Makoto no sabia que hacer, si llorar o desearle buena suerte a Haru en su viaje, e hizo lo inevitable, ambos. Se encogió y con las manos se limpio las lagrimas. Levanto la mirada y sonrió cunado Haru le puso una mano en el hombro. Esos ojos azules le dijeron todo lo que con palabras Haru no podía decir y Makoto sacudió la cabeza a la vez que sonreía.
-Lo entiendo Haru, no te preocupes. Tus padres te necesitan. Cuando regreses haremos algo, ¿ne?
Haru solo asintió desviando la mirada. Makoto se quedo un rato acompañando a su amigo hasta que le sr. Nanase llego por su hijo. Sonrió apenado cuando el hombre le acaricio el cabello después de decirle que había crecido aun más. El castaño los miro irse y no pudo evitar sentir tristeza.
En dos días cumplía 14 años y seria el primer cumpleaños, que el recordara, que Haru no estaría presente, que no lo acompañaría. Ya ni tenia ganas de hacer algo ese día, tal vez solo ese pastel que su madre le había prometido en familia y ya.
Suspiro, miro el cielo que comenzó a oscurecerse y se fue a su casa. Ren y Ran, de 5 años, se le fueron encima para que jugara con ellos. Makoto rio ante sus energías y se dejo arrastrar por ellos. En la cena les conto a sus padres que Haru había salido de emergencia y que no estaría por unos días en Iwatori, que no estaría para su cumpleaños. Su madre le pregunto si quería invitar a otros amigos o quería esperar a Haruka para hacer algo. Makoto lo pensó un poco pero al final respondió que no era necesario, después de todo ya era un hombre y no un niño para tener fiestas.
Esa noche Makoto tuvo una pesadilla y despertó con lágrimas en los ojos. Lloro mordiendo la almohada para que su familia no lo oyera, no quería preocuparlos. Había soñado que Haru, su familia y otros amigos y compañeros se olvidaron de su cumpleaños y cuando el se los recordaba lo hacían aun lado y no le tomaban importancia.
Makoto sabia que había sido una pesadilla y que no era real pero temía que algún día eso pasara, no sabía si seria capaz de soportar sus rechazos. Seco sus lágrimas y miro el techo. Giro para ver que hora era y suspiro, aun era muy temprano. Se tapo con las cobijas y cerro los ojos para dormir.
El día siguiente fue tranquilo y en la escuela le preguntaron por Haru. No se sintió solo con Kisumi a su lado haciéndole reír. Kisumi era un gran chico y no entendía porque a Haru no le caía muy bien. De camino a su casa, se compro una paleta de hielo y al partirla a la mitad, recordó que Haru no estaba. Suspiro y apenas llegando a su casa logro acabársela. Mientras esperaba la cena se mando unos mensajes con Haru e hizo su tarea.
Al día siguiente, en su cumpleaños, fue despertado por sus hermanos y sus padres que le cantaron las mañanitas. Su sonrisa fue gigante y agradeció de todo corazón. Sus hermanos le regalaron unos dibujos y manualidades hechas por ellos mismos. Sus padres le dijeron que le entregarían su regalo en la tarde cuando su papá saliera de trabajar para celebrar juntos ese día tan importante.
En la escuela fue felicitado por sus compañeros y recibió uno que otro pequeño obsequio. Se sorprendió cuando en su mesabanco encontró una pequeña cajita con una nota, adentro venia un pequeño dije de un M y una nota.
“Feliz cumpleaños Makoto, espero sea de tu agrado.”
Sus ojos brillaron con intensidad y miro a su alrededor para buscar quien le dejo ese regalo pero sus compañeros estaban enfrascados en sus propios asuntos. Makoto tomo el dije y su sonrisa se suavizo. Era un bonito regalo y esperaba saber quien se lo dio para poderle agradecer pero no tenia remitente y no reconocía la caligrafía.
En el almuerzo aun no recibía ni un mensaje o llamada de su amigo Haruka pero esperaba que pronto lo recibiera. Tomo su bento y fue a la azotea para almorzar. En ese momento recordó que tenía que entregarle unos trabajos de Haruka a un profesor y fue a su salón para ir a entregarlos cuando encontró otra nota en su lugar.
"Me gustaría verte, te espero en la cafetería en la hora del almuerzo. Te espera otra sorpresa."
Makoto se sorprendió profundamente. ¿Qué era esto? ¿Acaso tenia una admiradora secreta? Tomo los cuadernos de Haruka y fue a la cafetería ya que estaba por terminar el tiempo. Al llegar busco entre los pocos estudiantes a una chica o quien fuera el dueño de esos recados. Casi se cayó al suelo cuando alguien se le lanzo encima por detrás.
-¡¡Feliz cumpleaños Makoto!! ¡Happy birthday honey!
Makoto rio sintiendo sus mejillas sonrojarse y giro la cabeza encontrándose con un cabello rosado y luego unos ojos morados.
-Gracias, Kisumi
Kisumi rio y le guiño un ojo.
-Bueno, si tú lo pides.
Makoto sabía a lo que se refería así que movió la cabeza para que los labios de su amigo chocaran contra su mejilla. No seria la primera vez que Kisumi hiciera algo así, que intentara besarlo a el o alguien mas en los labios pero nunca lo había conseguido, al menos con el o Haruka. Makoto, por muy romántico y anticuado que sonara, quería guardar su primer beso para su primer amor o alguien especial a quien dárselo. Kisumi hizo un mohín pero rio y se bajo de su espalda.
-¿Buscas a alguien Makoto?-pregunto Kisumi
Makoto sonrojo y aparto la mirada cohibido.-
-Yo…yo, bueno-suspiro-alguien me dejo una nota diciendo que viniera pero tal vez ya no esta, ya es tarde
Kisumi se encogió de hombros pero lo tomo de un brazo.
-Tal vez no era muy importante sino está pero ven conmigo, tengo algo para ti
Makoto se dejo arrastrar por tu amigo y sintió como lagrimas se atoraron en sus ojos cuando Kisumi saco un pequeño pastel al cual le prendió una velita y le canto las mañanitas.
Ese pequeño gesto de Kisumi le hizo sentir cosquilleos en el estomago y eso le desconcertó. Cuando tenia 10 años le pregunto a su mamá que era el amor y como sabrías cuando estabas enamorado. El le contesto lo que era y que uno lo descubría cuando anhelaba estar siempre con esa persona, cuando sentías ganas de hacerlo feliz, mariposas o extrañas sensaciones en el pecho y estomago al estar cerca de ella
¿Por qué sentía eso con el? ¿Acaso estaba enamorado de Kisumi?
Makoto soplo la vela y pidió su deseo. El timbre sonó y Makoto se despidió de Kisumi para ir a entregar los cuadernos de Haruka. Al regresar a su salón, otra nota estaba.
"Gracias por venir, fue agradable verte de nuevo, espero hacerlo otra vez en la biblioteca del instituto en la salida."
Makoto abrió los ojos como plato ante el asombro. ¿Venir? ¿Verte de nuevo? Así que si estaba pero ¿por qué no se acerco? Esas y otras mas preguntas invadieron su cabeza pero en ese instante la profesora entro y Makoto se sentó para prestar atención.
Era inevitable cada 5 minutos levantaba la vista al reloj para ver la hora, se sentía ansioso, ya quería saber quien era el dueño de las notas y cual era esa sorpresa que le dijo. Cuando el timbre sonó, Makoto guardo sus cosas y salió corriendo a la biblioteca. Llego con la respiración acelerada y busco con la mirada. Había uno que otro estudiante pero de último grado y ninguno lo miraba.
Tan distraído estaba que choco con alguien tirándole sus libros. Makoto sonrojo y se agacho para ayudar.
-Lo siento, es mi culpa-dijo apresurado
Escucho una risa conocida. –Esta bien Makoto
Makoto levanto la mirada encontrándose con Kisumi y sonrió apenado rascándose la nuca.
-Lo siento Kisumi. ¿Qué haces aquí?
Kisumi se encogió de hombros y apunto los libros con la cabeza.
-Vine por unos libros para una tarea, ¿y tú?
-Otra nota
Kisumi asintió.
-Hace rato mire a un chica de segundo escribiendo algo en una mesa de haya. Adiós Makoto
Makoto le sonrió y se despidió de el. Se desilusiono profundamente cuando noto que no estaba ninguna chica pero si un sobre debajo de un chocolate. Makoto se acerco y tomo el sobre para abrirlo. Había una nota y dos boletos para para la feria que estaba en la ciudad.
"Fue agradable verte una vez pero me gustaría que nos viéramos esta vez, cara a cara. Si lo deseas, te estaré esperando en la entrada de la feria con los boletos del sobre y entraremos juntos pero sino quieres conocerme, puedes llevar a alguien mas, lo entenderé."
Su reacción fue levantar su mirada y recorrer todo el lugar, a pesar de ser un chico muy tranquilo y paciente, ya comenzaba a molestarse un poco por todo ese jueguito, ¿por qué no podían verse ahí mismo como lo pidió? Lo pensó un poco y decidió ir.
Le mando un mensaje que iría con un amigo a la feria y que llegaría un poco tarde. Agarro el chocolate y sonrió. Era un poco obvio que tenía una debilidad por el chocolate. Suspiro y salió de la escuela directo a la feria. Lo bueno es que no estaba tan lejos y en 20 minutos llego. Había, a pesar de ser entre semana, bastante gente y Makoto se recargo cerca de la entrada.
Sintió nuevamente hormigueos en su interior y cruzo los brazos sobre el pecho. Por fin conocería al responsable de esto. Makoto deseaba conocerlo.
-¡Makoto! ¡Makoto!
Makoto giro hacia esa voz conocida y enarco una ceja al ver que a Kisumi sacudiendo una mano acercándose a el.
-¿Kisumi? ¿Qué haces aquí?
Kisumi sonrió ampliamente y se agarro a un brazo del castaño.
-Esta caminando cuando la chica de la biblioteca me pidió que te esperara y te entregara esto
Makoto frunció el ceño y tomo la nota.
“Lo siento, aun no tengo el valor para que sepas quien soy, tengo miedo de tu rechazo. Disfruta estos boletos con alguien más. Feliz cumpleaños Makoto”
Makoto jamás se había sentido desanimado y traicionado en cierto punto hasta ese momento. ¿Por qué piensa de tal manera? Suspiro profundamente y cerro los ojos. ¿A quien llevaría? Si iba con sus hermanos, tendría que comprar un boleto más y si esperaba a Haruka, tal vez los boletos ya se vencían.
Abrió los ojos y miro la expresión un poco preocupada de Kisumi. ¿Por qué no invitarlo a el? Makoto le sonrió para calmarlo y saco los boletos para enseñárselos.
-¿Quieres venir conmigo, Kisumi?
Kisumi abrió la boca sorprendido, como si no espera esa pregunta pero rápidamente sonrió ampliamente y asintió varias veces con energía. Entraron juntos y… hacia días que Makoto no se divertida como ese día.
Subieron y entraron a casi todos los juegos porque había otros que Makoto no podría, como la casa embrujada. Makoto no creyó que se fuera a divertir y reír tanto en su cumpleaños pero así fue y todo gracias a dos personas, al dueño o dueña de las notas y Kisumi.
Ya haciéndose mas tarde Makoto lo invito a su casa para el pastel con su familia y su amigo rosado acepto. Sus hermanos lo recibieron encantado y lo arrastraron para que jugara con ellos. Makoto no perdió la sonrisa en ningún instante. Partieron el pastel y comieron un poco.
Ya entrada la noche llamaron a los padres de Kisumi para que lo recogieran y subieron al cuarto del castaño mientras llegaban por el pelirrosa. Kisumi salió al baño y Makoto se sentó en su cama después de poner los videojuegos para jugar un poco cuando el celular de Kisumi sonó dentro de su mochila.
Makoto estuvo a punto de gritarle a su amigo para avisarle cuando pensó que seria mejor sacar el celular e ir a entregárselo y eso fue lo que hizo pero al abrir la mochila, lo primero que noto fue una hojita. Era igual a las que Makoto recibió a lo largo del día. ¿Acaso…?
La tomo y la abrió.
“Gracias por ayer Makoto y perdón que haya sido de esta manera y deseo que se quede así porque me gustas y no quisiera un rechazo. Espero que lo hayas disfrutado Makoto”
Makoto estaba en shock, estupefacto. ¡Todo este tiempo había sido Kisumi! ¿Por qué no se había dado cuenta antes? Había sido tan obvio, se lo había encontrado en todos los lugares e la nota. ¿Por qué su corazón se aceleraba de esa manera?
-¡Makoto! ¿Mi celu…?
Makoto giro automáticamente al escuchar su voz y se encontró con un horrorizado Kisumi.
-¿Tu…tu lo leíste?
Makoto asintió sin despegar la vista de el. De un momento a otro, Kisumi tomo sus cosas con la intención de irse pero Makoto capto sus intensiones y o detuvo agarrándolo de un brazo. Ninguno dijo nada, solo se quedaron así hasta que Makoto trago saliva.
-¿Por qué?
Había sido lo único capaz de decir. Sintió un nudo en el pecho cuando Kisumi lo miro de reojo y noto lagrimas en sus mejillas.
-Porque no es normal, ambos somos chicos y tenia miedo. Olvidemos todo, olvida que yo te escribí eso y no me odies, prefiero quedarme como tu amigo. Por favor Makoto
Entonces Makoto lo entendió. El no era un chico impulsivo pero por primera vez hizo algo así. Jalo de Kisumi para voltearlo y tomo su rostro entre sus manos para poderlo besar en los labios.
Su madre le había dicho que el primer beso era para una persona especial y Makoto ya la había encontrado y tenía un nombre.
Kisumi.
Sonrió ante la expresión atónita del pelirosa y con los pulgares le limpio el rostro.
-A mi también me gustas Kisumi. Una parte de mi quería con fervor que tu fueras el dueño de esas notas y la otra parte sabia que eras tu pero tenia miedo de equivocarme
Kisumi sonrió de manera radiante y lo abrazo por el cuello para poder volver a besarlo.
Makoto sentía que explotaría de alegría. Sin duda, este seria uno de sus mejores cumpleaños.