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El Origen del Pecado por Mariela

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ME ENTREGARE AL MAL: Pecado Divino

Aterrizo con piernas temblorosas en una parte desolada del mundo, sin vegetación ni fauna, quizás alguna especie de desierto olvidado por el Creador.

Sus ojos estaban rojos e hinchados de tanto llorar, sus lágrimas no cesaban, y aquel dolor en su corazón no hacía más que crecer  con cada segundo que pasaba, hasta respirar le era un esfuerzo debido al sufrir que desgarraba su alma sin piedad alguna.

Sin embargo, ya había decidido que sería la última vez que lloraría.

Estaba ahí por una razón, y no se iría hasta lograr su objetivo. Dirigió su mirada al cielo nocturno  en donde recién se mostraban las estrellas, suspiro hondo dejando que el aire frio meciera sus cabellos rojizos y acariciaran su rostro lloroso.

Se aseguró que no hubiera nadie cerca e invoco al único ser que sabía que la ayudaría.

OOOOO

Camino cuan alma errante de vuelta a su castillo, mantenía la mirada baja y el rostro cubierto por el flequillo de su cabello plateado. No hacía más que abrazarse a sí misma en un intento desesperado por consolar su propio  llanto, tratando vanamente de llenar aquel vaco que se formaba en su interior.

Su mente era un mar de confusiones que no la ayudaban en nada a entender su situación, había sido besada por un ángel, una mujer, por Nagisa, la persona que consideraba su amiga más cercana. La quería demasiado como para sentirse culpable por tratarla así, sabía que su reacción había sido bastante cruel y estaba arrepentida de ello, pero ahora lo que más le preocupaba era la pequeña ángel que se había  marchado sin decir adiós.

Llevaba horas preguntándose si Nagisa habría vuelto al cielo o si aún seguía en la tierra vagando en algún lugar del reino. No quería que le peli-roja se marchara, vaya que no. Nunca había conocido a una chica tan dulce e inocente como ella, sentía una gran calidez estando a su lado, sentía la alegría de vivir, Nagisa era la única persona con la que se sentía completa en su vida, y lo lograba entender por qué.

No podía negar los fuertes latidos que su corazón emitió en el momento en el que sus miradas se cruzaron, pero no sabía su significado. Debía asumir que la ángel de verdad estaba enamorada de ella, sin embargo, Shizuma solo la quería como…¿Una amiga?

“Si, una amiga…una amiga…amiga”-Se repetía fuera de sí. Claro, como Ariane representaba la amiga que no había podido encontrar, cuando se conocieron, su corazón le aviso de la buena persona que había encontrado, del aprecio que llegaría a tenerle, eso era todo.

-Claro que es todo-dijo mientras cruzaba las puertas del palacio

“Yo amo a…a… ¿Setz? Si, lo amo. Él  es mi prometido, me casare con él al amanecer, y en tres días será mi coronación.

Eso era lo que quería, ¿verdad? Y si lloro ahora, es porque me siento mal al haber perdido a una “amiga”, no hay más sentimientos involucrados. No hay, no habrá ni podrá haber. No traicionare todo en lo que creo, no traicionare al Señor”

-¡Shizuma!

Se detuvo antes de subir por las escaleras a su habitación, se volvió hacia la dirección de la que provenía el llamado, y encontró a un puesto joven de cabellos rubios con ojos del mismo color, vestido de manera elegante y con una gran sonrisa en su rostro.

-Setz…-murmuro sorprendida

 -¿Qué pasa Shizuma? Parece que viste un fantasma, y estoy seguro de ser tu prometido y estar vivo-rio divertido

-¿Eh? Ah! Nada. Es solo que…me sorprende que ya hayas regresado

-No entiendo porque, mañana es nuestra boda y visitar el Tercer templo no es tan tardado

-Si…claro-sonrió forzadamente

-Pero bueno, ya que estoy aquí  me gustaría que me presentaras a la famosa “Ariane Nagisa”, la ángel de la que me hablaste en tu última carta.

-Ella…-su mirada se entristeció-Ya se ha ido a casa

-Vaya, que pena-suspiro con decepción-Y yo que tenía tantas ganas de conocerla- Según lo que me habías contado me pareció una persona muy especial, y me hubiera gustado poder tratarla. ¿No es así, Shizuma?

 -Claro-sonrió ensombreciendo su rostro-Ella era muy especial

-¿Amor? ¿Por qué lloras?

-…-

Setz no recibió respuesta alguna, pero le dolía ver así a su amado. Se acercó a ella, y la estrecho fuertemente entre sus brazos para consolarla, mientras le correspondía con desesperación bastante evidente. Le faltaba algo, y no sabía porque.

“Nagisa…vuelve”

OOOOO

-¡PADRE! SE QUE ESTAS AHÍ, ¡¡PRESENTATE!!-grito lo más fuerte que pudo

No hubo respuesta alguna, solo el viento arrastrando la arena desértica

-¡¡¡PADRE!!-volvió a gritar-¡LUCIFER!

Tras decir aquel nombre, un tornado de humo negro emergió repentinamente de la tierra, haciendo que se cubriera para que el polvo no le saltara  a los ojos, y cuando este se desvaneció, apareció un apuesto hombre con alas y ropas negras. Sus ojos eran rojos como la sangre, y mantenía una sonrisa llena de maldad en sus labios.

-¿Pa-Padre?-dijo incrédula

-Hija

La peli-roja lo observo detenidamente, ya no había ningún rastro de divinidad en aquel ser, la oscuridad emanaba de su cuerpo constantemente,  sus uñas eran garras afiladas, y sus alas ya no poseían plumas, tenían la auténtica apariencia de las de un murciélago. Ese ser era lo que llamaban “Demonio”.

-¿Qué pasa Nagisa?-hablo con burla-¿Acaso te has asustado de tu padre?

-¿Eh? Cla-claro que no. Yo solo…

-Me has invocado ¿para?

-…-bajo la mirada

-¿Sera que al fin quieres ser mi heredera? Yo estaría encantado de eso, mi querida hija

-No, eso no es lo deseo

-¿Y que deseas?

-Quiero….quiero-alzo la mirada con determinación-¡Quiero que me conviertas en humana!

-¡¿Qué?! Temo que no en…

-Y no en cualquier humana. Dame el cuerpo de un varón

Lucifer sonrió con satisfacción ante lo que le pedían.

-Hmmm, así que quieres ser un hombre ¿no es así? ¿Puedo preguntar porque?

-No

-Esa es mi hija

-¿Harás lo que te pido?

-Por supuesto, pero he de advertirte que no será tan fácil como crees-se acercó a ella, y tomo su mentón-Solo  por ser mi hija no te cobrare un precio, sin embargo, debes saber que convertirse en humano no es tan sencillo, al menos no lo era para ti

-¿Por qué lo dices?

-Porque para lograrlo, debes primero deshacerte de tus alas-soltó su mentón y comenzó a rodearla-Luego, ya que sin ellas no serás más que un caído que aún posee su divinidad, deberás…

-¡Espera!-lo interrumpió-Dices que debo…

-Así es. Tendrás que entregar tu alma a la oscuridad

-Pero…pero si lo hago, aunque rompa el contrato, no volveré a ser un ángel jamás

-Serás como yo hija-sonrió con maldad-Ni ángel ni demonio, solo un espectro que personifica  a la oscuridad misma, con poderes inimaginables y con el privilegio de gobernar a todo ser de la noche.

-Pero…

-Y-la interrumpió-Con esos poderes en mano, tú serás capaz de convertirte en humano varón, llevaras el pecado en el alma, pero podrás vivir tranquila con la persona que deseas

-…-

-¿Y bien? ¿Qué decides Nagisa?

La peli-roja lo pensó por un momento, amaba a Shizuma y daría lo que fuera para estar con ella, pero ¿valía la pena convertirse en un espectro solo por ella? La respuesta era sí. Claro que lo valía. Ella sabía, sin necesidad de que se lo dijeran, que la princesa se casaba al amanecer, había tratado de negarlo, mas esa era la realidad y no iba a permitirlo.

“Shizuma”

-Acepto

-Perfecto, jajajajaja

El dolor fue insoportable cuando Lucifer le cortó las alas con su propia espada, sus gritos desgarradores inundaban la noche, rompiendo el silencio de esta.

Las alas duelen como el infierno, era sorprendente que Nagisa pudiera mantenerse consiente a pesar del dolor, y cuando todo termino, solo quedaron dos grandes cicatrices  en su espalda para recordarle que una vez…fue un ángel divino del Creador.

Se encontraba tirada en el suelo con la sangre derramada de sus heridas, su mente estaba en blanco, confundida, adolorida, luchaba por mantenerse cuerda, pero no soportaría por mucho. Observo con la vista nublada a su padre decirle algo que no logro procesar, tan solo escucho-Entrégate a la oscuridad ya-pero no sabía él porque

No recordaba nada. No sabía dónde estaba, que sucedía, quien era, todo estaba en blanco. Así, hasta  que una débil voz resonó en su mente, una dulce y agradable voz que le decía:

-Nagisa…

“¿Quién es? ¿Quién me llama?”

-¡Nagisa!

-Shizuma…

“¿Shizuma?...Shizuma….Shizuma”-entonces su mente comenzó a aclararse y los recuerdos comenzaron a reproducirse en su mente-“Ya lo recuerdo. Yo…quiero estar con Shizuma…porque la amo, porque daré todo por ella, y….”-se incorporó lentamente-“Porque quiero protegerla siempre”

<<A mí no me gustan ni me gustaran las mujeres>>

“Shizuma”-lagrimas comenzaron a rodar por sus mejillas-“Shizuma”-de pronto, se vio en medio de un tornado de humo negro del cual emanaban gritos de dolor y murmullos escalofriantes. La oscuridad la acechaba-“Shizuma, yo…quiero estar contigo, quiero estar contigo…Shizuma…Shizuma”

Alzo la mirada con furia, se abrazó a sí misma, y grito con toda su fuerza:

-¡¡¡SHIZUMA!!!

Tras este grito, los vientos negros se introdujeron en el cuerpo de Nagisa, quien no paraba de llorar amargamente de dolor, y poco a poco, su cuerpo se fue transformando en su deseo-“Shizuma…te amo”

Notas finales:

Lamento mucho la demora, pero estoy en semana de examenes y ya saben como es eso. de hecho, no creo quep ueda actualizar hasta el domingo, espero su comprension

sin mas, no olviden comentar ¿vale?

chao, chao


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