POV Jimin
—¿Q-qué e-es lo que sabes?—tartamudee. Tenía miedo, no tenia ni idea a que se refería, pero esperaba y rogaba que no sea lo que yo estaba pensando.
Se acercó hasta la puerta y la cerró. Se dio la vuelta y me miró fijamente, su rostro parecía afligido.
¿Qué era lo que estaba sucediendo?, no entendía nada.
Caminó lentamente en mi dirección manteniendo su cabeza gacha.
—Hyung q-qu.—Quise hablar pero él repentinamente tomó mi mano y jaló de ella para chocar nuestros cuerpos, logrando de este modo rodearme con sus brazos.
—Lo siento, Jimin. Yo realmente intenté hacerme el idiota...
¿Qué era esto?
—Yo...—Hizo una pausa. Separó lentamente nuestros cuerpos y clavó su vista en mis ojos—. A mí me gustas—habló y mi cuerpo se congelo. ¿Que yo, qué?
Intentaba decir algo, pero nada salía de mis labios.
—No te pido que me entiendas... no te pido que me quieras ni mucho menos me tengas lástima, sé que tienes a alguien más.
Volví mi vista a él con los ojos por completo desorbitados, él lo sabía.
—Suga hyung... sé que lo quieres a él, lo he notado, pero también sé que tú sufres por él.—Llevó su mano a mi mejilla y la acarició—. Sabes que no diré nada, no te preocupes por eso. Te quiero Jimin y quiero que seas feliz, no voy a interponerme entre Suga hyung y tú, porque no soy quién para hacerlo, lo único que te pido es que no sufras, no llores solo, si necesitas a alguien con quien hablar, en quien apoyarte, yo estaré.
Sus palabras rondaban en mi cabeza sin un rumbo fijo, escuchaba lo que decía pero no podía procesarlo.
—Ey...—Acunó mi rostro en sus manos obligándome a salir del trance en el que me encontraba.
—Y-yo, lo siento Hyung, yo quier.—No sabía exactamente que decir.
Chocó sus labios con los míos interrumpiéndome.
Mis ojos casi salieron de mi cuerpo y en cuanto caí en la situación de lo que estaba pasando con mis manos en su pecho lo aparté rápidamente de mí.
Llevé mi mano directo a mis labios.
—¡¿Qué haces?!—exclamé.
—Lo siento, yo...sólo quería por una vez.—Su voz temblaba.
Me relajé.
Él no había hecho nada malo.
—¿Po-por qué yo?, ¿por qué te gusto yo?—pregunté calmando mi voz.
—No lo sé, solo sucedió. Lo siento, esto, te prometo que no va a volver a suceder—habló mientras jugaba nervioso con sus manos.
Miré a mi alrededor, suspiré.
Sería todo tan distinto si tú me gustaras en vez de él.
POV Suga
La situación era extraña, pero como siempre me importaba poco y nada.
Había hablado con el manager y había solucionado el tema de vestidos que tenía Jungkook, pero estaba esa puta imagen del mocoso cabeza de zanahoria aún en mis retinas.
¿Por qué se estaban abrazando?¿Por qué era tan puto? ¿Por qué mierda me interesa lo que él hace?
—¡Aghhhh!—grité frustrado mientras alborotaba mis cabellos.
Estaba en la sala de producción, todo el viaje hasta el departamento fue extraño, estaba el idiota del caballo pegado al mocoso todo el tiempo. ¿Es que eran noviecitos ahora?, igual era raro porque no parecían alegres, esas miradas ocultaban algo.
¡Espera! No será que Hoseok descubrió...
¡No!
Me levante de golpe de la silla, haciéndola girar.
Salí casi corriendo de la sala de producción hasta el living, donde solo divisé a Jin hyung mirando televisión.
—¿Puedes creer que sólo pasan recetas para engordar en este canal?—Me hablaba mientras intentaba buscar con la vista a alguno de los otros dos—¿A quién buscas?—preguntó y dirigí mi vista a él.
—A Jimin.
—Acaba de salir con Hoseok—soltó y volvió su vista al televisor.
—Dónde... ¿sabes dónde fueron?—Estaba nervioso.
¿Y si realmente Hoseok lo había descubierto todo?
Mierda, mierda, mierda. ¿Cómo le explicaríamos todo lo que pasaba con Jimin al resto de grupo?, quería matarme o que me maten, pero que sea rápido y sin dolor.
—Creo que fueron por helado aquí a unas cuadras.
—Ah... ¡gracias!—solté.
Tomé un cubre bocas y las llaves. Salí casi corriendo en busca de aquellos dos, no podía permitir que nadie sepa lo que había sucedido, nadie tenía que saberlo, si eso pasaba estaría arruinado, todo acabaría, para nosotros como grupo y para mí como productor.
Todo por una estúpida calentura.
Apreté mi labio inferior, mis manos se convirtieron en puños y corrí en dirección a donde creía que los encontraría.
No tardé mucho en hallarlos.
Hubiera preferido no verlos, no encontrarlos.
No quería ver eso, pero ¿Por qué mis pies seguían clavados en ese lugar? ¿Por qué estaba tan enfadado? ¿Por qué tenía la necesidad de ir y tomar al mocoso del brazo y arrastrarlo lejos de ahí?
¿Por qué mis puños estaban tan apretados?, aún más que antes.
No sabía con exactitud lo que minutos antes estaban hablando, sólo sabía que sus labios estaban unidos, que las manos de él tocaban mi propiedad; porque eso era él para mí, mío, él era solo mío y de nadie más.
Cerré mis ojos con fuerza y giré sobre mis talones. Ya había tenido suficiente, aquí el problema no era si Hoseok sabía lo nuestro con Jimin, aquí el problema era que él estaba queriendo quitarme a Jimin, quitarme algo que me pertenecía.
Porque sí, él desde este instante me pertenecía, lo había acabado de decidir, ahora Jimin era solo mío y se lo haría saber.
Caminé hasta el departamento e ignorando todo lo que me decían los demás caminé hasta la sala de producciones encerrándome en ella.
Esperaría que él llegara, no le iba a pedir explicaciones, le iba a hacer ver lo equivocado que estaba al buscar a otra persona para follar que no sea yo.
Esperé por alrededor de una hora, los muy hijos de puta se la habrán pasado de maravilla juntos.
Escuché que llegaron y me dirigí al baño sólo para ver que era lo que hablaban con Jin en el living.
Estaban riendo.
—Es fácil de hacer, pero deben recordar que yo no soy su sirviente y sólo cocinaré lo que se me antoje.—Jin estaba sentado en el living al igual que los otros dos.
—Suga hyung.—La voz del chiquillo hizo que dejara de caminar y me girara para observarlo, parecía preocupado, quería golpearlo, ni siquiera tenía una razón coherente pero quería lanzarme sobre los dos y golpearlos.
Le puse mi peor cara, todos me estaban observando extrañados, pero no me importaba. Era una advertencia hacia él, quería que viera lo enfadado que estaba.
—¿Preguntaste a Jin hyung por mí?
Su voz, su estúpida e irritante voz.
Dudé, ¿qué podía decirle?
—En una hora ven a la sala de producciones, tengo que hablar contigo—hablé monotonamente y de manera creíble y me marché a mi falso objetivo que era el baño.
POV Jimin
Suga Hyung estaba muy raro, más que de costumbre, podría asegurar que él estaba enfadado, quizás aún estaba molesto por lo de esta mañana, pero eso sería raro ya que hasta lo que yo recuerdo él me besó antes de salir del baño e incluso hasta habló de que quería follar.
Comencé a morderme el labio inferior nervioso.
Luego de lo que pasó con Hoseok estaba muy raro, nunca antes se me habían declarado y para ser honesto admiraba el coraje que él tenía, algo completamente distinto a mí, que como idiota estaba enamorado de Suga y no era capaz de decírselo.
Suspiré y observé el picaporte ¿Lo abría o no lo abría?
Luego de hablar con Hoseok hyung había decidido declararme, pero no estaba seguro de como se lo tomaría Suga hyung.
Quizás huiría, pero es como dijo Hoseok, yo no podía seguir así.
Tal vez lo mejor era hacer algo como hizo hyung, pedirle que me de un último beso si ya no quiere saber nada conmigo, aunque eso me doliera.
Ya estaba sufriendo por no decirle lo que realmente pensaba de él, lo que realmente sentía.
Tomé el picaporte decidido e ingresé.
Cerré la puerta detrás de mí, su cuerpo estaba en dirección al computador.
—¿Ibas a estar todo el día pensando si entrar o no?—Su voz sonaba ronca, él estaba molesto.
¿Cómo sabía que estuve meditando si entrar?
—Es que te sientes culpable por lo que hiciste, ¿verdad?—Dio lentamente la vuelta aún sobre la silla.
Apenas podía ver su rostro gracias a la escasa iluminación que los aparatos de la sala proporcionaban.
¿Qué hice? ¿A que se refería?
—Yo... ¿Qué hice?—pregunté nervioso, su mirada no era ninguna broma.
Se levantó mientras reía sonoramente, esto se estaba convirtiendo en una película de terror.
Se comenzó a acercar a mí.
—¿Por qué siempre logras enfadarme? ¡¿Eh?!
Seguía caminando hacia mí hasta que sólo hubo un paso de diferencia.
—Yo no s-s.—Me interrumpió golpeando fuertemente una de sus manos en la puerta al lado de mi rostro.
—Sabes muy bien a que me refiero... primero andas de fácil con el maknae y como él ya tiene a la vestuarista te vas detrás de Hoseok.—¿Qué?—. Tus jueguitos me están cansando, necesitas lecciones.—Llevó su rostro a mi cuello lentamente y suspiró en el.
Su respiración tan cerca de mi hizo que temblara, él y su estúpido poder sobre mí.
Tenía la sensación de saber a que se refería, pero... ¿Por qué se enfadaba?¿Qué era lo que le molestaba? Si él, en definitiva, sólo quería mi cuerpo.
Me armé de valor y llevé mis manos a su pecho para apartarlo de mí.
—¿Por qué?—pregunté en un hilo de voz, un nudo se había formado en mi garganta.
Sus ojos me observaban de un modo indescifrable.
POV Suga
"Porque eres un fácil, porque andas entregando tu trasero a medio mundo y estoy harto de eso", eso quería decirle, pero nada salía de mis labios ni siquiera podía decírselo.
—Porque no me gusta follarte y saber que también andas follándote a otros—dije eso y tomé sus muñecas llevándolas a la fuerza por sobre su cabeza.
Fui directo a sus labios, él no puso resistencia pero tampoco correspondió a mi beso.
Me alejé de sus labios y observé su serio semblante.
—¡¿Qué mierda te pasa?!—exclamé.
—Tú... eso me pasa, tú y tus enojos sin sentido, realmente ya no te entiendo—soltó.
Aflojé mi agarre y me separé de él.
Yo tampoco me entiendo, te juro que realmente no me entiendo.
—¿Por qué te importa tanto que me folle o no a otros?, dímelo hyung—preguntó desafiante, decidido.
Me acerqué nuevamente a él, ahora de manera más brusca.
Tomé con una de mis manos su mentón y lo elevé para que me observara fijamente.
—Porque tú, eres sólo mío—dije sin siquiera pensar en lo que salía de mi boca.
Él comenzó a morder y torturar su delicioso labio inferior.
Llevé mi mano a su nuca y acerqué su rostro al mío.
—No quiero volverte a ver con otro, sino me conocerás aún más enfadado Jimin—susurré.
Nuestras respiraciones se encontraban, la de él más irregular y desacompasada que la mía.
Mordí su labio. Lo deseaba, tenía el sabor que esperaba, que imaginaba que tendría.
Él llevó sus manos al final de mi camiseta tironeando para quitármela.
Por fin estábamos hablando el mismo idioma.
Nos besábamos desesperados mientras mis manos tiraban de su camiseta, mis dedos tocaban apenas su piel, quería más.
Ambos quedamos con nuestros torsos por completo desnudos.
—Ahhh... te deseo—solté en un gemido haciendo vibrar sus labios.
—Hyung....yo también te deseo y mucho.—Llevó sus manos a mis mejillas y besándonos fuimos retrocediendo hasta donde se encontraba el sillón.
El enojo se había esfumado, ya no sentía más ira, solo había un sentimiento de deseo muy grande en mi interior.
Este chiquillo estaba teniendo un poco de poder sobre mí, eso no me gustaba para nada, ¿desde cuándo yo era influenciable?
Todo se estaba tornando muy extraño.