encontró—. Por eso te besé.
—¿Qué…?
El corazón de Katsuya había estado latiendo más rápido de lo normal mientras escuchaba a Seto, ansioso por conocer su respuesta, incluso teniendo esperanza en que tal vez ese beso había significado algo importante… Pero nunca se esperó aquellas palabras…
—Ahí tienes la verdad —repitió lo que había dicho Katsuya.
—A ver si estoy entendiendo —el rubio dio un paso hacia delante—. ¿Me besaste porque no querías que perdiera mi primer beso a causa de unas líneas que debía seguir como actor?
—Exactamente.
—¡No tiene sentido! —Pareció molestarse un tanto.
—Eres libre de creer lo que quieras —se encogió de hombros.
—¿No hay nada más? ¿Otra razón, por ejemplo?
—No… No hay nada más.
—Por todos los cielos… Soy un idiota —se lamentó el contrario, negando un par de veces y dando media vuelta, listo para marcharse—. No sé cómo pude creer por un momento que… tal vez me habías besado por otro motivo…
—Querías la verdad, ¿no es así, Katsuya? —Soltó un suspiro—. No es culpa mía si la verdad te hace daño, no pienso cambiar las cosas u ofrecer disculpas sólo para que te sientas mejor —hizo una breve pausa—. ¿Sabes? Yo entregué mi primer beso en una película y, al menos para mí, no fue agradable. No quería que pasaras por lo mismo. Eso es todo.
Katsuya no respondió nada más. Ni siquiera volteó a verlo, pues sabía que en esos momentos se notarían sus ojos llorosos incluso si estuviera varios kilómetros alejado del más alto. Se sentía decepcionado.
Claro… ¿Qué rayos se esperaba?
Seto Kaiba era demasiado bueno para fijarse en una persona como él. Debió saberlo desde el inicio.
Ese estúpido beso no había sido nada para el actor castaño…
Una vez que estuvo en casa, Katsuya se dedicó a distraerse con películas cómicas. Al menos así no tendría que ver el rostro de Seto Kaiba, pues sabía que él no se dedicaba a ese género.
No lo estaba viendo, pero… no podía dejar de pensar en él…
Llevó dos de sus dedos hasta sus labios, dejando una suave caricia encima de éstos y luego soltando un suspiro pesado. Por fin había podido hablar las cosas con Kaiba, pero sólo para terminar llevándose una gran decepción.
—Maldita sea… —Susurró.
Continuará.