Mira las fotografías y una sonrisa triste se extiende en sus labios.
Es cierto lo que dicen, nunca te das cuenta de los tienes hasta que lo pierdes. O en su caso hasta que lo dejas ir.
Extraña esos momentos, tenerlo como su eterna compañía, compartir habitación que fue igual que compartir su vida.
También extraña las noches sin dormir, a veces en platicas sin sentido con luz tenue y algunas botellas de vino, otras de desenfreno y pasión; y las mas especiales esas de conversaciones profundas, declaraciones y caricias suaves.
Sus recuerdos se sienten vivos, casi puede sentir las caricias y los besos rejados sin orden en su cuerpo; recuerda el sentir sus dedos en su interior y la preocupación de él siempre que lo preparaba; el momento de la unión, esa primera penetración, que era la más especial, y el gran final, ese que los unía en forma de fluidos corporales, casi lo hacen tener un orgasmo ahí en medio de una habitación que un hotel cualquiera.
Esta en uno de esos momentos en donde se permite caer y anhelar al que es y será el gran amor de su vida.
Sin ser consciente, su pantalón termina en el suelo junto a su ropa interior. Con una mano se acaricia el vientre mientras la otra masajea su miembro lentamente.
Por su mente pasando esos momentos de pasión, el verse empotrado en la pared de su habitación, en la ducha, en la sala de prácticas; así como recordar los labios del otro envolviendo su pene y viéndolo directamente a los ojos; no puede evitar gemir, se acaricia mas a prisa incrementando también la presión en su miembro ya más que excitado.
Cuando siente los calambres característicos del orgasmo lo recuerda sobre él besándolo como si fuera la persona más importante en su vida (cosa que está seguro que fue) y cuando siente el liquido blanquecino inundar su mano no puede evitar que un pequeñísimo Kyu salga de sus labios.
Recuerda también la sensación de ese liquido marcándolo por dentro y su orgasmo dura unos gloriosos segundos más.
Una vez regresando de su paraíso personal, otra imagen aparece, él tumbado en la cama saliendo del letargo del orgasmo para encontrar al otro a tan solo unos centímetros de su miembro con esa sonrisa petulante, endemoniadamente sexy, labios rojos y rastros de su semen por las mejillas, entonces la visión más erótica que ha tenido la dicha de presenciar, un pequeñísimo hilo de saliva y semen los mantiene unidos, cree que esa es la definición de no saber en dónde comienza uno y termina el otro.
Cuando comienza a colocarse la ropa los arrepentimientos regresan. Ya no puede tener esos momentos. Ya no debe anhelarlo. Es egoísta hasta para él que sabe de sobra lo que ha tomado decisiones sin pensar en el otro.
Por una parte no se arrepiente, al fin lo ha dejado ser libre, ahora Kyuhyun se divierte con sus amigos, ya no está al pendiente de que él duerma o coma lo suficiente, no necesita decirle que deje de pensar en tonterías como su peso y piense en mantenerse sano.
Desde que terminaron, Kyuhyun ha demostrado que es mucho mas de los que todos creían, que dejo de ser el niño cínico, para convertirse en el adulto que aún teniendo esa personalidad especial se muestra mucho más maduro frente a las cámaras y frente a todas las personas que lo rodean.
Sungmin admira su capacidad de reponerse y enfrentar la vida. A él mismo le ha costado infinidad de dolor parecer feliz.
Pensó que sería mucho más que incomoda su relación a partir del rompimiento, del alejamiento y como gran evento después de su boda, con esa chica linda que se ha forzado intentar amar. Porque es lo correcto y lo que se espera de él. Pero cada vez que la ve sonreír, se siente el mayor patán que ha existido.
Espero comentarios ácidos, sarcasmos y sonrisas irónicas cuando se vieran obligados a compartir el mismo espacio. Pero solo consiguió suaves Hyung pronunciados con calma y sonrisas perfectas. Atrás quedaron los Sungminnie, cutemin y los minnies dichos con ternura. A veces quería golpearlo por mostrarse tan normal después de todo lo que pasaron.
Pero recuerda que es él el que no ha madurado, el que no quiere hacerlo. Pues si tan solo lo intentara no tendría que evitar hablar con él a solas porque siente ese nudo en el estomago que le predice si se acerca un poco más, no podrá controlar sus actos.
Lee Sungmin decidió darle libertad a Cho Kyuhyun, decidió que Cho debía ser feliz por su cuenta y no quedarse atascado para siempre en una relación semi oculta.
Ahora debe pasar de página, y se dice así mismo que esa vez lo lograra.
Regresa a la sala de prácticas y lo ve ahí con Changmin y Minho de su Kyuline y sabe que tomo la decisión correcta, aunque duela como el demonio. Sonríe suavemente mientras los saluda y se interna en la sala para platicar con los demás.
K&S
- Como lo llevas- Pregunta en un susurro Changmin cuando ve a Sungmin platicar con KangIn.
- Duele, pero estoy bien.
Kyuhyun lo observa con amor y dolor reprimido. Cuando terminaron creyó que era una más para la cuenta, pero al ver que el otro no pensaba regresar su mundo se hundió en desesperación. Todo el tiempo que estuvieron separados fue como tener un aguijón en el pecho que dolía cada día, pero termino acostumbrándose al dolor. Pero la estocada final cuando Sungmin se caso sintió que una parte de él desaparecía, pero si su hyung creía que con eso estaba bien para los dos no lo iba a contradecir.
Sungmin nunca se dará cuenta, es que Kyuhyun es mejor actor de lo que cree, que estos últimos años se ha convertido en un mentiroso excepcional, un maestro en ocultar emociones, con un mejor amigo es Changmin no podía esperarse otra cosa.
Kyuhyun sonríe ante sus hyungs no queriendo ver las miradas preocupadas que los ha caracterizado en los últimos años por su causa, bromea con sus amigos para distraerlos de él y se muestra galante ante las cámaras.
Kyuhyun simplemente es un gran actor.