EL FIN DEL PECADO: VOTO NEGRO
Nagisa vio cómo su cuerpo iba transformándose en el original, volvía a ser una mujer, y su ala faltante termino por quemarse totalmente. Sabía lo que le pasaría ahora, sin alas no tenía vida con la cual seguir existiendo en el universo, y al haber roto su contrato, ya no podía seguir viviendo como un humano, por tanto, aquel era su fin.
Como espectro, su alma oscura vagaría por siempre en la eternidad de las sombras, saboreando el dolor y el sufrimiento que estas resguardaban dentro.
Pero nada de eso le importaba. No mientras “ella” volviera a la vida.
Su mirada se enterneció cuando Shizuma lentamente iba abriendo los ojos, y para cuando despertó por completo, la peli-plata vio por última vez los ojos rojizos de su amado Nagisa…de su amada ángel Ariane.
-¿A-Ariane…?-pregunto incorporándose
-Te amo Shizuma-le sonrió con fingida alegría-Te…a-mo
-Nagisa, yo también te…-pero antes de que pudiera tocarla, la ángel desapareció convirtiéndose en cenizas que luego fueron arrastradas por el viento-Nagisa…Nagisa
<<Mi voto teñido de negro: Siempre te protegeré Alexiel, siempre>>
-¡NOOOOOOOOOOO!-grito con dolor
Ariane había desaparecido, dejando atrás una pluma negra que simbolizaba su pacto oscuro para poder estar a su lado, y Shizuma tomo la pluma y se aferró a ella como buscando un consuelo que jamás llegaría. Ella amaba a Nagisa, amaba al ángel, ¿Por qué no había sido capaz de darse cuenta de ello? ¿Por qué no se había dado cuenta que su amado Nagisa era el ángel que había ayudado? ¿Por qué? Ahora ya era demasiado tarde, y ella se había ido para siempre. Con sus propias manos, había destruido a un invaluable ser al no aceptar su amor desde el principio, al rechazarla la hizo pedazos, y ahora lo entendía de una manera tan cruel.
-¡¡¡NAGISAAAAA!!!
OOOO
“Los ángeles son seres celestiales que están fuera de nuestro alcance…”
-Por tu bien hija, ¡Nadie debe enterarse de la verdad!
-Pero madre…
-Diremos que ese ángel era una caída, y que manipulo tu mente para que nos traicionaras. Si alguien se llegase a enterar de lo que paso realmente, no quiero imaginar lo que te harán mi querida niña
“Dios los separo de nosotros porque ellos eran sus mensajeros y guías que los ayudaban a cuidar de sus hijos, todo ángel era puro y lleno de luz. Libres de pecado alguno”
-¡Todo es culpa de esa ángel!
-¡Deberían asesinarla!
-¡Es peor que la súcubo Bruja que tienta a los ángeles!
-Por su culpa el Creador ha enfurecido y a castigado el reino con sequias y enfermedades
“Pero la caída de Lucifer hizo que todo en el paraíso cambiara. Un ángel que ha pecado debe sufrir la ira del Señor, y las consecuencias de sus actos”
-Ya no lo soporto…-lloraba desconsoladamente en el suelo-Dios mío ayúdame…ayúdame que no puedo con tanto dolor
“Me pregunto si…Dios enfureció por mi pecado o por el de Nagisa. ¿Qué tan malo puede ser amar?”
-¡Madre, ya basta!-golpeo furiosa la mesa
-Es la verdad hija, esa ángel era una serpiente que solo buscaba la oportunidad de darte la manzana, en mi opinión solo te uso para sus propios fines
-¡Eso no es cierto!
“¿Qué tan malo fue lo que hizo Ariane por mí?”
-¡La ángel es la culpable de todo!
-¡ARIANE NO TIENE LA CULPA DE NADA! ¡FUI YO QUIEN MORDIO LA MANZANA!
“¿Qué tan malo fue lo que hicimos para estar juntas por siempre? ¿Tan grave fue nuestro pecado?”
-¡¡¡FUI YO QUIEN DESATO EL PECADO!!! ¡YO ME ENTREGUE A NAGISA EN EL PLACER DEL SEXO! ¡YO!
“Sé que no obtendré respuesta alguna del Creador, pero si hay algo que deseo ahora…es poder estar junto a Ariane para toda la eternidad, sin importar que sea pecado o no.
Y si Nagisa dio todo por mí, yo también he de dar todo por ella”
Miro con lágrimas en los ojos como la muchedumbre de gente enfurecida derribaba las puertas al palacio e invadía su hogar con armas de todo tipo con la intención de asesinarla. El vidrio de la ventana se empaño con su aliento al recargar su frente ahí, sabía lo que venía, pero no se arrepentía de nada.
No se arrepentía de aceptar su amor por la ángel, a pesar de que la gente enfureciera y se levantara en armas contra ella por su traición. No se arrepentía.
“Aunque tenga que morir, jamás me arrepentiré de haberla amado tanto como lo hice, jamás”
<<Mi voto teñido de blanco: Nunca te abandonare>>