Makoto bajo la cabeza sintiendo las lágrimas recorriendo su rostro y ahogó los sollozos mordiendo sus labios.
-Makoto yo...
El castaño sacudió la cabeza sin levantarla y río secamente limpiando sus lágrimas.
-No, no lo digas Haruka, por favor no lo digas
Respiro hondo varias veces y por un momento creyó que Haruka había cortado la llamada hasta que escucho su respiración pesada.
-Adiós Haru, nos vemos cuando regreses...-dijo
“Si es que lo haces” pero eso no lo pudo decir.
-¡No Makot...!
Pero colgó, no podía escuchar nada más, se sentía lastimado, traicionado. Haruka, su pareja desde hace unos años, le había fallado otra vez y realmente le dolía. Había roto otra promesa. Haruka era nadador profesional y estaba en Australia por un intercambio junto con Rin. Y Makoto lo entendía, era el sueño de Haru y el quería que fuera feliz pero no que lo hiciera aún lado como se sentía y estaba ocurriendo.
Confiaba en Haruka, sabia que no lo engañaría y además Rin tenia una relación con Nitori y el pelirrojo se miraba y estaba realmente enamorado de su pareja. Había pasado varios meses desde la última vez que se miraron sin una computadora o celular de por medio y lo extrañaba. Extrañaba sentirlo en sus brazos, esas leves sonrisas, el brillo de sus ojos azules, todo del pelinegro.
El había hecho todo lo que había podido para no perder contacto y le dolía ver la poca cooperación de su novio. A veces tenía el pensamiento de que lo mejor era terminar pero el lo amaba y no quería que acabará. ¿Eso lo convertía en egoísta?
Sacudió la cabeza, guardó su teléfono después de apagarlo, tomó sus cosas y se fue a la escuela, ya iba tarde por la llamada de Haruka diciéndole que no podría ir a Tokio por su cumpleaños. Hubiera sido mejor no haber contestado. Al llegar a la escuela se encontró con sus compañeros y nuevos amigos, con quienes entro al salón y sonrió como cualquier día, ocultando sus verdaderos sentimientos en sonrisas falsas y una mirada cálida. El día siguió adelante y en su hora libre se separo de sus amigos para estar solo, primero fue a la cafetería comprar comida y ahí se encontró con Sousuke.
-Buenos días Sousuke-sonrió
El pelinegro solo asintió hacia el. Se sentaron juntos en una mesa afuera y comieron hablando de las clases que tenían en común. Makoto tomó su agua y bebió de ella sintiendo la mirada intensa del más alto.
-¿Pasa algo Makoto?
El castaño bajo la mirada unos segundos y suspiro encogiéndose de hombros.
-Creo que aceptaré su invitación para mi cumpleaños
Sousuke lo miró en silencio y asintió.
-No vendrá, ¿cierto?
Makoto sólo sonrió mostrando la tristeza que sentía. Sousuke y el se habían hecho buenos amigos desde que el más alto ingreso a la Universidad y pasaban tiempo juntos por lo que se tenían confianza y hablaban de sus problemas. Sousuke había sido un buen apoyo para el y escuchaba sus problemas con Haruka que habían empeorado desde que se fue este a Australia. Igual con Kisumi, quien también estaban en la universidad pero el estudiaba Educación infantil.
-¡¡¡Sou-chan, Mako-chan!!!
Ambos voltearon y Makoto soltó una pequeña risa al ver a Nagisa arrastrando a Rei con una mano y con la otra saludando a la distancia. Ambos estaban ya cursando la universidad, en su primer semestre. Nagisa había entrado a y Rei a Ing. Bioquímica. Ellos se acercaron y se sentaron con ellos. Nagisa se inclinó hacia Makoto con los ojo a brillando.
-Ne, Mako-chan, ¿cuando llega Haru-chan?
La sonrisa de Makoto se borró ante la pregunta del rubio y bajo la cabeza. Sousuke suspiro y cruzó los brazos sobre el pecho.
-Nanase no vendrá-dijo ante el silencio del castaño
-¡¿Ehh?! ¡¿Haru-chan no vendrá?! ¡Pero es tu cumpleaños Mako-chan!
Nagisa miró con intensidad al chico orca pero este no levantaba la cabeza y sólo se encogió más aún lado de Rei. Nagisa miró a Rei y luego ambos miraron a Sousuke interrogante. El pelinegro volvió a suspirar y se encogió de hombros. El tampoco, aún, sabía el porque Nanase no vendría, Makoto aún no le había contado. Nagisa comprendió que no se tenía que meter en eso, era un problema de pareja entre Makoto y Haruka así que se puso hablar hasta por los codos de su día.
Makoto rio ante los comentarios de Nagisa y los escandalosos sonrojos de Rei, Sousuke solo sonreía de lado sacudiendo levemente la cabeza. Terminando de desayunar cada uno tomo su camino, Sousuke y el se fueron juntos al tener la misma clase.
El resto del día acabo y Makoto suspiro al salir de su trabajo de medio tiempo, se había ido con Kisumi ya que sus trabajos quedaban en la misma plaza comercial. Había pedido sus vacaciones para su cumpleaños y así estar libre los días que Haruka estaría en la ciudad pero ahora con todos sus planes arruinados, cambio las fechas para trabajar. El día de su cumpleaños saldría con los chicos en la noche a beber algún bar cerca del campus.
Metió las manos en los bolsillos de su pantalón y se encogió resguardarse del frio. Acompaño a su compañera de trabajo a su departamento y luego el se dirigió al suyo. Antes de entrar miro la luna y sintió sus ojos llenarse de lagrimas pero no iba a llorar, no iba a deprimirse más por Haruka. El se la pasaría genial con sus amigos y ya luego después arreglaría todo con el pelinegro.
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Makoto despertó al escuchar su celular sonar y estiro la mano para tomarlo. Se tallo la cara y miro los mensajes que tenia en su buzón de voz. Todos eran de sus amigos felicitándolo, nada de Haruka. Les mando de regreso agradeciendo sus deseos y cuando se levanto para ducharse, su familia le llamo.
Casi lloro mientras reía al escuchar a su familia cantarle las mañanitas a través del celular y antes de colgar, prometió a sus hermanos ir ese fin de semana a Iwatori para celebrar con ellos su cumpleaños numero 20.
Ese día Makoto no iría a trabajar, su jefe le había dado el día para que celebrara su cumpleaños pero primero iría a la escuela y después iría con Kisumi, Rei y Nagisa a comer mientras esperaban a que Sousuke saliera de su terapia para ir a ese bar a festejar. No era gran cosa pero Makoto era feliz si compartía ese día con sus amigos, nada de pensar en Haruka.
No tenia la primera clase por lo que se tomo un poco mas de tiempo en arreglarse y desayunar, estudio un poco y cuando apenas estaba tomando sus cosas para irse, escucho que tocaron su puerta. Por un momento tuvo la ilusión de que fuera Haruka pero al abrir su sonrisa había caído al ver a un chico de paquetería.
-¿Makoto Tachibana?
El castaño asintió con las mejillas sonrojadas y tomo el paquete que el joven le extendió y firmo en donde le indico. Cerro después de agradecer y frunció el ceño curioso al ver que el paquete era enviado de Rin desde Australia. Trago saliva al imaginarse todo el dinero que se gasto su amigo pelirrojo por el envió.
Se sentó en el sofá y abrió con cuidado el paquete. Sonrió ampliamente al ver lo que era pero sintió sus ojos picar ante las lágrimas que se acumularon. Era una pintura donde los representaba con animales, a el y sus amigos mas cercanos, a los de natación. Rin un tiburón, Nagisa un pingüino, Sousuke una ballena, Rei una mariposa, Nitori un pato, Momo una nutria, Haruka un delfín y el era una orca. Kisumi era el único que no era un animal, en vez de eso eran unos labios.
Levanto la vista mirando a su alrededor para ver en donde colocarla. Miro en una pared una foto donde estaba con Haruka cuando cumplieron su primer año de novios y tras pensarlo unos minutos, se levanto y la reemplazo por el regalo de Rin. Observó la foto y luego la guardo. Su relación con Haruka no iba para bien y si las cosas seguían así, posiblemente para el siguiente año ya no estarían juntos, le dolía pera las cosas eran así.
Sacudió la cabeza para despejarla de esos pensamientos. No era momento de pensar en eso, era su cumpleaños y tenia que sonreír, ser feliz. Sonrió y salió de su departamento. De camino a la escuela se encontró a Kisumi quien lo abrazo con fuerza y le entrego dos regalos, uno de parte de el y el otro de su hermano menor, Hayato.
Solo había dado un paso dentro de la universidad, cuando el grito de Nagisa felicitándolo llamo la atención de todos los que estaban afuera y al dar la vuelta, a penas logro sostenerse para no caer ya que su rubio amigo había saltado sobre el. Makoto rio y luego le sacudió el cabello.
Agradeció a sus amigos que lo habían esperado en la entrada para felicitarlo y darle sus mejores deseos. Acepto sus regalos y no dejo de sonreír, olvidando por el momento todo lo relacionado a Haruka.
Sus clases fueron tranquilas y no paro de sonreír a todo a quien que lo felicitaba. Sonrojo violentamente cuando Kisumi le dijo que el era uno de los chicos más populares de la universidad y que no se sorprendiera si como regalo le proponían cosas indecorosas bien directas.
Espero junto a Nagisa y a Kisumi a Rei y cuando salieron de la escuela para ir a comer, se encontraron a Nitori, Gou y a los hermanos Mikoshiba, Momotorou y Seijuro, quienes venían desde Iwatori para celebrar su cumpleaños.
Makoto estaba sorprendido y más cuando sintió el brazo de Sousuke rodearle los hombros y la sonrisa cómplice de Rei.
-Vamos a mi casa a celebrar Makoto, hoy es un día especial
Makoto sonrió ampliamente, con una sonrisa genuina que ilumino su rostro y asintió con ganas. Así que sus amigos había organizado esto para el. Entre los que aun Vivian en Iwatori habían arreglado en la casa de Sousuke una pequeña fiesta mientras ellos estaban en la escuela.
Sus ojos se abrieron como plato al ver la decoración y todos los postres que había, era el paraíso. Rio con ganas al igual que los demás cuando Kisumi le hecho burla al pelinegro cuando este regreso con Momo después de unos minutos de desaparecer. Momo solo sonrojo y escondió el rostro en el pecho de su novio quien solo sonrió.
Comió de todo lo que había, rio, bebió, bromeo y disfruto al máximo de la velada que lo organizaron sus amigos. En ningún momento su sonrisa se había borrado de su rostro ni siquiera cuando a Nagisa se le soltó un comentario, “Ojala Rin-chan y Haru-chan estuvieran aquí”, porque el también lo había deseado pero no se iba a deprimir, lo había prometido.
Entrada la noche, Seijuro se fue con los demás a Iwatori y después de ayudar a recoger un poco en la casa de Sousuke también se fue a su departamento. Rio al recordar todo lo que se había divertido con sus amigos y al abrir la puerta, se quedo atónito.
¿En algún momento de la fiesta se había quedado dormido? ¿Había bebido más de la cuenta y estaba borracho? Porque era las únicas respuestas que encontraba para lo que sus ojos miraban en ese momento, no podía ser real.
Un Haruka dormido en la entrada de su departamento.
Sintió una clase de deja vú cuando el años atrás había hecho eso para esperar a Haruka. Sacudió la cabeza y se dio una cachetada para despertar pero estaba despierto. ¿De verdad era Haruka?
Trago saliva y acorto la poca distancia. Con recelo extendió una mano y lo sacudió suavemente.
-¿Haruka?
El pelinegro se movió y Makoto salto hacia atrás. ¡Era real! Pero siguió sin poder creer lo que estaba frente a sus ojos.
Haruka se movió y poco a poco fue abriendo los ojos. Levanto la cabeza conectando las miradas y luego de unos segundos, que a Makoto le parecieron eternos, Haruka abrió los ojos como plato y se levanto de un salto.
-¡Makoto!
Se tenso y extraño profundamente cuando el pelinegro salto sobre para abrazarlo.
-¿Por qué no contestas el celular? ¡Te estuve marcando muchas veces y no contestabas! Tampoco Nagisa o Rei
Ok, Haruka se estaba comportando muy raro, el jamás hablaba demasiado en un par de minutos. Makoto no pudo responder al abrazo y en vez de eso, lo alejo.
-Sousuke acordó que todos apagáramos los celulares para no tener interrupciones porque me organizaron una fiesta por mi cumpleaños-dijo
Haruka lo miro y Makoto paso un lado de el para dejar sus cosas en el sillón. La atmosfera se sentía extraña y Makoto no tenia ni idea de que estaba ocurriendo.
-¿Qué haces aquí Haruka?-pregunto a secas-¿Qué no hoy era la competencia?
Por unos minutos no se escucho nada pero el castaño no volteo a verlo.
-Yo…y-yo Makoto-suspiro-Feliz cumpleaños
Makoto cerró los ojos al sentir las lágrimas y apretó las manos en puño. Ya no podía más, había llegado a su límite.
-Hay que terminar Haruka, esta relación no nos lleva a ninguna parte y es mejor que sea ahora antes de salir lastimados
“Al menos tu, yo ya lo estoy”, pensó.
-Ya no puedo con esta situación Haruka, ya no porque duele, duele ser el que siempre da pero nada recibe.-respiro hondo-Puedes quedarte hoy si gustas, yo me voy a dormir, mañana tengo clases. Adiós Haruka
Apenas dio unos pasos para ir a su habitación cuando sintió los brazos de Haruka apresarlo por detrás. Forcejo un poco pero luego se mantuvo inmóvil al sentir las lagrimas recorrer por su rostro.
-¡No Makoto! Yo no quiero que esto acabe…yo me equivoque y lo admito pero no quiero que lo nuestro termine. ¡Por favor! No fui a la competencia para venir a verte…
Makoto se derrumbo y rompió en llanto, dejo que Haruka lo abrazara con fuerza y escondió su rostro en el pecho del moreno.
-Yo…yo te amo Makoto, jamás te lo había dicho pero te amo desde hace años incluso mucho antes de comenzar a salir pero tenia miedo y me di cuenta de que tu eres lo mas importante en mi vida, incluso mas que el agua, sin ti no soy nada. Nuestros conocidos suelen decir que tú dependes de mi cuando la realidad es otra. Soy yo el que depende de ti Makoto. Así que por favor perdóname y dame una oportunidad
Makoto se aparto para mirarlo y perderse en ese mar azul que Haruka tenia como ojos. Haruka nunca antes se había expresado tanto en palabras y sintió en su pecho un calor. No, el tampoco quería terminar con Haruka.
Asintió con esas sonrisas que solo eran para Haruka y se lanzo a sus labios. Se besaron con fuerza y pasión, habían sido unos largos meses desde la última vez que lo hicieron y ambos lo habían extrañado con fuerza.
Los besos subieron cada vez mas de intensidad y cuando Makoto reaccionó, se encontró encima del pelinegro mordisqueando su cuello y escuchando sus suaves gemidos. Ambos se miraron a los ojos y miraron en los del otro la pasión contenida. Había sido mucho tiempo de abstinencia.
Se levantaron y corrieron a la habitación del castaño. En un par de minutos de arrancaron las ropas y se perdieron en la piel del otro. Redescubriendo los puntos sensibles del otro, probando del otro. Makoto se perdió en sus gemidos agudos, en sus manos tocando por todo su cuerpo, en la forma en que se estremecía Haruka con cada embestida, en la estrechez de su interior, en sus besos, sus ojos llenos de lagrimas a causa del placer, su voz entrecortada rogando por más (más fuerte, más rápido, más profundo), sus uñas rasgando su espalda, sus dientes mordiendo toda piel a su alcance, en esa expresión incitándolo a continuar una vez más. Erótico y provocativo. No iba a tener suficiente de el en esa sola noche.
Y lo hicieron, varias veces y terminaron agotados, abrazando al otro intentando recuperar la respiración. Makoto acaricio las mejillas del pelinegro y se miraron a los ojos.
-Feliz cumpleaños Makoto
Makoto sonrió y le beso la frente.
-Gracias Haru-chan
Por primera vez Haruka no le reprendió que quitara el –chan y Makoto rio suavemente. Se formo un silencio agradable en entre los dos donde solo disfrutaron la presencia del otro.
-Aun no te he dicho tu regalo Makoto
Makoto se recargo en el brazo de lado para verlo y frunció el ceño ante el sonrojo de Haruka.
-Cuando venia para acá en el avión, hable con nuestros padres y… viviremos juntos, en un departamento más grande y ya no regresare a Australia, me quedare aquí, contigo
Makoto puso los ojos en blanco por la sorpresa y luego se dejo caer encima de su novio besando cada parte a la que tenía acceso.
-Gracias Haru. ¡Es el mejor regalo que e recibido!
Porque a pesar de todos sus altibajos, Haruka era el mejor regalo que podría haber recibido.