POV Suga
Quedamos unos minutos quietos, él sobre mí, yo debajo de él.
Tenía una mezcla de emociones, por un lado había sido doloroso y por el otro placentero, pero más que nada doloroso, además todo era muy extraño, él tenía esas actitudes extrañas las cuales claro estaba, había ignorado a propósito, realmente no quería y esperaba que él no mezclara las cosas.
Sería tonto de su parte, sí, nos acostábamos, la pasábamos bien juntos, pero era solo eso y sabía a la perfección que tarde o temprano tendría que hablar seriamente sobre este asunto con él, esperaba, ¡no!, más bien rogaba, que él pensara igual que yo sobre el tipo de relación que estamos teniendo.
—Hyung.—Mi cuerpo sintió la vibración de su voz.
—¿Mmmh?
—¿Debemos ir a dormir?—preguntó mientras acariciaba parte de mi abdomen.
—Sí, Jiminnie, debemos irnos—susurré mientras acariciaba su cabello que reposaba desordenado sobre mi pecho.
—Se sintió jodidamente bien follarte—soltó como quien no quiere la cosa.
Sin ver su rostro sabía a la perfección que tenía una sonrisa de oreja a oreja. Sí, esa estúpida sonrisa que tanto detestaba.
—Maldito pervertido—dije y me removí debajo de él para poder vestirme y marcharme.
Pensar en lo que había sucedido realmente me ponía muy incómodo, si lo podía evitar, lo evitaba.
—¿Estás molesto?—preguntó con un puchero en su rostro.
Lo fulminé con la mirada y envolví mi toalla en la cintura.
—Vete tú primero, tengo algo que ver—mentí y el desvió su mirada de mí y comenzó a vestirse.
¡Dios!, no aguantaba más su presencia, quería que se fuera, necesitaba tiempo para pensar, no para estar al lado de el haciendo nada.
Lo observé detenidamente.
Se veía jodidamente sexy mientras se colocaba la toalla.
¡¡YA DEJA DE PENSAR EN ESO YOONGI!!, me grité a mi mismo, sacudí mi cabeza y volví mi vista a sus ojos que me observaban.
POV Jimin
Lo quería abrazar, quería apretarlo contra mi cuerpo y no soltarlo jamás, sentir su suave y delicada piel cerca de mi, moría por hacer eso, pero sabía que no podía, que lo nuestro era solamente esto.
—¿Qué esperas para irte?—soltó con una mueca de molestia.
Observé su gesto. No lo entendía.
Sabía que el era malhumorado, pero, ¿era necesario que me tratase de este modo?, ¿realmente lo era?
Envolví rápidamente la toalla a mi cintura, quité el seguro de la puerta y me marché a mi cuarto.
No me sentía bien, ¿por qué una sola palabra de su parte puede hacerme sentir tan mal en solo segundos?, ¿en qué momento le dí tanto poder?
Abrí la puerta de mi cuarto, estaba todo a oscuras, los chicos estaban dormidos.
Llegué hasta mi cama, quité la toalla que me cubría, me coloqué un short y me tiré sobre el colchón.
¿Cómo seguiría lo nuestro?, ¿seguiría?, yo realmente desde que empecé a acosarlo no esperé que él me respondiera de este modo, es más, creí realmente que él era por entero heterosexual, esto era como un sueño para mí, pero aún así dolía y me sentía insatisfecho con ésto, yo quería más, esperaba más, quería decirle "te amo" sin pensarlo, besarlo sin preguntarle frente a todo el mundo, hacerle el amor y no solo tener sexo, quería pertenecerle y que él me pertenezca.
Pero para los dos esto no era igual. Sabía perfectamente que quien saldría perdiendo en este juego sería quien entregara su corazón y yo había perdido incluso antes de comenzar a jugar.
—Ughh.—Suspiré pesadamente y pasé mi mano por mi rostro totalmente frustrado.
—Jimin, ¿sucede algo?—Una voz me produjo un pequeño sobresalto, miré a mi costado y estaba un somnoliento Hoseok frotándose los ojos.
—¡No, hyung!, ¡todo está bien!, ¡duerme que temprano tenemos horarios!—contesté intentando no parecer sospechoso.
—Mmm—balbuceó algo que no entendí y volvió a taparse para dormir.
Suspiré aliviado.
Si alguien descubría algo de todo lo que había sucedido estaba más que muerto.
Cerré mis ojos y caí en un profundo sueño.
POV Suga
¿Lo había tratado mal? ¿Había dicho algo fuera de lugar?
Acariciaba mi mentón mientras me hundía en mis pensamientos.
Pero esa última expresión antes de abandonar el cuarto, había algo extraño en ella, era ese mismo sentimiento que me generó cuando me abrazó más temprano.
Pero, ¿por qué estaba sintiéndome culpable?, ¡este no soy yo!; este no es Min Yoongi, a Min Yoongi e incluso a Suga le importa una mierda todo.
¡Mierda!, ahora no podré dormir por mis estúpidos pensamientos, comencé a alborotar mi cabello tironeando algunos mechones que se enredaban entre mis dedos.
—¡Estúpido Jimin!
+++
Había pasado una semana. Sí, una semana en la que estaba deseoso de castigar a ese chiquillo molesto y cuando digo castigarlo no me refiero a nada amable y es porque el muy infeliz anduvo de puto con todo el mundo.
Tuvimos nuestro comeback y ni siquiera tuvimos tiempo de respirar, sólo comíamos e íbamos al baño, había momentos donde quizás y nos dejaban dormir, por lo que no toqué a Jimin en una semana ya que el tiempo libre era usado por todos para dormir.
Nos darían un día libre mañana, sería perfecto, venía planeando de que forma castigarlo todo este tiempo.
Ni yo entendía realmente cuales eran las razones de mi enojo, pero ¿es que no se da cuenta que queda como un puto abrazando y saludando a chicos de otros grupos?, era por su bien; le diría que se ve como un fácil y lo castigaría para que aprenda a ser una persona más decente, como todo Hyung con un Dongsaeng impertinente.
Caminaba por el pasillo del edificio donde nos encontrábamos, realmente parecía un zombie, por suerte este era el último programa antes del día libre.
Realmente mi cuerpo no aguantaba tanto desgaste junto.
—¿Dónde rayos está el baño?—pregunté a la nada misma.
Noté que una puerta se abrió y salió alguien de dentro, un chico.
Ese debía ser el baño de hombres.
Caminé en su dirección y choqué el hombro con aquel extraño sujeto, quien se inclinó y mostró todos sus dientes en una amplia sonrisa.
—Lo siento.—Se disculpó.
Solo asentí y llevé mi mano a mi hombro sobandolo suavemente, seguí mi camino.
—¡Espera!—exclamó y me voltee.
El se acercó nuevamente a mí.
—¿Tú, eres Suga de BTS?—preguntó con una sonrisa en sus labios.
—Sí.—respondí seco, mostrandole mi cara de: "no quiero hablar, me urge ir al puto baño, gracias por la comprensión".
—¡Realmente te admiro!, mi nombre es Lee Do nam, soy un aspirante de una empresa—habló sonriente.
Eso explicaba el porqué nunca en toda mi existencia como idol lo había visto, igual me importaba una mierda.
Sonreí falsamente, el cogió mi mano y me sorprendí, comenzó a balancearla a modo de saludo.
Este chico era muy raro, luego de su torpe y abrupto apretón de manos se marchó, dándose la vuelta para observarme y agitar su mano. ¿Tanto me admiraba?
Sinceramente la gente cada vez está más loca.
Me encogí de hombros y rasqué mi cabeza confundido.
Le resté importancia y caminé apresuradamente hasta el glorioso baño.
POV Jimin
¿Qué hacía con mi Hyung? ¿Quién mierda era ese y por qué nunca lo había visto?
Apreté los puños a mis costados, mi deseo de darle una pequeña sorpresa a Hyung se desvaneció al ver ese "amistoso" apretón de manos con el flacucho ese.
Caminé detrás de los pasos de Hyung, lo agarraría desprevenido.
Entré en el baño caminé entre los cubículos y pude notar que solo uno estaba ocupado, por lo que me volví a poner el seguro en la puerta.
Me metí en uno de los pequeños cubículos a esperar que Hyung saliera.
Cuando escuché el chirrido de su puerta esperé hasta que lavara sus manos para tomarlo de la cintura y pegar fuertemente mi cuerpo sobre el de él.
Se sobresaltó y antes de que pudiera decir nada o siquiera voltear fui directo a su oído.
—Te extraño Hyung...quiero hacértelo aquí y ahora.—Mordí su lóbulo y él se erizó debajo de mí.
—Puto—soltó y me dio un codazo de lleno en mi estómago haciendo que me doblara por la mitad sujetando mi abdomen.
—Hijo de... ¡Agh!—Me quejé y divisé su rostro repleto de palabras que decían "te gané", "soy el glorioso Min Yoongi".
—¡¿Te crees que follaremos cuando tu entrepierna esté caliente?!, lamento informarte que será a mi modo.—Me apuntaba con el dedo.
—Hace una semana que no...—Apenas podía hablar, este Hyung sí que daba codazos certeros.
Me interrumpió.
—¿Y te quejas?, acaso, ¡¿No te los pudiste follar a los de Got7 o a cualquier miembro de otro puto grupo con los que hablas?!—soltó molesto mientras se cruzaba de brazos.
¿Qué?, ¿estaba celoso?
Me enojé recordando lo de hace tan solo unos minutos.
—Y tú, ¿qué?—Lo señalé recuperando mi compostura mientras me acercaba a él, estando solo separados por pulgadas de distancia—. El flacucho ese que tanto saludabas hace unos minutos, ¿te lo follas también?—pregunté desafiante.
Tú, me vienes con tus escenas, pues yo también puedo hacerlas.
Estaba con sus estúpidos brazos cruzados y mirándome de un modo que haría temblar a todo el mundo.
¿Por qué siempre que estábamos juntos todo se iba al carajo?
—¿Sabes qué?—soltó sonriendo, una mueca totalmente falsa, él y su sarcasmo—. Él, folla mucho mejor que tú, ahora que preguntas—escupió.
Me quedé estático, ¿qué había dicho?, ¿escuché mal?, ¿era cierto?
Pasó por mi lado ignorándome y se marchó hasta la puerta.
—¡Espera!—solté y me di la vuelta para observarlo.
Si me decía que era verdad, sabía que iban a caerme estúpidas lagrimas, pero no podía dejar que se fuera sin saber si lo que había salido de su boca era verdad.
Tenía el ceño fruncido, estaba molesto, yo también lo estaba, pero a mí sus palabras me dolían y él era inmune a las mías. Odiaba que todo fuera de este modo.
—¿Tú realmente te lo follaste?—pregunté en un hilo de voz.
¡Mierda, Jimin!, aguanta y no llores como estúpido.
—Si me lo folle, ¿qué hay con eso? —espetó.
Dolía.
No sabía que contestar, ¿qué podía decirle? , no tenía derecho.
—Yo...—"¡Jimin, ¡di algo!, ¡mierda!"me gritaba a mí mismo—. Y si yo me follé a otros chicos, ¿qué?—solté desafiante.
Sí, había dicho una estupidez.
Vi como sonreía falsamente, soltaba su mano del picaporte de la puerta y se acercaba hasta mí.
—Eres lo más molesto del mundo que conozco—murmuró y tomó fuertemente el cuello de mi camiseta.
Acercó su rostro al mío y sin que siquiera tuviera tiempo para pensar me plantó un beso.
Adentró su lengua y de manera brusca me llevó hasta el lavabo dando pasos en reversa.
Correspondí a su beso, mis manos fueron a sus hombros, él llevó sus manos a mi trasero y lo apretó suavemente.
Nos separamos manteniendo nuestros labios muy cerca, nos vimos reflejados uno en el otro.
—Me pones tan caliente, chiquillo molesto—habló jadeando producto de su irregular respiración.
Volvió a capturar mis labios.
La temperatura del lugar se estaba elevando, pero sentía que algo en mí no estaba del todo bien.
Algo no andaba para nada bien.