Capítulo 3.
Katsuya pasó el resto de esa noche pensando en una posible respuesta a todas sus preguntas y tardó mucho en aceptar que sólo descubriría la verdad hasta la mañana siguiente, pues según la información en el correo electrónico, todos los actores que pasaron la audición fueron citados al lugar en el cual se había realizado la misma.
Se levantó lo más temprano que pudo y se alistó a gran velocidad, estando listo para salir de su casa cuando todavía faltaban por lo menos un par de horas para que pasaran a recogerlo. No obstante, estaba tranquilo. Decidió aprovechar ese tiempo para revisar las noticias más recientes en el club de fanáticos de Seto Kaiba.
Cuando Anzu tocó el timbre, se sorprendió porque la respuesta de su amigo fue casi inmediata.
—Buenos días, Anzu —saludó—. Estoy listo. ¿Nos vamos ya?
—Oh… —Parpadeó un par de veces, como si no pudiera creer lo que estaba viendo ante ella—. ¿Eres tú, Katsuya? ¿Despierto? ¿Y listo para salir? —Dio un paso corto hacia delante y colocó sus manos en las mejillas del actor, haciendo como que se aseguraba de que aquello no era una ilusión ni nada parecido.
—Qué graciosa eres —dijo con tono sarcástico antes de enseñarle la lengua.
—¿Qué? —Rió un poco y retiró sus manos—. Tienes que admitir que esto no es cosa de todos los días. Déjame sorprenderme.
—Deberíamos irnos en vez de pensar en lo poco común que es esto.
—Sí, tienes razón. Hagamos eso —sonrió—. Además, ¡no podemos llegar tarde en un día tan especial como éste! —Sujetó la mano de su amigo y lo guió a salir de ahí—. Espero que no estés nervioso.
—No, para nada —mintió.
De un momento a otro se encontraban nuevamente en el interior de la camioneta que pertenecía al mánager de Katsuya. En esa ocasión, el que iba conduciendo era Hiroto Honda, un chico que trabajaba junto al señor Pegasus y, por lo tanto, también era parte del equipo del joven actor rubio.
Hiroto era un hombre cerca de cumplir los veinte, alto, con ojos y cabello castaños; era mayor que Anzu y Katsuya por un par de años, pero se llevaba muy bien con ellos y a veces no podía evitar reír ante las cosas que decían o el cómo se comportaban.
—Oye, Katsuya, ¿estás bien? —Cuestionó la chica de mirada azulada con algo de preocupación—. Entre más nos acercamos al estudio, más parece que vas a entrar en pánico.
—Descuida, estoy bien… No estoy nervioso… —Intentaba convencerse de que eso era verdad, pero no estaba teniendo mucho éxito.
—Bueno, si tú lo dices…
—¿Falta mucho?
—No, ya casi llegamos —volteó a ver al conductor—. ¿Verdad que sí, Hiroto?
—Así es —fue la corta respuesta del mayor.
Buscar en silencio al actor Seto Kaiba fue lo primero que hizo el chico de ojos color miel cuando llegaron al lugar indicado. Alejó a su amiga Anzu lo más que pudo, pues no quería verse demasiado obvio y sabía que la castaña siempre, de alguna manera u otra, terminaba dándose cuenta de todo. Por suerte para él, ese día no fue difícil distraerla. Señaló al guionista y la chica no tardó nada en salir corriendo hacia él para saludarlo y conversar un poco.
—¡Atem! —Se le escuchó decir muy emocionada antes de dejar solo a Katsuya.
El rubio soltó un suspiro y continuó con su búsqueda. Al darse cuenta de que aún faltaban algunos actores, decidió armarse de paciencia y trabajar en una conversación que no fuera demasiado extraña.
Su corazón empezó a latir más rápido cuando vio a Seto Kaiba entrar, luciendo tan grandioso como en sus películas. Los minutos que había tenido para planear una conversación se le habían ido volando, de pronto se sentía como un tonto que no era capaz de pronunciar siquiera una palabra de manera decente.
Los demás actores saludaron con un simple “Buenos días” al castaño de ojos azules cuando éste pasó junto a ellos y así fue como a Katsuya se le ocurrió dejar de complicarse la vida y sólo imitarlos. Cuando Seto Kaiba pasó a su lado, abrió la boca… Pero no dijo nada. Su lengua lo traicionó y su saludo no salió hasta después, cuando el otro actor ya estaba lo suficientemente lejos como para no escucharlo.
La reunión dio inicio poco después. Se les agradeció el estar ahí, se les habló una vez más acerca de la serie y de los personajes, mismos que fueron repartidos en ese mismo rato. A nadie le pareció extraño que Seto Kaiba obtuviera el papel de Kazuo, el personaje principal de aquella historia. Sin embargo, Katsuya sí se llevó una gran sorpresa cuando le dijeron que sería un personaje secundario.
—¿Están… completamente seguros de que yo no soy un personaje extra? —Preguntó como si estuviera angustiado, haciendo reír a varios de los presentes.
—Completamente —fue la respuesta que recibió.
—Katsuya —habló Atem—, en verdad me gustaría que tú interpretaras a Ren, el mejor amigo de Kazuo. Eres gracioso, siento que puedes usar ese talento como comediante para darle un buen ambiente a la serie cuando se necesite. ¿Tú no piensas lo mismo?
—Yo… Eh… Sí, sí, claro —tomó aire por la nariz y lo soltó lentamente por la boca—. Gracias por esta oportunidad.
Ese fue el momento en el cual su mirada y la de Seto chocaron por segunda vez. Sin entender del todo qué estaba sucediendo con él, Katsuya se sonrojó un poco y apartó la mirada.
—Muy bien —se levantó el hombre que estaría a cargo de dirigir la serie—. En cinco minutos vamos a ensayar para el primer capítulo. ¿Qué les parece? Un simple ensayo, sólo para que vayan conociendo un poco mejor a sus personajes.
—¿Qué? ¿En cinco minutos? —Cuestionó el rubio.
—Katsuya, deja de hacer preguntas tontas. Mejor ven aquí y déjame maquillarte sólo un poco —pidió Anzu, dedicándole a su amigo una sonrisa de oreja a oreja. En verdad se sentía muy feliz por él—. Imagina que más adelante tenga la oportunidad de hablar con Seto Kaiba. Eso sería genial, ¿no crees?
Mientras la castaña arreglaba un poco a Katsuya, éste alcanzaba a ver cómo el actor mencionado por su amiga ensayaba sus diálogos a lo lejos, con la única compañía de la actriz Vivian Wong. Ella era una jovencita muy linda, de estatura mediana, delgada, con largo cabello obscuro recogido y unos brillantes ojos color marrón. Según lo que habían dicho, a ella le tocaría interpretar a Natsumi, el interés amoroso de Kazuo.
El rubio no podía decir que conocía a esa actriz a la perfección, pero sí había escuchado un par de historias acerca de ella. Decían que a pesar de ser bella físicamente, su personalidad podía resultar desagradable para muchas personas. Vivian era una chica muy caprichosa, se enojaba cuando las cosas no salían tal y como ella quería, a veces discutía a gritos con su mánager y no se molestaba en disimular ni el más mínimo fastidio que sintiera. Era un tanto difícil convivir con ella, pero seguía arreglándoselas para conseguir papeles en series de televisión y películas.
—Espera, espera… Esto no me está gustando. Eres un actor grandioso y amado por muchos, ¿no? Se supone que Kazuo debe estar feliz por reencontrarse con Natsumi después de tanto tiempo, pero tu voz no lo demuestra. Repite tu primer diálogo, pero con más emoción —podía escuchar cómo la pelinegra le hacía aquella petición a Seto Kaiba—. Si lo haces de este modo en la grabación, nadie lo va a creer.
—De acuerdo, una vez más —suspiró el castaño, dispuesto a cumplir con lo que decía Vivian sólo para ahorrarse una discusión ridícula.
No era que Seto Kaiba lo hubiera hecho mal, sólo se trataba de un capricho nuevo por parte de Vivian. Aunque le costara admitirlo, el castaño actuaba mejor que ella. Eso era suficiente para hacerla sentir algo de envidia.
—Ren también aparece en este capítulo. Tal vez deberíamos practicar un poco con el chico que lo interpretará… ¿Cuál era su nombre? ¿Jouno…ichi?
Al escuchar que Vivian mencionaba su apellido, se puso nervioso. Anzu lo notó de inmediato y en un susurro alcanzó a preguntar qué estaba pasando. Katsuya no tuvo tiempo de responder, pues la actriz de cabello negro se acercó a ellos instantes después, siendo seguida por Seto.
—¿Interrumpo? —Cuestionó con una sonrisa amplia, pero falsa.
—No… Ya habíamos terminado —contestó Anzu con pocas ganas, dándose cuenta de la falta de honestidad en la actriz con un simple vistazo a la manera en la que había sonreído.
—Bien —continuó Vivian—. Queremos hablar con Jounouchi un momento… A solas.
La castaña volteó a ver a su amigo, quien sólo asintió un par de veces para decirle que no había problema. Anzu entonces se retiró sin decir nada más.
—Hola —la chica extendió su mano hacia él—. Mucho gusto, soy Vivian Wong. Me presento porque tal vez no sepas nada acerca de mí, novato. Pero no puedo culparte. Después de todo, acabas de comenzar en esto de la actuación, ¿no es así?
—En realidad soy actor desde pequeño, sólo que me dedicaba a la comedia y a nada más —explicó acompañado de una suave risa al momento de estrechar su mano con la de la pelinegra—. Yo soy Katsuya Jounouchi. Sí he escuchado un par de cosas acerca de ti, Vivian.
—Oh, ¿en serio? Eso es muy tierno —dijo la chica—. Bueno, ahora que estaremos trabajando juntos en esta serie, espero que nos llevemos bien.
El castaño de ojos azules interrumpió aquella conversación al dar un paso hacia delante y extender su mano hacia Katsuya. No se había presentado como era debido, pero era mejor hacerlo en ese momento que no hacerlo jamás.
—Seto Kaiba —se presentó.
—Yo… soy… Katsuya Jounouchi —dijo su nombre por segunda vez, estrechando tímidamente la mano del más alto—. Eh… Es un placer conocerlos y poder trabajar con ustedes.
Seto mostraba indiferencia, pero aun así el corazón de Katsuya estaba latiendo como loco. Por más que intentaba tranquilizarse, no podía lograrlo.
Continuará.