POV Suga
Un día como cualquier otro, aburrido, sin sentido y seguro uno en el que tuviera que encerrarme a componer, porque así eran mis días libres, me encerraba en la sala de producciones del departamento a hacer música, claro, al menos hacía algo que amaba.
Seguro el resto de los chicos iría a casa de sus padres, yo quería visitarlos, pero ellos tenían otros planes y pues no iba a arruinarles nada, así que estos dos días me la pasaría aquí, quizás durmiendo o como dije haciendo música.
Cuando me levanté, no divisé a nadie en la casa por lo que suspiré pesadamente, aunque odiaba que los chicos sean ruidosos, la verdad ya los estaba extrañando, era raro no escuchar el ruido de los vídeo juegos en la habitación de Taehyung.
Seguí mi camino hasta la cocina por un vaso con agua, me sentía completamente deshidratado.
Levanté mi muñeca y el reloj marcaba las 11:20 hs a.m. , ya sería la hora de almorzar, pero sin Jin en la casa era imposible que hiciera algo más elaborado que ramen.
Tomé el paquete de ramen y lo aparté a un lado en la mesada, coloqué una olla con agua en el calor de la cocina y metí los fideos dentro.
Esperé el tiempo que decía el empaque de ramen y apagué el fuego, le eche el sazonador y lleve mi ramen conmigo hasta la sala de producciones.
Todos los equipos estaban encendidos, seguramente Namjoon había estado aquí unas horas antes.
Me senté y coloqué el tazón con ramen en el escritorio.
Mi teléfono comenzó a sonar. Era un mensaje, podía esperar, la verdad era que moría por comer, mi estómago ya estaba haciendo extraños ruidos.
Estaba delicioso, por supuesto, era yo quien lo había hecho.
Luego de haber ingerido un poco de alimento tomé el teléfono entre mis manos, esperaba que no sea algo importante o algo en lo que tuviera que preocuparme.
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De: Jiminnie
Quisiera estar contigo ahora Hyung, te deseo.
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Escupí todo lo que tenía en la boca, ¿desde cuándo me mandaba este tipo de mensajes?
Mis mejillas comenzaron a arder, maldito mocoso.
Luego de esa extraña vez en la que tuvimos un encuentro, podría decirse que sexual, nada había sucedido, como siempre lo ignoré en toda la semana, con el tema del álbum todos estábamos tan cansados y sin ánimos que ni nos hablábamos entre nosotros, dentro de dos días comenzarían las grabaciones del MV, y tendría que estar cerca de él, algo que últimamente me incomodaba bastante.
Yo había decidido aceptar el hecho de que no me hacía mal tener esos extraños encuentros con él, todo lo contrario, hasta podría decir que me encantaban o al menos mi cuerpo disfrutaba de ello; pero todavía estaba esa barrera, ambos eramos hombres y a mí no me gustaban los hombres, nunca había pensado de una manera sexual ni nada parecido con un hombre, sólo Jimin, sólo él me había hecho tener extraños sentimientos.
Igual si yo llegaba a ir más allá con él, no iba a haber amor de por medio ni mucho menos, eso lo tenía totalmente claro; tampoco quería lastimarlo, después de todo él era mi dongsaeng y yo sentía cariño hacia él, como mi pequeño hermano.
—¡Aghh!—Suspiré.
¿Por qué me tenía que pasar esto a mí?, ¿Por qué?, y aún estaba el problema del Maknae con la vestuarista, todo esto más el álbum me estaba estresando, ¿cómo podría sacarme el estrés?
Una idea estúpida y sin sentido cruzó rápidamente por mi cabeza: la chica del hotel.
Quizás si dejaba que...solo quizás...
Ni siquiera estaba pensando, sólo estaba marcando su número en mi teléfono, Namjoon me lo había dado, esto era una locura seguramente, pero quería olvidarme de todo, pasar un agradable momento, y ella seguía siendo una desconocida, no era nadie importante, era sólo alguien para pasar el rato y aunque el plan de dormir todo el día hubiera sido mejor, con todos estos pensamientos no hubiera podido conciliar el sueño.
—Diga~.—Su voz era como la recordaba.
Me paralicé, debía hablar, pero no sabía exactamente que decir.
—Ehhm... Hola, yo... soy el del hotel, amigo de Namjoon...—tartamudee como un imbécil.
—¡Ah!, ¡te recuerdo!, ¿esta noche?—Sus palabras me erizaron por completo, era rápida y sumamente fácil, toda una chica de la noche.
—Sí, aquí, en mi departamento, creo... ¡no!, no creo, estoy seguro que sabes dónde es.—articulé ahora con la voz más segura.
—Entonces a las 20:00 hs estoy allí—contestó y sonreí.
Alejé el teléfono y colgué.
Sí, me había vuelto completamente loco ni yo mismo entendía la razón de mis acciones, pero necesitaba dejar de pensar, ella sería una gran distracción, además no habría nadie por dos días, era perfecto, no tendría que pagar un hotel y correr el riesgo de que las fans lo descubran.
Tomé el tazón -ahora ya- sin ramen y arrastré mis pies hasta la cocina para lavarlo, luego me bañaría quizás dormiría un rato hasta que sean las 20:00 hs.
POV Jimin
Pensaba en darle una sorpresa a hyung, él por fin había aceptado el tener algo conmigo, aunque fueran solamente encuentros sexuales, estaba muy feliz y estaba seguro que aunque sea lentamente iba a terminar por conquistar su agrio corazón.
Iba camino a la casa, sólo había ido a saludar a mis padres, inventé una llamada telefónica y dije que debía volver solo porque en realidad quería ver a hyung.
El autobús estaba yendo muy lento por el gran tráfico que había, observé mi reloj, 19:30. Aún no habíamos entrado a Seúl, estaba ansioso por verlo, seguramente él solo había estado comiendo ramen, así que pensaba ir de compras antes de llegar y cocinarle algo, él seguro comería con su típica cara de: "me vale una mierda lo que hagas", de solo pensar en su expresión me sentía alegre de que lo vería y estaríamos completamente solos.
—Solos...—susurré la palabra saboreandola con mis labios. ¡Dios!, estaba muy ansioso.
Miraba a mi alrededor y el tráfico no avanzaba.
POV Suga
Tocaron el timbre, sabía quien era.
Caminé hasta la puerta. Traía puestos unos vaqueros claros y una camiseta blanca, algo fácil de quitar.
Gire el cerrojo y tomé el picaporte en mis manos, estaba un poco nervioso, pero luego de abrir la puerta y escanearla de pies a cabeza los nervios se esfumaron.
Noté algo extraño, había alguien detrás de ella, otra persona, fruncí el ceño.
—¿Quién es ella?—solté mostrando el enojo en cada palabra que pronunciaba.
—Ella es una amiga, se nos va a unir, no sé si me entiendes—dijo con una sonrisa en el rostro aquella mujer a la que había llamado horas antes.
—Yo no te pedí que trajeras a nadie contigo—solté sin humor.
Aunque no me disgustaba para nada la otra mujer, no era lo que habíamos acordado y eso me molestaba, odiaba que las cosas no sean como yo las había planeado.
—Está bien—dije y me hice a un lado para que ingresaran, no iba a perderme de una noche ya arreglada de placer por un pequeño detalle que no había estado en mis planes.
Ambas ingresaron, las dos tenían una piel muy clara, un rosto pequeño y unas figuras completamente llamativas. Llevaban puestos vestidos, lo cual me hizo sonreír, odiaba el tener que andar quitando la ropa y todo ese embrollo; con el tipo de vestimenta que llevaban todo iba a ser más fácil.
Cerré puerta detrás de mí.
Una de ellas -la que no conocía- comenzó a acercarse a mí. Yo me encontraba quieto, no me movía, iba a dejar que ella hiciera lo que quisiera; con una de sus manos acarició mi mejilla tomándome para unir nuestros labios, cosa a la que accedí sin dudar, tenía un sabor exquisito, mantuve mis ojos abiertos observando a la otra chica quien lentamente se quitaba el pequeño vestido que cubría su menudo cuerpo.
Sólo traía ropa interior en la parte de abajo, ¡dios!, ya estaba excitado, la chica que estaba besándome con su otra mano recorría de manera juguetona mi abdomen, hasta que se topó con el final de mi camiseta, cuando esto sucedió adentró su suave mano dentro de la camiseta para poder recorrer ahora mi piel desnuda.
No aguantando más la situación con mis manos la tomé por la cintura presionando su cuerpo contra el mió pudiendo de este modo profundizar nuestro beso, que ahora se había convertido en algo sumamente demandante y exigente de algo más.
La otra chica se acercó hasta nosotros y se colocó detrás de mí, con sus manos comenzó a acariciar mi abdomen mientras besaba a la otra mujer.
Me separé de la unión del beso por falta de aire.
—Vamos al cuarto—hablé casi sin poder hilvanar palabra alguna.
Nos dirigimos a mi cuarto compartido con Jin, como mi cama era de plaza y media podríamos usarla los tres sin necesidad de estar incómodos.
Voltee casi bruscamente a una de las chicas en la cama -a la que ya conocía-, y le quité rápidamente su ropa interior. Deseaba hacerla mía en ese preciso instante.
La otra chica se puso detrás de mí y levantó mi camiseta para quitarla del lugar.
Cuando me deshice de la camiseta quité mis pantalones junto con mi ropa interior, no aguantaría más tiempo.
Cerní mi cuerpo sobre el de la chica que se encontraba sobre la cama, separé sus piernas y mordí levemente mi labio, fijé mi vista a ella y me abrí paso en su interior.
Ambos suspiramos ante el encuentro anhelado de nuestros cuerpos. ¡Dios!, estaba en el éxtasis.
Comencé a moverme en ella, consiguiendo de su parte gemidos de placer, la otra chica se puso a un costado y tomó mi rostro para que la besara.
Nunca había hecho algo similar en mi vida ni hubiera planeado hacerlo, no era el tipo de chico que soñaba con un trió o algo similar, esto era totalmente nuevo para mí, debía admitir que no lo encontraba para nada desagradable.
Ahora yo me di la vuelta y la otra chica se hincó sobre mí, buscando el punto exacto donde se proporcionaba placer a sí misma, mientras la otra chica recorría su cuerpo con sus sutiles y suaves manos.
La mujer que se encontraba sobre mí comenzó a llegar al punto máximo de placer e igual yo.
Ya no aguantaba más.
Los jadeos y gemidos se escuchaban por toda la casa.
Sus movimientos frenéticos me estaban volviendo loco.
Presioné mis ojos en una línea mientras tomaba la cintura de la chica y una imagen de alguien con sonrisa estúpida atravesó mis pensamientos cuando estaba llegando al éxtasis.
Gruñí algo, mientras abría lentamente mis ojos.
¿Qué había dicho? ¿Qué mierda había salido de mi boca?¿Por qué ellas me miraban extrañadas?
—¿Quién...es Jimin?—indagó la chica que estaba montada sobre mí.
Me congelé... ¿Jimin?¿Había nombrado...a Jimin?
POV Jimin
Ingresé al departamento minuciosamente, estaba muy emocionado.
Dejé las cosas que había comprado a un lado y había quitado mis zapatos para adentrarme a la casa, cuando observé una prenda de mujer en el piso mi corazón se paralizo, no quería seguir caminando, quería correr lejos de aquí, pero mis pies me llevaban camino a la habitación de Suga hyung.
Caminé sabiendo claramente lo que encontraría detrás de la puerta, mi pecho ya estaba doliendo, mis ojos ya estaban pinchando.
Empuje la puerta que se encontraba un tanto abierta y ahí estaba él sobre la cama con una mujer encima de su cuerpo, ambos tenían una expresión extraña, mi pecho estaba presionando, no las podría contener por mucho tiempo más, ellas solo querían salir; había otra chica al lado, todos estaban completamente desnudos, yo...
Quise escapar, pero estúpidamente hice un ruido ganándome la miradas de todos en esa habitación, estaba congelado en el lugar.
—J-Ji-Jimin—balbuceo Suga y las chicas lo miraron.
Nuestros ojos se encontraban , él parecía desconcertado.
Dolía. ¿Por qué?, pues no lo sé, sólo sabía que dolía y mucho.
Di la vuelta y lo escuché llamarme, pero sin siquiera pensar en algo caminé rumbo a la salida de la casa.
Escuché sus pasos tras de mí.
…l me tomó por el brazo hasta voltearme y quedar cara a cara, yo ya no lo podía contener. Su semblante se ablandó, aflojando su agarre en mí, con mis manos tapé mi rostro, no quería ver lo débil que era por su culpa, aunque ya era demasiado tarde.
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