Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Rosso come l'amore. por Teddy_Freddy

[Reviews - 112]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola! ¿Como estan? Espero que bien uwu <3

Ya tengo nuevo capitulo, esta historia son mas como "viñetas" por eso esta separada por numeros raros XD

Gracias por comentar, me da gusto que les guste de verdad. Es una historia no tan dramatica, mas como para hacer reir y esta llena de tonterias XD

 

Capitulo desde la persepectiva de Francesco /McQueen y McQueen en cada parte.

 

Espero que les guste.

IV

Recorriste el lugar con la mirada y con una gran sonrisa en el rostro, un mesero te ofreció una copa de vino tinto y ciertamente te iba perfecto en ese momento. Moviste la copa con pequeños círculos de tu muñeca antes de levantar la un poco inclinando ligeramente la cabeza en un gesto que decía "a tu salud" , todo sin apartar la mirada de un furioso Hudson Hornet que te observaba desde el otro lado del salón.

Ya que el antiguo corredor no aparta la mirada de ti aprovechas para mandarle un beso acompañado de un guiño. Las mujeres a tu alrededor suspiran pensando que es para ellas aquel gesto, mientras el buen doctor se pone rojo -de vergüenza, de ira, ciertamente no te importa. - Te gusta crisparle los nervios a Hudson Hornet.

Te mueves por el salón buscando con la mirada a tu mayor razón para molestar al viejo corredor, McQueen. El chico pelirrojo esta en una esquina alejada de todos junto con una chica, desde la distancia en la que estas puedes ver que están discutiendo. Bueno la chica esta diciendo algo, el pelirrojo solo se mantiene con la mirada en el suelo encogiéndose de hombros cada vez más.
¿Quien demonios es esa chica? Te preguntas mientras vas caminando hacia ellos, pero no logras acercarte tanto cuando Strip Weathers te detiene.

—Hola Francesco. ¿Estas disfrutando de el evento? -te pregunta con una gran sonrisa y tu mueves tu mano libre en un gesto de "mas o menos"

—Es un buen ambiente, no tanto como las reuniones de Francesco, ma va bene. -dices antes de darle una probada a tu copa de vino. Tu mirada esquiva ligeramente a Strip viendo al pelirrojo y su acompañante.

—Bueno, debo admitir que contigo aquí se puso interesante todo. -te dice antes de reír. —Nunca pensé que fueras capaz de comprar una cita con el hijo de Hudson Hornet.

—Francesco tiene gustos peculiares a veces. -confiesas. —Pero aun así nadie quería comprar una cita con el chico y me parecía un desperdicio dejarlo ir sin mas.

—No es que nadie quisiera comprar una cita con el chico, por dios solo míralo. -se hizo a un lado indicando hacia el pelirrojo, ignorando que tu ya lo estabas viendo desde antes. —Es un chico verdaderamente adorable. Es solo que nadie quería enfrentarse a Hudson Hornet, es respetable y sensato el señor... pero cuando se trata de su hijo se pone raro.

—So come trattare con gli anziani. Non si preoccupi. (Sé como tratar con ancianos, no se preocupe) -dijiste con una sonrisa, mas para ti que para Weathers el cual sigue hablando como si nada.

—...Aunque si fuera por mi hijo yo también me portaría así. Como sea Francesco mejor cuídate, no queremos que aparezcas muerto un día de estos.

Dejaste salir una risa forzada antes de escuchar al pelirrojo quejarse por algo, te disculpaste con el rey y fuiste hacia los jóvenes. Tu mano se movió casi como si tuviera voluntad propia y atrapo la muñeca de la chica la cual soltó al pelirrojo dando un respingo.
No tuviste que decir nada, la chica salio corriendo de allí tras ver tu mirada. Esa mirada fría con la que veías a las personas que considerabas basura.

— ¿Estas bien? -preguntaste y viste al pelirrojo asentir. —Las uñas de las chicas son armas mortales. -Bromeaste sin dejar de ver las marcas rojas en el brazo del chico, lo escuchaste reír bajito. —¿Amiga tuya?

—Si, mi amiga de la infancia. Ella suele ser agresiva cuando esta enojada, pero es buena persona. -Arrugaste las cejas, no era necesario que tratara de justificarla. Esa chica ya te caía mal.

—Creo que seria bueno rodearte de mejores compañías. Por eso de ahora en adelante yo voy a rodearte. -dijiste pasando tu brazo por los hombros del chico. Lo escuchaste reír de nuevo, ahora viéndolo de cerca como que si era más guapo de lo que creías.

Escuchaste la voz de Hudson Hornet llamando al chico con un "Ya nos vamos hijo, ven aquí en este momento". Sonreíste tomando la mano del chico pasandole tu tarjeta de presentación. Como sabias que su padre los estaba viendo te inclinaste dándole un beso principesco en el dorso de la mano. Con un guiño y una voz profunda le susurraste un "llámame para nuestra cita". Ese gesto siempre funcionaba con las mujeres y con el pelirrojo había logrado que se sonrojara ligeramente.

Era tan lindo. No pudiste verlo mucho tiempo porque su padre se lo llevo.


V

Después de un relajante baño te pusiste la pijama y te dejaste caer sobre la cama. Tu cabello color rojo aun estaba goteando, si tu padre entraba en ese momento a tu habitación seguro que te daría un discurso extenso de porque no debes ir a la cama con el cabello húmedo.

Sin levantar tu cabeza de la cama buscas a tientas tu móvil, lo encuentras después de unos cuantos manotazos al colchón. Lo desbloqueas con la esperanza de encontrar alguna llamada o algún mensaje, sin embargo la pantalla solo te muestra la foto de la ultima excursión con tus padres, el tío Fillmore y su esposo Sarge.

Ningún mensaje o llamada de Sally, tal parece que la chica sigue molesta porque Francesco Bernoulli te compro a ti y no a ella. ¡¿Como ibas a saber que el famoso corredor italiano te iba a comprar de entre todos los presentes?!

Dejas el celular en la cama mientras gruñes con frustración. Si Sally no fuese tu amiga ya la hubieras mandado a la mierda, ciertamente eran mas frecuentes las veces en las que no tenias humor para aguantar sus berrinches.
Ni siquiera sabias como era que te gustaba en primer lugar. Esa marca roja de cuando te clavo las uñas aun sigue allí. Extrañamente pensar en eso te hace recordar al italiano. Quisieras llamarlo, después de todo a pasado casi cinco días desde que compro una cita contigo, lo malo es que no tienes su numero.

Te dio una tarjeta con su numero, pero tu padre te la quito de las manos justo antes de ponerte gel antibacterial donde el italiano había posado sus labios.

"No quiero los germenes de Francesco Bernoulli sobre mi hijo" había dicho tu padre, antes de preguntarte directamente si te había besado.
Aun recuerdas el mini infarto que te dio cuando negaste moviendo la cabeza, porque de verdad tu padre era capaz de ponerte de ese gel por toda la cara.

Bostezaste largo estirando los brazos antes de escuchar el teléfono sonar, contestaste de inmediato pensando que se trataba de Sally. Pero la voz al otro lado era profunda y varonil.

—¿Francesco? -casi por reflejo cerraste la puerta de tu habitación y bajaste la voz.

—Ciao, McQueen. He estado esperando tu llamada, me rompes el corazón al no saber de ti. -lo escuchas decir en tono dramático y una sonrisa boba se dibuja en tu rostro.

—Lo siento, mi padre me quieto tu numero y... ¿Como conseguiste mi numero? -preguntas con curiosidad, nadie más lo tenia a parte de tus padres y Sally.

—Te explicare en nuestra cita. ¿Aun recuerdas que me debes una cita? -Asentiste antes de decir "si", te sentiste idiota por responder moviendo la cabeza siendo que el castaño no te estaba viendo. —Pasare por ti a las ocho.

—Pero son las siete. -respondiste viendo el reloj.

—Exacto, nos vemos en una hora. -volviste a asentir como idiota antes de colgar.

De pronto sentiste el mini infarto de nuevo. ¡Como ibas a decirle a tus padres?!

Sacudiste la cabeza con fuerza antes de correr a ponerte algo de ropa, tenias la pijama porque planeabas ver películas con tus padres y dormir tarde pero tus planes habían cambiado abruptamente por Francesco. Después de que te vestiste bajaste lentamente tratando de retrasar el momento de darle la noticia a tus padres.
Ambos estaban en la cocina preparando todo para su noche de películas.

—Hijo, estoy preparando chocolate caliente. ¿Quieres algo mas? ¿Porque estas vestido?

—Papá... es que...Francesco viene por mi en unos minutos...

Esta de mas decir que tus padres se volvieron locos. (Sobre todo Hudson)


VI

Escuchaste el timbre, seguramente era Francesco. Pero Tu padre y el honorable Hudson Hornet seguía explicándote cosas para tu cita con Francesco.


—Si te lleva lejos de casa llama a la policía, si trata de hacerte comer algo extraño llama a la policía, si quiere llevarte a otro lugar después de la cena llama a la policía, si no te deja bajar de su auto llama a la policía, si te dice que no llames a la policía llama a la policía. -Dijo Hornet

—Si trata de tocarte golpealo y llama a la policía, si trata de llevarte a lo osucurito aléjate y cuentaselo a quien mas confianza le tangas.. luego llama a la policía. -dijo tu padre Wyatt (sheriff)

—¿alguno de tus consejos que no implique llamar a la policía? -preguntaste cruzándote de brazos. Se vieron mutuamente antes de decir.

—Toma este gas pimienta, si trata de tocarte apuntale a los ojos.

Al final fuiste obligado a llevar tu teléfono con el 91 ya marcado (para solo marcar el otro 1 si pasaba algo) y el gas pimienta. Pero antes de abrir la puerta para encontrarte con Francesco tu padre te puso algo alrededor del cuello.

— Toma hijo, si se te acerca con actitud sospechosa sopla con fuerza.

—¿Un silbato anti violaciones? -quisiste quitártelo de inmediato pero la mirada de tus padres te decía que ni lo intentaras. Gruñiste abriendo la puerta y caminando hasta el castaño.

—Y trailo a casa antes de las diez maldito vándalo. -escuchaste la risa del italiano a pesar de estar lejos. Seria difícil no morir de vergüenza con los padres que tenias.

Notas finales:

Bueno quiero decirles que Sheriff no tiene nombre asi que yo le he puesto Wyatt McQueen. Para que el pelirrojo tenga  una razon de tener ese apellido. 

 

Espero que les guste. 

 

Saludos!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).