DIARIO DE OBSERVACIÓN:
Hora: 12:00 a.m(madrugada)
Hoy llegué a “Makotolandia”, como secretamente empezaré a nombrar este lugar desde el día de hoy, es que, ¡Todos en este palacio adulan hasta por demás a este tipo! Hoy quería contar algunos chistes de momentos vergonzosos de Makoto y no puedo hacerlo con nadie, son tan aburridos, con lo gracioso y estúpido que se puede volver su amo cuando está nervioso. Yo que lo conozco, sé que siempre se esforzaba y lo sigue haciendo, su carácter siempre ha sido dulce y atraía la atención, pero también era muy divertido gastarle bromas y nadie quiere reírse conmigo ¡Son muy aburridos! Aunque es cierto, Makoto es su preciado salvador, creo que arruinaría su imagen. Nuestro pasado debe seguir quedando en eso, "el pasado".
Bueno, Mako me recibió muy bien, ha construido un encantador palacio desde que me fui, con muchos hombres y mujeres hermosos; y no me refiero solo a lo físico. Como supuse, dejarme el cabello largo y moldear mi cuerpo me ha venido de maravilla, Makoto me aduló por eso, está perfecto, mi buen Mako no está ciego. Por cierto, esto es importante; tanto como para escribirlo acá: Mi BUEN, MUY BUEN Mako. Mi chico ha crecido mucho físicamente, no es que antes fuera un simple larguirucho, tenía buena estructura física, pero ahora, se pasó de musculoso el idiota.
Escribo esto y no puedo volver a reír por la reacción de sus sirvientes. Trataré de recordar lo más que pueda sus caras horrorizadas cuando insistí en cerciorarme por mi cuenta si es que tanto músculo era verdadero. Al principio se puso berrinchudo y no me dejaba tocarlo ¡Pero quién se cree él para negarme algo a mí! Logré abrirle la túnica y tocar sus pectorales, ah ¡También inspeccioné su “pancita”! Se notaba que había entrenado, y lo mejor de todo, ¡seguía siendo mi Mako! Apenas terminé mi inspección vi su rostro: rojísimo, si, a mi chico siempre le avergüenza que lo manosee, es tímido. Ah cierto, también tengo que anotar que si supo que soy yo fue porque anuncié de mi visita, la cara que puso al ver mi nueva y mejorada apariencia, ¡Tengo que recordar ese rostro también, me dolía el estómago de tanto reírme por eso!
Después de todo eso, me llevó a conocer el exterior, nosotros y dos pares de gorilas detrás nuestro, ellos me hacían sentir algo incómodo, así que no pude hablarle tanto como quería, o de todo lo que tenía para recordar, también quería que me contase como le fue todo después de que lo dejé con todo un reino aclamándolo, aún me sigo sintiendo mal por eso. Mi Mako nunca estuvo acostumbrado a las multitudes, fue un niño que creció muy protegido hasta que de un porrazo tuvo que salir al mundo y arreglar todos los problemas de allá fuera. Pero, él entiende el motivo de mi ausencia, de todos modos quería recordárselo en persona y sobre todo que me cuente los problemas que tuvo, como de nuevo tenía que acostumbrarse a la situación, cuantas veces quería esconderse de todo y hasta mandar al diablo toda responsabilidad, pobrecillo, Makoto. Mañana definitivamente tendré una plática a solas con él.
Luego del paseo por exteriores, en el que por cierto no dejó de hablar con el pecho hinchado de orgullo, lo llamaron de urgencia, tenía que atender otras cosas. Insistí en que no necesitaba ningún guía para recorrer el palacio, en caso me perdiera acudiría al primer sirviente con el que me topara. Caminé un poco más por el exterior, y vaya que suerte, Mako no era el único que había cambiado, ¡el pequeño pajarito azul que rescatamos también lo había hecho! Había crecido mucho, al principio también me partí de la risa por su expresión ¡Más neurótico que Mako! Incluso perdió el equilibrio y se cayó, cuando le recordé quien era, es que es lógico, cuando nos conocimos ambos éramos tan diferentes…él solía cantar con su hermano, esa es otra culpa que llevo, no pudimos salvarlo, incluso Rei siguió cantando con su débil voz cuando pensaba que Mako y yo estábamos durmiendo, probablemente había tenido otra pesadilla y no quería alarmarnos.
Pero ahora estaba tan sano y fuerte, me quedé platicando un rato con él, me enterneció el hecho de que siempre le rezara a su hermano mayor por las mañanas. Por otro lado, no podía creer que el ex pajarito fuera ahora parte de la guardia, ha madurado bastante, tal vez demasiado, sospecho que piensa que no me he dado cuenta de las tremendos marcas de besos que tiene por todo el cuello, la mayoría en la parte derecha del cuello, ¿Será el pasivo?
Seguí caminando ahora dentro del palacio, de la cocina se escapaba un delicioso olor, quise espiar un poco ahí pero solo los estorbaría, además del apetitoso aroma también se escuchaba mucho bullicio, una voz masculina discutía con otras voces femeninas que cual era el tipo de pescado favorito de Makoto. Vaya, de verdad que también los cocineros son aficionados a mi chico, se peleaban por quien cocinaría especialmente el plato principal de “Su Majestad”.
Continuando pasé por unos jardines interiores bastante grandes y con un notorio olor a flores, también había guardias ahí. Esos de allí de miraban con recelo, como si no fuera bienvenido, ja! Si supieran quien soy. Los ignoré, y en cambio seguí con mi recorrido, me tomé un tiempo para admirar las flores, eran hermosas, también en uno de los jardines había una gran pileta central, ¡perfecto!
Me acerqué un poco más, cuando me topé con ese chico, pertenecía a los cocineros, lo noté por su ropa, pero él solo me miró y me salpicó la cara con el agua de la pileta ¡Chico malcriado! Ni siquiera le había hablado, pero parece que él sí me había visto antes, esos ojos azules me miraban con recelo igual que los guardias. Él también mojó un poco su cara y su cabello, lo encaré, pero él me ignoró completamente y solo regresó a la cocina, alguien de adentro lo llamó con el nombre de “Haruka”. Bueno, al menos pude empaparle toda la espalda al momento en el que volteó para irse, parece que quería empezar una guerra de lanzar agua pero nuevamente lo llamaron de la cocina, así que solo se marchó, esos ojos eran tan azules como el cielo, lástima que los use para decirme “te odio” sin palabras.
La hora pasaba volando, ya era la hora del almuerzo, delicioso por cierto, Haruka y el conflictivo personal de cocina eran expertos. Aparte de eso me llevé otra sorpresa: ¡Ran y Ren venían con Mako! Los pequeños que “adoptamos”. Estos pobres gemelos estuvieron a punto de morir aplastados por su propio hogar. Su historia es muy triste: un día cualquiera salieron a ganarse unas monedas para ayudar a su madre, cuando vuelven el pequeño negocio de su madre, su casa, su mamita, en resumen: todo lo que conocían estaba siendo consumido por el fuego. Al entonces rey le dio la gana de quemar esa área para que sirviera de lección a todas las personas que osaran revelarse ante él. Aún me enfurece tanto recordar esto, los encontramos acurrucados en la única pared de su casa que seguía en pie, no querían moverse de ahí. Con Mako intentábamos de todas las formas posibles convencerlos de que olvidaran sus planes de morir ahí, “con mamá” como repetían una y otra vez. De hecho podría recordar aquí muchas historias tristes, pero este diario ya tiene bastante de eso, si pongo algo de Ran y Ren aquí es por la sorpresa que me llevé al saber que mi chico se encariñó tanto con ellos, y ellos con él, que decidió dejarlos quedarse aquí. Ahora ambos estaban en plena adolescencia, y eran tan serviciales con Mako. Por el momento solo ayudaban con el quehacer; que de seguro era mucho teniendo en cuenta las proporciones del Palacio. Me llenaron de abrazos, me hablaron de su encantadora vida aquí sirviendo en el palacio y luego se fueron a seguir sus tareas. Pensé que tal vez ahora sí podría hablar con Makoto, pero me equivoqué, otro invitado ilustre lo hizo volver al salón principal.
Como soy muy curioso, seguí mi recorrido por Makotolandia, era tan grande que me tomaría más de un día conocer completamente todo. Llegué a unos largos pasillos, al fondo habían muchas puertas, pregunté y me indicaron que por ahí llegaría a la habitaciones, obviamente no podría pasearme por ahí, pero había algo que llamó mi atención: Mas allá de los pasillos de la habitaciones, había una puerta dorada que a la luz del atardecer brillaba como si fuera de oro macizo, estaba semiabierta, así que entré, era una gran sala con muchos futones, exageradamente grandes, al igual que las ventanas. Me recosté sobre uno de los futones, eran tan cómodos, y el ambiente olía a recién aseado.
Al fin pregunté quién era la persona que me había estado siguiendo desde que llegué a las habitaciones, en ese momento decidí dejarlo pasar pero ya me estaba aburriendo, además esos futones me habían producido algo de sueño. Una figura de hombre, que al principio confundí con la de una mujer, apareció a mi llamado, me preguntó quién era y porque estaba husmeando tanto por acá, que llamaría a los guardias, ningún invitado de MAKOTO podría llegar tan lejos. Esa fue la parte que llamó mi atención. Todos se referían a Mako con mucho respeto, tratándolo de “Su Majestad” él era el único que lo llamó por su nombre a secas. Al parecer tenía ciertas confianzas con mi chico, se me ocurrió hacerle una pequeña broma, aprovechando que él también me estaba confundiendo.
Soy la prometida, futura esposo y también futura madre de los hijos de Mako, de hecho ya le dije que estoy embarazada, tendremos una celebración mañana así que te aconsejo que ayudes a tus compañeros, tendrán mucho que preparar. Fue esto lo que le dije, usé la voz más descarada que podía hacer. No me esperaba que el pobre pelirrojo de pronto empezara a lagrimear, me miraba horrorizado y se fuera corriendo. Oh vaya, espero no haber metido la pata, en todo caso Mako me tendrá que disculpar, el pelirrojo había sido muy grosero conmigo.Después pensé que ya era hora de revisar si mi chico tenía algo de tiempo para mí.
-Una luz se apagó en aquel lugar y una fina silueta de largo cabello rosa se quedó profundamente dormida en la cama especialmente preparada.